Un erroriano es llevado a un mundo desconocido de una manera muy particular. Este mundo es llamado: Lamornah, antiguamente conocido como: Vlania. Allí, el improvisado viajero, se encontrará con una de las tantas razas de formidables criaturas que habitan en los reinos de este mundo; con las que vivirá una serie de experiencias y vicisitudes que tejerán la intrincada travesía hacia su destino. Objetos mágicos, criaturas con habilidades sorprendentes, parajes asombrosos, maravillas inexplicables y los enigmas del pasado, hacen parte del ambiente cotidiano del mundo de Lamornah.
Acontecimientos inesperados se están presentando en los reinos de Lamornah. Un viajero relata todos los obstáculos que ha tenido que superar en su larga jornada para avanzar camino hacia su destino. Una complicada travesía por tierras peligrosas con acechantes criaturas que poseen habilidades asombrosas. Revelaciones por descubrir. Un libro, El Temporum, El Maximum Cristalle, La Armadura de Scarliack y otros tantos objetos maravillosos harán que se entienda el complejo panorama de un refugio inesperado.
Estoy persuadido de que se pueden escribir cinco líneas, y no más, que destruirían la civilización". La frase pertenece al prestigioso astrofísico británico Fred Hoyle, considerado uno de los grandes herejes de la ciencia contemporánea. Tal vez se refería a una inquietante derivada de nuestra Historia: desde que las primeras civilizaciones accedieron a la cultura escrita plasmaron sus creencias, ideas y saberes, en millones de textos. Pero, asimismo, la historia de la prohibición, persecución y destrucción de la palabra escrita se remonta a los primeros textos grabados en Mesopotamia sobre tablillas de arcilla hace cinco mil años.
Con el incendio de la gran Biblioteca de Alejandría se perdieron para siempre conocimientos fundamentales de nuestra Historia, así como descubrimientos que podrían haber cambiado el destino de la Humanidad.
En muchos casos nos queda la huella y la leyenda de esos libros portentosos, como el Libro de Thot, atribuido a Hermes Trismegisto, a quien se vinculan los secretos fundacionales de la civilización egipcia. Sucede algo semejante con las Estancias de Dzyan, cuya divulgación le costó la vida a Madame Blavatsky, la fundadora de la Sociedad Teosófica, con el inquietante tratado de Estaganografía del Abad Tritemio, o con el Estudio de los Mahatmas de Saint-Yves d’Aveydre.
En su célebre estudio Los Libros Prohibidos el escritor francés Jacques Bergier sugiere la existencia de una hermandad ancestral, a la que llama los Hombres de Negro, conjurada en el propósito de impedir la difusión demasiado rápida y extensa de conocimientos que podrían cambiar nuestra concepción del hombre y mundo.
Hemos citado algunos de estos apasionantes libros malditos. Otros permanecen encriptados en su misterio, como el Manuscrito Voynich, un texto tan misterioso como inclasificable, que todavía nadie ha acertado a descifrar.
Continuando la serie Grandes enigmas en pequeño formato, Álvaro Bermejo nos propone un recorrido a través del fuego por el Laberinto de las Bibliotecas Perdidas.
Sheepard, viudo, trabajador social y padre de un niño de diez años, se empeña en la tutela de Rufus Johnson, un adolescente inadaptado salido del reformatorio que no duda en afirmar que Satán lo tiene en su poder.
El esfuerzo de Sheppard por reformar al chico y las grandes expectativas y buenas intenciones que pone en él acabarán por empujarlo hacia el despertar de una cruda realidad.
Tala ha crecido en una manada donde siempre fue despreciada.
Nunca tuvo amistades y su gente la veía como un ser inferior porque nunca consiguió ser una loba completa.
El día en que Ethan entra a su vida, creyó que podría entenderla porque su lobo tampoco había despertado.
Se enamoró de él sin remedio y, por un corto periodo de tiempo, pensó que él sentía lo mismo.
En realidad nunca fue así, se percató de ello cuando la rechazó de la peor forma y eligió a otra mujer como su compañera.
Su mayor error fue enamorarse, ¿quién querría a una loba incompleta y para colmo desfigurada?
Cansada de tantos rechazos, una noche decide comenzar de cero y huye de la manada sin despedirse de nadie. Lo que no sabe es que al hacerlo, está cometiendo el peor error de su vida.
Ethan enloquece cuando descubre que su compañera ha desaparecido y más cuando se entera de que está en grave peligro.
Sabe que lo estropeó todo y que la perdió, pero eso no impedirá que la rescate, la lleve de vuelta al lugar que pertenece
y luche para ser perdonado.
Ella es todo para él y se marchó sin que pudiera decírselo, pero eso tendrá solución porque la buscará sin descanso.
Lo que no espera es que, al volver a verla, ella estará acompañada del alfa de la manada, fingirá no conocerlo y negará ser su compañera.
¿Podrá Ethan recuperar la confianza de la mujer que ama y ganar su perdón?
Sus vidas dependen de ello y el enemigo al que se enfrentan podrá a prueba su amor.
David comienza a escribir su biografía y cuenta cosas sobre su familia, sus amigos, su colegio... Habla de Roberto, su mejor amigo, bastante callado, pero que conoce datos curiosísimos y que tiene un loro burlón como mascota llamado Plinio el Viejo; de Fernando Sanmartín, que pretendía regalar a un compañero de clase un dragón de komodo como mascota; de Chandani, la niña de origen pakistaní y campeona de esgrima; de Guillermoprieto, que vio al fantasma de su abuelo... Un montón de historias divertidas, y alguna un poco triste.
«Los oscuros raptaron a mi amigo, mi única familia, y no me rendiré hasta encontrarlo».
Tras el secuestro de su mejor amigo, Lidia hará todo lo posible por encontrarlo y se verá envuelta en una aventura llena de magia.
Sam, el mejor amigo de Lidia, desaparece en extrañas circunstancias. Como nadie piensa ayudarla, la chica decide rescatar a su amigo ella sola. Lidia lo buscará por un mundo lleno de magia que no está viviendo sus mejores momentos. Hay una amenaza de la que no se habla: los magos oscuros, quienes están sembrando el terror sin que nadie les plante cara. Pero Lidia hará todo lo posible por descubrir dónde está Sam, aunque eso signifique meterse en la boca del lobo.