El gran conflicto bélico que sacudió el mundo hace ahora 70 años guarda entre sus principales acciones bélicas y tras sus escenarios políticos un buen número de historias inéditas que en ocasiones llegan a lo oculto y misterioso. Las historias más desconocidas sobre la II Guerra Mundial, los relatos de protagonistas anónimos, los espías que cambiaron en curso de la guerra, armas secretas, misiones suicidas, sus héroes en la sombra… Ankara, embajada Británica, Cicerón. ¿Qué tienen en común la capital de Turquía, la embajada del Reino Unido y un escritor latino? ¿Para qué se emitieron millones de billetes falsos por las diversas potencias mundiales? ¿Qué eran las motas del profesor Zapp? ¿Existió realmente el arma Wasserfall y qué misión tenía?
La mitología era poética y florida. La medicina, primitiva, religiosa y desesperada. La razón, elusiva. El miedo, permanente. Leyendo a Monteverde pareciera que la humanidad no puede salir de la barbarie. Y ahí, en medio de historias barrocas, que tienen hilos y noticias que las conectan a lo largo de la historia del género humano, brilla de repente la épica de la medicina. Estamos ante un texto asombroso, desbordado de información y digresiones, donde se mezclan arqueología, historia, física, religiones, biología, navegación, toxicología, filosofía, poesía, moda.
Por aquí pasan todos y todo: uno descubre fascinado que la iluminación de san Pablo en el camino de Damasco tiene que ver con la epilepsia del lóbulo temporal, que el Holocausto se inicia en las colonias alemanas de África al comenzar el siglo XX, que la manzana de Eva bien pudo ser un higo, y cuál es la génesis de la varita mágica. También nos enteramos de que 76 % de los heridos en La Ilíada y La Odisea inevitablemente morían, que el psicoanálisis freudiano no era apto para la clase trabajadora, que el ministro de Gobernación de Victoriano Huerta era un médico asesino, y que Hugo Boss manufacturaba los uniformes de los nazis. Monteverde practica el amor a las etimologías, las disquisiciones filosóficas, y busca explicaciones y causas a todo. Caen como mazazos sus certezas y sus manías, y permanentemente aparecen metáforas magistrales, «los relojes de sol se ensombrecieron, el agua de las clepsidras dejó paso a la del bautizo».
Libro desconcertante como pocos, iluminador como muy pocos, abrumador como muchos, resulta como el baile de un jarabe tapatío a escala planetaria. Una experiencia de lectura notable.
Minucioso y fascinante recorrido por la historia universal de la destrucción de los libros, pasto de la voracidad de los insectos, las inundaciones, las llamas, las guerras y sobre todo de la vocación destructora de los fanáticos políticos y religiosos, y de la vigilancia dogmática de los censores. Fernando Báez nos propone un sobrecogedor itinerario que nos lleva de la destrucción de tablillas sumerias al reciente saqueo de las bibliotecas de Bagdad, pasando por la destrucción de la legendaria biblioteca de Alejandría, los grandes clásicos griegos desaparecidos, la obsesión destructora del emperador chino Shi Huandi, los papiros quemados de Herculano, los desmanes de los inquisidores, el incendio de la biblioteca del El Escorial, la suerte dispar de los libros gnósticos y astrológicos, la quema de libros por los nazis, la destrucción de libros durante la Guerra Civil española, la censura de autores como D. H. Lawrence, Joyce o Rushdie por motivos sexuales o religiosos… Y es que en todas las civilizaciones y en todas las épocas el libro, como fuente de saber, ha debido luchar contra la intransigencia y la barbarie. «Allí donde se queman libros, se acaba quemando hombres».
A finales del XIX, el francés Monet con su cuadro Impression, soleil levant abre la puerta a un nuevo estilo que va a dominar Europa durante más de medio siglo. En esta primera exposición impresionista (1874) acompañan a Manet otros autores que van a dirigir este estilo, como Renoir o Degas. Esta nueva corriente pictórica pretende reproducir la apariencia meramente transitoria de los objetos destacada por la luz y los reflejos de los cuerpos en el mismo momento en que son contemplados. El estilo se extenderá luego por toda Europa con gran éxito y marcará una etapa incuestionable en el arte mundial.
Bernal Díaz del Castillo fue uno de los descubridores y conquistadores de la Nueva España, sus provincias y del cabo de Honduras. Ya viejo y retirado, escribió esta crónica de las proezas en que, al mando de Hernán Cortés, fue parte y testigo. El historiador mexicano Carlos Pereyra estudia en el prólogo de esta edición la figura del cronista, que en vida no vio publicado su manuscrito. La Historia verdadera de la conquista de la Nueva España apareció, por fin, en el siglo XVIII, siendo su autor mal juzgado, pues se consideró que trataba de palidecer la gloria de Hernán Cortés. Menéndez Pelayo reivindicó sus méritos, reconociéndole no sólo importancia de testigo fiel, sino dotes de interpretación psicológica que dan calidez humana a su extensa crónica. Además de relatar los sucesos ocurridos en 1517 y 1521, Bernal Díaz del Castillo describe también las ciudades, ritos y costumbres de los pobladores, pudiendo decirse que se trata de una primerísima fuente para el estudio de la civilización precortesiana.La presente edición está basada en el Manuscrito Guatemala.
Lo sucedido en la Embajada de España no puede ser tomado como una coincidencia o casualidad. Por el contrario, todo se integra como parte de un plan, eso sí, mal ejecutado, que al salirse de control falló aparatosamente y causó una tragedia. Aun así se trató de sacar provecho de esta desgracia. Estos intentos mantuvieron el caso activo, pero no existió la voluntad política para investigarlo judicialmente hasta el 2014. Guatemala, jueves 31 de enero de 1980. ¿Qué sucedió en aquel fatídico día? ¿Ingresó la policía a la sede diplomática sin permiso? ¿Quiénes fueron los responsables de iniciar el fuego que provocó la muerte de 37 personas? ¿Cuál fue la responsalibidad del gobierno español y de su embajador en Guatemala, Máximo Cajal, en lo sucedido? ¿Utilizó el embajador Cajal a personas de la vida política y académica guatemalteca como señuelo? A lo largo de 40 años, desde aquella lejana fecha del jueves 31 de enero de 1980, Adolfo Sierra Molina ha recopilado cuanta información se ha publicado relacionada con la ocupación y quema de la Embajada de España. Se convirtió también en una de las voces que desde el inicio expuso, a través de numerosos artículos y dando su testimonio una y otra vez, la versión de hechos de los que él fue testigo y que ha ido completando con las pruebas de personas que estuvieron presentes. Su padre, Adolfo Molina Orantes, un destacado abogado, académico, humanista y exfuncionario, murió tragicamente junto a otras 36 personas, entre las que se encontraban Eduardo Cáceres Lehnhoff, funcionarios españoles, personal guatemalteco, así como los que tomaron la sede diplomática desde las primeras horas de la mañana. Uno de los invasores fue encontrado con vida por los bomberos cuando ingresaron al despacho del embajador Máximo Cajal López, quien, minutos antes, había salido caminando de la habitación en la que se habían atrincherado. Adolfo Molina Sierra revela y analiza lo sucedido poniendo los puntos sobre las ies y señalando sin tapujos a los responsables en una historia que no es solo suya, sino también de Guatemala.
Esta monumental obra recrea, con una destreza y una intensidad extraordinarias, valiéndose de una inmensa variedad de fuentes, el mundo vital, político y militar de Adolf Hitler, desde sus raíces provincianas en la Austria de los Habsburgo hasta su muerte en Berlín en 1945. En Hitler, Kershaw despliega todo su conocimiento sobre el personaje y su época para ofrecernos un fresco inigualable del dictador, sus pensamientos, métodos y oratoria, y tratar de dar respuesta a uno de los interrogantes más apasionantes de la historia contemporánea: ¿qué se esconde detrás del Führer y por qué un pueblo y su ejército se dejaron arrastrar por los delirios de un líder que provocó la destrucción de Europa y la suya propia?
A primera vista, Adolf Hitler parecía un candidato poco adecuado para asumir un poder dictatorial. ¿Por qué, de entre todos los fanáticos del nacionalismo racista que había en Alemania tras la Primera Guerra Mundial, fue Hitler quien recibió el apoyo de las masas? ¿Cómo pudo llegar un personaje tan poco atractivo a hacerse con el control de la maquinaria de un complejo Estado moderno? ¿Por qué su autoridad —en contra de todas las previsiones— no fue limitada por las clases gobernantes tradicionales ni por medio de restricciones constitucionales? ¿Qué papel desempeñó personalmente en el diseño de la política? ¿Dirigía él realmente, hasta sus últimas consecuencias, el curso de la política y la forma de las decisiones fundamentales?Este estudio interpretativo de Ian Kershaw no es otra biografía breve de Hitler, aunque los capítulos temáticos estén organizados conforme a un marco cronológico amplio. En su lugar, estudia estos y otros asuntos concentrándose directamente en la naturaleza y los mecanismos del poder de Hitler y en cómo hizo uso de él. Kershaw encuentra la respuesta fundamental a todas estas cuestiones en la forma peculiar de gobierno “carismático” que llegó a ser inherente a Hitler como encarnación de una gama amplia de expectativas y descontentos sociales. Toda forma de legalidad y de gobierno racionalmente organizado fue destruida por la disponibilidad a “trabajar en la dirección del Führer”, es decir, en la dirección de las supuestas intenciones de Hitler. En gran medida, pues, el poder de Hitler fue producto de la colaboración, la tolerancia y el desacierto o la debilidad de quienes se encontraban en posiciones de responsabilidad e influencia, y debió su expansión progresiva a las concesiones y capitulaciones que éstos estuvieron dispuestos a realizar. El final de la Guerra Fría y del orden europeo de posguerra, ambos legados del Tercer Reich, proporciona un momento oportuno para esta nueva valoración.
«Voy siguiendo con la seguridad de un sonámbulo el camino que trazó para mí la Providencia» (Adolf Hitler, 14 de marzo de 1936). Más de medio siglo después de su suicidio y de la completa destrucción de su movimiento, Adolf Hitler sigue asediando la conciencia moderna hasta un grado completamente excepcional. La simple enumeración de los males que desencadenó lo ha convertido en un personaje demoníaco sin parangón en la historia moderna. El Hitler de Ian Kershaw nos permite aproximarnos más que nunca a una interpretación seria del hombre y de la catastrófica sucesión de acontecimientos que permitieron que un inadaptado singular ascendiese desde un alberge vienés para pobres hasta la jefatura de uno de los países más prósperos de Europa. Esta biografía recrea, con una destreza y una intensidad extraordinarias, valiéndose de una inmensa variedad de fuentes, el mundo que primero frustró y luego nutrió al joven Hitler, desde sus raíces provincianas de la Austria de los Habsburgo hasta la Viena de preguerra, desde el crisol de la Gran Guerra hasta aquel mundo político virulento de la Baviera de los años veinte. Mientras la fantasía en apariencia lastimosa de que Hitler fue el salvador de Alemania atraía cada vez más apoyo, Kershaw explica con brillantez por qué tantos alemanes lo adoraron, fueron sus cómplices o se sintieron impotentes para oponérsele; y también en cuántos momentos las elites alemanas pudieron haber impedido su ascensión, pero cómo se equivocaron en sus juicios sobre el monstruo que vivía con ellos… hasta que fue demasiado tarde. El libro termina en 1936 con la ocupación de Renania. Con este golpe extraordinario Hitler logró alcanzar un dominio excepcional sobre el pueblo y la milicia alemanes. Contemplando de forma retrospectiva sus triunfos pasó a creer ya del todo en su propio culto; no había ya nada que se le resistiese. Con Alemania firme (y voluntariamente) bajo su bota, volvió la vista hacia el resto del mundo.
Hitler 1889-1936 , la primera parte de este estudio, explicaba las razones por las que los habitantes de un estado moderno, de elevado nivel cultural y de economía puntera, pusieron su destino en manos de un intruso de la política como Adolf Hitler. Ese primer volumen terminaba con la remilitarización de Renania en 1936, cuando el gran dictador gozaba del apoyo de una abrumadora mayoría de alemanes.
En esta segunda entrega, Ian Kershaw hace un repaso de las decisiones más demagógicas y sanguinarias de Hitler, hasta su muerte en 1945, y propone explicar de qué modo éste pudo llegar a ejercer el poder absoluto con la aquiescencia y el beneplácito de los ciudadanos de su país, que se dejaron arrastrar a una guerra genocida, al asesinato en masa y a la propia devastación.
Se trata, en palabras del autor, de una « historia sobrecogedora de autodestrucción tanto nacional como individual, de cómo un pueblo y sus representantes fraguaron su propia catástrofe como parte de una destrucción calamitosa de la civilización europea ».
Este libro ofrece una biografía política e intelectual de Hitler, desde su primera concepción de la historia de Alemania y su papel en el mundo a raíz de la derrota en la Primera Guerra Mundial, hasta el convencimiento de que el principal enemigo no era ni el comunismo ni la Unión Soviética, ni tampoco el judaísmo internacional, como se ha repetido hasta ahora, sino el capitalismo anglosajón y, principalmente, Estados Unidos. Mientras que la mayoría de los historiadores han argumentado que Hitler subestimó la amenaza estadounidense, Simms muestra que Hitler se embarcó en una guerra preventiva contra Estados Unidos precisamente porque lo consideraba el principal adversario y el único que podía destruir Alemania. El dominio nazi sobre la práctica totalidad de Europa, la guerra contra la URSS y la aniquilación de los judíos europeos eran capítulos de una carrera contrarreloj para convertir al III Reich en una potencia capaz de enfrentarse al liderazgo anglosajón y, si no vencerlo, llegar al menos a un mundo bipolar equilibrado entre el descarnado capitalismo financiero anglosajón y el Reich alemán enraizado en la tradición racial germánica.
Hitler: Solo el mundo bastaba es una lectura poderosamente argumentada y definitiva que permite comprender la mente de un tirano asesino del que pensábamos que ya lo sabíamos todo.
La primera parte (capítulos 1 a 12) de Hitler y Stalin abarca desde el nacimiento de ambos dictadores hasta los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial, siguiendo un estricto criterio cronológico. Hitler: infancia y juventud, participación en la Gran Guerra, creación del partido nazi, asalto al poder y consolidación de un estado policial de rígida estructura vertical. Stalin: infancia y juventud, andadura revolucionaria y participación en los cruciales acontecimientos de octubre de 1917, ascenso al poder, planes quinquenales y purgas. Dedica particular atención a las semejanzas y diferencias que se observan en la trayectoria de ambos personajes. La segunda parte (capítulos 13 a20) de Hitler y Stalin abarca desde el pacto de no agresión germano-soviético (1939) hasta la muerte de Stalin (1953), siguiendo un estricto criterio cronológico. Describe, pormenorizadamente, el protagonismo de ambos líderes durante la Segunda Guerra Mundial, y dedica especial atención a la Operación 'Barbarossa', nombre en clave de la invasión de la Unión Soviética, y principio del fin del Tercer Reich. La obra se cierra con un panorama de las terribles consecuencias que tuvo el imperio de la barbarie y terror instaurado por Hitler y Stalin. En este extraordinario estudio, Alan Bullock ejerce sus mejores cualidades: organización clara y concisa de un impresionante caudal de datos, descripción del detalle sin desmedro de su importancia global, mesurada objetividad y prosa subyugante. Hasta la fecha, nunca se había publicado un análisis tan ambicioso e iluminador sobre Hitler y Stalin, y las causas que promovieron su ascenso y caída.
El primer volumen de "Hitler y Stalin" abarca desde el nacimiento de ambos dictadores hasta los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial, siguiendo un estricto criterio cronológico.
Hitler: infancia y juventud, participación en la Gran Guerra, creación del partido nazi, asalto al poder y consolidación de un estado policial de rígida estructura vertical.
Stalin: infancia y juventud, andadura revolucionaria y participación en los cruciales acontecimientos de octubre de 1917, ascenso al poder, planes quinquenales y purgas.
Dedica particular atención a las semejanzas y diferencias que se observan en la trayectoria de ambos personajes.
En este extraordinario estudio, Alan Bullock ejerce sus mejores cualidades: organización clara y concisa de un impresionante caudal de datos, descripción del detalle sin desmedro de su importancia global, mesurada objetividad y prosa subyugante. Hasta la fecha, nunca se había publicado un análisis tan ambicioso e iluminador sobre Hitler y Stalin, y las causas que promovieron su ascensión y caída.
Muerto el perro NO se acabó la rabia.
Al terminar este libro sagaz y documentado, al lector le vendrá a la cabeza la refutación instantánea del famoso refrán. Porque Abel Basti revela aquí un entramado que surgió luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, en el que los nazis que cruzaron el Atlántico fueron funcionales a los planes de los Estados Unidos, sosteniendo con conocimientos bélicos, industriales y financieros el fantasma de una nueva gran contienda (la Guerra Fría, para el caso) que amenazara a la humanidad por un lado y generara ganancias siderales con la venta de armas, la industria química y el negocio del tráfico de drogas.
Basti ilumina una trama en la que, cómo no, aparece Adolf Hitler moviéndose libremente por distintos países de Sudamérica, pero también los grandes grupos del poder mundial, políticos que en teoría fueron los grandes héroes de la posguerra, y hasta las más importantes casas reales europeas.
Estos sucesos fueron posibles en un marco de impunidad pactado en la cúspide del poder internacional, una red que parece ficción pero es muy real, y que dejará sin palabras a aquellos que recién ahora comiencen a descubrir cómo una confabulación de semejantes características fue articulada en secreto, para que nunca se supiera la verdad y para que siguiéramos pensando que, bueno… «muerto el perro se acabó la rabia».
Lecciones de vida de los grandes hombres que forjaron nuestra sociedad: Jesús Mahoma Napoleón Moisés . San Pablo Julio César Alejandro Magno, Constantino, Julio César y Constantino. Pasa revista a los principales eventos que marcaron la vida y destino de estas personalidades.
La biografía de Homero se ha perdido en el esplendor de su fama hasta el punto de que ese nombre es ya sólo una referencia mítica y un sinónimo de la creación épica. Aunque los griegos atribuyeran a una misma persona la gloria de la Ilíada y la Odisea, los especialistas contemporáneos afirman que los dos poemas, separados al menos por una generación, tienen autores diferentes y ofrecen cambios apreciables en sus concepciones sobre la moralidad y el heroísmo. La lengua, la arqueología y la historia permiten conjeturar que un poeta genial compuso la Ilíada en torno al 725 a. de C. en algún lugar de la costa del Asia Menor o de las Islas del Egeo, mientras que la Odisea, profundamente influida por la obra precedente, tuvo un origen más tardío. En cualquier caso, el propósito fundamental de Jasper Griffin no ha sido realizar un análisis comparativo entre ambos poemas, sino aflorar el pensamiento y los valores que subyacen a estos dos prodigiosos textos. La épica homérica, que versa sobre acontecimientos relacionados con la Guerra de Troya, cuyo recuerdo fue conservado por la tradición oral tras la destrucción de la refinada cultura micénica, sigue transmitiendo todavía a los hombres de nuestro tiempo ideas y sentimientos imperecederos.
Historia intelectual del trabajo, 1675-1945 Homo Faber propone al lector un amplio recorrido por la historia intelectual del trabajo en Occidente. No se ocupa directamente de la actividad laboral real y efectiva, sino de las múltiples y diversas concepciones y discursos que han proliferado como algo propio de una verdadera civilización del trabajo, la nuestra. Desde el último cuarto del siglo XVII hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, se extiende la época de referencia de la historia intelectual del trabajo. A lo largo de estos casi trescientos años, el trabajo se convirtió en un tema central de los análisis y las polémicas de estudiosos y activistas reconocidos, al tiempo que su práctica era igualmente objeto de minucioso escrutinio. Homo Faber es una historia intelectual del trabajo que reconstruye este dilatado proceso, atendiendo a toda su riqueza y complejidad. Sus páginas recorren la apasionante historia de la sociedad del trabajo, desde su formación voluntariosa y consciente en los medios mercantilistas e lustrados de finales del siglo XVII y del siglo XVIII, hasta el momento en que comienzan a esbozarse las dudas sobre su propia fortaleza y entidad, una vez alcanzada la mitad del siglo XX. Parte sustancial de nuestra cultura y organización social, el trabajo está sometido hoy a graves dilemas que nos hacen abrigar dudas sobre su entidad futura. Esta obra busca contribuir a que, en tiempos de amplia discusión sobre el presente y el futuro del trabajo en las sociedades postindustriales, permanezca presente y viva la consideración, desde una perspectiva histórica, de su sustancia humana y social.
La violencia está en la naturaleza; la guerra en la historia. Ya que la primera no se puede extirpar, convendría dejar a la segunda en el pasado y buscar formas de cooperación que garanticen un mañana mejor. Entre la peligrosa exaltación de glorias pasajeras o la ingenuidad de un pacifismo que los hechos se empeñan en desmentir, la historia militar, más que la de cualquier otra actividad humana, debe ser conocida para evitar cometer los errores del pasado. ¿Por qué Homo sapiens se transformó muy pronto en Homo bellicus? ¿Qué relaciones guarda el fenómeno de la guerra con el desarrollo político, económico, social, religioso y hasta cultural de las civilizaciones? ¿Es una actividad innata o podemos pensar en la utopía de erradicarla para siempre y dejarla como una reliquia en los libros de historia? Homo bellicus. Una historia de la humanidad a través de la guerra rastrea el fenómeno bélico desde sus remotos orígenes hasta la actualidad buscando deducir lecciones que hagan inteligible la guerra, pero sobre todo buscando comprenderla, quizá la única forma de evitar nuevos conflictos en el futuro. El autor incluye más de cuarenta mapas, croquis y cuadros originales e imprescindibles para la comprensión de guerras y batallas, "ese apasionado drama".
Viviendas minúsculas a precios imposibles, desconfianza hacia la autoridad por la corrupción, aires acondicionados por doquier para hacer frente a la humedad, padres obsesionados con poner nombres exóticos a sus hijos… Sin duda, Hong Kong es una ciudad singular. Esta excolonia británica, construida en vertical, en la que residen 7,5 millones de personas en apenas 1.100 km², goza de una vibrante vida diaria y se mantiene en una carrera constante hacia no se sabe dónde, varios años por delante del resto de las ciudades del mundo. Hong Kong no es ciudad para lentos es un tratado sobre la vida moderna asiática que examina de manera concisa y contundente algunos de los problemas sociales, culturales y existenciales a los que se enfrenta la urbe. Para ello, lleva al lector en un tour de force por el mercado inmobiliario, la profunda pobreza que acecha a la vejez, las mareas humanas o la privación de los derechos de las trabajadoras domésticas extranjeras. Jason Y Ng desgrana con precisión la idiosincrasia de la ciudad y deja al descubierto lo mejor y lo peor de esta sociedad apresurada.
La asombrosa historia real que inspiró «Los Soprano». El primer libro de no ficción que desveló los secretos de la Mafia y puso en jaque la vida de su autor, quien viajó a Sicilia y se infiltró en la intimidad de los Bonanno durante seis años. Una lluviosa noche de octubre de 1964, dos gangsters secuestraron al famoso jefe mafioso Joseph Bonanno, y a la mañana siguiente la policía neoyorquina informó de que estaba muerto. Un año después, Bonanno reapareció de forma misteriosa, y su vuelta desató una sangrienta disputa entre familias mafiosas… Esta obra monumental, que se lee como una trepidante novela —llena de detalles íntimos y fruto de una brillante labor periodística—, se convirtió en un «bestseller» desde su publicación en 1971, y fue llevada a la pantalla televisiva en miniseries de la CBS; luego inspiraría «Los Soprano». Ningún otro libro ha contribuido tanto a desvelar los secretos, la estructura, las guerras, las luchas de poder, las vidas familiares y las personalidades fascinantes y aterradoras de la mafia.