En un lugar que hemos olvidado, en un tiempo antes del tiempo, la oscuridad quiso extenderse hasta los confines de la tierra. Los seres tranquilos que la habitaban temblaron cuando criaturas malignas cruzaron sus bosques, derribaron sus puertas y se irguieron en la ferocidad de la destrucción. La codicia desmedida y el engaño, el deseo de dominar y moldear a la naturaleza sin siquiera comprenderla amenazaron con romper el frágil equilibrio en el que el mundo se sostiene.
Hombres, enanos, mims, graks, lihils debieron luchar codo a codo en una guerra por sus vidas. Pero no estaban solos, fueron guiados por un sabio guerrero, uno de los doce guardianes, protagonistas de estas páginas, que cuentan la historia de la lucha por la libertad.
Los doce guardianes está escrito por un niño que, de adulto, decidió volcar en papel los juegos de su infancia. En estas páginas, afirma Carlos Cuñado Strelkov, «no solo estarán recorriendo las intrincadas idas y vueltas de la imaginación de un preadolescente, sino también muchas representaciones casi literales de la realidad que nos rodea como humanidad, con nuestras fortalezas y debilidades, con nuestra responsabilidad, como partes de un todo mucho más grande y de nuestro camino en la búsqueda del aprendizaje y del equilibrio armonioso».
«Cada familia tenía el mismo techo, al final de cuentas. Cada una tenía su desdicha tatuada en sus designios casi inscritos en los muros que los contenían. Los muros latían bajo sus pasiones atormentadas. Latían con la fuerza de los corazones muertos que su sed mezquina había aniquilado.
Cada familia tenía el mismo destino, pero no la misma suerte con el tiempo.
Y cada familia tenía un don producto de la naturaleza que los rodeaba hasta convertirlas en fieras de esa selva olvidada.
Tan fieras que se olvidaron de su humanidad.»
En Palo Blanco lo único certero es que las vidas de todas las familias que lo habitan llegarán a un súbito final. Morirá la mujer que vomita alacranes, la viuda que mata a los hombres al besarlos, la matriarca de las visiones oscuras y la dama que perdió a su hijo en extrañas circunstancias bajo la amenaza de un gavilán.
Todo llegará a un final…
De no ser por las esperanzas que un ser pálido encontrado en una cueva le da a Irina. De no ser por los poderes que los cuervos le confieren a Yesenia, su hermana. Y de no ser, posiblemente, por los dones ancestrales que una nahuala le cede al varón de una familia atormentada. Pero ¿se puede salvar un pueblo cuando los dolores de una casa tienen asidos por las entrañas a sus habitantes?
En un pueblo olvidado, la magia puede visitar a cada ser, incluso si esa magia los mata a su paso entre sus pasiones, duelos y rencores.
950,000 a. de C., otra amenaza cósmica para la tierra. El futuro de la humanidad debe salvarse. Un amor con un millón de años de distancia... Una aventura que tienes que vivir:
Frederik, un Joven del siglo XIX, encuentra un extraño objeto durante unas excavaciones y es transportado misteriosamente a una antigua civilización en el 950,000 a. de C. Allí encuentra a Huella, una joven mujer que ha nacido para cambiar el destino de su pueblo. Ella tendrá que luchar para ser aceptada como la legitima sucesora de su padre y el muchacho luchará para regresar a su tiempo. Juntos emprenden un largo y difícil camino para cumplir sus destinos enlazados inevitablemente.
Más relevante que nunca, este libro de Andreu Martín, que llegó a valerle el Premio Edebé de Literatura Juvenil en 1995, supone una reflexión sobre el colonialismo, el triunfalismo de conceptos como Hispanidad y la opresión a los pueblos
Diego Velarde, un joven de apenas catorce años, cambió toda su vida al saltar la valla de una casa que creía abandonada. Mientras tanto el general Eisenhower, por entonces presidente de Estados Unidos, aterrizaba en España y rompía el bloqueo internacional del Régimen. Franco le recibía junto a las escalerillas. No lejos del aeropuerto, alguien intentaba dar un giro a la historia.
Los días de Eisenhower es el relato de un descubrimiento, de ese camino hacia nosotros mismos que todos debemos recorrer. Diego conocerá que su padre, un hombre a quien nunca había valorado, guardó secretos heroicos. También sabrá lo mal que se olvidan los primeros besos. Y entenderá la importancia de hablar sin miedo y vivir en libertad.
«La desmemoria y el olvido crecen si la palabra se rinde»: Manuel Rico ha escrito una novela excepcional sobre el pasado reciente.
Una historia de Argentina... cuando no era Argentina.
El primer libro de historia de Eduardo Sacheri.
Querido lector:
Te preguntarás por qué me pongo a escribir un libro de Historia cuando todos los míos anteriores son ficciones, es decir, historias inventadas.
Y es que antes de empezar a escribir ficción estudié Historia. Obtuve mis títulos de profesor y de licenciado y me dediqué durante muchos años a enseñar en la universidad y en escuelas secundarias. De hecho, sigo enseñando. ¿Por qué, además, quise escribir un libro?
En las últimas décadas la investigación histórica se ha renovado mucho en la Argentina, con preguntas nuevas y aproximaciones mucho más ricas y diversas que antes. Y sin embargo esos trabajos no han conseguido, en general, abrirse paso en el sentido común más o menos compartido por la sociedad. Al contrario: siguen muy vigentes, en esa "agenda pública", discursos históricos moralizadores, que no se proponen comprender sino juzgar y que simplifican nuestra perspectiva con anacronismos y visiones épicas que dificultan nuestra posibilidad de entender ese pasado colectivo.
Por eso es importante que los que enseñamos Historia hagamos lo posible por facilitar el encuentro entre el trabajo académico más serio y actualizado y la sociedad a la que ese trabajo está destinado. Creo que esa es una de las principales funciones de quienes nos dedicamos a la docencia.
En Los días de la Revolución , mi primer libro de Historia, vas a encontrarte con una posible explicación del proceso revolucionario que sacude y derrumba el Virreinato del Río de la Plata entre 1806 y 1820.
La Argentina no "nace" automáticamente de ese proceso. Al contrario: es producto de una larga, accidentada y compleja evolución. Pero es cierto que algunas de las claves de esa construcción hunden sus raíces en esos tiempos revolucionarios, en esas personas, en esas circunstancias y en esas peripecias. Y aquellos años de principios del siglo XIX, cuando el Imperio Español estalla en pedazos, habitan también en nosotros, en lo que somos en el siglo XXI. Este libro es una invitación a explorar juntos esos vestigios cargados de significado.
Eduardo Sacheri
LOS DÍAS DE LA VIOLENCIA (1820-1852) Querido lector: En 2022 publiqué Los días de la Revolución, buscando indagar en la etapa revolucionaria del Río de la Plata a principios del siglo XIX. Este nuevo volumen viene a ser la continuación de ése. Los dos libros, y los que planeo agregar en el futuro, están concebidos como una clase de Historia, o como un conjunto de clases, que te permitan conocer y comprender mejor el proceso histórico que condujo a la formación de la Argentina a lo largo del siglo XIX. El arco temporal de este libro recorre el lapso comprendido entre dos batallas: la de Cepeda en 1820 y la de Caseros en 1852. En ambas ocasiones se derrumban grandes estructuras políticas: el Directorio y la Liga de los Pueblos Libres en Cepeda y la Confederación Argentina liderada por la Buenos Aires de Juan Manuel de Rosas en Caseros. Te propongo analizar juntos estas tres décadas de una Argentina "en formación", porque en la primera mitad del siglo XIX ese país todavía no existe del todo. Ni en 1820, aunque se vayan delineando algunos de sus aspectos, ni tampoco en 1852, aunque sus elementos constitutivos sean cada vez más claros y visibles. Elegí como título Los días de la violencia porque entre 1820 y 1852 la violencia de los enfrentamientos políticos alcanza niveles desconocidos antes, y muy poco frecuentes después. Los fusilamientos, el degüello de prisioneros, la ejecución de opositores, la exhibición de cadáveres se vuelven asiduos y se naturalizan como parte del paisaje de la lucha política. Como si la violencia desatada por el ciclo revolucionario descendiera ahora unos cuantos peldaños hacia lo más oscuro de la brutalidad humana. Ojalá te entusiasme este viaje. Eso sí, no esperes encontrar en estas páginas un relato cargado de épica que ensalce personajes del pasado o justifique proyectos políticos del presente. Tampoco encontrarás una invitación para agrupar a los actores históricos en buenos y malos, leales y traidores, patriotas y vendidos. Me parece más útil partir de otro principio: que cada sociedad, cada tiempo, merecen ser comprendidos antes que juzgados.
Juana intenta recordar cómo comenzó todo, pero le resulta imposible fijar el momento en que todas dejaron de ser niñas para convertirse en rivales sometidas a dos bandos: el de Patricia y el de las invisibles. Las relaciones se fueron transformando en un mercado de valores sometido a una peculiar Bolsa de cotización donde algunos ni siquiera cotizaban y otros, sobre todo otras, se habían adueñado de los mejores puestos. Patricia reina en ese mercado sin discusión. Y todos los chicos desean conquistar a Patricia.