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Bolsilibros - Punto Rojo 545. Por saber demasiado, de Clark Carrados

Novela, Policial

El preso salió de la cárcel al anochecer. En la puerta, con un pequeño maletín en la mano, Aulnace Gilgan aspiró con verdadera fruición el aire libre. 
Atrás, a sus espaldas, quedaban seis años de encierro. Ahora, cuando iba a cumplir los treinta y dos, tenía por delante un futuro no muy claro: poco dinero y desagradables perspectivas de volver al lucrativo empleo que desempeñaba seis años antes.


Bolsilibros - Punto Rojo 546. Macabro en si menor, de Frank McFair

Policial, Novela

La gitana aparentaba unos treinta años. Tenía el pelo negro y muy largo, los ojos verdosos y grandes y la piel de un color cobrizo bastante subido. Dos altos pómulos enmarcaban una cara ovalada. Estaba parada junto a un árbol y jugueteaba con un collar de zequíes de oro que colgaba de su pecho. Sus vestidos eran de colores alegres, y estaban limpios. La falda le llegaba hasta media pierna. —Le diré la buenaventura por dos chelines, milord —dijo. Derek Drummond agitó la mano en el aire. Acababa de apearse del coche. —Lo siento —dijo—. No creo en esas cosas. —Se la diré por un chelín, milord.


Bolsilibros - Punto Rojo 549. Clave para el asesino, de Clark Carrados

Policial, Novela

La chica, observó Nick Gardiner, además de alta, era muy esbelta y toda su figura poseía un sello y una calidad inconfundibles. Estaba envuelta en distinción, podía decirse, pero no por ello parecía sofisticada. Todos sus ademanes eran completamente naturales y su andar resultaba gracioso y agradable de contemplar. Gardiner no hubiera podido asegurar cuál era el color del pelo de la chica. En la duda, acabó calificándolo de tornasolado; según recibiera la luz, parecía oscuro, casi negro, o bien tenía reflejos dorados de incomparable belleza.


Bolsilibros - Punto Rojo 554. Jaula para un ratón ciego, de Curtis Garland

Policial, Novela

¿Puede ser la clave de una sangrienta serie de asesinatos... un simple ratón ciego? Los ojos de un roedor, que no ven... Los oídos de un hombre, que no oyen, ¿pueden dejar de ver y de oír las imágenes y los sonidos que produce un asesino sin piedad? Al menos, eso es lo que se desprende de un caso alucinante y extraño, en el que el destino montó una trampa mortal para algunos seres humanos... y una JAULA PARA UN RATON CIEGO.


Bolsilibros - Punto Rojo 557. Se alquila una pistola, de Frank McFair

Policial, Novela

Avril Renton (cuyo verdadero nombre es María Boritski) es una bailarina de piernas perfectas, que elige a sus amistades masculinas por el rasero del dólar. Así que no es de extrañar que, cuando va a tomar una copa a casa de un contable bastante repugnantillo, se encuentre al poco rato (concretamente, tras una oportuna llamada a la puerta) con el cadáver de ese desagradable seboso en hall de la casa. A Avril no le gustan esos líos, de modo que pone pies en polvorosa y si te he visto, no me acuerdo. Pero la policía no es tonta, así que la pillan, la interrogan, y la acusan de haberse cargado a ese tipo que en realidad es el testaferro de Barty Marino, el representante de la Mafia en la ciudad, y que pensaba colaborar con los agentes de Washington a cambio de una suculenta recompensa... A todo esto, un senador (un político honrado a más no poder, personaje que me lleva a clasificar esta novela dentro del género de Fantasía Heróica o Literatura Especulativa Poco Convincente) entra al trapo del mafioso Martino y asegura que lo va a meter entre rejas. Y al poquito, el senador termina con una bala insertada en su cadáver por medios no quirúrgicos. La bala que se cargó al contable y al senador corresponden a una Parabellum que tiene una larguísima historia detrás, y que se remonta a uno o varios crímenes cometidos en el seno del Ejército de los Estados Unidos durante la II Guerra Mundial... De modo que aquí no tenemos a un matón de la mafia enredado, sino a un astuto asesino profesional, cuya identidad es misteriosa, y que encima es un militar retirado...


Bolsilibros - Punto Rojo 573. Murciélago de alas rojas, de Curtis Garland

Novela, Policial

Glenn Young contempló el bellísimo paisaje, mientas aceleraba la marcha de la canoa. El motor zumbó y la proa de la deportiva embarcación hendió las aguas azules, abriéndolas entre festones de espuma. Su marcha por el lago se hizo vertiginosa. Young recibió en el rostro la lluvia menuda, el agua pulverizada por la veloz carrera.


Bolsilibros - Punto Rojo 574. Negro es el odio, de Burton Hare

Relato, Policial

Era una cabaña que nadie recordaba a quién perteneciera. En el lindero del bosque, al pie del lago y a un tiro de piedra de las últimas casas de la población, se mantenía en pie de milagro porque el tiempo y el abandono habían causado estragos en su estructura de troncos. La mitad del porche estaba hundido, la puerta no encajaba y las ventanas eran negros ojos vacíos por los que penetraban el viento, el susurro del lago y los pájaros. Pero era «su» refugio. El lugar donde se daban cita todos los días del año. Allí, cuando ellos entraban, ya no había ruinas, ni ojos vacíos y negros ni sombras fantasmales deslizándose entre los troncos carcomidos. Cuando ellos entraban era un palacio. Simplemente se amaban y su amor transformaba el mundo sórdido en un paraíso de luz. Se habían amado siempre, desde que se conocieron, desde que Jennie peinaba largas trenzas color de miel y Steve lucía pantalones cortos y balanceaba en las manos los libros atados con una correa.


Bolsilibros - Punto Rojo 575. Ojos azules, muerte roja, de Burton Hare

Policial, Novela

La muchacha detuvo el coche allí donde le habían indicado. De cualquier modo, tampoco hubiera podido seguir adelante, porque a partir del claro, el camino apisonado y desigual se convertía en un sendero que se hundía bajo la bóveda del follaje. Un sendero por el que apenas podría caminar un ser humano. Eso también se lo habían advertido, así que cerró las portezuelas del auto, miró a su alrededor con cierta prevención, y al fin echó a andar sendero adelante. Se llamaba Anna Moran y era periodista.


Bolsilibros - Punto Rojo 577. Thriller, de Adam Surray

Policial, Novela

Jennifer es una famosa actriz de Hollywood casada con un importante productor de cine llamado Warren Broswell, junto al que se encuentra rodando una superproducción llamada “The Vampire”. Repentinamente, Warren le comunica que se divorcia de ella, y que ha sido sustituida en el rodaje por una joven actriz de moda, a pesar de que ya se habían rodado escenas de la película, y abandona el hogar matrimonial, dejando a Jennifer destrozada. Tras caer dormida después de haberse emborrachado, Jennifer despierta en mitad de la noche alertada por un ruido dentro de la casa, y armada con una pistola, dispara a un extraño que está abriendo la caja fuerte del despacho de su marido. Cuando Jennifer se acerca al cadáver, descubre que a quien ha asesinado realmente es a su esposo Warren. Aterrorizada por lo que ha hecho, sale de la habitación, dudando de lo que debe hacer, y cuando se atreve a volver al despacho para llamar a la policía, descubre que el cadáver ha desaparecido. Jennifer decide pedir ayuda a un antiguo amigo de infancia, un duro detective privado llamado Harry Brennan, – uno de esos hombres que después de recibir una paliza se beben tranquilamente un whisky, fuman, y llaman a las mujeres “Nena”-, para que investigue sobre la desaparición del cuerpo de su marido. Se inicia así una investigación que les llevará al rodaje de la película “The vampire”, en un mundo donde todas las mujeres tienen rostros de extraordinaria belleza, cuerpos envidiados por la misma Venus, y senos túrgidos y desafiantes.


Bolsilibros - Punto Rojo 578. Matar con reclamo, de Clark Carrados

Novela, Policial

Los altavoces del aeropuerto de Helsinki resonaron con fuerza, llamando a los pasajeros para el vuelo a Berlín Occidental, a la vez que les señalaban la puerta hacia la cual debían dirigirse. Un atildado caballero, de unos cuarenta y tantos años, se puso en pie y empezó a caminar con parsimonia. En la mano derecha llevaba un portafolios de color negro. La aglomeración de gente era notable. A veces tenía que apartarse para no chocar con alguien y viceversa.


Bolsilibros - Punto Rojo 580. La muerte tiende una trampa, de Clark Carrados

Novela, Policial

Shadd pegó un respingo al terminar la lectura. Casi de un modo maquinal, colocó la carta sobre un gran cristal de Bohemia que tenía en la mesa de trabajo. 
Las letras se desvanecían ya. Con ojos fascinados, Shadd continuó contemplando el papel, hasta que vio que empezaba a humear. 
Segundos más tarde, la carta no era sino un montoncito de cenizas. Harry Shadd temblaba convulsivamente de pies a cabeza. 
¡Asesinar a Kenner!


Bolsilibros - Punto Rojo 582. Argumento para un cuento policiaco, de Frank McFair

Policial, Novela

Un escritor de poca monta presencia en un bar la agresión de un tipo con pinta de pocos amigos a un parroquiano escuchimizado. Cuando acude en su ayuda, este le propone un truculento trato: si le quita al atacante un papel, le obsequiará con un billete. El escritor accede y no solo consigue el papel, si no la cartera entera, tras noquearlo. Todo se complica cuando al día siguiente los periódicos hablan del mismo tipo que ha sido asesinado a cuchilladas...


Bolsilibros - Punto Rojo 586. Sucursal del infierno, de Clark Carrados

Novela, Policial

El coche rodaba velozmente por la carretera que cruzaba, larga y recta, el desierto. Su único ocupante había bajado la capota, a fin de obtener un mayor alivio con el viento provocado por la marcha del vehículo. A pesar de todo, de vez en cuando tenía que pasarse un pañuelo por la cara y el cuello, para enjugarse el sudor que brotaba en numerosas gotitas por los poros de su piel. 
Detrás del coche quedaba una larga tolvanera de polvo, que se expandía lentamente por aquel desierto de cielo amarillo. La radio estaba abierta y los gangosos sones de un cantante de moda llegaban claramente a oídos del conductor. 
A lo lejos se divisaron una serie de romas colinas, que rompían la abrumadora monotonía de la planicie. Bert Culvey lanzó un suspiro de alivio.


Bolsilibros - Punto Rojo 587. Los blancos cisnes sangrientos, de Curtis Garland

Policial, Novela

Sally Hoffman dirigió una mirada al reloj del establecimiento. Las cinco y treinta minutos, exactamente. Hora de cerrar. Suspiró, dejando de envolver la pieza solicitada por el coleccionista. Se encaminó a la puerta para cerrar. Había estado esperando ese momento durante toda la tarde. Nunca sintió más deseos de pasar el pestillo, bajar la cortina y poner el cartel de «Cerrado» tras los cristales de la entrada. No se sentía demasiado bien, aquel día. Su cabeza le dolía fuertemente, y se encontraba ligeramente febril. La humedad de aquel invierno acaso influía en la cantidad de afecciones gripales que se estaban dando en todo San Francisco. Y, por lo que parecía, ella no iba a ser una excepción.


Bolsilibros - Punto Rojo 588. Oro, agua, sangre y fuego, de Clark Carrados

Policial, Novela

Lo vio de lejos y casi presintió lo que iba a ocurrir. Jack Randolph soltó al ternero que estaba a punto de marcar, y corrió hacia el «Rover» pesado que tenía a poca distancia. El ternero se alejó mugiendo, mientras el motor del vehículo emitía un profundo rugido. Randolph embragó, pisó el acelerador y el «Rover» salió disparado como una centella por el laberinto de acacias y espinos que constituían la principal vegetación de la zona. Las mandíbulas de Randolph aparecían muy juntas, mientras sus manos se crispaban en torno al aro del volante. El vehículo, al correr, levantaba una espesa nube de polvo en aquel suelo árido y reseco.


Bolsilibros - Punto Rojo 589. Póker de damas para el asesino, de Adam Surray

Policial, Novela

Ralph Graham se introdujo en la cabina del elevador y pulsó el mando correspondiente a la quinta planta. Encendió un «Pall Mall». La llama del fósforo, muy a su pesar, tembló entre sus dedos. Tema un feo presentimiento. Se había levantado con el pie izquierdo. Derramó la taza de café. Se le quemaron las tostadas. Y por último había olvidado el revólver en el apartamento. Sí. Aquél iba a ser un mal día. Lo presentía.


Bolsilibros - Punto Rojo 590. Regreso a las tinieblas, de Curtis Garland

Relato, Policial

Volver a la vida. Volver a casa. Volver a todo lo que uno dejó atrás una vez pensando que sería para siempre, para una eternidad hecha de años, de esperas, de amarguras y decaimientos, para un tiempo que nunca terminaría.


Bolsilibros - Punto Rojo 593. Roja es la sangre, de Burton Hare

Policial, Novela

El auto patrulla de la policía se detuvo con un aullido de frenos. Los dos agentes echaron un vistazo a la enorme puerta de hierro de la verja, abierta de par en par, y el más joven gruñó: —Sigue, la casa debe de quedar entre los árboles. El conductor embragó y el coche se internó por el inmenso parque de la residencia. La grava chirrió bajo los neumáticos y en alguna parte una lechuza dejó oír su ronco grito.


Bolsilibros - Punto Rojo 595. Niebla roja, de Burton Hare

Novela, Policial

El vendaval se había levantado inesperadamente. Primero una racha que agitó los árboles y arrancó agudas quejas en lo más intrincado del bosque. Después, fue como el inicio de un huracán. Toda la arboleda se agitó entre los aullidos del viento. La hojarasca del otoño se elevó formando violentos remolinos, emprendiendo una danza loca en medio del gigantesco decorado de los troncos centenarios. Henry Barrow, sorprendido en la colina, vio tambalearse el caballete y tuvo que echarle mano rápidamente para evitar que volara junto con la tela en la que llevaba trabajando casi una semana.


Bolsilibros - Punto Rojo 596. Harlem story, de Curtis Garland

Novela, Policial

Los Back Water Blues tenían una especial ternura, un desgarrador aire de lamento y de plegaria, en los labios carnosos de aquella mujer joven y hermosa, de piel de ébano, ojos grandes y tristes, y cuerpo escultural, como el de una diosa oscura y sensual. Finalmente, todo fue silencio. Incluso la voz, en un apagado, largo murmullo cadencioso, que se respetó en medio de un silencio electrizante, llegó a su término, en un hilo de sonido ya inapreciable, y que terminó por extinguirse.