El final del siglo XVI fue testigo del enfrentamiento personal, a lo largo de más de una veintena de años, entre el hombre más poderoso del mundo de entonces, el rey de España Felipe II y su secretario personal Antonio Pérez, a raiz del asesinato de Juan de Escobedo, secretario de Juan de Austria, dentro de la lucha por el poder entre Antonio Pérez y otros importantes hombres del momento. Estas «Relaciones» presentan la versión personal de una de las partes, sesgada e interesada como no podría ser de otra forma. Antonio Pérez comienza su redacción en 1591 durante su estancia en la Cárcel de la Manifestación en Zaragoza, para su defensa en el juicio iniciado en Aragón. La primera Relación narra la rebelión que se inflamó en la capital aragonesa cuando los inquisidores reiteraron su intento de transferir a Antonio Peréz hacia las cárceles del Santo Oficio; la segunda expone las diferentes etapas de la relación entre Felipe II y su antiguo secretario; la tercera trata del pliego de defensa presentada por Pérez ante sus jueces en Aragón y que hasta entonces sólo había circulado de forma manuscrita. Como contrapartida se ha desarrollado, también sesgada e interesada, la versión oficial, que no dudando en recurrir al encarcelamiento de la mujer e hijos de Antonio Perez, algunos menores, como forma de coacción para conseguir su silencio, a la destrucción de documentos presentados para su defensa, a la tortura, a acusarle injustamente de hereje ante la Inquisición y al empleo del ejército de Castilla para entrar en Aragón para capturarlo y devolverlo a Castilla, dejando por el camino algunos muertos, siendo el más señalado de todos Juan de Lanuza, Justicia de Aragón, decapitado sin juicio en Zaragoza. Con toda su maquinaria de poder puesta en marcha a diferente intensidad según el interés real, envuelto el rey en dudas y actuaciones contradictorias, como refleja el hecho de que Antonio Pérez siguió cumpliendo sus tareas de secretario después de su denuncia primera denuncia. Tenía ya más de cincuenta años cuando el infeliz secretario, ya en el exílio, publico sus «Relaciones», en múltiples versiones. La primera fue publicada en 1591 bajo el seudónimo de «Rafael Peregrino» en Bearn, la segunda en 1594 en Londres como «Pedaços de historia», y la ultima en 1597 con el titulo «Traicté paraenetique». En 1598 la versión definitiva se publicó en Paris. Aunque los ataques al rey y a su comportamiento aumentan con cada edición, nunca se le ocurrió poner en tela de juicio la autoridad del rey, ni el poder de la monarquía. El estudio de las diferentes ediciones de las «Relaciones» realizadas en vida del autor permite destacar tres grupos: las dos ediciones bearnesas de 1591, la edición londinense de 1594 y las tres ediciones parisinas de 1598. Si se comparan estos tres grupos de textos, lo primero que llama la atención es el contraste entre el riguroso anonimato de las ediciones de 1591 y la autoría reivindicada de las de 1598. La versión londinense presenta una posición intermedia pues, si bien la firman Rafael y Azarías Peregrino, el seudónimo proclama, más que encubre, la identidad de Antonio Pérez. Felipe II pidió la extradición de Antonio Pérez, negándosela Enrique IV. Todo esto pudo contribuir a que Antonio Pérez se decidiese a reivindicar abiertamente las «Relaciones». Al hacerlo, renunciaba a la posibilidad de ese perdón real, en el que se había empeñado en creer hasta entonces. La obra fue incluida en el Índice de libros prohibidos por la Inquisición, circulando multitud de ediciones clandestinas. Entre 1591 y 1715, «Relaciones» fue traducido al flamenco, francés, inglés, italiano, y a otros idiomas más, ya que presentaba una visión de Felipe II que les favorecía en las interminables luchas. No fue publicada en España hasta el año 1849, siendo esta edición la que aquí se edita en su versión COMPLETA (En una edición actual, la de editorial Renacimiento en 2013, faltan más de 100 páginas), manteniendo sus normas ortográficas, gramaticales y tipográficas. No obstante, se han utilizado las letras capitales y parte del diseño de los títulos de la edición de 1598, por tratarse de un edición más atractiva.
Una de las obras cumbres de la etnografía antigua de América que recoge gran cantidad de información sobre la historia, el modo de vida y las creencias de los mayas en el siglo XVI. Criticado por haber destruido invaluables testimonios del pueblo maya, respetado por consignar en la Relación gran parte de su historia, Fray Diego de Landa logra combinar la admiración humanista ante la diversidad cultural con la intransigencia propia del paladín de una verdad que supone absoluta. En realidad escrito como defensa ante la Inquisición por conducta impropia durante su estancia en el Yucatán, el trabajo fue olvidado y estuvo perdido para la ciencia durante varios siglos, hasta que el anticuario francés Brasseur de Bourbourg encontró una copia abreviada en la Real Academia de la Historia, posteriormente publicada en Londres y París en 1864. La Relación consta de cincuenta y dos capítulos en los cuales el obispo de Yucatán versa de los temas más variados, desde una descripción geográfica de la península hasta una exposición de por qué los indios realizaban sacrificios humanos. Incluye además la descripción del calendario precolombino, y una breve sección dedicada al “alfabeto” maya, acompañado de algunas anotaciones explicativas y ejemplos de su uso. Pese a sus inexactitudes, dado que no era alfabético sino logosilábico, la información provista por de Landa probaría más tarde ser crucial para el desciframiento de la escritura maya.
Gabriel García Márquez se descubrió a sí mismo como un narrador. Sin embargo, la intención primera era la de escribir un reportaje sobre un hombre, Luis Alejandro Velasco, que estuvo diez días a la deriva en una balsa mecida por el mar Caribe. El futuro Premio Nobel de Literatura y entonces joven reportero que era García Márquez escuchó el relato de los hechos de boca de su protagonista, y lo transformó, tal vez sin pretenderlo, en un prodigioso ejercicio literario, una narración escueta y vigorosa donde late el pulso de un gran escritor. La publicación por entregas del reportaje en El Espectador de Bogotá supuso un alboroto político considerable —se revelaba la existencia de contrabando ilegal en un buque de la Armada colombiana, lo que costó la vida de siete marineros y el naufragio, más afortunado, de Velasco— y el exilio para su autor, que se vio abocado a una nueva vida.
Los mejores artículos del director del New Yorker
David Remnick tiene el don poco común de revelar a los lectores el alma y la mente de las figuras públicas. Su penetrante mirada disecciona a políticos, escritores o púgiles, y su pluma sirve unos retratos perfectamente aliñados. Remnick logra combinar en sus vívidas piezas una extraordinaria claridad con la profundidad del mejor periodismo. Reportero reúne sus mejores textos de los últimos 20 años, desde la política estadounidense a la Rusia post soviética, pasando por Hamás, Tony Blair, Bruce Springsteen, Solzhenytsin o Philip Roth.
UN TESTIMONIO CONMOVEDOR SOBRE EL AMOR A UN OFICIO, AL SER HUMANO Y A LA LIBERTAD. Javier Preciado narra en primera persona el que tal vez sea su reportaje más comprometido; el rescate de Sara. Con tan solo ocho años, Sara es arrancada de los brazos de su madre, Leticia, y de su casa en pleno corazón de la sierra de Madrid, y llevada con engaños hasta Basora, la ciudad iraquí que vive en esos momentos uno de los capítulos más cruentos de su historia. El secuestrador no es otro que su propio padre. En principio se trataba tan solo de averiguar dónde estaba Sara y devolverla a su país. Javier no esperaba encontrarse con la angustia de una niña cuya mirada tuvo que soportar gritos, muertes, llantos y bombas en un mundo extraño y desconocido. Esto provocó que el reportero hiciera suya la angustia tanto de una madre desesperada como la de una niña abandonada en el infierno. A partir de ese momento, empieza una carrera sin aliento para Leticia y Javier: reuniones con el Gobierno y la oposición españoles, pactos con mafias terroristas iraquíes, contactos con visionarios, con princesas kuwaitíes, con mercenarios sin escrúpulos. Todo para llegar hasta Sara, que desconocía que su madre y un periodista eran detenidos en el aeropuerto de Damasco, tiroteados en las carreteras iraquíes, custodiados en una cuartel del ejército o escoltados por los geos en Bagdad. Un relato escrito con las entrañas y al frenético ritmo de una implacable cuenta atrás: Sara tiene que volver a los brazos de su madre antes de que su padre la pueda entregar en matrimonio y su sonrisa quede para siempre oculta bajo un velo.
El «Resumen de la historia de Venezuela», escrito por Andrés Bello, está incluido en la obra del mismo autor «El Calendario manual y guía universal de forasteros en Venezuela para el año de 1810, con superior permiso». Es la prosa más importante que conocemos del humanista, antes de partir de Caracas, en la cual se manifiesta con propio estilo y anticipa los temas de su mejor poesía, las «Silvas», que escribirá en Londres.
1945, un agente secreto salta en paracaídas sobre los Alpes para ejecutar una misión decisiva en territorio nazi. Su éxito o fracaso marcará para siempre la victoria de los Aliados. Nacido en Alemania, Fred Mayer fue testigo del ascenso de los nazis al poder. Cuando tenía 16 años, él y su familia, de origen judío, pudieron huir a Estados Unidos justo antes de que Hitler ordenara cerrar las fronteras. Después del ataque a Pearl Harbor, intentó enlistarse en el ejército de su nuevo país y lo rechazaron por su nacionalidad alemana. No obstante, poco después fue reclutado por la OSS, el primer equipo de espionaje de Estados Unidos y predecesora de la CIA.
Ya como agente encubierto, Fred se hizo pasar por un oficial nazi y un prisionero de guerra francés. Durante meses envió reportes secretos a la OSS que proporcionaron datos clave para que los Aliados bombardearan 20 trenes alemanes en la zona de los Alpes. Lamentablemente, el destino lo alcanzó: Fred fue capturado y torturado por la Gestapo durante días, pero su astucia era tal que convenció a su captor, un comandante nazi, para que se rindiera y así completó una de las misiones más exitosas de Estados Unidos durante la guerra.
Erich Lichtblau, dos veces ganador del Premio Pulitzer, investigó por años al personaje, rastreó archivos del caso, consiguió fotos inéditas y entrevistó al propio Mayer unos meses antes de que este falleciera; el resultado es una implacable historia de agentes secretos, pero también la de un hombre que buscó hacer justicia para él, para su familia y para su pueblo.
«Este libro, tan bien documentado, atraerá tanto a lectores de historias de espionaje y biografías, como a fanáticos de la Segunda Guerra Mundial». Library Journal.
Hoy os acercamos un libro de dos de los más famosos y prestigiados escritores de viajes, Paul Theroux y Bruce Chatwin. Se trata de «Retorno a la Patagonia», una aventura en la que ambos autores realizan una vuelta a ese sitio mágico y cautivador que combina los paisajes más hermosos con inclementes temperaturas y la sensación de estar literalmente, en el fin del mundo. En el comienzo del libro, Chatwin comenta que su compañero y él emprenden el camino rumbo a la Patagonia tanto por la experiencia que brinda recorrerla como por la importancia que tiene para ambos en cuanto a lo literario, porque en aquellas tierras lejanas, en donde el frío y el viento hace imposible la vida de tantas especies, su imaginación y su creatividad florecen. Ambos autores tenían publicados, al regresar a la Patagonia, sendos libros sobre ella: En el caso de Chatwin, «En la Patagonia» y en el de Theroux «El viejo expreso de la Patagonia».
Fue voluntad expresa de Jaime Gil de Biedma que este diario llegara a la imprenta después de su fallecimiento. Las tres partes que lo componen («Las islas de Circe», «Informe sobre la administración general en Filipinas» y «De regreso a Ítaca»), no sólo constituyen el relato, inteligente y brillante, de los avatares personales, laborales y creativos experimentados a lo largo de casi un año por el poeta, en plena juventud, sino que ofrecen una visión del mundo, de la literatura y del tiempo social y político en el que le ha tocado vivir, que completa, ilumina y agiganta la lectura de su obra poética. Considerado, pese a la brevedad de su obra, uno de los autores mayores de la poesía española del presente siglo, este diario revela a un prosista excepcional, que pasa magistralmente de la ternura a la crítica, del análisis a la descripción, del relato a la insinuación lírica y de la ironía a la desolación.
Desde que allá por los años sesenta Gay Talese irrumpiera en el mundo del periodismo para revolucionar sus formas y cambiar para siempre la manera de afrontar un reportaje, sus artículos han servido de modelo a generaciones de escritores. Ya se trate de historias cotidianas protagonizadas por gente desconocida que con frecuencia nos resulta curiosamente familiar, o de perfiles de personajes famosos a los que en realidad no conocíamos tanto como creíamos, Talese es capaz de mostrarnos siempre el detalle invisible que nos revela los secretos, de introducirnos en la escena como si la estuviéramos presenciando, de hacernos partícipes de los momentos más inaccesibles. Iconos de la cultura como Frank Sinatra, Ernest Hemingway o Peter O'Toole, de la política como Kennedy o Fidel Castro, o del deporte como Joe DiMaggio, Muhammad Alí o Joe Louis, se alternan en estas páginas con entrañables recuerdos familiares o los humildes inicios del autor en el mundo del periodismo. El nexo de unión es siempre el m ismo: el inigualable estilo de Talese.
Arte, Crítica y teoría literaria, Memorias, Otros, Crónica
Cansada del trabajo periodístico pero necesitada de dinero, como con franqueza reconocía, Clarice Lispector acepta escribir crónicas para el Jornal do Brasil. Lo hace durante siete años, entre 1967 y 1973. Algunos de los temas que aparecen en estos textos heterogéneos, inclasificables e inesperados son el amor, el tiempo y la muerte, bajo dimensiones pocas veces exploradas con tanta maestría. En cada línea la autora refleja su compleja personalidad y, si bien se habla genéricamente de «crónicas», Clarice desafía al género y atraviesa sus fronteras. Son interminables los itinerarios que pueden trazarse a través de estas narraciones: siguiendo el hilo de los temas, de ciertos personajes; de los objetos y situaciones que captan su atención, de las preocupaciones literarias, metafísicas, entre otros.«Lo que hace interesantísimas estas crónicas es que son la exposición de una transparencia, la exhibición de un espíritu que necesita oponerse a la trivialidad apelando al misterio. Lispector se muestra compacta en su temblor, irrebatible en sus dudas, siempre heterodoxa respecto al género periodístico. Sus crónicas no difieren de sus novelas, simplemente están tocadas por la levedad del género, y se diría que para ella son un campo de pruebas, un modo de tantear la naturaleza de la escritura». El País, Madrid.
La historia de uno de los más grandes atletas y una de las personalidades más irresistibles de nuestro tiempo, Muhammad Ali.Cuando aquella noche de 1964, Muhammad Ali, conocido por entonces como Cassius Clay, saltó al cuadrilátero para enfrentarse a Sonny Liston, fue contemplado por todo el mundo como un irritante adefesio que se movía y hablaba demasiado. Seis asaltos, después, Ali no sólo se había convertido en el nuevo campeón del mundo de los pesos pesados: era el «nuevo hombre negro» que en poco tiempo transformaría la política racial, la cultura popular y las nociones de heroísmo de Estados Unidos.Explorando la ascensión de Ali desde los gimnasios de Louisville, Kentucky, el autor crea un lienzo de incomparable riqueza y nos ofrece un minucioso retrato de las mafias que controlaban el negocio, de los columnistas que dominaban la información deportiva, de un audaz Norman Mailer y de un enigmático Malcom X.Nadie ha captado a Ali con tanta viveza, pasión y sagacidad como David Remnick, ganador de un premio Pulitzer y director de The New Yorker. Pero Rey del mundo es mucho más: es la crónica de una de las épocas de Estados Unidos -la década prodigiosa- más vitales y vertiginosas; y hace justicia a la rapidez, gracia, valor, humor y entusiasmo de uno de los más grandes atletas y de una de las personalidades más irresistibles de nuestro tiempo.La crítica ha dicho…«Revela detalles que ni los más cercanos a Ali han sabido nunca. Una historia fascinante.»The New York Times«Uno de los innumerables méritos de este Premio Pulitzer es huir de los juicios morales sobre la materia de estudio y escapar de la persecución lineal de meros datos biográficos para situarnos ante un púgil que hizo de su raza el motor de su epopeya vital.»El Mundo«Es una historia extraordinaria, y Remnick capta lo mejor de ella.»Clarín«Ha conseguido más éxito que cualquier otro libro anterior sobre Ali. Un derroche de energía, ego y habilidad como nunca volveremos a ver.»The Wall Street Journal«El mejor libro de no-ficción del año.»Time«Un poder narrativo casi cardiaco. Una importante crónica sobre un período en la historia social de Estados Unidos.»Chicago Tribune«Una placer. Inquietante. Tan rico que cualquiera puede imaginarse a Ali diciendo: "¿Cómo conseguiste entrar en mi cabeza, colega?"»Wilfrid Sheed, Time
Novela, Drama, Histórico, Intriga, Crónica, Historia
Basada en la historia real de la última mujer decapitada en Islandia, acusada del brutal asesinato de dos hombres, «Ritos funerarios» es una novela de suspense y de pasiones íntimas con el trasfondo del paisaje helado de la Islandia del siglo XIX. Agnes, mientras espera la hora de su ejecución, es confinada en la granja de un matrimonio y de sus dos hijas. Horrorizada, la familia ni siquiera quiere hablar con ella. Tan solo el joven ayudante de un pastor intenta comprenderla y salvar su alma. A medida que sus conversaciones progresan y el invierno deja su huella, el dilema se afianza: ¿fue Agnes culpable o no de los terribles hechos de que la acusan?
Stevenson, de Chesterton, es un libro en el que tiene tanta importancia el biografiado como el biógrafo. Ambos fueron escritores torrenciales, de abundancia casi inconcebible. ¿Cómo pudo escribir Stevenson tanto como escribió, abrumado por la enfermedad y viajando tanto como viajó y en las circunstancias en que muchas veces lo hizo? La obra de Stevenson, habiendo vivido él tan solo cuarenta y cuatro años, sorprende no solo por su abundancia, sino también por su variedad.
André Castelot, prologuista de esta obra póstuma de G. Lenotre, escribe a propósito de Maximilien Robespierre: «[…] Leyendo el “Robespierre” que ahora presentamos al amplio público de esta colección, veremos nacer al conjuro de la pluma de G. Lenotre el Maximiliano que quizá no mostramos suficientemente en nuestra emisión televisada El terror y la virtud. Mi amigo Alain Decaux —autor de los notables diálogos de dicho programa— no tenía más remedio que seleccionar, desde luego… Pero yo lamenté, por mi parte, que el “padre” de la atroz ley de Pradial fuera sacrificado en beneficio de un Robespierre idílico. Lamenté igualmente que los imperativos de la televisión impidiesen mostrar las carretas atravesando París cada día en medio de un nauseabundo olor de sangre». G. Lenotre construyó, con datos fidedignos y documentados, una breve pero profunda biografía de Robespierre (consultaba tantos archivos, legajos, hemerotecas, que proporcionó en su magistral «París Revolucionario» hasta el plano de la vivienda del carpintero Duplay, donde Maximilien tuvo un modesto cuartito donde trabajaba y vivía de modo espartano) que no oculta virtudes y defectos, sin escorar los datos hacia una hagiografía que hurte los aspectos obscuros del retratado (como tantas existen) ni hacia una semblanza despectiva que abone los vituperios hacia una figura controvertida a la que no se le puede negar una profunda honestidad de base, aunque llevase la influencia de Jean-Jacques Rousseau (casi un ser divino para él) a su exigencia de «virtud«, demasiado lejos.
Arquero infalible, defensor de los pobres, hombre del pueblo que se opone a la tiranía y la injusticia, la fama de Robin Hood es universal. Durante siglos, su leyenda ha inflamado la imaginación popular. Pero ¿existió realmente el proscrito de Sherwood? ¿Qué hechos históricos dieron origen a la abundante literatura sobre el romántico personaje y sus compañeros de aventuras? ¿Quién fue la doncella Marian?Graham Phillips y Martin Keatman, tras una larga y exhaustiva investigación, han descubierto al hombre oculto tras el mito y lo han situado en su verdadero contexto: Robin no fue el desheredado conde de Huntington, sino un campesino revolucionario de Wakefield; la historia original no tuvo lugar en torno a 1190, cuando Ricardo I batallaba en la tercera cruzada, sino alrededor de 1320.Esta espléndida obra, que —sin menoscabo del rigor— posee el ritmo trepidante de un relato detectivesco, sitúa al lector frente al auténtico Robin Hood.
La etnia musulmana de los rohinyá protagoniza una de las crisis migratorias más graves de las últimas décadas. Expulsado de Myanmar (antigua Birmania), sin estado y sin apoyos, este pueblo lleva varias décadas sufriendo oleadas de violencia y ya no es bien recibido en ningún país. En la actualidad, en la vecina Bangladés, unos 700.000 rohinyás, la mayoría niños, sobreviven en Kutapalong, el campo de refugiados más grande del planeta, una megalópolis que ha triplicado su población en menos de un año. No pueden volver a Birmania ni labrarse un futuro en su país de acogida. Malviven en tierra de nadie, entre hambre y enfermedades, y dependen para todo de la ayuda internacional. Muchos querrían volver, pero la violencia contra ellos no ha cesado todavía. Este libro aborda las causas de este éxodo, los orígenes de este odio atroz, de esta persecución sistemática. ¿Por qué los rohinyá se han convertido en la minoría étnica y religiosa más perseguida del planeta? Veremos que el drama se gestó durante los años de poder militar pero que, paradójicamente, se ha desarrollado bajo el mandato de la premio nobel de la paz, Aung San Suu Kyi.
«Nos hallamos ante un extraño libro. Su rareza consiste no en extravagancias o bellezas, sino en que son tal vez las únicas memorias amorosas escritas por un poeta de fama en México, que nos relata, poniendo a las mujeres nombres supuestos o reales, todos los lances de amor que tuvo en su adolescencia y juventud. Nadie lo hizo antes ni lo ha hecho después», dice Marco Antonio Campos en el prólogo de esta edición. Su autor, Manuel M. Flores (1840-1885), fue no sólo uno de los poetas más sobresalientes del romanticismo mexicano, sino también un hombre de una vida torturada y tortuosa, que murió ciego y carcomido por la sífilis a los 45 años de edad. Su gran amor fue Rosario de la Peña, la musa de casi todos los literatos del último tercio del siglo XIX. Sin embargo, «Rosas caídas» se cierra antes del inicio de estos amores célebres y se dedica más bien, a la evocación y el recuerdo de las muchas, muchísimas, muchachas que amó durante su agitada y febril juventud. Testimonio de época, «Rosas caídas» es, sobre todo —al igual que su libro de poemas, «Pasionarias»— un canto al amor terrenal y casi libertino, libre de ataduras y remordimientos equívocos.
La obra más ambiciosa del maestro de la narración bélica sobre uno de los acontecimientos más influyentes del siglo XX. Tras el colapso del imperio zarista, entre 1917 y 1921 tuvo lugar en Rusia una lucha devastadora: una incompatible alianza blanca de socialistas moderados y monárquicos reaccionarios tenía pocas posibilidades contra el Ejército Rojo de Trotsky y la dictadura comunista de Lenin. El terror engendró el terror, que a su vez condujo a una crueldad aún mayor sobre hombres, mujeres y niños. La lucha se convirtió en una guerra mundial por delegación, ya que Churchill desplegó armamento y tropas del imperio británico, mientras las fuerzas armadas de Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Polonia y Checoslovaquia desempeñaron papeles rivales. Utilizando los estudios más actualizados y la investigación de archivos, Antony Beevor reúne la imagen completa en una narración apasionante que transmite el conflicto a través de los ojos de todos, desde el trabajador en las calles de Petrogrado hasta el oficial de caballería en el campo de batalla o la mujer médico en un hospital improvisado.