Aparecido en Londres en 1961, El gran engaño se convirtió en poco tiempo en uno de los libros fundamentales para comprender la confusa trama de conflictos e intereses que provocó el hundimiento de la II República española. Bolloten estudia en estas páginas el proceso que llevó al Partido Comunista español —que contaba sólo 40 000 afiliados en los días iniciales de la guerra civil— a asumir gradualmente el control de las fuerzas republicanas mediante su infiltración progresiva en la maquinaria militar y en los resortes básicos de la Administración. Objetivo, documentado, El gran engaño es una obra insustituible para comprender la evolución política de la zona republicana.
El pronunciamiento de julio de 1936 y la guerra civil no fueron inevitables. La República pudo prevenir el golpe de estado y desarticular la conspiración que había ido tejiéndose durante años. Ángel Viñas desvela cómo los servicios de defensa interior y exterior detectaron los riesgos y amenazas de involución, pero también cómo los gobiernos de Azaña y Casares Quiroga desoyeron el ruido de sables contra la democracia. Ello permitió que permanecieran en el corazón mismo de los mecanismos de defensa republicanos elementos de la clandestina Unión Militar Española (UME), partícipes de la confabulación monárquica. Gracias a documentación procedente de una docena de archivos españoles, franceses, ingleses, italianos y belgas, este nuevo libro reconstruye tanto las maquinaciones de los futuros sublevados como, y sobre todo, el fracaso gubernamental a la hora de decapitar una conjura amparada por la Italia fascista.
Mientras la inminencia de la muerte del padre se va tornando una realidad cada vez más concreta -cirugías, cuidadoras, montañas de Alplax- y la madre se obsesiona con las visitas al rabino y atesora estampitas de santos y rezos budistas, el narrador evoca su infancia y las huellas del rechazo que la atravesaron. Brillante y oscura, El hijo judío es una delicada arqueología de la obstinación de un niño que reclama la atención de sus padres. Una descarnada confesión de las múltiples coartadas para ganarse un espacio de aprobación en la conflictiva escena familiar. Un pequeño tratado sobre el exceso de amor y, paradójicamente, sobre el desamor. Y es, también, la lograda proeza de narrar la niñez desde la mirada adulta.Sin ceder a la idealización de la infancia ni al regodeo en el dolor ante la decadencia física y la muerte, Daniel Guebel disecciona, con belleza y desasosiego, su tempranísima conversión al sueño de la literatura como un acto de reparación. Hijo de un militante comunista, camuflado bajo la apariencia de pequeño empresario del rubro de los electrodomésticos, que no sabía cómo criar a su primogénito débil y llorón ("un oscuro renacuajo de piel amarillenta que se encerraba a leer"), y de una madre que solía delegar la administración de justicia en manos del marido y que exorcizaba su miedo a la pobreza mediante el arte del ikebana y el rocío del spray en el pelo. Su rabia por haber dejado de ser hijo único (la Chuchi, su hermana Claudia) expresada en una negativa a alimentarse. Los intentos por rescatar de la memoria indicios clave para reconstruir fielmente las escenas de indiferencia y rechazo. Un pibe complicado, "con problemas de conducta", que gritaba y pateaba puertas. El universo de los abuelos paternos y los maternos, de los hermanos de la madre y del padre. Una mesa dominical en la que el castellano era sustituido por una ensalada de dialectos. La escuela judía. Las pintadas callejeras. Un mundo que temblaba bajo los pies. Virgilio, Kafka, Lenin, Fogwill. El descubrimiento de la condición específica del lenguaje y, al fin, el aferrarse a la literatura como a una tabla de salvación.
Destinado a todos aquellos que no conocen en profundidad el genocidio nazi pero desean adquirir un más exacto conocimiento de su desarrollo y magnitud, el presente libro lo aborda de forma concisa pero completa, basándose en fuentes históricas de primera mano. Tras una breve introducción sobre los orígenes del exterminio judío, César Vidal relata los inicios del Holocausto en el periodo previo a la Segunda Guerra Mundial, la cristalización de un plan de exterminio para los judíos (la «Solución final»), su rápido desarrollo y, finalmente, el destino posterior de víctimas y verdugos. La obra se completa con unos apéndices indispensables: 40 textos en los que deliberadamente se ha dado mayor relevancia a las fuentes nazis, dada la brutal elocuencia de las mismas; una extensa cronología del periodo 1939-1945, un glosario, y una breve relación biográfica de los protagonistas. Apenas dejado atrás el siglo que alumbró la espeluznante masacre de los campos de exterminio, el propósito de esta obra es luchar contra el olvido del mayor genocidio de la historia.
Un libro apasionante en el que Ian Gibson reexamina, a la luz de nueva documentación, el caso del «obrero amaestrado» de la CEDA, cuyo nombre está unido indisolublemente a la muerte de Federico García Lorca, el poeta español más amado y más llorado de todos los tiempos. En el verano de 1932 llega a Granada un enemigo fanático del socialismo. Nacido en Salamanca en 1903 y educado por los salesianos, Ramón Ruiz Alonso, tipógrafo de profesión, ha llegado a odiar, en Madrid, a los líderes del PSOE. Al conseguir trabajo en los talleres granadinos del recién fundado diario Ideal, de Editorial Católica, no tarda en lanzarse al combate contra ellos. Elegido en 1933 diputado por Granada de la CEDA -la poderosa coalición dirigida por Gil Robles- se convierte durante el llamado Bienio Negro en el político reaccionario más agresivo, más fanfarrón y más célebre de la provincia. Aunque las derechas vuelven a ganar en Granada en febrero de 1936, los resultados son anulados por las Cortes del Frente Popular y Ruiz Alonso pierde su escaño en la elección parcial de mayo. A partir de entonces empieza a conspirar activamente contra la legalidad republicana y regresa a Granada en julio, unos días antes que García Lorca, para participar en los acontecimientos que se avecinan. Un mes después es Ruiz Alonso quien detiene al autor de Bodas de sangre en casa de la familia Rosales y lo lleva al Gobierno Civil. ¿Fue también el responsable de la denuncia que condujo al vil asesinato del genio?
El 30 de abril de 1943 un pescador de Punta Umbría encontró flotando en el mar el cadáver de un oficial británico, el comandante William Martin, con un maletín encadenado a su cuerpo. Antes de devolverlo a los británicos, las autoridades españolas transcribieron los papeles que contenía el maletín, incluyendo los planes para un desembarco en Grecia, y los hicieron llegar al gobierno alemán, que se preparó para organizar su defensa. Pero donde los aliados desembarcaron, tres meses después, fue en Sicilia. William Martin no había existido nunca y los papeles de su maletín estaban destinados a engañar a los alemanes. El gobierno británico no permitió nunca contar la auténtica historia de esta operación, por temor a la reacción española; pero Ben Macintyre, el autor de Zigzag, ha accedido a los documentos originales y nos cuenta por fin toda la verdad acerca de una de las historias de espías más fascinantes de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo la evidencia de la complicidad de los militares españoles con los nazis.
COINCIDIENDO CON EL 50 ANIVERSARIO DEL ESTRENO DE EL PADRINO. COINCIDIENDO CON EL ESTRENO DE THE OFFER, LA NUEVA SERIE DE TELEVISIÓN BASADA EN EL RODAJE DE LA PELÍCULA. TENEMOS UNA OFERTA QUE NO PODRÁS RECHAZAR. Tras una encuesta realizada por la revista Empire en una votación en la que participaron 10.000 cinéfilos, entre ellos algunos de los cineastas y críticos más prestigiosos del mundo, El padrino fue votada como mejor película de la historia. Lo mismo sucedió en las votaciones de El País y The Hollywood Reporter. Rodando El padrino, ninguno de sus implicados pensó que se convertiría en el primer blockbusrer y en la película más taquillera de la historia en su estreno. Ni Mario Puzo pretendía escribir sobre la mafia, ni la mafia quería que se rodase, ni Francis Ford Coppola dirigirla, ni Paramount hacer otra película de mafiosos. Tampoco a Marlon Brando, ni a Al Pacino. Narrado como una trepidante película y basado en una rigurosa documentación histórica, este libro nos muestra el poder empresarial en Hollywood, las luchas de poder en los pasillos de Paramount, las conjuras para despedir a Coppola, las presiones y asesinatos de la mafia de Nueva York, un duro rodaje y finalmente el gigantesco éxito que nadie imaginó.
«El hombre que quiso entrar en Auschwitz» nos ofrece el impactante testimonio real de Denis Avey, soldado británico que durante la Segunda Guerra Mundial se introdujo voluntariamente en Buna-Monowitz, el campo de concentración conocido como Auschwitz III, para ser testigo de los horrores que allí se cometían. En el verano de 1944, Denis Avey había sido capturado por los nazis y compartía trabajos forzados con los prisioneros judíos del campo de concentración de Auschwitz. Allí trabó amistad con varios de los presos, entre ellos Hans, un judío holandés que sobrevivió al exterminio gracias a la ayuda de Denis cuando este, conocedor de su terrible situación, ideó un intercambio para que Hans pudiera alimentarse mejor y descansar en el barracón de los prisioneros ingleses. En su lugar, Denis vistió el pijama a rayas y vivió en primera persona la crueldad, la humillación y la destrucción de un sitio que, según nos relata, era lo más parecido al «infierno en la tierra». Durante décadas el autor fue incapaz de evocar un pasado que todavía le atormenta. Sesenta y cinco años después de la pesadilla vivida, ha decidido romper su silencio para contar toda su historia, tan apasionante como conmovedora, que nos brinda una singular perspectiva de la mente de un hombre corriente que ha logrado convertirse en un modelo único de valentía y generosidad.
Neptuno fue descubierto en 1846, cuando Marx y Engels redactaban el Manifiesto Comunista y nacía una nueva corriente política. Los atributos de este planeta son la hospitalidad, filantropía, el deseo igualitario, los sueños, ideales. Urano fue descubierto hacia finales del siglo XVIII, prácticamente coincidiendo con la Guerra de la Independencia de los EE.UU. y la Revolución Francesa. De hecho, se considera que este planeta tiene una influencia sumamente revolucionaria. Representa la libertad, originalidad, excentricidad, cambio, sorpresa, experimentación, vanguardia. Plutón fue descubierto el 1930, muy poco antes de la Gran Depresión económica de Occidente. Aparte de la relación que este planeta guarda con los asuntos económicos, representa el Ave Fénix, la capacidad de renacer o resurgir de las propias cenizas. Poco a poco se desgrana el significado de todos los planetas, sus ciclos y tránsitos actuales, así como se analiza las carácterísticas de cada signo zodiacal de un modo que sea consistente con la generalidad y, al mismo tiempo, sorprenda en su descripción a más de un lector al verse reflejado en él. Se analiza así de una manera constructiva y para abrir una posibilidad de destino a nuestro devenir.
Eugenio Xammar llegó a Berlín en el invierno de 1922. Encontró una Alemania que sufría las consecuencias de la derrota y en la cual se gestaba el nazismo. Vivió de primera mano momentos históricos de gran importancia, como la inflación extraordinaria de la moneda alemana o la ocupación de las tierras del Ruhr por el ejército francés, decidido a cobrarse las indemnizaciones de guerra fijadas en el tratado de Versalles. Episodios como éste, que, pasados tantos años, han quedado desdibujados, reviven en la narración de Xammar con una viva inmediatez. En Berlín coincidió con Josep Pla —entonces corresponsal de La Publicitat —, con quien, de 1923 a 1925, desempeñó una actividad profesional paralela. Viajaron juntos a Renania y a Baviera, desde donde describieron entre otras cosas los consejos de guerra franceses a ciudadanos alemanes poco dispuestos a colaborar o el frustrado golpe de Estado de Hitler en una cervecería de Múnich, así como una turbadora entrevista que mantuvieron con el futuro dictador en una época tan temprana como 1923, en la que éste ya prefigura el holocausto. Estos textos están recogidos en el presente El huevo de la serpiente , que nos abre una ventana con gran ángulo de visión sobre uno de los momentos más inquietantes de la historia europea reciente.
En esta extraordinaria obra, Alejandro Horowicz conecta las revoluciones de Francia y Rusia para escribir una historia general del cambio social. El hilo rojo se despliega desde la París alzada contra la monarquía en el siglo XVIII hasta los soviets de obreros y campesinos en Petrogrado en el siglo XX. Producto de siete años de lectura y de escritura, y quizá de toda una vida intelectual y política, Horowicz reconstruye con minuciosidad el doble poder tanto en Francia como en Rusia y demuestra que la legitimidad del movimiento revolucionario organiza la acción colectiva que transforma la sociedad. Así, la historia recupera su hilo y se convierte en revolución. Con el estilo punzante y original de su clásico Los cuatro peronismos, examina el antiguo régimen monárquico, la toma de la Bastilla, el nacimiento de la república y la democracia, las peripecias del Manifiesto Comunista, los grandes debates del socialismo ruso y la caída de los zares. El huracán rojo no es una visita al museo de las revoluciones. Por el contrario, Horowicz discute a los que estudian la revolución tricolor y la roja como parte de un panteón momificado. En este libro, la revolución se lee en tiempo presente: el autor sostiene que ni la democracia política, ni la increíble transformación tecnológica, ni la reducción de la jornada laboral o la educación de masas pueden concebirse por fuera de un proceso que arranca antes de 1789, en Francia, y se prolonga más allá de 1917, en todo el planeta.
Esta es una historia interpretativa de la cultura y el pensamiento ruso modernos. Es, ante todo, un relato selectivo que busca abrir más que cubrir este amplísimo tema y no simplemente codificar un consenso ya establecido. El periodo objeto de consideración son los últimos seiscientos años, durante los cuales Rusia ha surgido como civilización poderosa, distinta y creativa. De la mano de inquietos disidentes y de oligarcas dominantes, de sacerdotes y profetas, y también de poetas y políticos se analizaran los logros, las angustias y las aspiraciones de la cultura rusa.
A comienzos del siglo XVII aparecieron en Alemania unos manifiestos que, bajo el sello de la «Rosa Cruz», anunciaban el amanecer de una nueva era de conocimiento y dominio sobre la naturaleza. El secreto que rodeaba a los hermanos del «colegio invisible», a los que se atribuía la autoría de esos manifiestos, provocó una excitación que ha durado hasta nuestros días. Detrás de esas publicaciones había un genuino movimiento religioso e intelectual que con las palabras «magia», «cábala» y «alquimia» como marchamo bebía en las fuentes de la tradición hermética y mágica del Renacimiento, la cábala judía y la renovación aportada por Paracelso a la alquimia. Como Frances A. Yates pone de relieve, esas corrientes esotéricas favorecieron el desarrollo de la ciencia en los campos de la química y las matemáticas, a los que prestaron una atmósfera empapada de religiosidad y misticismo. En su asombrosa y detectivesca investigación, Frances A. Yates nos descubre la relación de la elusiva «hermandad» rosacruz con el inicio de la guerra de los Treinta Años y, sobre todo, con la formación de figuras tan eminentes de la ciencia como Descartes, Bacon, Kepler, Libniz y Newton, que reciben una nueva luz que les hace parecer menos «modernos», menos conformes con el tipo del intelectual y el científico al uso. El iluminismo rosacruz permite así comprender de forma más completa y matizada tres importantes capítulos de la historia: el de las creencias religiosas, el de la filosofía moderna y el de los progresos de la ciencia.
La obra se enfoca sobre la atracción fatal que Fidel siente por Venezuela. El olor del petróleo contiene feromonas que excitan al dictador. El oro negro es la clave de su sueño de convertir a Iberoamérica en su imperio comunista privado. Para financiar este anhelo es indispensable convertir a Venezuela en una colonia cubana. El sueño de Bolívar de integrar a la América Hispana en una “Patria Grande” para enfrentar a los norteamericanos ha sido la eterna obsesión de Castro. En sus correrías en Venezuela existen historias incógnitas. Antes de derrotar a Batista el tirano estuvo a punto de fracasar dos veces...
Esta obra narra una historia irrepetible en el devenir de la humanidad: los treinta años extraordinarios en que un puñado de hombres conquistaron un nuevo mundo, convirtiendo a España en el primer imperio moderno. Por las páginas de este fascinante libro desfilan personajes y acontecimientos trascendentales para comprender nuestro pasado: la toma de Granada, la creación de la Inquisición y la expulsión de los judíos, el descubrimiento de América, la primera colonización, la derrota de los mexicas y el viaje de Magallanes alrededor del mundo, entre otros muchos. Ésta es la sorprendente historia de las gentes que crearon un gran imperio con valentía, ambición, armas y fe.
Los zulúes son el pueblo de guerreros más conocido de toda África. Su fama, tras la creación de su Imperio por parte del mítico rey Shaka, conocido también como el Napoleón negro, y su posterior conflicto con la Inglaterra victoriana, contribuyeron a que su gloria no haya disminuido desde entonces. En El Imperio zulú Carlos Roca hace un pormenorizado repaso del acontecimiento bélico que enfrentó a los zulúes con los casacas rojas de la reina Victoria en 1879, y que supuso para los británicos varias clamorosas derrotas y, para la nación zulú, el fin de su Imperio.
Hoy, casi un siglo y medio después, los zulúes del siglo XIX siguen fascinando a miles de lectores. Quizá todavía cuesta admitir que un pueblo con una tecnología primitiva fuera capaz de formar y mantener un imperio que sobreviviera durante varias décadas luchando contra el expansionismo racista y colonial británico.
Esta es la sangrienta historia de la nación de guerreros más famosa de toda África desde su formación hasta su ocaso militar.
Mediante este texto he pretendido llegar a una mejor compresión de lo que se conoce comúnmente como modernidad, con el fin de profundizar en un análisis lo más acertado posible de los factores fundamentales que caracterizan a nuestro tiempo. De esta forma, y aunque haya autores que crean que estamos o nos dirigimos a la sociedad pos-trabajo, no puedo menos que acudir a la filosofía crítica para demostrar que, en contra de las tesis que afirman el final de la Historia, por el contrario, la evolución de los viejos y los nuevos movimientos sociales sigue escondiendo viejos (o nuevos) antagonismos. En la amplia parte dedicada a los anexos, me adentro igualmente en la Historia, esta vez de los Estados actuales, así como de la economía dominante, y cómo combatirla con fines de proyección social y de ideas asociadas a la regeneración política, económica, cultural e ideológica. En definitiva, lo que he pretendido es acercar las concepciones de la teoría crítica y contrastarla con la realidad social de finales del siglo XX y los inicios de éste.
Denise Affonço trabajaba en la embajada francesa en Phnom Penh, la capital de Camboya, cuando los jemeres rojos tomaron el poder en abril de 1975. Affonço y su familia fueron deportados al campo, como la mayoría de los habitantes de las ciudades camboyanas; el régimen había decidido instaurar un estado agrícola y todos los ciudadanos fueron obligados a trabajar la tierra. La dictadura se prolongó cuatro años y durante este periodo la población tuvo que soportar hambrunas, enfermedades y ejecuciones sistemáticas. El régimen segó la vida de la cuarta parte de los habitantes del país, cerca de dos millones de personas. En El infierno de los jemeres rojos, Denise Affonço relata su experiencia durante aquellos años y para ello se basa en los cuadernos que escribió en 1979, pocos meses después de ser liberada, mientras preparaba su testimonio en el proceso contra Pol Pot, principal líder de los jemeres rojos. Este libro es uno de los escasos testimonios publicados sobre el terrorífico régimen que se mantuvo en el poder en Camboya entre 1975 y 1979 y uno de los más desgarradores relatos sobre la opresión política que han visto la luz en los últimos años.
En mayo de 1945, recién conquistado Berlín, unos agentes de los servicios secretos soviéticos —el temido NKVD— pululan entre las ruinas de la arrasada cancillería del Reich para cumplir una orden secreta de Stalin: averiguar qué ha sido realmente de Adolf Hitler. Ante todo, Stalin necesitaba cerciorarse de que uno de los cuerpos carbonizados hallados en el jardín de aquel edificio correspondía, en efecto, al Führer. Pero el dictador soviético también sentía curiosidad (quizás una secreta admiración) por los métodos que había empleado Hitler para hacerse con el poder y mantener un control tan feroz sobre la población alemana.
Los agentes del NKVD pronto descubrieron entre los millares de prisioneros alemanes a dos importantes cautivos, Otto Günsche y Heinz Linge, ayudantes personales del Führer que gozaron de la confianza de éste durante años y que cumplieron la orden final de quemar su cadáver tras el suicidio del dictador alemán. Desde 1946 hasta 1949, Günsche y Linge desgranaron, para el llamado Informe Hitler, los rasgos de la vida privada de Hitler que más podían llamar la atención de Stalin: su relación con las mujeres, la enfermiza dependencia de medicamentos, sus vulgares gustos musicales y cinematográficos o sus burlones comentarios acerca de Chamberlain o Franco. El Informe Hitler también relata, desde una perspectiva inédita, los acontecimientos que pautaron la historia de Alemania desde 1933 hasta el apocalipsis final de 1945: desde la salvaje represión de la disidencia interna, hasta la creación de un estado policiaco o el estallido de la guerra.
No obstante, casi la mitad de este documento excepcional, cuya publicación en Alemania suscitó un amplio debate, se consagra al épico relato de las últimas semanas en el búnker subterráneo de la cancillería y a la sobrecogedora descripción de aquella opresiva atmósfera.
Este es el relato del tiempo angustioso que vivió Gran Bretaña en mayo de 1940, desde el día 10, en que las tropas de Hitler iniciaron la invasión de Holanda, hasta el 29, cuando los soldados británicos y franceses derrotados por los alemanes embarcaron en Dunquerque para refugiarse en Inglaterra. Esta es una historia que se suele narrar en tonos de epopeya, pero que aquí se revive en torno a la figura de Winston Churchill, de acuerdo con la verdad de aquellos días inciertos, reconstruida con una amplia documentación, que incluye las discusiones del gobierno, y con los testimonios de sus contemporáneos. McCarten nos muestra las dudas de unos días en que se pensó seriamente en negociar con Hitler, aceptando la victoria que había puesto Europa entera en sus manos, y nos descubre la evolución que llevó a Winston Churchill a manifestar, el 4 de junio, su voluntad decidida de no rendirse, aunque hubiese que luchar contra los alemanes en las playas, en un discurso que iba a cambiar el rumbo de la historia.