En el invierno de 1942, a las afueras de la ciudad de Stalingrado, un contingente de soldados alemanes se ve sorprendido por una ofensiva enemiga. Las tropas alemanas dirigidas por el general Van Paulus entablan encarnizados combates, pero ven como poco a poco las tropas soviéticas van cercándoles. Los enfrentamientos se suceden mientras soldados y oficiales viven su propio infierno personal.
Climas de André Maurois describe con prosa inigualable las vivencias de una persona atrapada en sus propias contradicciones. Su yo interior frente a su yo externo; la diferencia entre lo que hace y lo que no quiere que le hagan, entre lo que quiere y lo que realmente deseaEl escritor quiso escribir una novela donde esa cristalización alcanzara un grado muy intenso para después mostrarnos su lado más oscuro, el lado del declive y la imposibilidad de realizar ese amor deseado. Climas (1929) no es una novela de amor, sino una novela sobre el amor, y más concretamente, sobre el amor en el matrimonio, sobre la descomposición del matrimonio cuando de él se espera más de lo que puede dar.
En Lola, espejo oscuro se relatan las andanzas de Dolores Vélez, una prostituta cuya existencia degradada sirve de pretexto para describir críticamente el Madrid de la posguerra. La misma Dolores Vélez cuenta en forma de memorias autobiográficas las vicisitudes de su existencia, que la han llevado desde un sombrío orfanato a una lujosa casa de citas.La carrera picaresca de Dolores Vélez, o más sencillamente Lola, no se presenta como objeto de una investigación psicológica, sino como pretexto para efectuar un estudio ambiental. En efecto, pueden perfectamente considerarse como protagonistas de la novela ciertos estratos de la burguesía madrileña. De este modo, Lola es el 'espejo oscuro' en el cual se refleja la vanidad, el cinismo, el vacío moral y el hedonismo irresponsable de los distintos responsables que la frecuentan y gozan de sus favores pagándolos.Fernández Flórez dedica en la novela una atención especial a una galería de retratos un tanto estilizados: Perico, el holgazán carente de ideas y metas; Juan, fantasioso y narcisista, sin consistencia interior; Ricardo, el oficial que condensa de una forma casi paradójica los defectos de la casta militar; 'El Espichao', figura mezquina y lastimosa, y muchos otros individuos nada recomendables de la buena sociedad de la capital. Todos ellos son los representantes de una categoría social que ha obtenido la mejor parte en la contienda civil pero que se demuestra vacía y vulgar; y es precisamente una prostituta quien juzga, con un profundo desprecio, el mundo que la margina a una condición de embrutecimiento.En esto consiste el significado ético y trascendente que Darío Fernández Flórez atribuye a su narración, utilizando, incluso, pasajes de las Sagradas Escrituras. Lola representa el 'espejo oscuro' al que alude San Pablo en una epístola a los Corintios (I, 13, 12), y que, en el turbio mundo sensual que rodea sus aventuras, permite revelar el humillante significado de la comercialización del amor. La narración de la degradación de Lola no es el objetivo que Fernández Flórez persigue; sí lo es, en cambio, el turbio reflejo de una ruina moral más amplia y generalizada.
Carolina querida es una espléndida novela romántica de aventuras, tras un fondo histórico. Ha sido traducida a todos los idiomas civilizados y popularizada por el cine. Su protagonista ha llegado a ser sinónimo de belleza. frivolidad y ternura. Millones de lectores se han conmovido ante los avatares de le existencia de la pequeña Carolina. Apresada por los acontecimientos de la Revolución francesa, victima del terror, envuelta en los sangrientos episodios de los Chuanes. Tras una singular estancia en Inglaterra, vive un trágico episodio en las penitenciarias de la Guayana.
La figura central de esta novela es la mítica Jezabel, reina ambiciosa y bellísima, cuyos encantos hacen arder de pasión a los hombres y que tiene dominada la voluntad del rey, su esposo. Es el símbolo del mal, la encarnación del Diablo, la perfidia, en cuyas redes está a punto de caer un joven príncipe de Judea. Una acción apasionante, una intriga que se sigue sin desmayo y una narración que cautiva por su habilidad y emoción, son los grandes alicientes de esta brillante pintura de los tiempos antiguos.
La acción de esta novela se centra en las hijas que el cónsul noruego de Shanghái ha tenido con tres mujeres: la orgullosa Astrid, cuya aparente frialdad esconde un terrible fuego interior; la dulce Mailin, hija de una china, en quien se reúnen las cualidades de ambas razas, y la alocada Vivica, juguete del amor y del odio de los hombres.Alrededor de estas mujeres se mueven multitud de personajes que no sólo nos ofrecen el fascinante espectáculo de la lucha entre los modos de ser oriental y occidental, sino los conflictos interiores de unos seres profundamente humanos, en una época cargada de tormentas ya que Alice Ekert-Rotholz describe la acción entre las dos guerras mundiales.
Pinkie, el protagonista de esta novela, es un matón de poca monta de Brighton que ve su poder amenazado cuando se establece en la ciudad un delincuente de más altos vuelos. Acaba de matar a un periodista, y la llegada de una joven con el propósito de esclarecer el caso le llevará a planear el asesinato de su propia novia, para evitar que le delate, pero finalmente será él quien se ve abocado al suicidio. A lo largo de buena parte de la novela, Greene consigue crear una creciente preocupación por una jovencita poco atractiva como personaje, mediante la amenaza constante que pesa sobre ella, y de la que la propia novia de Pinkie no es en absoluto consciente.
Tras la muerte de sus padres, Mary Yellan tiene que ir a vivir con sus tíos, a los que sólo vio en una ocasión siendo niña. Su tío es propietario de La posada de Jamaica, una posada de muy mala fama. Cuando llega, la cruda realidad la golpea con rudeza. Su tío es un borracho que trata a su tía como a un trapo sucio. Su tía es una sombra de lo que fue antaño, nerviosa y asustada continuamente de su marido. La posada de Jamaica es un antro de mala muerte a la que acude la peor calaña; borrachos, criminales y gente de dudoso honor. Y su tío tiene entre manos negocios algo turbios. Algunas noches, Mary oye el sonido de carretas que se detienen frente a la posada y gente descargando o cargando cajas. Y en la posada hay un cuarto cerrado a cal y canto al que tiene prohibida la entrada. Mary desconoce en qué anda metido su tío, pero cuando lo descubre no puede dar crédito a tal horror…
Konsalik nos habla de las circunstancias en que se vivía en un campo de trabajo ruso después de la II Guerra Mundial, y toca también ligeramente la situación en los campos de castigo rusos. Los protagonistas, unos médicos alemanes y sus guardianes rusos, evolucionan desde el odio más encarnizado hasta un entendimiento humano y conmovedor. En algunos casos incluso al amor; por parte de los alemanes un amor condicionado por la soledad y la separación de los suyos que les arrojan en brazos de las fogosas, celosas hasta matar y morir, casi salvajes oficiales rusas; por parte de éstas un amor rabioso que no comienza con la piedad sino al contrario, ésta viene después del enamoramiento, que se produjo por admiración, por el contraste de estos hombres con los suyos. Así, nos cuenta la historia de unos médicos alemanes que han sido internados en un campo de trabajo como prisioneros de guerra. Más tarde, según el Plan de 1950, con la intención de retenerles más tiempo por el bien de la causa comunista y de la gran madrecita Rusia como trabajadores-esclavos, se les declarará, a aquéllos aún aptos para trabajar, prisioneros criminales. La acción se inicia con un mutuo odio atroz por parte de ambos bandos y se va desarrollando hacia un punto de encuentro basado en la admiración y el respeto, pero sólo entre los oficiales protagonistas, mientras los demás siguen sufriendo las más duras condiciones de vida y muerte. Narra cómo los prisioneros mueren en los campos por falta de energía y alimento, y las comilonas que se permiten los comisarios y militares rusos; cómo mueren de frío los primeros, y los uniformes y abrigos de buen paño que llevan los últimos; cómo, los presos, carecen de las más elementales condiciones de higiene, de una enfermería digna, de cualquier tipo de libertad, de ningún derecho…
En estos relatos cortos Cronin nos cuenta algunas aventuras de sus primeros tiempos del ejercicio de su profesión médica. Las historias van desde la simpatía de un humor agudo al tierno patetismo pasando por la fina ironía. Pero en todas ellas palpita la vida de unos seres reales lo que hace que millones de lectores lean los libros de este autor. Y, como de la mano, se nos van abriendo los ojos del alma para contemplar los sufrimientos, las alegrías y las penas, los éxitos y los fracasos, en resumen los componentes de la vida humana, de toda vida humana.
Los indiferentes fue la primera novela publicada por Moravia —en 1929, cuando contaba solamente veintidós años— y le procuró súbita fama y gran prestigio entre la crítica. Los rasgos dominantes de su obra (el minucioso análisis de la conducta humana, la condena de la abulia moral y la consiguiente indiferencia cívica de sus compatriotas) no están simplemente anunciados en esta novela: están, ya, plasmados en una narración y en personajes definitivos, memorables. Relato amargo, pero fascinante por la lucidez con que diseca el desolado tedio de sus criaturas, Los indiferentes refleja el destino de una generación que asistió a la ascensión del fascismo, con disgusto pero sin lucha, resguardada en la conciencia de su impotencia. Los valores formales, la infalible certeza para caracterizar psicologías, situaciones, ambientes: las virtudes admiradas en La romana, en El aburrimiento, en sus narraciones breves, son las que confieren a esta primera novela un lugar primordial en la obra de Moravia, además del interés testimonial que los años acrecieron. Ya en ella revela el autor esa necesidad vital que —según el destacado crítico e historiador literario Francesco Flota— es la de descubrir, bajo las hipocresías de la vida, bajo las apariencias ilusorias y las evasiones líricas, el aparato de las mentiras, sin aceptar que se pretenda dar una cosa por otra.
Un barrio residencial a las afueras de una gran ciudad. Un joven marido, amante de su esposa y de sus hijos, insatisfecho con su vida, busca estímulos que lo empujen cada mañana a levantarse, algo que cambie su vida. Cuando conoce a la atractiva mujer del vecino, que siente la necesidad de ser tentada, de sentirse deseada, comienza entre ambos una complicada relación sentimental que inevitablemente acarreará consecuencias. Un extraño en mi vida es una novela sobre dos personas normales y corrientes que podrían ser cualquiera de nosotros, dos personas que se necesitan, que se buscan sin saberlo, una novela que disecciona con extraordinario pulso narrativo una infidelidad: el principio de una aventura amorosa, el miedo escénico, la ilusión del romance inicial, las primeras decepciones de poca importancia que se multiplican y se convierten en una maraña de mentiras; el pánico cada vez que suena el teléfono, las interminables complicaciones para concretar citas fugaces, la tensión de los encuentros casuales en público, el creciente sentimiento de culpabilidad y de desesperación; y por si todo esto fuera poco, el confidente que lo sabe todo, que puede que una noche beba demasiado, hable más de la cuenta y lo eche todo a perder. Un apasionante relato sobre la complejidad de los sentimientos, el aislamiento y la pérdida de valores dentro del matrimonio, una reflexión sobre la pareja, el amor, la amistad, el deseo y el sexo. Esta novela sirvió de guión para pasarla al cine en 1968 con el nombre de Un extraño en mi vida, dirigida por Richard Quine, y protagonizada por Kirk Douglas, Kim Novak, Ernie Kovacs, Barbara Rush, Virginia Bruce y Walter Matthau. Comparando la edición española con la original en inglés he observado que se habían omitido los apartados de Agradecimiento, un Poema y partes censuradas de los capítulos 13 y 16 Gracias a la colaboración de nuestro equipo de traductores se han añadido en esta publicación digital.
Casi es obvio advertir que la historia que aquí se cuenta es la del «asesinato» de un paisaje. Más aún, de ese paisaje que, por su cercanía, había conquistado carta de ciudadanía, como cualquier vecino de la urbe. Primero, son los inmigrantes que, por etapas, van depositando su sustrato humano, y lo envuelven en chabolas y barracas. Luego, es la industria que, doblemente, asesina, mata el campo y las barracas. Probablemente, es de un romanticismo trasnochado la pretensión de detener esa avalancha civilizadora. Y junto a la aventura del paisaje, paralela, corre la aventura del hombre, que, nacido en condiciones infrahumanas, sucumbirá al sino que le marca desde su nacimiento.En el conjunto de la obra «candeliana», es la novela que mejor retrata la amargura de una posguerra miserable. El contrapunto de la novela es, tal vez, ese cura que absuelve al protagonista en la hora del pan y del perdón.
Harry Feversham está considerado como uno de los mejores soldados británicos de su regimiento. Apasionadamente leal a su bella prometida, Ethne, a Harry se le presenta un prometedor futuro en el ejército y una vida feliz junto a la mujer a la que ama. Pero cuando un ejército de Sudaneses rebeldes ataca la fortaleza colonial británica en Khartoum y su regimiento es llamado a filas y enviado al Norte de África, Harry se siente embargado por la duda y la incertidumbre y renuncia a su profesión mientras su regimiento zarpa hacia la guerra. Conmocionado por la decisión de su hijo, el padre de Harry lo repudia. Asumiendo que está asustado, tres de los mejores amigos de Harry, e incluso Ethne, su prometida, le envían una pluma blanca, un símbolo de cobardía, ya que ninguno puede entender la reacción de Harry. Después de perderlo todo, Harry se propondrá devolver cada una de las plumas.
En la Edad Media, muchos países europeos se vieron aniquilados por horribles epidemias de cólera y peste que diezmaron la población de ciudades enteras. Frank G. Slaughter ha resucitado este dantesco espectáculo en otro tiempo y en otras circunstancias: en 1965, la ciudad de Nueva York se ve asolada por una espantosa epidemia que se extiende rápidamente. A pesar de las precauciones, la epidemia prospera. Y serán necesarios los esfuerzos sobrehumanos del cuerpo médico, unidos a los de un valeroso alcalde dispuesto a atajar el mal por encima de todo, para que el éxito acompañe la incruenta lucha
Donde la ciudad cambia su nombre es la novela que obligó a la España del Desarrollo a descubrir que, de espaldas a la gran ciudad, existían otras pequeñas ciudades, los suburbios, pobladas de seres anónimos, desconocidos pero vivos, con nombres y apellidos o, mejor dicho, motes, que luchaban por encontrar su lugar en una sociedad que se afanaba por ignorar su existencia. Toda una galería de personajes reales, ciertos, pueblan las páginas de este libro que, aunque se desarrolla en un suburbio de Barcelona (las Casas Baratas de Can Tunis), refleja toda la España suburbial. El Perchas, el Redondo, Mosén Jorge, el Picha, el Borde, el Chorra, el doctor que lucha por mantener en marcha un exiguo dispensario, el Gata, el Gallardo, el Michurella… pueden ser hijos de cualquier suburbio español. Más de cien personajes que hacen de ésta una novela imprescindible y necesaria para reconocer y comprender la vida en la España de mediados del pasado siglo.
«La jungla de pizarra», la primera obra de Evan Hunter, es un vivo testimonio de los seres marginados de la sociedad norteamericana. La visión dramática y veraz de los barrios deprimidos de Nueva York, su interés por la delincuencia juvenil, por las bandas de adolescentes que se inician en el crimen, la droga o la prostitución, son para Hunter el eje principal de toda su obra narrativa.
Evan Hunter nació en Nueva York en 1926. Su primer libro La jungla de pizarra lo consagró como uno de los más interesantes escritores de nuestro siglo. El tono crudo y despiadado, así como las conductas conflictivas de sus personajes sitúan toda su obra en la mejor tradición del thriller americano.
En «Los jóvenes salvajes», Evan Hunter saca a la luz un problema candente en los Estados Unidos: el de la juventud sin aspiraciones, vacía, que pulula por los suburbios de las grandes ciudades. Acorazados en sus negras chaquetas de cuero, esos jóvenes salvajes pasean desafiantes, su odio contra todo, dispuestos a matar a la menor contingencia. Muchos ven colmadas sus ansias de sangre. Pero, ¿y sus familias? ¿Y la sociedad? ¿Cómo reaccionan ante su existencia? Evan Hunter analiza los ambientes miserables y viciados de Harlem y nos ofrece una pintura que respira veracidad.«Los jóvenes salvajes» fue llevada a la pantalla, con Burt Lancaster y Shelley Winters en los papeles estelares.
El libro negro, segunda parte de Gog fue escrita por Giovanni Papini durante la Italia de la posguerra. Es un desfile de entrevistas realizadas por el excéntrico millonario Gog tanto a personajes verídicos (Molotov, Picasso, Wright, Dalí, Hitler, Valéry, Huxley, Marconi, Lorca, Voronov) como a otros totalmente imaginarios: su trama es la exposición de problemas políticos, morales, sociales, psicológicos y teológicos, desarrollados con la perspicacia y la hondura del autor de la Historia de Cristo y de El Diablo. Papini, en su Advertencia preliminar, justifica el título de su obra, que guarda cierta relación con las páginas de Gog: «Le puse ese título, elegido exclusivamente por mí, porque las hojas del nuevo diario corresponden casi todas a una de las edades más negras de la historia humana, o sea a los años de la última guerra y del período posbélico». El genio inagotable del gran escritor italiano Giovanni Papini, que con su sola presencia llena casi medio siglo de la literatura europea, nos ofrece, con El libro negro, una muestra insuperable de su prodigioso talento, que sabe armonizar la más desenfrenada sátira con un lirismo conmovedor; el humor más hiriente con el diagnóstico exacto de los males de nuestra época.
Novela que presenta, mediante la técnica de prisma, narraciones convergentes para mostrar el ambiente madrileño de las modelos, el modisto y los dramas de las múltiples vidas.