La obra es un compendio de entrevistas realizadas por diversos críticos y profesores a Augusto Monterroso. En la «Presentación» del libro, Jorge von Ziegler asegura que se trata de un epílogo y un comentario de su obra primera, ya que de los nueve diálogos que contiene, el primero data de 1969 y el último, de 1982; es decir, exploran el pasado de Obras completas (y otros cuentos) y La oveja negra y son coetáneos de Movimiento perpetuo y Lo demás es silencio.
A lo largo de distintas entrevistas con otros tantos estudiosos de su obra, descubre aspectos personales e íntimos en relación con su escritura y la repercusión de sus obras en los ambientes académicos e intelectuales.
El conde polaco Jean Potocki, justamente celebrado por El manuscrito encontrado en Zaragoza, esa especie de serpentín fantástico que hace del tiempo y del espacio una verdadera fiesta para el lector, fue también un esforzado viajero por toda Europa, China y el norte de Africa. Fruto de uno de ellos es este Viaje al Imperio de Marruecos, de 1791, donde acusa el interés etnográfico de su autor y trasciende lo puramente paisajístico y anecdótico, para constituirse en documento insólito, pero ajustado, de la realidad del mundo árabe, servido todo ello con la sobria elegancia de una prosa de la que el siglo XVIII sigue poseyendo el secreto.
Frigyes Karinthy era el columnista más popular de Budapest, en 1936, cuando se enteró de que tenía un tumor cerebral y que debía operarse de urgencia para sobrevivir. El único cirujano que podía hacerlo estaba en Suecia. Una colecta le permitió llegar a Estocolmo y enfrentar el bisturí. Con el desparpajo y la agudeza que lo caracterizaban, Karinthy contó paso a paso la experiencia a sus lectores, a través de su columna semanal en la prensa. Meticuloso y alucinatorio, burlón y emocionante, egocéntrico y universal, su libro es simultáneamente una novela de intriga y un caso clínico, un viaje al fondo del miedo y una bitácora de la resistencia, el chisporroteo de un espíritu brillante y el anticipo del derrumbe del humanismo que Europa padecería poco después. «Decidí ser neurólogo por un libro que leí a los quince años. Ese libro fue después mi modelo, cuando yo mismo me puse a escribir. Se llama Viaje alrededor de mi cráneo y lo considero una obra maestra, el mejor retrato autobiográfico que he leído en mi vida sobre un viaje al interior del cerebro.» OLIVER SACKS
Viaje a pie es una obra donde el andar se vuelve motivo de reflexión a medida que en él se topan los paisajes, los poblados y las gentes. Pensar Colombia y sus posibilidades desde esos encuentros, soñar con el mundo posible y el yo añorado, pelear cuando esas ilusiones parecen imposibles, son las temáticas presentes en este extraordinario libro de uno de los mayores pensadores latinoamericanos del siglo XX.No es una mera experiencia intelectual, es una experiencia vital, como oír el viento en los árboles, como meterse al mar, como estudiar las rosas o los músculos, como aprender a nadar o a volar cometa. Estoy seguro de que pocos guías pueden ayudarnos tanto a encontrar la madera de nuestro propio sueño como este soñador tan reciamente colombiano, tan reciamente antioqueño y a la vez tan de otra parte. De la galaxia que no está en los mitos, del mundo que no está en las cartas, del país que no está en los mapas. Del misterioso, cotidiano, sagrado, desconcertante, conmovedor país de una vez y de nunca más.
El relato de viajes más antiguo en nuestro país del que se tiene noticia fue escrito por una mujer. Lo habría redactado en el siglo IV una dama gallega llamada Egeria en forma de cartas dirigidas a sus amigas. Aún hoy, lo que se conserva de este fatigoso viaje de peregrinación a Tierra Santa no ha perdido ni la frescura ni el valor testimonial que supuso tan largo periplo en las postrimerías del Imperio Romano, vivido y relatado desde la perspectiva de una mujer singular, curiosa y decidida. A través de la Vía Domitia, la autora recorre Constantinopla y los escenarios bíblicos de Jerusalén, Egipto, el Sinaí y Mesopotamia, tomando nota e interesándose por todo lo que ve. Carlos Pascual se ocupa de la traducción de esas cartas, así como de la introducción, notas y bibliografía de esta Peregrinatio o Itinerarium, un texto redactado en el siglo IV, copiado en el siglo XI por un monje de la abadía de Montecasino y recuperado felizmente a finales del siglo XIX.
Presentación de la edición argentina. Al sernos confiada la dirección y presentación editorial de esta edición argentina de la obra de Darwin, VIAJE DE UN NATURALISTA ALREDEDOR DEL MUNDO, hemos procurado hacerla destacar de otras ediciones conocidas y aumentar el interés que en sí tiene esta obra, mediante algo que no poseen otras ediciones: los grabados. Y hemos reunido más de ciento veinte ilustraciones en láminas fuera de texto, a más de las quince que lleva la edición original y que van intercaladas en el texto completo del libro.
Viaje por la historia no es un libro de viajes al uso. Son 30 relatos de viajes con un destino geográfico determinado —una ciudad, un país— que ha quedado para siempre asociado a una peripecia histórica, a un mito heroico, a una la batalla decisiva o a un personaje destacado. ¿Quién iría a Memphis sin Elvis Presley en el pensamiento? ¿Se puede entender India sin Gandhi? ¿Puede ser una película, interpretada por Charlton Heston, tan importante como El cantar de Mio Cid para que perviva en la memoria popular el gran mito de la España medieval? ¿Qué relación hay entre la Revolución Cultural china de los años 60 y el Tintín de Hergé? En este libro descubrirás cómo los periodistas de EL PAÍS actualizan esos grandes acontecimientos históricos desde una óptica moderna, actual, desenfadada e irónica. Pero no por ello falsa, sino todo lo contrario. Las Temópilas, la Guerra del Chaco, los Beatles, Silicon Valley, Leonardo da Vinci, Jack El Destripador, Gengis Jan o Christian Dior, entre otros, son el destino propuesto en estos relatos de viaje por un pasado histórico reseñable y por la cultura popular de nuestro tiempo.
Viajes es la biografía itinerante de una mujer muy joven que tuvo la suerte de encontrar lugares, personas o situaciones extraordinarias, inesperadas, fuera de todo programa. Beatriz Sarlo ha traicionado su promesa de silencio biográfico y ha escrito los lejanos capítulos de una aventura latinoamericana. Los viajes de Sarlo no son los de la intelectual culta en las grandes capitales del mundo, sino el itinerario, ciertamente utópico pero nunca ilusorio, de la joven latinoamericana. Su relato capta la inmediatez de raras experiencias tal como fueron vividas. Sin saber bien por dónde avanzaba ni de quién eran las selvas y los ríos, llegó a una aldea en la Amazonia donde nadie hablaba español. Décadas después supo que había compartido la comida y bebida que le ofrecieron los hospitalarios miembros de una etnia jíbara. Con sus amigos de entonces, recorrió la puna para descubrir santos coloniales en iglesitas jujeñas y atravesó el altiplano de Bolivia en la caja de un camión que corría en la noche helada; bajó a la mina en Oruro; bailó en fiestas patronales y en bautismos. Peregrinó hacia la modernidad de Brasilia, de una capital que ya adoraba antes de conocer. Finalmente, cuarenta años después, hace un último viaje: las Malvinas. Y antes, al principio de todo, estuvieron los viajes de la infancia, el deslumbramiento profundo de los relatos y las costumbres. En Viajes, la autora modula una escritura íntima y portátil sobre las posibilidades de la memoria, el pulso autobiográfico y la recreación palpitante de América Latina.
Leyendo a Álvaro Cunqueiro todo se resuelve en viajar, pues él es amable guía, propicio siempre a conducirnos por los inabarcables territorios de su sabiduría e imaginación. «Viajamos con nuestras imaginaciones y recuerdos», escribe, «y lo que vamos creando o soñando son memorias y nostalgias. Quizá sea verdad que el fin último de toda cultura es la invención y la melancolía». Si así fuera, tendríamos que reconocer en Cunqueiro al hombre culto por excelencia, incomparable en el arte de fundir un insólito caudal de conocimientos a un talante cordial y humanístico, que hace de sus artículos piezas ejemplares de precisión y amenidad. El viaje entendido como recorrido de la fantasía, el viaje entendido como experiencia intelectual, cobra en el gran polígrafo gallego una envergadura extrovertida, deliciosamente extravagante, y ello sin caer nunca en la erudición, pues, como el propio Cunqueiro escribe, «yo no soy un erudito, por eso pido perdón si alguna vez me encuentran como tal; a mí lo que me gusta es contar llano y seguido, fantástico y sentimental a la vez; lo que pasa es que a veces está uno distraído».
Los investigadores Chris Aubeck y Jesús Callejo han dividido esta obra en tres partes: una dedicada a raptos y abducciones, otra al fenómeno de las teleportaciones o teletransportaciones, y una tercera sobre viajes en el tiempo. Los autores huyen de ciertos tópicos y de casos clásicos o muy conocidos para dar preferencia a aquellos más raros e insólitos, algunos de ellos inéditos, que nos dejen un poso de sorpresa. Se han documentado ampliamente, han analizado muchos casos e investigado muchos asuntos sobre vuelos, teletransportaciones y desapariciones y, en bastantes ocasiones, han comprobado que suelen ser malas interpretaciones de sucesos no tan anómalos, o en ocasiones simples invenciones literarias, fraudes, hoax o fakes. Pero también han encontrado asuntos y noticiasque no tienen una causa fraudulenta, casos en los que existen testigos, actas notariales, cartas, crónicas, documentos… En definitiva, una serie de pruebas que nos hacen pensar que no todo en este mundo obedece a causas coherentes o naturales.
Viajes por Marruecos, uno de los títulos insignia de la Biblioteca Grandes Viajeros, narra las peripecias de Domingo Badía, Alí Bey, por el norte de África a principios del siglo XIX.Explorador, aventurero y agente de la corona española, según la leyenda Domingo Badía Leblich, más conocido como Alí Bey, recorrió todo el norte de África haciéndose pasar por un príncipe musulmán y fue el primer europeo en visitar y describir La Meca. Su singular peripecia, relatada con rigurosa atención al detalle y abundantes pinceladas de humor, alcanzó enorme éxito al publicarse en 1814, pero había sido deformada por motivos políticos y por la fantasía de sus contemporáneos. Salvador Barberá, autor de la presente edición, sigue paso a paso el itinerario de Alí Bey, examinando sobre el terreno la exactitud de sus observaciones, y ofrece una versión rigurosa y contrastada de su fascinante aventura.
Tras dejar una profunda influencia en la visión que la Europa medieval se formó del mundo, esta narración de las asombrosas experiencias de un comerciante veneciano del siglo XIII en la corte del gran líder mongol Kublai Khan sigue siendo uno de los más fascinantes relatos de aventuras jamás escritos.
Este libro de marcado acento autobiográfico relata la singular educación espiritual de Michael Crichton, un hombre que se formó a sí mismo a través de experiencias tan apasionantes como las que describe en sus obras de ficción. Tras estudiar medicina y decepcionado de la profesión médica, Crichton se dedicó a su verdadera vocación: el cine y la literatura. Vivió una temporada en Hollywood, pero su curiosidad innata le llevó a conocer culturas y lugares exóticos, entre ellos Nueva Guinea, el Kilimanjaro, la selva africana y el desierto americano. A lo largo de estos itinerarios participó en sorprendentes experiencias que le revelaron facetas insólitas de la realidad: viajes astrales, percepción extrasensorial, telequinesia… Divertido, lúcido y cautivador, «Viajes y experiencias» une la aventura con el conocimiento y depara una lectura vibrante. Y no es para menos, pues se trata del autorretrato de un hombre fascinado por las infinitas posibilidades del ser humano y por la desconcertante variedad de experiencias que ofrece el mundo.
Es la obra inaugural de la novela autobiográfica,un cambio radical para las letras hispánicas del siglo XVIII y, por ello, una obra capital de la literatura española y la obra maestra de este autor. Fue acogida por el público como un relato picaresco, en la tradición de la picaresca barroca, aunque con un protagonista burgués, pero no deja de ser una simple autobiografía hecha a base de recuerdos y totalmente ajena al espíritu de coherencia y sentido de las novelas picarescas de la época barroca («Guzmán de Alfarache» o «El Buscón»). La vida ajetreada de Torres de Villarroeal tiene todo el sabor de una novela picaresca. En los seis “trozos” de que consta, que corresponden cada uno a una década, nos expone con desenfadado estilo los episodios más divertidos de su agitada y pintoresca vida. Da cuenta de su infancia, su juventud aventurera, el ascenso a la cátedra salmantina, el disfrute de su fama literaria, la protección recibida de la Duquesa de Alba y su ordenamiento sacerdotal en 1746. Su estilo estuvo influenciado por el arte de Quevedo, no obstante su buen humor dista mucho del amargo pesimismo de don Francisco de Quevedo. Esta obra de Villarroeal tiene un inapreciable valor como descripción de la decadencia española en la primera mitad del siglo XVIII: Padeció entonces la España una obscuridad tan afrentosa que en estudio alguno, colegio ni universidad de sus ciudades, había un hombre que pudiese encender un candil para buscar los elementos de esas ciencias... Como dijo Blanco Aguinaga en su «Historia social de la literatura española»: «En resumen: la “Vida” es la autobiografía de un pequeño burgués advenedizo que logra un éxito sin precedente a través de ingeniosidades, explotando la credulidad del vulgo y sus supersticiones, en las cuales él no cree. Afirma que los fantasmas y otros seres sobrenaturales solo le producen hilaridad: Las brujas, las hechiceras, los duendes, y sus relaciones, historias y chistes me arrullan, en entretienen y me sacan al semblante una burlona risa. [...] En la galería de los pequeños burgueses sin burguesía figura este contradictorio perdulario salmantino que anticipa al escritor del siglo XIX, pendiente de los gustos y modas de sus lectores.»
En esta interesante biografía crítica del líder cubano se analiza la trayectoria vital del polémico personaje desde su infancia hasta la época actual, sacando a relucir las posibles motivaciones psicológicas que han podido influir en su personalidad privada y pública: sus orígenes, su rígida educación con los jesuítas, sus veinte meses de cárcel en la isla de Pinos... Al mismo tiempo, el autor, que conoce personalmente a Castro, vivió desde dentro la revolución cubana, y ha estado cerca de los núcleos de poder, describe la situación cubana desde el triunfo castrista hasta la encrucijada actual, cuya complejidad ha quedado manifiesta recientemente con las declaraciones de Castro en contra de la «perestroika». Algunos de los temas tratados en el libro han desatado fuertes polémicas: las relaciones de Cuba con la URSS, los conflictos con Estados Unidos, la aventura de Angola, el Che, los suicidas del régimen, los fusilamientos y encarcelamientos, las relaciones de Fidel y Allende, etc. La obra, que está documentada con declaraciones y entrevistas del autor con Fidel, así como con cartas y manuscritos del estadista cubano, constituye una visión lúcida y crítica de su figura, sin caer en el panegírico o la diatriba a que nos tienen acostumbrados sus biógrafos.
Elisa Carrió ha decidido hacer lo que nadie hace en la primera liga del poder: dar testimonio sincero de la intimidad intelectual, política y biográfica. Esta Carrió con el “corazón al desnudo” descubre las claves del último cuarto de siglo. Explica, se explica pero no se justifica, mostrando sus luces y sombras con una honestidad implacable. Desde su debut como convencional constituyente de 1994 hasta la presidencia de Mauricio Macri, recorre cada uno de los episodios vividos como protagonista sensible. En un diálogo con el periodista Ignacio Zuleta, Lilita desmenuza su experiencia con el poder, que abarca desde su infancia en contacto con Arturo Illia, sigue con el descubrimiento de la política peligrosamente cerca de Raúl Alfonsín, hasta la construcción de dos gobiernos, la Alianza en 1999 y Cambiemos en 2015. Con fineza descubre las filiaciones ancestrales de su visión del mundo y sus propios vaivenes: de la riqueza a la pobreza, del amor a la soledad, de ser la segunda candidata presidencial más votada en 2007 al 1,8% de los votos en 2011. También da las razones de sus grandes aportes políticos, como las investigaciones sobre lavado de dinero en 1999, las denuncias de corrupción en soledad en los comienzos de la era Kirchner, proyectos liminares como la asignación universal por hijo y la construcción de frentes opositores que produjeron importantes cambios. Vida sorprende por la reflexión y autorreflexión y su mirada compasiva, y hasta afectiva con quienes fueron estrechos aliados, como Alfonsín o Fernando de la Rúa, o hacia quienes han sido sus ardorosos rivales, como Cristina Fernández de Kirchner. Narra también el lugar central que tuvo su padre, su infancia en el Chaco, las muertes de su familia, sus hábitos para hacer convivir su vida personal. Es central el relato íntimo de su conversión religiosa, por primera vez contado con detalles. Con humor y optimismo, anticipa sus proyectos para cuando se retire del servicio público: continuar con la defensa de la república, volver a ejercer la abogacía y lanzar una marca de ropa, By Carrió. Vida es, en definitiva, un libro sobre la Argentina a partir de las revelaciones de una protagonista fundamental.
Gracias a los escritos de Bartolomé de las Casas conocemos parte de la Vida de Cristóbal Colón, sin embargo, ambos nunca coincidieron. Las Casas se embarcó hacia América en 1502 y residió en La Española hasta su retorno a Sevilla en 1506. Precisamente en 1502, Colón hizo su cuarto y último viaje. Quizá estas dos notables figuras se hubieran conocido, pero una tormenta hizo desembarcar a Colón en Jamaica donde permaneció hasta su regreso a España en 1504. El navegante genovés era treinta años mayor que el fraile sevillano y murió dos años después en Valladolid, con poco más de cincuenta años. Las Casas fallecería casi medio siglo después. Bartolomé de las Casas fue uno de los principales biógrafos y relatores de las aventuras de Colón. Aunque algunos historiadores discrepan de ciertos detalles, no hay lugar a dudas de que nadie, en su época, estaba mejor documentado que el fraile dominico español. Tuvo acceso a sus diarios, a sus cartas, a los textos oficiales y a otros documentos.
La obra forma parte del ambicioso proyecto que Emilio Castelar concibió y realizó durante el sexenio revolucionario (1868-1874): la publicación de una serie de Semblanzas contemporáneas referidas a los personajes más célebres del mundo de las letras, ciencias y artes. Esta obra dista mucho de ser una biografía convencional, repleta de datos, o el libro de una vida, rebosante de fechas; antes bien, se trata de un ensayo biográfico urdido con habilidades de orador, o el retrato de un carácter: el de un hombre representativo de su siglo.
Entre 1820 y 1860 proliferó en Estados Unidos un género literario propio, las «slave narrative», «narraciones de esclavos» escritas o dictadas por hombres de color y publicadas por los abolicionistas de los Estados del Norte. Una de las muestras más logradas, de las muchas que se publicaron, fue esta «Vida de un esclavo…», escrita por Frederick Douglass (1818-1895), quien consiguió huir de Maryland en 1838 después de sufrir la trágica experiencia de la esclavitud. Douglass se unió a la causa abolicionista, dirigió periódicos y revistas, e incluso se convirtió en una de las voces más representativas que lucharon contra los efectos de la esclavitud. «El libro de su vida», publicado en 1845, se convirtió muy pronto en un «best-seller»: sólo en cinco años se vendieron en Estados Unidos más de 30 000 ejemplares; en Gran Bretaña aparecieron nueve ediciones; al poco tiempo fue traducido al francés y holandés. La influencia del medio sociocultural en el que aparecieron esas narraciones condiciona bastante su alcance literario, pues muchas de ellas eran, sin más, un eficaz método de propaganda abolicionista. Sin embargo, el relato de la vida de Frederick Douglass tiene, además de un indudable interés documental, unos valores literarios excepcionales. Su autor escribió, gracias a su autenticidad, un libro de esos que van derechos al corazón. Muchas de las escenas que narra Douglass son inhumanas y crueles, como la despiadada actitud de los amos, quienes solían combinar los latigazos con una hipócrita y falsa piedad. Al final del libro, el autor incluye un Apéndice en el que explica su opinión sobre la peculiar religión que se vivía en los Estados del Sur. Douglass no entiende cómo para muchos habitantes del Sur la religión fue un apoyo para su crueldad. Su visión del cristianismo es más completa: «Yo amo el cristianismo puro, pacífico e imparcial de Cristo; y odio en consecuencia el cristianismo corrupto y esclavista». Los efectos de la esclavitud son embrutecedores tanto en los esclavos como en sus propietarios. Lo que éstos pretenden es matar el alma, conseguir que los esclavos no piensen, oscurecer su visión moral e intelectual, y aniquilar por la fuerza toda la capacidad de razonar. La vida de un esclavo… es un testimonio estremecedor sobre las cicatrices psíquicas de la esclavitud.
La autobiografía del padre del Nuevo Periodismo. El hijo de un modesto sastre italiano que se convirtió en una leyenda del periodismo, el hombre capaz de todo por contar una buena historia —desde rastrear a los tipos más excéntricos que pululan por Nueva York hasta intimar con un temible clan de la mafia italoamericana, desde frecuentar comunas nudistas hasta investigar la vida de estrellas del deporte y del espectáculo después de que se apaguen los focos—, habla en primera persona. El retrato de sus familiares, sus restaurantes predilectos en Manhattan, el escandaloso caso Bobbitt o los entresijos de sus libros más recordados se dan cita en estas páginas deslumbrantes.