Alguien que fotografía su pene en el interior de un cuarto de baño para después enviar la foto a su compañera de trabajo. Una mujer que se masturba frente a la pantalla del ordenador, mientras llora y ansía una vida distinta. Un ejecutivo presa de un matrimonio sin hijos, anclado en la rutina de la convivencia cotidiana, que hará un último esfuerzo por intentar enderezar el rumbo. Una lavadora que no deja de centrifugar. Una estrella del rock que intenta encontrar el sentido de su vida a través de prácticas sexuales un tanto peculiares. Un hombre que añora a su mujer mientras observa unos horrendos sapos de los que no puede deshacerse. O una joven que quiere ofrecer a su novio un regalo muy especial por el día de su cumpleaños…
Mario es el hijo del dueño de un puesto de diarios en el barrio de Flores. La historia que protagoniza incluye también a dos personajes femeninos antagónicos: la bella e inocente Lidia, una de las tantas chicas desafortunadas que han ido a parar al vecino refugio para madres solteras, y la terrible madre Elena, monja superiora del exclusivo Colegio de la Misericordia. Las vueltas de la vida y de la imaginación delirante y exquisita de César Aira pondrán a Lidia y a Mario en el centro de una siniestra conspiración tecnológico-religiosa. Mientras las circunstancias lo arrastran como un tifón, sólo el Sueño le da al bueno y manso de Mario las fuerzas necesarias para enfrentar a los oscuros poderes que los amenazan.
En la obra abierta de María Zambrano (1904), acaso el fruto más original del pensamiento español contemporáneo, ocupa un espacio privilegiado «El sueño creador» (1965). Pero aquella primera versión no es sino una parte más del presente volumen, modificado y añadido hasta el punto de convertirse, con toda plenitud, en un nuevo libro. En una muestra admirable de la capacidad creativa que sigue poseyendo esta autora.
Son los sueños aquí los que guían a las palabras, enfrentándolas a sus obligaciones: el tiempo, la verdad, las máscaras y un enigmático lugar que se desplaza de Castilla al desierto, deteniéndose ante las sombras del Huerto de los Olivos. Y los soñadores se encarnan: Don Quijote, Calixto y Melibea, Proust y Kafka. Está en juego la iniciación a la legitimidad del sueño.
El sueño creador vuelve a aunar armoniosamente filosofía y poesía.
Manuel Lozano Leyva recurre a este pacto de fe entre don Quijote y Sancho Panza para dar comienzo a un análisis de la evolución en paralelo de los dos productos más sorprendentes del cerebro humano: la ciencia y las creencias. Con este objetivo en mente, el autor aborda los hitos históricos que han marcado esta compleja relación secular. Desde el inicio de los tiempos, las respuestas teológicas a los mayores interrogantes de la humanidad han conformado doctrinas con el poder de cohesionar las más diversas comunidades. Sin embargo, la progresiva aparición de teorías científicas para arrojar luz sobre dichas cuestiones desafiaría el dogma instaurado y llevaría al extremo el enfrentamiento entre ciencia y religión, técnica y creencias, racionalidad y fe. En El sueño de Sancho se desvela el origen, el desarrollo y, en muchos casos, la extinción de las respuestas que la humanidad ha ido construyendo. Creyentes o escépticos, esta irreverente historia del conflicto entre ciencia y fe no dejará indiferente.
1910. Buenos Aires, majestuosa y en pleno proceso de modernización, se prepara para el Centenario. Allegra y Fiorella, tía y sobrina, han llegado de Italia con el objetivo de forjarse un futuro en esta nueva tierra que parece repleta de oportunidades. La ciudad las recibe con los brazos abiertos y de fiesta. La primera vino por una promesa de amor y al poco tiempo se encontró al mando de un campo. Fiorella, lejos de sus padres, conoce a Julieta Lanteri, una médica luchadora por los derechos de las mujeres, quien genera un impacto sin precedentes en ella y con quien entabla una profunda amistad basada en la admiración y el respeto. Por otro lado, en Italia, Gianna, hermana de Fiorella, busca desesperadamente el modo de cruzar el océano y así poder dejar atrás una vida al borde de la marginalidad absoluta. Finalmente logra llegar a Buenos Aires, que la cautiva por completo. De la mano de Julieta Lanteri, las dos hermanas inmigrantes se involucran en reclamos y congresos para conseguir la igualdad y el voto femenino. Amores cruzados, infidelidades, pasiones, dominación masculina, dan lugar a un femicidio, y el presunto culpable es recluido en la tan temida cárcel del fin del mundo. Esta novela narra el camino recorrido por las mujeres para conseguir el reconocimiento de sus derechos civiles y políticos. El susurro de las mujeres reconstruye, con mirada exquisita y atenta, un período clave de la historia argentina que nos permite entender mejor el presente y la razón por la cual nuestra tierra fue y es fértil en talentos e impulsos de cambio.
Rose French había sido una estrella. Cinco veces se había casado y, aun ahora, a los sesenta años, la animaba una intensa vitalidad que parecía inextinguible. La muerte la encontró en un jardín desierto. Su amigo y consejero, Frank Clyde, sospechó que detrás del fallecimiento, atribuido a causas naturales, había un misterio. Se agravó la sospecha cuando el pasado empezó a invadir el presente. Uno de los nebulosos maridos de Rose apareció en la localidad, agresivo y próspero. Casi sin proponérselo, Frank Clyde se convirtió en detective. La historia de su investigación es siempre cautivante y a veces desaforadamente absurda. Es una comedia de costumbres escrita con implacable agudeza. Esta novela originalísima se leerá con alarma y con encanto.
Una investigación criminal y literaria cuyo primer objetivo es averiguar quiénes son unos personajes de ficción y qué papeles representan… en la realidad. Una viuda encuentra el manuscrito de una obra teatral obscena que su difunto marido había escrito en secreto. Intrigada por el hallazgo, contrata a un escritor para que investigue la posible existencia, más allá de la ficción, de uno de los personajes femeninos de la obra, una jovencita cuyo erotismo despierta la curiosidad y los celos de la viuda. Como si de un detective de novela negra se tratara, Ernesto Zóster acaba aceptando este insólito encargo, pero una sucesión de acontecimientos lo convertirán en sospechoso. ¿Es su implicación un delirio o ha caído en una trampa? Zóster nos cuenta su verdadera historia en El síndrome de albatros, una novela que transgrede la realidad mediante el humor y la sorpresa.
Entre los muchos métodos existentes para determinar el pasado, el presente y el porvenir, el arte de leer el Tarot se erigió con particular preeminencia sobre todos los demás. Las cartas del Tarot constituyen una manera interesante de resolver esa ansiedad humana atemporal que jamás cesó por conocer el futuro, y al mismo tiempo pueden simbolizarnos un profundo viaje al interior de nosotros mismos si las empleamos de modo terapéutico. Pero, ¿realmente predicen algo las cartas o es una condición especial de ciertas personas que ofician de intérpretes de este oráculo? Esta es una discusión posiblemente tan vieja como la historia misma del Tarot. En esta obra, no obstante, nos ocuparemos de su significado psicológico –si es posible encontrarle alguno- a través de un abordaje arquetipal que, bien utilizado, puede ser terapéutico. Por ende, una herramienta nada despreciable y portadora de una riquísima simbología, de la que echar mano en la consultoría transpersonal. Cartas redondas, cuadradas, rectangulares. Tarot digital, informatizado, aplicaciones para celulares, tablets e innumerables dispositivos tecnológicos. Con el nuevo milenio este legendario arte sigue cautivando a personas de remotos confines y muy inconexos entre sí. No pierde su magia, y se han escrito cientos de tratados y estudios tanto esotéricos como psicosociológicos sobre él. Y posiblemente seguirá cautivando a los seres humanos mucho tiempo más.
El teatro se maquilla de primavera, versos y obras teatrales de una poetisa y dramaturga con una sensibilidad maravillosa.
Letras de canciones que nos dejan sin aliento. Un libro que enamora porque se entrega en cuerpo y alma.
Muchas son las razones que hacen de El Tercer Policía una novela singular. El título del libro se refiere a un misterioso personaje que posee las llaves para escapar de una serie de extraños sucesos que se irán repitiendo a lo largo de la narración. En su alucinante recorrido por parajes del todo extravagantes nuestro protagonista —que no puede recordar su nombre— tropezará con edificios bidimensionales, bicicletas altamente sexuales, toneladas de ómnium y un científico loco llamado De Selby dispuesto a demostrar que la tierra no es esférica sino «asalchichada». A lo largo de esta insólita e ingeniosa novela, el autor nos introduce a la manera de Lewis Carroll en el territorio de las grandes preguntas dándonos así algunas claves para entenderla: «El infierno da vueltas y más vueltas. Su forma es circular y su naturaleza interminable, repetitiva y muy próxima a lo insoportable».
«Fascinante, hipnótico lirismo… se le ha considerado como un hombre del siglo XX con un sentido isabelino del lenguaje»… Chicago Tribune. «Por su maestría en los géneros lírico, épico dramático y narrativo, Walcott me recuerda a Tintoretto»… New York Times Book Review. «Walcott «el marginal» es el poeta supremo del Caribe por haber rechazado fáciles etiquetas que le habrían permitido hacer las paces consigo mismo»… Los Angeles Times Book Review.
Ciudad de Éfeso. Año sexto del gobierno del emperador Nerva Trajano. Juan de Zebedeo, «el hijo del trueno», cumplía cien años. Su hora estaba próxima. Pero antes de morir el hoy llamado san Juan Evangelista escribe su cuarta y postrera epístola, destinada a todos los creyentes de la naciente Iglesia; en ella decide revelar lo que nadie se ha atrevido a proclamar hasta ese momento. Han transcurrido setenta y tres años desde la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret y los errores de unos y de otros amenazan con falsear el gran mensaje crístico.
Todos los personajes de este libro parecen empeñados en confrontarse con el tiempo: el tiempo de las vicisitudes que han vivido o están viviendo y el de la memoria y la conciencia. Pero es como si en sus clepsidras se hubiera levantado una tormenta de arena: el tiempo huye y se detiene, da vueltas sobre sí mismo, se oculta, reaparece para exigir cuentas. Del pasado surgen fantasmas socarrones, las cosas que antes se distinguían claramente ahora se asemejan, las certezas estallan, las versiones oficiales y los destinos individuales no coinciden. Como en un cuadro de Arcimboldo, en el que las figuras singulares componen en perspectiva la figura mayor que las alberga, los personajes de este libro dibujan el inefable rostro de una estación. Es nuestra época impiadosa y fútil, hecha de un tiempo anfibio que ya no escande la vida y del que nos sentimos huéspedes ajenos. Historias extraordinarias que penetran de modo indeleble en nuestra imaginación, por más que ya no pertenezcan al mundo de la imaginación, sino a una realidad cuyo código tal vez hayamos extraviado.
No hay lazo más fuerte que el de la amistad. Los sentimientos y los sueños son la materia prima de nuestras vidas, lo que nos define y hace que todo tenga sentido. Esta es la historia de un secreto inconfesable en la ciudad de Nueva York. Una joven dominada por las pasiones se lanza a vivir una aventura arriesgada nunca antes vivida. Nunca antes permitida. Dos amigas en plena juventud deciden romper las reglas impuestas hasta lograr que estas no controlen sus vidas. Es la historia de la amistad más bonita que conoceréis nunca. La historia de Gaba y Maggie. La historia de Maggie y Gaba. De sus secretos incontrolables. De su Pura Vida.
El tiempo y el viento es la gran novela sobre la formación de Brasil como nación. Una aventura epica considerada unanimente como la más importante de la literatura brasileña. "Cuando soplan los vientos de cambio, unas personas levantan barreras, otras construyen molinos de viento." Erico Verissimo. El Continente, escrita en 1949, es la primera parte de la trilogía "El tiempo y el viento" (1949-1961), considerada de forma unánime como una de las obras más importantes de la literatura brasileña. Ambientada en Río Grande del Sur, estado fronterizo del sur de Brasil, narra la historia de la región desde la llegada de los españoles en el siglo XVI, las guerras fronterizas entre españoles y portugueses, la independencia de los países latinoamericanos, la guerra del Paraguay, las sucesivas revoluciones del siglo XIX, la dictadura de Getulio Vargas y la caída del Estado Novo. La mirada de Verissimo nos lleva desde lo pequeño a lo grande, creando un microcosmos que nos sirve para explicar todas las dimensiones de la condición humana, su idea de que la historia de un pequeño pueblo, la ficticia Santa Fe, puede explicar la historia de la humanidad se ve reflejado en las circunstancias de las dos familias protagonistas y sus miembros, personajes que huelen a tierra, sangre y cachaza, donde las pasiones, los deseos, el idealismo, el honor, la envidia?, son temas que van entretejiendo magistralmente a unos personajes inolvidables como Ana Terra o el capitán Rodrigo Cambará, personajes que han sido llevados al cine en innumerables ocasiones y que hasta el día de hoy siguen siendo parte del imaginario brasileño.
Si en El continente, primer libro de la trilogía sobre Brasil de Verissimo, hemos asistido a la fundación de Brasil como país a partir de varios personajes y épocas, en El retrato se introduce un giro en la historia, en esta ocasión el personaje protagonista de la novela es uno, Rodrigo Cambará, uno de los niños del Sobrado en El continente. Tras estudiar en Río de Janeiro medicina vuelve a su hogar en Santa Fe, nos encontramos en el período de entreguerras y el consabido problema de las ideologías, representadas en varios personajes reseñables que irán apareciendo en la novela, a destacar un pintor vasco anarquista que bebe su desesperanza por los tugurios de Santa Fe mientras clama contra la iglesia, el rey o el fascismo. Rodrigo es un idealista, alguien quien, como Pierre, el personaje de "Guerra y Paz", piensa en hacer el bien, pero la razón es sometida a veces al deseo y viceversa, y el bien se diluye en el fango de los claroscuros. Es Rodrigo un ejemplo de búsqueda de identidad, una búsqueda que sirve como metáfora de ese gigantesco país cuyo lugar en el mundo se está forjando en ese tiempo, ya no es lugar para revoluciones nacionalistas o regionales, ahora Brasil es un país y debe enfrentarse al mundo con una opinión propia que le sitúe en el mapa geopolítico, pero las buenas intenciones no van siempre de la mano cuando se trata de hacerse con una identidad propia, por bello, joven y armonioso que parezca el retrato. Escrito en 1951, El retrato, segunda de las novelas de la trilogía El tiempo y el viento, es un crisol de las ideologías de entreguerras, comunismo, fascismo, socialismo, anarquismo... en un estado, Río Grande del Sur, que se ha erigido como el más importante a nivel militar del Brasil. Una fascinante historia en la que el amor, el deseo, la traición o la amistad van de la mano de sus personajes hacia un final incierto. ¿Qué es al final la ideología cuando los vientos soplan cerca de las personas?
'El archipiélago' (1962), tercera parte de la trilogía 'El tiempo y el viento', transcurre entre 1922 y 1945. El patriarca de la familia Terra-Cambará, Rodrigo, regresa desahuciado a su tierra de Santa Fe después de haber tenido un papel protagónico en la dictadura del Estado Novo. Cuando se encuentra a sus coterráneos intenta justificar los actos dictatoriales de Getulio Vargas a la vez que nos adentra en los momentos históricos que recorren esos años y que son parte fundamental de la mitología nacional brasileña, pero además se encuentra una familia rota y desmembrada, repleta de secretos y silencios embarazosos o acusadores, y cuyo hijo Floriano, reflejo de los nuevos tiempos, sirve de contrapunto a su padre, al que no es capaz de entender; la última de las misiones del viejo Rodrigo será devolver a su familia la alegría de la vida antes de que sus días acaben. Verissimo adentra a los personajes, y con ellos a los lectores, en los principales momentos históricos como la campaña contra Borges de Medeiros, gobernador por dos décadas del estado de Río Grande del sur; la revolución de 1923, que enfrenta a partidarios y opositores al gobernador en una guerra civil de tintes épicos. La famosa marcha de la columna Pretres entre 1924 y 1926, que recorrió casi 25.000 kilómetros durante dos años perseguidos por el ejército regular, y cuyas creencias e ideología, algo confusa, ha quedado en el imaginario brasileño como un tenaz momento de la lucha por las libertades (y que surge como continuación de la revuelta de Sao Paulo de 1924, habiendo participado muchos de sus líderes en ambos alzamientos). La revolución de 1930, que acabaría con la llegada de los gauchos a Río y el nombramiento de Getulio Vargas como presidente de Brasil, dando comienzo al Estado Novo, que duraría hasta 1945.
¿Acaso no podemos pasarnos la vida tratando de entender la frase que dijo nuestro padre, allá en los tiempos remotos, la única vez que rompió el silencio? ¿Por ejemplo, la vida al revés? ¿O dándole vueltas, entre las mareas de ficción y realidad, a eso que partió nuestra infancia en dos? Algo de esto nos comunica esta crónica del niño peronista bajo los efectos del Tilo Monstruo en la plaza de Pringles: el recuerdo, o la invención, que es lo mismo, de aquellos episodios en los que, entre las brumas de la primera infancia, la alternancia de estilos y leyendas —los familiares, y también los históricos— moldeó, tal vez para siempre, nuestra imaginación y el nervio óptico con el que miramos y nos figuramos el mundo.
Un recién nacido aparece abandonado en el último asiento del tranvía número catorce. Es Nochebuena y el vehículo surca cual cometa las vías hacia la periferia de una ciudad sin nombre. ¿Cómo ha llegado hasta allí? ¿Qué va a ser de él? Tal vez por caridad, por improvisación o por locura, alguien ha decidido confiar al niño a los brazos del mundo. Y el «mundo» que lo acompaña en ese primer viaje de su vida es esa parte de la existencia a la que no se le suele prestar atención, la mano de obra de la pobreza: un vendedor ambulante de paraguas, una joven prostituta africana, un muchacho negro sin papeles o un mago inmigrante que ha perdido la memoria. Un pesebre espontáneo y desharrapado que bien podría haber sido imaginado por Vittorio De Sica, y cuyas «figuras» considerarán que la aparición del niño es digna de un verdadero redentor: no descartan la idea de que aquel niño perfecto y perfumado de naranja no haya llegado por casualidad a ese lugar insólito y en ese día señalado, que no sea una posibilidad de salvación.A la guisa de un Dickens del siglo XXI (y como ya hiciera de manera magistral en Los niños del Borgo Vecchio), Calaciura pone en primer plano las vidas minúsculas de esos llamados, en palabras de Eduardo Galeano, «los nadies», los hijos de nadie, los dueños de nada, los ningunos, los ninguneados: unas vidas huérfanas de todo y libres del vicio de la riqueza, pero también poseedoras de una resolución invencible. Su escritura nos sitúa en una atmósfera de fábula en la que la crudeza y el lirismo dan lugar a una prosa repleta de hallazgos que mueven y conmueven, que arrullan y arrollan al lector: un autor que comprende y recrea como pocos las dificultades de tantos para estar en el mundo.
Muchas personas han soñado con volverse invisibles, desaparecer y pareciera que los protagonistas de esta historia, hubieran logrado esta meta. El 3 de junio de 1890, dos hombres contrataron un tren expreso especial en la estación de ferrocarril de Liverpool, que los condujera hasta Londres. Salieron a las 4 y 31 p.m., el vehículo junto a sus 5 acompañantes misteriosamente desapareció, no llegando nunca a su destino.