Cuatro años han pasado desde que, en el tren que lo conducía de Venecia a Madrid para representar el «Otello» de Verdi, el cantante catalán El «León de Nápoles» viera por primera vez a Natalia Manur, a su marido, el banquero Manur, y a Dato, un extraño acompañante. Natalia dormía, el rostro cubierto por una espesa melena, mientras su marido y Dato miraban el paisaje absortos en sus pensamientos. Pero en ese compartimiento, y entre esos cuatro personajes, iba a comenzar una historia de pasiones llevadas hasta sus últimas consecuencias. Últimas al menos para el hombre sentimental, que todos relacionamos con el artista o el pensador y quizá sea en realidad el hombre de negocios, el hombre de acción. Galardonada en 2000 con el Premio Internazional Ennio Flaiano de Novela, «El hombre sentimental», escrita con un ritmo que se acelera progresivamente hasta un inesperado desenlace, es el libro que, corno señaló Juan Benet, dio inicio a una etapa nueva y mas íntima en la obra de Javier Marías. «Javier Marías ha escrito una excelente novela. Sutil en los análisis psicológicos, preciosista en su desarrollo, insospechada en su final. He pensado —pienso— en Proust y Unamuno.»
El lugar: Es un sótano y es una charca y es un hotel situado en las afueras de Barcelona. Paredes blancas. Arbustos y matorrales pardos que arañan la piel y un agua mansa que invita al sosiego y mata al descuido. El tiempo: Son cinco días, pero pesan como siglos. El miedo dilata las horas muertas y destila los días previos a la acción con cruel sabiduría. Luego, casi de repente, se inicia la cuenta atrás… La historia: Es la vida del hombre al que todos llaman Carlos. Un luchador obligado a pactar con el pasado, con aquellos seres vivos y muertos que hicieron de él lo que hoy es: un hombre solo que teje su futuro con desgana y asume el resto como si de algo inevitable se tratara. Para hablarnos de él, Bernardo Atxaga —Premio Nacional de Literatura con Obabakoak— ha roto un silencio largo y fecundo. La espera ha valido la pena.
Harry Benson es un treintañero que sufre de epilepsia psicomotora y psicosis acerca del posible dominio de las máquinas en el mundo. Sus ataques vienen continuados por desmayos, y tras despertarse horas después, no recuerda nada de lo que ha hecho. Durante uno de dichos ataques, ataca a dos personas, a las que produce lesiones graves. Su situación le convierte en un candidato idóneo para una operación sin precedentes consistente en implantar unos electrodos y un miniordenador en su cerebro para controlar los ataques. Dicha operación está a cargo de los cirujanos Ellis y Morris. El procedimiento y sus consecuencias son cuestionados por la psiquiatra Janet Ross y por el profesor Manon, argumentado el desorden mental del sujeto y los crímenes cometidos. Aunque Ellis admite que no se trata de una cura, sino de un modo de estimular el cerebro cuando se aproxima un ataque, deciden seguir adelante con la operación, durante la cual se implantan cuarenta electrodos en el cerebro de Benson, controlados por una batería de plutonio en su hombro. Durante las pruebas posteriores, consistentes en activar los electrodos dentro de su cabeza uno a uno hasta averiguar cuál detendría un posible episodio epiléptico, Ross descubre que Benson está aprendiendo a provocarse ataques de forma involuntaria porque le producen una descarga de placer, lo cual están conduciendo a un incremento de la frecuencia de dichos ataques. Al ir a comprobar el estado de Benson, descubre que éste ha desaparecido. Mientras intenta localizar a Benson, Ross es contactada por la policía, que le informa del asesinato de una mujer que estaba relacionada con Benson. Tras sufrir un enfrentamiento en su casa con el propio Benson, se da cuenta de que la psicosis de Benson respecto al dominio mundial de las máquinas ha aumentado y está dispuesto a atentar contra el hospital debido a que se siente intimidado por los sistemas tecnológicos del mismo, para lo cual se desplazará al mismo con intención de destruir el mainframe.
Justo un año después del descubrimiento de un crimen tan perfecto como salvaje, los amigos de la víctima se reúnen para conmemorar el aniversario. Este día se convierte en un examen de conciencia para todos ellos, de búsqueda de respuestas, de cambios y recuerdos, de amores prohibidos, magia, sueños y un diario real, el que dio las claves a muchas de sus dudas más íntimas.
«El honor del desierto blanco» explora la fuerza invisible que trae al joven Jan Thoreau y su música de las tierras áridas al remoto campamento de Lac Bain, cambiando para siempre las vidas de quienes viven allí. ¿Qué le trajo a la casa de John y Melisse Cummins cuando esta última estaba en su lecho de muerte? «Escucha, John. Oigo música». Las palabras salieron en un suave susurro de los labios de la mujer. Una mano blanca y delgada se alzó débilmente hacia el áspero rostro del hombre que estaba arrodillado junto a su cama, y los grandes ojos oscuros de los que se había escondido se iluminaron brillantemente por un momento, mientras ella susurraba de nuevo: «John, escucha la música». Un suspiro salió de sus labios. La cabeza del hombre se inclinó hasta que descansó muy cerca de su pecho. Sintió el temblor de su mano contra su mejilla, y en su toque había algo que le decía a John Cummins que el fin de la vida había llegado para él y para ella. Su corazón latía con fiereza, y sus grandes hombros temblaban con la agonía que le estaba devorando el alma.
En una vibrante narración, a veces trágica, a veces enternecedora, Danielle Steel nos cuenta las peripecias de una joven japonesa, Hiroko, que decide cursar sus estudios en California a principios de los años cuarenta. Atrapada entre la pasión por la modernidad occidental de su padre, un profesor de Kioto, y el arraigado tradicionalismo de su madre, Hiroko vive inmersa en profundas contradicciones desde su llegada a Estados Unidos, planteándose, en más de una ocasión, el regreso a su querido Japón natal. El ataque a Pearl Harbor agudiza su malestar, pues de la noche a la mañana se convierte, junto con toda la colonia japonesa, en enemiga del país donde reside y en víctima de la hostilidad y de los prejuicios de los norteamericanos. La cálida relación con Peter Jenkins, profesor universitario, introduce un rayo de esperanza en su negro horizonte, pero ni siquiera el amor puede sustraerse a los efectos de la guerra. Con incuestionable sensibilidad, la autora crea un conmovedor retrato de una familia dividida y unos personajes desgarrados por la injusticia humana, y presenta una perspicaz crítica de uno de los episodios más vergonzosos de la historia reciente de Estados Unidos.
Escrita en 1974, dos años después de haber recibido su autor el Premio Nobel de Literatura, y llevada a la pantalla por Schlöndorff, El honor perdido de Katharina Blum es una novela que no ha perdido en nada la actualidad que en su momento la convirtió en un éxito espectacular: ese mismo año se vendieron doscientos mil ejemplares, siendo traducida en poco tiempo a dieciocho lenguas distintas. En ella, el escritor alemán Heinrich Böll, nacido en Colonia en 1917 y fallecido en 1985, muestra las consecuencias que los manejos y el eco de la prensa sensacionalista pueden tener en la vida del individuo. Katharina, acosada por un público ávido de sensaciones y dispuesto a creerse cualquier titular, cuanto más truculento mejor, llega hasta el extremo de cometer un crimen con impresionante sangre fría. Mentiras, difamaciones y calumnias se extienden en un caso como éste con mucha mayor facilidad que la verdad.
Constantinopla. Año 959 d.C.Manuel Kolastés, un oficial de los Tagmata, las unidades de élite del ejército bizantino, se ve accidentalmente envuelto en la resolución de un crimen que, en principio, no parece ser más que uno de tantos delitos que se cometen en la capital del Imperio romano de Oriente. Pero pronto él y sus amigos descubren que tras el asesinato del copista Nicetas se esconde una oscura trama que tiene por objetivo hacer caer en desgracia a uno de los mejores generales del Imperio, Nicéforo Focas.
«Nadie, ni siquiera quienes conocen los hechos relacionados con el horror reciente, puede decir con exactitud qué sucede con Dunwich; aunque las leyendas antiguas hablan de ritos impíos y aquelarres de los indios, en medio de los cuales invocaban a sombras prohibidas en las grandes colinas redondeadas y realizaban salvajes plegarias orgiásticas contestadas por fuertes crujidos y truenos bajo tierra». Wilbur Whateley, hijo precoz y monstruoso de una solitaria familia de Dunwich, conserva parte del atroz secreto del Necronomicón, el libro prohibido. El secreto no puede, no debe, ser revelado a los hombres: las fuerzas del mal perviven y pueden invocarse. Una vez desatadas, el mundo conocerá su apocalipsis. El horror de Dunwich es uno de los relatos más perturbadores de la literatura de terror. Las ilustraciones de Santiago Caruso se cuentan entre las mejores recreaciones gráficas del imaginario de H. P. Lovecraft.
Un sueño marcado por el erotismo y la violencia sirve como presentación de una joven cantante de ópera que sufre unos dolores psicosomáticos, por lo que inicia una terapia. A partir de uno de los primeros casos de Sigmund Freud, recreado con talento y perspicacia, germina un intenso relato que oscila entre la atmósfera onírica, el caso clínico y las visiones de una historia del siglo XX que iba a marcar el devenir de la humanidad.Con un soberbio dominio del lenguaje y una habilidad inusual para ir revelando las claves de la trama progresivamente pero con implacable rotundidad, D. M. Thomas crea una novela de magnetismo creciente, en la que examina un caso particular y lo amplifica hasta llegar a registrar ecos de los acontecimientos más oscuros de la historia reciente. El hotel blanco es una cuidada y originalísima pieza narrativa, con una voz propia que no se parece a ninguna otra y una fuerza arrolladora que acaba dejando una huella imborrable tras su lectura.Donald Michael Thomas, (Redruth, Inglaterra, 1935)Poeta, novelista y traductor, nació en una pequeña ciudad de Cornualles, donde pasó su infancia. En su juventud vivió dos años con su familia en Australia. Allí inició unos estudios universitarios que, a su regreso a Gran Bretaña, finalizó licenciándose en Filología Inglesa en Oxford. Poco después empezó a trabajar en la enseñanza, profesión que ha compaginado prácticamente toda su vida con la literatura. Además de traducir al inglés a algunos poetas rusos, como Pushkin y Anna Ajmátova, ha publicado diversas colecciones de poesía, relatos de ciencia ficción y novelas como The Flute Player, Ararat, Swallow o la famosa El hotel blanco,un libro «único» (Graham Greene) y «mítico» (The New York Times).
Un largo pasado y un breve futuro son sin duda el común denominador de los ancianos protagonistas de esta novela de Elizabeth Taylor, que la autora publicó en 1971, cuando era ya considerada por la crítica como la Jane Austen del siglo XX.
La heroína, Laura Palfrey, una dama llena de dignidad y resolución con el aire de un general vestido de mujer, es el centro de ese mundo de soledad y autocompasión que define al curioso hotel Claremont, la última residencia de Laura, un mundo cerrado donde la vida no es, se inventa.
La señora Laura Palfrey, viuda de un administrador, es una mujer solitaria, de menguados medios económicos y sin la menos esperanza de una vida mejor.
En circunstancias semejantes se encuentran los diversos personajes que la rodean, bañados de soledad y autocompasión, de fatuidad y tristeza.
Vincent es camarera en el hotel Caiette, un palacio de cristal y madera de cinco estrellas en la isla de Vancouver, donde su madre desapareció cuando ella era una niña. El dueño del hotel, Jonathan Alkaitis, le da una propina a Vincent y eso marca el inicio de una vida juntos. Sin embargo, la aparición de un inquietante mensaje en el ventanal del hotel pondrá en peligro la felicidad de la nueva pareja.
Trece años después, la misteriosa desaparición de una mujer en alta mar se entrelaza con el descubrimiento de una estafa piramidal y arrastra las vidas de Vincent y Alkaitis a un remolino que ninguno de los dos podrá controlar y donde nada es lo que parece.
Entre barcos, rascacielos de Manhattan y la naturaleza salvaje de la isla de Vancouver, los personajes se mueven como fantasmas en este deslumbrante retrato de la codicia, la reconciliación con el pasado y la búsqueda del sentido de la vida en un mundo caótico.
Ya se sabe… la vida nos tiene reservados momentos extravagantes. Si de muestra sirve un botón, ahí está Buffy, un actor retirado que vive en un barrio de Londres plagado de restaurantes tailandeses allí donde antes servían espléndida comida inglesa. Tras enamorarse, casarse y divorciarse unas cuantas veces, el hombre se sorprende una buena mañana al descubrir que su vieja amiga Bridie le ha dejado en herencia su hotel, un caserón destartalado y perdido en un pueblo de Gales.
Contra todo pronóstico, Buffy decide irse y empezar una nueva vida apartado del mundanal ruido. Cargado de ilusión y poco más, llega al pueblo decidido a triunfar, pero, a pesar del encanto de la casa y del lugar, es difícil cuadrar las cuentas, y el hombre tiene una idea genial: en su hotel se van a impartir cursos para personas que acaban de salir de una relación y se sienten desorientados en los temas prácticos: mantenimiento del coche, cocina, jardinería… e incluso un taller especializado en encontrar las palabras adecuadas para el amor. Del dicho al hecho a veces la distancia es corta, y pronto veremos asomar por las ventanas del caserón unas sonrisas pícaras, que saludan a la vida mientras piden un desayuno para dos.
Se cuenta que, cada diez años, durante el equinoccio de primavera, los cinco hombres más ancianos y sabios del pueblo de Embla, como guardianes de su gente y con el fin de asegurar el equilibrio de sus fértiles tierras, se reúnen alrededor del Pozo de la Luna para contemplar el rostro que aparece reflejado en el agua.
Carlitos Alegre se decide a aparecer por la fiesta que su distinguida familia da en el jardín de la casa, donde se siente inmediatamente atraído por Natalia de Larrea, una bella y acaudalada mujer que es el centro de atención de las miradas masculinas. Los celos que despierta el aparatoso baile de Carlitos y Natalia desencadenan una delirante pelea de la que se zafan los dos amantes, que se van a vivir a la casa de campo de ella. Sin embargo, el idilio entre el chico y la aristócrata ha escandalizado tanto a sus familiares y amigos, que el padre de él llega a demandar a Natalia por corrupción de menores. Esto les obliga a adoptar nuevas estrategias para poner a salvo su pasión, que tampoco es ajena al aprendizaje vital del muchacho y a la vida cosmopolita a la que está acostumbrada la mujer. Con este relato, a ratos hilarante, a ratos tierno, Alfredo Bryce Echenique consigue deslumbrarnos primero y conmovernos a continuación, gracias a su capacidad para describir los estados de ánimo y para reproducir los guiños de un grupo social y de una época. La pluma irreverente y tierna a la vez, y el desatado sentido del humor de Alfredo Bryce Echenique convierten esta historia inolvidable en un hito de la literatura actual.
Gabriel ama a Sofía pero también le gustan los hombres. Gabriel tiene mucho éxito en televisión, pero lo que ansía de verdad es huir del Perú y dedicarse sólo a escribir, lejos de la ambigüedad y de la hipocresía que lo envuelven y lo limitan. El huracán lleva tu nombre es una singular historia de amor, dolorosa y gozosa a la vez, con una heroína, Sofía, que fascina por su capacidad de amar, y con un original antihéroe, el narrador, Gabriel, que expone al lector su conflicto a través de una sinceridad a veces hilarante y a veces conmovedora. Una novela que no va a dejar a nadie indiferente.
En esta extraordinaria obra, Alejandro Horowicz conecta las revoluciones de Francia y Rusia para escribir una historia general del cambio social. El hilo rojo se despliega desde la París alzada contra la monarquía en el siglo XVIII hasta los soviets de obreros y campesinos en Petrogrado en el siglo XX. Producto de siete años de lectura y de escritura, y quizá de toda una vida intelectual y política, Horowicz reconstruye con minuciosidad el doble poder tanto en Francia como en Rusia y demuestra que la legitimidad del movimiento revolucionario organiza la acción colectiva que transforma la sociedad. Así, la historia recupera su hilo y se convierte en revolución. Con el estilo punzante y original de su clásico Los cuatro peronismos, examina el antiguo régimen monárquico, la toma de la Bastilla, el nacimiento de la república y la democracia, las peripecias del Manifiesto Comunista, los grandes debates del socialismo ruso y la caída de los zares. El huracán rojo no es una visita al museo de las revoluciones. Por el contrario, Horowicz discute a los que estudian la revolución tricolor y la roja como parte de un panteón momificado. En este libro, la revolución se lee en tiempo presente: el autor sostiene que ni la democracia política, ni la increíble transformación tecnológica, ni la reducción de la jornada laboral o la educación de masas pueden concebirse por fuera de un proceso que arranca antes de 1789, en Francia, y se prolonga más allá de 1917, en todo el planeta.
Una obra magistral, una apasionante historia de amor y espionaje que transcurre en la impenetrable Corea del Norte. El huérfano es, en parte, una novela de aprendizaje, la historia de Jun Do, un niño salido de un orfanato que va ascendiendo al servicio del ejército norcoreano. Y la historia de Jun Do es también la historia de un asesino abandonado por la sociedad desde su nacimiento, en una desesperada búsqueda del amor. Un thriller trepidante, un amor apasionado y un retrato realista de un mundo escondido, maldito y surrealista, de un régimen dictatorial y de la devastación física y moral de un pueblo. Galardonado con el Premio Pulitzer por esta novela, Adam Johnson ha recibido el reconocimiento unánime y rotundo de la crítica y de los lectores, y se ha convertido en un fenómeno internacional, cosechando innumerables premios. Considerada una novela «osada y extraordinaria» (M. Kakutani, The New York Times), «increíblementebien escrita y simplemente apasionante» (Zadie Smith, Los Angeles Times), El huérfano está llamada a ocupar «un lugar entre los clásicos de la novela distópica, como 1984 y Un mundo feliz» (B. Demick, The Guardian).
Después de varios años de excesos, a Pamela Ríos le costó una inmensidad concebir. Y ahora que al fin lo logró, sus días se han convertido en una horrible pesadilla. Ellos, los que siempre la observan y saben todo lo que hace, no paran de amenazarle con que su bebé va a morir. Pero no solo Ellos están detrás de su hijo. Un ser de rostro deforme, que ahora es noticia por sus sangrientos crímenes contra embarazadas, la acaba de convertir en su próximo blanco. Un thriller frenético acerca de monstruos y enemigos ocultos, que nos llevará al límite de nuestras fuerzas y hará que nos preguntemos hasta cuánto estamos dispuestos a soportar por aquellos que amamos.
El título de esta novela sobre la masacre de 1950 en Sinchon, Corea del Norte, es significativo de muchas maneras. Al llamarla «El huésped», nombre con que designan la ciruela en la tradición coreana, el autor compara dos ideologías occidentales, catolicismo y marxismo, con una plaga nociva, causa de muchos conflictos mortales. En otro sentido, El huésped se refiere a los seres sin raíces que todavía deben hacerse autónomos y encontrar un sentido de pertenencia. Por primera vez en muchos años, el reverendo Ryu Yosop, que vive en Brooklyn, Nueva York, está a punto de regresar a su patria, Corea del Norte. Días antes de su partida, su hermano muere en su departamento de Nueva Jersey y Ryu Yosop sufre alucinaciones y pesadillas, Cuando sube al avión hacia Pyongyang con un pequeño hueso de su hermano incinerado, su fantasma aparece y así los dos se dirigen a su pueblo natal, en una jornada hacia la redención espiritual y liberación final de sus sufrimientos.