Quizás tendría que haber sospechado cuando mi dualidad se puso a babear por aquel hombre de ojos azules y cuerpo atlético. Quizás tendría que haberme intimidado cuando llegó hasta mí, testosterona en estado puro, confundiéndome con una tal Sophie. Su ex, nada más y nada menos. Quizás no había sido buena idea sugerir lo del hotel frente a la discoteca para pasar un buen rato, de esos sin compromisos, que me permito de tanto en tanto. Quizás tendría que haberme dado cuenta que la extraña atracción que sentía por ese hombre no era del todo normal. Que la forma en que mi cuerpo reaccionaba a su contacto, ardiente, era diferente a cualquier otra sensación que hubiera vivido a lo largo de mi vida. Pero no, dale la culpa a la magia del momento o simplemente al aburrimiento de los últimos meses. Lo que sea. Pero tras pasar la mejor noche de mi vida, solo desearía que jamás hubiera sucedido. Porque si mi dualidad no se equivocaba, y para mi desgracia no suele equivocarse, ese no era un hombre cualquiera. Mi complemento, mi fortaleza y mi debilidad. Algo así como una profecía para mi dualidad, pero un problema con mayúsculas para mí. Porque si era todo eso, tenía que ser un dual. Y vamos, como que no tengo la más mínima intención de relacionarme con racistas sectarios asesinos. Duales. Llevo toda mi vida huyendo de ellos y aunque soy en parte una dual, herencia de una madre a la que no llegué a conocer, se que son mala gente. Y si sigo con vida no es una casualidad. He aprendido a defenderme y tengo una dualidad que pese a ser lo que es, debo admitir que es condenadamente lista. Nadie, humano o dual, va a hacernos daño sin que presentemos batalla. Y desde luego, ni loca voy a dejarme llevar por lo que me hace sentir, por muy bueno que esté. Soy capaz de plantarle cara hasta al cosmos, por habérmela jugado haciendo que encuentre a mi supuesta media naranja.
Colonia no era, ni de lejos, la ciudad más apasionante en la que encerrarse durante varios meses a estudiar. Había conseguido al menos que me dejaran instalarme en un piso de estudiantes con los otros tres alumnos de intercambio: dos buenas amigas y un chico de lo más interesante. Era una opción mucho más apetecible que tener que pernoctar en el consejo, el lugar más aburrido del mundo, bajo la supervisión de mi padre. Mi interés en hacer esa estancia poco tenía que ver con mi carrera o con que sintiera melancolía de mi siempre ausente padre. Quería descubrir alguna cosa sobre un linaje que se suponía que no era más que una antigua leyenda. Los fénix. Criaturas mágicas sobrevolando por el cielo cuyos poderes aún eran en parte un misterio. El recuerdo de cómo fueron capaces de arrebatarles la dualidad a dos tigres blancos aún me hacía estremecer, y eso que estaba de su lado. Sam y Sophie eran como dos hermanas para mí, además de haberse convertido en verdaderas amigas. Si en algún sitio podíamos encontrar información sobre su pasado, sobre su historia, tenía que ser en la vieja biblioteca del consejo, un lugar repleto de libros y registros sobre todo lo referente a nuestra especie. Un lugar al que solo un dual podría acceder y yo era la única capaz de infiltrarme allí, como quien no quería la cosa, para intentar descubrir algo sobre el misterio de su existencia sin poner en peligro al resto de mi familia.
Ruidos, olores, que me son totalmente desconocidos. La bruma cubre todo cuanto me rodea y me aferro a ella para no sentir el dolor. Los recuerdos. Markel. ¿Qué había descubierto mi hermano? ¿A quién había encontrado exactamente? Los momentos de lucidez venían tan pronto como desaparecían y allí, en medio de todos ellos, un ruido. Un roedor. Y mis cadenas cayendo al suelo. Libre. El velo lo cubre todo, pero juraría que sentí el viento en mi piel. Olores, tan próximos, que casi parecería que si elevaba la mano sería capaz de tocarlos. Me escondí más adentro, en lo más profundo de mi inconsciencia, negándome a creer la realidad que parecían transmitirme mis sentidos. Y, de repente, el calor abrasando mi cuerpo. Magia. Una magia que me era conocida. El león despertando de un largo letargo mientras mis heridas empezaban a recuperarse y, en mi oscuridad, brillaba la luz de una risa femenina. Su olor, su presencia, me acompañaron durante largas horas. Fue su ausencia la que me obligó a buscarla; a abrir los ojos y analizar la que era mi nueva realidad. A despertar. Para vivir mi propia historia.
Hay quien dice que somos uno, pero lo somos y no lo somos al mismo tiempo. No puedo decir que mi vida haya sido difícil o complicada, incluso si sé cómo se siente la muerte. No tanto la mía; ha sido mi dualidad la que ha tenido que enfrentarse en más de una ocasión a calamidades. Contra todo pronóstico, ella sigue levantándose, dispuesta a desafiar el mundo, mientras yo me escondo. No controlo sus decisiones ni ella las mías y, aunque sentimos y percibimos el mundo al mismo tiempo, cada parte lo hace un poco a su manera. Es curioso que sea ella, pequeñaja y escurridiza, quien lo haga con valentía, sin importarle en muchas ocasiones las consecuencias. Yo, en cambio, prefiero encerrarme en un lugar repleto de libros con una tablet con la que pueda perderme dibujando, mientras gozo de un silencio que me garantiza que estoy sola. A salvo. Dicen que somos una, pero desde niña tenía la sensación de que existía un abismo entre nosotras, aunque desde que Laura y Markel pusieron nuestra vida patas arriba he descubierto que tal vez no somos tan diferentes. Que parte de su valor existe también en mí y parte de mi sentido común en ella. Excepto por ese detallito de su obsesión con el queso. Y la extraña predilección que parece mostrar por un humano.
Con Dublín al sur y otros relatos se presenta en España la obra de Isidoro Blaisten, uno de los cuentistas argentinos de mayor éxito. En los relatos de Blaisten la realidad se ve exacerbada, distorsionada, de tal modo que la fantasía y el absurdo se filtran por las rendijas de la vida cotidiana. Hay algo en sus cuentos del expresionismo de Roberto Arlt, de la creatividad lúdica de Cortázar, integrados en un estilo muy personal, en el que predominan su peculiar tratamiento del lenguaje, su inventiva verbal y su ácido e inconfundible humor. Una familia vive de las sobras de los banquetes; un contable obsesionado con la idea de construir una biblioteca con una vieja puerta de madera; las desventuras de un hombre oblicuo a quien le sale todo torcido; un librero con un único cliente y una única clienta; un crimen insensato; un hombre que lo deja todo y se va a Dublín a vivir el Ulises de Joyce. Estos son algunos de los temas y personajes que integran este libro, que recoge una selección de sus mejores relatos, algunos de los cuales, como Dublín al sur, Los tarmas o La puerta en dos, serían imprescindibles en cualquier antología del cuento argentino.
Alessia es una joven escritora que decide recorrer el país en bicicleta haciendo cicloturismo. Lo que empieza siendo unas simples vacaciones, se convierte en una verdadera pesadilla cuando conoce a un joven llamado Jacob y queda atrapada en un pequeño pueblo perdido en las montañas. A partir de ese momento se verá envuelta en una fantástica aventura llena de magia y terror, donde descubrirá que es la portadora de un poder único capaz de acabar con el mal que está a punto de conquistar la tierra.
Novela oficial de la película. Descubre los poderosos orígenes druídicos de Doric en la emocionante precuela de la película Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones.
Precuela oficial de Dungeons and Dragons: Honor entre ladrones. La vida de Edgin Darvis es un desastre. Lo único que le queda es un laúd, su apariencia de apuesto galán y… poco más. Después de un encuentro fortuito con una matona brutal llamada Holga, Edgin se ve obligado a enfrentarse a sus malas decisiones. Pero el camino a la redención es largo y está lleno de gastos imprevistos. Por suerte, el mundo también está lleno de ricos imbéciles que ansían que les quiten el dinero. Y esa es la razón por la que Edgin y Holga hacen lo que haría cualquier buen emprendedor: asociarse. Tras unirse a un pícaro encantador llamado Forge Fitzwilliam y a Simon, un hechicero con un gran complejo de inferioridad, el equipo se dispone a llenarse los bolsillos con un botín bien merecido pero conseguido en circunstancias discutibles. Juntos, el grupo de Edgin empieza a combatir contra monstruos por todos los reinos: incursores gnoll, brujas feéricas y más caen víctimas de los filos afilados de sus armas y de su astucia. Pero cuando encuentran un villano nuevo y más sofisticado, las armas bien cortantes y los ojos muy azules resultan ineficaces. ¿Su objetivo? Torlinn Shrake, un rico excéntrico conocido por maltratar a sus sirvientes y dar fiestas fastuosas. ¿El plan? Disfrazarse, entrar en los dominios de Shrake y llenarse los bolsillos con todo el botín que sean capaz de cargar. ¿La trampa? Shrake oculta un terrible secreto: uno que podría poner en peligro las vidas de todas las personas que le importan a Edgin, aunque el botín sea demasiado jugoso como para pasarlo por alto. Descubre la emocionante historia de los orígenes del bardo Edgin, la bárbara Holga y el resto del grupo de aventureros en esta precuela oficial de Dungeons and Dragons: Honor entre ladrones.
Vencedrag, en el pasado una espada de gran prestigio, yace sin brillo y olvidada por el hombre que antaño fue su dueño. Pero Fain Flinn -conocido por las leyendas como Flinn el Poderoso- ha perdido su honor y su orgullo, y ahora las tierras de Penhaligon se enfrentan a una amenaza que sólo él podrá vencer. Todo parece sumido en una desesperanza, hasta que una muchacha reconoce la bondad que todavía late en el airado corazón del caballero. En compañía de la joven, de un enano quisquilloso y de un tímido muchacho montaraz, Flinn proyecta recuperar su honor y su espada mágica. Pero tal vez ni siquiera Vencedrag sea lo bastante potente para traspasar la complicada red de engaños que ha desplegado Verdilith, un malévolo dragón empeñado en destruir el famoso héroe de otros tiempos.
Fain Flinn yace muerto, mientras sus cenizas flotan en el aire de la primavera. Johauna Menhir se queda con Wyrmblight, la fabulosa espada de Flinn. Jo, amargada, jura la venganza de su querido maestro y regresa con sus compañeros al castillo de los tres soles. Braddoc, el enano, porta la caja que recuperó en la incursión al refugio del dragón. En el castillo, Johauna comienza sus lecciones de foramción como caballero, esforzándose para manejar la enorme espada Wyrmblight. Jo intenta encontrar el Auroch y el secreto que hay detrás de la muerte de la magia en Penhaligon. Ella, sin embargo, descubrirá la tragedia de una raza antigua.
Verdilith, el gran dragón verde, tenía un aliado, un misterioso hechicero cuyo nombre verdadero era Teryl Uro. Este mago había forjado el abatón, una caja que anulaba el poder de la magia. Uro se las ingenió para que aquella caja fuera a parar a Armstead, la aldea de más magia de la región. La caja absorbía la magia por un motivo. Crear una puerta dimensional entre Mystara y el mundo de los abelaat (extraños seres mágicos) de donde provenía el mismo Uro para que estos seres se apoderaran de Mystara y así vengarse de un pasado conflicto entre los dos mundos. Johauna y sus compañeros se dirigieron a la aldea para evitar que Mystara se llenase de abelaats enfurecidos pero llegaron demasiado tarde. Ahora se tendrán que enfrentar a una amenaza superios a todo Mystara y además, conseguir el poder suficiente para cerrar el abatón, para siempre.....
William Figueras sueña con un Fidel Castro muerto, hablando y tomando café encima de su ataúd. Es un pasaje de Boarding Home, la novela de Guillermo Rosales. Días de entrenamiento, en cambio, es un largo y extraño sueño con Fidel Castro como fondo de pantalla. Un Fidel fantasmagórico que se desliza por La Habana en silla de ruedas, con un bolígrafo en la mano, recordando que en su próxima reencarnación será escritor. Esa es la imagen que el Ahmel personaje intenta descifrar en las páginas de su diario a lo Piglia o Cuaderno de Altahabana: páginas de la memoria desnuda, de la memoria con espinas, de cuerpos deseados y perdidos y ataúdes flotantes como la propia Isla. Pero este 'viejo de fierro' es, ante todo, el agujero negro, la sombra que alumbra la escritura del Ahmel autor, que otorga potencia y sentido a esta novela-cuaderno y la hace inquietante, incómoda, insoslayable. Jorge Enrique Lage
Ninguna historia está completa sin su reflejo...
Lázaro Umbriel, un anciano ciego y enfermo, llega hasta el Ártico con la intención de alcanzar la isla de Dögunljósey y cumplir allí una misteriosa promesa, pero todo se complica cuando la ventisca lo deja aislado en mitad de la nada junto a su perro Sif.
A medida que una dimensión fantástica alternativa se despliega en torno a él, reclamándolo como una suerte de elegido con la misión de salvar el mundo, Lázaro recuerda los eventos que lo llevaron a perderlo todo, incluida la vista, tras su romance con la filóloga experta en vocabulario intraducible Jelena Tahirovic.
Drama y fantasía se dan así la mano, a través de cincuenta capítulos inspirados en otras tantas palabras sin traducción directa al español, para desgranar en dos tiempos, dos dimensiones y dos voces narrativas distintas una apasionante historia acerca del poder redentor del lenguaje y la imaginación.
El libro de la nueva película de Estudios Ghibli, de la autora de El castillo ambulante. Aunque los orfanatos son lugares espantosos, Earwig es la reina del suyo, ¡y le encanta! Por eso, cuando le mandan a vivir con Bella Yaga, una mujer extrañísima, no le hace ni pizca de gracia. Y es que Bella Yaga es una bruja más espantosa que cualquier orfanato. Earwig tendrá que utilizar todo su ingenio (y la ayuda de un parlanchín gato mágico) para sobrevivir...
Junto con sus colegas y amigos epistolares H.P. Lovecraft y R.E. Howard, Clark Ashton Smith, nacido en Long Valley, California, en 1893, formaba parte del grupo conocido como «los tres mosqueteros de Weird Tales», que nutrió las páginas del popular magacín con relatos fantásticos y de terror, contribuyendo al auge de la revista en su era dorada (1928-1939) y creando un nuevo tipo de ficción de terror.Clark Ashton Smith vivió la mayor parte de su vida en una cabaña del pueblo de Auburn, en California, donde se ocupó de su propia educación. Tras una primera etapa como poeta, en 1926 comienza a escribir relatos de corte fantástico que va publicando en Weird Tales. Aunque vivió hasta 1961, en 1937, sin motivo aparente, dejó de escribir.Zothique (1932-1937), reúne los dieciséis relatos ambientados en el mundo imaginario de Zotique. Según Lin Carter: «C. A. Smith concibe Zothique como el último continente de la Tierra, en un futuro muy distante en el que el sol se ha oscurecido, el mundo ha envejecido y feroces mares han engullido el resto de los continentes. Las ciencias han sido olvidadas con el devenir de los siglos; las oscuras artes de la brujería y la magia han resurgido. El resultado es un mundo oscuro de misterios ancestrales donde reyes lujuriosos y depravados y héroes vagabundos exploran y viven aventuras en paisajes tenebrosos, luchando con fuerza y sabiduría contra poderosos nigromantes y dioses extraños, bajo un sol moribundo».Comentaba Lovecraft: «C. A. Smith utiliza siempre como fondo un universo tremendamente remoto y paralizante; selvas de flores venenosas e iridiscentes en las lunas de Saturno, ominosos y grotescos templos en la Atlántida, en Lemuria y en olvidados mundos más antiguos, y pantanos malsanos y húmedos salpicados de hongos mortíferos en regiones espectrales más allá de los confines de la tierra».
Junto a la Edda menor de Snorri hijo de Sturla, la Edda mayor es la principal fuente de información sobre la mitología y las viejas tradiciones épicas del mundo germánico precristiano. Exponentes de la poesía anónima popular y divididos en dos partes, la primera mitológica y la segunda épica, los treinta y siete textos que la integran -35 cantos y un par de apuntes explicativos- giran en torno a temas clásicos de la poesía nórdica medieval, como las creencias básicas de la concepción pagana desde los tiempos de la creación hasta el día de su destrucción final, las proezas de Tor, el dios defensor del mundo, o la muerte de Sígurd, el Sigfrido de El cantar de los nibelungos.
Stella una mujer a simple vista corriente, con un trabajo y una vida normal, nos guiará a través de un mundo paralelo y oculto a la gran mayoría, saltando entre diferentes épocas, vislumbrando acontecimientos del pasado, del presente y del futuro, desentrañando incógnitas importantes, preparándose para la contienda que se está gestando.Perteneciente a una familia muy antigua de grandes hechiceras, sus poderes la llevarán a meterse en una aventura que le hará visitar uno de los períodos más convulsos de la historia, la edad media, se tendrá que asociar con las criaturas más misteriosas y cripticas del mundo mágico, los grifos-gárgolas, descubriendo que cada vez tiene más en común y que sus destinos están totalmente ligados. Sobre todo con el enigmático Assur, que además de ser su mejor aliado despertará en ella un maremagno de emociones, llevándola a descubrir la más poderosa y potente de todas las magias…Un recorrido que va desde las catedrales góticas del siglo XIII hasta el interesante y variopinto mundo de la noche actual parisina, conociendo a vampiros, brujas, espectros y poderosos druidas, hallando objetos ocultos y desenterrando viejas leyendas casi olvidadas, que no te dejarán abandonar esta apasionante y entretenida historia.
«Egidio, el granjero de Ham», presunta traducción de un manuscrito en latín insular que cuenta, los orígenes del Pequeño Reino, fue publicada en 1949. Tolkien había concluido hacía poco «El Señor de los Anillos», y Egidio es en muchos sentidos un anticlímax paródico en el que reaparecen —a veces como una broma erudita— la parafernalia caballeresca de «El hobbit» y la trilogía, la insensatez y la vanidad de los poderosos, y el ascenso de un hombre común, «mediano» y sin ambiciones que llega a rey por los azares de una aventura. Como Bilbo, como Frodo, o como Sam, Egidio es un auténtico antihéroe.Entre los escasos relatos que han sobrevivido de la historia del Pequeño Reino, la leyenda de Egidio ilustra mejor que ninguna los primeros tiempos de ese país y la decadencia definitiva del poder del Reino Medio sobre aquellas tierras. Granjero de barba roja, mal genio y testarudo, Egidio debió a la fortuna, a un trabuco mal cargado y a la fanfarrona lengua de su perro, el comprometedor honor de convertirse en el guardián del pequeño pueblecillo de Ham y, eventualmente, de todo el antiguo reino.Cierto fue que espantó a un gigante de las Colinas Salvajes de un solo tiro. Pero también lo es que disparó por pura casualidad y que prefirió omitir el detalle, una vez que sus coterráneos se enteraron de la contienda y decidieron, sin pensar en la mesura, difundir la hazaña. Después de todo, Egidio, como la mayoría de los habitantes de los poblados de los tiempos perdidos, era altivo y orgulloso. Y si su reputación se engrandecía con las congratulaciones del rey, ¿qué mal podía haber en disfrutar de semejantes alabanzas? Fue entonces cuando, a unas cuantas leguas de Ham, hizo su aparición un dragón rico, hambriento y despiadado. Se llamaba Crisófilax y su nombre, junto con el de Egidio el granjero de Ham, se unirían a la leyenda y, también, a la fantástica historia del Pequeño Reino.
• «Egidio, el granjero de Ham», presunta traducción de un manuscrito en latín insular que cuenta, los orígenes del Pequeño Reino, fue publicada en 1949. Tolkien había concluido hacía poco «El Señor de los Anillos», y Egidio es en muchos sentidos un anticlímax paródico en el que reaparecen —a veces como una broma erudita— la parafernalia caballeresca de «El hobbit» y la trilogía, la insensatez y la vanidad de los poderosos, y el ascenso de un hombre común, ‘mediano’ y sin ambiciones que llega a rey por los azares de una aventura. Como Bilbo, como Frodo, o como Sam, Egidio es un auténtico antihéroe.• «Hoja de Niggle», escrita en 1939 en la pausa que siguió a la redacción de los primeros nueve capítulos de «El Señor de los Anillos», cuenta la vida y muerte de un artista, pero es también una inspirada ejemplificación de una de las ideas fundamentales de Tolkien, la necesidad de que la obra de arte tenga ‘la consistencia interior de la realidad’. La pereza, la falta de firmeza de Niggle, son transformados ‘del otro lado del túnel’ en prontitud, orden, servicio, lo que cambia a la vez la visión fugaz del artista en ‘subcreación’, o creación derogada. La ‘Hoja’ de Niggle es así parte de lo que Tolkien llama el Árbol de los Relatos, de follaje innumerable, en el que cada hoja es todas las hojas.• «El herrero de Wooton Mayor», el último de los cuentos que escribió Tolkien, apareció por vez primera en 1967, y es de algún modo la historia de una emoción terminal, la de quien en vida ha visitado a menudo tierras misteriosas y descubre ahora la proximidad de la muerte. La conjunción benéfica del mundo de la fantasía y el mundo de los hombres se consigue y se pierde en una transmisión de poderes.
Cuando Tarcila, sí, un nombre poco común para una mujer nada común, recibe un alfiletero hecho a mano por su madre, la vida le cambia por completo.
Con una pasión por la ópera que desde niña apreció por su padre, sale de su Ortigia natal, hasta Catania, a estudiar educación tal cual como lo había dictaminado su madre, donde descubren su talento para el canto y se embarca en una vertiginosa aventura para convertirse en soprano.
Conoció a muchos hombres, pero ninguno le provocaba la pasión que sentía por su alfiletero, ese que la acompañaba siempre y con el que vivía sus fantasías, hasta que se cruza con un misterioso hombre que la hace dudar de todo lo que conoce.
Ari, un joven violinista con un físico diferente, escapó de Nueva Zelanda, dejando atrás todo su pasado y a sus ancestros, encuentra en Australia su destino en la música y creando su propio estilo que lo hizo ser famoso. Siempre de gira y sin tiempo para el amor, todo cambia para él una noche al conocer a una robusta mujer, que generó en su corazón un sentimiento que desconocía.
La aventura de encontrarse y conocerse estará acompañada de lugares enigmáticos llenos de magia, donde se mezclan lo real y lo místico y los ayudarán a descubrir si su amor es real o si es sólo parte de las fantasías de Tarcila y su Alfiletero estampado