El lugar: Es un sótano y es una charca y es un hotel situado en las afueras de Barcelona. Paredes blancas. Arbustos y matorrales pardos que arañan la piel y un agua mansa que invita al sosiego y mata al descuido. El tiempo: Son cinco días, pero pesan como siglos. El miedo dilata las horas muertas y destila los días previos a la acción con cruel sabiduría. Luego, casi de repente, se inicia la cuenta atrás… La historia: Es la vida del hombre al que todos llaman Carlos. Un luchador obligado a pactar con el pasado, con aquellos seres vivos y muertos que hicieron de él lo que hoy es: un hombre solo que teje su futuro con desgana y asume el resto como si de algo inevitable se tratara. Para hablarnos de él, Bernardo Atxaga —Premio Nacional de Literatura con Obabakoak— ha roto un silencio largo y fecundo. La espera ha valido la pena.
Escrita en 1974, dos años después de haber recibido su autor el Premio Nobel de Literatura, y llevada a la pantalla por Schlöndorff, El honor perdido de Katharina Blum es una novela que no ha perdido en nada la actualidad que en su momento la convirtió en un éxito espectacular: ese mismo año se vendieron doscientos mil ejemplares, siendo traducida en poco tiempo a dieciocho lenguas distintas. En ella, el escritor alemán Heinrich Böll, nacido en Colonia en 1917 y fallecido en 1985, muestra las consecuencias que los manejos y el eco de la prensa sensacionalista pueden tener en la vida del individuo. Katharina, acosada por un público ávido de sensaciones y dispuesto a creerse cualquier titular, cuanto más truculento mejor, llega hasta el extremo de cometer un crimen con impresionante sangre fría. Mentiras, difamaciones y calumnias se extienden en un caso como éste con mucha mayor facilidad que la verdad.
Una joven de diecisiete años se escapa de su casa en Londres para ir a Los Ángeles y asistir al funeral de su madre, Lily, que la abandonó cuando tenía apenas tres años. Tras robar una maleta llena de cartas, ropa y fotografías del dormitorio de su madre, situado en la última planta del Hotel Rosa de Venice Beach, la joven se pasa el verano recorriendo Los Ángeles, un Los Ángeles muy alejado de los tópicos de sol, playa y glamour, para devolver fotografías y cartas de amor a los hombres que conocieron a Lily. A medida que descubre cosas sobre el pasado de esta e intenta reconstruir su vida, va cuestionándose su propia identidad.
El hundimiento del Titanic es un magistral poema épico en torno a una historia que, aunque conocida, no ha perdido un ápice de su tensión dramática. Fue muy ligero el golpe. Primer mensaje por radio: Hora 00:15. Mayday. Llamada general. Posición 41° 64’ Norte 50° 14’ Oeste. ¡Realmente fabuloso, este Marconi! Un tic tac en la cabeza, en el auricular, inalámbrico, y no obstante lejano, muy lejano, ¡a más de medio siglo! Ni sirenas ni campanas de alarma, simplemente unos golpes discretos contra la puerta de la cabina, tosecillas en el salón de fumar. Sobre el puente D, mientras abajo el agua sube, el steward ata los cordones de las botas a un viejo caballero quejumbroso vinculado a las máquinas herramienta y a la industria metalúrgica. ¡Damas mías, coraje! ¡Que no os consuma la fatiga! ¡Al galope!, exclama el señor McCawley, profesor de gimnasia, atravesando el gimnasio artesonado, impecable como siempre con su traje de franela. Dromedarios mecánicos oscilan mudos y cadenciosos. Nadie sospecha que este hombre infatigable padece de una úlcera de estómago
Una obra magistral, una apasionante historia de amor y espionaje que transcurre en la impenetrable Corea del Norte. El huérfano es, en parte, una novela de aprendizaje, la historia de Jun Do, un niño salido de un orfanato que va ascendiendo al servicio del ejército norcoreano. Y la historia de Jun Do es también la historia de un asesino abandonado por la sociedad desde su nacimiento, en una desesperada búsqueda del amor. Un thriller trepidante, un amor apasionado y un retrato realista de un mundo escondido, maldito y surrealista, de un régimen dictatorial y de la devastación física y moral de un pueblo. Galardonado con el Premio Pulitzer por esta novela, Adam Johnson ha recibido el reconocimiento unánime y rotundo de la crítica y de los lectores, y se ha convertido en un fenómeno internacional, cosechando innumerables premios. Considerada una novela «osada y extraordinaria» (M. Kakutani, The New York Times), «increíblementebien escrita y simplemente apasionante» (Zadie Smith, Los Angeles Times), El huérfano está llamada a ocupar «un lugar entre los clásicos de la novela distópica, como 1984 y Un mundo feliz» (B. Demick, The Guardian).
«Necesito tratar con buenas personas», dice el joven príncipe Lev Nikoláievich Myshkin al llegar a San Petersburgo, después de pasar cuatro años en un sanatorio suizo tratándose el «mal caduco». Apenas tiene dinero y su única esperanza es una pariente muy remota, Lizaveta Profófievna Yepanchiná, casada con un general retirado y madre de tres hijas. El mismo día de su llegada es un cúmulo de incidencias: desde la acogida —mezcla de curiosidad y suspicacia— que le dispensa su lejana familia hasta una noche de escándalo y humillaciones en casa de una bella mujer de mala reputación, Nastasia Filíppovna, cercada por varios pretendientes. Se encuentra de pronto, en fin, arrojado al acontecer, en medio de «una gente extremadamente rara», como un eremita obligado a socializar. Con su candidez e inconsciente indiscreción, a lo largo de la novela no dejarán de llamarlo «idiota», pero también «artista», «enfermo», «loco», «niño»; y algunos creen que es un tipo astuto que esconde algún as bajo la manga. Él es incapaz de comprender la mentira, el desdén, la bajeza, la «extraña e incesante necesidad de ser y sentirse permanentemente agraviado», el «estado febril» en que él mismo se sumerge a veces. «Estoy de más en la sociedad», llega a pensar, pero la compasión y un impulso de ser de algún modo útil le impiden abandonar, con dramáticas consecuencias. Escrita después de Crimen y castigo y antes de Los demonios , de nuevo en un largo período de penurias, El idiota (1868-1869), que aquí presentamos en una nueva traducción de Fernando Otero Macías, inicia el ciclo final de obras maestras de Dostoievski. Como ellas, ha propiciado múltiples lecturas, pero sigue siendo la más enigmática e imprevisible de todas.
Cuando, en diciembre de 1941, el ejército japonés ocupa Shanghai, la privilegiada vida de James Graham, un niño inglés de clase alta, toca a su fin. Es separado de sus padres y confinado en un campo de concentración próximo a un aeropuerto militar chino. En un ambiente dominado por la tristeza y la miseria se verá obligado a madurar prematuramente, y eso condicionará su visión del mundo.
Minaya Guzmán, “qué nombre más raro”. Minaya Guzmán turbaba a hombres y mujeres, enamoraba a niños y a perros. Minaya Guzmán: un misterio, como todo lo que atrae sin remisión al ser humano. “No soy de aquí”, confesó en una ocasión pero no supieron entenderle porque era, sin serlo, como nosotros. Parecía un hombre pero su perfección, su belleza y la sonrisa de sus ojos debieron alertar sobre su diferencia. Era más justo y más pacífico, más respetuoso, sobre todo, más sereno, parecía estar iluminado por dentro. ¿Era un sueño o era más vida que la vida? Antonio Gala nos conduce, de la mano de un narrador que supo, como nadie, quién era Minaya Guzmán, más allá de la vida, más allá de la muerte, hacia la luz más esperanzadora. Se trata no de una novela de misterio, sino del misterio transformado en novela.
El doctor Chapman es un sexólogo-investigador que, secundado por un brillante equipo de colaboradores, científicos como él, lleva a cabo una encuesta entre las mujeres casadas de los Estados Unidos con miras a publicar un informe que se intitulará Historia sexual de la esposa norteamericana. Ya antes ha hecho algo similar sobre los solteros y pretende ampliar sus pesquisas a un plano internacional. La encuesta y la novela culminan en Los Rosales, comunidad muy norteamericana de familias acomodadas y honorables, en la que la vida transcurre apacible. Las damas que viven ahí cooperan con el doctor Chapman y le descorren el velo de sus intimidades sexuales por medio de un difícil interrogatorio. En esta última etapa que ocupa toda la novela el experimento científico quiebra y la narración gana en intensidad, al mostrarnos bajo la capa de la mujer convencional y honesta a la enferma, a la lasciva, a la ninfómana, a la frígida, a la sensual, etc., y deriva rápidamente hacia un argumento emotivo y pleno de humanidad.
En la euforia creadora de la Argentina de 1880, Felipe, “barón del azúcar”, se despierta en un vómito de sangre. Ya no podrá sumarse a la aventura de “arrancar de la nada del desierto y del atraso un gran país, un país de primera”.
Heredero de uno de aquellos importantes ingenios tucumanos que constituyeron la primera experiencia industrial argentina, Felipe se despide de su edén subtropical e inicia una extraña odisea finisecular. Parte hacia Buenos Aires, donde se gesta el alma de una ciudad cosmopolita. Luego vendrá el lujoso trasatlántico y París. Allí Felipe huirá y elegirá el esoterismo espiritista de Madame Blavatski y a un poeta casi desconocido -un tal Rimbaud- que lo arrastrará a los desiertos de Egipto.
El mismo día que conoce a Daniel Berkowickz, su nuevo vecino e inesperado compañero de trabajo, Mario Rota se tuerce el tobillo. Estos dos imprevistos simultáneos señalan el principio de la intrusión de la contrariedad y el desconcierto en su monótona vida de profesor de fonología en una universidad del Medio Oeste americano, pero sobre todo desencadenan una pesadilla erizada de amenazas, presagios e inminencias en la que el lector no tiene más remedio que acompañar a Rota hasta el sorprendente final de su peripecia. Éste es el argumento de una novela que ha sabido llamar la atención de lectores como Francisco Rico, que en una encuesta publicada por el diario El País la incluyó entre las mejores novelas de los últimos quince años, o como Roberto Bolaño, que la ha calificado de «novela fabulosa, de un autor de talento fuera de lo común».
El año en que se produce una ola de suicidios en la sede francesa de una compañía de telecomunicaciones, la protagonista de esta historia entra a trabajar para su filial en Madrid. Pronto se ve sometida a «mobbing»: no le encargan ni una sola tarea. Cada día llega a la oficina y se enfrenta a seis horas (jornada reducida por maternidad) de nada. Todo ese tiempo vacío le sirve para idear, en respuesta, un plan de venganza personal contra la economía global y las políticas laborales. Una íntima rebelión contra la sociedad. Tiene cuarenta años, dos hijos pequeños y un marido argentino en una dudosa gira como estrella de rock, y, a la espera de un despido o una indemnización que no acaban de llegar, durante trescientos sesenta y cinco días se irá dando cuenta de cómo, al ir tachando artículos de su lista de la compra, van cayendo las verdades universales, la fe en las políticas de conciliación y en la eficacia de los champús, y las ideas preconcebidas de una felicidad que quizá puede ser posible. Grito anticapitalista escrito con humor negro y pasión, esta novela, que fue finalista del Premio Clarín, habla de una caída, del amor, de cosas afiladas y de una orquídea muerta.
Una madre. Una hija. Una historia con dos caras.
« Creíamos que nos conocíamos el uno al otro. Creíamos que nos conocíamos a nosotros mismos ».
Blythe ya no sabe qué es verdad y qué es mentira: ¿está viviendo la vida feliz que siempre deseó, con un marido perfecto y una hija angelical? ¿O está repitiendo la sórdida historia de su madre y su abuela, marcada por el desapego y el maltrato? ¿Es Fox, su marido, el compañero y padre ideal, o tiene una vida paralela que cada día lo aleja más de su casa? Su hija Violet ¿es una niña brillante y complicada, que solo quiere que su madre le preste más atención, o es malvada de nacimiento? Depende del momento y de cómo se mire, todo y nada puede parecer verdad o parecer una trampa.
El instinto es una novela que se queda grabada. Una historia de horror y redención, una exploración del origen de la maldad y del modo ominoso en que los traumas familiares se transmiten de madres a hijas. Esta es, en definitiva, una historia valiente que da pie a que cada lector se interrogue sobre cuestiones dolorosas, personales y, por ello, necesarias.
Finalista del premio pulitzer y del National Book Critics Circle Award.
Ganadora de Los Angeles Times Book Prize.
Uno de los mejores diez libros del año según The New York Times y The Washington Post.
Adam Gordon, promoción del 97, está en su último año del instituto Topeka, en Kansas. Es uno de los chicos cool del instituto, tiene novia, y es la estrella del equipo de debate. Ahora se espera de él que gane el campeonato nacional. Junto a sus padres psicoterapeutas, forman la típica familia norteamericana de intelectuales, judía y demócrata. La madre, célebre escritora feminista acusada por muchos del síndrome de la envidia del pene, afronta el desafío de criar a su hijo en un lugar dominado por una masculinidad tóxica. El padre, que tiene un don especial para tratar a los llamados «casos perdidos», logra que Darren Eberheart, sin amigos, sin novia y excluido de cualquier actividad, empiece a socializar, a pesar de las humillaciones de sus compañeros.
Desde estas cuatro perspectivas y con un deslumbrante dominio del lenguaje, Ben Lerner nos ofrece el retrato de una generación abrumada por el exceso de bienestar. Galardonada con Los Angeles Times Book Prize y finalista del Pulitzer, esta estimulante y ambiciosa novela nos muestra la antesala del agitado presente estadounidense, marcado por la avalancha informativa, el fracaso de los discursos políticos, los troles, la Nueva Derecha y la crisis de identidad del hombre blanco de clase media.
El 16 de julio de 1990, Liliana Rivera Garza, mi hermana, fue víctima de un feminicidio. Era una muchacha de 20 años, estudiante de arquitectura. Tenía años tratando de terminar su relación con un novio de la preparatoria que insistía en no dejarla ir. Unas cuantas semanas antes de la tragedia, Liliana por fin tomó la decisión definitiva: en lo más crudo del invierno había descubierto que en ella, como bien lo había dicho albert Camus, había un invencible verano. Lo dejaría atrás. Empezaría una nueva vida. Haría una maestría y después un doctorado, viajaría a Londres. La decisión de él fue que ella no tendría una vida sin él. Hace apenas un año decidí abrir las cajas donde depositamos las pertenencias de mi hermana. Su voz atravesó el tiempo y, como la de tantas mujeres desaparecidas y ultrajadas en México, demandó justicia. El invencible verano de Liliana es una excavación en la vida de una mujer brillante y audaz que careció, como nosotros mismos, como todos los demás, del lenguaje necesario para identificar, denunciar y luchar contra la violencia sexista y el terrorismo de pareja que caracteriza a tantas relaciones patriarcales. Este libro es para celebrar su paso por la tierra y para decirle que, claro que sí, lo vamos a tirar. Al patriarcado lo vamos a tirar.
María es una mujer mayor, viuda, con pocos estudios y escasa escuela. Pero tiene un gran sueño, participar en el concurso literario de su ciudad VIla-real. Entregada a su familia, se ve abrumada por las burlas de hijos y nietos cuando les cuenta su intención. Ella no desiste de su empeño y entonces conoce a Pilar, una joven vagabunda decidiendo ayudarla y llevarla a su casa. La vida de María dará un vuelco y a partir de ahí todo cambiará. La muchacha lleva una mochila repleta de problemas cuando descubrió un gran secreto. Emociones a flor de piel, intrigas y valores que no dejaran al lector indiferente. Una novela para disfrutar con el personaje más logrado de esta autora.
Una mujer hermosa y fatal, Lucrecia. Un hombre escéptico y bohemio, Santiago Biralbo. Él toca el piano en un club de jazz de San Sebastián. Ella es la mujer de un estafador de segunda que trafica con obras de arte. Años más tarde, en Madrid, un narrador desconocido se encuentra con Biralbo y ambos retoman por un tiempo una melancólica amistad de silencios y ginebras. A través de sus conversaciones, de sus recuerdos y también de sus silencios, Muñoz Molina nos irá dosificando la historia como si de una confesión se tratase: la repentina huida de Lucrecia junto a su marido, los años de espera y despecho, el reencuentro amargo y un viaje frustrado camino de Lisboa… por el medio, mucho jazz, tugurios nocturnos y ambiciones traicionadas, una pistola que cambia de manos y un secreto manchado de sangre.
Elisabeth despunta como una mujer preciosa. Es una joya, cotizada entre la fauna de narcos de su pueblo. John Osvaldo lo es, pero se casa con ella ocultándole su verdadera 'profesión', la de narcotraficante. Al cabo, la tragedia de una vida al límite toma forma y Elisabeth debe hacerse cargo del negocio, con Rodrigo (Canguro), Carlos (Tigre), Oscar Leónidas (El Guapo) y Davidson Richardson (Papito), como mentores para con una jefa imposible que debe hacerse fuerte en un mundo para hombres. Dura historia de la realidad colombiana, donde se mezclan realidad y una cotidianidad de pura fantasía... la misma de ese mundo increíble que ha convertido al país sudamericano en uno de los lugares más peligrosos del mundo.
Estamos a finales del siglo XIX… Prudence, la viajera norteamericana que protagoniza esta historia, no ha hecho caso a su nombre por una vez en la vida y ha sido «imprudente»: se ha dejado llevar por el amor. Aunque no le gusta especialmente Italia, se ha instalado allí tras casarse con un viudo que también es padre de varios hijos. Y que, además, muere al poco tiempo de la boda. ¿Qué hacer ahora? ¿Abandonar a su nueva familia, donde convive el poco encanto con el mucho egoísmo, y regresar a Estados Unidos, o quedarse y tratar de consolarse con, al menos, algo sólo suyo, algo que le recuerde a su antiguo hogar, un jardín, por ejemplo? El tiempo pasa y las ilusiones merman. Pero Prudence sigue creyendo en ese jardín… ¿Lo conseguirá finalmente o se lo impedirán el destino y sus heredados familiares, terribles en ocasiones, pero esenciales en esta excelente narración llena de sentimientos contradictorios?
Había una vez un país llamado España que permanecía dormido sin advertir que los servicios secretos trataban de rediseñar el sistema institucional a la nueva era de libertad. Así es como Arístides Lao, un agente con una mente matemática prodigiosa y problemas de sociabilidad, es designado para luchar contra la organización terrorista de extrema izquierda TOD. Lao cuenta con el agente Melitón Muria, un fiel escudero con peculiares principios. La misión de esta pareja esperpéntica y decadente será contactar con Teo Barbosa, un agente infiltrado a punto de pasar al núcleo activo del grupo armado. Pero la operación cambia de rumbo cuando Lao pone en marcha una idea tan loca como genial que traerá consecuencias inimaginables. Estamos en 1977, y en el frío invierno de la Transición el interés de los telediarios se centra en la caída de un meteorito.