Antonio García Gutiérrez escribe, a lo largo de su carrera literaria, más de sesenta piezas distintas, entre sus obras dramáticas y poéticas, aunque le bastó una sola obra: «El Trovador», para mantener su nombre con letras de oro en la historia de la literatura española.Se trata de una obra de ruptura con el teatro anterior en la que se reconoce la esencia del drama romántico. Se representó por primera vez en el Teatro del Príncipe de Madrid la noche del 1 de mayo de 1836, y su éxito, el más aplaudido y aclamado en la historia del teatro español según algunos, supuso todo un triunfo para el drama romántico que, desde años atrás, venía abriéndose camino en los escenarios españoles. No cabe duda que el inmenso éxito que obtuvo «El Trovador »en su estreno fue en alguna medida la consecuencia de una favorable coyuntura social e histórica. Aparece en la escena española en el instante oportuno, preparado de antemano por otros escritores y otras obras. Pero el éxito no habría sido posible del todo sin que la obra fuese, de por sí, tan extraordinaria como la calificó la crítica, y muy especialmente el gran Mariano José de Larra. Al día siguiente del estreno de «El Trovador» no se hablaba en Madrid de otra cosa que del «drama caballeresco». El éxito fue total, no solo en lo teatral, sino en lo literario; la primera edición impresa de la obra se agotó en dos semanas. Cuentan que la mismísima Reina Gobernadora, María Cristina de Borbón, asistió a una representación, tras la cual mandó llamar al autor a su palco. Expresándole su entusiasmo, le concedió que pidiese una merced. García Gutiérrez «…le pidió el "canutillo"», que así se llamaba entonces a la licencia del servicio militar, por el tubo donde se encerraba el documento. En pocos días el gobierno de Mendizábal concedió tal licencia y el escritor, abandonando el ejército, se entregó a la producción teatral. Con ello, aquel joven que llegó desde Chiclana hasta la Corte con la maleta cargada de sueños empezaba una nueva vida llena de éxitos. Es un drama en prosa y verso, algo deudor del «Macías» de Larra, y tiene por asunto la venganza de la gitana Azucena, que deja morir al trovador Manrique a manos del Conde de Luna. Salvo ella, todos ignoran que éstos son hermanos, ambos enfrentados políticamente y aspirantes a la mano de Leonor, quien ama verdaderamente a Manrique y termina envenenándose. La pieza, pues, como señala atinadamente Larra en su crítica de la misma, posee dos acciones estrechamente interconectadas, la derivada de la historia de amor y la relacionada con la venganza. Se halla ambientada en el Aragón del siglo XV y su acción se desarrolla fundamentalmente en el palacio de la Aljafería de Zaragoza. Su éxito motivó una refundición en verso (1851) de su propio autor.La repercusión de esta obra fue enorme fuera de España, especialmente en Italia, donde Giuseppe Verdi, que atravesaba por entonces una etapa de gran inspiración, da forma a su ópera «Il Trovatore» en 1853, con libreto de Salvatore Cammarano, creando para ella su aria «Di quella pira», una de las partituras más logradas de su autor.La vigencia de «El trovador» en el mundo contemporáneo y la clave de su éxito en la ópera de Verdi se encuentran en los temas universales propuestos en el apasionado drama romántico y arreglados bajo una extraordinaria composición musical: el conflicto entre la superstición y la religión, los prejuicios y la intolerancia, la hipocresía y las apariencias, las guerras civiles y los problemas familiares, todos ellos válidos todavía a principios del siglo XXI.
Tras la pérdida de su hijo, un aburrido escritor de guías de viaje para hombres de negocios se sumerge en una crisis de tristeza y melancolía que desemboca en la ruptura de su matrimonio. Justo entonces, conoce a una adiestradora de perros dicharachera y jovial, y con ella entabla una relación que lo llevará a recuperar el optimismo y las ganas de vivir en un mundo que ahora, tras tantos golpes y sinsabores, parece ofrecerle una segunda oportunidad. Con su estilo único y sensibilidad inconfundible, Anne Tyler (Pulitzer 1989) nos brinda una intensa historia ganadora del National Book Critics Circle Award en 1986, y que dio origen y título a la aclamada película protagonizada por Geena Davis y William Hurt en 1988.
El dramaturgo, en una opción estética e ideológica radical, descarta la solución cómoda de que la justicia militar castigue a Garcés como autor de un asesinato, lo que salvaría la responsabilidad de las tropas de castigo. En un desenlace desengañado, apoyado por la coincidencia de Lope de Figueroa, personaje común aquí y en El alcalde de Zalamea, son Pedro Crespo y Álvaro Tuzaní los que implantan su justicia personal, ante la evidencia de que la justicia militar es un contrasentido, una vez expuesta la conducta de las tropas dedicadas al saqueo y al pillaje.
Con estos antecedentes no es de extrañar que El Tuzaní de la Alpujarra hubiera sido sutilmente retirada del canon representable de Calderón, que los censores dieciochescos organizaron con la vista puesta en el Bien Común del súbdito. Tampoco es de extrañar que los pseudointelectuales de los distintos regímenes dictatoriales de la Península hayan renunciado a enfrentarse a los contenidos de esta obra y al replanteamiento de lo que su estética y su ideología suponen para la historia del teatro hispánico y del pensamiento crítico. Es comprensible que un Menéndez y Pelayo, muy poco afín a Calderón, se sintiera incómodo con obras como ésta, que sólo muy recientemente han sido rescatadas en toda su complejidad crítica por estudiosos como José Alcalá-Zamora.
Una casa de campo en Rusia. Cuatro hombres y cuatro mujeres en plena madurez, llenos de deseos y pasiones cruzadas, toman conciencia de que el destino de sus vidas comienza a escapárseles. Quizás pudieran soñar con otras formas de vivir más felices, quizás deban decidir, simplemente, entre negar la realidad o tener el valor de afrontarla…
Cuando Marian Taylor acepta un empleo de institutriz en el castillo de Gaze y llega a ese remoto lugar situado en medio de un paisaje terriblemente hermoso y desolado, no imagina que allí encontrará un mundo en que el misterio y lo sobrenatural parecen precipitar una atmósfera de catástrofe que envuelve la extraña mansión, y nimba con una luz de irrealidad las figuras del drama que en ella se está representando. Hannah, una criatura pura y fascinante, es el personaje principal de ese pequeño círculo de familiares y sirvientes que se mueven en torno a ella como guiados hacia un desenlace imprevisible. Pero Marian no puede saber si ese divino ser es en realidad una víctima inocente o si estará expiando algún antiguo crimen.
El vagabundo de las estrellas es la última novela que escribió Jack London. Es una feroz crítica de la tortura y de la pena de muerte, y una metáfora del placer emancipador de la lectura.Convicto por asesinato en la cárcel de San Quintín, Darrell Standing es sometido al castigo adicional de verse inmovilizado en una terrible camisa de fuerza. El tormento físico le dará acceso a otro plano de existencia en el cual puede recorrer sus vidas pasadas. La historia se desarrolla en 1913 y la novela es tan actual que no podemos sino estremecernos al leer uno de sus últimos párrafos: «He oído que Europa está en crisis desde hace dos años, y que hubo despidos masivos, y que ahora les llega el turno a los Estados Unidos. Eso significa que pronto puede haber una crisis económica, tal vez un ataque de pánico financiero, y que habrá más parados el próximo invierno, y que las colas del pan serán largas...».Por todo ello esta novela, formada por los relatos de las diferentes vidas de su protagonista, es un homenaje a la imaginación y a su enorme poder de evasión.
«El Vagabundo de las Estrellas» se basa en las memorias de Darrell Standing, un profesor de agronomía de la Universidad de California condenado a muerte por el asesinato de un colega académico. La obra es una descripción del sistema penitenciario de California y pretende mostrar la resistencia del hombre ante el sufrimiento, resaltando el poder del espíritu respecto a la carne (lo que no deja de ser contradictorio con el marxismo y materialismo declarados que profesaba London). Es una de sus novelas más personales, escrita como autoterapia para sobreponerse a las desgracias sufridas. Es uno de los libros más apasionados de London. Brillantemente escrito y hábilmente tramado, tiene una prosa llena de energía y empatía con el sufrimiento de los presos y los lazos de camaradería que se crean entre ellos. El libro oscila entre la brutalidad y la belleza, entre la horrible pesadilla de la camisa de fuerza y el aislamiento del calabozo y los vívidos y brillantes sueños de otros tiempos. Por cierto, como curiosidad, aunque no se menciona a London por ninguna parte, la idea del libro fue fusilada en la película «The Jacket» (2005), dirigida por John Maybury y protagonizada por Adrien Brody y Keira Knightley.
Carlos Sánchez, un hombre viudo y jubilado, ve su apacible vida interrumpida por una serie de encuentros casuales que lo llevarán a vivir una inesperada y fascinante aventura. Su interés por la historia, la teología y la ciencia lo llevan a conocer a Ismael Fernández, un poderoso y enigmático hombre de negocios que le heredará sus riquezas y un misterio más allá del entendimiento humano. Misticismo, religión y ciencia ficción se entremezclan con exóticas aventuras, conflictos internacionales y civilizaciones perdidas. El mito del ángel caído y las teorías extraterrestres del origen de la raza humana son parte de una historia contemporánea de suspenso que confirma a Correa como un autor adelantado a su tiempo.
«El valle del Issa ha estado siempre habitado por una ingente cantidad de demonios». Así empieza una de las descripciones que hace el narrador del entorno en que vive Tomás, el niño lituano que protagoniza esta historia. Al igual que Milosz, Tomás habita un mundo donde todavía no han llegado los ritos religiosos tradicionales, y un tiempo, a principios de nuestro siglo, en que la naturaleza producía un éxtasis pagano y un horror maniqueo. La historia de «El valle del Issa» también está poblada por la imaginería propia de un poeta, y por innumerables anécdotas que, sin dejar de remitirnos a referencias autobiográficas, están lejos de ser comunes y corrientes.
Tres mujeres jóvenes ascienden con dificultad la cuesta que lleva al éxito y a la riqueza. Pero el precio que deberán pagar será desmesurado por algo tan efímero, sacrificarán incluso el alma amén de su propia personalidad. Entremos en ese universo de Broadway, los clanes cinematográficos de Hollywood, la vida noctámbula de Nueva York y de París. Conoceremos a las mujeres que pueblan ese mundo y a los hombres a quienes aman y destruyen. Anne Welles, la fría beldad de Nueva Inglaterra, que abandona a su familia, desesperada por el ambiente de falso puritanismo sin horizontes de su pueblo, y que al final descubre el gran amor de su vida; Neely O’hara, la deliciosa chiquilla del teatro de variedades, que termina siendo estrella… y se convierte en un monstruo; Jennifer North, rubia deidad que sobrevive a todos los atentados y ultrajes… a excepción del último. Personajes esplendorosos, e increíblemente reales que alcanzan la cumbre del éxito sólo para hallarse aprisionados en el “valle de las muñecas”.
1912, Shanghái. Violet es la hija adolescente de Lulu, la propietaria de una casa de cortesanas de lujo. Ambas mujeres serán víctimas de un engaño que las separará, llevando a Lulu de vuelta a San Francisco y convirtiendo a Violet en cortesana. Años después, Violet será también separada de su hija Flora, y así las tres mujeres comparten un destino que las lleva a confrontar sus pasados, a compartir secretos y deseos y a profundizar en la compleja relación entre madres e hijas. Amy Tan nos sumerge en un mundo rico, complejo y fascinante a través de tres generaciones de mujeres en lucha contra su destino.
Londres, 1884. Érase una vez cuatro Sangre Negra muy poderosos. Uno murió. Otro fue encarcelado. Dos se convirtieron en leyendas. Esta es parte de su historia. De todo lo que los unió y de cómo acabaron hechos pedazos.
Escrita como continuación de El velo de Verónica dieciocho años después, La corona de los ángeles es la historia de un amor humano cuyos ecos y resonancias los encontramos en el amor divino. El dilema de Enzio y Verónica simboliza la lucha entre el reino de Dios y las fuerzas del mal. Sólo un amor tan grande como el de Verónica, lleno de sacrificio heroico, logrará salvar a Enzio del espíritu del mal que le domina.
Dos mujeres jóvenes narran el regreso a la vieja mansión en la que vivieron durante su infancia y su adolescencia: son Airam, la hija de la mucama, y Maciel, una de las gemelas de los Pereira O. Reencontrarse para desarmar la casa familiar las enfrenta no solo a las sombras que habitan en paredes y objetos sino a los fantasmas de su propia memoria.
El vendedor de escobas cuenta varias historias, todas signadas por la soledad: las de Airam reflejan la lucha por salir de un mundo de necesidades y de extrema resignación; las de Maciel patentizan la hipocresía y la frivolidad. Claudia Amengual, avezada narradora, coloca sus voces en contrapunto para cuestionar dónde se define la verdadera fuerza que impulsa nuestras vidas: si a partir de lo que recibimos sin elegir o del libre ejercicio de nuestra voluntad.
Hay veces que el tiempo se paraliza, que el miedo te abraza y te dan ganas de terminar con todo. Pero una pequeña chispa prende el fuego de la supervivencia en tu interior y las llamas te gritan con su calor que no te rindas, que luches. Estás cansado, pero no puedes rendirte. Sientes que la pesadilla jamás terminará y, por desgracia, estás en lo cierto. Mientras vivas, la pesadilla no terminará. "Una emotiva historia de supervivencia...
El verano de la lluvia es la historia de una búsqueda y de diferentes encuentros. Su protagonista, Soledad, vive en la cárcel que una madre maltratadora y opresiva ha tejido a su alrededor. La muerte de su progenitora y el descubrimiento de un gran secreto suponen el punto de inflexión que la saca del abismo de su triste vida. Es entonces cuando emprende un viaje que la llevará a reencontrarse con su familia perdida y reconciliarse consigo misma.
España en la posguerra. Carlos, un hombre de mediana edad al que acompañan su padre, su hijo, una prima jovencita, otra prima, su novia y un amigo forman la compañía de teatro Iniesta-Galván, que viaja por los pueblos de Castilla la Mancha ofreciendo lo mejor de sus actuaciones. Con el trabajo se entremezclan conflictos, surgen amores y desamores, dolorosas separaciones y encuentros felices, todo ello con el telón de fondo de los problemas económicos y el hambre, pero también con la posibilidad, escasa pero no nula, de realizar el sueño de alcanzar el triunfo.La aparición del cine y la incipiente modernización de España constituyen el marco histórico de El viaje a ninguna parte, que nos habla del ocaso del teatro ambulante en la España rural de principios de los años cincuenta.El viaje a ninguna parte empezó como radionovela, en 65 capítulos, de entre 15 y 20 minutos, que comenzaron a emitirse en Radio Nacional de España el 3 de Octubre de 1983. Fue, seguramente el canto del cisne de este género, ya que a partir de entonces, la radio, como ficción, dejó de funcionar.En 1986 se estrenó la adaptación al cine, dirigida por el propio Fernán-Gómez y protagonizada por José Sacristán, Laura del Sol, Juan Diego, María Luisa Ponte y Gabino Diego. La película tuvo un grán éxito comercial y de crítica, y obtuvo 3 premios Goya.
Con solo dieciséis años, la prisionera judía Cilka Klein fue convertida en la concubina de uno de los comandantes de Auschwitz-Birkenau. Se salvó de morir de hambre, enfermedad o en las cámaras de gas, pero, tras la liberación, fue acusada de colaboradora y espía ante la NKVD, la brutal policía secreta soviética. Y así, por segunda vez en tres años, Cilka se encuentra de nuevo hacinada en un tren de ganado que la transportará a Vorkuta, el gulag de Siberia situado a noventa y nueve millas del Círculo en el que deberá cumplir con más de diez años de condena de trabajos forzados. Por fortuna, Cilka consigue convertirse en ayudante en la enfermería del gulag y allí conocerá a Ivan Kovac, convaleciente a causa del maltrato y la desnutrición, y poco a poco se enamoran. Cilka descubrirá su capacidad humana para el amor, la generosidad y la supervivencia, y logrará mantener viva la esperanza en este terrible y desolado lugar.
«Se acabó ya eso de la búsqueda del sentido», declara el protagonista de El viaje oculto en las primeras páginas. En una época de ritmo acelerado, ruido y atolondrada búsqueda de identidades y objetivos, Fernando Luis Chivite ha instalado a sus personajes en la calma, el silencio y la desesperanza. No sería apropiado decir que caminan contracorriente sino que con sus experiencias descubren el itinerario que casualmente los lleva en sentido contrario a la corriente del río, aguas arriba. Un hombre que ha perdido traumáticamente a su familia, enfermo y con reputación de loco, Levana, la sabia cuidadora inmigrante, y el joven y enigmático Iker componen este trío de vidas hechas pedazos, abandonadas en el límite del mundo, «el valle de las nieblas perpetuas», conformando un retrato de grupo variado y sólo aparentemente absurdo. «Mi casa está ahí en la niebla. Esa es mi patria», dice el protagonista.Con un estilo empedrado de sutiles observaciones, dudas inteligentes y reiteraciones líricas, que mantiene con pulso firme el peso de la novela, el autor va extrayendo de los personajes su vida oculta y exponiéndola a los ojos del lector, porque todo el mundo, como dice Levana, tiene «una que puede permanecer al acecho durante años esperando hacerse realidad algún día. Aunque la mayoría de los hombres acaban olvidándola o renunciando a ella».
Un viajero enigmático. Una ciudad en forma de laberinto de la que parece imposible salir. Cuando el viajero está a punto de marcharse, un insólito personaje lo detiene, cambiando para siempre su destino. Lo demás será amor y literatura: un amor memorable, que agitará por igual camas y libros; y un mundo imaginario que condensará, a pequeña escala, los conflictos de la Europa moderna. El viajero del siglo nos propone un ambicioso experimento literario: leer el siglo XIX con la mirada del XXI. Un diálogo entre la gran novela clásica y las narrativas de vanguardia. Un puente entre la historia y los debates de nuestro presente global: la extranjería, el multiculturalismo y los nacionalismos, la emancipación de la mujer.