Los encuentros de una vida, aquellos momentos que no se olvidan de la pluma del maestro de la narrativa italiana contemporánea. Una vida hecha de pequeños momentos pero, sobre todo, de breves encuentros con personas que se cruzan en su camino y que, con el paso del tiempo, adquieren todavía más fuerza y regresan con mayor nitidez. Andrea Camilleri recuerda en este libro muchos de aquellos momentos y rescata de su memoria los encuentros más significativos con personas de toda clase. Famosos, desconocidos, amigos de sus años de juventud, de su época como director de teatro y televisión. Encuentros y momentos que, al cabo de los años, se transforman en historias de su propia vida.
Son fabuladores habituados a narrar sus historias y, como tales, han creado sus propios personajes. Pero son también lectores seducidos por personajes míticos o iconos de su infancia. Andrés Trapiello, Fernando Savater, Ana María Moix, Eloy Tizón, Margo Glantz, Menchu Gutiérrez, Carme Riera, Darío Jaramillo y otros escritores, hasta rebasar la treintena, evocan y sueñan con aquellos protagonistas de historias que les hicieron felices o les dejaron poso. Así desfilan Fortunata, Peter Pan, El lobo feroz, Don Quijote, El llanero solitario, El Gran Gastby, Frankestein… Y lo cuentan como narradores que son, compartiendo sus personajes de ficción más queridos con nuevos lectores.
En 1958, cuando James Ellroy tenía diez años, el cuerpo de su madre fue hallado en la cuneta de una carretera, en un pequeño pueblo cerca de Los Ángeles. Nunca se descubrió al asesino y el caso quedó cerrado. Ellroy alcanzó el éxito en su faceta de escritor de novelas tan radicales como provocativas, pero la memoria de la muerte de su madre no dejó de perseguirlo. En esta obra Ellroy da cuenta de la frustrada investigación policial; de la volátil trayectoria que tomó su vida a partir de aquel suceso trágico; de la carrera de un antiguo «sheriff» de Homicidios del condado de Los Ángeles llamado Bill Stoner; de la investigación que el autor y el propio Stoner emprendieron para identificar, años después, al asesino de su madre. Esta autobiografía de James Ellroy es una historia arrebatadora: sobre la naturaleza del crimen, sobre el mero pestañeo que puede separar la lujuria del impulso asesino; sobre el viaje atrevido y revelador del autor a los rincones más oscuros de su memoria.
Javier Valdez ofrece un libro impactante que va del reportaje a la crónica para rescatar del silencio, de la nota roja y del olvido, a numerosas mujeres que viven entre las balas momentos cruciales de su vida. Amantes de capos, amigas de ellos o familiares, son mujeres con una verdad ardiente y dolorosa, que buscan el glamour y la hermosura, el poder económico y la huida de su realidad; mujeres que viven en el límite de la ley, la violencia y de la muerte.
Los textos recogidos en este libro, inéditos hasta ahora en español y que constituyen una rareza incluso en Francia, iluminan de un modo conmovedor e insólito los últimos momentos de María Antonieta dé Austria, reina de Francia y esposa de Luis XVI, guillotinada durante la Revolución Francesa. Un testimonio absolutamente excepcional que Funambulista recupera para el gran público lector.
Se incluyen aquí tres piezas de un valor literario inusual: la requisitoria del acusador público Fouquier, piedra angular de la acusación; luego, el supuesto testamento-confesión de la Reina, redactado horas antes de ser guillotinada y recogido por un revolucionario «sans culotte»: a todas luces, un apócrifo destinado a justificar la condena a la pena capital; y por último, se reproduce el auténtico «testamento» de María Antonieta: la carta que le escribió a su cuñada, Madame Elisabeth, y que ha permanecido hasta hoy para muchos como la muestra más patente de la entereza e inocencia de una mujer que murió simplemente por ser la esposa del rey Luis XVI.
Un libro realmente conmovedor, el testimonio de una época convulsa, la del Terror revolucionario, en el que se nos muestran las dos caras de uno de los personajes más controvertidos de la historia, pero que quizá no fue más que una mujer asustada.
Dotado de una personalidad inestable y excéntrica, acosado por miedos y espoleado por deseos de grandeza, dotado de una inteligencia incisiva y una credulidad de niño, Gerolamo Cardano (1501-1576) escribió dos centenares de libros sobre matemáticas, medicina, física, filosofía y religión. Fue hijo ilegítimo de una viuda ignorante e irascible y pasó una infancia desgraciada presidida por la enfermedad. Su padre, un jurista culto amigo de Leonardo da Vinci, lo orientó hacia las matemáticas y la astrología. Estudió medicina, que ejerció con éxito entre los nobles europeos, tratando por ejemplo el asma del arzobispo de Edimburgo y describiendo por vez primera el tifus. En matemáticas fue asimismo el primero que ofreció un tratamiento del cálculo de probabilidades en juegos de azar con su Liber de ludo aleae y que publicó la solución de las ecuaciones de tercer grado que Tartaglia le había confiado bajo promesa de secreto. Ocupó cátedras de medicina en Pavía y Bolonia antes de que las desgracias volvieran a caer sobre él. Su hijo predilecto fue ejecutado por envenenar a su esposa. Poco después cayó en manos de la Inquisición por la bagatela de hacer un horóscopo de Cristo demostrando que sus proezas se debían al influjo de los astros. Fue encarcelado y se le prohibió enseñar. En 1571 marchó a Roma, donde pasó sus últimos años redactando Mi vida, obra en que se pueden leer los detalles de una existencia singular, sin que se permita ocultar las revelaciones más vergonzosas. Hizo del impudor virtud.
Una historia real, tan emocionante como reveladora, sobre los años más oscuros de Europa. Toda una lección para el presente. La voz que cuenta esta historia real pertenece a una anciana que en su juventud fue miembro del Partido Nazi y que trabajó durante la Segunda Guerra Mundial como secretaria de Joseph Goebbels, el ministro de Propaganda de Hitler y uno de los personajes clave de la solución final. Thore D. Hansen reconstruyó la historia de Brunhilde Pomsel para un documental que recibió numerosos galardones y que tenía como objetivo mostrar la experiencia de quienes durante el nazismo «no sabían nada», También quería subrayar la importancia de permanecer críticos y combativos frente a los nuevos populismos y solidarios con todos aquellos que se encuentran en una situación peor que la nuestra. La ceguera (voluntaria o no) de Brunhilde Pomsel es un recordatorio de lo que no debería repetirse. «Asusta comprobar lo muy actual que resulta este testimonio sobre las responsabilidades de los individuos en relación con los acontecimientos políticos». Kurier «Uno de los libros de no ficción más interesantes del año. La historia de Brunhilde Pomsel tiene una importancia extraordinaria. ¿Cómo pudo esta chica terminar siendo secretaria de Goebbels? ¿Qué llegó a saber? ¿Qué haría yo en esa misma situación?. —Sakari Heiskanen (Finlandia)—. Thore D. Hansen pone el relato de Pomsel en su contexto histórico y lo convierte en un llamamiento apasionado en favor del compromiso político. Y nos pone sobre aviso, especialmente en relación con la Saría y la llegada de Trump al poder en los Estados Unidos, ya que de nuevo está surgiendo la ceguera oportunista de los tiempos nazis». EKZ
Carrie Fisher baja de su trono a la princesa Leia y nos descubre a la auténtica Carrie Fisher, su vida, su relación con sus famosos padres, sus amores, sus adicciones y sus trastornos mentales; todo ello contado desde una perspectiva crítica y burlona, que provoca en el lector más de una sorpresa y de una sonrisa. De lectura fácil y sumamente entretenida, Carrie Fisher se nos aparece más humana que divina. Con un sorprendente desparpajo que revela un agudo sentido del humor y la autocrítica, Carrie Fisher nos cuenta sus aventuras con la bebida, las drogas y el trastorno bipolar. Una lectura amena que nos acerca a las facetas menos glamourosas del mundo del cine, pero también a las más humanas. Un viaje al auténtico lado oscuro de la princesa Leia. Además de convincente actriz, el talento de Fisher como escritora es innegable.
Diario de una treintañera cualquiera «Lo malo de vivir sola es que pasas demasiado tiempo mirándote la bragueta. Y cuando observas mucho algo, no suele gustarte demasiado. Entonces te regañas, te peleas contigo misma, te largas con el perro dando un portazo, o mejor al cine y así no tienes que seguir escuchándote. Al salir, te apetece hablar con alguien, pero a ver a quién le cuentas que ya no te soportas, que no puedes más, o que te vas a separar de ti misma por culpa de tus problemas de convivencia». Los textos de Mi vida perra han sido extraídos del blog de Almudena Montero, escritora y guionista que un día decidió compartir su intimidad a través de la pantalla de su ordenador. Durante unos meses nos infiltramos en su apartamento y asistimos a cuanto vive, piensa, desea o tan sólo imagina. La soledad, el desencuentro con la pareja, el sexo casual, los amigos de toda la vida, los paseos con su perro Baldo o las crisis de identidad ocupan estas páginas, teñidas de ironía ácida y de un sentido del humor iconoclasta.
En este libro el autor explica sus experiencias como navegante y muestra como el deporte le ayudó a superar las secuelas de un terrible accidente. Enrique Boissier, en un lenguaje sencillo, nos habla de sus inicios a la navegación a vela (el antes) y luego como se fue recuperando de su accidente, gracias a la ayuda de su familia y a la práctica de la vela (el después). Ha realizado tres viajes a las Américas a bordo de su «Cocotero».
Un día la violencia se estableció en las calles de Buenos Aires y creció el árbol de la muerte. Un modesto y tenaz abogado de barrio se vió, paso a paso, arrastrado por el torbellino desencadenado por los ideólogos de la muerte. Medardo Rabagliati se constituye en el testigo involuntario del hundimiento del país. Bandas de psicoanalistas y de invertidos en armas, de trotzcristianos y de nacionalmazorqueros ganan la calle. Medardo trata de permanecer impermeable al cataclismo hasta el mágico momento en que la llamada Historia (vieja devoradora de hombres) golpea a su puerta y provoca un sorprendente desenlace. Momento de morir es, ante todo, una novela porteña, enriquecida por los mitos y los gestos casi imperceptibles, por los sobrentendidos que conforman el alma de una gran ciudad. Lo trágico está narrado con ironía mordaz y con momentos de abierto humorismo.
¿Alcanzó Maestri la cima del Cerro Torre? ¿Subió Cessen por la cara sur del Lhotse? ¿Se le trató a Bonnati injustamente en la conquista del K2? ¿Hay alpinistas cándidos, incrédulos, impostores o fantasiosos? ¿Han existido fraudes intencionados a lo largo de la historia del alpinismo? La historia de los contactos de los hombres con las montañas está plagada de injusticias, polémicas, engaños y anécdotas de todo tipo. Algunos de estos acontecimientos son los que relata este libro.
La montaña es un terreno donde el hombre se enfrenta a sí mismo y el éxito no se mide sólo por el número de cimas alcanzadas. Morir por la cima narra un descubrimiento personal del alpinismo, una etapa apasionante relatada en primera persona por Carlos Suárez, quien se considera tan atrapado por su lado más racional como para realizar grandes aventuras. Sin embargo, arriesga su vida escalando en solitario o a través del salto BASE, buscando en su interior difíciles respuestas. Carlos se propone, principalmente, el estudio del riesgo inherente al enfrentamiento con cada montaña. Cuenta experiencias compartidas con algunos de los mejores escaladores del mundo, nombres ineludibles en el ámbito de la escalada. Y paralelamente, describe una forma de ver el desarrollo profesional del mundo de la montaña, desde una premisa romántica, a la consecuencia que hoy medra en un clima mercantil.
En la Comunidad de Madrid murieron miles de mayores en las residencias durante la pandemia de Covid-19. La cifra podría haber sido inferior de no haberse aplicado unos polémicos protocolos que impidieron el acceso de muchos residentes a los hospitales y que les condenaron a una muerte en condiciones indignas. Durante aquellas terribles semanas, Alberto Reyero Zubiri —entonces consejero de Políticas Sociales y, por tanto, la máxima autoridad en las residencias de la región— se desgañitó pidiendo ayuda y denunciando las dramáticas consecuencias de estos protocolos. Pero sus compañeros en el Gobierno, del Partido Popular, le ignoraron. En este libro, el exconsejero realiza un ejercicio voluntario de rendición de cuentas y relata la intrahistoria de cómo se tomaron aquellas decisiones. «Morirán de forma indigna» no solo es un documento político de primer orden sobre un episodio histórico que aún sangra, sino que también eleva la mirada hacia el futuro y los peligros que vendrán si seguimos ignorando nuestras responsabilidades.
«[…] el repertorio de los nombres que encabezan los capítulos de este libro es de una tal heterogeneidad que sólo consigue distanciarlos. Sin embargo, hay un común denominador que los acerca. Solamente uno. El fascinante halo de misterio, de leyenda, de imprecisión de contorno impresionista que rodea la muerte de cada uno de ellos en mayor o menor grado. En consecuencia, este libro no es, no puede ser un pomposo tratado histórico. Es un acercamiento, mucho más literario que investigativo, a los días finales de una serie de personajes de nuestro pasado remoto y cercano, cuyas muertes no encajan dentro de la uniformidad que impone el ritual de partir de este mundo dejando nada más que una triste sucesión de actos protocolarios».
El 17 de julio del 36, a eso de las cinco en sombra de la tarde, entró don Indalecio Prieto en la cafetería de las Cortes y comunicó a los periodistas allí reunidos que la guarnición de Melilla se había sublevado. El padre del autor, que dirigía la agencia Febus, filial de El Sol y de La Voz, cogió un coche, dejó a su esposa, embarazada, en el piso donde el autor nacería dos meses más tarde y se fue hacia el sur en busca de información. No regresó nunca. El 14 de septiembre del mismo año, después de una asombrosa peripecia, fue paseado en Valladolid. Su mujer, en octubre del 37, cargó con su hijo, aún bebé, y con su hermana, de trece años, y emprendió la búsqueda de su marido campo, guerra y muerte a través de un país en llamas. Este libro reconstruye milimétricamente, con escrúpulo de historiador y tenacidad de detective, adentrándose y braceando quien la escribe en la espesura de un árbol genealógico cuyas raíces se remontan al siglo XIX, la triple y conmovedora odisea vivida por su padre, al que no conoció, por su madre y, en tercera persona, por el hijo al que ambos engendraron. Sólo en las últimas páginas de esta novela, en la que el autor ha vertido muchos años de brega y de lucha consigo mismo, con su linaje y con los demonios del país en que nació, se recurre a la ficción. Fernando Sánchez Dragó, esta vez, juega fuerte. Muertes paralelas es, por cantidad, calidad, intensidad y originalidad, una obra mayor. Novela, sí, pero no de ficción: en ella no se cuenta nada que no sea históricamente cierto ni esté rigurosamente documentado. Nunca, nadie, había escrito nada así a cuento de una guerra -la del 36- sobre la que han corrido ríos de tinta. Estamos ante un libro titánico, concebido al modo de una tragedia clásica, por el que cruzan las sombras de Orestes, Edipo, Ulises, Hamlet, Segismundo y, también, las de José Antonio, García Lorca y otras muchas víctimas, en los dos bandos (o en ninguno), de lo que el autor llama «muertes paralelas»: las de quienes no murieron en el frente, sino que fueron asesinados en la retaguardia.
Una conversación descarnada entre un retrato femenino y el hombre que lo observa. Un ensayo que se transforma en ficción y una ficción que se pega a la realidad en forma de estremecedora denuncia.
Mujer en el baño es también el libro de otros muchos porqués contemporáneos. ¿Qué sucede cuando el escritor, siguiendo el consejo de Italo Calvino, levanta la nariz del papel? Consciente de que escribir siempre compromete, el autor dirige la mirada contra lo que define como «políticamente canalla».
La hipocresía conservadora, el rechazo a los inmigrantes, el periodismo fax-cista y de canapés, el mosquito de la desmemoria, el apartheid social desde la infancia, el abandono de la enseñanza pública, el triunfo del liderazgo higocéntrico , el capitalismo impaciente y el «síndrome Everest», el canibalismo cultural o la suspensión de las conciencias en el crimen terrorista son algunas de las cuestiones-límite, de la vanguardia de riesgo en que se sitúa esta obra, que nunca renuncia a la ironía y al humor como herramientas contra el cinismo y la indiferencia.
Galeano ha hecho de la mujer un eje vertebrador de su creación, para defender, en ella y en su revindicación, la dignidad, siempre precaria, del ser humano. En esta antología, cuenta la intensidad de personajes femeninos atravesados por el peso de una causa, como Juana de Arco, Rosa Luxemburgo o Rigoberta Menchí; por su propia hermosura o talento, como Marilyn Monroe o Rita Hayworth, Frida Kahlo o Marie Curie, Camilla Claudel o Josephine Baker. Pero también cuenta las hazañas colectivas de mujeres anónimas: las que lucharon en la Comuna de París, las guerras de la Revolución mexicana, las que —en un prostíbulo de la Patagonia argentina— se negaron a atender a los soldados que habían reprimido a los obreros. Como el personaje que abre el libro, la Sherezade de «Las mil y una noches» que le cuenta historias al rey para que no la mate, Galeano entrega en cada relato su maestría de narrador oral y de artesano del lenguaje, para conjurar el olcido, pero también para celebrar la experiencia de las que nunca se resignan.
Una historia de las mujeres argentinas desde la conquista hasta la actualidad, por una gran especialista en el género. La historia de las mujeres representa una de las vertientes más vigorosas de la historiografía actual. Su principal cometido es hacer visible la presencia femenina a lo largo de los tiempos, saldando así un débito de la empresa histórica. No se trata solamente de reconocer las contribuciones de las mujeres o de celebrar sus méritos, sino sobre todo de vislumbrarlas cualquiera sea la trascendencia de sus actos. Este libro se ha basado en un enorme volumen de investigaciones sobre la vida de las mujeres desde el período precolombino y da cuenta de los cambios de las relaciones de género -que deben comprenderse como relaciones entre mujeres y varones- en el transcurso de cinco siglos. No hay dudas sobre la inferioridad que aquellas han padecido, reforzada en el siglo XIX cuando se ampliaron los derechos de los varones. Pero siempre hubo formas de burlar la sujeción. El feminismo y los cambios notables del siglo XX minaron preconceptos y pudo avanzarse en ciertos derechos. Del mandato exclusivo del «ángel del hogar», se evolucionó a la incorporación de las mujeres a la vida política y a otros dominios públicos. Sin duda, en las últimas décadas se alteraron significativamente las normas morales coercitivas. Y aunque las transformaciones resultan incontestables, nuestra sociedad espera aún por la completa equidad entre los sexos.