Novela corta o cuento largo escrito por Gabriel García Márquez en 1972, no fue publicado sino hasta 1978. La cándida Eréndira y su abuela desalmada personifican la inocencia y la maldad, el amor y su perversión, y el relato recuerda al mismo tiempo las gestas medievales y los cantos provenzales o trovadorescos, aunque, como siempre, inmersos en ese mundo denso y frutal del Caribe americano. Otra obra maestra de este premio Nobel de literatura.
«La incógnita» es una novela del escritor español Benito Pérez Galdós publicada en 1889, que cierra el ciclo de las «Novelas españolas contemporáneas» junto con Realidad, escrita también en 1889 y con la que en opinión de Joaquín Casalduero guarda una estrecha relación argumental e ideológica, tratando el mismo asunto desde puntos de vista diferentes y con recursos narrativos distintos. El fondo argumental dramático lo construye y protagoniza el personaje de Manolito Infante, llegado a Madrid para estrenarse como diputado, y la relación que vive con Francisco Viera, Tomás Orozco y Augusta, su esposa. El folletín galdosiano básico: el narrador-protagonista se ha enamorado de una mujer casada, y al ser rechazado duda en aceptar si fue por honestidad o porque hay otro hombre. La duda (y la incógnita) florece también cuando muere uno de sus amigos, y no acierta a considerar si fue suicidio o asesinato.
¿Y si el mundo hubiese sido configurado de manera distinta? ¿Si ciertos acontecimientos no hubiesen sucedido nunca o los hubiésemos olvidado? En fin, si la historia hubiese progresado en otra dirección, ¿la humanidad habría llegado al mismo grado de ebullición en el que se encuentra ahora? La infancia de Jesús, hasta ahora, la última novela del Premio Nobel sudafricano J. M. Coetzee, se pregunta esto todo el tiempo. “Dos y dos podrían ser tres, cinco o noventa y nueve, si quisiéramos”, dice un personaje, y otro le contesta: “Si dos y dos fuesen tres todo se hundiría en el caos. Nos hallaríamos en otro universo, con otras leyes físicas. En el universo existente, dos y dos son cuatro. Es una regla universal, independiente de nosotros, no hecha por el hombre. Aunque tú y yo dejemos de existir, dos y dos seguirán siendo cuatro”. La respuesta de Coetzee parece ser que, por más que intentemos proponernos una historia alternativa, el elemento humano nos llevará a enfrentarnos siempre con los mismos interrogantes y con los mismos conflictos: la naturaleza del trabajo, el límite de los deseos, los dilemas morales, el misterio de la muerte, el sentido de la vida.
Esta no es una novela romántica. O sí. ¿Será, acaso, una novela romántica antirromántica? A ver, vayamos al principio. Sol es una chica normal. Cumple con su trabajo, transporta de un lado a otro la mochila del gimnasio sin acabar de ir y devora novelas de amor y grasas saturadas. Sol, que no ha tenido novio durante más de un mes, es una romántica sin remedio y está dispuesta a todo para encontrar el amor, hasta es capaz de quedar con Saúl, un desconocido al que llamó por error. Y es que todo es tan romántico que tiene el presentimiento de que esta, al fin, puede ser su historia de amor definitiva... Aunque pronto descubrirá que nada que merezca la pena es fácil, y con Saúl todavía menos. Por suerte Sol dispone de la ayuda de Viviana, la protagonista de su novela favorita, esa incesante fuente de sabiduría romántica que la ayudará a guiar sus pasos y convertir a Saúl en el hombre de sus sueños.
La obra, editada en 1909, nos pinta con maestría la burguersía parisina de mitad del siglo XIX, describiendo las costrumbres de esta sociedad a la que se enfrenta la pequeña Minne, una hermosa joven, quien, adorada por su madre, recibe una estricta educación que no se reflejará en su vida privada, donde no trepidará en mentir y dañar a quienes la quieren tras la búsqueda infructuosa de una gran aventura y una gran pasión en que ella pueda disfrutar de los placeres sexuales tanto como parecen disfrutarlo sus amantes, tanto como está narrado en los libros que lee y que, sin embargo, ni su marido ni sus amantes han podido nunca hacerle sentir.Casada con su primo, a quien llega a despreciar, Minne es una niña mujer que seduce a cuanto varón se le ponga al frente con la esperanza de alcanzar algo de la felicidad afectiva, de la fruición erótica, del placer sexual que ella cree y busca merecer. Su ingenuo marido, sus torpes amantes, sus amistades parisinas, servirán de pretexto y pantalla para inventarse aventuras imposibles y alimentar deseos improbables, quedando siempre con la sensación amarga dela frustración.Novela interesante, profundamente femenina y feminista, sensual y erótica, se deja leer con creciente interés y admiración y, pese a que ya hace más de un siglo de su aparición, sigue siendo una grata sorpresa para quienes hemos tenido la fortuna de leerla.
En una ciudad de provincias durante la posguerra española, un camarero de pasado oscuro decide chantajear al jefe local de Falange. Lo que no imagina es lo que esa extorsión provocará en un lugar donde todos sospechan de todos y donde la traición y la venganza están a la orden del día. La violencia y la fatalidad se dan la mano en Los días de mercurio, en la que Alexis Ravelo vuelve a mostrarnos lo peor del ser humano en una novela dura, rápida e incómoda que homenajea a autores clásicos del género negro como James M. Cain y Jim Thompson.
Aidan Thomas es un hombre modélico, padre de familia, trabajador y muy querido en la pequeña comunidad donde vive. Pero detrás de esa fachada de aparente perfección oculta un oscuro secreto: es un secuestrador y un asesino en serie. Rachel, como insiste en llamarla su raptor, lleva cinco años estudiando a Aidan, sabe que ha matado a las que han venido antes y que pronto hará lo mismo con ella; debe aprovechar la primera oportunidad que se le presente para escapar. Pero cuando Rachel descubra que su vida no es la única que está en juego, deberá decidir entre salvarse a sí misma o ayudar a las dos personas que corren el mismo peligro que ella: Cecilia, la joven hija de su secuestrador, y Emily, la mujer que ha empezado a enamorarse de él.
Rose Edelstein está a punto de cumplir nueve años, y prueba a escondidas un pedazo de pastel que su madre ha cocinado para ella. Ella espera disfrutar del sabor del limón mezclado con el azúcar, pero de repente su boca se llena de soledad y tristeza. Sin que nadie sepa cómo ni por qué, la niña descubre que puede adivinar los sentimientos de quien cocina, y desde entonces comer será su arma secreta para conocer mejor a los demás. No solo los platos más sofisticados, sino unas simples patatas fritas o unas tostadas con mantequilla tienen historias que contar, y ahí está Rose, intentando acercarse al dolor de los demás y aprender a vivir. Intrigada y a menudo asustada, la niña descubre el lado oscuro de su propia familia: ese hogar en apariencia feliz se derrumba bajo el peso de la ansiedad de su madre, la indolencia de su padre y las extravagancias de un hermano que intenta huir de la rutina negando la realidad. Los años pasan, y por fin esa chiquilla que ya es mujer encontrará el buen sabor de la vida. ¿Cómo? Para saberlo, habrá que disfrutar de esta hermosa fábula que Aimee Bender ha cocinado con talento e imaginación.
La intimidad de la historia nos recuerda que en el pasado —asociado al polvo, lo inerte, lo detenido— perviven personajes capaces de hablar aún. Los vemos sentados frente a sus diarios, memorias y cuadernos de notas hilando el decursar de sus vidas, casi siempre sin la certeza de la trascendencia. Como se explica en algún momento de este libro, el término íntimo, en su origen más antiguo, era el superlativo de internus, es decir, interior. A ese centro sentimental, al núcleo mismo del envés de la historia, se aproximan los textos que aquí se recogen gracias al empeño de la Fundación Alejo Carpentier por reconstruir la identidad cultural de la nación. Un auténtico desfile donde los protagonistas de las Guerras de Independencia se revelan en su arista emotiva, las figuras de segundo plano devienen testigos de hechos claves en el acontecer de la Isla, mientras otros se descubren a partir de los márgenes y su condición de antihéroes, o recuperan el sitio del que fueron desplazados por un discurso excluyente. Desde un recodo testimonial, no pocos miran atrás, a su espacio familiar, para recontarnos anécdotas y pasajes de las muchas zonas de silencio de la Historia de Cuba.
De profesión meteorólogo, Shimura lleva una vida solitaria y metódica que transcurre con precisión milimétrica entre el trabajo y su casa, un microcosmos de orden y pulcritud a las afueras de Nagasaki. Sólo el canto ensordecedor de las chicharras es capaz de alterar una rutina tan previsible hasta el día en que Shimura cree percibir pequeños cambios en la impoluta organización de su hogar. No parece obra de un ladrón, pues todos los objetos de valor siguen en su sitio. Shimura instala una cámara en la cocina y, perplejo, descubre la presencia de una mujer desconocida, una intrusa que lleva un año viviendo en un armario de la casa. Obra ganadora del Gran Premio de la Academia Francesa, esta novela de Éric Faye —autor reconocido por plantear con sencillez los grandes temas que afectan al hombre moderno— se basa en un caso real para explorar el influjo que la memoria de los lugares que habitamos ejerce sobre nuestra conciencia.
Sur de Inglaterra, comienzos de 1721. La viruela acecha sin piedad y los cementerios se llenan de cadáveres. El país está sumido en una profunda crisis tras la quiebra de la Compañía de los Mares de Sur. En este ambiente de zozobra, Thomas Blunt, un respetable médico afincado en Brighton, recibe de forma inesperada, una invitación de su amigo George Kirpatrick para asistir a una reunión en la Royal Society de Londres. El motivo es la presentación de una técnica revolucionaria que puede evitar la aparición de la viruela: la inoculación. Thomas nunca pudo imaginar, que aquel viaje a Londres cambiaría su vida para siempre. Una sucesión de infortunios y muertes misteriosas, le obligará a investigar qué se esconde detrás de la maldad más perversa: aquella que juega con las personas a su antojo y anuncia que nadie está fuera de su alcance. La Ira de Procusto es una novela tragicómica que explora las entrañas del mal y el destino, en compañía de ladrones, aristócratas, charlatanes, científicos y otras gentes. Es un viaje al pasado tan real como el mundo que nos rodea.
En una isla imaginaria de Pali se produce el choque entre dos modos de entender la vida y las relaciones humanas. Cuando el periodista Will Farnaby desembarca en la isla entra en contacto con unas costumbres, unos ritos, una religión y una actitud ante la vida. De este contraste se deriva fácilmente una reflexión sobre los valores que encarna Farnaby, los propios del mundo occidental, y que los cuestione. El diálogo entre esta exótica isla y el mundo occidental pone de manifiesto, sobre todo, la vida en Occidente y los riesgos que eso supone para el ser humano.
Un hombre enfermo pide a su hijo que abandone por unos días las montañas en las que pasa el verano y le acompañe, quizá por última vez, a la isla adriática en la que nació. El reencuentro en ese paisaje luminoso, teñido de recuerdos, resulta decisivo para ambos. Uno descubrirá lo que significa dejar descendencia; el otro afrontará el sentido de la pérdida. El estilo elegante y contenido de esta narración la convierte a juicio de muchos en la obra maestra de Giani Stuparich. «La isla» es, en palabras de Claudio Magris, «un relato admirable de vida y de muerte, no conjurada sino mirada sin piedad cara a cara».
La isla bajo el mar de Isabel Allende narra la azarosa historia de una esclava en el Santo Domingo del siglo XVIII que logrará librarse de los estigmas que la sociedad le ha impuesto para conseguir la libertad y, con ella, la felicidad. Esta es la historia de Zarité, una muchacha mulata que a los nueve años es vendida como esclava al francés Valmorain, dueño de una de las más importantes plantaciones de azúcar de la isla de Santo Domingo. A lo largo de la novela viviremos cuarenta años de la vida de Zarité y lo que representó la explotación de esclavos en la isla en el siglo XVIII, sus condiciones de vida y cómo lucharon para conseguir la libertad. Pese a verse obligada a vivir en el ambiente sórdido de la casa del amo y verse forzada a acostarse con él, nunca se sentirá sola. Una serie de personajes de lo más variopinto apoyarán a nuestra protagonista para seguir adelante hasta conseguir la libertad para las futuras generaciones. Mujeres peculiares como Violette, que se dedica a la prostitución o Loula, la mujer que organiza su negocio; Tante Rose, la curandera, Celestine o Tante Matilde, la cocinera de la plantación: personajes con este punto de magia que dan un ambiente y un color especial a la novela. Los amos desprecian y maltratan a los esclavos. Estos a su vez organizan rebeliones, una de las cuales provoca un incendio en la plantación. Valmorain huye de la mano de Zarité. Ella ha criado a Maurice, hijo de Valmorain que crece junto a Rosette la propia hija de Zarité y su amo. Como esclava, también estará al servicio de las dos esposas de Valmorain: dos personajes totalmente distintos pero muy bien caracterizados por la autora. Conforme avanza la novela nuestro personaje alcanza la dignidad que le corresponde. Vivirá su propia historia de amor y conseguirá la libertad. Isabel Allende le da voz a una luchadora que saldrá adelante en la vida sin importar las trampas que el destino le tiende.
Cuando Chris muere en un accidente de coche sospechosamente lejos de donde debía estar, la vida de su mujer, Alice, con una niña de seis años y otra en camino, se desmorona. Incapaz de asumir la pérdida y con el temor de que tal vez su relación perfecta haya sido una mentira, se obsesiona con descubrir de dónde venía Chris y qué secreto escondía. Reconstruye el último viaje de su marido con la ayuda de las cámaras de seguridad de los establecimientos por donde este había pasado, hasta llegar al epicentro del misterio: Robin Island, en Cape Cod, Massachusetts, una pequeña y, solo en apariencia, apacible isla que modificará profundamente a Alice mientras busca respuesta a la pregunta: ¿Qué hacía Chris en la isla? La isla de Alice oscila entre el thriller y el viaje emocional. Una historia de superación y una peripecia absorbente y cautivadora.
Roger Maitland, arquitecto de treinta y cinco años, sufre un accidente con su flamante Jaguar en una de las autopistas de Londres. Para su sorpresa, queda varado en la isla de tránsito en la que ha caído y que se extiende bajo los tres carriles de la vía. Nadie se detiene a recogerlo, y como un nuevo Robinson Crusoe, Maitland no cuenta con otros recursos que el contenido del automóvil y su propia fortaleza. Mientras intenta sobrevivir a esta ordalía física y psicológica, empieza a entender también los motivos ambiguos que lo han llevado a ese paisaje de hierba y cemento, imagen y escenario de su propia alienación.
Premio Biblioteca Breve 2015. Un homenaje al padre. Un viaje a la infancia. Una novela luminosa. Cuando era pequeño, su padre recorría los mares del mundo durante largos meses. Un día apareció en la puerta de la casa de Bilbao. El niño no lo conocía. «¿Quién es ese hombre?», preguntó. A mitad de camino entre la memoria y la fantasía, este libro surge a la muerte de Leonardo Marías, cuando su hijo Fernando se deja llevar por la escritura como alternativa al duelo y se adentra sin miedo en cada rincón de sí mismo y de su relación con el inalcanzable personaje que es el padre marino a los ojos del niño, del adolescente, del joven que fue y del hombre que es hoy. Padre e hijo embarcan rumbo al paisaje de la infancia y sus carencias, a la temprana fascinación por la literatura y el cine; un itinerario poblado por piratas y maleantes, por miedos y leyendas, por la presencia de un héroe misterioso que se convierte en referencia vital. En la libertad con que va desgranando ese viaje, Fernando Marías encuentra el punto de equilibrio entre la nostalgia y la realización, entre el miedo y la certidumbre. Un homenaje a la literatura y el cine en el que despliega numerosas formas de narrar.
Un «viaje sentimental», un interludio romántico, una novela de amor y humor: Eduardo Mendoza descubre aquí, en la peripecia de un viajero cándido y perplejo, otra faz de su escritura. En una Venecia insólita, a la vez cotidiana e irreal, el prófugo viajero se sustrae a las férreas y sórdidas leyes de su rutina barcelonesa para ingresar en un paréntesis que de provisional parece llamado a convertirse en indefinido: una vida regida quizá por otra lógica secreta, hecha de encuentros casuales, de sucesos imprevistos, de relatos y leyendas de tradición oral y de mitos lacustres. En el dédalo veneciano, la soltura narrativa de Mendoza y su siempre admirable desparpajo nos deparan, en pintoresca andadura agridulce, a un tiempo poética e irónica, una nueva y sorprendente finta de una de las trayectorias más brillantes de nuestra novelística de hoy.
En un mundo en el cual la vida se convierte muchas veces en una carrera de obstáculos, María, Teresa, Aurora y las demás mujeres que trabajan en la Casa, luchan codo con codo por ayudar a toda aquella víctima de violencia de género que acude en busca de ayuda. Un misterioso cruce de destinos hará que todas ellas confluyan como corrientes de agua hasta la propiedad que doña Adelina, una desafortunada viuda rica, que dejó de herencia al grupo de mujeres. Cargado a sus espaldas, como una pesada mochila, el pasado de nuestras protagonistas se adherirá férreamente a ellas sin percartarse de que ese lastre no hace más que hundirlas en un fanganoso pantano de inapetencia y desaliento hasta que poco a poco las mujeres, viéndose reflejadas como en un espejo en cada caso que tratan, comienzan a despertar y a tomar conciencia de sus lamentables vidas. Amores perdidos, odios incrustados, maltrato soterrado, abnegación absoluta son los monstruos a los que nuestras mujeres deben enfrentarse en mayor o menor medida hasta que un día encuentran el cabo de la enrevesada madeja que conforman sus historias y comienzan a desliarla hasta conseguir el poder real sobre sus propias vidas.
Italia, Turín, 1953. Elecciones generales. Amerigo Ormea, comunista, ha sido designado por su partido como interventor electoral en un hospicio. El partido de la mayoría moviliza en favor suyo a inválidos, idiotas y moribundos, convirtiendo la miseria de la naturaleza en una operación política. Amerigo observa y reflexiona. ¿Es justo utilizar con fines electorales a unos seres disminuidos? La primera respuesta, inmediata y política, es «No». Sin embargo, enseguida se abre otro interrogante: ¿Hasta qué punto se es hombre, a partir de qué punto se deja de serlo? Esta historia supera los límites de la crónica para convertirse en una angustiosa y apasionante meditación sobre la condición humana. «Puedo decir que escribir algo tan breve me llevó diez años, más de lo que había empleado en cualquier otro trabajo mío. La primera idea de este relato la tuve precisamente el 7 de julio de 1953. Estuve en el Cottolengo durante las elecciones unos diez minutos. No, no era interventor; era candidato del Partido Comunista (candidato para completar la lista) y como tal visitaba los colegios electorales donde los candidatos de la lista pedían la ayuda del partido para los problemas que pudieran surgir. De ese modo, presencié una discusión en una mesa electoral del Cottolengo entre democristianos y comunistas del tipo de la que constituye el centro de mi relato. Y fue entonces cuando se me ocurrió la idea (…). Me puse a escribirlo pero no me salía (…). El resultado fue que quedé completamente incapaz de escribir durante muchos meses…». ITALO CALVINO