En su vida anterior, estuvo casada con el Príncipe Heredero desde muy joven y gobernó los seis palacios durante más de 10 años. Al final, sin embargo, se encontró con su fallecimiento por la traición de su hermana menor y un incendio quemó todo a cenizas. Renacido en el fuego con elegancia incomparable, el fénix respresenta nirvana. Agitando sus manos como si pudiera controlar las nubes y la lluvia, dentro del campamento del general, avanzando paso a paso; De los hombres en este mundo, ¿quién podría mover ese corazón oxidado? Al final del sueño, ¿quién se convertiría en su compañero de toda la vida?
En su vida anterior, estuvo casada con el Príncipe Heredero desde muy joven y gobernó los seis palacios durante más de 10 años. Al final, sin embargo, se encontró con su fallecimiento por la traición de su hermana menor y un incendio quemó todo a cenizas. Renacido en el fuego con elegancia incomparable, el fénix respresenta nirvana. Agitando sus manos como si pudiera controlar las nubes y la lluvia, dentro del campamento del general, avanzando paso a paso; De los hombres en este mundo, ¿quién podría mover ese corazón oxidado? Al final del sueño, ¿quién se convertiría en su compañero de toda la vida?
Lady Hope: Abandonada apenas unos días antes de su boda por su prometido que, con la ayuda y asentimiento de sus propios padres, la cambiaba por su propia hermana, Marian de Gremby dio un giro a su vida marchando a la propiedad que le hubieron dejado sus tíos alejándose de su familia, sus recuerdos e incluso de sí misma. En su nuevo hogar descubrirá qué es el amor y lo que éste puede lograr. Pero no todo será tan fácil. Habrá de luchar contra secretos, mentiras y engaños que la harán dudar de todos y todos y quizás renunciar a sus nuevos sueños y esperanzas. Aquiles, Marqués de Reidar y futuro duque de Chester, lo tenía todo: atractivo, fortuna, altas dosis de temeridad y seguridad en sí mismo que le reportaban la envidia y el respeto de sus congéneres masculinos y los suspiros y entregados brazos de cualquier dama que se propusiere. Sí, lo tenía todo, o eso creía. Solo una joven terca, cabezota y completamente ajena a su encanto le abrirá los ojos a la verdad. Le faltaba lo único que nunca hubo buscado y que, sin embargo, era lo único que deseaba; el amor de la única mujer destinada a ser su terca pareja.
La repentina muerte de su madre ocasiona que Lady Laura abandone su Bath natal y se traslade a Londres con sus tíos, los únicos parientes que tiene. Allí, nuestra joven protagonista se convertirá en la institutriz de sus primas, con quienes mantendrá una relación de hermanas. Pero en su familia hay un secreto, uno por el que ella nació lejos de la ciudad en la que siempre vivió su madre. Con el paso de los años, la vida de Laura da un giro inesperado; el pasado y el presente se entrelazan, haciendo así que el futuro no sea tan incierto como ella pensaba. Amor, secretos, verdades contadas a medias, mentiras que se dicen con un fin determinado, celos y pasión, se sucederán a lo largo de estas páginas, donde, a veces, no todo el mundo es quien dice ser.
Lady Morgan es una joven inglesa rebelde que, tras presenciar el asesinato de su madre, jura encontrar al responsable y hacerle pagar por sus actos. Después de dos años de intensa búsqueda por toda Escocia, Morgan se cruza con Ray Logan, un atractivo escocés a quien acusa de ser el asesino. Tras esto, Ray huye y secuestra a Morgan hasta aclarar el malentendido que los llevará por una intensa búsqueda en la que no solo encontrarán al verdadero asesino, sino también el amor.
Pearl era una joven peculiar, muy mimada por su padre y protegida por sus hermanos. Era romántica y soñaba con su príncipe azul, así qué cuando escucha a escondidas una conversación entré su padre y su madrina sobre su futuro, lejos de sentirse enojada empaca sus maletas y va detrás del hombre que espera sea su caballero andante de impecable armadura. Osbert Ponsoby séptimo duque de Cambridge, se habia retirado a su castillo al norte de Inglaterra a lamer sus heridas, un accidente terrible donde su madre perdio la vida le cambio su destino, convirtiéndolo en un hombre huraño y solitario que se negaba a retornar a los salones londinenses de la alta sociedad a la que pertenecía. Cuando su tía llega con esa pequeña joven al castillo, su vida tranquila da un inesperado giro donde se verá obligado a enfrentar su pasado. ¿ Podrá Pearl derrumbar las murallas que ha eregido Osbert a su alrededor? ¿ Podrá rescatar a su principe? ¿Podrá Osbert olvidar su pasado y sobreponerse a sus heridas? Lady Pearl a la caza del duque de Cambridge es una historia de segundas oportunidades.
Nerea García es marchante de arte, aunque en ocasiones se convierte en Lady Shadow, una de las mejores ladronas de guante blanco,buscada sin descanso por las autoridades. En el momento de iniciar uno de sus trabajos clandestinos, el inspector Rubén Márquez, aparece en su vida para complicarsela aún más. Necesita su ayuda para atrapar a un empresario y coleccionista de arte al que ella conoce a la perfección. La atracción surgirá entre la pareja inmediatamente pero... una ladrona y un policía son incompatibles ¿O quizás no? Una trepidante novela policíaca con tintes románticos que no dejará indiferente a nadie.
«Lady Susan» es una novela corta, de forma epistolar, que puede considerarse el puente entre los escritos «juveniles» de Jane Austen y sus magistrales novelas «maduras», y que ya presenta toda la sutileza e ironía de la autora… Su protagonista, «lady» Susan Vernon, es un personaje memorable: una viuda todavía joven (treinta y tantos), de gran belleza e inteligencia, pero cuya apariencia encantadora, amable y seductora oculta una personalidad egoísta, manipuladora, mentirosa, fría, falsa y despiadada… «Lady» Susan llega a Churchill, a la mansión de campo del señor Vernon, el hermano de su difunto esposo, para refugiarse del escándalo provocado por sus recientes coqueteos con un hombre casado en Langford. Aunque es recibida con prevención, sobre todo por su cuñada, la señora Vernon, la cautivadora «lady» Susan logra engañar a (casi) todos, logrando conquistar al joven Reginald mientras trama la boda de su hija Frederica con un hombre al que ella detesta…
Este volumen reúne dos piezas de Jane Austen no publicadas durante su vida, «Lady Susan» y «Los Watson», que no sólo confirman sus cualidades como novelista, sino que constituyen una lectura deliciosa por derecho propio. En «Lady Susan» (escrita probablemente hacia 1793-1794), una viuda inteligente y bella, pero con pocos escrúpulos, pretende que su hija se case con un hombre al que detesta. Ella, por su parte, quiere a un tiempo atraer los favores del hermano de su cuñada y conservar a su antiguo amante. En «Los Watson» (1804), primera parte de una novela incompleta, la protagonista, una joven llamada a recibir una sustanciosa herencia pero despojada de ella, se debate entre un rico pretendiente y otro con menos medios económicos. Todos los aficionados a las novelas de Jane Austen podrán apreciar en estas breves piezas la vitalidad y el ingenio característicos de la autora.
Presa de un matrimonio de conveniencia que la arrojaba al abismo de la desdicha, la vida de la joven Lady Tessa parecía haber entrado en una espiral sin salida. Sola en la “jaula de oro” en la que su cruel marido la había encerrado, buscaba desesperadamente una luz que le sirviera de faro en aquella situación que la colocaba al borde la locura. El destino quiso que Henry se cruzara en su camino y entre ambos surgió una fuerte atracción que daría paso a un elaborado plan diseñado para devolver a Tessa su bien más preciado: la libertad. ¿Sería suficiente la unión del esfuerzo de varios de sus allegados y la valentía de la aristócrata para poner fin a tan tortuoso precipicio? ¿Podrían ambos vivir su amor lejos de las cadenas de su anterior vida? Una historia vibrante con un final cautivador…
La honorable señorita Alison Chambers, hija menor del barón y la baronesa Pemberton, siempre ha sido una joven alegre, extrovertida y de firmes convicciones que, por encima de todo, valora su libertad y tiene el solemne propósito de conservarla; no necesita un esposo para ser feliz. Su madre comienza a perder la esperanza de que acceda a casarse por voluntad propia y ya se la imagina convertida en una solterona que pasará el tiempo en el establo, rodeada de caballos.
Brecc Hardwick, vecino y amigo inseparable de los hermanos Chambers, ha pasado de compartir juegos y travesuras con ellos a enamorarse de Alison. La conoce bien y sabe que debe tener paciencia y esperar el momento oportuno para hablarle de sus sentimientos y pedirle matrimonio, de lo contrario correría la misma suerte que el resto: sería rechazado. Por tanto, pretende conquistarla poco a poco, sin precipitar las cosas ni presionarla.
La aparición del carismático y bohemio conde de Woodward truncará los planes de Brecc que, impotente, verá como la mujer de la que lleva años enamorado, acepta casarse con un hombre que, por edad, bien podría ser su padre.
Lady Brianna de Clarence se ve obligada a casarse con Alexander Mackencie, el Laird más temido de las Tierras Altas.
Su Rey está castigando a sus padres porque se atrevieron a desobedecer sus órdenes, ahora dieciocho años más tarde es hora de que paguen el precio.
Alexander Mackencie odia a los ingleses y por ende a la mujer que se convertirá en su esposa por órdenes del Rey, ya que tira por la borda sus sueños de matrimonio y felicidad con Isabella, la única mujer dueña de su corazón desde su adolescencia y su Amante, esa es razón suficiente para que odie con más fuerza a Brianna.
Alexander y Brianna deberán luchar contra sí mismo, pues ninguno estará dispuesto a rendirse y sucumbir ante el deseo.
Lady Claudia Harlow ve el mundo a través de una miopía que oculta a los demás. En esa forma de mirar un tanto distorsionada, tal vez esté aquello que la distingue, que la acerca a un mundo de fantasías. Conocida como lady Encanto, título honorífico a la regente más joven de Almack’s, el más afamado salón de Londres, ese mundo de ensueños se proyecta en la señorita Harlow y la transforma en el árbitro de la elegancia de la ciudad. Junto a otras damas, decide quién está a la moda y quién no; quién debe ser invitado a una fiesta y quiénes pueden ofrecer fiestas; qué evento es digno de ser visitado y cuáles no. En la inocencia de ese mundo cercano de la miopía hay también un atisbo de crueldad. Por otro lado, lady Encanto, como cualquier joven dama de sociedad, busca a un hombre con quien desposarse. Ella, a pesar de conocer de memoria el proceder mundano de los salones, anhela un caballero tan impetuoso y distante como apasionado por ella, soberbio y atento hasta el más mínimo detalle. ¿Qué pasa, sin embargo, fuera de los bailes y los salones? Con esta pregunta, Adriana Hartwig parece poner a prueba el temple de nuestra heroína. ¿Qué sucede si aquellos a los que ha rechazado deciden vengarse, hacerle la vida imposible? ¿Triunfa la miopía del mundo cerrado, perfecto, ilusorio? ¿O triunfa el fango de lo real, de las calles deshabitadas, de los peligros cotidianos? Con esta adorable novela, con esta intensa historia de amor, Adriana Hartwig nos presenta un personaje singular, una joven atrevida que comprende, finalmente, que ser fiel a la manera –miope o no– propia de ver el mundo es la manera de escaparse de cualquier convencionalismo.
Paloma no tiene mucho tiempo libre pero tiene un novio. Novio que, repentinamente, la cambia por otra. Paloma se crea una cuenta en Twitter para desahogarse y #ladykiller se convierte en la tuitera de moda. Paloma también va a citas, pero no se entusiasma demasiado. 'Volver a enamorarse sería una locura'. Locura es el sabor del tiramisú que sirven en el nuevo restaurante trendy de la ciudad. Restaurante del que es socio su nuevo vecino. El presente de Paloma sabe a dulce de café, pero amenaza con hacerse amargo.
Ella sabía lo que era que el hambre la devorase por dentro. Él sabía cómo conseguir lo que deseaba. El deseo surgió con fuerza, los invitaba a descubrirse y aceptó ser su amante. Fue la necesidad más absoluta la que la llevó a lanzarse en sus brazos, fue el deseo más arrollador el que le impidió dejarlo a tiempo. Dos almas que se necesitaban en un mundo que haría lo que pudiera para destruirlos.
Lady Coral creía tener su vida planificada al milímetro, nunca contó con que su prometido se casase con otra o con cruzarse en el camino de un hombre capaz de hechizarla. La vida ha golpeado duramente a la joven dama que, de pronto, es incapaz de controlar el deseo que nace en su vientre. Cuando Ailaan se acerca es incapaz de pensar, cuando la roza… Es un hombre peligroso, no se parece a nadie que haya conocido antes. Lady Coral ha de enfrentarse a una dura decisión al tiempo que todo su mundo se viene abajo. ¿Puede confiar en un asesino?
Tras una vida de secretos y fantasmas, puede que esta sea la última oportunidad de lady Samantha para conseguir marido y… ¡Hará lo que sea necesario! El marqués Wilde, un hombre de lo más excéntrico, se cruza en su camino para ofrecerle un trato, de todo, menos convencional. Entre los dos pondrán al barón Camoys contra las cuerdas, demostrándole que en el corazón no se puede mandar y que, la fría dama que cree odiar, es capaz de convertir en cenizas todo su mundo. El joven y delicado cuerpo de Lady Samantha contiene a dos mujeres muy diferentes que, no solo le sorprenderán, sino que le harán perder la cordura. La partida ha comenzado y, pase lo que pase, habrá boda.
Esta historia pertenece a la serie Lady's porque mis queridas lectoras me han pedido que escribiera la historia de los descendientes de los Mackencie, así que debo dejar claro que trascurre en nuestro siglo, es contemporánea, aunque podéis encontraros algunas sorpresas. Douglas Mackencie es el cabeza de familia y ha cuidado de su hermano Kenneth desde que sus padres murieron. Tiene un cometido, y es encontrar a Laurie y Evelyn para entregarles un pequeño cofre, que ha ido pasando de generación en generación a través de los siglos con instrucciones muy claras. ¿Qué contiene ese cofre? ¿Y qué ocurrirá cuando ambos hermanos encuentren a las chicas? Evelyn siempre ha cuidado de Laurie desde que se conocieron siendo unas niñas en un orfanato de Edimburgo. Ahora que Chiara no está, ellas deben seguir con sus vidas sin saber que el destino les tiene preparado algo muy distinto. ¿Qué sucederá cuando los cuatro estén en Eilean Donan? ¿La antigua magia del clan hará de las suyas? El destino los ha unido por una razón, ¿la descubrimos?
Stella Lane cree que las matemáticas son lo único que funciona en el universo. Utiliza algoritmos para predecir compras, un trabajo que le ha proporcionado más dinero del que sabe gastar y menos experiencia en el apartado de las citas que la media de cualquier treintañera. No le ayuda tener Asperger y que besar le recuerde a un pez piloto limpiando los dientes de un tiburón. Por eso contrata al despampanante gigoló Michael Phan. Mitad sueco, mitad vietnamita, Michael no puede rechazar la oferta de Stella y accede a ayudarla y rellenar todas las casillas de su plan de lecciones amorosas, desde el juego previo hasta más allá de la postura del misionero… Stella no solo aprende a apreciar los besos de Michael sino a anhelar el resto de sensaciones que le provoca. Pronto su asociación sin sentido empieza a cobrarlo y el patrón que Stella descubre la convence de que el amor es la mejor clase de lógica.
Vivimos en la creencia de que el amor es algo extraordinario que nos sorprenderá tarde o temprano como si se tratara de una revelación, que será imposible pasar por alto las señales inequívocas de las que tanto hemos oído hablar. Pero, a veces, nos resistimos a la evidencia… Sylvia y Louis no creen estar llamados a vivir una gran historia romántica; de hecho, encontrar su lugar en el mundo les resulta una tarea bastante complicada. Cuando se conocen, corren los años 90 en París. Sylvia estudia matemáticas y se halla inmersa en el estudio de la teoría de la aproximación de los conjuntos en un punto y hasta el infinito. Louis en cambio quiere convertirse en crítico de cine y dedicar su vida a contemplar universos ajenos que sí encajan. Tras apenas dos años de relación la pareja se separa, pero un encuentro fortuito al cabo de mucho tiempo hará que Sylvia y Louis se replanteen su historia en común, sospechando que quizá esa extraña enfermedad llamada amor les pasó inadvertida. Isabelle Coudrier teje con grandes dosis de ironía los hilos de una historia sentimental que sus protagonistas no están dispuestos a aceptar, aunque tengan la tentación de rendirse a las emociones. ¿Y si Sylvia y Louis estuvieran destinados a encontrarse en un punto y hasta el infinito? «“La ecuación del amor” es mucho más que una historia de sentimientos encontrados; es casi un documental en el que dos seres se empeñan en no entenderse… Lo excepcional y admirable del asunto es que no hay aquí ni una sola nota discordante, y que esta novela nos emociona desde la primera a la última palabra.» Asociación de libreros franceses