Cuando el joven Leonardo Villalba, recién salido de la cárcel, desorientado, perdido, intenta poner orden en su vida presente, se acuerda siempre de un cuento de Andersen: La Reina de las Nieves. «… En aquel tiempo había en el mundo un espejo mágico, fabricado por ciertos diablos.» Una noche, el espejo se rompió en pedazos tan pequeños como partículas de polvo que volaron por la atmósfera y se extendieron por todo el mundo. Y una de aquellas partículas se le metió en el ojo a Kay, el protagonista del cuento.
También a Leonardo se le ha metido un cristalito en el ojo. Porque hay accidentes así de confusos, peligrosos quiebros del destino y a Leonardo ha venido a buscarle la Reina de las Nieves y le ha encerrado en un castillo de hielo, condenado a jugar, como Kay, al juego de la Razón Fría. En su pesquisa, Leonardo se acerca a la figura del padre muerto, evoca los acertijos de su abuela y, a su paso por un Madrid nocturno y agitado, encuentra sus propios acertijos: ¿Cómo era llorar? ¿Quién es la misteriosa señora de la Quinta Blanca? ¿Por qué sentimos vértigo?
La valentía, el adulterio, la intensidad de las relaciones forjadas sobre la ausencia, la escritura entendida no sólo como ejercicio literario, sino como vínculo de afinidad real entre los seres, jalonan el camino de Leonardo hacia la salida del túnel. Ninguno de estos temas es accesorio, ninguno de los sucesos aquí narrados se desdibuja o se pierde. Combinando todos ellos, guiada por un extraordinario sentido de la estructura narrativa, la autora ha compuesto este impresionante canto a la memoria, al empeño y la lucha de la memoria por cumplir su travesía dejando atrás las asechanzas de lo oscuro, la prisión de hielo del olvido.
Escrita con una prosa esmerada y maestra, La Reina de las Nieves es una parábola contemporánea, muy bella, sobre la potencia del recuerdo. Sus páginas se abren, como las puertas de la Quinta Blanca, para recibir el fragor de los acantilados.
En «La Rumba», Ángel de Campo, con la sencillez que lo caracteriza, logra establecer un verídico panorama de los arrabales urbanos de la ciudad de México, en vísperas del siglo XX. Naturalista sin naturalismo, realista sin excesos descriptivos, de tono reflexivo y hasta pesimista, esta novela cuenta una historia tan sencilla como dolorosa.
Nada hacía suponer a Mauro Larrea que la fortuna que levantó tras años de tesón y arrojo se le derrumbaría con un estrepitoso revés. Ahogado por las deudas y la incertidumbre, apuesta sus últimos recursos en una temeraria jugada que abre ante él la oportunidad de resurgir. Hasta que la perturbadora Soledad Montalvo, esposa de un marchante de vinos londinense, entra en su vida envuelta en claroscuros para arrastrarle a un porvenir que jamás sospechó. De la joven república mexicana a la espléndida Habana colonial; de las Antillas al Jerez de la segunda mitad del XIX, cuando el comercio de sus vinos con Inglaterra convirtió la ciudad andaluza en un enclave cosmopolita y legendario. Por todos estos escenarios transita «La templanza», una novela que habla de glorias y derrotas, de minas de plata, intrigas de familia, viñas, bodegas y ciudades soberbias cuyo esplendor se desvaneció en el tiempo. Una historia de coraje ante las adversidades y de un destino alterado para siempre por la fuerza de una pasión.
Poco antes de fallecer, un profesor de Historia relata a su hijo las claves de su Tesis Doctoral, que nunca pudo ver la luz. Al parecer, los detalles de un asesinato múltiple ocurrido en el verano de 1939 en la carretera del oeste demuestran la conexión entre aquél crimen y el asesinato del Presidente en 1973, que marca la reciente Historia de España. Pero el profesor fue amenazado de muerte y su Tesis desapareció. Siguiendo los descubrimientos del padre, su hijo explica de una forma radicalmente novedosa otros casos ya conocidos, como el asesinato de un Fiscal del Supremo en 1975, el Golpe de Estado de 1981, el intento contra el Jefe de la Oposición en 1995, la extraña muerte de un locutor de radio en 1998 y los atentados de marzo de 2004.
Julio de 1936. En Toledo, un comandante se refugia en el Alcázar junto con algunos compañeros del Ejército. Mientras, su esposa y su hijo huyen hacia Madrid. En Asturias, un abogado decide ponerse a las órdenes de Aranda para combatir en el cerco de Oviedo. En Madrid, el teniente Manuel Gómez Millán traiciona al resto de los soldados junto a los que se ha alzado...
Con está tercera novela, Blas Piñar Pinedo cierra la trilogía formada por La tesis prohibida, Al final perdieron y Por la puerta de atrás. Un agente del CNI se suicida arrojándose desde un viaducto de la costa asturiana. Acaba de recibir serias amenazas tras haber averiguado secretos inconfesables del candidato del Partido Popular. Quedan sólo un par de meses para las elecciones generales de noviembre de 2011. Tras la calamitosa gestión del socialismo el cambio de Gobierno es inminente y por eso, desde el consenso controlado por ISMAEL, intentan a toda costa mantener el poder. Ellos quieren consolidar el régimen porque hay que culminar el viejo proyecto para España. Recuperar la nación y la libertad ya sólo va a depender de ti.
En el año 2013 un escritor norcoreano —que se oculta bajo el seudónimo de Bandi y del que poco se sabe— consiguió sacar fuera de su país un manuscrito que contenía unos cuentos que había escondido durante años. Poco después se publicaría en Seúl un libro con esos relatos, La acusación, un contundente retrato de la vida cotidiana en Corea del Norte. En ellos, un héroe de guerra y ferviente comunista planta un olmo en el jardín de su hogar para conmemorar el triunfo de la revolución. Un niño en Pyongyang llora ante el retrato de Karl Marx, creyendo que es Obi, un monstruo de la mitología coreana. Una esposa intenta alimentar a su marido durante los años más duros de la hambruna de finales de los ochenta. Un hombre trata de viajar a su pueblo natal para despedirse de su madre moribunda. Y una mujer en una situación peligrosa se encuentra con el mismísimo Gran Líder. Ambientados en la década de 1990, bajo los gobiernos de Kim Il-sung y Kim Jong-il, los siete relatos de La acusación arrojan un poco de luz sobre lo terrible y absurdo que es vivir bajo una de las dictaduras más herméticas de todos los tiempos.
Aunque no comulgó plenamente con las propuestas modernistas, algunas de las obras de Palacio Valdés de los primeros años del siglo XX se verán impregnadas por algunas de sus características, como en esta novela, aborda los problemas que en la tranquila vida de una comunidad campesina originó la primera industrialización, con la introducción violenta de usos y costumbres ajenas a toda su ancestral cultura. En tierras de Laviana la vida transcurre felizmente entre las tareas cotidianas del campo y las romerías, aquí surge el amor entre Nolo y Demetria y también el de Jacinto y Flora. Toda esta paz y tranquilidad se ve enturbiada por la aparición de la minería que aunque muchos crean que traerá consigo la civilización y el dinero también les traerá la violencia. Nolo y Demetria disfrutan de sus encuentros en las romerías,aunque estas siempre acaban en peleas constantes entre los mozos de Entralgo y los de Lorío, pero no tendrán mayor transcendencia por ser estas a palos o pedradas, pero con la industrialización llegan unos mineros que cambian estos por las navajas y las pistolas, son violentos y asedian a las mozas del lugar sin ningún miramiento. En medio de todo esto cierto día llega la legítima madre de Demetria a buscarla para llevársela a vivir con ella a Oviedo, pero Demetria no se acostumbra a aquella vida y cierto dìa que Nolo la va a visitar por la feria de la Ascensión se escapa con él para volver a Entralgo. Por otra parte D. Félix el capitán, rico terrateniente no ve con buenos ojos que las minas estén destruyendo las tierras y su idílica forma de vida, verá como parte de sus tierras serán expropiadas al no quererlas vender. Dos días antes de la Fiesta del Carmen se celebran las bodas entre Nolo y Demetria y Jacinto y Flora, por este motivo el día de la romería el capitán invita a todos a una gran fiesta, pero a la llegada a la iglesia estalla una encarnizada lucha entre los mozos del lugar y los mineros que acaba con la muerte de Jacinto y Demetria.
Pierre, un rico industrial de sesenta y cinco años, invita a Chloé, su joven nuera, a pasar un fin de semana en la casa de campo familiar. Ella acepta, llevada por la necesidad de cambiar de aires ante el reciente abandono de su marido. «La amaba» está magistralmente tejida en torno al diálogo que ambos mantienen en un momento crucial de sus vidas. Él, siempre arrogante e introvertido, bajará la guardia por primera y última vez para revelarle un secreto, lo que vivió… o tal vez lo que nunca vivió. «La amaba» es una novela alegre y triste a la vez, un fragmento de vida, una punzante historia de amor contada con la eficacia y la capacidad de observación que caracterizan a esta deslumbrante figura de las letras francesas. A través de un diálogo conmovedor, Anna Gavalda nos habla de nuestras vidas, nuestras dudas, nuestras renuncias, y también de nuestras esperanzas, nuestra ironía y nuestra ternura.
Una historia de amor en la que los dos protagonistas recorren no sólo el mundo de los sentimientos, sino el propio mundo iberoamericano. Juan Manuel Carpio, cantautor peruano probando suerte en París y María de la Trinidad del Monte Montes, joven aristócrata salvadoreña, narran la historia de su relación a través de cartas en La amigdalitis de Tarzán. Ella fracasará en su intento de llevar una vida plena en el matrimonio con un fotógrafo chileno. Él tendrá aspavientos internacionales a través de sus canciones. Pero ninguno imaginará lo indispensable que se tornará para cada cual la lectura del cariño del otro en las misivas, las cartas, que protagonizan La amigdalitis de Tarzán. Asistimos así al desarrollo de una narración suelta y contada con un ritmo acelerado —pues las cartas se insertan dentro de la narración, no la detienen— y que desemboca en las conclusiones que enunciaban sus propias premisas. Conclusiones sin conclusión: el disparate existencial va a continuar.
Cuatro mujeres, cuatro generaciones. La bisabuela Webster, guardiana de la «corrección» de la familia, recluida en una casa fría y silenciosa cerca del mar, que nunca ve: siempre ha estado orgullosa del 'mero hecho de existir sin que nada le gustase'. Su hija, la abuela Dunmartin, recluida también, aunque sin orgullo, en una colosal casa solariega en el norte de Irlanda, castigada por la lluvia y un demencial gobierno doméstico: entre sus proezas se cuenta haber intentado matar a uno de sus nietos el día de su bautizo. Su hija, la tía Lavinia, una belleza londinense, vive en el polo opuesto, entre grandes fiestas, perros de lanas, inopinados amantes e intentos de suicidio: hablando de unas galletas dice: 'O son deliciosas o son repugnantes. Como tantas cosas en la vida, es muy difícil saber qué son'. Y, por último, en la rama más joven de esta excéntrica genealogía, una joven huérfana de padre, aún en «la fase de escuchar torpemente», que visita y recuerda, y cuenta.Una novela de tonos góticos, pero narrada desde un punto de vista contemporáneo; una historia de familia que abarca cuatro generaciones; un humor que se mueve entre el rencor y la ferocidad y un verdadero ajuste de cuentas con el mundo social de la propia autora. Esos son los alicientes de esta novela fascinante de una escritora no menos fascinante, y bastante desconocida en España.
En esta obra se narra la historia de Virgínia, su vida en la Granja Quieta donde ha nacido, su relación particular con sus padres, su hermana mayor Esmeralda pero, sobre todo, con su hermano Daniel, a quien admira y ama y con quien lo une un juego de poder y sumisión. El pasaje de la Granja a la ciudad, la transformación de niña a mujer y el descubrimiento del amor y la sexualidad, el vacío en su vida, el regreso a la Granja… todo narrado desde un punto de vista exterior a Virgínia, pero tan íntimo y tan concentrado en sus sensaciones que parece por momentos una primera persona muy bien lograda. Clarice Lispector definió a ‘La araña’ como «un libro triste, un libro triste que me dio un placer enorme escribir». Publicada en 1946, ésta, su segunda novela, confirma a la excepcional narradora que ya se había anunciado en su primer libro, ‘Cerca del corazón salvaje’.
Premio Goncourt 1938. Gérard, ejerce una posición dominante sobre la vida de sus tres hermanas, que tras sus matrimonios escapan de su influencia. Decide poner en práctica un plan, fingir un suicidio por envenenamiento, para conseguir la atención de sus hermanas.
A petición de su psiquiatra, el narrador cuenta los acontecimientos que, en el transcurso de cinco días, han devastado su vida. Todo comienza cuando este vendedor de teléfonos móviles recibe la noticia de la muerte de su padre, con quien mantenía una relación muy distante. Con el fin de organizar el sepelio, el joven se instala en la casa paterna. Entonces descubre algo aterrador que le sumergirá, al hilo de un insidioso encadenamiento de pasos en falso, en una situación de pesadilla. En La ascendencia nos reencontramos con el tono narrativo de la primera novela de Alexandre Postel, Un hombre al margen: implacable e irónico, que da a la narración la forma de una tragedia. El sentimiento de culpa, muy presente en el texto, genera una atmósfera turbia e inquietante: hasta la última línea, el lector dudará entre la empatía, la rabia y el horror.
La asesina es una magnífica y estremecedora novela sobre la miseria y las difíciles condiciones de vida de las mujeres en la Grecia del XIX. La acción se desarrolla en Skiazos, donde la protagonista, Jadula Frankoyanú, vela a su nieta enferma que acaba de nacer. Durante las noches de insomnio la anciana recuerda los años pasados: su infancia, su matrimonio, los esfuerzos por mejorar su situación económica, las penalidades para conseguir los recursos suficientes para la dote de sus hijas, los hijos varones, también fuente de disgustos y preocupaciones (unos abandonan el hogar para emigrar, otro tiene problemas con la justicia). Tras varias noches en vela la protagonista acaba por perder el juicio y, en su locura, decide liberar a las pequeñas que se encuentra de la penosa vida que les espera. Papadiamandis demuestra ser un profundo conocedor del alma femenina y logra construir un personaje inolvidable, la anciana Frankoyanú, en el que se pueden reconocer rasgos de algunos personajes de la tragedia antigua como Medea y Orestes.
Escrita en una lengua bellísima, aparentemente simple pero conceptualmente compleja, este texto no es solo la historia de una mujer (como tantas otras novelas que hoy se sumergen en las corrientes de este nuevo género o subgénero de romance sentimental feminista) sino una representación literaria de las imposibilidades de la existencia dentro de la existencia misma: una mujer, Xuela, nace en Dominica, mestiza de madre caribeña y de padre medio escocés. Su madre muere al nacer ella; su padre la entrega a una lavandera, y ella decidirá no tener hijos. Registra el tránsito de los otros hacia la muerte, desconcertante y lleno de tensión, bastante afín a Camus: como él, Jamaica Kincaid consigue transformar la más social de las experiencias (ser mujer, no tener descendencia, contemplar la desaparición de los suyos) en el núcleo de la experiencia humana. Estamos ante una autora extraordinaria.
«Berlín, 1896». Amely se derrumba al saber que su padre quiere casarla con Kilian, uno de los barones del caucho más ricos de Brasil. Adivina al instante que es una moneda de cambio para sus negocios, y emprende, desconsolada, la travesía en barco hacia su nueva vida. A su llegada, se deja maravillar por los lujos y el exotismo compartidos con su excéntrico marido. Pero pronto el matrimonio se tambalea, el caucho arrasa la vida en el Amazonas, y Amely decide por fin abandonar su felicidad impostada.
En el año 1902 una niña de siete años ingresa en la escuela de ballet de San Petersburgo y se convierte en la bailarina preferida de la familia imperial. Pero una serie de acontecimientos cambian el curso de su vida y, cuando estalla la revolución, Danina Petroskova se ve obligada a tomar una desgarradora decisión, mientras el mundo que la rodea cambia para siempre.
Adirane regresa a la casa familiar de su pueblo junto a la ría, en el norte del País Vasco, con la frágil excusa de registrar la última memoria de infancia de su abuela Ruth durante la Guerra Civil. Ha dejado atrás a su marido y a su hija de cinco años, sin siquiera una explicación, para intentar encontrar un nuevo punto de partida desde su propio pasado. En la casa vive también Adriana, su madre, con quien no se habla desde hace años. ¿Qué significa criar o cuidar de alguien bajo tres contextos históricos y políticos muy dispares y en un territorio casi permanentemente tensado? En esta novela, madres e hijas de diferentes generaciones irán tejiendo, con el ritmo y la fuerza de las mareas, una genealogía zarandeada por secretos familiares y enfrentamientos que hasta ahora las han mantenido alejadas, viviendo vidas separadas por los muros de lo que nunca se dice. Aroa Moreno Durán, con una prosa hermosa y evocadora, pero también visceral e inmisericorde, nos conduce por casi un siglo de nuestra historia reciente: el horror de la guerra, el desarraigo del exilio, los años del plomo, la casa vacía y la vida vencida, y aún más allá, desde los secretos del pasado hasta la huida del futuro.
Tras la muerte de su padre, Iza ofrece a su madre una nueva vida junto a ella en Budapest. Sin embargo, la anciana, que en principio se muestra profundamente agradecida, es incapaz de adaptarse a las comodidades de la vida moderna y al universo perfectamente organizado de su hija. La incomprensión y la irritación se apoderan de su relación hasta el día en que la madre decide volver al pueblo, una decisión que tendrá fatales consecuencias. «La balada de Iza» reflexiona sobre los silencios que sofocan la vida doméstica, y sobre la dificultad de amar y de comprender al otro.