La falta de un caso en que ocuparse durante sus vacaciones hace que los Cinco Pesquisidores se inventen un misterio. Su intención es divertirse a costa del policía y de su sobrino Ern, pero las falsas pistas no sólo confundirán al señor Goon, sino que conducirán al ingenuo Ern hasta una verdadera banda de delincuentes. Para rescatar al chico los Cinco Pesquisidores tendrán que descubrir el misterio que se esconde en la vieja casa del bosque.
La caja fuerte del teatro ha sido desvalijada y Boysie, el apocado actor que hace el papel de gato en la función, es el primero de la lista de sospechosos. Pippin, un joven policía que sustituye temporalmente al señor Goon, está al frente del caso aunque cuenta con la valiosa ayuda de los Cinco Pesquisidores y su perro «Buster».
¿Quién es el misterioso ladrón que desaparece en la escena del crimen sin dejar rastro? ¿Qué significa esa extraña marca en el suelo y esas enormes huellas? Nada parece tener sentido. ¿Podrán los Cinco Pesquisidores y su perro «Buster» descubrir la identidad del ladrón invisible antes de que lo haga el señor Goon?
El joven Bongawah, príncipe de un convulso y lejano país donde existe una disputa por el trono, acaba de desaparecer sospechosamente de un campamento de verano cerca de donde se encuentran los Cinco Pesquisidores, los cuales no dudarán en pasar a la acción para esclarecer dicho misterio.
¿Qué había en el hatillo que alguien llevaba, en pleno amanecer, en los alrededores de la desvalijada casa del señor Fellows? Los Cinco Pesquisidores, con un habilidoso Fatty a la cabeza, quieren descubrir qué está pasando, pero parece ser que no son los únicos…
En esta aventura, los Cinco Pesquisidores y el Perro tienen que descubrir quien se encuentra detrás del robo del dinero de un anciano que vive solo en una villa. La única compañía que disfruta el viejo es la de su nieta que lo va a visitar cada día.
Éste es el doceavo libro de la serie «misterios», que nos narra, como en los volúmenes anteriores, las aventuras de los cinco amigos Fatty, Larry, Daisy, Pip, Bets y el perro «Buster». Ern reaparece también, con gran desesperación de su tío, el policía señor Goon. Como de costumbre, éste considera un tremendo fastidio la intromisión de Fatty y sus amigos en el nuevo y extraordinario caso que intenta resolver.
En esta nueva aventura de los Cinco Pesquisidores y el perro, Fatty, Larry, Daisy, Pip y Bets tendrán que buscar un fugitivo de la justicia. Mientras tanto, llegan a casa de Fatty unos invitados muy peculiares que van a participar en un congreso de coleopterólogos que se celebra en el pueblo.
En esta nueva aventura, los Cinco Investigadores tendrán que resolver un misterio relacionado con unos extraños anónimos que ha recibido el Sr. Goon, el policía del pueblo. ¿Quién envía estas cartas?, ¿qué misterio esconden?
En este decimoquinto libro el misterio se presenta en un viejo torreón al que los Cinco Pesquisidores Fatty, Larry, Daisy, Pip y Bets junto con su amigo Ern van para contemplar una exposición de pinturas. Mientras están visitando la exposición, son atemorizados por los gritos de un «duende»…
La mañana había amanecido calurosa y radiante. El sol, como una enorme rosa sangrienta, resbalaba por la cima de las lejanas montañas que marcaban la divisoria, inundando el valle de luz y alegría, al quebrarse sobre la albura de la fachada del pequeño rancho de Edwin Gussel, pintaba sobre el enjalbegado de las paredes reflejos dorados mientras sus rayos como finas e impalpables serpientes de luz, se mecían graciosamente sobre el emparrado que retorcido entre los hierros del porche, amenazaba trepar por la pared para abrazarse a la corrida y amplia galería de madera que cortaba todo el frente de la construcción.
Los relatos sobre el viejo o lejano oeste coincidieron con la exploración de los territorios vírgenes del «oeste» americano. El estilo de vida que tuvieron en el viejo oeste estaba ligado a la explotación de las minas, la crianza de ganado, y el cultivo de la tierra. Las ciudades del viejo oeste eran unas cuantas casas de madera, una tienda para comprar los artículos variados, varias cantinas (saloons), la oficina con cárcel del sheriff, una pequeña escuela, y a veces un local de oración. Era una época de violencia, donde es habitual el uso del plomo y de la cuerda, para solucionar todo tipo de problemas. Y un lugar en el que la justicia del ojo por ojo era la salsa de cada día, y donde el Colt era el instrumento favorito para solucionar problemas.
Lady Valkyrie Colección Oeste(R)ColeccionOeste.com...Y en el viejo Oeste, las malas pulgas de algunos vaqueros conllevaran al reparto de plomo como medida para paliar la cobardía de los malhechores...Los relatos sobre el viejo o lejano oeste coincidieron con la exploración de los territorios vírgenes del "oeste" Americano. El estilo de vida que tuvieron en el viejo oeste estaba ligado a la explotación de las minas, la crianza de ganado, y el cultivo de la tierra. Las ciudades del viejo oeste eran unas cuantas casas de madera, una tienda para comprar los artículos variados, varias cantinas (saloons), la oficina con cárcel del sheriff, una pequeña escuela, y a veces un local de oración. Era una época de violencia, donde es habitual el uso del plomo y de la cuerda, para solucionar todo tipo de problemas. Y un lugar en el que la justicia del ojo por ojo era la salsa de cada día, y donde el Colt era el instrumento favorito para solucionar problemas. Visítenos en ColeccionOeste.com para ver todas las últimas novedades. También podrá ver nuestro catálogo de publicaciones desde los Clásicos, Westerns, Románticas, Góticas, Fantasía, aprendizaje de idiomas, y mucho más.// LadyValkyrie.com //
A la misteriosa muerte de un recién casado, que aparece decapitado en su noche de bodas, sigue una sucesión de extraños crímenes. Y como una sombra fatídica, la mano siniestra de un criminal alevoso y cruel, que ansía ejecutar perversos deseos de venganza
Tony Guarino creció en el duro mundo del bar y la sala de billar, donde cada gangster era un héroe y cada policía un enemigo. Sólo los duros lo lograron. Cuando tenía sólo dieciocho años, mató a Al Spingola, jefe de pandillas y asesino despiadado, y fue catapultado a la notoriedad y la fama, pero eso fue sólo el comienzo de su ascenso al poder.
Antonin Bonassou, un joven empleado de los Ponts et Chaussées en Niza, para hacer un favor al propietario del edificio en el que vive, acepta recibir a los potenciales visitantes de su vecino de al lado, el famoso policía privado Paddy Wellgone, para informales que el detective está ausente. Para facilitar su tarea y por orgullo de ser confundido, al menos durante unos breves momentos, con el eminente hombre de acción, Antonin cuelga en su puerta la tarjeta de visita que figura en la del investigador. Cuando un representante de una compañía de seguros se acerca para pedirle que demuestre que uno de sus clientes ha disfrazado su suicidio como un asesinato para que una tercera persona reciba la prima, no se atreve a confesar su usurpación de identidad y, animado por la recompensa de diez mil francos, prometida en caso de éxito, se hace cargo del caso. ¡Cuál no será la estupefacción de Bonassou al saber que la víctima no es otra que el tutor de su novia y que esta última es la beneficiaria de la póliza! Pero el aprendiz de detective está solo al comienzo de sus sorpresas: pronto, la caja fuerte del difunto es dinamitada y su contenido robado. Antonin Bonassou no tiene ninguna duda de que se va a embarcar en la aventura más peligrosa y misteriosa de su vida, especialmente porque un extraño personaje no tarda en inmiscuirse en su investigación…
Emocionante historia de aventuras en la que un operativo federal resuelve el misterio del interés asesino en una flota de antiguos buques de línea alemanes, bajo la custodia de la United States Shipping Board, amarrados en la Bahía de Chesapeake desde la guerra. Algo extraño está sucediendo a bordo de estos barcos; algo tan extraño y terrible que hace difícil encontrar hombres, lo suficientemente audaces, para realizar el trabajo de vigilantes. Fórmula secreta y joyas en la base del problema.
Long Island es el escenario del asesinato de un chantajista, de la ruptura de un matrimonio y del robo de una mina de esmeraldas sudamericana en la que varios de los invitados están interesados. Gente agradable y trama inteligente, pero evanescente.
Unos pocos empujones y forcejeos los días de rebajas en unos importantes grandes almacenes de Nueva York no es inusual, y el asesinato definitivamente es algo fuera de lo común. Pero cuando una de las vendedoras de los almacenes Doane es encontrada muerta en su escritorio, se convierte en un asunto no solo de la policía, sino de la señorita Ethel Thomas, quien, a los setenta y cinco años, se convierte en una detective bastante extraña cuando intenta desentrañar no solo el asesinato, sino también las misteriosas pérdidas que han asolado la tienda. ¿Están los dos temas relacionados? Y si es así, ¿quién es el culpable? ¿Charlie Doane, el dueño de la tienda, Herbert Hastings, el cuñado de Doane y gerente de la tienda, o el hijo de la mujer muerta? ¿O fue una mujer la asesina, Beth Oliver o Eva Sutton, quienes son algo más que simples empleadas de la tienda? ¿Y qué sabe la señora Kelly que la ha convertido en un objetivo?
Tras tres años de matrimonio Kit convence a su marido, Shawn Cosgraeve, un irlandés temperamental, escritor de novelas de misterio, para que hagan una visita a su ciudad natal, Nashiona. Mientras se encuentran allí se suceden una serie de muertes que tienen desconcertados a los policías locales. El problema de Kit es que todos los sospechosos son o amigos suyos o sus maridos y esposas. Sin embargo pronto descubre que sus antiguos conocidos ya no lo son tanto y a uno de ellos, el asesino, no le conoce en absoluto.