Como si de un cuento de reyes y sirvientes se tratara, Laura Cambridge empezó a trabajar de niñera del hijo secreto de Richard Blackthorne. Los rumores sobre aquel hombre que vivía como un recluso no hicieron mella en la joven; su propia experiencia le había demostrado que la mayoría de las veces las personas no eran lo que parecían. Pero en el caso de Richard, su corazón estaba tan herido como su rostro… Él se sentía como un niño al que se le ofrece un caramelo pero no se le deja probarlo… pero no había perdido del todo la esperanza. A pesar de todo, quizás podría cautivar a aquella diosa de ojos verdes…
Tuvieron un encuentro inolvidable y después Ciara Caldwell desapareció en la oscuridad sin dejar ninguna pista que Bryce Ashland pudiera seguir. Aunque todavía recordaba el rostro de aquella misteriosa dama, Bryce ya no tenía tiempo para ninguna mujer, excepto su niña, Carolina. Así que cuando Ciara apareció en el umbral de su puerta para trabajar de niñera, el corazón endurecido del viudo volvió a latir con fuerza. Era la madre que había soñado para Carolina, pero su lado maternal no era todo lo que deseaba de ella. Se moría por compartir su cama una y otra vez. Arriesgaría su alma para poder ganar la felicidad?
Hipnotizado por su belleza e inocencia, Steve Antonelli rescató a Robin McAlister y la acogió en su isla desierta. Robin era demasiado joven para el experimentado detective de homicidios, pero sus dulces besos despertaron sus sentimientos más profundos. Aún así, no era posible que se convirtiera en el marido de nadie. Hasta que los hermanos de Robin decidieron intervenir y le entregaron personalmente una invitación... ¡a su propia boda!
El poderoso y seductor Rey Hart se quedó hipnotizado con sólo ver a Meredith Johns. Aquella encantadora joven había conseguido conmoverle el alma con su inocencia, y además había descubierto que era una magnífica cocinera. Así que Rey no dudó en llevarla al rancho como su nueva cocinera, y de paso la libraba de una dura situación familiar. Lo que no había previsto era que la presencia de Meredith iba a poner en peligro sus planes de permanecer soltero, especialmente después de aquel increíble beso. ¿Podría su relación sobrevivir a pesar del orgullo de Rey y del peligroso pasado de Meredith?
Un hombre acostumbrado a controlar la situación estaba a punto de verse atrapado por el deseo. Desde que el agente de la DEA Alexander Cobb había rechazado a Jodie Clayburn, ambos se habían convertido en enemigos. Pero ocho años después, una importante misión iba a volver a reunirlos. El cínico y duro texano no podía creer que aquella muchacha con cara de niña se hubiera convertido en una belleza capaz de ayudarlo a resolver el caso que estaba amenazando a toda la ciudad de Jacobsville. Jodie lo había conquistado y Alexander iba a hacer cualquier cosa para poseerla y protegerla.
Él siempre jugaba siguiendo sus propias reglas, la primera de las cuales era no tener ninguna relación seria J.B. Hammock trataba bien a las mujeres, aunque sin ningún tipo de compromiso. Pero los continuos cuidados y la ternura de Tellie Maddox serían suficientes para que cualquier soltero se viera obligado a tomar medidas drásticas. Entonces Tellie perdió parte de la memoria. Creía que J.B. y ella eran grandes amigos y ni siquiera J.B. tuvo valor para dejarla de lado. Así que fingió que eran amigos... hasta que la amistad se convirtió en otra cosa, algo mucho más profundo de lo que jamás habría buscado un rompecorazones como J.B
Blake Kemp se conocía perfectamente y sabía que era terco como una mula. Como buen abogado, tenía fama de duro y no quería que la ternura de su ayudante se interpusiera en su camino… a pesar de que era consciente de que la necesitaba desesperadamente. Pero no supo cómo actuar y acabó echando a la bella y dulce Violet, que lo dejó solo en la pequeña ciudad de Jacobsville, Texas. Blake no tardaría en darse cuenta de que no podía continuar sin la luz que lo guiaba, pues la marcha de Violet había sumido su existencia en la más absoluta oscuridad…
El ranchero Jared Cameron era un verdadero misterio para todos los habitantes de Jacobsville, Texas… y a él le gustaba que fuera así. Sólo la dulce Sara, una vendedora de libros, se atrevió a inmiscuirse en su soledad, pero lo hizo únicamente para decirle que el libro que más se ajustaba a su personalidad era alguno sobre ogros. Fascinado por su audacia, Jared sedujo a la sencilla librera; Sara no tardó en encontrarse inmersa en las secretas intrigas que rodeaban a Jared y él descubrió que debía librar una gran batalla: debía luchar por el amor
¿Dónde estaba la novia y posible heredera del trono? Sólo unos minutos antes de pasar por el altar, la princesa Alyssa Sutherland desapareció sin dejar rastro. Había rumores que afirmaban que no se casaba por amor, por lo que quizá hubiera sentido pánico en el último momento. Fuentes fidedignas afirmaban también que habían visto por allí a Merrick Montgomery… y se atrevían incluso a pensar que habían huido juntos. ¿Acaso aquel guapísimo rebelde había secuestrado a la princesa por motivos políticos? O quizá sólo hubiera hecho que la dama se volviera loca de amor…
Dylan Janos no tenía ninguna intención de casarse. Cuando raptó a Abbie Turner, simplemente estaba reviviendo una romántica tradición gitana. Lo único que deseaba era poderse llevar consigo recuerdos cargados de erotismo cuando se marchara. Y se marcharía. Siempre lo hacía... Abbie sabía que Dylan no hablaba en serio de boda. Le interesaba tan poco sentar cabeza... como a ella enamorarse de un vaquero que se dedicaba a participar en rodeos. Así que, ¿por qué no saltarse la boda y empezar la luna de miel sin más preámbulos?
La falda era la solución
Lo que la abogada A.J. Potter necesitaba era un buen caso... no un hombre. Lo que no sospechaba cuando se puso la falda de su compañera de piso para acudir a aquella reunión era que acabaría consiguiendo ambas cosas. Tendría el caso, que consistía en defender a un ladrón de joyas retirado, y al hombre, Sam Romano, el investigador privado que estaba convencido de la culpabilidad de su cliente.
¿Cuál sería la solución? Quizá mantener a Sam tan "ocupado" que no tuviera tiempo, ni ganas, de pensar en el trabajo.
Se suponía que una señorita como Adora se casaría con una persona de vida respetable y, sin embargo, iba a dar el sí a Jed Ryder, un motorista que había tenido problemas con la ley en su juventud. Todo el mundo se preguntaba qué locura le había dado. Ella se justificaba a sí misma diciendo que se casaba con Jed Ryder para conseguir la custodia de su hermana. Insistía en que por el bien de la niña estaba a punto de renunciar a su respetable reputación. Pero, en realidad, eso no tenía nada que ver con el modo poco respetable en que se sentía cuando Jed la estrechaba entre sus brazos…
Nada podía impedir que Nicolo Dante descubriera la verdad sobre Kiley O’Dell. Sabía que tenía que ser una mentirosa, pero en cuanto posó la vista en esa belleza, su alma se quemó con el calor único del Infierno de los Dante. Cuando un súbito accidente de coche le arrebató a ella la memoria, Nicolo aprovechó la oportunidad para descubrir los secretos más profundos que Kiley guardaba, haciéndose pasar por su marido. Sin embargo, cuanto más tiempo prolongaba la mascarada, más le quedaba claro que, quienquiera que fuera esa mujer, no podría descansar hasta hacerla verdaderamente suya.
Evitar el infierno de la familia Dante… a cualquier precio. La obligación familiar era lo único que podía hacer que Luc Dante, soltero convencido, cuidara de la heredera Téa de Luca. Pero cuando Luc sintió el calor del infierno de los Dante, una pasión arrolladora hizo que terminaran juntos en la cama. Se suponía que sólo iba a durar seis semanas… hasta que sus familias se enteraron. Luc accedió a casarse para respetar el honor de su familia, pero ¿acabaría aceptando a Téa como su amor predestinado?
¿Sucumbir al Infierno? ¡Nunca! Rafe Dante negaba el Infierno, esa complicidad apasionada que causaba picor en las palmas de las manos de los amantes destinados. Pero su familia hacía desfilar mujeres por delante de él… hasta que se le ocurrió una idea. Elegiría a su novia, proclamaría que era su alma gemela y, cuando ella se marchara, él se quedaría “desolado” y su familia no se atrevería a interferir de nuevo. Así que Rafe contrató a la dulce y hermosa Larkin Thatcher para que fuera su prometida temporal. Pero Larkin tenía secretos… y entonces Rafe sintió el calor infernal…
¿Unidos por el matrimonio… o por el destino? El Infierno golpeaba sin avisar, pero Draco Dante no se quejaba de ello porque ese legado familiar lo llevó a Shayla Charleston, una belleza misteriosa que le encendía la sangre. Enseguida la tuvo en su cama… pero ella se marchó igual de rápido. Después de buscarla durante meses, Draco por fin encontró a la mujer que le estaba destinada… y que estaba a punto de tener un hijo suyo. Pero los secretos empezaron a salir a la luz y Draco se encontró dividido entre los conflictos pasados de sus familias y un futuro con su mujer y su hijo. ¿Compartía ella el vínculo del Infierno o Shayla había accedido a casarse por otras razones?
¿Quién puede luchar contra el destino? La inesperada pasión que compartieron Constantine Romano y Gianna Dante seguía siendo abrumadora, aunque Constantine se marchó de San Francisco casi dos años antes. Pero había vuelto y Gianna estaba dispuesta a demostrarle que con una Dante no se jugaba. El empresario italiano no había esperado que la encantadora Gianna pudiera meterse en su corazón, pero tampoco pensaba dejar que fuera de ningún otro hombre. Sabía que iba a ser suya y estaba decidido a persuadirla de la forma más apasionada posible.
La venganza es dulce... pero más lo es la tentación ¿Una boda de los Barone? Gavin O'Sullivan tenía que estar allí para enseñarle a Colleen Barone lo que se había estado perdiendo desde que su familia y ella lo habían puesto en la calle. Él ya no era el joven pobre y rebelde, ahora era un importante empresario hotelero capaz de hacer frente al poderoso clan de los Barone. Pero un solo baile con la dulce Colleen y se había desatado la misma ardiente pasión de otro tiempo. ¿Estaría dispuesto a arriesgar su corazón con la mujer que se lo había roto ya una vez?
¿Desde cuándo era buena idea acostarse con el jefe? El ranchero Toby Danforth estaba acostumbrado a hacer las cosas a su manera. Por eso era importante dar con una niñera para su hijo que siguiera sus reglas. Pero acabó encontrando a una mujer bella y enormemente testaruda, que tenía el don de saber tratar a su hijo... y el talento de recordarle a él lo que podía haber entre un hombre y una mujer... Heather Burroughs jamás había conocido a un hombre tan sexy como Toby. Aunque no estaban de acuerdo en casi nada, aquellos besos apasionados le impedían protestar. Pero Heather sabía que caminaba por terreno peligroso..
Desde el momento en que conoció a Tag Elliott, Renee Williams no pudo dejar de imaginar cómo sería sentir sus labios sobre la boca. No pensaba en otra cosa más que en sus besos y en dormitorios sin luz y llenos de promesas. Pero, como miembro de una de las familias más ricas de Manhattan, Tag estaba completamente fuera del alcance de una trabajadora social como ella. Además, por mucho que lo deseara, había algo que nunca cambiaría: eran de distinta raza. Renee se permitió dar rienda a sus fantasías durante una sola noche, pero al llegar el día, Tag tuvo que admitir que una sola vez no le bastaba. Si él podía olvidarse del escándalo que iban a ocasionar, ¿por qué no podía hacerlo ella?