Cuando Erin dejó a Ty Wade, juró que jamás volvería. Por su culpa había destrozado su vida, su carrera... y había perdido al hijo que esperaba. La que una vez fue una famosa modelo envuelta en encajes de seda, apenas podía enfrentarse a la tarea de recomponer los pedazos que quedaban de su vida. Y ahora Ty quería que volviese. Si no lo hacía se quedarían muchas personas sin trabajo. El futuro de Staghorn Ranch dependía de su regreso. Erin siempre se había preocupado por el personal del rancho, pero ¿cómo iba a ser capaz de enfrentarse al hombre a quien más odiaba en el mundo, a un hombre con el corazón de hielo...?
Luke Mackenzie era un hombre fuerte, poderoso, dueño de la tierra más solitaria y salvaje de las Rocallosas y su pasión secreta era Carla McQueen, una joven inocente, irresistible... La mujer que nunca podría ser suya. Y de pronto, Carla volvió a aparecer en su vida después de tres años de ausencia. Luke sabía que nunca podría ceder ante la pasión que lo consumía. Había hecho un juramento y estaba decidido a cumplirlo...
Disponiéndose para lo peor, Max Moran se despertó en medio de la noche para contestar una llamada telefónica. Pero el duro y experimentado agente secreto se estremeció al escuchar la voz de Marisa Stevens. Ella le pedía ayuda para salir de la peligrosa situación en que se encontraba. Se reunieron para tratar de encontrar al niño que desapareció misteriosamente. Mas la petición de Marisa no solamente inició una aventura; también despertó un amor apasionado, que llevaba seis años adormecido…
Lisa Johansen había viajado mucho por el mundo, razón por la cual había visto muchas cosas exóticas y extraordinarias. Pero cuando conoció a un ranchero llamado Rye, descubrió en ella una fiebre y un deseo que era totalmente desconocido por su mente, su cuerpo, su alma. Rye estaba seguro de que Lisa era como las cazadoras de fortunas que había conocido en el pasado. Había sufrido por ello, y se había prometido a sí mismo que no volvería a ocurrir. A pesar de todo, no pudo resistirse a ella. La dulzura de sus besos le tentaban de un modo que rayaba con la locura. Sabía que se estaba acercando peligrosamente a la llama. Pero era demasiado tarde, se había convertido en un adicto al fuego.
¡Totalmente sola… en su luna de miel! Cuando Lorna Smith se encontró en esa dificultad, supo que era tiempo de realizar un cambio. Así que alivió su depresión por ser abandonada en el altar y la práctica dueña de una librería soltó su cabello, arrojó sus zapatos de tacón… y una nueva y algo atrevida Lorna estaba lista para salir al mundo… Y eso incluía a Adam Gantry. El tenso abogado pensó que Lorna era una sensual sirena, y cuando él la tomó en sus brazos ella casi lo creyó. Por una vez en su sobria vida, Lorna estaba jugando a la seductora, pero… ¿qué pasaría cuando Adam se enfrentara con la pura verdad?
Adam Clayton tenía el control total sobre su empresa Art's Gallery y sobre su vida de alegre playboy hasta que la conoce a ella; Catherine Riley, y planea conquistarla. No hay nada más tentador que aquello que se nos resiste y muy pronto la joven se convierte en su obsesión, porque parece interesada en ser conquistada pero cuando parece a punto de caer en la tentación de sus besos se niega a él y lo hace una y otra vez... Hasta que Adam, harto de sus juegos planea un viaje de trabajo a Provenza, con la excusa de comprar un original de Rembrandt fuera de catálogo. La joven acepta acompañarle y juntos vivirán una aventura sensual que jamás olvidarán. Porque en sus brazos Catherine experimentará placeres desconocidos y juegos nuevos, pero esa pasión ardiente se convertirá en algo más cuando descubran que están hechos el uno para el otro... A pesar de los secretos de su pasado que amenazan con separarles y de su afán de dominio en la cama y fuera de ella...
Alexis tiene todo lo que puede desear en la vida: una empresa fructífera y unos empleados inmejorables. ¿Qué más podría pedir el soltero que todo lo que toca lo convierte en oro? Sin embargo, su vida personal es otra cosa... Cata, modelo y madre de su hija, de quien se separó dos años atrás, está dispuesta a dañarlo de la manera más ruin que existe: utilizando a la pequeña Lucía. Para colmo, la aparición de Olivia le provocará sentimientos que creía olvidados, viéndose inmerso en una historia que no esperaba. La tentación será demasiado grande como para rechazarla. La vida del jefe y de sus empleados cambiará no solo dentro, sino también fuera de la oficina.
Tras los acontecimientos ocurridos dos meses atrás, a consecuencia de un tropiezo que le cuesta demasiado caro, Alexis está intentando rehacer su vida junto a su pequeña hija Lucía, a la que se aferra. Es la llegada del verano la que le hace plantearse un cambio laboral durante unos meses. En ese contexto, Lucía y él tienen claro lo que quieren hacer. Para lograrlo, deciden emprender un viaje que le permitirá obtener muchas de las ansiadas respuestas a sus interrogantes. Sin embargo, será otro hecho, vivido junto a todos los compañeros de su oficina, el que propiciará que su vida vuelva a poner rumbo a un puerto tan inesperado como deseado por el protagonista.
Habían pasado solo doce horas desde que la noticia zarandeara cruelmente la vida de Alexis. Y esta vez podría ser para siempre. En ese contexto, una serie de acontecimientos nuevos e inesperados, cambiarán el rumbo de su existencia y de la del resto de los protagonistas. No en vano, las decisiones más importantes de sus vidas volvían a depender del juguetón destino. Un desenlace a la altura de una fascinante historia.
Amelia Glenn se presentó en la sala de reuniones de Worth Carson ataviada tan solo con un impermeable y un traje de bailarina. Como consecuencia, Worth hizo que la despidieran de su trabajo. ¡Lo último que ella esperaba era que él le ofreciera un empleo como acompañante de su abuela, con el único propósito de conquistarla!
Bett Cambridge había conseguido su sueño de convertirse en una estrella de Broadway. La única sombra en su carrera era una desgraciada aventura sentimental con 'Cull' McCullog, famoso autor de teatro. Cuando años después volvieron a trabajar juntos el amor surgió de nuevo, pero también los problemas...
Delancy O'Brian era única imitando a las actrices de los años dorados de Hollywood, pero se sentía incapaz de ser ella misma, sobretodo en presenciadel importante productor Stuart Thorne. ¿Qué pensaría él de la 'verdadera' Delancy cuando la viera sin todo aquel maquillaje, en un mundo que admiraba sólo la belleza?
Tory Wells llegó al rancho Sundance sólo con su maltrecha maleta, poco más de dos dólares en el bolsillo y una carta de un amigo prometiéndole empleo. Tory necesitaba desesperadamente aquel trabajo y pensaba que el propietario del rancho era un ángel al darle esa oportunidad.
Pero Ethan Reever distaba mucho de ser un ángel, y cuando Tory lo conoció decidió que jamás le pediría nada a ese hombre...
Carlson Raven nunca había visto una mujer más hermosa que Janna Moran, la cual se batía contra las aguas turbulentas de las islas Queen Charlotte. Cuando la sacó de la mar y la revivió con el calor de su cuerpo, un intenso deseo lo invadió.
Janna se sintió extrañamente confiada cuando despertó entre los brazos de un desconocido. Al contemplar sus ojos oscuros, supo que se encontraba ante el hombre más atractivo que jamás había visto.
Jacob Cade tenía opiniones muy firmes acerca de qué mujeres eran para él y cuáles no. Kate Walker pertenecía a la segunda categoría, ya que una vez había tenido que echarle de su rancho por comportarse mal. Sin embargo, nunca había dejado de desearla y ahora iba a tomar la iniciativa.Kate amaba a Jacob desde muy pequeña, y aunque él se empeñara en afirmar lo contrario, ella no era de las mujeres que se tomaban el amor a la ligera.
El agente Jordan Trent no quería que Lauren Mackenzie lo acompañara en la peligrosa misión que estaba a punto de emprender, y menos que se hiciera pasar por su mujer. Él se veía obligado a cumplir el desafío de no enamorarse de su supuesta mujer en el transcurso de la operación. Desde el momento en que Lauren vio al hombre que había de hacerse pasar por su marido, supo que la misión no sólo era peligrosa por los riesgos que entrañaba sino también para sus sentimientos.
Cuando se apagan las luces… ¡Comienza la pasión! A Blythe Padgett no la emocionaba la idea de que su compañera de piso le hubiera preparado una cita a ciegas con un hombre que ni siquiera sabía cómo se llamaba. Por eso cuando se encontró con aquel sexy desconocido en su edificio durante un apagón, dio por hecho que era él. Por suerte, se trataba de un tipo muy guapo, tanto que Blythe decidió deshacerse de todas sus inhibiciones… y de toda su ropa. Pero cuando volvió la luz, descubrió que se había equivocado… Max Laughton no esperaba conocer así a aquella mujer, pero lo que más le sorprendió fue que la guapísima pelirroja le hiciera una proposición irresistible. Por suerte, a Max siempre le había costado mucho decir que no. Cuando descubrió que no se trataba de la mujer que él creía, no pensó que hubiera ningún problema. Ahora solo tenía que convencerla de lo perfectas que podían ser las cosas entre ellos.
Los separaban demasiadas cosas como para poder ser felices. El solo nombre de Reese Falconer hacía que el pulso de Cassie Alden se acelerara. De adolescente, había sido un niño mimado que había rechazado sus torpes insinuaciones; de adulto, era un rico empresario que siempre obtenía lo que se proponía, y ahora quería la cafetería de Cassie, con dueña incluida. Cuando Reese apareció de nuevo en su vida, Cassie adivinó inmediatamente su plan de conquistarla para apoderarse de su negocio. Por eso, se preparó para una guerra abierta utilizando su seductora belleza y una voluntad de acero. No sabía que las necesidades de una mujer podían marcar su destino y, el amor, determinarlo.
Sabía que, si la ayudaba, podría perder a la única mujer que había necesitado en su vida…
Blanco y negro. Así era el mundo para el agente del FBI Max Dolinger. Por eso no podía intentar nada con la exnovia de un amigo. Pero cuando Sara Reynolds le pidió ayuda, Max se olvidó de pronto de su honorable decisión.
Su viejo amigo había desaparecido llevándose miles de dólares y resultó que el hermano de Sara estaba implicado en algo muy feo. Sara estaba desesperada por evitar que su hermano acabara en la cárcel. Max, por su parte, estaba desesperado por acariciar a Sara. ¿Cómo podría negarle su ayuda?
La última vez que Caitlin O’Neill vio a Jake Strand, él iba vestido con poco más que una sonrisa. Sin embargo, ella apenas lo notó porque su mundo estaba a punto de desmoronarse. Jake nunca olvidaría la mirada de desdén de Caitlin. Por ello, se hizo el firme propósito de conquistar a aquella mujer, pero surgió algo con lo que no había contado: el amor.