Descrita por el propio Alejandro Jodorowsky como «poesofía», su poética se basa primordialmente en la confluencia de la inspiración y el trayecto de la idea, en el encuentro del proceso filosófico con el lenguaje de la imaginación.
La poesía, en tanto reverberación de una emoción, transforma la fuerza indagadora del pensamiento. De esta idea parte la poética del autor chileno, en la que la casualidad de la poesía dialoga con el orden causal del proceso lógico del discurso. Mediante un lenguaje que adquiriere a veces las características de un mantra que derrota los demonios internos y externos, Jodorowsky derriba todos los velos de la ilusión del mundo ordinario, favoreciendo así la meditación y la elevación de la consciencia. Cada poema es pues un viaje esencial que traza la trayectoria que permite elevarse a las palabras y propiciar una atmósfera de renovación. Ahora suave plegaria, ahora invocación desgarradora, los textos de este libro abrazan lo invisible, lo colectivo y el anhelo del universo, penetrando el conocimiento y secundando el fluir de la vida y del devenir.
Isaiah Berlin, uno de los principales filósofos del siglo XX, examina a fondo a dos figuras de la Ilustración cuyas obras constituyen un punto decisivo entre el antiguo método cronológico de la historia y las perspectivas de una moderna disciplina: Giovanni Battista Vico (1668-1744), el filósofo napolitano que ha sido considerado el padre de la sociología, y Johann Gottfried Herder (1744-1803), a menudo considerado padre del nacionalismo europeo, y al que también se ha relacionado con el surgimiento del populismo, con la idea de las artes como la voz de su tiempo y con el concepto de validez y autonomía de las diferentes culturas. Un texto clásico de la producción de Berlin, que se sitúa en el centro de su proyecto intelectual, revisado y anotado para esta edición por el profesor Henry Hardy.
Estamos perdiendo nuestra capacidad de no hacer nada. Nuestra existencia está completamente absorbida por la actividad y, por lo tanto, completamente explotada. Dado que solo percibimos la vida en términos de rendimiento, tendemos a entender la inactividad como un déficit, una negación o una mera ausencia de actividad cuando se trata, muy al contrario, de una interesante capacidad independiente.
Byung-Chul Han indaga en los beneficios, el esplendor y la magia de la ociosidad y diseña una nueva forma de vida, que incluya momentos contemplativos, con la que afrontar la crisis actual de nuestra sociedad y frenar nuestra propia explotación y la destrucción de la naturaleza.
Un clásico de la historia de la Filosofía escrito por el francés François de Salignac de la Mothe, más conocido como François Fénelon (Château de Fénelon, Sainte-Mondane, 6 de agosto de 1651-Cambrai, 7 de enero de 1715). Como dice el traductor al español en su introducción, la presente obra da a conocer los hombres que emprendieron el camino del saber (Tales, Solón, Epiménides, Pitágoras, Heráclito, Anaxágoras, Demócrito, Empédocles, Sócrates, Platón, Aristóteles, Diógenes, Epicuro, Zenón…) y "está escrita con aquella sencillez conveniente al asunto que caracteriza los escritos didácticos del autor de Telémaco". Una cuidada edición con índice activo.
Testimonio insustituible sobre la tradición de las escuelas filosóficas griegas al ser el único compendio de este tipo que ha llegado hasta nosotros, las «Vidas y opiniones de los filósofos ilustres», obra compuesta en la primera mitad del siglo III por Diógenes Laercio, fue desde principios del siglo XIX objeto de reproches, sobre todo por parte de los filósofos, que no encontraban en ella la historia de la filosofía antigua que habrían querido encontrar. Sin embargo, llevado por aficiones más filológicas que filosóficas, su autor —como aclara en su introducción Carlos García Gual, responsable de esta primera traducción íntegra de la obra desde la que hiciera Ortiz y Sanz en 1792— sólo pretendió registrar para la posteridad el espléndido legado sapiencial de los no en vano ilustres filósofos griegos, tarea que llevó a cabo en un texto que resulta hoy uno de los más atractivos del legado helénico por su información minuciosa y su amenidad. Libro I: Los siete sabios presocráticos Libro II: Escuela jónica, Sócrates y sus discípulos Libro III: Platón Libro IV: Platónicos y filósofos de la Academia Libro V: Aristóteles y peripatéticos Libro VI: Escuela cínica Libro VII: Estoicismo Libro VIII: Pitágoras y pitagóricos Libro IX: Otros Libro X: Epicuro
En este texto, Alfonso Reyes recrea la primera y deslumbrante visión que los conquistadores españoles tienen del valle de México y la esplendorosa ciudad de Tenochtitlan. En «Visión de Anáhuac (1519)», como explica en entrevista Anthony Stanton, «un americano exiliado en Europa (Alfonso Reyes) recrea con la imaginación la visión que tuvieron los europeos que llegaron a vislumbrar una gran ciudad en medio de un lago, que aparece ante ellos como “un espejismo de cristales” y como “una inmensa flor de piedra”, maravillosas imágenes poéticas inventadas por Reyes».
El filósofo valenciano Juan Luis Vives, muerto en 1540, es una de las figuras más sobresalientes de nuestra historia nacional y quizá la más representativa del siglo cultural en que vivió, pero no se ha puesto suficientemente de relieve su relación con otro gran personaje de la historia de Inglaterra amigo suyo, sir Tomás Moro, que sigue siendo un enigma histórico por su decapitación en 1535. La propuesta de este libro es que uno y otro se complementan, lo que nos ayuda a comprenderlos mejor, porque en Vives podemos encontrar a Moro y en Moro a Vives. Ambos buscaban la paz de Europa, deseaban encontrar lo que es esencial al hombre y comprenden que Cristo está en todos y es la síntesis de todo, adentrándose en el Humanismo Cristiano. Han visto que el humanismo está decayendo porque los humanistas ya no son humanos, sino crueles, porque han abandonado a Cristo y se han puesto al servicio de los políticos. Hay un momento crucial de esta historia que hace cambiar todo, que el autor considera tan importante o incluso más que los artículos luteranos: el del divorcio de Enrique VIII y Catalina de Aragón, eje central de este libro en torno al cual giran los amigos Vives y Moro.
«CREE LO QUE YO CREO Y LO QUE NO PUEDES CREER, O PERECERÁS; CREE O TE ABORREZCO; CREE O TE HARÉ TODO EL DAÑO QUE PUEDA.» Ese era el dogma del fanatismo según Voltaire. Y, como los atentados contra Charlie Hebdo volvieron a demostrar, lo sigue siendo hoy, dos siglos y medio después. Así que no es casual que las obras del filósofo se hayan convertido en el fenómeno editorial del momento en Francia. Voltaire fue, según Savater, el primer intelectual, un pensador que nunca se conformó con entender el mundo, sino que ansiaba transformarlo, y que comprendió como nadie antes que el texto era un poderoso instrumento de propaganda. De ahí su estilo directo, divertido y nunca frívolo, en el que prima siempre la voluntad pedagógica. Los paralelismos entre Savater y Voltaire son claros. En Savater reconocemos a Voltaire y por eso nadie mejor que él para exprimir su pensamiento y ofrecernos esta antología del gran ilustrado, llena de ironía y agudeza, además de estudiar su figura y acercarla a la lucha contra los fanatismos actuales. Se nos permite así conocer las reflexiones de un hombre genial, que dedicó su vida a combatir siglos de intolerancia, de rutinas dogmáticas, de autoridad mal entendida y peor ejercida. ¿Sus armas? Una aguda inteligencia y un espíritu sarcásticamente irreverente que impregnan toda su obra.
Henry David Thoreau (1817-1862) nació en Concord, Massachusetts, y estudió en Harvard. Seguidor y amigo de Emerson se definió a sí mismo como un místico, un trascendentalista y un filósofo de la naturaleza. «Walden» está considerada como una obra literaria maestra y como uno de los libros seminales de su siglo. Antiesclavista militante, toda su obra se centra en la búsqueda de la «vida con principios», principios que serán el criterio de cómo debe ser vivida —con la honradez del trabajo como medio para ganarse la vida—, una vida que él explora y experimenta a través del estudio y la comprensión de la Naturaleza. El 4 de julio de 1845, Thoreau se traslada a vivir en la cabaña que él mismo había construido en Walden Pond. Durante dos años escribe allí la obra homónima en la que describe su economía doméstica, sus experimentos en agricultura, sus visitantes y vecinos, las plantas y la vida salvaje. La obra de Thoreau es la historia de un experimento original, sin precedentes literarios. «Walden» es un modo de escribir, de ponerse a «disposición de las palabras», pero también es una Escritura, una forma de aprender lo que la vida tiene que enseñar.
El lenguaje, la conciencia moral y la creatividad son tres rasgos del ser humano que no se habrían desarrollado si no tuviera consciencia. Pero ¿cuál es el origen de la consciencia? ¿Cómo pudo el cerebro, un órgano al fin y al cabo, elaborar pensamientos e ideas y generar emociones? Con un lenguaje claro, emotivo y a menudo poético, Damásio aborda una cuestión tan compleja y a la vez tan fundamental como cuál fue el instante preciso en que nuestro cerebro cobró conciencia de sí mismo y surgió con ello todo lo bueno y lo malo de la condición humana.
El filósofo alemán Eugen Herrigel cuenta en este libro sus seis años como discípulo de uno de los más reconocidos maestros de tiro con arco (kyudo) de Tokio, cómo superó gradualmente sus inhibiciones y aprendió a estirar el arco libre de intención y con un tipo de «fuerza no forzada» que permitía al tiro desprenderse del tirador como fruta madura que cae de la rama. Esta experiencia le mostró nuevas certezas y transformó todo su ser. El libro, traducido a más de treinta idiomas y permanentemente reeditado desde que se publicó por primera vez en 1953 posee la virtud de presentar lo más profundo de la doctrina Zen desde la mente de un occidental; ofrece, además, una enseñanza de vida válida para todas las disciplinas y especialmente útil para las nuevas generaciones de lectores. «Para alcanzar la maestría en un arte, no basta conocimiento técnico. Uno debe trascender la técnica de manera que el dominio se convierta en un “arte sin artificio” y emane directamente de lo inconsciente».
La sencilla pregunta de unos niños – los hijos del autor – da su título a ¿Dónde está Dios, papá? Lo que en un principio iban a ser sólo unas cuantas notas, redactadas para aclarar sus propias dudas, se acabaron convirtiendo en este libro. Como el propio Clemente Gª Novella explica en el prólogo, conforme los párrafos iban surgiendo se dio cuenta de que quizás otros padres se estarían encontrando en su misma situación: la de querer responder ciertas preguntas desde una perspectiva agnóstica o atea, en lugar de con las explicaciones que habitualmente brindan las religiones. A lo largo de 200 páginas, el padre-autor va contestando a las 24 interrogantes que dan inicio a otros tantos capítulos. A pesar del estilo infantil de las preguntas, las respuestas también van dirigidas a lectores adultos, padres o no, que estén interesados en saber algo más sobre las bases racionales que sustentan la no creencia en dioses. En palabras del autor, la pretensión del libro no es convertirse en un «catecismo ateo», sino servir de herramienta para aquellos padres que quieran enseñar a sus hijos unos valores universales de forma directa, sin la intermediación de ninguna divinidad. Tanto niños como adultos han de sentirse libres de poder analizar, sirviéndose del sentido común, cualquier supuesto. Cualquiera, incluidos dos que los credos religiosos suelen dar por sentados: la existencia de los dioses y la existencia del alma.
El prestigioso y conocido crítico literario Harold Bloom ha sido un apasionado de la lectura desde que era niño. Así pues, no es de extrañar que decidiera iniciar una nueva obra para explicarnos cómo los libros nos ayudan a vivir y a comprender nuestras vidas. Sin embargo, cuando Bloom llevaba más de medio libro escrito, tuvo un encuentro muy cercano con la muerte. Ya recuperado, se deshizo de todas las páginas que había redactado y volvió a empezar este libro con una nueva sensación de urgencia, apoyándose en algunos de los más grandes pensadores y escritores de Occidente para tratar de saber dónde y cómo se encuentra la sabiduría. En este brillante libro, Bloom nos lleva desde la Biblia hasta el siglo XX en busca de las claves que atesora la literatura en las que encontrar sentido tanto a nuestra vida como a la muerte propia y la de nuestros seres queridos. A través de comparaciones entre el Libro de Job y el Eclesiastés, Platón y Homero, Cervantes y Shakespeare, Montaigne y Bacon, Johnson y Goethe, Emerson y Nietzsche, y Freud y Proust, Bloom extrae las diversas e incluso contrarias formas de sabiduría que han moldeado nuestro pensamiento. ¿Dónde se encuentra la sabiduría? proporcionará a los lectores un mayor entendimiento y les conducirá con renovada pasión a las páginas de los escritores que más han contribuido a nuestra cultura. Un libro profundo en sí mismo que, seguramente, pasará a formar parte de nuestro canon literario.
¿Para qué necesitamos hoy día a Sócrates, si vivimos inmersos en una revolución tecnológica que promete cambiar el mundo de arriba abajo, si lo nuevo ha sustituido a lo bueno en el orden de nuestros valores? ¿Para qué Sócrates si la confianza en que el pensamiento crítico nos haría más libres, más justos y más buenos parece estar dando paso a la frustración de que no hay manera de dejar atrás nuestras debilidades? ¿Para qué Sócrates si hemos dejado de creer en el valor del conocimiento, de la memoria, de la atención y si para nuestros jóvenes teclear es más importante que hablar? ¿Para qué, en definitiva, Sócrates, si las relaciones cara a cara están siendo sustituidas por las relaciones digitalizadas y llamamos diálogo a lo que hacemos en Facebook o en Twitter? La misma pregunta lleva implícita su respuesta: Es imprescindible leerlo porque Sócrates no sólo está en los cimientos de la cultura occidental, sino que fue el iniciador de un diálogo que ha recorrido siglos y en el que han participado las grandes mentes de la historia.
Ante la pregunta de para qué sirve la filosofía, Carlos Fernández Liria nos responde con una paradoja: para nada y para gobernar. Según afirma en este libro, lo propio de la filosofía es que no sirve para nada y, sin embargo, precisamente por eso desde Sócrates y Platón se pensó que servía para gobernar. Más tarde, con la filosofía de la Ilustración se creyó que ese sueño estaba a punto de hacerse realidad, traduciéndose en un modelo político que, desde la Revolución francesa, ha sido nuestro referente más irrenunciable. El imperio de la razón es el intento de poner el mundo a la altura de la verdad, la justicia y la belleza; tres ideas platónicas tras las que se esconde un lema: “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, con el que se guillotinó a un rey y se cambió para siempre el espectro político de la humanidad. Así, tras explicar cómo, ahora, hemos regresado a la Edad Media, convertidos en siervos de unos amos locos y tiránicos que se llaman a sí mismos “los mercados”, el autor no duda en afirmar que, aunque la filosofía jamás hubiera contemplado una derrota semejante de sus aspiraciones políticas, sigue siendo imprescindible para diagnosticar la gravedad de lo que está ocurriendo y para presentar batalla en la lucha que tenemos por delante. El lector encontrará en esta obra una explicación sin tecnicismos de la importancia de los filósofos y la filosofía y su conexión con el mundo en que vivimos.
¿Para qué sirve la filosofía? La pregunta que da título a este libro es la primera de una serie que se abre a lo largo de sus páginas. Porque, ¿quién dijo que debería servir para algo? Si buscamos una primera respuesta en la definición misma de la palabra filosofía como amor al saber, antes debemos también elegir entre dos alternativas: ¿se trata de buscar el saber y alegrarnos cuando creemos haberlo encontrado o de aceptar que no vamos a encontrar lo que estamos buscando? La historia de la filosofía occidental está estructurada sobre la base de un pensamiento de opuestos que necesitó de ciertos conceptos para decir lo suyo: el bien y el mal, lo verdadero y lo falso, el ser y la nada, lo útil y lo inútil Según esta lógica, la filosofía no vendría a servir para nada. ¿Pero y si, como propusieron los filósofos contemporáneos, fuera posible salir de esa dicotomía? Es en esta grieta donde se sitúa Darío Sztajnszrajber para demostrar que la filosofía no es más que una manera de pensar. De los presocráticos a Derrida y de Platón a Heidegger, el autor sigue la pista del crujido que escuchamos cuando sentimos que las cosas tal vez no sean como creíamos que eran. Contra el método y cualquier tipo de sistema, y en un afán por devolverle a la filosofía su espíritu original, ¿Para qué sirve la filosofía? (Pequeño tratado sobre la demolición), el primer libro de Darío Sztajnszrajber, recorre la historia de la filosofía demoliendo ideas, hoteles y nuestra propia vida, tras una respuesta que quizá no exista.
Efectivamente, esta época nos depara demasiados ejemplos de las consecuencias de la falta de ética en las conductas de muchas personas con responsabilidades políticas y sociales. Y es preciso recordar que la ética “sirve”, entre otras cosas, para abaratar costes en dinero y sufrimiento en aquello que está en nuestras manos lograr, en aquello que sí depende de nosotros. Y también para aprender, entre otras muchas cosas, que es más prudente cooperar que buscar el máximo beneficio individual caiga quien caiga.Ninguna sociedad puede funcionar si sus miembros no mantienen una actitud ética. Ni ningún país puede salir de la crisis si las conductas antiéticas de sus ciudadanos y políticos siguen proliferando con toda impunidad. Este libro nos recuerda que ahora, más que nunca, necesitamos la ética.
Estados Unidos ha sido clave en el desarrollo del hispanismo contemporáneo. Lejos de la generación que lo fundara con los escasos mimbres que permitía el siglo XIX, los hispanistas actuales han aportado nuevas inquietudes y planteamientos, ampliando el cauce intelectual de la cultura española a partir de su propia formación anglosajona. Pero ¿por qué eligieron España como vocación profesional? En un momento de crisis y renovación del hispanismo, este libro reúne la vívida y maravillosa experiencia de algunos de sus más renombrados protagonistas en su relación larga y continuada con España. En las 21 autobiografías que lo componen encontramos la felicidad del descubrimiento –otro país, otra cultura, otra lengua–, pero también el análisis y la crítica ante un hispanismo confiado en la inercia de valores envejecidos. Su aprendizaje de lo hispánico no estuvo exento de dificultades, pero todos ellos se mantuvieron fieles a su pasión y su conocimiento actual de la cultura española, fruto de años de viajes y de colaboración. Y nos brinda una ocasión única para contrastar diversas e iluminadoras miradas y criterios. El funcionamiento de sus universidades en relación a las nuestras, los métodos de enseñanza y de investigación, las costumbres, los cambios políticos vividos por la sociedad española, la necesidad de los hispanistas de conocer a los escritores sobre los que trabajan, tomar contacto con ellos, establecer algún modo de complicidad que fortifique sus propios estímulos… De todo ello trata ¿Por qué España?, libro que inaugura un nuevo método de reflexión transcultural.
No hay duda de que llegará un día en que la especie humana se extinguirá, como siempre ha sucedido en la historia de las especies que pueblan la Tierra. Francisco Lozano nos presenta una decena de claves que pueden permitirnos mejorar las relaciones que mantenemos con la naturaleza, con los demás seres humanos y con nosotros mismos con el fin de evitar una extinción prematura. A nuestro alcance está mejorar la calidad de vida de todos los seres humanos que habitan en este pequeño mundo azul… y para ello solo hace falta imprimir una orientación ética a nuestra evolución.
En 1947 Alan M. Turing pronunció una conferencia ante un auditorio compuesto en su mayor parte por miembros del National Physical Laboratory de Londres en la que intentaba responder a la vieja y controvertida pregunta ¿Puede pensar una máquina? Lo expuesto en ese acto apareció publicado tres años más tarde en Mind —una importante revista de filosofía británica— y es lo que ofrecemos aquí al lector en su traducción castellana. Este texto se convirtió enseguida en uno de los escritos fundacionales de la lógica informática y la inteligencia artificial, al presentar las líneas generales por las que debería discurrir una respuesta precisa y manejable (aunque no indiscutible) a la pregunta formulada. Se trata del famoso Test de Turing, una prueba para decidir si una máquina es inteligente (o «piensa»). Para ello Turing diseñó un juego de imitación en el que participan una máquina y seres humanos; podemos decir que una máquina piensa si un ser humano que se comunica con la máquina y con otros seres humanos no logra distinguir cuando su interlocutor es una máquina y cuando un humano. Una «máquina de Turing» como la que participa en el juego, es un dispositivo ideal de cálculo, capaz de resolver una función computable —una función cuya solución es susceptible de ser obtenida por un procedimiento mecánico—. Pero lo más significativo es que Turing demostró que hay una máquina peculiar —la máquina universal de Turing— en la que se puede representar cualquier máquina que sea capaz de computar una función particular. De acuerdo con esto, una máquina universal de Turing sería una especie de sistema operativo en el que se implementan diferentes programas (máquinas de Turing especiales), un poco a la manera en que nos es familiar en los ordenadores personales. La denominada «metáfora del ordenador» como modelo capaz de simular la mente humana y, por ende, el pensar, tiene aquí su fuente.