Nadie identificaba el cuerpo. El cadáver fue encontrado cerca de la vía del ferrocarril, como a una milla al este del pueblo. Probablemente se trataba de un vagabundo atropellado por el tren. Desgraciadamente esas cosas suceden. Pero luego vinieron las complicaciones. En uno de los bolsillos del muerto encontraron una tarjeta de identificación que daba el nombre y dirección de un hermano, residente en Phoenix, para notificarlo en caso accidente. La policía así lo hizo. El hermano les mandó 500 dólares e instrucciones de incinerar el cuerpo y remitirle las cenizas por «express» aéreo. La policía decidió ahondar más las investigaciones y encontró que no existía tal hermano en la dirección indicada. Luego, la viuda de un prófugo tenedor de libros identificó el cadáver como el de John Burke, su esposo. Es una solución, pensó el fiscal Doug Selby, pero ¿por qué las huellas digitales del cadáver no son iguales a las de John Burke? Y el asesino asesto un nuevo golpe…
En abril de 1944, pocas semanas antes del desembarco aliado en las playas de Normandía, una nave de reconocimiento inglesa es atacada y hundida por lanchas rápidas alemanas en el Canal de la Mancha. A bordo de la embarcación iba el coronel norteamericano Kelso, uno de los pocos hombres al corriente de los preparativos del Día D y los planes de Eisenhower. Kelso consigue salvarse en una balsa y las corrientes le llevan a la isla de Jersey, ocupada por fuerzas del Tercer Reich…
Enterado del incidente, el Alto Mando aliado organiza una peligrosa misión de búsqueda, pues resulta imprescindible rescatar a Kelso con vida… o silenciarlo para siempre. De ello depende el éxito o el fracaso de la operación militar más vasta de la historia. Solo hay un hombre capaz de encargarse de tan delicada misión: Harry Martineau, uno de los mejores agentes del servicio de inteligencia británico. Martineau, haciéndose pasar por oficial alemán y acompañado de una atractiva joven que conoce el terreno, se introduce en las líneas enemigas y llega a Jersey.
Sin embargo, todo se complica con un hecho inesperado: la llegada a la isla de un doble del mariscal Rommel, enviado por el Zorro del Desierto para despistar a la Gestapo mientras él se reúne con los altos oficiales alemanes que conspiran para derrocar a Hitler. A partir de entonces los protagonistas se enfrentan a una serie de acontecimientos electrizantes, en su audaz tentativa de conducir a buen fin una misión de la cual depende el curso inmediato de la guerra…
El indiscutible talento narrativo de Jack Higgins ha conseguido con La noche del zorro una extraordinaria novela de suspense y acción que mantiene en vilo al lector.
En una oscura noche de Mayo de 1944, Craig Osbourne, agente secreto norteamericano, se encuentra flotando a la deriva en el mar, cerca de la costa de Bretaña. Cuando una lancha patrullera alemana surge en medio de la niebla, Craig que la guerra ha terminado para él. Pero al ser izado a bordo descubre, estupefacto, que el capitán alemán es un viejo conocido, compañero de sus días en Harvard. Así comienza este fascinante thriller ubicado en el escenario de la segunda guerra mundial.
En este clásico de la novela histórica española, el autor relata la turbulenta etapa final del Reino de Navarra, cuando, a finales del Siglo XV y bajo la sombra de la guerra civil entre agramonteses y beamonteses, Leonor de Navarra asesina a sus dos hermanos, Cárlos y Blanca, para hacerse con la corona.
Novela histórica que recrea la vida de la que fue mujer del Cid. La autora construye un personaje fuerte, instruido y de gran carácter que se aleja de la imagen de mujer contemplativa que se ha tenido hasta ahora de ella. En 2007 se cumplieron 800 años de la aparición del Cantar de Mío Cid en el que encontramos la figura de doña Jimena, la gran olvidada de uno de los episodios míticos de nuestra historia. ¿Quién fue en realidad? ¿Qué papel jugó en la leyenda del Cid? ¿Qué hay de cierto en la historia que se narra en el Cantar? Magdalena Lasala teje a través del personaje un fresco soberbio y minucioso de la época.
Feíta es hija de don Benicio Neira, un hidalgo de clase media venido a menos, y alberga unos inmensos deseos de instrucción, de autonomía personal y de trabajo para independizarse. Todo esto la aleja de las señoritas de su mismo estrato social y del resto de sus hermanas. Las carencias económicas en el hogar de los Neira harán que Feíta quiera formarse para poder trabajar, y por ello le pedirá a su padre que le dé estudios universitarios —los mismos que los ofertados a su hermano Froilán y que este desaprovecha—, pero el padre se negará rotundamente: al viudo le parece correcto apoyarse en su hija para desahogarse y comentar la marcha de la familia, las penalidades económicas y otras preocupaciones, pero no acepta que Feíta quiera romper con los estereotipos asignados socialmente a su sexo. Esta novela forma un díptico, en volumen aparte como era deseo de la escritora, con «Memorias de un solterón».
De niña gorda a mujer esbelta, de pelirroja a morena, de Londres a Toronto, de una aventura con un noble polaco a un matrimonio con un izquierdista radical, de escritora de novela rosa a poetisa de renombre. Joan Foster, la protagonista, es un personaje excéntrico difícil de olvidar. «Doña Oráculo» es una novela llena de magia, humor y poesía.
Pepe Rey, hombre de ideas liberales, acude a Orbajosa, pequeña ciudad episcopal castellana, donde piensa casarse con una prima suya, Rosario, matrimonio acordado por su padre, Juan, y por la hermana de este, la madre de la novia, Perfecta, viuda de Polentinos. Los novios se gustan de inmediato, apenas conocerse, y se declaran amor eterno, pero el malmetimiento de un canónigo de la catedral, don Inocencio, descarrila las buenas intenciones del padre y de la tía, y contraría el flechazo amoroso sentido por los jóvenes. La infeliz marcha de los acontecimientos desemboca en un enfrentamiento entre la tía y el sobrino, cuando esta se niega a que la hija se case con un descreído.
El reinado de Doña Urraca de Castilla y de León, es uno de los más oscuros y embrollados de nuestra historia. Tenemos sin embargo acerca de él un libro, de los que suelen, más que en ninguna nación, escasear en la nuestra; unas Memorias contemporáneas. Ocultas, y de muy pocos conocidas por espacio de más de seiscientos años, hasta que aparecieron impresas a fines del pasado siglo, merced a la laboriosidad del P. M. Florez, han sido posteriormente no muy leídas por la repugnancia que inspira una historia abultada y escrita en un latín semibárbaro y en muchos pasajes inintelegible.
El argumento se desarrolla en Long Island, en Blessingbourne, una villa aislada junto al mar, propiedad de Claudia Bethune. El Dr. Basil Willing ha alquilado una pequeña cabaña en la costa para unas vacaciones y su patrona, Claudia, le ha insistido varias veces para que se una a su fiesta. Durante el fin de semana recibirá a amigos y parientes cercanos y Claudia ha inventado un nuevo cóctel para la ocasión. Claudia quiere saber la verdad de lo que piensan sus parientes y amigos de ella y conocer sus secretos, por lo que roba un suero de verdad y lo pone como ingrediente secreto del cóctel. En las primeras horas de la mañana, cuando regresa a su cabaña, el Dr. Willing ve lo que cree que es un incendio e investiga. Encuentra a Claudia cerca de la muerte, estrangulada con su propio collar de platino y esmeraldas, y oye pasos que se desvanecen por las escaleras. Alguien no quería que Claudia descubriera la verdad sobre ellos y el Dr. Willing se encuentra involucrado como sospechoso de asesinato
Cuando Mario agrede nuevamente a Natalia la trasladan a un hospital de Madrid con serias heridas. Allí conoce al doctor Engel, un apuesto y atractivo alemán de madre española dispuesto a ayudarla. Cuando el doctor descubre que se trata de un caso de malos tratos y que la vida de la chica corre serio peligro, la convence para que abandone a su agresor. Mario se entera y empiezan las amenazas de muerte. Natalia y Engel descubren que hay algo más entre los dos que una simple relación médico-paciente, y que su pasado no es tan distinto como parecía en un principio. Mario intentará por todos los medios acabar con la vida de su exnovia, sea cual sea el precio que deba pagar por ello. Entonces entran en escena Alex, Laura, Erika y Manuel. A pesar del amor que Natalia y Engel acaban sintiendo el uno por el otro, hay algo que les impide estar juntos…
El castillo de Duchlan es un lugar sombrío e inhóspito de las Highlands escocesas. Una noche aparece en él el cadáver de Mary Gregor, hermana del terrateniente. La han asesinado brutalmente en su alcoba, pero la estancia está cerrada por dentro y las ventanas, atrancadas. La única pista sobre el culpable está en la escena del crimen: una escama de pez, que el asesino ha dejado sobre el cuerpo de Mary.
El inspector Dundas acude a Duchlan para investigar el caso. La familia Gregor y sus sirvientes se apresuran a afirmar, tal vez con demasiada profusión, que Mary era una mujer amable y caritativa. Pero al parecer la realidad es más compleja: la señora era cruel, y su carácter continúa impregnando la casa después de su muerte. Pronto ocurren más crímenes, igualmente imposibles, y la atmósfera se torna cada vez más oscura. Dundas, con la inestimable ayuda del doctor y detective aficionado Eustace Hailey, desentrañará una solución mucho más lógica, más allá de supersticiones de lugareños y habitaciones encantadas.
Anthony Wynne escribió algunos de los mejores misterios de la época dorada de la novela negra británica. Esta obra, astutamente tramada e inédita para el lector español, fue publicada por primera vez en el Reino Unido en 1931 y ahora ha sido rescatada de nuevo.
Siete años después de la muerte de Edward Hyde, un elegante caballero aparece por las calles de Londres diciendo ser el doctor Henry Jekyll. Tan solo el señor Utterson, abogado y confidente del doctor Jekyll, sabe que es un impostor, porque Jekyll era Hyde. Pero mientras este misterioso hombre se va relacionando con la alta sociedad londinense y va reclamando sus bienes, los cuerpos de sus posibles enemigos van desapareciendo. Utterson comienza a temer por su vida y a cuestionarse su propia cordura. ¿Puede ser que este hombre que parece y actúa como el doctor Henry Jekyll sea en realidad un impostor?
Ludwig van Zigman, médico psiquiatra, discípulo de Sigmund Freud, se encuentra descansando en su casa natal en Holanda, cuando recibe la visita de su compañero de habitación, de sus tiempos como estudiante en Cambridge, Stuart Paterson. Acude a él como especialista ya que teme que su esposa Leda se esté volviendo loca y quiere que le acompañe a su casa en Inglaterra para que trate a su mujer. Aunque inicialmente Ludwig se muestra remiso a cortar sus vacaciones, para tratar un caso que sospecha que está provocado por un conflicto amoroso, sin embargo su curiosidad, junto con la tozudez de su amigo, pronto le hicieron claudicar. No podía sospechar que tras la tenue capa de polvo que cubría el aparentemente sencillo problema se ocultase un verdadero lodazal. Un lodazal distinguido, inadvertido, pero que muy bien hubiese podido costarle la vida.
Una hermosa mujer, Carla Fulbergh se desplaza hasta la casa familiar del doctor Ludwig van Zigman donde el reputado psicoanalista está pasando unos días de reposo. La muchacha se presenta angustiada por la salud de su padre, el célebre compositor sueco Nils Fulbergh, y le ruega al doctor Zigman que intervenga en el caso; este decide hacerlo no tanto para curar al músico sino para indagar en la personalidad de Carla, que presume compleja y atormentada. A tomar esta decisión le ayuda su propia madre cuando insiste en que esa extraña señorita que ha llegado hasta su casa esconde bajo el abrigo una imposible mano de cristal. A partir de este planteamiento se inicia una novela singular en la que el protagonista se desplazará hasta Suecia para indagar en los secretos de la familia Fulbergh y se sumergirá en la atmósfera de tensión y violencia que envuelve el mundo profesional de la música clásica.
La Grafología es una ciencia cada día más popular, pero el interés que ofrecía «El caso de la grafología» era la personalidad de Jean Martin Lebonnais, un caso perfectamente definido en psiquiatría. Los análisis grafológicos fueron un medio de descubrir muchas cosas, pero la más interesante, sin duda, fue la enfermedad de Lebonnais. Los crímenes apenas rozaban la línea fundamental del argumento.
En el El doctor no recibe todo es irregular y todo es normal a la vez. Un anciano puede morir ahogado, pero lo que interesa al lector no es quién asesina, sino por qué Marta Westerbaen da muestras de inquietud las noches sin luna.
Nada hay de extraño en que un obrero, atropellado por un taxi en Holanda, lleve una cinta de máquina en el bolsillo, pero resulta inquietante que una cinta exactamente igual aparezca en el bolsillo de un obrero arrollado por un tranvía en Barcelona…
En esta novela, el autor nos confiesa:
«La primera obra de Freud se titulaba Psicopatología de la vida cotidiana. Al releerla sentí deseos de escribir una novela basada en los errores, olvidos equivocaciones, lapsus, etc…, es decir en los actos fallidos. Estos actos sintomáticos que cada uno de nosotros comete cada día sin darles importancia y que tanto revela al que sabe leerlos.
Ahora me dispongo a escribir. ¿He de insistir en que si hay algún crimen me interesa muy poco? Deseo saber quién es Andrés y por qué es como es. Situaré la acción entre tres familias fundamentales. Tres grupos de personas psicológicamente curiosos, pero tan dentro de lo normal que cada uno de mis pacientes lectores puede reconocerlas entre sus amistades».
J. Lartsinim
... El gerente de una importante joyería, muerto en un garaje
... Una cadena de contrabandistas que enlaza Londres y Amsterdam
... Sospechas de robo o de falsificación que afectan a una joya de modelo único.
... Y el inspector Manson de Scotland Yard en acción.