La Ascensión se acerca. Desde hace siglos, los magos de las místicas Nueve Tradiciones y la autoritaria y racional Unión Tecnocrática están enfrentados en una Guerra incesante y furiosa por el control de la realidad. Ambas facciones han elevado el nivel de iluminación universal, pero también han fracturado y quebrado la naturaleza misma de la realidad en su constante búsqueda de la victoria. Ahora, mientras la entropía toma finalmente el control y una Ascensión forzosa envuelve al universo, solo resta esperar el juicio final de los pecados, antes de que todo recupere su estado primigenio. En medio de este proceso, tres magos muy dispares se ven lanzados al centro de la escena por agentes del misterioso Consejo Disidente. ¿Es posible que en sus manos esté el destino de la Creación?
Murciélagos (1916) es quizás el libro de relatos más importante de Gustav Meyrink, el famoso autor de El Golem (1913). Su otro volumen, El cuerno encantado del pequeño burgués alemán (1913), recopila sólo una serie de relatos publicados de forma dispersa en revistas de la época. Murciélagos incluye varios de sus cuentos más destacados: Maese Leonhard, una nouvelle por su extensión, donde fusiona dos historias, una de incesto y de crimen —morosa y convincente—; y otra que lleva a Leonhard en busca de Jacobo de Vitríaco, el místico Gran Maestre de la Orden del Temple —mística y obsesiva—, una historia muy lograda que luego serviría de modelo a toda una generación de autores ingleses cultivadores del género. En el mismo nivel se ubican La visita que J. H. Oberheit hace a las tempijuelas, El cardenal Napellus y Los cuatro hermanos lunares, relato que contiene un curioso resumen, por así decirlo, de sus cuatro temas mayores. El juego de los grillos, De cómo el Dr. Job Paupersum le trajo rosas rojas a su hija y Amadeo Knodlseder… pertenecen, en cambio, al ciclo de obras satíricas y apocalípticas, producto de la influencia de la guerra sobre su alma mórbida.
«Muriendo en Bangkok» nos cuenta la historia del Dr. Merrick, que regresa a esa ciudad luego de 20 años, buscando a una mujer vampiro llamada Mara, que tiene el poder de hechizar a los hombres a través de la lujuria y llevarlos más allá de los límites del placer. Una historia de terror y erotismo, ganadora de los premios Bram Stoker y Locus de 1994 a la mejor novela corta.
Novela de misterio cuya intriga te atrapará desde el principio hasta su sorprendente final. LA CASA DE LOS FANTASMAS es una historia de suspense influida por los relatos clásicos de amigos que resuelven misterios al estilo de LOS CINCO de Enid Blyton, así como por las modernas sagas de fantasía. La novela tiene varios niveles de lectura, por lo que puede ser disfrutada por lectores de todas las edades. Aunque LA CASA DE LOS FANTASMAS tiene una continuación (LA MIRADA DEL ESPECTRO), puede leerse como una historia completa.
Novela de misterio sobre un grupo de amigos que investigan unos inquietantes asesinatos en serie. La intriga te atrapará desde el principio hasta su sorprendente final. LA MIRADA DEL ESPECTRO es una historia de suspense influida por las novelas clásicas de misterio, así como por las modernas sagas de fantasía. La novela tiene varios niveles de lectura, por lo que puede ser disfrutada por lectores de todas las edades. Aunque LA MIRADA DEL ESPECTRO es la continuación de LA CASA DE LOS FANTASMAS, puede leerse como una historia completa.
Relato, Drama, Fantástico, Psicológico, Romántico, Terror
El último libro publicado en vida de Horacio Quiroga fue ‘Más allá’, colección de once cuentos de 1935. La crítica de su tiempo lo trató desfavorablemente, señalando que el autor, en sus postrimerías, retrocedía a la etapa inicial, a los viejos dioses modernistas del novecientos. En forma general, la apreciación puede ser justa, pero hay varias piezas que se cuentan entre las mejores del autor y que justifican largamente la lectura del volumen.
Fran Velasco es un joven malagueño rico e inmaduro que trabaja como detective privado. Lleva la vida que siempre deseó, pero su suerte cambiará cuando es contratado por un prestigioso hombre de negocios para que investigue los últimos días de su socio, Rafael Álamo, justo antes de que contrajera una terrible enfermedad que los médicos no saben diagnosticar.
El caso Álamo, lejos de estar resuelto, llevará esta vez al joven detective fuera de las fronteras de España en busca de respuestas, aunque para encontrarlas tendrá que descender a las misteriosas profundidades de lo paranormal.
El caso Álamo ha sido resuelto. Ahora el detective Fran Velasco, por orden de La Agencia, deberá viajar hasta Argelia para infiltrarse en una organización secreta con el objetivo de localizar un artefacto con propiedades especiales.
Más allá del umbral (Beyond the threshold) —a veces llamado: Del otro lado del umbral— es un relato de terror del escritor norteamericano August Derleth, publicado en la edición de septiembre de 1941 de la revista Weird Tales. Más allá del umbral es uno de los cuentos más acabados de August Derleth, y acaso el que honra con mayor justicia el legado fantástico de H.P. Lovecraft. La historia se relaciona directamente con dos relatos clásicos de los mitos de Cthulhu: La sombra sobre Innsmouth (The shadow over Innsmouth), de H.P. Lovecraft; y El Wendigo (The Wendigo), de Algernon Blackwood.
«Estas historias de miedo te llevarán en un viaje extraño y temible, donde la oscuridad o la niebla o la bruma o el grito de una persona o el aullido de un perro convierten lugares comunes en lugares de pesadilla, donde nada es lo que esperas. Las historias de miedo tienen a menudo un propósito serio. Pueden advertir a los jóvenes de los peligros que les esperan cuando se enfrenten al mundo por su cuenta. Pero generalmente, contamos historias de miedo para divertirnos. Apagamos las luces, o dejamos sólo una vela encendida. Entonces nos sentamos en círculo y contamos las historias más aterradoras que conocemos. Te recomiendo que leas las historias de este libro, mientras todavía sientas valor en ti y antes de que oscurezca». Alvin Schwartz.
El profesor Mondrick trajo las pruebas de ello desde lo más oscuro de Asia… pero Algo le silenció para siempre antes de que pudiera revelarlo. La mujer de Mondrick y sus tres discípulos continuaron su cruzada… pero Algo apuñaló a tres de ellos y marcó al otro como asesino. El periodista Will Barbee estaba aterrorizado porque él sabía que era ese Algo… y que formaba parte de él.
Las narraciones extraordinarias de Edgar Allan Poe constituyen la parte más conocida de su obra. El cine y la televisión han explotado, no siempre con fortuna, lo que en Poe hay de misterioso y hasta terrorífico, dejando de lado la intensidad, el pulso y ese acento de campana gigantesca que suponen los valores primordiales de una obra concentrada y personalísima, en la cual lo humano se eleva por caminos pavorosos a tensiones muy superiores a su contenido melodramático. Como si la vida, con su fundamento de terrores y sombras, necesitase ser penetrada por su autor, preocupado por alumbrar inéditos caminos con sus descubrimientos.
Probablemente, «Narracion de Arthur Gordon Pym» es la obra de Edgar Allan Poe (1809-1849) que ha suscitado valoraciones más dispares. Los surrealistas han hablado con gran estima de la eficacia evocativa de sus elementos inconscientes (por los que se ha interesado también el psicoanálisis) y los aficionados al realismo mágico elogian tanto el encadenamiento de aventuras que aparecen en la superficie como la corriente subterránea, alegórica y extraña, que las transporta. En cuanto a la abrupta conclusión de la historia, lo más probable es que sea una exigencia de la propia trama; a las puertas del gran misterio, el narrador se ve obligado a callar. «Y este silencio —concluye Julio Cortázar, traductor y prologuista de esta edición— tiñe todo el libro con un horror sagrado, insinúa un sentido ambiguo en cada escena anterior, enriquece misteriosamente el relato y a la vez lo desnuda de su fácil truculencia para dejar entrever detrás de esas matanzas, ese canibalismo, esa exhibición de cadáveres descompuestos, un signo profundo de hombre en lucha consigo mismo o con el destino».
El escritor norteamericano Howard Phillips Lovecraft (1890-1937), mejor conocido como H. P. Lovecraft, es uno de los autores más admirados del género de terror y de misterio en el siempre expansivo panorama de la literatura universal. Prácticamente desconocido durante su corta vida, el autor alcanzó la fama de manera póstuma por la incansable labor de sus colaboradores y editores. Estos consideraron que sus terroríficas creaciones y retorcidas historias debían ser leídas y apreciadas por un público más amplio, logrando convertirse con el tiempo en un referente de la literatura de terror y en la inspiración de innumerables autores. El «terror cósmico», mitologías complejas y expansivas, la exploración de las profundidades del horror humano y el miedo a lo desconocido e incomprensible serían el sello de la mayoría de sus relatos y novelas cortas, todas ellas recopiladas en este volumen.
Howard Phillips Lovecraft (1890-1937) fue un ave nocturna y un cazador de sueños. Nació en Providence (Nueva Inglaterra), donde vivió la mayor parte de su corta vida, que dedicó a contemplar las estrellas, leer con avidez cuanto caía en sus manos y, sobre todo, escribir (poesía, ensayo, relatos y una ingente correspondencia). Al refugiarse en su hermético mundo onírico, Lovecraft se embarcó en un viaje sin retorno hacia una nueva dimensión: el miedo cósmico, el «terror de los espacios infinitos», que estremecía a Pascal. Como Poe, Lovecraft abandona definitivamente las invenciones mágicas o legendarias de los góticos: el castillo encantado, los fantasmas, vampiros y brujas, y las sustituye por una nueva mitología fantástica en la que ya no hay Dios ni Diablo, ni seres sobrenaturales, tan sólo híbridos semihumanos y seres extraterrestres o extradimensionales. Y el miedo se convirtió en horror cósmico. A través del sueño y el vuelo de la fantasía H.P.L. compensó su escasa movilidad física y viajó más lejos que nadie. Este primer volumen de su narrativa completa abarca la producción literaria de H.P. Lovecraft entre 1905 y 1926. Influido desde sus comienzos por Edgar Allan Poe, en relatos como “La tumba”, “El extraño” o “Aire frío”, entre 1917 y 1921 escribió casi una veintena de relatos oníricos inspirados en otro de sus grandes maestros: Lord Dunsany. Cuentos de este periodo son “Dagon”, “Polaris”, “La ciudad sin nombre” o “La búsqueda en sueños de la ignota Kadath”. Así mismo, en esta primera etapa de su carrera vio la luz “La llamada de Cthulhu” (1926), pieza básica y fundacional de los Mitos de Cthulhu, subgénero lovecraftiano que cuenta con ilustres precursores, como Arthur Machen o Algernon Blackwood, así como numerosos continuadores, especialmente los escritores que integran el llamado «Círculo de Lovecraft». Ed. Valdemar
Un sádico tortura y asesina a varias mujeres. Entre las víctimas está la novia del doctor Thomas Meredith, quien presenció el crimen y por algún motivo fue dejado con vida por el asesino. A partir de ese momento Meredith vive atormentado por espeluznantes visiones, casi aislado del mundo, pero no logra recordar a su torturador. Los horrendos crímenes continúan y Natalie Vine, una psiquiatra forense decide adentrarse en la confusa mente de Meredith como única solución para descubrir al asesino. Gradualmente se crea entre ambos un peculiar vínculo y Meredith comienza a recordar siniestros detalles que podrían servir para identificar al sanguinario psicópata, conocido como «el Carpintero», que se halla mucho más cerca de lo que cabría imaginar.
En los últimos años son muchas las ediciones del Necronomicón que han sido publicadas. Sin embargo, ninguna es la obra prohibida del sabio maldito Abdul Alhazred, el árabe loco nacido en el Yemen que encontró los perdidos arcanos en el terrible desierto del Roba el Khaliyeh junto a los tenebrosos e invisibles moradores de las arenas.
Él llamó a su obra Al Azif el ruido de los insectos, que fue llamado Necronomicón primero en griego y luego en latín, siendo esta la traducción griega del erudito Teodoro Filetas hecha en Constantinopla en el año 950, y posteriormente vertida al latín por Olaus Wormius en el año del Señor de 1228.