Una renovada visión de la esclavitud donde se mezclan leyenda y realidad y que oculta una historia universal: la de la lucha por escapar al propio destino. Cora es una joven esclava de una plantación de algodón en Georgia. Abandonada por su madre, vive sometida a la crueldad de sus amos. Cuando César, un joven de Virginia, le habla del ferrocarril subterráneo, ambos deciden iniciar una arriesgada huida hacia el Norte para conseguir la libertad. El ferrocarril subterráneo convierte en realidad una fábula de la época e imagina una verdadera red de estaciones clandestinas unidas por raíles subterráneos que cruzan el país. En su huida, Cora recorrerá los diferentes estados, y en cada parada se encontrará un mundo completamente diferente, mientras acumula decepciones en el transcurso de una bajada a los infiernos de la condición humana… Aun así, también habrá destellos de humanidad que le harán mantener la esperanza. Whitehead nos brinda una historia universal, onírica y a la vez brutalmente realista, sobre la libertad y las ilusiones truncadas, que nos habla de la fuerza sobrehumana que emerge ante la determinación de cambiar el propio destino.
Esta novela es una profecía que ya se está cumpliendo: todo parecido con la realidad no es casualidad, es la confirmación.
Vuelve una de las pensadoras más certeras del panorama español.
Todo empezó en los años veinte del siglo XXI.
«La historia que voy a contar es nuestra parte de la historia, nuestra contribución al final de un mundo. La madre de Caperucita que cada una escondía en su interior -y la conciencia de haber sido Caperucita antes- emergió. El resultado, aquella forma de dinamitar un mundo definitiva y radicalmente, fue obra de todas.
Porque mientras el lobo sea lobo, se las va a comer. Y aquel era un mundo de bosques: cada bosque con su lobo, cada lobo con su apetito y todo apetito, insaciable».
Con el ritmo de una novela negra y la crudeza de una profecía descarnada, Cristina Fallarás nos presenta un relato original, divertido y brutal en el que realidades como las sex dolls, los medios de comunicación y la misoginia convierten la violencia sobre el cuerpo de la mujer en la gran protagonista de esta historia.
Una novela sobre el tiempo, la identidad y la libertad, que explora los lazos de unión entre lo personal y lo político. Un noir que podría haber firmado Graham Greene pero también Virginia Woolf.Elizabeth Bowen está considerada una de las mejores escritoras en lengua inglesa del siglo XX y la figura clave que pone en contacto la literatura de Virginia Woolf con la generación de escritoras de ideas de los sesenta y setenta (Murdoch, Spark o Byatt).El fragor del día (1948), es quizá una de las más vibrantes novelas sobre el Londres asediado por las bombas y la pobreza durante el Blitz. Novela de personajes, de atmósferas, tremendamente vívida, narra la historia de Stella Rodney, que ha decidido no abandonar Londres cuando todos los demás se han marchado huyendo de una muerte posible. Para Stella, la sensación imperante de catástrofe se vuelve personal cuando descubre que el hombre a quien ama, Robert Kelway, es sospechoso de vender secretos a los alemanes y que el hombre que lo persigue, Harrison, quiere que sea ella quien pague el precio por su silencio. Atrapada entre dos corrientes, Stella ve su mundo derrumbarse.
1765'. Filipo di Vecellio, retratista florentino, es la nueva sensación en Londres: rico, dotado de un gran talento y casado con la mujer más bella de la ciudad, lo tiene todo para ser feliz. Su mansión es el centro de las reuniones artísticas de la ciudad, y en ellas todo va como la seda gracias a la ayuda que le brinda su ama de llaves y hermana, Francesca. Pero bajo la brillante superficie habitan oscuros secretos e incógnitas. Mientras la gran y bulliciosa ciudad comercial expande sus tentáculos ávidos y codiciosos, se desata un clímax en el que entran en juego el amor, la pasión... Y una ambición feroz que amenaza con transformar el panorama artístico de la capital. Hay autoras, como Sarah Dunant, Barbara Ewing y Philippa Gregory, que no se resignan a ver a las mujeres como meras secundarias. Sus protagonistas, mujeres fuertes y brillantes, pelean por el lugar que siempre debieron ocupar ('Literary Times') La historia de una joven cuyas aspiraciones van más allá de lo permitido en la Inglaterra de la Ilustración. A través de Francesca, la autora muestra la crueldad de tener sueños, ambiciones y talento, y el género equivocado ('Goodreads') La novela histórica absorbente, con un toque de misterio, que se desarrolla entre galerías de arte y casas de subastas, en un momento en el que el arte inglés estaba empezando a adquirir relevancia mundial ('Libray Journal') Una tentadora novela de ambiciones artísticas y fraudes que giran en torno a la recién inaugurada Real Academia de las Artes de Londres ('The Independent')
En el avance de las tropas del rey Fernando III hacia la conquista de las principales plazas moras del sur, las huestes santiaguistas, que forman parte de la vanguardia de este ejército, después de la conquista de Hornachos, una tórrida tarde del verano de 1241 se presentan ante las murallas de la árabe Ellerina (luego, la cristiana Llerena). El maestre de la Orden de Santiago, don Rodrigo Íñiguez, duda de que puedan asaltar tan importantes murallas, pero en sueños se le aparece la Virgen a don Pelay Pérez Correia (el mismo protagonista de la aparición de Tudía, según la leyenda), a quien le entrega, como testimonio de que su sueño ha sido realidad, una granada: ‹‹Y para que refuerces tu fe y la de los tuyos, te entrego como testigo esta granada, que no se pondrá mustia hasta que puedas ofrecerme una del granado que hay en el patio de la mezquita de los infieles, y la consagres con mi nombre como Iglesia Mayor de la venidera y cristiana ciudad». Y la ciudad es conquistada por las armas cristianas Un pupilo del maestre don Pelay Pérez Correia,(sucesor de don Rodrigo), el freire portugués don Geraldo Martín de Taveiros es el encargado de mandar la escolta de los que quieren abandonar la ciudad conquistada y marchar hacia la vecina alcazaba de Reyna con sus enseres, dineros y riquezas. Pero la ambición también tiene su nido en el seno de la orden y uno de los caballeros principales, don Suero de Sotomayor, pergeña la traición contra los que abandonan la ciudad y contra la escolta, para apoderarse de las riquezas moras. Don Geraldo queda muerto pero es ayudado por el viejo médico Izz al-Dîn y Nuzhat, la rawiya, (recitadora de poesías y de antiguas leyendas). Con ella vive una corta pero intensa relación de amor, cuyo recuerdo le acompañará siempre.
Selene creció en Antioquía, una ciudad que en el siglo I era un hervidero humano, un microcosmos del inmenso imperio de Roma. Mera, la mujer a quien consideraba su madre, era sanadora, y de ella Selene aprendió el oficio. Pero Mera no pudo iniciarla en el secreto de su nacimiento ni protegerla contra los embates de un amor perdido antes de realizarse. En pos de uno y otro, ejerciendo su oficio, Selene recorre los grandes centros de la civilización de la época: Babilonia, Jerusalén, Alejandría... hasta llegar a la Roma de Nerón. Allí, en aquella corte decadente y brillante, Selene se reencontrará con su pasado y podrá afrontar con fortaleza las asechanzas del presente. Ambientada en un universo evocador, que retrata con fidelidad, El fuego de la vida es un relato de amores, sacrificios y esperanzas, que Barbara Wood engarza con la verosimilitud de las grandes novelas históricas.
Año 173 d. C. El Imperio romano, regido por el emperador Marco Aurelio, se enfrenta con desafíos de una relevancia desconocida hasta entonces. Mientras, por un lado, intenta asegurar las fronteras frente a las acometidas de los bárbaros; por otro, procura establecer el orden en una capital llena de oportunidades y peligros, con una inmigración creciente y un deseo insaciable de disfrute. Cornelio, un muchacho provinciano que espera un destino en el campo de batalla; Valerio, un centurión veterano de la guerra de Partia; Rode, una esclava dedicada por su amo a la prostitución, y Arnufis, un mago egipcio que ansía triunfar, confluirán en Roma, donde sus destinos se irán entrelazando hasta culminar en un campamento militar situado a orillas del Danubio. Allí, la existencia de los cuatro se verá sometida a una prueba que escapa a la comprensión humana. El fuego del cielo es una apasionante y documentada narración sobre el amor y la muerte, la guerra y la dignidad, la compasión y la lealtad. César Vidal, uno de los autores de novela histórica más prestigiosos de nuestro país, nos adentra en la Roma de finales del siglo II para descubrirnos que el respeto por la dignidad del ser humano, el papel de la mujer, el enfrentamiento de civilizaciones, la lucha por el poder, el ansia de seguridad o la búsqueda de un sentido en la vida no son sino manifestaciones milenarias de nuestra especie.
En los tiempos de la cruzada del rey Ricardo contra Saladino, Isabel de Clairmont intenta vengar el brutal asesinato de sus padres.
Emprende un largo viaje hasta Tierra Santa que es, al mismo tiempo, una desesperada búsqueda de su paz interior en un mundo en el que nada es lo que parece y en el que sólo la experiencia le permitirá ir desentrañando el significado de la fe, el amor, el poder y la ambición.
Isabel nos devuelve, con su drama personal, a la atmósfera de los caballeros templarios y el mítico Grial, a la crueldad, el peligro y los turbios ideales que acompañaron la lucha por Jerusalén.
Un fuerte y un asedio. Dos flotas enfrentadas. Casacas rojas y revolucionarios. El nacimiento de una nación entre la sangre y el dolor y la heroicidad y la locura; Pocas imágenes militares son más estremecedoras que la de un fuerte sitiado que debe - contra toda lógica y a toda costa - resistir. Bernard Cornwell se embarca en una de sus más extraordinarias novelas, al relatar la célebre Expedición Penobscot del verano de 1779 en tierras americanas. Incluso si John Moore, el héroe de la Guerra de la Independencia sí, el de la campaña y derrota en La Coruña no hubiera estado allí, este hecho de armas ocuparía un lugar de honor en la historia militar, pues fue el peor desastre naval que jamás sufrió Estados Unidos antes de Pearl Harbor. Con la ocupación de Majabigwaduce, los británicos pretendían establecer una base naval que sirviera de refugio a los lealistas que huían de la persecución de los revolucionarios de las colonias americanas. Pero el gobierno de Massachusetts decidió entonces «capturar, matar o destruir» a los invasores, y para eso puso en marcha la mayor flota jamás reunida por los llamados 'rebeldes'. Aunque hay dudas acerca del número de embarcaciones que zarparon hacia el río Penobscot (quizás una treintena), fue la mayor flota reunida por los americanos durante la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, y aun así una decena de barcos británicos al mando de sir George Collier consiguió destrozarla y capturar a más de 3.000 hombres. Sin embargo, antes de la llegada de Collier, el fuerte construido por los casacas rojas fue objeto de un inútil bombardeo constante que Cornwell ha convertido en una de sus novelas más intensas, coloristas y emocionantes.
«El fulgor de África» es una galería de cuadros de la vida provinciana —centrada en Valladolid, desde comienzos de siglo hasta la irrupción de Azaña en la vida pública— que contiene un vasto retablo de episodios y personajes casi esperpénticos de un núcleo familiar, retratados al hilo de la retaguardia de las guerras de África. Nos hallamos —en lo estilístico, y también en la materia narrada— en un ámbito cercano al de Valle-Inclán: diorama coloreado o daguerrotipo sepia del ayer y, al propio tiempo, severo grabado al boj de una sociedad enferma. La energía verbal, la inventiva constante y la vitalidad expresiva de Umbral se manifiestan aquí en grado sumo, ya sea en lo épico, en lo lírico o en lo satírico, mediante una ininterrumpida y poderosísima creación de lenguaje. «El fulgor de África» es una de las obras mayores de la narrativa de Francisco Umbral.
François Cocardon, natural de Six-Fours, Francia, a los 64 años de edad y pensando que va a morir, hace recuento de su vida: viajes, cautiverios, evasiones y peripecias desde que a los 14 años fue capturado por piratas argelinos cuando en el barco de su padre navegaba hacia Alicante con un cargamento de sal, trigo y almendras, hasta verse convertido en un próspero pirata, apodado Mustafá, que asolaba las costas de los reinos cristianos y se enfrentaba a otras naves armadas, robando mercancías y apresando esclavos. Una magnífica visión del Mediterráneo a finales del siglo XVI que el profesor Bennassar nos ofrece en forma de novela histórica.
Sicilia, 1860. El tiempo parece discurrir con parsimonia en estas tierras, marcadas por los ritmos de una campiña de árida belleza y un orden social inamovible, cuya cúspide ocupa la aristocracia terrateniente. Pero la historia está a punto de dar una sacudida con el desembarco de Garibaldi. Don Fabrizio, príncipe de Salina, hombre imponente, orgulloso, sensual y lúcido, patriarca de una de las familias más poderosas de la isla, contempla impertérrito estos tiempos convulsos que acaso supongan el hundimiento de su mundo o tal vez traigan cambios que en realidad permitirán que todo siga igual. Mientras tanto, su impetuoso sobrino Tancredi abraza la causa garibaldina y se enamora de la bella Angelica, hija de un advenedizo social... Recibida en su día con polémica, la única novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa es hoy ya un clásico indiscutible, que recuperamos en una nueva edición que incluye posfacio de Carlo Feltrinelli.
A Indro Montanelli lo arrestaron los alemanes en 1944. Lo condenaron a muerte y encarcelaron en San Vittore. Consiguió escaparse pocas horas antes de la ejecución. En el presidio conoció a Giovanni Bertone, protagonista de este relato –inolvidable interpretación de Vittorio de Sica en la película de Rosellini–, conocido como el general de la Rovere y al que fusilaron en Fossoli. Personaje contradictorio, en territorio de nadie, traidor o héroe, granuja o mártir por Italia, inspiró con su muerte la narración de Montanelli en la que nos muestra un extraordinario caso de suplantación de personalidad.
El general Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios se iba para siempre. Había arrebatado al dominio español un imperio cinco veces más vasto que las Europas, había dirigido veinte años de guerras para mantenerlo libre y unido, y lo había gobernado con pulso firme hasta la semana anterior, pero a la hora de irse no se llevaba ni siquiera el consuelo de que se lo creyeran. Fascinado por la figura histórica del Libertador Simón Bolívar, García Márquez narra los últimos días, los menos documentados, de su vida. Lo muestra en todos sus aspectos: devorado por la fiebre, consumido por la tuberculosis, entregado a prácticas medicinales personales y fantásticas, evocando en rachas de lucidez o de fiebre sus lealtades y conquistas, sus infidelidades y fracasos. Pero ese deslumbramiento del narrador por la lenta agonía del personaje histórico demuestra ser también un deslumbramiento por la vida, por el curso de una vida que entrelaza fragmentos mediante los cuales no sólo puede reconstruirse el pasado de nuestra América sino también el laberinto que, implacable en su rigor moral, el héroe ha trazado.
¿Se puede regresar de entre los muertos? Nada es lo que parece. Su pasado tampoco. Vespasiano es nombrado emperador y su hijo Tito será el encargado de finalizar la guerra de Judea y de destruir Jerusalén en el año 70 d. C. Uno de sus generales, Marco Grato, al mando de la duodécima legión, desaparece en el desierto tras una cruenta emboscada donde mueren todos sus hombres. También a él le dan por muerto, pero inexplicablemente aparece a los pocos meses sin recordar nada de lo sucedido ni de su vida pasada y sin saber quién es él mismo en realidad. Su vuelta a Roma ahonda en el misterio. Su esposa y sus esclavos constatarán que no solo su carácter y su voz han cambiado, sino también su expresión. Aferrados al temor a los espíritus que rondan la villa, comenzarán a sospechar que el dominus ha muerto y que quien habita bajo su piel ya no pertenece al mundo de los vivos. Pero ¿acaso se puede regresar de entre los muertos? El general, sintiéndose un intruso en su propia casa, afrontará esas sospechas en silencio, sumido en una intrigante amnesia que, además, le oculta los secretos de su familia. Nada es lo que parece en su vida y en su pasado… tampoco.
En el convulso siglo XIV, un niño Pedro lleva a cabo sus estudios en Aviñón y Valladolid, donde adquiere una educación clásica que le hubiera llevado a ser uno de los príncipes de la Iglesia, sino hubiera sido porque quiso seguir su verdadera vocación: ser militar y diplomático.Así, fue testigo de las luchas civiles entre P edro I y su hermanastro Enrique de Trastámara; la guerra de los dos reyes Pedro, entre Aragón y Castilla; la de los Cien Años; de los reinados de seis reyes de Castilla (Alfonso XI, Pedro I, Enrique II, Juan I, Enrique III y Juan II); autor de crónicas que permiten conocer la historia de España en la Baja Edad Media y que siguen siendo noticias bibliográficas para los modernos historiadores; embajador ante los papas de Aviñón, los reyes de Portugal,Aragón y Francia… Una larga y apasionante vida del que fue el primer seglar nombrado Canciller del Reino de Castilla y que merece ser contada.Esta es la obra póstuma de Antonio Villanueva Edo, fallecido en Bilbao en noviembre de 2013, pocos meses antes de la publicación de este libro.
Escenarios: La ciudad de Praga y el campo de concentración de Terezín. Una época: La Segunda Guerra Mundial. Basada en hechos reales (ficción histórica). 'Bajo nuestras ventanas espera paciente el gran dragón negro. Me gusta mirarlo, cuando la luz se refleja sobre su lomo recién pintado de negro. También cuando llega desde Praga, bramando, enfadado, humeando de gris el horizonte. Cuando parte, sin embargo, no soporto su visión, ni el cementerio de vidas que se van, encerradas en vagones, hacinados como animales. Es la cara más amarga del adiós y de la propia muerte. En este mismo tren llegué yo a Terezín, hará ahora ya casi dos años. ¡Dos años!, ¡qué lento pasa el tiempo en este lugar! Me llamo Alena y esta es mi historia, aunque no es solo la mía, es mucho más, es la historia de los niños de Terezín, es la historia de la guerra y sus largos días, es la suma de tantos instantes, del amor y del dolor cuando los recorro.
La vida cotidiana durante el comunismo, la vida de la gente en el totalitarismo, muy bien podría ser una forma de definir El gran invierno. La novela, un monumental fresco polifónico, muestra un momento clave en la historia de Albania: su ruptura, en el año 1961, con la dependencia ideológica, política y económica, que la unía a la Unión Soviética. Los sucesos que ocurren en ese invierno afectan de variadas maneras tanto a personajes ficticios como a reales, y Kadaré va dibujando con su paleta de escritor una sociedad en la que todos tienen cabida: desde un periodista que acude como intérprete a la fatídica reunión en Moscú en donde se cristaliza la ruptura, pasando por líderes reales al estilo de Enver Hoxha o Jruschov, hasta barrenderos, violonchelistas, novelistas, críticos literarios, burgueses represaliados, adolescentes, mujeres casaderas, ancianos, ex guerrilleros, cuadros políticos y militares, corresponsales extranjeros… toda una humanidad que, a modo de colmena, bulle y se ve afectada por esta interpretación de la vida como problema político.
La historiografía sobre el gran terror de los años treinta en la Unión Soviética se ha dividido entre quienes han responsabilizado principalmente a Stalin y quienes han buscado líneas de continuidad respecto de una actuación típica del ejercicio del poder en Rusia y/o han hecho recaer las culpas sobre la sociedad en general y la cúpula bolchevique en particular. El profesor James Harris, discípulo directo de autores comprometidos con la segunda interpretación como Arch Getty o Sheila Fitzpatrick, se sitúa en la corriente de responsabilidad compartida. Dentro de ella, sin embargo, da un paso más allá y a través de documentación original otorga un nuevo sentido a la expresión «el gran miedo», convirtiéndolo en un concepto bidireccional. Es decir, a la de nición clásica como eufemismo de la gran purga incorpora el terror real que la cúpula bolchevique tenía ―a veces fundadamente, a veces sin base alguna― a ser derrocados, saboteados y/o asesinados.
«El gran mundo» narra la historia de dos amigos australianos que se conocen en un campo de concentración japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Digger Kean es un hombre tranquilo, que lleva una vida callada en el pueblo en el que ha vivido siempre su famila. Vic Curran es impulsivo e inteligente y a pesar de sus humildísimos orígenes logra convertirse en uno de los hombres más ricos e importantes de Australia. Pese a que la amistad que los une es extraña, ninguno logra cortar una relación que termina siendo capital para cada uno de ellos. Malouf va moviéndose adelante y atrás en el tiempo, arrojando luz sobre sus personajes y logrando un espectacular fresco de la Australia del siglo XX. Una de las mejores novelas australianas de la segunda mitad del siglo XX, publicada originalmente en 1990 y galardonada con el Commonwealth Writer’s Prize y el Prix Femina Étranger.