Divulgación, Historia, Arte, Comunicación, Memorias
En Estrellas del pasado espiaremos a San Martín en una fiesta pidiendo a una cotorrona para bailar, a Belgrano conduciendo a trescientos hombres lejos del infierno de Vilcapugio, a Sarmiento calzándose una peluca, a Rosas como un padre celoso de su hija, a Mitre haciendo de gasista en su barrio, a Fangio y a Victoria Ocampo aprendiendo a manejar, a Brown vestido con la bandera argentina, a Gardel víctima de punguistas, a Marcelo T. de Alvear haciendo bromas por teléfono, al general Paz fabricando un aparato ridículo y también conoceremos al ET argentino. Con anécdotas compiladas a través de una ardua investigación de cartas, memorias, biografías, expedientes, partes de batalla, tradiciones orales y periódicos, Daniel Balmaceda descubre hechos desconocidos de nuestra historia. En este nuevo libro, uno de los divulgadores más leídos del país nos invita a viajar al pasado para conocer a los personajes que forjaron nuestra identidad y entender de dónde venimos y por qué somos como somos.
El libro es impecable formalmente. Se ven las notas con facilidad, que además son oportunas. El autor nos da los distintos puntos de vista, documentados, de los protagonistas del desastre de los Gelves. Es tristísima tanta inutilidad, teniendo el precedente de pocas décadas antes, con españoles degollados a mansalva porque se morían de sed. Hoy en día vamos de turismo a esa isla tunecina, tan agradable. El segundo trabajo, sobre Antonio Pérez, es interesante igualmente, con el atractivo añadido de las cartas.
A lo largo de su vida, Eugenio d’Ors fue nacionalista catalán, sindicalista, monárquico y, finalmente, falangista. También fue un intelectual extraordinario y uno de los autores más influyentes de la España de la primera mitad del siglo XX. Admirable desde un punto de vista cultural e incómodo desde una perspectiva política, es inevitable que d’Ors haya sido defendido muchas veces y condenado al olvido muchas más. Una figura tan relevante, compleja y llena de contrastes necesitaba una biografía que examinara unitariamente todas sus facetas. De un modo exhaustivo y nada complaciente, Eugenio d’Ors (1881-1954) saca a la luz al pensador brillante, al ideólogo arrollador, al escritor original y al hombre políticamente cambiante, para reivindicar su verdadera importancia en el contexto catalán, español y europeo del pasado siglo.
Chris Wickham, profesor de la Universidad de Oxford y uno de los gurús más destacados del medievalismo actual, nos ofrece una nueva visión del milenio que trascurrió entre la crisis del Imperio romano y la aparición de la Reforma protestante. Una interpretación que sigue el desarrollo de los grandes cambios: las reformas de Carlomagno, la expansión del Cristianismo, la revolución feudal, la pugna de las herejías, el fracaso del Imperio bizantino, la reconstrucción de los estados en la Baja Edad Media, la devastación de la peste negra… Y donde los acontecimientos políticos, la evolución económica y las corrientes culturales se combinan para dar sentido a estos cambios y mostrarnos la forma en que incidieron en las vidas de los europeos. Wickham va en este libro más allá de la síntesis de los conocimientos actuales, para ofrecernos una nueva interpretación que combate los tópicos establecidos y nos propone una nueva valoración de la Edad Media.
Siete meses después de la muerte de Evita, en La Plata, provincia de Buenos Aires, nació Cristina Fernández. A partir de entonces, la historia de ambas mujeres se entrecruza con sus similitudes y diferencias, tanto en lo doméstico como en la construcción de sus figuras públicas. Eva y Cristina es el primer libro que hace una lectura historiográfica de las dos mujeres más poderosas, populares y emblemáticas de la política argentina, surgidas al calor del peronismo. Eva Duarte y Cristina Fernández se acercan hasta la mímesis, se alejan en otros tramos biográficos, se oponen como imágenes ante el espejo. Oradoras apasionadas, con una femineidad cuidada hasta el detalle, no han eludido el compromiso aun frente al embate del dolor: Eva, con su enfermedad y Cristina, con su viudez. La primera es historia y leyenda. La segunda es historia y presente. Con lo que ya se ha escrito sobre ellas, con lo que ya se sabe, con el rumor, con las versiones, con la confesión, con los discursos militantes y políticos, Araceli Bellotta construye un libro único por la dimensión de sus protagonistas y también por la perspectiva que asume como autora.
Eva Perón es, sin duda, uno de los mayores íconos contemporáneos y un personaje fundamental de la historia argentina. Evita. Jirones de su vida, la primera biografía de Felipe Pigna, la presenta en toda su complejidad, desde su infancia hasta su transformación en una de las personalidades de mayor trascendencia política, incluso después de su muerte, cuando se la convirtió en objeto del rencor de sus enemigos y en bandera de sus seguidores. Con abundante documentación y testimonios, Felipe Pigna recorre la vida de “la mujer más amada y más odiada de la Argentina”, las verdades, leyendas, mitos, amores y odios que se tejieron alrededor de su controvertida figura en las múltiples facetas públicas y privadas. La dimensión del mito que se inició con su temprana y trágica muerte sólo puede compararse, por su alcance mundial, a la del Che Guevara. Las polémicas que aún despierta, a sesenta años de su fallecimiento, son una muestra más de la profunda huella que dejó quien había pedido que se la recordara como a esa mujer a la que el pueblo llamaba cariñosamente Evita. El momento de la historia argentina narrado aquí es clave para comprender en profundidad los años del surgimiento y la consolidación del peronismo, los que siguieron a su caída y su larga proscripción, y los que hoy vivimos.
Un divertido catálogo de los personajes más disparatados que ha dado la historia de Inglaterra.
Poeta, ensayista, novelista, excéntrica, icono cultural de los años veinte, Edith Sitwell fue también una de las escritoras más originales y fascinantes del siglo XX.
En Excéntricos ingleses, uno de sus libros más reconocidos, Sitwell recoge a viajeros, eruditos, científicos, hombres de letras, ermitaños, místicos y otros personajes disparatados de la nobleza inglesa, desde el anfibio lord Rokeby, que vivía en su bañera, hasta Waterton, que se paseaba por su finca a lomos de un cocodrilo.
El resultado es un ejemplo de la más pura excentricidad insular; una obra maestra repleta de humor e ironía.
El Mediterráneo es uno de los escenarios clave sobre los que se construye la hegemonía hispánica, enfrentada de forma permanente con el imperio turco. Y hacia él dirige su interés. Estudia el asombroso precedente de principios del siglo XIV: una expedición compuesta por los temidos almogávares, es enviada por los reyes de Aragón y de Sicilia en apoyo del declinante imperio griego de Bizancio. Lograrán contener a los turcos en la península de Anatolia, pero pronto demostrarán ser más peligrosos y dañinos para la población griega a la que supuestamente protegen. El intento de descabezarlos por parte del emperador conducirá a la atroz venganza catalana, una vorágine de saqueos, batallas y matanzas indiscrimanadas. Tras establecerse en la estratégica Galípoli, la locura irá a más: se aliarán con los turcos, se enfrentarán a muerte diversos sectores de la expedición, hasta su establecimiento final en el Ducado de Atenas (que mantendrán durante varias generaciones). Moncada se documenta a fondo y no se limita a la vieja crónica de Ramón Muntaner, protagonista de los acontecimientos, sino que utiliza todas las fuentes de información de que dispone, desde los exhaustivos Anales de la Corona de Aragón de Zurita, hasta varias obras de autores griegos: Jorge Pachimerio, Nicéforo Gregoras... Se esfuerza por mantener una cierta ecuanimidad y deplora con frecuencia los excesos de los almogávares, aunque siempre insiste en los motivos que, hasta cierto punto, los justifican, y muestra admiración ante su valor y destreza guerrera.
La epopeya de aquellos que osaron entrar en los lugares de Asia vedados a los occidentales: de aquellos que sobrevivieron y alcanzaron la gloria y de los que fueron descubiertos y asesinados.
La mayor cualidad que debe tener un explorador, alguien que pretende hollar territorios desconocidos, es la paciencia, la capacidad de continuar aun cuando todo alrededor te insta a parar. Exploraciones secretas de Asia es un libro sobre aquellos que no se detuvieron ni cuando su vida estaba realmente amenazada, sobre aquellos que se atrevieron a pisar aquellas tierras donde no eran bien recibidos y que lo hicieron de incógnito y recurriendo a innumerables tretas. Es el recorrido, en un tono narrativo y ágil, por las exploraciones que, por pura inquietud o con fines políticos y comerciales, se adentraron en lugares prohibidos como La Meca, la Península Arábiga, Lasha o Afganistán.
Divide Fernando Ballano el libro por regiones, pero dentro de cada epígrafe nos presenta brevemente la historia de la zona y el contexto político que se daba en el momento de la exploración. La mayoría de los datos recabados para cada viaje son recogidos de los propios diarios y escritos de los exploradores que, en muchos casos por primera vez, son traducidos al castellano. Conoceremos de ese modo a celebérrimos exploradores como Richard Burton o Lawrence de Arabia, pero también a otros menos conocidos y que pagaron caro la osadía de su aventura, como Connolly y Stoddart que fueron encerrados en un pozo durante meses por el emir de Bujard para ser luego decapitados. Nos encontraremos en medio de la Ruta de la Seda donde los británicos mandarían espías que lograrían robar los secretos de la elaboración del té, como Fortune, o el misterio de la fabricación de la codiciada seda, como Scarth. Pero además Ballano nos mostrará curiosidades como la historia de la llegada a Lasha, ciudad sagrada del Tíbet, en la que no pocos exploradores perdieron la vida y que al final fue recorrida por una mujer, Alexandra David-Néel, disfrazada de mendiga.
Exploraciones secretas en África viene a completar el título anterior de esta colección, Exploraciones secretas en Asia, y nos relata en este caso los viajes de aquellos exploradores, muchos de ellos mujeres, que decidieron, por diversos motivos, entrar en aquellos lugares de África en los que la entrada a occidentales estaba prohibida. Nos traslada la epopeya de estos aventureros que se arriesgaron a ser ejecutados y, adoptando diversas personalidades, disfrazados o como esclavos, entraron en Marruecos, en Tombuctú, en el Sáhara o en los países más conflictivos del África subsahariana.
Fernando Ballano hará un nuevo ejercicio de claridad y precisión en esta obra y nos llevará en el espacio y en el tiempo a descubrir los distintos espías españoles —Badía, Gatell o Cervera, por ejemplo—, que osaron realizar labores de espionaje en Marruecos; asistiremos a las ejecuciones de los occidentales que intentaron adentrarse en Tombuctú, conoceremos el premio que las sociedades geográficas de París y Londres prometían al primero que entrara en la ciudad y cómo, Caillié entró disfrazado pero nadie le creyó hasta que décadas después Barth corroboró todo lo que el francés había dicho; en cuanto al Sáhara fue recorrido siempre de incógnito por el francés Vieuchange que visitó la ciudad santa de Smara vestido de mujer o Rosita Forbes que cruzó el desierto libio vestido de esposa árabe; las distintas exploraciones por los países del África subsahariana también arrojarán datos insólitos e historias increíbles.
Un libro que ilustra el tesón del ser humano por conocer y dominar a otros seres humanos y la astucia de aquellos que no se rindieron ni cuando entrar en los parajes prohibidos parecía imposible, ni cuando su vida estuvo realmente en peligro.
35 aniversario del nacimiento del El Diario El País.
Hace 35 años no había democracia en España. Tampoco en muchos países europeos y de América Latina. Alemania estaba dividida en dos y todavía padecíamos la tiritera de la guerra fría. Hace 35 años los partidos políticos y los sindicatos estaban prohibidos aquí, existía la pena de muerte, el único canal de televisión (en blanco y negro) era del Estado, el servicio militar obligatorio, no había derecho de manifestación, tampoco libertad religiosa, las huelgas eran ilegales, funcionaban tribunales especiales, a veces constituidos en consejos de guerra, para los delitos políticos.
Dieciséis historias que fueron o podrían haber ido a cinco columnas. ¿El bombardeo de Monte Cassino en 1944 constituyó un sangriento error, monstruoso e inútil? ¿Está todo dicho acerca de la muerte de Rommel? ¿Hiroshima podría haberse evitado? Jacques Robichon ha abierto (y cerrado de forma permanente) estas importantes cuestiones de la II Guerra Mundial. ¿Gilles de Rais fue Barba Azul? ¿Jerónimo Savonarola era un monje fanático y cerril, o un mártir y un santo? ¿Quién mató a Francisco Cenci y cuáles fueron los actores del drama Petrella en la noche del 15 de septiembre 1598? ¿Cuáles fueron las causas y consecuencias del motín del Bounty? Para recrear la profundidad de estos fantásticos hechos del pasado, hacía falta la visión de un historiador y periodista actual. En 1842, un dandy con guantes amarillos y botones de oro, miembro del jockey-club y ahijado de Beauharnais, exploraba los bajos fondos de la delincuencia y estaba a punto de convertirse en uno de los novelistas más populares de su siglo; su nombre, Eugene Sue. ¿Maupassant era Bel Ami? ¿En que consistió el combate librado por Conan Doyle contra Sherlock Holmes? Con la atención al detalle y la verdad histórica que caracteriza Le débarquement de Provence y Jour J en Afrique, Jacques Robichon ha recreado 16 hechos capitales extraños o misteriosos, 16 historias realmente extraordinarias.
A mediados del siglo XIX, cuando se reactivó la cuestión de la decadencia —presente en los intelectuales españoles desde le siglo XVI— y en plena confrontación entre liberales y conservadores, cuando la visión de los problemas que existían en España era más enfrentada, Adolfo de Castro publica su «Exámen filosófico sobre las principales causas de la decadencia de España» (1852), traducida al inglés al año siguiente, en que realiza su particular visión de la historia de España desde el siglo XIV al XVII. Adolfo de Castro abordó la temática alertando que reconocer la decadencia era un acto de patriotismo y de amor por su país. En su programa, generalizado para el liberalismo progresista español, la decadencia era el resultado de la intolerancia, de la Inquisición, de la pérdida de principios predemocráticos como el municipalismo, de la degeneración de la monarquía y de la intransigencia religiosa. Esta edición electrónica, en formato ePub, se ha realizado a partir de la edición impresa de 1852, manteniéndose las normas ortográficas y tipográficas de esta.
¡Paren las rotativas, el escándalo de nuevo salpica la Historia de España!
¡Nuevos datos escalofriantes sobre el «genocidio» en América!
¡Fotos inéditas tomadas del natural del Duque de Alba comiendo niños crudos en Holanda!
¡Pruebas inequívocas de que de la Inquisición española mató a Manolete!
Este no es otro libro sobre la Leyenda Negra hispanófoba. Esta una revisión, con todo el sarcasmo del que hace gala Javier Santamarta, para poner en evidencia tanto odio y sectarismo absurdo hacia la historia de este país.
Y es que, el uso de imágenes y de publicaciones para minar la reputación no son nada nuevo. Son, como se llaman ahora, las Fake News. Y aquí van a encontrar un buen repaso sobre todas aquellas que, desde que España se convirtió en la principal potencia del orbe, se vertieron sobre su imperio y su gobierno.
SSi algo ha estimulado la imaginación de los amantes del mundo antiguo en general y del Egipto faraónico en particular, han sido las tumbas y los tesoros legados por unos reyes que murieron hace miles de años, pero que dejaron tras de sí unos monumentos que han perpetuado sus nombres en la historia de la humanidad y que siguen impresionándonos hoy tanto como el día en que fueron construidos. Aunque curiosamente no ha sido en el interior de estos imponentes monumentos donde se han localizados los cuerpos de los faraones que hicieron posibles las extraordinarias construcciones egipcias, sino escondidos en modestas tumbas y sucias cuevas, en las que consiguieron esquivar a los ladrones a lo largo de los siglos. En este libro haremos un repaso a estos descubrimientos que un día asombraron e hicieron soñar al mundo, aunque también es cierto que no todos tuvieron la misma repercusión mediática. Hablaremos, por supuesto, del hallazgo más conocido, el de la tumba de Tutankamon, pero también de otros que no lo son tanto, como las tumbas reales de Tanis, donde se encontraron no una, sino tres sepulturas reales intactas, sin olvidarnos del primer gran hallazgo, el descubrimiento, en las entrañas de las montañas de Deir el Bahari, de un escondrijo con docenas de momias, entre las que se encontraban las de algunos de los más poderosos faraones de la historia de Egipto. Espero que lo disfrutéis.
Ninguna obra arquitectónica realizada por el hombre ha despertado tanto asombro en el espectador como la contemplación de una pirámide egipcia. Todos los descubrimientos conseguidos hasta entonces, incluso la escritura jeroglífica o los conocimientos astronómicos o calendáricos, quedaron eclipsados ante la monumentalidad, la perfección y el equilibrio que trasmitía la visión de una pirámide. El deseo de inmortalidad de los antiguos egipcios hizo posible este tipo de construcciones, realizadas en una época en la que el espíritu egipcio realizó sus mayores contribuciones a la historia de la humanidad. Las moles de piedra eternizaron para siempre a sus faraones. Si no hubiesen existido Djeser y su ministro Imhotep, artífices de la consagración de la piedra como material de construcción, uno de los mayores logros de la cultura egipcia, posiblemente no hubiesen llegado hasta nosotros pirámides como la de Djeser, en Sakara, o la de Keops, Kefrén y Micerino, en Giza. Y aunque hubiésemos conocido por otras fuentes la idea de eternidad concebida por los faraones y, los ritos necesarios para conseguirla, tal vez no hubiésemos palpado esa eternidad sin la contemplación de una tumba como la del faraón Tuthankamón.
“España mi natura, Italia mi ventura, Flandes mi sepultura.” Este verso marcó la vida de muchos de los soldados que se enrolaron en los Tercios y que combatieron en la llamada Guerra de los 80 años. Sin embargo, la Monarquía Hispánica bien pudo haber acabado con la rebelión de las Provincias Unidas de haber llevado a cabo uno de los principios básicos de la estrategia: la concentración de fuerzas. Felipe II adoleció del mal de la dispersión, no por simultanear proyectos, si no por ser incapaz de finalizar uno antes de comenzar el siguiente. La victoria en Flandes nunca estuvo tan cerca como durante el gobierno de Alejandro Farnesio, duque de Parma. Sin embargo, justo en el momento en que la guerra estaba encauzada, al de Parma le llegaron órdenes de abandonar las operaciones para participar en el proyecto de la Grande y Felicísima Armada –la invasión de Inglaterra–, una campaña en la que perdió la fe rápidamente y así se lo manifestó al Rey prudente. Tras el fracaso de la Gran Armada, Farnesio se vio obligado a embarcarse en otro proyecto del que no era partidario, el apoyo a la Liga Católica en las Guerras de religión de Francia. Hastiado y traicionado por intrigas palaciegas, el duque fallecerá antes de su conclusión, perdiéndose definitivamente la posibilidad de la victoria en Flandes.
Esta obra del experto en fascismo Ernst Nolte enlaza más de 400 ilustraciones de la Marcha a Roma y la toma del poder nacionalsocialista hasta la derrota en 1945. Desde la “Guardia de Hierro”, la “Falange”, la “Cruz de la Flecha” y otros movimientos, hasta la fascización de Europa. La mejor representación del curso, estilo, dinámica y tragedia de la época fascista, sus objetivos, métodos y su posición en la historia del siglo XX.
El siglo XX se define por el choque entre la democracia y el fascimso, una lucha en la que estaba en juego la supervivencia de la libertad humana y que dejó millones de muertos. Vistos los horrores de esa experiencia, cabría esperar que el mundo rechazara a los sucesores espirituales de Hitler y Mussolini si surgieran en nuestra época. Madeleine Albright recurre a sus experiencias de infancia en una Europa devastada por la guerra y a su distinguida carrera como diplomática para cuestionar esa suposición. El fascismo, tal como constata Albright, no solo sobrevivió durante el siglo XX, sino que ahora supone una amenaza más virulenta que en cualquier otro momento desde el final de la Segunda Guerra Mundial, pues determinados factores están debilitando el poder político en muchos países y propiciando el resurgimiento de regímenes extremistas. Escrito por alguien que no solo estudió historia sino que ayudó a darle forma, Fascismo es una llamada a la acción que nos enseña las lecciones que debemos comprender y las preguntas que debemos responder si queremos evitar la repetición de los trágicos errores del pasado.