Se sitúa la acción en Panamá donde es nombrado vicario de la parroquia del Chorrillo, el barrio prohibido (galante según el autor) el padre Miguel Ibarra, un cura vasco que no tuvo empacho en comunicar a las trabajadoras del amor del puerto internacional que deberían liberarse de su trabajo una hora semanal los sábados para asistir al rosario y los convincentes sermones de la sabatina que él mismo daba. Todas las mademoiselles accedieron, menos una, Yolanda Ustarritz, casualmente también vasca, aunque vasco-francesa. No la convenció Susana, su amiga y colega de enfrente, aunque le advirtió de la contundencia y terquedad del nuevo cura. A ella le pareció normal, tan normal como la contundencia y terquedad de su negativa. A partir de aquí las escenas van desarrollándose argumentando, tanto el cura como la prostituta, sus puntos de vista sobre la vida.
Desarrollada en un hospicio del París de 1771, El Hospital de los Quince Veintes, Valindin un negociante consigue que la monja que regenta la institución permita que, a cambio de 200 libras, seis mendigos ciegos que allí se acogen puedan tocar instrumentos musicales en la inminente fiesta de San Ovidio. El Concierto de San Ovidio viene a replantear el tema de la ceguera, ahora en circunstancias distintas de las de En la ardiente oscuridad. Por otra parte, reabsorbe el tema social situándolo en un plano que hasta aquí Buero Vallejo no había abordado explícitamente: el de la lucha de clases. En tanto que nueva incursión en el ámbito de lo trágico, avanza además en una dirección que incluye una dimensión fundamental de lo grotesco.
La joven Susan Kerner es abordada - mientras cena con su novio en un restaurante - por una encantadora pareja de cierta edad, que se muestra impresionada por el asombroso parecido de Susan con Verónica Brabissant, fallecida mucho antes. Susan y su novio acompañan a la pareja hasta la mansión de los Brabissant, para ver el retrato de Verónica y comprobar el parecido. Y allí comienza la extraña pesadilla... Ira Levin mezcla la realidad con la fantasía en una subyugante urdimbre que inquieta y atenaza por su verosimilitud y por la sorprendente maestría e imaginación.
Obra de teatro de Benito Pérez Galdós, en cinco actos, estrenada el 30 de enero de 1901. La muy personal versión del escritor canario del mito llevado a tragedia sucesivamente por Esquilo, Sófocles y Eurípides, y recuperado en numerosas ocasiones a lo largo de la historia de la cultura, fue un «duro alegato contra los poderes de la Iglesia y contra las órdenes religiosas que la servían» en un momento histórico en el que en España, tras los avances liberales del periodo 1868-1873, crecía de nuevo la influencia de los intereses políticos del Vaticano. Aquella bofetada, que para asombro del propio Galdós fue mucho más sonora de lo que él había esperado, encendería la mecha de una conspiración ultramontana, que al cabo de los años se llevaría una desproporcionada, triste y muy poco cristiana revancha: conseguir que el genio literario de Galdós no fuera reconocido con el Premio Nobel de Literatura. La protagonista del drama, Electra, es una joven de 18 años de padre desconocido, que, tras la muerte de su madre, Eleuteria, fue acogida por una tía, Evarista y el marido de ésta don Urbano (es fácil percibir que los nombres de los personajes femeninos del drama empiezan por E). Electra conoce al sobrino de Evarista, Máximo (un científico modelo y perfecto, viudo con dos niños pequeños, y liberal), y se enamora de él. Confiando sus sentimientos a don Salvador de Pantoja —tétrico personaje— este le descubre a Electra que Máximo y ella son hijos de Eleuteria y por lo tanto hermanos, pero sin confesarle las relaciones que había mantenido con su madre, fruto de las cuales ella podría ser su hija. La perfidia del malvado Pantoja lleva a aconsejar a Electra que se recluya en el convento donde precisamente está enterrada su madre. Lo que no podía imaginar él es que allí se le aparecerá Eleuteria, para revelarle que los rumores que la atormentan son falsos y aconsejarla abandonar el convento: «Si el amor conyugal y los goces de la familia solicitan tu alma, déjate llevar de esa dulce atracción, y no pretendas aquí una santidad que no alcanzarías, Dios está en todas partes...» Electra (final de la escena Novena del Quinto y último acto) Al final, triunfará el «amor sobre el fanatismo, la verdad sobre la mentira, la luz sobre el oscurantismo, el liberal Máximo sobre el conservador Pantoja».
Una de sus obras más populares («El emperador Jones») y una pieza breve («Antes del desayuno») del premio Nobel de literatura del año 1936, Eugene O’Neill.
CUENTOS Y ARTÍCULOS DE HUMOR VANGUARDISTA, compilados por Enrique Gallud Jardiel
El día que me suicidé por amor - Una compañera de viaje - El paraguas ultravioleta - La boda de Fernando - La caza de leones en el África Austral - ¿Por qué no se suicida usted? - Un carnaval extraño a lo Pérez Escrich - El falso capitán - La primera frase - La resurrección - La proximidad de la muerte - El suicidio de Petronio - La hegemonía del caballo - El amor de Martín Gómez - Las parejas escoltadas - El misterio del Club Fernández - Las comedias blancas - Lloremos el pasado - La espantosa aventura de mi amigo Rolday - La hemoclasia - Una historia vulgar - Los secretos de un taxis - El influjo de la fatalidad - El primer soneto a la amada - Un espíritu moderno - El fiel amigo del hombre - La cerradura - La reglamentación del puñetazo - Terrible viaje hecho a lo largo de un túnel - El hotel de la Ciudad Lineal - Los espectros de los parientes - El rapto de Valentina - El robo del auto de Ramper - Me caso a la fuerza por culpa de un lector - Método nuevo y seguro para cazar el canguro - Raskenín, amigo de la infancia - El orden en la circulación.
Es una comedia de enredo y misterio que narra con humor una historia de capa y espada llena de persecuciones y amores. El Duque de Sajonia, el poderoso cruel, cree dar muerte al protagonista, Astolfo, el caballero enamorado de la dama (Julia) ante los ojos de todos. Cuando Enrique, padre de Astolfo, descubre que su hijo no está muerto, lo esconde fuera de la ciudad. Recuperado de sus heridas, Astolfo se aparece, como si fuera un fantasma, en el jardín de la casa de Julia por un pasadizo secreto, creando la confusión en todos los personajes, menos en su dama, conocedora del secreto. Como en todas las comedias áureas, El galán fantasma termina con el final feliz del casamiento del galán y la dama.
Tras sufrir un naufragio, Ulises llega a una isla que en realidad es una trampa. Allí se enfrenta sucesivamente al poder que ejercen sobre sus sentidos Escila, Caribdis y las Sirenas, seres fabulosos empeñados en destruirle.
Con este argumento Calderón urde una exquisita alegoría mediante la cual de nuevo representa al hombre enfrentado a las apariencias del mundo.
También por su estilo tiene entre sus manos una joya literaria desconocida de uno de nuestros mayores dramaturgos.
Siguiendo la más pura tradición de la literatura fantástica de hace cien años, El hombre que vio al diablo es un cuento poco conocido pero tremendamente eficaz del autor de Rouletabille. En una lúgubre casa solariega perdida en medio de los Vosgos, una tarde de tormenta, se encuentran cuatro cazadores, un viejo sirviente, un mayordomo febril y un perro mudo. En la puerta del chalet, cuando llegan, reconocen el signo legendario del hombre que vio al diablo e hizo un pacto con él para no perder nunca en los juegos de azar. Cómo no da crédito a estas leyendas, se decide desafiar al dueño del lugar. Todo está ahí: el armario chirriante, la tormenta furiosa afuera que bloquea a los desafortunados compañeros en este lugar aislado y perdido.
El hotelito es una obra de teatro, escrita por Antonio Gala y estrenada en el Teatro Carlos III de Albacete el 6 de diciembre de 1985. Sobre el escenario, cinco mujeres charlan, discuten, se reconcilian, interactúan. En realidad, cada una de ellas representa a una Comunidad Autónoma española distinta: Galicia (Carmiña), Andalucía (Rocío), Madrid (Paloma), Cataluña (Montserrat) y el País Vasco (Begoña), en una alegoría de España y la convivencia de sus regiones y nacionalidades. El país se representa en el hotelito en que todas conviven y van a vender a una extranjera a la que esperan ese mismo día.
La primera pieza teatral de Manuel Rivas. La «guerra secreta» de Ifni fue la última guerra colonial española. Denominada también en el ámbito militar como la de los Cien Días, duró más tiempo, con combates entre noviembre de 1957 y el 30 junio de 1958. Murieron al menos trescientos soldados españoles y más de quinientos resultaron heridos graves. El número de víctimas entre los nativos y guerrilleros tuvo que ser muy alta, pero nunca se ha dado una cifra oficial. En España no hubo apenas noticia de esta tragedia bélica. El franquismo extremó su régimen de censura para mantenerla oculta. Fue una guerra cruel y secreta. Arturo Piñeiro, alias Robinson, alias Caronte, ex boxeador y legionario, es el protagonista de El héroe. Participa en los combates del Sidi Ifni y a su regreso a España espera un gran recibimiento, pero el guerrero se encuentra con una población que ignorasu guerra. El choque de Robinson hace que se tambalee su visión del mundo. España es también tierra conquistada por la dictadura, un estado de guerra o excepción permanente, donde gobierna un Caudillo «por la gracia de Dios». El héroe trata de la llamada «pena de Marte», de la angustia del guerrero ante el engaño de la guerra. En un mundo de cárceles y guerras «secretas», de nuevo culto al guerrero, la historia del legionario Robinson nos sitúa en un escenario de la historia como un «presente recordado».
«El jardín de los cerezos» es la última de las piezas principales de Chéjov (las otras son «La gaviota», «Tío Vania» y «Las tres hermanas»). Se trata de una comedia escrita en cuatro actos, ambientada en el declive económico de la aristocracia rusa a finales del siglo XIX. Durante este periodo, los hijos de los que habían sido sus esclavos se enriquecían y tenía lugar una inversión de papeles que ponía en entredicho el modus vivendi de las clases adineradas tradicionales. «El jardín de los cerezos» es una obra de teatro que cuenta la historia de una familia de origen ruso que se ve en problemas financieros y económicos; sin embargo no se preocupa por mejorar o recuperar lo que está casi a punto de perder. Lubova Andreievna, terrateniente recién arruinada, vuelve a la casa familiar, al «Jardín de los Cerezos», el lugar donde vivió desde niña y del que ahora tendrá que desprenderse. Sobre la pérdida se construirán las nuevas vidas de aquéllos cuyos destinos siempre estuvieron ligados al Jardín. Atrás quedan los recuerdos, los viejos empleos, los afectos… Un mundo de esperanzas y nuevas oportunidades surgirá de la desgracia, de la crisis. En la obra Chéjov mostró que las personas no viven grandes tragedias, ni discuten temas universales o tienen grandes romances, sino que los personajes transcurren por situaciones aparentemente vulgares, lo que esconde la trama de problemas que las personas (los personajes) en realidad viven. Antón Chéjov, poco antes de morir, escribe «El Jardín de los Cerezos» como reflejo de su época. Hoy, sin duda, es también reflejo de la nuestra. Las coincidencias son relevantes y nos invitan, como ciudadanos comprometidos con nuestro tiempo, a revisitarlas y reflexionar con ellas sobre el sentido de nuestro modelo vital.
Obra estrenada en el teatro de Eslava de Madrid, el día 9 de diciembre de 1918. Andrés, un campesino de un pueblo del norte de España, abandona a su novia para casarse con otra mujer. Cuando el matrimonio tiene su primer hijo, aparece en la puerta de su casa otro niño recién nacido abandonado, «El jayón».
Comedia de enredo en la que Don Tello compromete el matrimonio de sus hijas Doña Leonor y Doña Inés, respectivamente, con Don Mendo y Don Diego, pese a que la primera está enamorada del prometido de la segunda y ésta, a su vez, suspira por otro caballero llamado Don Juan.
Inés no puede soportar la suprema vanidad de Diego y para humillarle le tiende una trampa, haciéndole creer que Beatriz, la novia de su sirviente Mosquito, es una condesa de gran alcurnia.
Diego cree la broma e intenta seducir a Beatriz, pero es sorprendido por Don Tello, que le reprocha la infidelidad. Diego reacciona airado, anunciando su matrimonio con quien cree mujer de noble cuna, lo que desencadena el permiso paterno para el amor entre Inés y Juan.
Diego, sin embargo, trama su venganza deslizando que Beatriz fue amante de Juan, y éste le reta a duelo. Diego consigue que su lugar en el lance sea ocupado por Mendo con engaños al hacerle pensar que Juan ama a Leonor. El combate es finalmente detenido por Mosquito, que revela toda la verdad.
Mendo y Leonor, Juan e Inés y Mosquito y Beatriz pueden por fin ver cumplidos sus deseos de amor, mientras que la única preocupación de Diego es el daño a su imagen, al conocer que Beatriz es sólo una sirvienta.
EL MALENTENDIDO es una de las más celebres piezas teatrales de Albert Camus (1913-1960), cuyo talento literario y sensibilidad se centraron siempre en la complejidad, la ambigüedad y la riqueza de la condición humana. Sus obras dramáticas se revelan como un medio especialmente eficaz para desplegar conflictos ideológicos y éticos a través de personajes veraces y situaciones límite. En esta obra, escrita durante la ocupación alemana en Francia, un destino no sólo ciego, sino también voluntariamente cruel, convierte en criminales a seres inocentes.
Ésta es una de las obras de Calderón de la Barca que a primera vista presenta mayores dificultades de acceso para un lector moderno. Pero cuando éstas se superan, es también una de las más conmovedoras y la que mejor nos permite vislumbrar un universo existencialista en conflicto con el ordenado mundo del mito cristiano. Aquí se concentran los ingredientes esenciales de la tragedia poética y, por ello, la pieza constituye una de las muestras más cumplidas de los resortes de escritura y de los valores escenográficos que han elevado el teatro del Siglo de Oro español a un rango preeminente. J. M. Ruano de la Haza, catedrático de la Universidad de Otawa, abre en esta edición las puertas a una comprensión cabal.
En El montaplatos (1957), dos asesinos a sueldo esperan en un sótano desconocido la llegada de su próxima víctima. Encerrados en un ambiente apretado y sórdido pasan el tiempo hablando sin lograr comunicarse mientras que la incómoda espera empieza a desnudar sus deseos, sus contradicciones y sus temores.
De pronto, a través del montaplatos de un restaurante comienzan a llegarles las peticiones más insólitas. Cada vez que el montaplatos sube y baja con solicitudes inesperadas, los protagonistas se ven agobiados por la incertidumbre y la duda, hasta que las circunstancias se vuelven insostenibles.
Calderón fue uno de los mayores autores trágicos de la dramaturgia europea, a pesar de que un discurso dominante le ha otorgado ese lugar solo a Shakespeare y a Racine. «El médico de su honra» es pieza fundamental en su mundo trágico: tragedia de amor, tragedia de celos, tragedia de honor y tragedia de poder, la obra no ha logrado desvelar todas sus claves de un modo aceptable y consensuado para el público lector. Las desavenencias en su interpretación no han podido ser superadas. En esta edición, sin embargo, don Gutierre es un héroe trágico, no un modelo ejemplar de virtud; doña Mencía, una víctima no siempre siempre inocente; el rey, un justiciero que será víctima del regicidio de su hermanastro; Enrique, un galán obnubilado por el deseo erótico; doña Leonor, una dama coherente aunque con sus propias contradicciones; don Arias, un aristócrata oscilante y de lealtades menos firmes de lo que quiere aparentar. Modelo de complejidad barroca, de interpretación deslizante y de pasiones trágicas. Esta edición está preparada, anotada y comentada por Jesús Pérez Magallón.
La obra narra las peripecias de Fernando y su prometida, Mariana, así como sus respectivas familias que se ven envueltos en el misterio de la desaparición, años atrás, de Eloísa, una mujer que tenía un sospechoso parecido físico con Mariana.
El padre de familia ha muerto y el velatorio se ha hecho en la casa. La hija, Gerda, se ha casado con Axel, en una boda contraria a la voluntad del padre. En el poema nupcial, Axel compara a su suegra, Elise, con el pelícano, un animal que da su propia sangre a sus hijos. Elise está encantada con Axel, que se ha casado con Gerda pensando en la herencia que ésta recibirá del padre. El dinero, sin embargo, no aparece. El hijo, Fredrik, también necesita el dinero para acabar sus estudios. Mientras buscan el posible dinero escondido, Elise descubre una carta del padre destinada a Fredrik, en la cual acusa a la madre de mentir y robar el dinero destinado a la casa y a los hijos. Elise rompe la carta, sin embargo Fredrik y Gerda la encuentran…