Cuarenta y ocho horas antes de ser asesinado, John Lennon y su esposa Yoko Ono, en New York, grabaron en cinta una entrevista de tres horas con Andy Peebles, para la BBC Radio One. Ésta es la transcripción al pie de la letra de aquella memorable ocasión. Era la primera vez en más de cinco años que John había aceptado ponerse frente a un micrófono de radio. Lo que se esperaba que fuera una charla rutinaria de media hora sobre Double Fantasy, el último LP de John y Yoko, se convirtió por arte de magia en una conversación larga, profunda y abierta sobre su vida y trabajo. John Lennon habló de los Beatles, de la ruptura, de su primer encuentro con Yoko, de feminismo, heroína, bebida, de hacer música, de escribir canciones, de sus sentimientos sobre su pasado y de sus esperanzas para el futuro.
Estrella fulgurante y polémica en el Hollywood de finales de la década de los 70 y principio de los 80, desapareció de la escena cinematográfica con la misma rapidez que se hizo popular. Con una carrera tempestuosa decididamente desacreditada por los profesionales, renace con fuerza en los años 90 demostrando que no hay una sola oportunidad en la vida para triunfar, sino dos, o tres. De mirada sincera y con ademanes de muchacho alegre, Travolta consiguió su primera fama como Vinnie Barbarino, 'Sweathog' en una serie cómica ambientada en una escuela secundaria, titulada “Welcome Back, Kotter”, (ABC, 197579.) Travolta se comportó anteriormente como lo hacen los cantantes jóvenes que llegan al estrellato súbitamente y durante este periodo su imagen fue objeto de deseo e interés por la juventud del mundo entero. Sus primeros trabajos en el cine fueron como un adolescente sinvergüenza que recibe una lección en “Carrie” (1976), un estupendo thriller de Brian de Palma. No obstante y aunque ya tenía cierta fama por sus trabajos en televisión, su ascenso al estrellato fue con el filme “Fiebre del sábado noche” (1977), en donde interpretó con maestría al tradicional personaje urbano de origen italoamericano, que combinaba sensibilidad y ardor juvenil en las discotecas. Con el éxito de la película los críticos descubrieron sus cualidades como actor y le nominaron al oscar, al mismo tiempo que se generó un culto a su manera de vestir, hablar y, especialmente, andar. Aunque no era un bailarín todo el mundo le imitaba en sus bailes, y aunque no sabía cantar otros cantantes pusieron bellas melodías en sus labios. Cuando interpretó junto a Olivia NewtonJohn, “Grease” en 1978, sus canciones y bailes se convirtieron en uno de los mayores éxitos musicales de todos los tiempos. A partir de ahí, se originó un lento declive en su carrera totalmente inexplicable. Su siguiente película fue “Cowboy de ciudad” (1980), en la cual le vimos bailando con un sombrero vaquero y botas de montar, al más puro estilo tradicional norteamericano. Posteriormente da un giro total cuando interpreta un thriller titulado “Impacto” de Brian de Palma (1981.) Deseoso de volver a recuperar el público que años antes le había vitoreado, vuelve con el tema discotequero en un filme dirigido por Sylvester Stallone titulado “Staying Alive” (1983), una continuación descarada de “Fiebre del sábado noche”. Pero en solamente cinco años el público ya había cambiado y sus sueños de popularidad quedan atrapados en un nuevo fracaso. Travolta languideció posteriormente durante casi una década en películas casi desconocidas, aunque no por ello dejó de trabajar puesto que consiguió volver a la televisión, destacando especialmente durante 1987 en un programa de la ABC titulado “The Dumbo Waiter” de Harold Pinter. Después vuelve de nuevo al cine para interpretar un papel secundario en “Mira quién habla”, (1989), en donde los intérpretes principales son unos bebés a los que hay que poner las voces. Increíblemente el público se fija de nuevo en Travolta, se da cuenta que aún está vivo para el cine, y esta comedia romántica dirigida a un público infantil triunfa en taquilla y su imagen sale de nuevo en las portadas. El éxito fue tan grande que hubo dos secuelas más, “Mira quien habla también” (1990) y “Mira quien habla ahora” (1993), sorprendiendo con posterioridad al mundo entero cuando hizo un papel magnífico en “Pulp Fiction” (1994) de Quentin Tarantino. Ese año volvió a ocupar el número uno en las listas de Hollywood. Esta estrella resucitada encontró de pronto su mejor puesto en el cine en sus papeles de malvado, mientras trataba de ocultar su cara de buen chico tras un comportamiento degenerado e inhumano. Después efectúa un nuevo giro en su carrera cuando hace de un hombre dotado de poderes paranormales en “Phenomenon” (1996), por la que cobra 8 millones de dólares.
Relación verdadera de todo lo que sucedió en la Jornada de Omagua y Dorado, que el gobernador Pedro de Orsúa fue a descubrir por poderes y comisiones que le dio el visorey Marqués de Cañete, desde el Pirú, por un río que llaman de Amazonas, que por otro nombre se dice el río del Marañón, el cual tiene su nascimiento en el Pirú, y entra en el mar cerca del Brasil. Trátase asimismo del alzamiento de don Fernando de Guzmán y Lope de Aguirre, y de las crueldades de estos perversos tiranos.
‘Juan Belmonte, matador de toros’ es una de las mejores biografías escritas en España durante el siglo XX. Su autor, Chaves Nogales, había conocido a Belmonte poco tiempo antes de la publicación del libro y aunque no era aficionado a los toros congeniaron enseguida. La calidad humana del personaje, su espíritu de superación y su talante conciliador, raro en la crispada sociedad española de la época, fueron algunas de las cualidades que atrajeron al autor y que le animaron a escribir una biografía del famoso torero. En la narración las voces de biógrafo y biografiado se mezclan, sin que se sepa donde empieza a hablar uno y dónde acaba el otro, y fruto de este genial planteamiento los recuerdos de Belmonte se suceden con asombrosa naturalidad: su infancia sevillana, los años de durísimo aprendizaje, el pintoresquismo de los círculos taurinos y literarios, la fama, su rivalidad con Joselito… ‘Juan Belmonte, matador de toros’ es el testimonio agudo y fiel de una época, una obra maestra fruto del encuentro entre dos personas extraordinarias: Juan Belmonte, fundador del toreo moderno, y Chaves Nogales, uno de los periodistas españoles más importantes de la primera mitad del siglo XX.
Ningún hecho político trascendente ha tenido lugar en este país, durante los últimos treinta años, que no fuera previamente autorizado o decidido por el rey Juan Carlos I. La defenestración de Arias Navarro, el nombramiento de Adolfo Suárez, las conversaciones con Santiago Carrillo, la legalización del PCE, la dimisión del primer presidente de la democracia, e l 2 3-F, el juicio de Campamento, los GAL, las misiones de las Fuerzas Armadas en el exterior, el apoyo logístico a la Primera Guerra del Golfo, los nombramientos de la mayoría de los ministros y de todos los de Defensa, las conversaciones con ETA... etc., etc., son quizá los más importantes, pero no los únicos, en los que el inefable inquilino de La Zarzuela ha intervenido directamente haciendo valer una autoridad y un poder personal que en absoluto contempla la Constitución. Podríamos decir por lo tanto, sin exageración alguna, que el 22 de noviembre de 1975 una nueva dictadura más sutil, de rostro más amable, enmascarada en unas formas democráticas aceptables para Europa y la comunidad internacional pero quizá más perversa y engañosa por actuar en la clandestinidad de palacios y altos despachos, sucedió a la anterior del yugo y las flechas. Apoyada en el propio Ejército franquista (que actuaría a partir de entonces de sólido valladar ante las aspiraciones de los políticos verdaderamente demócratas), en los todopoderosos servicios de Inteligencia de las FAS (que transformarían al heredero de Franco en el hombre mejor informado del país) y también en el pánico cerval del pueblo españ o l a tener que enfrentar una nueva guerra civil. Esta dictadura en la sombra por parte del monarca español ha durado hasta nuestros días, si bien en los últimos años (prácticamente desde la salida de la Casa Real del general Sabino Fernández Campo) ha decaído ostensiblemente, al compás del deterioro personal de su titular. Esto ha sido así, históricamente, aunque muchos ciudadanos españoles no hayan sido capaces de percibirlo. No obstante, si a alguno de ellos (está en su derecho) le parecieran claramente exageradas o fuera de lugar mis afirmaciones, la lectura de este libro les sacará de dudas.
La de Garbo es, sin lugar a dudas, una vida apasionante. Era hijo de un industrial catalán que peleó al lado de Franco en la guerra civil, y sin embargo, nada quería más que liberar a España del dictador. Mientras otros se unieron al Maquis, Juan Pujol García se fue a Portugal y logró convertirse en un espía clave de la Segunda Guerra Mundial. Su extraordinaria labor de contraespionaje permitió el desembarco de los aliados en las costas de Normandía el 6 de junio de 1944, un hecho que cambió definitivamente el curso de la guerra, y aceleró la derrota de Hitler. ¿Cómo lo logró? Ese es el fascinante relato de Javier Juárez, periodista de Telemadrid, nos narra en esta biografía francamente espléndida.
Estamos ante uno de los personajes más conmovedores de nuestra historia, en parte por sucumbir ante una profunda depresión, en parte por ser una víctima del poder, de los que ansiaban ese poder, que era el de la Monarquía más poderosa de su tiempo. Esta biografía, realizada por uno de nuestros historiadores más conocidos, nos presenta las desventuras de aquella reina que, a pesar de haber podido tenerlo todo, ni siquiera pudo tenerse a sí misma.
Así traicioné a mi hermano, el gánster más famoso de Holanda. A un mal perro, a un perro que muerde, hay que meterlo en una jaula. O sacrificarlo. Willem Holleeder es uno de los criminales más celebres de Europa. Obtuvo cierta notoriedad al secuestrar, en 1983, al presidente de la cervecera Heineken. Durante décadas ha manejado a sus parientes como si fueran un apéndice más de sus negocios mafiosos, llegando a amenazarlos de muerte si se atrevían a traicionarle. A su hermana Astrid, sin embargo, Willem la consideró siempre su confidente. Vive escondida porque tuvo el valor de escribir este libro. Tras observar cómo su hermano se abría paso en el hampa, apenas cumplía ninguna de las condenas que recibía y morían tanto sus socios como quienes osaban denunciarle, Astrid decidió cambiar las tornas. Empezó a colaborar con la fiscalía y a grabar las conversaciones con Willem, para obtener pruebas que permitieran condenarlo definitivamente. Nadie sabe cómo terminará la partida. «Judas» no es solo una historia de crimen real: es un retrato espectacular sobre las relaciones de familia y el sentido de la traición.
En «Juegos reunidos», Marcos Ordóñez recuerda, intuye y fabula, componiendo a base de retazos una suerte de autorretrato sentimental que es también el retrato de su generación y de su ciudad, la Barcelona de los setenta.
Con la detención de Augusto Pinochet, y la intensa presión para proceder a la de Slobodan Milosevic, la posibilidad de una legislación internacional que actúe contra los tiranos en todo el mundo se perfila como una realidad. No obstante, como Christopher Hitchens demuestra en este libro inapelable, Occidente no necesita ir muy lejos en busca de candidatos idóneos para el banquillo de los acusados. Estados Unidos es la patria de un individuo cuyo historial de crímenes de guerra resiste la comparación con los peores dictadores de la historia reciente: el ex secretario de Estado y consejero de seguridad nacional Henry A. Kissinger. Sopesando las pruebas con meticulosidad jurídica, y desarrollando su caso con un escrupuloso análisis de la documentación escrita, Christopher Hitchens toma la palabra como fiscal. Investiga, sucesivamente, la participación de Kissinger en la guerra de Indochina, la matanza masiva perpetrada en Bangladesh, los asesinatos planeados en Santiago de Chile, Nicosia y Washington, y el genocidio en Timor Oriental. Basándose en testimonios de primera mano, en documentos no publicados hasta ahora y en un amplio estudio de material desclasificado en virtud de la Ley de libertad de información, elabora un sumario devastador contra un hombre cuya ambición y crueldad han sido la causa directa de asesinatos individuales y grandes matanzas indiscriminadas. Como afirma Christopher Hitchens: “La única impunidad de que Henry Kissinger disfruta es rango; huele que apesta. En nombre de las innumerables víctimas, conocidas y desconocidas, es hora de que la justicia intervenga”.
Dejémoslo claro desde el comienzo: a pesar de su título, Juicio contra una prostituta no es el tipo de libro que los amantes de la ficción policíaca conocen como legal thriller, aunque por momentos, no lo duden, pueda parecerlo. Tampoco es una novelita estilo peplum ambientada en un juzgado de la antigua Grecia. En realidad, no es más que una historia real perdida en las profundidades de la Historia, y magistralmente reconstituida por Demóstenes como testigo directo de los hechos. ¿Y qué tipo de historia? La de una prostituta de origen extranjero que, gracias a su excelso dominio de las artes amatorias, a punto estuvo de convertirse irregularmente en ciudadana y de alzarse hasta uno de los grandes centros de poder de la Atenas Clásica. No se lo permitieron, por supuesto, pues repito: era mujer, prostituta e inmigrante. La historia también podría resumirse así: la de dos personajes bastante vulgares, una prostituta y su marido-proxeneta, que vivieron hace más de veintitrés siglos y que vieron cómo su irreprimible deseo de ascenso en la escala social se topaba con la estructura inmovilista de las instituciones arcaicas. Juicio contra una prostituta es, por tanto, una historia extraña y jugosa, una rareza editorial y un fresco impagable tanto de las costumbres y la vida sexual de la Grecia Clásica como de las contradicciones que caracterizaban su sociedad.
La obra magna de Saborit nunca fue publicada en la España democrática, debido, quizá, a la aparición de otros estudios sobre el pensamiento y la vida de Besteiro. Desde la Biblioteca de la Cátedra del Exilio se quiere recuperar esta pequeña obra maestra, que entrelaza el retrato de Besteiro con la trayectoria de las organizaciones hasta el final de la guerra civil. El libro contiene, además, un prólogo de Luis Jiménez de Asúa, escrito en 1967, y un estudio introductorio de Abdón Mateos acerca de la memoria y uso público de Besteiro desde su muerte hasta nuestros días. Tras su primer exilio en Francia, desde 1950 Saborit residió en Ginebra, convirtiéndose en «cronista oficioso» del socialismo español. La recuperación de Julián Besteiro fue, quizá, su principal contribución escrita a lo largo de dos décadas. Saborit reconocía que no era historiador ni siquiera biógrafo, señalando su formación tipográfica, —había estudiado en la Escuela de aprendices de la Asociación del Arte de Imprimir—, y tenía la pretensión de escribir sobre lo que había vivido, entrelazando la semblanza biográfica con la historia de los primeros tiempos del socialismo español. Después de varios años de trabajo y de ajustes del manuscrito, Saborit pudo entregar a imprenta su biografía titulada Figuras del socialismo español. Julián Besteiro. La obra fue dedicada por Saborit y su esposa María Rojo a la viuda de Besteiro, Dolores Cebrián. El libro fue publicado en 1961 por Impresiones Modernas de México. En 1967 apareció en Buenos Aires una nueva edición de esta excelente biografía, que fue distribuida con dificultad en la España del tardofranquismo. Poco antes de la muerte de Franco, vería publicada en España.
Ciencias sociales, Crónica, Espiritualidad, Historia
Un libro brutal, impactante, sobre las profundidades del mal, desde la voz valiente de quienes han decidido enfrentar esta oscura historia. El rostro de Jimmy Hamilton refleja una mezcla de impotencia y fuerza cuando se entrevista por primera vez con María Olivia Mönckeberg hace más de un año. En ese momento le asegura que son muchas las personas que han sufrido de abuso físico y psicológico en las últimas cuatro décadas dentro de la Iglesia Católica chilena. Las víctimas serían desde niños de doce o quince años hasta hombres de algo más de cincuenta. «¡Y eso sigue ocurriendo hasta hoy!», dice Hamilton, porque «un grupo influyente del episcopado está involucrado en el círculo de protección». En estas páginas María Olivia Mönckeberg, Premio Nacional de Periodismo, indaga a fondo en la experiencia traumática de las víctimas querellantes del caso Karadima, muchas de ellas marcadas de por vida por los abusos deshonestos del cura de El Bosque. Asimismo, devela el tejido de miedos y silencios, pero también de respaldos y apoyos sociales, que han permitido un crimen sostenido en una de las parroquias más poderosas de Santiago, y que solo el Vaticano —anteponiéndose a la justicia civil— ha empezado a detener con un fallo adverso al sacerdote.
Las ideas de Karl Marx son probablemente las que más han influido en el mundo después de las de Jesucristo. En esta apasionante y en ocasiones muy divertida biografía se nos presenta por primera vez a Karl Marx en su faceta más humana. Un apasionado agitador, que pasó casi toda su vida encerrado en la sala de lectura del Museo Británico; un hombre sociable y simpático que, sin embargo, acabó enemistado con casi todos sus amigos; un abnegado padre de familia que dejó embarazada a la criada; un intelectual profundamente serio al que le gustaba beber, contar chistes y fumar puros y un hijo pródigo al que su madre le dijo: «Habría preferido que reunieras un capital en vez de escribir sobre él.» La vida y las ideas de Marx, su encanto y su cólera, se muestran en toda su complejidad y contradicción: la de un brillante y provocador filósofo que vivió, como en los libros de Dickens, los tiempos difíciles de un caballero venido a menos.
¿Cómo pudo uno de los países más cultos de Europa apoyar al racista partido nazi? ¿Era el régimen nazi eficiente o se trató de un sistema caótico? ¿Cómo pudo el pueblo alemán seguir luchando hasta el final cuando la guerra ya estaba perdida? ¿Cómo se organizó y decidió el Holocausto? ¿Por qué no hicieron nada los Aliados para impedirlo? Todas estas cuestiones, entre otras, se encuentran en esta concisa, pero completa historia del nazismo. Este libro no sólo repasa todos los aspectos de aquel período, sino que permite aproximarse a los grandes debates que ha generado. En un momento en que resurgen en Europa los cantos de sirena de grupos neonazis con la negación del Holocausto y los esfuerzos por relativizar el Tercer Reich, resulta hoy más necesario que nunca contar con una información completa pero accesible sobre el nazismo. La lección más importante tal vez sea que la democracia no es un regalo, sino una adquisición que carece de garantía, que es frágil, contingente. Olvidarlo supone condenar a muerte a la democracia, como ocurrió con la República de Weimar en los años veinte. Una obra amena e indispensable para conocer más a fondo un período fundamental de la historia contemporánea.
En 1917, Alemania era un país derrotado, que afrontaba las duras compensaciones de guerra impuestas por el Tratado de Versalles, la crisis económica mundial y la propia depresión de sus ciudadanos. Weitz relata, en forma de paseo por el Berlín de entreguerras, estos altibajos políticos y económicos en un ambiente de efervescencia cultural: arquitectos como Gropius, escritores como Brecht o filósofos como Heidegger crearon durante esta época sus trabajos más importantes, rodeados de una vanguardia que propugnaba la utopía o la refundación completa de la sociedad. Esta vívida evocación de Weimar, más pertinente que nunca en la coyuntura económica y política actual, narra al fin cómo una sociedad culta e informada, pero humillada y confundida, pudo dejarse atrapar por el populismo nazi y poner su destino en manos de Hitler.
Montañero, escritor y deportista olímpico Heinrich Harrer fue miembro, junto con Anderl Heckmair, Fritz Kasparek y Ludwig Vörg, de la mítica cordada que completó en 1938 la codiciada primera ascensión a la pared norte del Eiger —conocida como la pared asesina—, en los Alpes berneses.
La Araña Blanca es una narración clásica de aquella gesta, contada con paralizante realismo y brío narrativo dignos del autor de Siete años en el Tíbet. Pero Harrer, además de alpinista que ofrece al público el relato de su propia escalada, asume también el papel de historiador, introduciéndonos con gran precisión técnica y ritmo trepidante, en la historia de los dramáticos intentos anteriores de escalar la temible pared. Éstos se desarrollaron en un ambiente de feroz competencia deportiva y desembocaron en una larga lista de víctimas. Entre ellas, tal vez el caso más trágico fuera el del joven Toni Kurz, quien agoniza durante largas horas colgado de una cuerda a pocos metros de un equipo de rescate, que no puede hacer nada por salvar su vida.
Finalmente se incorpora en esta edición una crónica de las más importantes actividades en la pared norte del Eiger, con aperturas de nuevas rutas, repeticiones invernales y actividades en solitario.
Desde los días de Hernán Cortés han circulado rumores sobre una ciudad perdida con inmensas riquezas escondida en alguna parte de Honduras, llamada la Ciudad Blanca o la Ciudad Perdida del Dios Mono. Los pueblos indígenas hablan de ancestros que huyeron a ese lugar para escapar de los conquistadores españoles, y advierten que cualquiera que entre a esta ciudad sagrada enfermará y morirá. En 1940, el periodista estadounidense Theodore Morde regresó de la selva con cientos de objetos antiguos, asegurando haber encontrado la Ciudad Blanca. Sin embargo, se suicidó sin revelar su ubicación. Tres cuartos de siglo después, el escritor Douglas Preston se unió a un equipo de exploradores en una nueva aventura. A bordo de un viejo avión monomotor, y gracias a un avanzado dispositivo láser, descubrieron la imagen inconfundible de una metrópoli entre el denso follaje selvático. Aventurándose en esta tierra salvaje, Preston y el equipo de investigadores se enfrentaron a lluvias torrenciales, arenas movedizas, insectos portadores de enfermedades, jaguares y serpientes. Sin embargo, no fue sino hasta su regreso que la tragedia los golpeó: Preston y otros descubrieron que habían contraído una terrible enfermedad en las ruinas. Intrigante e impactante, plagada de aventuras estremecedoras y dramáticos giros de tuerca, «La Ciudad Perdida del Dios Mono» es el recuento verídico de uno de los grandes descubrimientos del siglo XXI.
La División Azul es, sin duda alguna, una de las unidades militares que más interés ha despertado entre los historiadores y estudiosos de la Segunda Guerra Mundial. El autor, que se encuentra entre los más reconocidos especialistas en el tema, ofrece al lector una visión global sobre la trayectoria de los voluntarios españoles en la Wehrmacht de Hitler desde su fundación en 1941 hasta la actualidad, y esclarece los numerosos mitos y leyendas que se han forjado en torno a estos. Además del análisis certero de las operaciones militares, esta obra se adentra también en los entresijos diplomáticos, propagandísticos, políticos y, de manera especial, en las vivencias más íntimas de los combatientes gracias a décadas de investigación y a las entrevistas con los protagonistas de una de las mayores aventuras bélicas de la historia contemporánea de España.
La Guerra Civil provocó un fractura ante los católicos. Este libro, fruto de cuarenta años de investigación, aporta una cantidad de datos que permitirán al lector formarse una idea adecuada de cómo un golpe militar sin finalidades religiosas se convirtió en una guerra de religión, con su vertiente más combativa de persecución y cruzada.