El castillo de Leixlip (Leixlip Castle) es un relato gótico del escritor irlandés Charles Maturin, autor de la célebre novela gótica: Melmoth, el errabundo. Esta obra es el único relato corto de Charles Maturin, quien esencialmente fue un novelista. El cuento apareció publicado en 1825, y con el tiempo fue recopilado por varias antologías fantásticas. Básicamente, El castillo de Leixlip es un relato clásico de la literatura gótica, con todos los elementos que conforman el género. Esto significa que también posee todos los vicios y flaquezas del gótico. Como ventaja, acaso haya que destacar la narrativa de Charles Maturin, cuyo romanticismo se trasmuta en un arte barroco que no pierde eficacia. Es decir, sus ornamentos literarios no están reñidos con la eficiencia de los maestros posteriores (Poe, Blackwood, James, Benson, etc).
Las obras juveniles de Jane Austen (1775-1817) están reunidas en tres cuadernos que la autora llamó «Volúmenes» y numeró del I al III. Austen escribió estos textos entre 1787 y 1793, entre sus 12 y 18 años de edad. Por tanto, incluyen desde ocurrencias casi infantiles hasta piezas en las que ya se adivina el genio de su autora como novelista madura… Son textos llenos de ironía, y la mayoría abiertamente humorísticos, incluyendo desde la parodia de los tópicos de las novelas de su época (como haría luego en «La abadía de Northanger»), hasta el humor negro, y el disparatado «nonsense». Eran obras escritas para la familia y allegados, que Austen nunca pensó publicar… De hecho, no se publicaron, en su idioma original, hasta 1922 (Volumen II), 1933 (Volumen I) y 1951 (Volumen III). La presente recopilación, publicada en 2008, con traducción de Celia Turrión Penelas, incluye diez textos de los Volúmenes I y II («Frederic y Elfrida», «Jack y Alice», «Henry y Eliza», «Mister Harley», ««Sir» William Montague», «Amelia Webster», «La visita», «Las tres hermanas», «La historia de Inglaterra» y «El castillo de Lesley»).
‘El castillo de los destinos cruzados’, que Italo Calvino consideraba uno de sus mejores libros y el más fantástico entre ellos, fue publicado originalmente en 1973, tras un complejo proceso de elaboración a través de métodos combinatorios que había iniciado cinco años antes. Las dos narraciones que lo componen han sido construidas a partir de un mismo desafío formal: las posibles interpretaciones de dos diferentes mazos de tarot. Para ‘El castillo de los destinos cruzados’, el Visconti, con sus delicados miniados que reflejan el refinamiento renacentista, y, para ‘La taberna de los destinos cruzados’, el de Marsella, de trazos más toscos y que requiere un lenguaje más popular. Los personajes de ambos relatos, enmudecidos de espanto ante las terribles experiencias por las que acaban de pasar al atravesar un bosque, se reúnen en torno a una mesa e intentan comunicar sus peripecias. Surgen así, a partir de una trama principal, otras historias que se entrecruzan y forman secuencias legibles en distintos sentidos, de forma que cada narración condiciona la interpretación de las demás.
El siglo XXI no está resultando ser un gran siglo. Los abusos de un sistema formado por ricos cada vez más ricos y jodidos muy jodidos están a la orden del día. Siguen soñando las pulgas con comprarse un perro y los nadies con salir de pobres. En esta obra, que terminó un año antes de morir, Eduardo Galeano sale a cazar en esa jungla para mostrarnos con crudeza, con humor, con ternura el mundo en que vivimos, desnudando ciertas realidades que, pese a estar al alcance de la mano, no todos llegan a ver. Pero, como sugiere su título, «El cazador de historias» devela también al narrador que acecha detrás de todos los relatos. Y así, aunque siempre fue reticente a hablar de sí mismo, Galeano cierra este libro con un puñado de bellas y poderosas historias que sorprenden tanto porque ofrecen pistas de su biografía, de sus años de infancia y juventud, de los primeros viajes por América Latina, de las personas que marcaron su vida y su escritura, como porque expresan sus ideas sobre la muerte. Lejos de cualquier lamento, con el puro impulso de la curiosidad y la imaginación, se pregunta cómo será el final, qué deseos, afectos o necesidades aparecerán entonces. Eduardo Galeano creó una obra que no pasó inadvertida, que culmina con este libro. Varias generaciones la han leído con fruición y seguramente seguirán haciéndolo, porque algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.
La historia de El cerco de Londres comienza en París, en el teatro de la Comédie Française, durante la representación de l’Aventurière —irónica referencia a la protagonista del relato—. El señor Littlemore reconocerá en el teatro a la señora Headway, una mujer ligera a la que había conocido y frecuentado en América. A partir de ese momento, comenzará la ambigua historia de la dama en sus intentos de introducirse en la respetable alta sociedad europea, a través del compromiso con un influyente pretendiente, y el drama de Littlemore, preso de sentimientos contradictorios y partícipe de un supuesto «secreto». El cerco de Londres es un hábil juego de manipulación y seducción, ironía, misterio y de ambigüedad —como la de la misma protagonista, difuminando su personalidad en un inescrutable misterio—, que muestra el talento de uno de los más importantes escritores en lengua inglesa.
El cerco oblicuo es la representación poética de una condena, la personificación de un nuevo Sísifo que, gobernado por la fatalidad y el azar, no encuentra más destino que deambular interminablemente de casilla en casilla sobre la espiral del tablero, prisionero en el irremisible veredicto que conduce del laberinto al treinta y en la certeza geométrica de una proposición: que «el hombre experimenta ante la imagen de una cosa pasada o futura la misma afección de gozo o de tristeza que ante la imagen de una cosa presente».
Esta recopilación de cuentos, publicada originalmente en italiano en 1963, indaga en los temas que obsesionaron a la autora durante toda su carrera literaria: la verdad y la belleza como motores de la escritura. Igual que una arqueóloga que parte hacia una ciudad legendaria, Morante explora los mundos de la infancia y la adolescencia, las relaciones paternofiliales, el amor, el odio, la desesperanza y la muerte con un estilo realista que es al mismo tiempo visionario y fabuloso. Christian, el hermano menor de Tony, fallece en un sanatorio; Tony salta de un matrimonio a otro; el último heredero de la familia muere de tifus; un niño casi adolescente se debate entre la adoración por su madre, el mundo de los adultos y un miedo irrefrenable a la realidad; tres niños juegan a identificarse con personajes románticos de su invención. Cada una de estas historias nos ofrece la llave a un dominio encantado que Morante teje con meticulosas descripciones y algo parecido a la brujería.
Relato corto con un comienzo ambientado en un suceso real. El treinta de septiembre de 1997, Alicante sufrió una de las peores inundaciones del siglo XX. La intensa tromba de agua anegó barrios enteros, destruyó propiedades y se llevó la vida de cinco personas. Esta historia comienza en la mañana de aquel día. Lorenzo, por una serie de circunstancias, acaba conduciendo bajo el aguacero y se cruza con un chaval al que la riada está a punto de llevarse por delante. Es incapaz de pasar de largo y decide recogerlo y llevarlo a casa sin tener ni idea de que ese gesto no solo cambiará la vida de Manuel para siempre, sino que le salvará la suya muchos años después. Con cuarenta y dos años, la autoestima justa para pasar el día y un corazón a punto rendirse, Lorenzo se encuentra con un viejo conocido y, esta vez, será él quien le cambie la vida.
UNA VOYEUR, UN HÉROE, Y UN POCO DE CURACIÓN SEXUAL. Penny nunca tuvo la intención de espiarlo, pero la ventana está justo ahí. ¡Y, maldición, esos abdominales, ese pecho! Los pantalones de camuflaje, usados así, deberían ser ilegales. Está fuera de su alcance. ¡Y tan joven! Pero una chica puede mirar, ¿verdad? Desde el divorcio se siente tan... invisible. Los pilotos militares consiguen casi cualquier mujer que quieran. Así que cuando la Sra. Penny Pyncher le dice a Chaz que es demasiado joven para ella, no puede evitar echar un segundo vistazo. No es su tipo habitual. Es atrevida, es terrenal. Ella es real. Demonios, ella despierta algo en él. Una divorciada de treinta y tantos años y un piloto herido de veintitantos caen de cabeza en la trampa del destino - una trampa que los lleva a ambos a una sanación sexual seria. Y es bueno. Es realmente bueno. La pregunta es, ¿puede el destino convertirse en amor?
El chico que amaba una tumba (The Child Who Loved a Grave) es un relato fantástico del escritor irlandés Fitz James O'Brien. El cuento fue publicado en 1861, un año antes de la muerte de O'Brien. Se trata de un relato breve y profundamente triste, donde un muchacho, abatido por la soledad, sólo encuentra un pequeño consuelo para su existencia en la compañía de una tumba.
Esta recopilación de relatos de Coloane, realizada durante el gobierno de la Unidad Popular por la editorial estatal Quimantú, nos presenta algunos de los textos cortos mejor logrados del autor. Desde la publicación de «Cabo de Hornos» en 1941, sus relatos se despliegan sobre la base de múltiples conexiones (tránsitos de personajes entre un relato y otro, intratextos). Huelga indicar, a este respecto, que Coloane sitúa su narrativa en una experiencia límite, pues su escritura supera los cánones del neorrealismo integrando contenidos provenientes de disciplinas científicas como la botánica, paleontología, geografía, historia, oceanografía, etnografía, geología y la ecología. Así, la escritura deviene orgánica y conforma un «oikos» textual mayor: un relato totalizador de la vida de Tierra del Fuego.
El primer grito fue el de un ferroviario aislado por la nieve, cuando sintió unos colmillos desgarrando su garganta. Al mes siguiente se oyó un grito de agonía proferido por una mujer a quien atacaban en su habitación. Cada vez que la luna llena brilla en la aislada y solitaria ciudad de Tarkers Mills se producen escenas de increíble horror. Nadie sabe quién será la próxima víctima. Pero sí hay una certeza. Cuando la luna se muestra en todo su esplendor, un terror paralizante recorre Tarkers Mills. En el viento se oyen gruñidos que parecen palabras humanas. Y por todas partes aparecen huellas de un monstruo insaciable.
Comparado con Richard Ford y Alice Munro, la aparición de David James Poissant produjo una conmoción literaria en los Estados Unidos. Sus cuentos se inscriben en esa gran tradición que incluye a Antón Chéjov y Raymond Carver, una tradición que siempre suele darse por concluida, hasta que aparece un nuevo escritor y la revitaliza. Es lo que sucedió con este libro. «El cielo de los animales» es un deslumbrante volumen de relatos sobre personas agobiadas por la pérdida, la culpa o lo implacable del amor. Padres que han roto la relación con sus hijos y descubren demasiado tarde el daño que han hecho, matrimonios envueltos en el desasosiego, hermanos que dejaron en el olvido la complicidad y ahora deben purgar ese rencor, amistades que un día son puestas a prueba y dejan paso a la traición. Vidas que no están a la altura de las emociones que generan, donde la presencia de un animal recuerda la existencia de lo inesperado, lo lúdico, lo brutal. Con una escritura límpida, que sabe ser quirúrgica y no escapa al humor, Poissant narra historias al límite, sacudidas por la impiedad y la tristeza. No deja de ser extraño que al terminar de leerlo el sentimiento sea de felicidad. Es el efecto que depara un hallazgo literario.
Hay en El cielo de los leones el deseo de contar el mundo para bendecirlo. Todo lo que sucede alrededor de Ángeles Mastretta la sorprende y abisma en un canto que no transige con la desdicha como algo insondable. Andar en la vida es irse de parranda en busca de sus mejores instantes y de cada instante como el atisbo de un milagro. La evocación y los sueños surcan estas páginas, cuyo empeño es persuadirnos de cuán prodigiosa y arrebatada es la vida, de cuántos motivos diarios tiene para hacer que la veneremos. Ángeles Mastretta cree en el sensato hábito de la locura, en el desafío diario que es mirar a otros vivir como quien delira: cielo hay para todos, dice, hasta para los leones debe haber un cielo.
«El cielo envenenado» pertenece a la serie protagonizada por el profesor Challenger. Nuestro planeta atraviesa una zona del cosmos donde existe un peligroso agente tóxico que al penetrar en la atmósfera terrestre origina graves perturbaciones. Todo parece indicar que ha llegado el fin para la raza humana. De este modo, la novela atrapa desde el principio al lector y le hace vivir, mediante la poderosa imaginación del autor, la más emocionante de las aventuras. El estilo ágil, preciso, sin florituras, de este escritor inglés muestra con viva maestría el drama que se cierne sobre la humanidad.
En los años cincuenta Merle una directora de revistas de moda, harta de su monótona vida se convierte en Linda la bailarina y se va a trabajar al club del Lazo Verde, el nigth club más importante del momento. Pero nada sale como soñaba y su experiencia le llevará a recorrer un mundo de luces y sombras.
Desde que se graduó, Lauren, la redactora más joven y la única latina del diario «Gazette», tiene dos veces al año una cita ineludible que ni la reunión de trabajo más importante puede posponer. Se trata de una cena en Boston con sus cinco amigas de la universidad: Sara, diseñadora de interiores y ama de casa ejemplar; Usnavys, vicepresidenta ejecutiva de una multinacional que no ha olvidado su ardorosa sangre portorriqueña; Elizabeth, presentadora de televisión y ferviente seguidora de Cristo; Rebecca, creadora de Ella, la revista hispana más popular de los Estados Unidos, y Amber, sempiterna aspirante a grabar un disco de «rock» en español. Al graduarse, en un ataque melodramático muy propio de universitarias, decidieron encontrarse cada seis meses en Boston, hasta el fin de sus vidas. Y de momento no han fallado nunca: se reúnen para una eléctrica sesión de charla y chismorreo, en la que ningún tema puede resistir el arrollador hechizo de su corrosiva conversación, hablan por los codos, cotillean, celebran sus éxitos y se apoyan en los momentos difíciles. Son responsables y divertidas, comprometidas y frívolas, tiernas y viperinas, y juntas forman: ¡El club de las chicas temerarias! Pero esta vez, cuando las seis mujeres se reúnen en El Caballito no sospechan el giro que sus vidas están a punto de sufrir, y su única tabla de salvación, como siempre que las cosas no salen como habían previsto, será la certeza de que, dentro de seis meses, todas ellas volverán a estar allí para contárselo. COMENTARIO AL LIBRO: Es como si lo hubieran escrito seis personajes diferentes que van cambiando a cada capítulo, narrado por cada una de las amigas en primera persona. Ellas son muy diferentes entre sí, lo único que tienen en común es su origen latino y la amistad que las mantiene unidas. Novela divertida y a veces muy dura, habla sobre intolerancia, sobre racismo y lo hace desde un punto de vista muy real con unas notas de humor que engancha muchísimo. A pesar de las situaciones difíciles de los personajes es muy divertida pero se debe leer teniendo en cuenta el contexto sociocultural en el que está escrito, con el español latino y en los Estados Unidos de hace ya algunos años. Es de esperar que en la actualidad se hayan reducido mucho estas situaciones tan injustas que, en esa época, estaban a la orden del día, pero que, por desgracia, todavía no han desaparecido del todo.
El Club de los Caníbales devora libros: les hinca el diente, los saborea y mastica hasta la última página. Pero las cosas cambian cuando eligen su próxima lectura, "Drácula", y un tipo con aire a vampiro y que duerme en un ataúd se presenta en casa. ¿Quién morderá a quien? ¡Atención! Leer perjudica seriamente a la salud y te traslada a sitios inesperados.
La ilusión se esfumó… Adriana está decepcionada y afirma que, ¡El amor verdadero solo existe en los cuentos de Hadas y Princesas! A raíz de su decepción amorosa, abre “el club de los corazones rotos” y lanza una convocatoria a todas las mujeres quienes deseen compartir su historia de, desamor.
Cuatro hombres se reúnen en la biblioteca del aristocrático club del que son miembros para pasar el rato. Uno de ellos interrumpe de cuando en cuando, para entretener a sus compañeros con relatos de intriga y suspense. Recopilación de relatos escritos por Asimov para la revista Gallery en los que se relata alguna historieta o anécdota que encierra un enigma que hay que resolver.