El Teatro crítico universal (teatro ha de entenderse con la acepción, hoy olvidada, de «panorama» o visión general de conjunto), fue publicado entre 1726 y 1739 en ocho tomos. Consta de 118 discursos que versan sobre los temas más diversos, pero todos se hallan presididos por el vigoroso afán patriótico de acabar con toda superstición y el empeño de Feijoo en divulgar toda suerte de novedades científicas para erradicar lo que él llamaba «errores comunes», lo que hizo con toda dureza y determinación, como Christian Thomasius en Alemania, o Thomas Browne en Inglaterra. El autor se donominaba a sí mismo «ciudadano libre de la república de las letras», si bien sometía todos sus juicios a la ortodoxia católica, y poseía una incurable curiosidad, a la par que un estilo muy llano y atractivo, libre de los juegos de ingenio y las oscuridades postbarrocas, que abominaba, si bien se le deslizan frecuentemente los galicismos. Se mantenía al tanto de todas las novedades europeas en ciencias experimentales y humanas y las divulgaba en sus ensayos, pero rara vez se propuso teorizar reformas concretas en línea con su implícito progresismo. En cuestión de estética fue singularmente moderno (véase por ejemplo su artículo «El nosequé») y adelanta posturas que defenderá el Romanticismo, pero critica sin piedad las supersticiones que contradicen la razón, la experiencia empírica y la observación rigurosa y documentada.Además de las aprobaciones, pareceres y censuras correspondientes, este tomo contiene: • Prólogo• Discurso 1 Paradojas Políticas y Morales• Discurso 2 Apología de algunos personajes famosos en la historia• Discurso 3 Fábula del establecimiento de la Inquisición en Portugal• Discurso 4 Hallazgo de especies perdidas• Discurso 5 Consectario del discurso antecedente, sobre la producción de nuevas especies• Discurso 6 Maravillas de la naturaleza• Discurso 7 Sátiros, Tritones y Nereidas• Discurso 8 Examen filosófico de un peregrino suceso de estos tiempos• Discurso 9 Impunidad de la mentira• Discurso 10 Chistes de N.• Discurso 11 Razón del gusto• Discurso 12 El no sé qué• Discurso 13 El error universal• Índice alfabético de las cosas más notables
El Teatro crítico universal (teatro ha de entenderse con la acepción, hoy olvidada, de «panorama» o visión general de conjunto), fue publicado entre 1726 y 1739 en ocho tomos. Consta de 118 discursos que versan sobre los temas más diversos, pero todos se hallan presididos por el vigoroso afán patriótico de acabar con toda superstición y el empeño de Feijoo en divulgar toda suerte de novedades científicas para erradicar lo que él llamaba «errores comunes», lo que hizo con toda dureza y determinación, como Christian Thomasius en Alemania, o Thomas Browne en Inglaterra. El autor se donominaba a sí mismo «ciudadano libre de la república de las letras», si bien sometía todos sus juicios a la ortodoxia católica, y poseía una incurable curiosidad, a la par que un estilo muy llano y atractivo, libre de los juegos de ingenio y las oscuridades postbarrocas, que abominaba, si bien se le deslizan frecuentemente los galicismos. Se mantenía al tanto de todas las novedades europeas en ciencias experimentales y humanas y las divulgaba en sus ensayos, pero rara vez se propuso teorizar reformas concretas en línea con su implícito progresismo. En cuestión de estética fue singularmente moderno (véase por ejemplo su artículo «El nosequé») y adelanta posturas que defenderá el Romanticismo, pero critica sin piedad las supersticiones que contradicen la razón, la experiencia empírica y la observación rigurosa y documentada.Además de las aprobaciones y censuras correspondientes, este tomo contiene:• Prólogo al lector• Discurso 1 Lo máximo en lo mínimo• Discurso 2 Peregrinaciones de la naturaleza• Discurso 3 Color etiópico• Discurso 4 Las dos Etiopías, y sitio del Paraíso• Discurso 5 Venida del Ante-Cristo, y fin del mundo• Discurso 6 Purgatorio de San Patricio• Discurso 7 Cuevas de Salamanca y Toledo, y mágica de España• Discurso 8 Toro de San Marcos• Discurso 9 La Cuaresma salutífera• Discurso 10 Verdadera y falsa urbanidad• Discurso 11 De lo que conviene quitar en las Súmulas• Discurso 12 De lo que conviene quitar y poner en la Lógica y Metafísica• Discurso 13 De lo que sobra y falta en la Física• Discurso 14 De lo que sobra y falta en la enseñanza de la Medicina• Discurso 15 Causas del Amor• Discurso 16 Remedios del Amor
El Teatro crítico universal (teatro ha de entenderse con la acepción, hoy olvidada, de «panorama» o visión general de conjunto), fue publicado entre 1726 y 1739 en ocho tomos. Consta de 118 discursos que versan sobre los temas más diversos, pero todos se hallan presididos por el vigoroso afán patriótico de acabar con toda superstición y el empeño de Feijoo en divulgar toda suerte de novedades científicas para erradicar lo que él llamaba «errores comunes», lo que hizo con toda dureza y determinación, como Christian Thomasius en Alemania, o Thomas Browne en Inglaterra. El autor se donominaba a sí mismo «ciudadano libre de la república de las letras», si bien sometía todos sus juicios a la ortodoxia católica, y poseía una incurable curiosidad, a la par que un estilo muy llano y atractivo, libre de los juegos de ingenio y las oscuridades postbarrocas, que abominaba, si bien se le deslizan frecuentemente los galicismos. Se mantenía al tanto de todas las novedades europeas en ciencias experimentales y humanas y las divulgaba en sus ensayos, pero rara vez se propuso teorizar reformas concretasen línea con su implícito progresismo. En cuestión de estética fue singularmente moderno (véase por ejemplo su artículo «El nosequé») y adelanta posturas que defenderá el Romanticismo, pero critica sin piedad las supersticiones que contradicen la razón, la experiencia empírica y la observación rigurosa y documentada.Además de las aprobaciones y censuras correspondientes, este tomo contiene:• Discurso 1. Abusos de las disputas verbales• Discurso 2. Desenredo de sofismas• Discurso 3. Dictado de las Aulas• Discurso 4. Argumentos de Autoridad• Discurso 5. Fábulas Gacetales• Discurso 6. Demoníacos• Discurso 7. Corruptibilidad de los Cielos• Discurso 8. Examen filosófico de un peregrino suceso de estos tiempos• Discurso 9. Patria del Rayo• Discurso 10. Paradojas Médicas• Discurso 11. Importancia de la ciencia física para la moral• Discurso 12. Honra y provecho de la Agricultura• Discurso 13. La ociosidad desterrada y la malicia socorrida
Los ensayos científicos de Goethe son mucho menos conocidos que sus obras poéticas y literarias, pero suscitan un interés fundamental no sólo por la valoración que la crítica científica contemporánea ha hecho de ellos, sino también porque evidencian analogías esenciales con el conjunto de su obra literaria. De hecho, en la investigación sobre la naturaleza que Goethe lleva a cabo a lo largo de casi toda su vida están las claves para penetrar en los secretos más profundos de la personalidad de las grandes figuras de su mundo poético y literario. Entre los temas que desarrollan los textos que aquí se ofrecen destacan el de la formación y transformación de las naturalezas orgánicas; las relaciones estructurales entre ciencia y arte; la configuración del método morfológico, y una concepción de la ciencia que, en contraste con la de Newton, expresa un pensamiento filosófico que habrá de influir poderosamente en los románticos y en autores como Schopenhauer y Nietzsche.
No somos ciudadanos, sino súbditos. Yendo un paso más allá, Valdecantos añade que, de hecho, 'ciudadano” y 'ciudadanía” son, en sí mismos, conceptos mixtificadores forjados para maquillar el rostro monstruoso de lo político. Por ejemplo, la doctrina medieval de la supremacía del poder eclesiástico sobre el secular expresa la verdad de la dominación contemporánea, donde la potestad del mercado rige la esfera de lo político. Así, el día en que los súbditos repudiaran y se burlaran de todo lenguaje legitimador y se burlaran de él, estaríamos ante el modo de resistencia más insidioso y quizá, también, el más fecundo.
La concepción del amor en Occidente, según Stendhal, proviene del mundo árabe medieval. Fue él el primero en advertirlo al decir que «el modelo y la patria del verdadero amor hay que buscarlo bajo la tienda gris del árabe beduino», y al estudiar, por vez primera, algunos tratados árabes de teoría sobre el amor. Siguiendo el ejemplo de Stendhal, en este ensayo se estudian, analizan y extractan los principales libros de teoría amorosa que se han producido en el mundo árabe, entre los que destaca El collar de la paloma de Ibn Hazm de Córdoba, libro absolutamente singular pero que para su cabal entendimiento hay que situarlo dentro de esta gran tradición anterior y posterior a él. También se ofrecen al lector abundantes traducciones directas de los textos árabes que testimonian la sutilidad de los análisis de estos autores y se comparan con algunas obras literarias occidentales. La leyenda de Maynun y Laylà, los famosos amantes prototipo del amor ‘udrı, los Romeo y Julieta del mundo árabe, es asimismo estudiada y traducida en uno de los anexos finales.
En torno al tópico: «Tal vez eso sea correcto en teoría, pero no sirve para la práctica» representa, sin duda, un punto de inflexión en la filosofía práctica de Kant, pues es aquí donde por primera vez se aplican al terreno político las premisas fundamentales del formalismo ético, teoría moral que modela toda su doctrina jurídica.Sus tres apartados remiten constantemente al resto de su obra, tanto anterior como posterior. Así, el primero resume sintéticamente los temas principales de la Fundamentación de la metafísica de las costumbres y de la Crítica de la razón práctica, abordando al mismo tiempo ciertos problemas que serán tratados con minuciosidad en la Doctrina de la Virtud. En el segundo se diseñan los elementos estructurales que articularán los Principios metafísicos de la Doctrina del Derecho. La tercera sección traza las líneas maestras de La paz perpetua recreando las categorías operativas de su filosofía de la historia, es decir, el argumento de Idea de una historia universal en clave cosmopolita.Por otro lado, el opúsculo Sobre un presunto derecho de mentir por filantropía alberga el ejemplo más representativo de un rigorismo jurídico que ya se hubiera hecho legendario con el rechazo sin paliativos del derecho a rebelarse contra las tiranías.«Ningún Estado se halla seguro frente a otro respecto de su independencia o patriotismo. Por esto sólo hay una solución: instaurar un Derecho internacional fundado en leyes públicas coercitivas a las que todo Estado habría de someterse. Pues una paz universal y duradera lograda gracias al denominado equilibrio de las potencias en Europa es una simple quimera, comparada a esa casa de que nos habla Swift, tan perfectamente construida por un arquitecto conforme a todas las leyes del equilibrio que, al posarse un gorrión encima, se desplomó inmediatamente.»
Imitación y experiencia establece los fundamentos de una teoría general de la ejemplaridad, con su parte pragmática y su parte metafísica, poniendo así los cimientos filosóficos sobre los que descansan los siguientes títulos de la «Tetralogía de la ejemplaridad»: Aquiles en el gineceo, Ejemplaridad pública y Necesario pero imposible. La imitación es una de esas ideas fundamentales de la cultura occidental que, como la del ser, recorre todo el pensamiento europeo de un extremo a otro. Para crear el contexto de comprensión adecuado, este libro, como paso previo, recupera una tradición de conceptos clásicos de la cultura como los de modelo, ejemplo o imitación. A través de una extensa investigación, reúne y ordena el vasto material bibliográfico disponible para narrar por primera vez la historia de la teoría de la ejemplaridad desde los orígenes hasta nuestros días, distinguiendo entre cuatro clases de imitación y tres grandes etapas culturales. Cada uno de los títulos de la «Tetralogía de la ejemplaridad» es autónomo y de lectura independiente y al mismo tiempo los cuatro forman parte de un plan unitario en torno a la idea de ejemplaridad: su historia y su teoría general (Imitación y experiencia), su formación subjetiva (Aquiles en el gineceo), su aplicación a la esfera política (Ejemplaridad pública) y su relación con la esperanza (Necesario pero imposible). Esta edición culmina un plan literario-filosófico muy antiguo y largamente cultivado por el autor.
Aquiles en el gineceo cuenta el proceso subjetivo de formación de la ejemplaridad. Es el segundo libro de la «Tetralogía de la ejemplaridad», compuesta también porImitación y experiencia,Ejemplaridad pública yNecesario pero imposible.
Sirviéndose de un mito griego, Javier Gomá presenta los dos estadios que debe recoger el yo para convertirse en unindividuo ejemplar.
Aquiles pasó su adolescencia en un gineceo siendo inmortal como un dios y en determinado momento lo abandonó rumbo al campo de batalla de Troya donde sabía que iba a morir. ¿Por qué tomó esta decisión? Elige ser mortal porque la mortalidad es el precio que debe pagar por llegar a ser verdaderamente individual y merecer el título del mejor de los hombres. Todos nosotros recorremos ese mismo camino del gineceo a Troya y, como Aquiles, debemos aprender a ser mortales para ser individuales.
Cada uno de los títulos de la«Tetralogía de la ejemplaridad» es autónomo y de lectura independiente y al mismo tiempo los cuatro forman parte de un plan unitario en torno a la idea de ejemplaridad: su historia y su teoría general (Imitación y experiencia), su formación subjetiva (Aquiles en el gineceo), su aplicación a la esfera política (Ejemplaridad pública) y su relación con la esperanza (Necesario pero imposible). Esta edición culmina un plan literario-filosófico muy antiguo y largamente cultivado por el autor.
Ejemplaridad pública propone una filosofía política para esta época democrática de la historia de la cultura. Tras la crítica nihilista, la sociedad ha renunciado a los instrumentos tradicionales de socialización del individuo sin haberlos sustituido de momento por otros igualmente eficaces. En esta situación, ¿por qué optar por la virtud y no por la barbarie? El libro propone el ideal de la ejemplaridad pública, igualitaria y secularizada, como principio organizador de la democracia en la convicción de que, en esta época postnihilista, en la que autoritarismo y coerción han perdido su poder cohesionador, solo la fuerza persuasiva del ejemplo virtuoso, generador de costumbres cívicas, es capaz de promover la auténtica emancipación del ciudadano.
Lo primero en la vida es ser genuinamente individuales y todo lo demás parece secundario, incluso ser felices o virtuosos. Pero el hombre, que es consciente de su dignidad incondicional, conoce al mismo tiempo el indigno destino que como individuo le está reservado: la muerte. La pregunta por la esperanza en una continuidad de lo humano más allá de la destrucción de la muerte es, pues, completamente natural. De hecho, desde Platón a Kant la tradición filosófica consagró un tratado específico a la inmortalidad del alma, pero a partir del siglo XIX se desentendió de la posibilidad de una supervivencia personal.Este libro recupera para la filosofía la cuestión de la esperanza. Como ha llegado a nosotros envuelta en un universo simbólico que la convierte en inasumible para la conciencia moderna, el libro emprende la tarea de civilizar el infinito a fin de hacer creíble la hipótesis de una tal supervivencia, entendida no como inmortalidad del alma sino como mortalidad prorrogada. Después, medita filosóficamente sobre el precedente canónico en Occidente de una prórroga de esa naturaleza, el profeta de Galilea, muerto y resucitado según sus seguidores y a quien estos, además, recordaron como un modelo de ejemplaridad perfecta. La ejemplaridad, que fue el hilo conductor de la trilogía de la experiencia —Imitación y experiencia, Aquiles en el gineceo y Ejemplaridad pública—, lo es también, por consiguiente, de este libro sobre la esperanza, última entrega de un vasto ensayo filosófico, desarrollado por su autor durante más de tres décadas, que interroga cómo llegar a ser individual en este mundo y, a la vez, cómo esperar seguir siéndolo fuera de él.
Este ensayo se plantea una doble pregunta: cómo pensar la sociedad global para conseguir que la Tierra siga siendo un hogar para todos y, de otro lado, cómo pensar en la sociedad global, es decir, de qué modo los cambios en el mundo globalizado afectan e interpelan a la propia actividad de pensar.
Para analizar esta relación de ida y vuelta entre la globalización y la filosofía, Antonio Campillo toma como hilo conductor el concepto tierra de nadie, en sus diversos usos y sentidos: la tierra sin dueño, los territorios arrebatados a los pueblos, la tierra disputada, las fronteras amuralladas y, por último, el patrimonio común de la humanidad. El autor propone que nuestro planeta sea reconocido como propiedad de nadie, pero patrimonio de todos.
En cuanto a la filosofía, para Campillo se trata de una actividad cosmopoliética, pues su tarea consiste en pensar las diferencias y las articulaciones entre las tres grandes esferas de la experiencia humana: el mundo, el nosotros y el yo. En este sentido, es también una tierra de nadie, porque permite conectar entre sí la ciencia, la política y la ética, y porque todos los seres humanos pueden acceder a ella y ejercitarla libremente.
Combinando ideas provenientes de la filosofía, la inteligencia artificial y la neurobiología, Daniel Dennett guía al lector por un fascinante viaje de investigación, explorando posibilidades tan llamativas como las siguientes: ¿Puede cualquiera de nosotros saber lo que pasa por la mente de otra persona? ¿Qué es lo que diferencia la mente humana de las mentes animales, sobre todo de aquellos capaces de manifestar conductas complejas? Si a esos animales se les diera mágicamente la capacidad de hablar ¿desarrollarían esos grupos una inteligencia tan sutil en sus discriminaciones como la nuestra? Una vez que a los robots se les haya dotado de sistemas sensoriales como los que nos proporcionan experiencia ¿llegarán a mostrar los rasgos concretos que se creen que distinguen la mente humana, entre ellos la capacidad de pensar sobre el pensar? Dennett aborda estas cuestiones desde una perspectiva evolutiva. Comenzando por las macromoléculas de ADN y ARN, el autor muestra cómo, paso a paso, la vida animal evolucionó desde la simple facultad de responder ante condiciones ambientales recurrentes con cierta frecuencia hasta los enfoques mucho más potentes de combatir fuerzas muy superiores, o el modo de usar la experiencia pasada para predecir el futuro en situaciones nunca vividas.
Ortega y Gasset pidió al filósofo la cortesía de la claridad. Las circunstancias del momento presente, en continua transformación, añaden al requerimiento orteguiano otro segundo no menos acuciante: la brevedad. Quien auténticamente sabe algo, acierta a decirlo de forma luminosa y en breve espacio, por ejemplo mil palabras. Y este es el espíritu que anima a Javier Gomá en esta colección de ensayos, o microensayos, que se resume así en su título: «Todo a mil». El objetivo es, en un millar de palabras, introducir al lector en la almendra de la reflexión filosófica. Así, por ejemplo, alguno de estos microensayos se arriesgan a definir con precisión cuestiones normalmente difusas como la sabiduría frente a la inteligencia o la dignidad humana; hay unos que abogan por actitudes contracorriente, como los beneficios de estar sentado, el desdén hacia las novedades, las ventajas del chisme o la afirmación gozosa de nuestro tiempo; otros critican ideas recibidas tan asentadas como el prestigio de la transgresión, la noción tradicional de «vida privada», o la molesta tendencia a la sinceridad excesiva; otros más toman posición respecto a la responsabilidad de la crisis o el significado profundo de la paz social conquistada por el Estado de derecho; mientras otros, en fin, expresan la voz más personal del autor. Con este libro, Javier Gomá da un paso más en su decidida voluntad de hacer una filosofía mundana, abierta a todos, y ofrece así la mejor introducción posible, en mil palabras, a los más serios y perennes problemas filosóficos.
Hay cosas que nunca desaparecen. Entre ellas se cuenta la violencia. Su forma de aparición varía según la constelación social. En la actualidad, la violencia ha mutado de visible en invisible, de frontal en viral, de directa en mediada, de real en virtual, de física en psíquica, de negativa en positiva, y se retira a espacios subcomunicativos y neuronales, de manera que puede dar la impresión de que ha desaparecido. Pero la violencia se mantiene constante. Simplemente se traslada al interior. La decapitación en la sociedad de la soberanía, la deformación en la sociedad disciplinaria y la depresión en la sociedad del rendimiento son estadios de la transformación topológica de la violencia. En este ensayo, Han profundiza su análisis de la sociedad del cansancio y de la transparencia, buscando sacar a la luz las nuevas formas de violencia que se ocultan tras el exceso de positividad.
Oscuro Silencio es, sin lugar a dudas, el refugio de un adolescente cuya timidez e inseguridad se convirtieron en un aliciente para dar paso a una introversión en la que el poder de las palabras, principalmente poéticas, le permitieron poner en orden las emociones y pensamientos que se sentía incapaz de expresar en voz alta. Heber Snc Nur muestra, en cada una de estas páginas, su visión particular del amor, la vida, la tristeza y la felicidad con una voz que apenas comenzaba a tomar forma, antes de adquirir la tonalidad que ahora conocemos. Encajados en segmentos como Débil fortaleza, Cautiva libertad, Filosofando, El arte de escribir y Abstracta tangibilidad, cada escrito, en su mayoría frases y sus primeros poemas, mantiene la esencia de su publicación original que tuvo lugar en los blogs de Tumblr y Blogger que administra el autor hasta la actualidad.
En un mundo en donde todo parece tener el color gris de las cenizas, llega un poeta dispuesto a pintar con letras y colores aquellos sentimientos que, muchas veces, somos incapaces de explicar con palabras. Una antología de relatos breves que encierran aquellas historias de las que sólo quedan ruinas. Ruinas internas. Cada letra en este libro es magia, una que sólo aquellos que sienten a flor de piel podrán conocer. Esta es la segunda entrega de la serie Tormenta de Pensamientos, y contiene los textos que el autor escribió a modo de desahogo y ejercicio creativo, desde los primeros que publicó en su blog desde el 2013 hasta los últimos que escribió en marzo del 2016, fecha de la primera publicación de este libro. Es el testimonio vivo de un adolescente que poco a poco va convirtiéndose en hombre, plasmando sus vivencias en palabras, dialogando con sentimientos tan profundos como la soledad y la tristeza bajo un prisma que sólo se puede tener a los diecisiete años. En este libro, veremos a Heber jugar con las expresiones, buscando una voz propia en el mundo de la prosa poética, pues es alguien consciente de su arte que, con el tiempo, va formándose un estilo propio cuyo acervo artístico denota ganas y un talento que va floreciendo, madurando a su ritmo incansable y constante.
Si hay algo que Heber logra con sus escritos es embellecer el dolor y ensuciar sutilmente la belleza del amor y la vida con palabras que la mayoría de veces van más allá de lo que señalan. Hablar de sus poemas y su prosa poética es hablar de magia, de luz y sobre todo de sombras. Es un hombre con alma de niño y viceversa, todo depende del gusto de quien mira. Un ser que esconde más de lo que habla y que no tiene reparo en escribir todo lo que calla. Que ha intentado entenderse a sí mismo y, luego de dar tantas vueltas en círculos, ha decidido que la mejor manera de conocerse es a través de los ojos de quienes lo leen. Esta antología es prueba y motivo de ello. Desde su arte novicio hasta su actual acervo, el lector viajará en medio de una mente de más tormentas que pensamientos. A través de sus páginas uno comprenderá que el amor es tan sucio como el olvido y que el olvido como tal no existe. Que la musa no es siempre una mujer, aunque una mujer siempre es poesía. Que nunca es suficiente querer bien y que el querer suficiente no es tan bueno. Que la inocencia y la perfidia pueden caber en una sonrisa y que hay más palabras en los ojos que en un libro. Este libro está escrito para todo el mundo, pero no todo el mundo es para este libro. Así que, si eres de aquellos que han decidido dejar el calor del sol por el frío de la lluvia, o el ajetreo urbano por el silencio y la música, y amas aquello que se siente más que lo que se ve, no dudes en leer esta obra de arte. Te prometo que con este libro vas a llorar o reír; vas a odiar o amar; vas a enamorarte o decepcionarte, pero jamás te quedarás indiferente. Este libro inspira de todo menos eso.
Estos diálogos, la mayoría de los cuales versan sobre temas ancestrales de la filosofía india, se publicaron por vez primera en 1972 y han sido posteriormente reimpresos en varias ocasiones. Con esta segunda edición esperamos presentar ante nuevos lectores el tipo de indagación espiritual característico de Krishnamurti. Los participantes en estos diálogos no eran filósofos profesionales, sino personas interesadas en redescubrir el pasado filosófico de la India y, desde una posición de profundidad humana que no puede identificarse con la erudición, renovar ese pasado. Su actitud ante éste es más la del poeta que redescubriera un lenguaje familiar que la del erudito ansioso por encontrar una verdad histórica.
Sin comprender el mecanismo, todo el proceso de la propia mente, no puede uno ir muy lejos; y tenemos que emprender un viaje en lo atemporal. Para hacer esto, tenemos que empezar muy cerca: en nosotros mismos. Por esto es tan importante darse cuenta del funcionamiento de la propia mente, lo cual es el comienzo del conocimiento de sí mismo .
Por todo el mundo, mentes superficiales y hábiles, con su capacidad para escribir y expresarse, influyen sobre muchísimas personas para que den cada vez más importancia a la información o el conocimiento, volviéndolas por consiguiente cada vez más dependientes de las cosas externas. Aunque útil y necesario en ciertos niveles de la existencia, el conocimiento no es un fin en sí mismo, y cuando se le da indebida importancia se convierte en una fuente de ansiedad, de culpabilidad, de desesperación.
La mente se ha adiestrado en el conocimiento y ha pasado por muchas turbaciones, muchas experiencias, sujeta a innumerables influencias; ¿y puede una mente así liberarse de todo ese trasfondo y ser inocente? Por cierto, sólo la mente inocente es la que no tiene ansiedad, miedo, desesperación. Pero en el mundo moderno estamos encerrados en el miedo, en la desesperación, en un gran sentimiento de incertidumbre.