David Foster Wallace es a la literatura contemporánea lo que Kurt Cobain a la música o James Dean al cine. Murió tan joven que su prometedor talento y sus logros han cristalizado en una leyenda. David Foster Wallace constituyó el faro literario de su generación, un autor que no solo seducía a los lectores con su prosa sino que además los deslumbraba con la brillantez de su mente.
En la primera biografía de Wallace, D. T. Max describe la atormentada, angustiosa y con frecuencia triunfante lucha de Wallace por imponerse como novelista mientras combate la depresión y las adicciones para lograr su obra maestra: La broma infinita. Este retrato de un escritor extraordinariamente dotado resulta tan fresco como un diario, tan íntimo como una carta de amor, tan doloroso como una despedida.
La épica historia oficial, avalada por HBO, de cómo se hizo la exitosa serie de televisión Juego de tronos. «Todo está aquí: cómo comenzó, cómo terminó, dragones y lobos huargos, lo que pasó delante de las cámaras y entre bambalinas, los triunfos y tropiezos, las decisiones difíciles, las encrucijadas, los porqués. Actores, directores, showrunners, productores, ejecutivos e incluso a mí... Todos los hombres deben morir lo tiene todo, todo lo que siempre has querido saber. Juego de tronos fue un viaje apasionante. Todos los hombres deben morir es una lectura apasionante.» George R.R. Martin Se suponía que era imposible. Cuando George R. R. Martin creó su saga best seller de novelas fantásticas titulada «Canción de hielo y fuego», lo hizo con la idea de confinarla únicamente a los inmensos límites de su imaginación dada la dificultad que conllevaría el rodaje. Sin embargo, un par de guionistas primerizos, junto con HBO, lograron adaptar el épico relato de Martin y el resultado es de sobras conocido: muchos hemos visto las ocho temporadas de la galardonada serie que llegaron a continuación. A pesar del éxito, siempre bien documentado, todavía nos queda una historia por conocer sobre Juego de tronos: los entresijos de los trece años de lucha para sacar adelante este extraordinario fenómeno. En Todos los hombres deben morir, el premiado periodista James Hibberd nos ofrece, por primera vez y en exclusiva, la crónica de la aclamadísima serie de HBO Juego de tronos: desde la reunión inicial del equipo creativo hasta la puesta en escena del final de la serie, pasando por todas las épicas batallas que se libraron delante y detrás de las cámaras y que también se convirtieron en leyenda. Este esperado libro contiene más de cincuenta entrevistas inéditas y fotos espectaculares o poco conocidas del rodaje. Además, nos da acceso a la increíble experiencia de los productores, el reparto y el equipo que consiguió convertir las novelas de George R. R. Martin en el mayor fenómeno televisivo del mundo.
17 de junio de 1972, sábado por la mañana. En el majestuoso edificio Watergate de Washington se ha perpetrado un robo. A dos jóvenes periodistas del Washington Post se les asigna la redacción de la crónica de lo que al parecer es un allanamiento común y corriente… y así es como inicia el escándalo Watergate, la historia político detectivesca más importante del siglo XX. Todos los hombres del presidente es el sobrecogedor relato de Bob Woodward y Carl Bernstein, los dos valientes periodistas que, desde sus primeras sospechas, superaron falsas pistas, mentiras, secretos, intrigas y presiones de las más altas esferas del poder, hasta que consiguieron dar forma a un increíble rompecabezas. Esta historia se estructuró a partir de las notas e investigaciones acumuladas para escribir los célebres reportajes publicados en el Washington Post gracias a los cuales el rotativo ganó el Premio Pulitzer. El libro, que reveló por primera vez la existencia de «Garganta Profunda», una fuente secreta de Woodward, se convirtió en un superventas y en 1976 fue adaptado al cine en una película que protagonizaron Robert Redford y Dustin Hoffman. Todos los hombres del presidente vinculará para siempre los nombres de Woodward y Bernstein con un periodismo de investigación de altísimo nivel… y con la caída de Richard Nixon.
Quizá parezca extravagante y un tanto snob contar la propia vida utilizando como pretexto los perros que nos han acompañado, pero Elizabeth von Arnim sabía muy bien que 'cuando un perro te ama, eso es para siempre, hasta su último ladrido. Así es como me gusta ser amada, y por eso hablaré de perros'. Estas son las primeras palabras de este libro de memorias, donde la condesa von Arnim cuenta su historia. La joven madre que en 1898 había escrito Elizabeth y su jardín alemán es ahora, en 1936, una mujer de setenta años, piadosa con maridos y amantes, generosa con los amigos que se aprovecharon de ella, pero muy lúcida a la hora de valorar lo que más importa. Hablando de sus perros, Elizabeth habla de lo que de verdad aprecia en los seres vivos, y son las cualidades de estos animales las que subrayan la mezquindad de los hombres. Desde sus días de juventud, a finales del siglo XIX, hasta la época de soledad en un caserón de la Provenza, pasando por dos matrimonios desafortunados y unos cuantos amores tempestuosos, la vida de Elizabeth desfila en estas páginas con humor y mucha ironía, trotando de la mejor manera al lado de sus queridos perros.
Manel Estiarte, el waterpolista seis veces olímpico, ha asumido el reto de explicar sus experiencias en el deporte y en su vida personal. Después de leer este testimonio desgarrador, el lector necesitará tiempo para recuperarse de las emociones contenidas a lo largo de sus páginas, de confesiones personales que van más allá de lo que se puede esperar de un ser humano mundialmente reconocido, pero de quien se desconocen sus pensamientos más íntimos.Nos muestra los valores más profundos del deporte: administrar la victoria y la derrota, desarrollar la generosidad con el compañero, defender los indestructibles lazos de amistad que se forjan en un vestuario, fomentar el respeto al contrario, acatar la disciplina y la obediencia al entrenador, el espíritu de lucha y de la autosuperación… Todos estos valores que el deporte nos enseña.Su familia, sus amigos, sus compañeros de equipo, sus derrotas, sus victorias… Estiarte se desnuda emocionalmente para explicarnos los acontecimientos que han marcado su vida.
¿Sabías que Stephen King repitió curso cuando era niño? ¿O que su primer empleo fue en una gasolinera? ¿Habías oído alguna vez que solo cobró un dólar como anticipo por su novela Christine para que la editorial pudiese invertir dinero en autores noveles?
«Todo sobre Stephen King» nos descubre a uno de los autores más prolíficos y de mayor éxito de nuestro tiempo. Una obra llena de curiosidades y material inédito, imprescindible para entender el mundo del escritor que popularizó la pasión por la lectura: los primeros relatos que escribió de niño; sus poesías y novelas inacabadas; el viejo ejemplar de Lovecraft que marcó su vida; los objetos más buscados por los coleccionistas; el simbolismo de La Torre Oscura ; su infancia en una caravana, con la pobreza siempre acechándole; el grave accidente que estuvo a punto de provocarle la muerte; el asiduo rechazo por parte de las editoriales, y, por fin, el éxito y el reconocimiento merecidos cuando, como en un giro del destino, su mujer rescató de la papelera parte de un manuscrito que él había desechado: Carrie.
Un viaje sin retorno por la vida y obra del rey del terror. Si aún no eres un ferviente lector de Stephen King, no te preocupes, esta obra te convertirá en uno.
Cuando Jake Adelstein se incorporó al departamento de policía del mayor diario de Japón, el Yomiuri Shinbun, solo tenía 24 años, y le faltaba mucho para dominar los códigos de este país, muy diferente de su Missouri natal.
Primer y único periodista extranjero en incorporarse a la redacción de un periódico japonés, cubrió durante doce años casos relacionados con extorsiones, asesinatos, tráfico de personas, corrupción fiscal y la mafia Yakuza. No dudó en adentrarse en los bajos fondos de la capital donde reinan el vicio y la decadencia, y contra todo pronóstico, se convirtió en el interlocutor preferido de la mayor organización criminal de Japón, mientras seguía colaborando con la policía. Una posición peligrosa que le obligó a entrar en un juego cuyas reglas desconocía.
Cuando su última investigación destapó un escándalo que se propagó desde las calles saturadas de neón de Tokio hasta los relucientes salones del FBI, empezó a temer por su vida.
Cuando este popular actor aún era muy joven, se convirtió poco a poco en una superestrella de Hollywood en los años ochenta, quizá la estrella más poderosa de su generación. Comenzando su participación en el cine con el filme “Amor sin fin”, alcanzó su primer éxito entre las chicas cuando interpretó a un guapo y loco cadete en “Taps, más allá del honor” (1981). Después afianzó su estrenada popularidad en la sátira sobre los problemas sexuales de un adolescente en “Risky Business” (1983) y desde entonces se le consideró un joven ansioso, engreído, sin interés por los estudios, muy en línea con los jóvenes de la época en la cual mandaba el Presidente Reagan. Actor de cuerpo atlético, se puso algunos kilos extras para dar énfasis a la suavidad y vulnerabilidad de sus personajes. En un intento de fabricar una estrella a medida de los gustos del público, Cruce apareció en la prensa vestido con camisas, ropa deportiva y hasta tocando la guitarra eléctrica, mientras afirmaba su entusiasmo por la vieja música rock. Este cambio le proporcionó la llave correcta para alcanzar un gran éxito como estrella del cine, aún antes de interpretar una buena película. En ese momento era un tipo atractivo, pero no lo bastante buen actor como para ganarse el respeto de los críticos.
Nunca fue tenido en cuenta hasta que interpretó “Forrest Gump”, pues ni siquiera “Philadelphia”, ni mucho menos “La hoguera de las vanidades”, consiguió atraer hacia él la atención de los críticos. Hasta entonces nadie sabía cómo encajarle, pues podría ser un actor gracioso, un mediocre actor dramático o una reencarnación de James Stewart, comparación esta que ahora nos parece correcta, pero que antes hacía rasgar las vestiduras a más de uno. Su cara era simpática, que es lo mismo que decir sin interés especial, y por ello encajaba perfectamente en películas dedicadas a los jóvenes, como es el caso de “Despedida de soltero” o “Big”, pero no conseguía entusiasmar a las jovencitas, lo que equivale a no tener nunca un club de fans. Y así estuvo muchos años hasta que a un director despistado llamado Jonathan Demme se le ocurrió darle el papel de un abogado enfermo de Sida. La oportunidad social era única, pues había una gran sensibilización mundial por esta enfermedad que se consideraba similar a una lepra moderna, por lo que el papel podía proporcionarle los primeros aplausos como actor dramático. Con el tiempo, este genial y atractivo actor ha demostrado ser igualmente un buen intérprete de comedias y dramas, habiendo conseguido en los años noventa surgir como uno de los actores de Hollywood más aclamados.
Trece vecinos, propietarios de una montaña. Tor, un virginal enclave en el Pirineo leridano, cerca de Andorra. Poderosos que se enfrentan. Intereses, contrabando, el orgullo de la fuerza. Extraños asesinatos y sentencias judiciales que incrementan la crispación.El caso se remonta a 1896, cuando los habitantes de Tor fundaron una sociedad para no perder la propiedad de la montaña del pueblo. Los años pasaron, muchos habitantes huyeron durante la Guerra Civil y el viejo pacto cayó en el olvido. Hasta que en 1976 uno de los habitantes del pueblo se alió con un promotor inmobiliario de Andorra para construir en la montaña una estación de esquí. Fue el punto sin retorno en un proceso de hostilidades, odios, disputas, sangre, miedo y un asesinato todavía sin resolver en el que se han visto implicados contrabandistas, hippies, especuladores, jueces, abogados y matones.En 1997 el periodista Carles Porta recibió el encargo de efectuar un reportaje sobre el caso de la «montaña maldita» de Tor que apareció por primera vez en el programa 30 Minuts de TV3. Carles Porta quedó atrapado por la historia y durante ocho años ha regresado repetidamente a Tor, para hablar largo y tendido con unos personajes difíciles, llenos de odio, de miedo y de secretos; y el resultado de la investigación ha sido este apasionante relato. En Tor. La montaña maldita, el misterio continúa. Como la ira del viejo Palanca, un personaje larger than life: «Me robaron, intentaron matarme, ¡y resulta que el cabrón soy yo! Sólo me queda una solución: ¡Morir matando!»
A solicitud de la Real Academia de la Historia, Gaspar Melchor de Jovellanos realizó un informe sobre los juegos, espectáculos y diversiones públicas frecuentes en las provincias españolas, que sería hecho público en verano de 1796. Ahora, doscientos años después de la muerte de su autor, el texto continúa sorprendiendo por su vigencia en asuntos como la necesidad de utilizar el teatro —léase ahora la televisión— como herramienta educativa, lo que obligaría a quitar todas las obras en cartel. Y las críticas a los espectáculos taurinos, prohibidos por orden real en la época de Jovellanos, asunto que ya por entonces dividía a la población.
Las novelas de Santiago Posteguillo consiguen atrapar a los lectores gracias, entre otras cosas, a su exhaustiva labor de documentación. Para recrear con la mayor fidelidad posible la conquista de la Dacia por Trajano, Santiago Posteguillo realizó un viaje por la Rumanía actual siguiendo los pasos del emperador hispano. En este documento el lector podrá recorrer paso a paso, calzada a calzada, los movimientos que el ejército romano realizó en su guerra contra Decébalo. Un documento de gran valor informativo, escrito con una pizca de humor y aderezado con imágenes de fotografías tomadas por el propio autor; así surge la complicidad con los lectores.
Un relato desde dentro, comprometido y honesto, de una de las etapas más convulsas de nuestra democracia.
Que un distinguido filósofo se aventure a entrar en la arena política constituye una magnífica oportunidad para acceder a una visión excepcional de la vida pública. Manuel Cruz, intelectual prestigioso y agudo observador de la realidad democrática, fue elegido, en 2016, diputado, formando parte del grupo socialista y, en 2019, presidente del Senado. Este libro relata su apasionante travesía política y las reflexiones que la misma le iba suscitando, al tiempo que muestra algunos de los entresijos de una actividad tan estimulante como exigente.
El autor fija su mirada en la segunda década del siglo XXI, un momento trascendental en el que se ha cuestionado severamente la herencia política de la Transición, tanto desde una perspectiva territorial (por parte del independentismo catalán) como desde una perspectiva social (por parte de quien irrumpió en el escenario presentándose como la nueva izquierda). Como se destaca en el texto, más allá de las obvias diferencias entre ellas, el denominador común compartido por ambas impugnaciones era el rechazo frontal al orden diseñado en los albores de nuestra democracia.
La condición de filósofo de Manuel Cruz le permite ofrecer, en este libro imprescindible, una interpretación brillante, original y constructiva de la deriva de nuestro país a lo largo de unos años cruciales, y extraer de ella valiosas lecciones para el futuro.
Tras los pasos de Hitler es una obra definitiva, fruto de muchísimos años de trabajo. Abel Basti, periodista e investigador, ha publicado decenas de artículos reveladores sobre el tema en diversos medios nacionales e internacionales y escribió otros cuatro libros en los que fue sumando datos novedosos sobre el desembarco de un gran número de jerarcas nazis en la Argentina. En este libro, además de aportar testimonios y documentos secretos novedosos, de mucho peso, el autor despliega con el correr de las páginas el armado de un rompecabezas complejo, compuesto por una enorme cantidad de piezas pequeñas. La reconstrucción de la investigación también relata los pormenores de un exilio planificado con detalle y de una época repleta de intrigas. El escape de Hitler fue conocido por todos los servicios de inteligencia de las potencias. Estos grupos profesionales de espías mantenían, tal como ocurre ahora, contactos entre sí e inclusive intercambiaba información estratégica, aun perteneciendo a países que estaban enfrentados. Es conocido que esta comunidad mundial de agencias trafica con la información que obtiene para abastecer, además del gobierno al que pertenece, a un selecto mercado internacional privado, ávido de todo tipo de datos trascendentes, explica el autor en la introducción de esta obra. Y comienza, de ese modo, la exposición de testigos, archivos desclasificados y fotografías que demuestran que, a pesar de la historia oficial, Adolf Hitler no murió el 30 de abril de 1945 a las 15:30 horas, de un disparo en la sien, en un búnker de Berlin. Y que pasó muchos años en la Argentina, junto a su amante Eva Braun, bajo identidades falsas, entre paisajes imponentes, mientras su impronta de líder temible se diluía a paso lento. Pero indefectible.
En octubre de 1942, Chil Rajchman y su hermana Rivke fueron deportados a Treblinka, un campo de concentración pensado exclusivamente para el exterminio de judíos. Su hermana es enviada a la cámara de gas, y él es obligado a participar en la matanza: se encarga de rapar a las mujeres antes de ser ejecutadas, o buscar dientes de oro entre los cadáveres. En agosto de 1943, después de una rebelión de los prisioneros, Rajchman escapa y es uno de los cincuenta y siete supervivientes. Durante su huida escribió la historia de sus diez meses en Treblinka. Redactadas en yidish, estas memorias permanecieron ocultas durante años, y solo después de la muerte de su autor, y por su expreso deseo, han visto la luz.
Trece chicas, siete de ellas menores de edad, murieron fusiladas la madrugada del 5 de agosto de 1939 contra las tapias del cementerio del Este de Madrid. Su delito: ser «rojas». Este año se cumple el 75 aniversario de aquellos hechos y el décimo de la primera edición de este libro. El que tiene en las manos es una versión ampliada que recupera la figura de la Rosa 14, a la que una errata mecanográfica en la orden de ejecución, Antonio por Antonia, salvó de ser fusilada con sus compañeras. Descubierto el error, fue ejecutada seis meses más tarde, en febrero de 1940. No hay ficción. Los archivos militares, los penitenciarios, los del PCE y sobre todo las voces de quienes vivieron estos trágicos hechos trasladan al lector al Madrid de los primeros días de la posguerra, una ciudad víctima del odio y la revancha de los vencedores. La brutal represión franquista y un enigmático crimen condujeron a aquellas jóvenes idealistas a la muerte. «Que mi nombre no se borre en la historia», dejó escrito Julia Conesa, de diecinueve años, una de las Trece Rosas, en la carta de despedida a su familia. Este testimonio es la mejor forma de evitar el olvido. Tras años de ardua investigación, Carlos Fonseca recupera con toda su crudeza un episodio que permanecía en la memoria colectiva de quienes perdieron la guerra. Con la Rosa 14 completa la historia más conmovedora de la guerra civil.
En el campo de concentración de mujeres de Auschwitz-Birkenau hubo una orquesta exclusivamente femenina. La idea se le ocurrió al comandante del campo y la dirigía Alma Rose, sobrina del compositor Gustav Mahler. Por primera vez, una de las pocas mujeres que sobrevivieron, la autora Fania Fénelon, Primer Premio del Conservatorio de Música de París, detenida y deportada por activista en la Resistencia, nos relata esta historia desconcertante, en que nos da a conocer a las muchachas que componían aquella singular orquesta, 41 en total. La orquesta toca cada vez que llega un grupo de deportados y cada vez que sale un destacamento de prisioneros… Conocemos al siniestro doctor Mengele que estimula a las concertistas entre dos «experiencias» y al comandante del campo que llora al escuchar «Réverie» de Schumann tras una «selección» particularmente tensa. Y sobre todo, vemos vivir, agitarse y en ocasiones morir, a las mujeres que constituyen el grupo «privilegiado» en un campo de exterminio y que tan bien describe Marie, la doctora; su amiga, Irene, la alta, con su bondadosa sonrisa y su cabellera desgreñada; Irene, la pequeña, que hasta en el «Lager» parece hacer «camping»; Florette, la de los labios sensuales y un aire de bromista empecinada; Jenny, con su facha de golfillo parisiense; Elsa, que oculta sus penas bajo una calma aparente; Marta, tan distante y tan vulnerable a la vez; Lotte y su frenesí sensual… «Os miraba y veía, ocultos por la comedia que representabais, dibujarse los signos clínicos de vuestro agotamiento, pero ¡cuán reconfortantes erais las chicas de la Kapelle!». «Tregua para la orquesta» es un documento revelador, en que el humor se mezcla con las pesadillas más alucinantes de un grupo de señoritas, que toca para sobrevivir en la fábrica de la muerte.
En la pantalla, Danny Trejo el actor es un malvado que ha sido asesinado al menos cien veces. Le han disparado, apuñalado, ahorcado, cortado en pedazos, estrujado con un ascensor, y una vez, incluso lo derritieron hasta convertirlo en una sustancia viscosa y sangrienta. Fuera de la pantalla, es un héroe amado tanto por las comunidades de rehabilitación como por los fanáticos obsesionados. Pero el verdadero Danny Trejo es mucho más complicado que la leyenda. Criado en un hogar abusivo, Danny luchó, desde joven, con una adicción a la heroína y períodos en algunas de las prisiones estatales más infames del país, incluyendo San Quentin y Folsom, antes de protagonizar los clásicos modernos como Heat, From Dusk till Dawn y Machete. Ahora, en estas memorias graciosas, desgarradoras y llenas de suspenso, Danny nos lleva a través de los increíbles altibajos de su vida, incluidos el conocer en prisión a uno de los asesinos en serie más famosos del mundo.
En esta ocasión, Stewart comparte con el lector una de las experiencias más insólitas de una vida ya de por sí asombrosa. Todo comienza de forma fortuita cuando una amiga le ofrece un trabajo tentador: ser el patrón de un velero para navegar en las islas griegas. La propuesta parece un sueño hecho realidad, si no fuera por un pequeño inconveniente: Chris no ha navegado en su vida, ni sabe por dónde empezar. Con abundantes dosis de ingenio e hilarante autocrítica, Chris narra su iniciación a la vela, desde un neblinoso puerto de la costa inglesa hasta su particular odisea por aguas mediterráneas rumbo a la isla de Spetses. Y como guinda, una inolvidable peripecia a través del Atlántico Norte por la ruta del legendario explorador escandinavo Leif Eriksson. El fino humor de Stewart, su facilidad para la anécdota, su tendencia a actuar movido por cierta visión idealista de la realidad, dan forma a un original y atractivo relato del mundo, el de un hombre amable que, desvinculado desde hace años de la servitud de los bienes materiales, sabe disfrutar como nadie de los pequeños y grandes.
La madrugada del 5 de octubre de 1934, animados por una convocatoria de huelga general que fracasará en el resto de España, los mineros de Asturias se alzan contra las autoridades y toman el control de ayuntamientos y cuarteles de la Guardia Civil. Desde el gobierno de la República se opta por responder con toda la dureza posible para sofocar la «Comuna asturiana», que tardaría dos semanas en ser derrotada. El balance fue durísimo: casi 1500 muertos, más de 2000 heridos y más de 30 000 prisioneros. Manuel Chaves Nogales y Josep Pla –corresponsales de los diarios Ahora y La Veu de Catalunya– fueron dos de los primeros periodistas que pudieron entrar en Asturias una vez restablecido el orden republicano; desde allí contaron los sucesos acaecidos durante las dos semanas anteriores, en las que se llegó a acuñar moneda propia y ciudades como Oviedo quedaron destrozadas. José Díaz Fernández, para quien los hechos eran muy cercanos, publicaría al año siguiente el libro Octubre rojo en Asturias, un reportaje novelado sobre el mismo tema. Este volumen recoge los textos de estos tres grandes escritores sobre la revolución de Asturias, un capítulo clave de la historia española del siglo XX.