Epiphane Otos es feo, tan extremadamente feo que su fealdad sobrepasa cualquier límite y provoca el espanto de los transeúntes que se cruzan con él en la calle. Consciente de su horrible aspecto, renunció pronto a las delicias del amor, pero a los veintinueve años conoce a la hermosa Ethel: una joven actriz que encarna su ideal de belleza. Ethel, además, parece ignorar el físico de Epiphane, con lo que este se entrega a la silenciosa adoración de la muchacha y se convierten en compañeros inseparables. Fortalecido por el amor, el protagonista llega incluso a hacerse célebre utilizando su repulsiva figura. Todo parece sonreírle, hasta que entra en escena el bello Xavier, un egocéntrico pintor totalmente indigno, según Epiphane, de aspirar a los favores de su dama. Sobre este triángulo grotesco. Amélie Nothomb desarrolla una nueva novela, siempre ágil, que confirma su brillante talento para el trazado de personajes y situaciones extremas. Supone además una agridulce reflexión sobre ética y estética en el mundo contemporáneo y, sobre todo, un estimulante estudio acerca de la pasión que no excluye la crueldad y el humor.
La primera novela de Boris Vian, con motivo del cincuentenario de su muerte. Una de sus obras más trepidantes y representativas. Cuatro amigos -el refinado Adelfín, el estrafalario y lúbrico Serafinio, el mayor Loostiló, policía en la reserva, y su compinche Antioquío- parten en busca de un misterioso y pequeño artefacto, el "barbarón bífido", desaparecido o quizá robado durante una fiesta.
Una bella historia de amistad, amor y superación contada a través de los ojos de un perro guía. Cross es un perro guía alegre y travieso. Mario es un joven invidente que intenta abrirse camino en la vida. Juntos forman un equipo inseparable. A través de mis pequeños ojos es una conmovedora novela que narra las divertidas peripecias de Cross en el mundo de los humanos. Su autor, Emilio Ortiz, nos cuenta una realidad que él conoce bien, pues tiene su propio perro guía, llamado Spock, casi tan travieso como Cross.
Aullido y otros poemas fue el primer libro de Allen Ginsberg y produjo una gran conmoción. Ya antes de su publicación era un poema famoso: se pasaba de mano en mano o se recitaba a partir de alguno de los cincuenta ejemplares en multicopista que hicieron en la galería Six. En dicha galería de San Francisco, el 7 de octubre de 1955, varios poetas como Gary Snyder, Kenneth Rexroth y Philip Lamantia hicieron una lectura de versos. Ginsberg hizo toda una performance en la que representaba la poesía con cánticos, melopeas, llantos, gritos y lamentos que subrayaban sus versos con los que denunciaba una forma adocenada de vivir y proclamaba un modo nuevo de hacer literatura totalmente sincera y auténtica. Los medios de comunicación se fijaron en él, lo convirtieron en una figura famosa y él aprovechó para promocionar a sus colegas de credo literario: el lanzamiento de la Generación Beat. Aullido es un largo poema que pasa revista a las injusticias de una sociedad acomodada como la norteamericana de la posguerra y protesta airadamente contra los horrores que sufren quienes no compiten por la ficción de una felicidad proclamada oficialmente. Aullido alza una voz distinta que zarandeó las conciencias y que consiguió hacerse oír. El poema se ha traducido a decenas de idiomas y Lawrence Ferlinghetti, el poeta beat que lo publicó en su City Lights Books, declara llevar impresos casi un millón de ejemplares desde que apareciera la primera edición en 1956.
Tras la muerte de sus padres, la joven Aurora Leigh se traslada desde su hogar de adopción, Florencia, a Inglaterra, donde será tutelada por una tía rígida y severa que pretende casarla con su primo Romney, destinado a heredar el patrimonio familiar. En una escena reivindicativa y protofeminista, Aurora rechaza a su pretendiente y proclama su decisión de entregarse a la poesía. Años después, Aurora se reencuentra con su primo, que está a punto de casarse con Marian, una joven de vida trágica e incierto futuro. Lady Waldemar, una noble rica, también pretende a Romney y urde una maliciosa trama que desatará una espiral de pasión y cambiará el destino de los protagonistas. La ética y la política, la teoría literaria, el primer feminismo reivindicativo y decimonónico, las tramas victorianas y dickensianas, y el exotismo florentino se dan cita en esta prodigiosa novela de Elizabeth Barrett Browning. Escrita en 1856, «Aurora Leigh» es una notabilísima novela en verso que reúne el interés de una trama exquisitamente medida con la belleza de la expresión poética, además de una gran variedad de ambientes: desde los círculos de la alta sociedad hasta los bajos fondos. El lector dispone por primera vez en español de una novela-poema que Virginia Woolf consideraba en plano de igualdad con los mejores logros de Jane Austen, George Eliot y las hermanas Brönte.
Una deslumbrante novela sobre las huellas que dejamos, las huellas que borramos y las huellas que buscamos reconstruir. En esta brillante novela hay tres pérdidas y tres búsquedas.La escritora inglesa Aliza Abravanel intenta, en batalla con la afasia, terminar su libro. Un último hablante indígena se confronta con el desvanecimiento de su cultura y su idioma mientras un antropólogo lucha por evitarlo. A través de la construcción de un esotérico teatro de la memoria, un superviviente del genocidio guatemalteco busca recuperar los recuerdos perdidos tras los traumas de guerra. Y tras esas tres historias, una muy íntima: la del narrador, Julio, un profesor de letras sin ilusión que, tras ser designado albacea literario de su amiga Aliza, viaja hasta la colonia de artistas donde esta pasó sus últimos días y logra, mediante la lectura de su manuscrito póstumo, ajustar cuentas con su pasado. Austral es una historia de duelo pero también la historia de un retorno: la del narrador a sí mismo, la del protagonista a Latinoamérica. Una novela ecológica que traza, contra los paisajes del turismo contemporáneo, la valentía de aquellos últimos guardianes que se niegan a ceder al arrollador y violento paso de la modernidad y sus barbaries. De las tierras arrasadas guatemaltecas hasta la alta Amazonía peruana, pasando por Nueva Germania, la comuna antisemita fundada en Paraguay por la hermana de Nietzsche, Austral propone un largo viaje hacia el sur en su intento por excavar los orígenes de la xenofobia contemporánea. Esta ambiciosa y poliédrica novela construida como una suma de narraciones, de palabras e imágenes, es una fascinante indagación en el dolor de la pérdida, la desaparición de lenguas y recuerdos, la necesidad de la memoria y la escritura, los peligros de la globalización y los lugares recónditos de Latinoamérica que sobreviven a ella. Carlos Fonseca se confirma como una de las más potentes voces de la actual literatura latinoamericana con esta deslumbrante radiografía de las huellas que dejamos, las huellas que borramos y las huellas que buscamos reconstruir.
Se sabe que Gertrude Stein era una mujer atrevida en sus opiniones y con un sentido del humor peculiar; pues bien, el título mismo de este libro demuestra su talento y la voluntad de ir más allá de lo establecido en cuanto a géneros literarios: aparentemente estamos leyendo un texto autobiográfico y quien lo firma es Alice B. Toklas, la secretaria y compañera sentimental de la gran autora, pero quien está detrás de estas páginas es la misma Gertrude Stein. Así, al hilo de la voz de Alice, entramos en la casa que las dos mujeres compartieron en París entre 1903 y 1933, por donde desfilaban las figuras que definieron lo que sería la cultura de principios del siglo XX. Comiendo con Picasso, cenando con Hemingway o hablando de sombreros con Marcelle Braque, se fue creando una tradición intelectual que hoy ya es clásica, y a Gertrude Stein debemos el gran favor de haber abierto las puertas de este salón donde las anécdotas, divertidas o trágicas, acabaron convirtiéndose en Historia con mayúsculas.
Ensayo, Memorias, Otros, Crítica y teoría literaria
Como complemento a su libro Autobiografía sin vida, en Autobiografía de papel Félix de Azúa repasa su experiencia como escritor a través de los géneros literarios que ha cultivado.
A través de la marea de imágenes y palabras que le han acompañado en el camino de su vida, Félix de Azúa ha urdido una hipnótica narración donde prescinde del anecdotario biográfico para describir su fundamental experiencia estética, la carta de navegación de una memoria, un viaje espectral por los momentos más intensos del arte, la historia y la literatura. Narración a dos voces en la que, como en una fotografía y en un grabado, se observa la misma figura bajo dos formas distintas, este libro invoca en su primera secuencia la corriente visual que configura una vida, desde la turbadora aparición de la pintura rupestre hasta las vanguardias y la defunción del arte. La literatura, la naturaleza del lenguaje, el enigma de la gran poesía y la aventura novelística del siglo XX componen, a modo de contrapunto, el paisaje verbal comentado por la segunda voz. Entre la meditación, el relato y la elegía, Félix de Azúa ha escrito una obra capital, el destilado de su admirable trayectoria como narrador y ensayista, una pieza de cámara ágil y tensa, llena de fulgurantes iluminaciones en las que muchos lectores podrán a su vez averiguarse, en su condición de hijos de una era que empieza a anochecer.
El nuevo libro de Fernando Aramburu, tras Patria, no es una novela y tampoco un ensayo: es tal vez el texto más personal y el más comprometido del autor, tal vez el más arriesgado. De lo que no cabe ninguna duda es de que es el más bello. En Autorretrato sin mí el lector sospecha que Aramburu habla de sí mismo, pero enseguida sentirá que habla de todos nosotros. Sus páginas plasman en escenas inolvidables las relaciones familiares, el padre, la madre, el amor, los hijos, los gozos y las angustias con que está hecha la biografía de todos nosotros. Por eso es un libro que debe leerse a sorbos lentos, por eso es un libro que difícilmente va a olvidarse.
«Autos usados» es la historia de una generación que vivió la adolescencia en el norte de México durante los noventa, los años felices de la economía, cuando comenzaba la efervescencia del modelo maquilador y el ascenso de la cultura del narcotráfico. El sueño de Elías, hijo de una familia de ex comunistas, no es terminar la preparatoria, sino conseguir un empleo, comprar un automóvil usado y huir a la tierra prometida, Amarillo, Texas. Pero antes debe conseguir quinientos dólares para llevar a su novia a El Paso, donde el aborto es legal. Por causa de un matrimonio fallido terminará en la ciudad de México. «Dirección equivocada: mismo país», dice el narrador. Algunos años después, el regreso a Intervalos a su estado natal, Chihuahua, lo hará testigo no sólo del destino de sus coetáneos —criminales y víctimas—, sino del terrible estallido de la violencia durante el sexenio de Felipe Calderón.
Sin alharacas ni presunciones, Javier Marías se ha convertido en uno de los indiscutibles maestros del actual columnismo, como puede comprobarse en los ciento cuatro artículos contenidos en A veces un caballero , escritos entre 1998 y 2001. Casi siempre educado, resulta sin embargo más impertinente que cualquier provocador profesional, sin más adorno que el de la diversión, su prosa es siempre punzante y ágil; dotado para la vehemencia contagiosa, también es capaz de hacer soltar a menudo la carcajada; sin rehuir los asuntos cotidianos, nos lleva a pensar en nuestro tiempo de manera inesperada y profunda; sus rememoraciones ocasionales nunca caen en la excesiva nostalgia, pero logran emocionar sobriamente. Todo ello, cada vez, en el espacio de tres o cuatro páginas tan sólo. El autor consigue crear un estado de ánimo con cada pieza, y, lo que es más importante, hace que sus relatos y sus reflexiones lleguen a afectarnos personalmente, y que tras su lectura veamos un poco más claro y limpio el mundo por el que transitamos. «A veces un caballero… y a veces un rufián» , como el propio Javier Marías reconoce en su prólogo, sus impecables razonamientos, sus evocaciones, su inconformidad y su guasa obran como infalible estímulo para la inteligencia.
Gorbell y Mistík forman una pareja muy peculiar. Estos personajes, los sorprenderán con sus ocurrencias, sus animales, sus relaciones, sus compras, su cotidianidad.
Producto ficcionario del autor. Nos regalarán diferentes aventuras en seis relatos muy particulares que estamos seguros disfrutaran a más no poder.
Se recomienda a los lectores de la madre patria y a los hispano-coterráneos no venezolanos, seguir leyendo sin miedo para agarrarle la «custión» a la narrativa, ya que esta, es bastante coloquial y jerguera.
Hay pocos escritores como el israelí Etgar Keret. Sus relatos se desenvuelven entre lo fantástico, lo mordaz y lo hilarante. Sus personajes se enfrentan a la paternidad y a la familia, a la guerra y al juego, a la marihuana y a los pasteles, a la memoria y al amor. Estas historias nunca acaban como se espera, sino que siempre sorprenden, entretienen y conmueven. «Avería en los confines de la galaxia» —galardonado en 2019 con el Sapir Prize y el National Jewish Book Award— tiene como hilo conductor la incapacidad de comunicarnos, de comprender el mundo que nos rodea y, sobre todo, de entendernos los unos a los otros. Pero de algún modo, a lo largo de sus páginas, a través del profundo amor del autor por la humanidad y nuestra desventurada existencia, hay una luz que brilla y mantiene viva la chispa de una conexión universal.
Viuda, pobre, dotada de una formación intelectual poco común en las mujeres de su tiempo, Clorinda Matto de Turner (1852-1909) fue también una notable y audaz periodista que del cuadro de costumbres pasó a la historia literaria latinoamericana por sus aportes a la novela indigenista, que tanto hizo en su época por sensibilizar a la sociedad criolla acerca del irresuelto problema de estas comunidades sobrevivientes, particularmente en los países andinos. Con moldes europeos y románticos Aves sin nido es, desde 1889, un jalón de esa historia y ahora se presenta bajo la mira de uno de los más reputados especialistas sobre el tema.
Después de un año de ausencia, el autor regresa a Ciudad de México, la Ciudad Monstruosa; un trayecto que ha tenido paradas en dos Cuernavacas, la de hoy y la ya inexistente que dibujó Malcolm Lowry en Bajo el volcán; La Habana, donde los padres del autor lo engendraron en un hotelucho durante una breve estancia; un Montreal de pasado turbio y presente en el que a treinta grados bajo cero hay todo un submundo; una estancia en una residencia para escritores en New Hampshire donde el uso de ciertas drogas acaba convirtiendo a una escritora norteamericana en un súcubo en medio del bosque; un Madrid en el que organizó una fiesta con piñata de vísceras y otros excesos bajo los auspicios de Georges Bataille...
Auguste Villiers de L’Isle Adam (1838-1889), a quien Paul Verlaine incluyó entre sus poetas malditos y Rubén Darío entre sus raros, dedicó los últimos años de su vida a escribir esta obra, que se publicó póstumamente en 1890 para convertirse en uno de los máximos exponentes del simbolismo. Hoy es ya un clásico de la literatura fin de siècle. Axel, el protagonista de este drama, es un joven noble que vive retirado de la vida mundana en un castillo de la Selva Negra, instruido por maese Janus. Dos visitantes harán tambalear su existencia dedicada hasta entonces al mundo interior: el primero llega en busca de un tesoro perdido; la segunda, huida del convento la noche en que debía tomar los votos, le hará conocer el amor. Frente a esto, Axel, que rechaza imposiciones y limitaciones de todo signo, no se conformará más que con el Ideal, hasta el punto de elegir la muerte cuando se encuentra en el culmen de la felicidad humana. Más allá ya todo sería desencanto y, a la postre, traición a una postura existencial llevada a las últimas consecuencias. Esta obra, que se lee como una antigua y deliciosa novela de aventuras, tiene en realidad más de texto filosófico, pues muestra el viaje iniciático que todo ser humano realiza entre el mundo material, el mundo pasional y el mundo espiritual. Un libro único que suscita tantas preguntas como adhesiones incondicionales.
Sándor Lester, exiliado en una fría ciudad europea, lleva una vida solitaria y monótona. Inmerso en una rutina alienante en la fábrica de relojes donde trabaja, pasa sus ratos libres escribiendo, frecuentando a gente en su misma situación o en compañía de Yolande, una mujer a la que no ama. Un día conoce a Line, una nueva empleada de la fábrica que procede de su mismo país. Aunque está casada y tiene una hija de corta edad, Sándor se enamorará de la recién llegada y entre los dos surgirá un vínculo tan íntimo y esencial como doloroso y destructivo. Al igual que su famosa trilogía Claus y Lucas, esta novela contiene ecos de la propia biografía de Agota Kristof, escritora húngara refugiada en Suiza. En ella utiliza una prosa perfectamente depurada, precisa y despersonalizada con la que crea una penetrante y perturbadora atmósfera para retratar las miserias y crueldades del mundo contemporáneo. Lúcida e impactante, «Ayer» es sin duda una de las mejores obras de la autora.
Hay un hilo colorado, rebelde, lleno de nudos, que recorre la vida de las mujeres a lo largo del siglo XX hasta llegar a nuestros días. Empezamos a deshacer el ovillo con Un árbol crece en Brooklyn, que contaba la historia de una chica abriéndose paso en Nueva York en 1912; luego llegó Lo mejor de la vida describiendo los despachos de Manhattan en los años cincuenta, y le siguió Solo para mujeres, la novela que describía las dudas de las mujeres cuando el feminismo empezaba a dar sus primeros pasos. Ahora el hilo llega hasta nuestros días, enredándose en las vidas de cuatro estudiantes en los ochenta y noventa, una época en que no existía Facebook pero todos los alumnos tenían a disposición un cuaderno de tapas rojas donde apuntaban y compartían sus andanzas una vez dejada la universidad. Clover, Addison, Jane y Mia fueron rellenando las hojas, pero una cosa es escribir y otra muy distinta es encontrarse hoy de nuevo cara a cara, cuando ya han pasado veinte años, y confrontar los sueños de entonces y las mentiras bien dichas con la realidad: eso se proponen las cuatro amigas a lo largo de un fin de semana intenso, doloroso a veces, y cargado de emociones. ¿Es posible que un par de días bien aprovechados cambien nuestro mundo y nos den una nueva versión de la vida? Pasen y lean: Ayer, hoy y siempre tiene la respuesta. «Una novela destinada a convertirse en un clásico… Un retrato de la mujer que puede compararse con El grupo de Mary McCarthy». Vanity Fair.
Pasaron más de cuarenta años desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial. Ahora siendo un hombre maduro, padre de familia y abuelo, a insistencia de uno de mis hijos, más bien de mi hija, decidí escribir mis memorias. Ella siendo pequeña aún, vio el número que tengo tatuado en el brazo, y fue una incógnita que siempre quiso develar. Cuando eran todavía chicos les solía decir que no tenía importancia, que se trataba de un numero de teléfono que tenía escrito allí para no olvidármelo.