Los personajes que pueblan el Michigan rural de los relatos de «Desguace americano» saben reparar coches y lavadoras, saben disparar, saben descuartizar lo que atropellan y saben limpiar lo que cazan; saben también beber, curarse las heridas y cocinar metanfetamina, pero son del todo incapaces de prosperar en la América postindustrial. Entre ellos hay quien aún se dedica a almacenar combustible y munición a la espera del fin del mundo, pero casi todos hace ya tiempo que han renunciado. Ya no se engañan pensando que puede quedar algo rescatable y han optado por el entumecimiento, prefieren ahogarse en alcohol barato y drogas de fabricación casera. Por eso aman y odian de manera extravagante.
Los habitantes de las montañas de Virginia Occidental hace tiempo que perdieron la batalla. Continúan padeciendo inundaciones y sequías, de vez en cuando incendian sus casas para cobrar el dinero del seguro, mueren desproporcionadamente en guerras lejanas y en accidentes de coche, beben más de la cuenta, se hacen daño con bastante frecuencia, lidian desde que se levantan con un asfixiante sentimiento de pérdida, tienen hijos demasiado pronto y, al caer la tarde, observan desde sus porches la imparable invasión de los bulldozers y los domingueros. Siempre fue un territorio amenazado e ignorado, ya no hay ciervos como los de antes y hasta los viejos fantasmas de los confederados parecen haberse rendido. Todo se desvanece. Dicen que si no logras escapar antes de cumplir los veinte, estás perdido. Hay un murmullo incesante en los viejos bosques: «Voy a largarme de aquí, tengo que largarme de aquí, en cuanto me largue de aquí…». Pero al final uno siempre regresa porque, por mucha tierra que se ponga de por medio, la montaña se lleva en la sangre, hace un frío de mil demonios y mañana habrá que ir a Four Square a por leña.
Los relatos de este libro están poblados de madres e hijas que se aman, se honran y se traicionan. Novias afligidas, embarazos prematuros, esposas maltratadas y vengativas. Mujeres que aparcan sus sueños y su sensualidad para criar a sus hijos y alimentar a sus maridos, trabajando como mulas en empleos mal remunerados, sin quejarse ni manifestar sus anhelos más profundos, haciendo mil y un equilibrios porque, al fin y al cabo, sus maridos andan metiéndose en silos inflamables y bajando a minas homicidas. La maternidad es un hueso duro de roer y como dice una de las madres del libro: «Nadie va a darte ningún premio por criar a tu hija». Todo un crisol de vidas marcadas por el abuso, el maltrato, el abandono, la enfermedad y las metanfetaminas.
«El Discurso de todos los diablos» (al que también se dio por título El entremetido, la dueña, y el soplón) se vale de la narración, de la descripción y del ensayo para lograr un tratado original de incisiva filosofía política y ética. Dicen los críticos que, emparentado con una de las obras más importantes de su autor, «Los Sueños», los aventaja en peso doctrinal y que ninguna otra refleja mejor lo que pensaba sobre la sociedad de su época. Pues para él no había mayor infierno que el de la sociedad humana.
El robo a un narcotraficante amenaza con terminar en guerra de bandas. La mafia marroquí contrata al Chino Nájar para que resuelva el asunto antes de que se les vaya de las manos.
La distancia no siempre es tangible, ¿quién no se ha sentido alguna vez solo en compañía o, unido a alguien que está en la otra punta del planeta? Algo así sienten Abril y Bruno cuando, tras 365 días viviendo puerta con puerta, se conocen el primer día del estado de alarma.
El librero es un hermano vocacional del cantinero y acaso también del farmacéutico. Más allá de las sutiles diferencias entre despachar licores, medicinas o libros, los tres acaban fungiendo como consejeros espirituales, vertederos de confesiones y testigos de las más extrañas conductas. A su manera, ejercen una suerte de pagano sacerdocio. Literatos consagrados que llegan de incógnito a preguntar si se venden sus libros; ilusos neófitos que esperan ver su poemario autoeditado convertido de la noche a la mañana en bestseller; compulsivos ligadores otoñales y casanovas buscando amoríos entre los anaqueles; doñas tafileras, maniacos crepusculares, sabihondos suicidas y los infaltables bibliocleptómanos desfilan por estas páginas. Aquí está la mirada de Iván, que como pocos conoce los recovecos de esta abrupta selva de papel y tinta. Cada librería —dice Jorge Carrión— condensa el mundo. Un mundo raro, como el de José Alfredo. Mundo bizarro, tragicómico y alucinante. Cual Virgilio posmoderno, Iván Farías nos lleva de la mano a recorrerlo. ¿Aceptan el desafío? —Daniel Salinas Basave
#“Hubiera hecho absolutamente cualquier cosa con estos dos hombres. Por primera vez me sentí libre. Sexualmente liberada, más allá de cualquier cosa que haya experimentado antes.” ¿Qué harías si estuvieses ante dos hombres que harían lo que fuese para satisfacer todos tus deseos mas ocultos y reprimidos? Amanda decide cambiar radicalmente su vida amorosa tras terminar abruptamente con su pareja y llegar a su primer día de trabajo y encontrarse con sus nuevos jefes. Tener a uno de ellos hubiera sido realmente una delicia ¿Pero a los dos? Eso es una fantasía que solo en sueños podía imaginar. Cuando la piel lo pide cuando los sentidos lo necesitan a veces no basta solo uno, a veces tienen que ser dos. Y ellos desean lo mismo que yo… sin embargo son mis jefes…quizás no debería cruzar ese limite. Además, tipos como ellos, millonarios y guapos no necesitan a alguien como yo. Pueden tener a cualquiera. Acompaña a la protagonista en el desarrollo de esta apasionante novela corta que la lleva a conocerse a si misma, a soltar los prejuicios y dejarse seducir por dos machos alfa que solo buscan su placer.
Divinas semillas es una colección de cinco relatos cortos que funcionan como una novela al estar unidos todos ellos por unas semillas misteriosas. Cinco historias de amor, muerte, aventuras y un toque de erotísmo marcarán la vida de los protagonistas desde el siglo III a.c. hasta nuestros días. «Apenas puedo terminar estas líneas. Mi nombre nunca tuvo tanto sentido para mí como en esta noche. Mis progenitores me explicaron que era una palabra proveniente de las montañas más altas de Iberia, el pueblo de los Jacetanos. Mi nombre lleva conmigo una profecía. He sido el ser marcado por los dioses para traer la oscuridad y la noche en la llama apagada de Chelemare, una tierra amada y que me hizo feliz. Nunca la isla había estado sumida en semejantes tinieblas, y si lo estuvo, no está escrito ni en tablillas, ni en pieles curtidas, ni papel. La brillante luz del solsticio de verano, fue la detonación del episodio más triste jamás escrito. No puedo recordar las caras de mis padres, ni la de mi adorado Theodorus, ni casi la mía...»
Leopardi, poeta y filósofo, explora en este humorístico y a la vez despiadado diálogo el poder de la moda y su extraña irracionalidad. Imagina además conversaciones entre Hércules y Atlas, entre la Naturaleza y un islandés y entre la Tierra y la Luna, además de redactar un sencillo ensayo en elogio de los humildes pájaros
Cesare Pavese consideraba Dialogos con Leucó, publicado en 1947, uno de sus libros más queridos, tal vez su obra más importante y duradera. En ella refleja su profundo interés por el mito, sus símbolos y su dimensión antropológica y psicoanalítica. Veintiséis diálogos breves y llenos de tensión en los que dioses y héroes de la Grecia clásica (de Edipo y Tiresias a Calipso y Odiseo, de Eros y Tánatos a Aquiles y Patroclo) son invitados a discutir la relación entre el hombre y la naturaleza, el carácter inevitable del destino, la necesidad del dolor y la irrevocable condena de la muerte. Para Pavese todo lo real tiene una representación simbólica, y en estos diálogos nos muestra, con una gran carga emotiva y lírica, la vulnerabilidad humana. Sin embargo, no pierde la esperanza, y como dice uno de los dos cazadores en «El hombre lobo»: «Hay una paz más allá de la muerte. Una suerte común. Importa a los vivos, importa al lobo que hay en todos nosotros. Nos tocó matarlo. Sigamos al menos la costumbre, y dejemos el insulto a los dioses. Tornaremos a casa con las manos limpias»
«Doble culpabilidad y otras historias» («Double Sin and Other Stories») es una recopilación de cuentos escritos por la escritora británica Agatha Christie y publicado en Estados Unidos por Dood, Mead and Company en 1961.Hasta hace pocos años, no fue publicado en España, aunque todos los cuentos se publicaron con posterioridad en «Poirot infringe la ley» y «Pudding de Navidad». Tampoco fue publicado en Reino Unido, sin embargo todas las historias fueron publicadas en otras colecciones.Títulos de las historias:«Doble culpabilidad» («Double Sin»)«Nido de avispas» («Wasp’s Nest») «Aventura de Navidad» «Christmas Adventure» (Relato original de 1923, que dio lugar al relato «El pudding de Navidad» «El pudding de Navidad» («The Theft of the Royal Ruby» o «The Adventure of the Christmas Pudding»)«La muñeca de la modista» («The Dressmaker’s Doll»)«La locura de Greenshaw» («Greenshaw’s Folly»)«Doble pista» («The Double Clue»)«La última sesión» («The Last Seance»)«Santuario» («Sanctuary»)
«El esfuerzo de escribir un cuento corto es tan intenso como empezar una novela. Pues en el primer párrafo de una novela hay que definir todo: estructura, tono, estilo, ritmo, longitud, y a veces hasta el carácter de algún personaje. Lo demás es el placer de escribir, el más íntimo y solitario que pueda imaginarse, y si uno no se queda corrigiendo el libro por el resto de la vida, es porque el mismo rigor de fierro que hace falta para empezarlo se impone para terminarlo. El cuento, en cambio, no tiene principio ni fin: fragua o no fragua. Y si no fragua, la experiencia propia y la ajena enseñan que en la mayoría de las veces es más saludable empezarlo de nuevo por otro camino, o tirarlo a la basura».
Este volumen recoge los cuentos que, afortunadamente para los lectores de García Márquez, no terminaron en la papelera, precedidos por un prólogo en el que se da razón de por qué son doce, por qué son cuentos y por qué son peregrinos.
“Si quieres escribir una historia de fantasmas el primero en sentir miedo al hacerlo debes ser tú”. No se trata de historias espeluznantes, ni particularmente terroríficas. Los fantasmas que transitan por estas páginas no arrastran cadenas, tampoco precisan de castillos oscuros ni lúgubres atmósferas para desenvolverse. En su tiempo fueron seres como tú y como yo. Tuvieron que desplazarse a otro plano de realidad y están aquí sólo accidentalmente, de modo que su única aspiración es pasar desapercibidos, temerosos de traicionarse y revelar en alguno de sus gestos o de sus palabras esa otra naturaleza que ocultan. El encuentro, sin embargo, transmite algo más que una sensación de desasosiego, sobre todo por las consecuencias que pueden derivarse de esa revelación. En cualquier momento, en Praga, en Lisboa o en tu propia ciudad, puedes encontrarse con esa chica misteriosa que te dice al oído: “No temas, yo soy de aquí”. Es posible que al llegar a casa, descubras que ese amigo melancólico que apareció en tu camino y que te acompañó hasta la medianoche, había muerto tres horas antes en un infortunado accidente de automóvil. Sólo quería conversar contigo por última vez, o quizá le quedaba una deuda por saldar. Sólo contigo. Una belleza tan deslumbrante como enigmática aparece en la mansión de los Obando, un joven matrimonio corroído por el tedio. ¿Quién hubiera podido imaginar que ese ángel de tinieblas capaz de seducir por separado a los dos esposos, procedía del mundo de los no muertos? Los doce fantasmas que se dan cita en este volumen tienen mucho de “revenants”. Son presencias visibles y tangibles que se materializan a través de la palabra o el recuerdo, como si respondieran a un secreto conjuro o una invocación inconsciente. Si no se les llama, esperan al otro lado de la puerta, agazapados en el relato. Es muy posible que no te quiten el sueño, pero probablemente perturbarán tu mente en esos momentos de soledad y silencio, cuando las puertas parecen entreabrirse por sí solas. Estas doce “ghost stories” nos hablan, más bien nos susurran, acerca de eso que se encuentra al otro lado de la puerta. Algo que no puede explicarse, pero sí sentirse o presentirse. Algo tan viejo como el mundo, tan misterioso como la vida, que sólo se puede contar a través de un relato. Permíteme un consejo final: si quieres escribir una historia de fantasmas el primero en sentir miedo al hacerlo debes ser tú. Te hablo de mi propia experiencia, lee y juzga por ti mismo.
Su vida de marino mercante y su posterior dedicación a la docencia universitaria le permitieron a Fernando Romero conocer profundamente el Perú y escribir, especialmente sobre la selva, relatos vívidos, de lenguaje espontáneo y natural, que cumplen plenamente los requisitos del género: el tema interesante, novedoso, los personajes cambiantes y el desenlace muchas veces inesperado. ‘Doce relatos de selva’ (versión corregida de sus ‘Doce novelas de la selva’, editadas en 1934) constituye un libro de notable calidad literaria, además de un valiente y vibrante testimonio de la vida en la Amazonía, donde el hombre mantiene una lucha permanente con la naturaleza agresiva y potente.
Tres plumas radiantes, tres corazones ilusionados, tres almas llenas de emociones, sentimientos, vivencias. Un día se encontraron y comenzaron a transmitir, por medio de sus escritos, relatos conmovedores, algunos tristes y otros alegres, relatos de vivencias reales, de mensajes que les llegaban de lo más profundo de su espíritu. EL destino quiso que las tres almas errantes se encontraran para compartir la pasión por escribir historias y comenzaron una historia divertida, amena, una historia en donde una aprendía de las otras. De esa manera comenzó este libro.
Purificación Estarli, Ana Larraz y Esther Santana se iniciaron en la aventura de escribir doce relatos en los que cada una imprimía su estilo, su manera de vivir lo que las otras habían transmitido, a veces empezando, otras terminando. Doce relatos llenos de pasión e ilusiones. Impulsadas por el afán de darle otro sentido al relato que cada una comenzó, cada una terminó el relato inspirado en ella, surgiendo Doce tríos y doce a solas.
El narrador y protagonista de este relato, llamado Doctor en homenaje al médico que le ayudó a nacer, se gana la vida como vendedor ambulante. Hijo de buhoneros y sumamente orgulloso de su oficio, Doctor Marigold nos relata los sucesos más importantes de su vida, entre los que destaca especialmente su encuentro con Sophy, una niña sordomuda a la que adopta y para cuya educación tendrá que hacer uso de todo su ingenio. Además del indudable valor literario que posee el relato por sí mismo, resulta interesante también por lo que su protagonista tiene de reflejo del propio autor. Tal como señala Peter Ackroyd en su biografía del escritor inglés, «lo más sorprendente es que Dickens dejara entrever tanto de sí mismo en el personaje de aquel mercachifle, como si, en aquel preciso momento de su vida, se sintiera más cerca de aquel buhonero que de nadie».
Médico del Corazón:
Marta era todo lo que un tipo como yo podía desear.
Joven. Atractiva. Mi alumna. Intelectual con gafas. Virgen.
Nos acaban de pillar fllando en el vestuario, y sólo hay una solución.
Mi nombre es Francisco, y soy el mejor cardiocirujano del condado de Nueva York. Además soy cinturón negro de karate y bailarín de salsa. Lo sé, podría tener a la mujer que quisiera lamiendo nata montada de mis abdominales. Pero Marta era simplemente irresistible; físicamente y mentalmente, sobretodo sabiendo que es mi interina.
Un trabajo fácil; tocarla con precisión quirúrgica, entrar hasta el fondo y hacer que suplique por más una y otra vez. Funcionó… demasiado bien. Ahora que mi jefe nos ha pillado sólo tengo una salida; pretender que es amor de verdad.
Tengo medio culo en el trabajo y medio en la puta calle, así que debo actuar rápido… y no puedo permitirme perder. Seré un vividor con el que hay que tener cuidado, pero también tengo un hijo, y con mi tren de vida no puedo permitir ser un padre soltero y desempleado.
Marta tiene que casarme conmigo, no hay otra opción.
Estudiando Anatomía:
Linda era tímida, reservada y se pasaba los días entre libros.
Siguiendo una educación tradicional y exigente, nunca se había sentido viva… hasta ahora. Había conseguido una beca para estudiar en Nueva York, Estados Unidos. Acababa de dejar las maletas en el campus de medicina cuando descubre a su nuevo vecino puerta con puerta, James. James era mujeriego, atlético y un sinvergüenza. Además jugaba en el equipo de fútbol americano de la universidad. Cubierto de tatuajes y piercings, parecía envuelto en un halo de rebeldía juvenil. Sin embargo, estaba en quinto año de carrera y… no resultó ser lo que parecía.
Bajo aquella cubierta, James resultó ser una de las mejores personas que Linda había conocido en su vida. De la admiración a la pasión, y de la pasión al vínculo más íntimo de sus vidas. James se había decidido a liberar a Linda de sus cadenas, y Linda de evitar que James dejase que esconderse del mundo.
Sin embargo, conforme van conociéndose más y más… descubren sus secretos y demonios más íntimos, y entonces llega la hora de superarlos.
Advertencia: Una novela romántica y erótica, con sexo explícito, que narra la pasión inicial, el amor verdadero y cómo la confianza lleva a revelar los secretos más privados y plantarles cara.
Dos Caramelos:
Alejandro y Pablo. Compañeros de piso. Mejores Amigos. Novios perfectos.
Y para colmo, mis compañeros de trabajo. Ellos un par de médicos recién salidos de la facultad, yo una enfermera en las mismas condiciones.
Poder tener a uno de los 2 hubiese sido un sueño hecho realidad, tener ambos era una fantasía imposible. ¿Verdad? Alejandro era un vividor empedernido, de los que se sube a la moto después de trabajar y acaba cada noche con una chica distinta. Pablo era un misterio.
A mi vecino marrano del segundo: ¡Ya está bien de robarme las bragas y los tangas del tendedero! ¿A qué coño juegas? ¿Cómo puede un pervertido semejante como tú excitarse con las prendas interiores recién lavados? Llevas ya cinco bragas y ocho tangas robados... Ya seas una persona dominante o sumisa sin duda alguna este libro te va a interesar, emocionar y muchas otras cosas mas, Contiene 8 historias muy morbosas de Amos y Sumisas. Este libro no está hecho para personas sensibles.
En cuanto Almudena, artista del tatuaje, fue admitida en el estudio del muy reputado artista John Marback (¡el trabajo de sus sueños!), se enfrentó a una de las peores decisiones de su vida. ¡Se sintió terriblemente atraída por el peor enemigo de Marback! Éste era Samuel, un motero de increíble atractivo, pero dominante, pendenciero e incapaz de respetar cualquier ley. Un verdadero macho alfa, que imponía sus condiciones y exigía sumisión. ¿Qué podrá hacer Almudena? ¿Será capaz de resistir la tentación, para guardar el trabajo de sus sueños? ¿O caerá en los brazos del motero, convirtiéndose en un juguete sexual, y poniendo en peligro su puesto de tatuadora? ¡Una historia de 10k palabras tan caliente, que se quedará grabada en su piel!