En septiembre de 1944 las tropas aliadas avanzaban por Holanda y se disponían a cruzar el Rin para invadir Alemania; pero el desastre de Arnhem, la última victoria alemana, iba a alargar el conflicto más allá de lo previsto. Basándose en una amplísima documentación, que se utiliza aquí por primera vez, Antony Beevor no solo reconstruye la verdad de lo sucedido -muy distinta a lo que contaron hace unos años una versión novelada y una película- sino que el hecho de disponer de diarios y de testimonios personales le permite revivir la verdad de la guerra, a través de las experiencias individuales de los soldados en el combate o del relato de los sufrimientos de los habitantes de Arnhem, sometidos tres veces al pillaje y masacrados por los alemanes. Beevor muestra aquí, no solo su conocimiento de la guerra, sino su maestría de gran narrador.
«La bella del dragón» reúne artículos escritos en su mayoría en 1977 y 1978, publicados esencialmente en dos revistas de vida corta, «Bazaar» y «Primera Plana». Con esa inigualable facultad para la fabulación, de una fecundidad inusual, Cunqueiro nos conduce esta vez, siempre a partir de reflexiones o situaciones actuales, por célebres episodios amorosos de la historia, lugares de mal vivir, anécdotas picantes o pícaras de la crónica diaria de ayer y de hoy, y nos invita a participar en banquetes afrodisíacos o a compartir recetas de sensuales efectos. Nos introduce, por ejemplo, en el fetichismo de las patas de palo y en el negro mundo de las viudas, en el secreto encanto de algunos perfumes y prendas, en los usos casamenteros y fornicadores de antiguas cortes europeas y en los ocultos beneficios de algunos manjares exquisitos. Estamos ante el mejor Cunqueiro cronista, incansable e inmejorable narrador de historias infinitas, todas sabrosas, todas entretenidas e instructivas, todas amenas, todas inolvidables. Huelga ya, hoy en día, añadir mucho más sobre Álvaro Cunqueiro (1911-1981), cuya obra, una de las más importantes de la literatura española de nuestro siglo, al fin se está dando a conocer debidamente y está siendo traducida a otros idiomas.
Desde el principio de los tiempos, los seres humanos han diseñado laberintos, ya fuera en las paredes de las cuevas, en los palacios cretenses, en los mosaicos de las villas romanas o en los jardines renacentistas.Eran símbolos del cambio, de la eterna transformación, pero su significado real se perdió en la noche de los tiempos y acabaron convirtiéndose en meros divertimentos.Jaime Buhigas nos conduce a través del misterio y el mito del laberinto con el empeño de ayudar a comprender un poco más cuáles son los mecanismos de la trasmutación.Porque este libro no es un catálogo descriptivo de laberintos ordenados cronológicamente, sino que es en sí mismo un laberinto, diseñado como todos para llegar al centro y encontrar la salida por el simple hecho de avanzar.El lector que se atreva a penetrar en su magia, se atreverá a cambiar, cambiar como ha hecho la humanidad una y mil veces. Todo pasa. Cambiar comienza por aceptar que lo que hay no vale y que hay que desecharlo, para así, construir un nuevo estadio de existencia. Es una labor de héroes. Héroes que para cambiar, se atreven a entrar en su propio laberinto.
El usurero, tan odiado como imprescindible, está asociado con uno de los pecados capitales: la codicia. Es un escándalo, pues aun durmiendo, su dinero le hace más rico. Así lo enseñan los «exempla» medievales, esas anécdotas edificantes para uso de los predicadores. En la Edad Media cristiana, el usurero se manifiesta como un ladrón de tiempo. ¿Acaso no roba a Dios, en la medida en que el tiempo es un don divino y gratuito, y también a los cristianos, ya que prestar a interés está vedado en una comunidad fraternal? Por esta doble razón el usurero está irremediablemente condenado al infierno. Pero ¿quién diría que esta figura da lugar a un espacio nuevo de ultratumba? En vísperas del auge de los grandes movimientos económicos del capitalismo moderno, la teología medieval salva al usurero del infierno. Inventa para él una morada algo menos funesta: el purgatorio. Así alcanza su doble objetivo: conservar la bolsa sin perder la vida eterna.
CARSON I. A. RITCHIE analiza en estos ensayos la importancia de la comida y su indudable protagonismo en la historia social. Ejemplos de ello es cómo contribuyó La búsqueda de las especias a la caída del Imperio Romano y, con ella, a la de la civilización occidental. Cómo el capitán Cook. que combatió el escorbuto dando a sus marineros zumo de limón y repollo fermentado, consiguió como subproducto añadir al mapa un nuevo continente Australasia: Y cómo el chocolate, uno de los alimentos americanos que se tomaba en toda Europa en el siglo XVIII, fue una de las bebidas que hizo posible la revolución intelectual europea del Siglo de las Luces.
El régimen franquista se impuso y se mantuvo por la fuerza pero al mismo tiempo utilizó el discurso social propio del fascismo para presentarse como un régimen «nacional» y «social» a la vez, y tratar, así, de obtener el consenso de amplios sectores de la población. A diferencia de lo ocurrido respecto a otras dictaduras europeas, hasta ahora la historiografía española no ha dedicado una atención relevante a la actuación del régimen para captar a las masas. Este libro se acerca por primera vez al discurso y a las políticas desplegadas desde las instituciones del régimen durante la posguerra para reforzar los apoyos populares que ya tenía y, sobretodo, para penetrar y seducir a los trabajadores. A través de sus páginas se podrá conocer la movilización y propaganda en torno a la «justicia social», los discursos obreristas de Girón, la construcción de las Obras Sindicales, la penetración de la Sección Femenina en el ámbito doméstico a cambio de leche y jabón cuando la miseria era omnipresente. Una dictadura impuesta a sangre y fuego, que tenía distintas prioridades políticas y escasos recursos económicos, tenía muchas dificultades para convencer a los «desafectos», pero este libro muestra hasta qué punto lo intentó.
Isidre Ambrós, corresponsal de La Vanguardia en Pekín y Hong Kong durante una década, se sumerge en una sociedad muy reservada ante los extranjeros, como es la china, para narrar el perfil menos conocido del pais que aspira a desbancar a Estados Unidos del liderazgo planetario. A través de sus viajes, cual Marco Polo del siglo XXI, por toda la vasta geografía china, conversa con ciudadanos de toda condición que nos ayudan a comprender la evolución y el día a día de una sociedad de un funcionamiento muy distinto a la nuestra: al mismo tiempo que está controlada férreamente por el Partido Comunista, se esfuerza por enriquecerse como pocas, algo perceptible en la mentalidad de todos y cada uno de los hombres y mujeres con los que conversa Ambrós. Una parte importante del libro lleva al corresponsal a profundizar sobre la capacidad de China para luchar contra las epidemias. A ello se dedica el capítulo inicial del libro, titulado "El bisturí chino", que narra momentos y protagonistas clave de la pandemia de la COVID-19.
Al pie de la chimenea de una mansión de Massachusetts, el joven Joe Kennedy arenga a sus seguidores arropado por otros miembros de la dinastía. El senador hispano Marco Rubio recuerda la promesa que le hizo a su abuelo cubano justo antes de su intervención estrella en la convención republicana. El alcalde Rahm Emanuel se sincera en su despacho de Chicago sobre sus años maniobrando en el ala oeste de la Casa Blanca. La catedrática demócrata Elisabeth Warren saluda a los votantes de una barriada portuguesa de Massachusetts durante una carrera por un escaño en el Senado que podría ser un trampolín para competir por la presidencia. La carrera aspira a trazar un retrato de diez candidatos cuyo ascenso empieza a marcar el futuro de América. Algunos dan ahora sus primeros pasos como el joven Jonathan Kreiss-Tomkins, que diseñó la campaña digital del demócrata Howard Dean con 14 años y ahora aspira a un escaño en la Cámara de Representantes del estado de Alaska. Otros han hecho florecer un movimiento como el veterano congresista Ron Paul o como Paul Ryan o el hispano Julián Castro han emprendido un camino que podría acabar en la Casa Blanca. El libro aborda también los perfiles de los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos. Los amigos de Mitt Romney desvelan el rostro menos conocido del aspirante republicano, que dedicó muchas horas a ayudar a las madres solteras de su iglesia mormona de Massachusetts. Y los vecinos de Barack Obama explican sus problemas cotidianos y detallan los motivos del desencanto que complica su carrera por la reelección. Pero La carrera aspira a mirar más allá de las elecciones de 2012 para encontrar pistas sobre los problemas de fondo del país más poderoso del mundo y sobre los hombres y mujeres llamados a resolverlos.
El nuevo libro de Giovanni Sartori, premio Príncipe de Asturias y autor de títulos como Homo videns, La democracia en treinta lecciones y Qué es la democracia. Con su lucidez habitual y su extrema claridad, Giovanni Sartori presenta una serie de preguntas en torno a diez temas determinantes de la actualidad: la crisis de la política, los borrosos límites entre la libertad y la dictadura, el choque cultural y de civilizaciones entre el islam y el cristianismo, la «guerra contra el terror», el sistema electoral perfecto, la ola de inmigración y el derecho a la ciudadanía, y la delicada cuestión de cuándo la vida biológica se convierte en verdaderamente humana. Carrera hacia ningún lugar ofrece ideas estimulantes y recoge las desengañadas palabras de un gran sabio de la cultura política en el lento declive al que Europa parece abocada, por no haber sabido salvaguardar los valores fundamentales de una sociedad realmente liberal-democrática.
Quizá el hecho más destacado de la biografía de Juan Creix sea haberse convertido en el único mando de la policía política franquista depurado antes de la muerte del dictador. En los estertores de la dictadura, los sectores moderados del régimen necesitaban posicionarse para el pacto inevitable de la Transición, y el comisario Creix constituía un grave problema: era el arquetipo de la represión contra esos demócratas con los que tendrían que entenderse en un futuro próximo. La reacción de Creix se encuentra en este libro: escribe una larga carta en la que relata sus servicios al régimen y la envía a quienes pueden ayudarle. En ella traza una completa historia de la represión a modo de biografía epistolar y da cuenta de sus operaciones más importantes: en Cataluña detenciones de comunistas y anarquistas y destacadas operaciones contra el movimiento obrero y estudiantil; en el País Vasco arrestos de los miembros de ETA que han matado a Melitón Manzanas, su antecesor, sentando en el banquillo a los encausados en el Proceso de Burgos; en Sevilla, adonde le llevan sus éxitos en Euskadi como jefe superior de Policía de Andalucía, se ha enfrentado a Comisiones Obreras y a un notorio delincuente común: el Lute. Su carta es un testimonio excepcional que ha permitido a Antoni Batista trazar un bosquejo de la durísima represión sufrida por quienes se enfrentaron a la dictadura y un retrato psicológico del que fue uno de sus principales comisarios.
El capitalismo experimenta, en promedio, una crisis grave cada diez años. Pero un sismo económico de la intensidad del “otoño negro” de 2008 sólo se produce una vez por siglo. Sin embargo, ningún otro antes que éste había combinado una suma de amenazas cruzadas tan alarmantes. Todo el sistema financiero se hundió. Y una doctrina quebró: la del neoliberalismo, responsable de la desregulación de los mercados y la especulación desenfrenada de los últimos treinta años. Por si esto fuera poco, el huracán –primero inmobiliario y bancario, luego bursátil– se propagó rápidamente a todo el campo económico para convertirse en una tempestad industrial y, por último, social. Todo ello, en medio de una atmósfera global ya viciada por una triple crisis: energética, alimentaria y climática. Y en un contexto geopolítico marcado por el debilitamiento de la hegemonía estadounidense y el creciente poder de China. La convergencia y la confluencia de todas estas tensiones, en el mismo momento y en todo el planeta, convierten a este cataclismo en una catástrofe perfecta. Apoyándose en esclarecedores ejemplos de la actualidad, Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique en español, describe cómo se pusieron en funcionamiento, metódicamente, desde hace varias décadas, los elementos (ideológicos, políticos y económicos) que facilitaron la explosión de esta crisis. Explica el funcionamiento preciso de los mecanismos que han dado lugar al crac y analiza las eventuales consecuencias –sociales y geopolíticas–que podría traer aparejadas. Y propone la adopción de una serie de medidas concretas para refundar la economía sobre bases más justas y democráticas.
Sterling, autor de novelas como Islas en la red, La máquina diferencial o El fuego sagrado, y considerado uno de los mayores expertos en el género ciberpunk, nos ofrece en La caza de hackers un apasionante reportaje desde el principio de la era de Internet, los ordenadores personales y la frontera electrónica. En 1990, la «Caída del Sistema» del día de Martin Luther King, que afectó a la compañía telefónica AT&T y dejó sin comunicaciones a millones de norteamericanos, desencadenó la persecución y detención de decenas de hackers, acusados de causar «el Hundimiento» (the Crackdown). Con una entretenida prosa novelesca, Sterling nos lleva a conocer a todos los implicados en el asunto, desde los primeros activistas de Internet hasta los policías encargados del caso, que cimentó los pilares de lo que hoy es la libertad de expresión en Internet. 25 años después de los sucesos del día de Martin Luther King, La caza de hackers se ha convertido en un libro de culto, un documento histórico imprescindible para comprender y entender la transformación y el impacto de las nuevas comunicaciones en el siglo XXI.
Francis Bacon advirtió de que los hombres que han alcanzado altas posiciones acaban siendo extraños a sí mismos. Consideraba que a la ardua ascensión de los poderosos seguía inevitablemente un eclipse que derivaba en «cosa melancólica», pues resulta muy difícil resignarse a la vida privada y al retiro. Montaigne confesaba en sus ensayos que en su dedicación a los otros, a la política, no pudo evitar apartarse de sí mismo. ¿Por qué tantos hombres de sabiduría se han metido en política?, se pregunta el autor, en clara alusión a su propia experiencia.Casi todos los intelectuales han fracasado en este empeño: Platón frente a la Corte de Dionisio II en Siracusa; Aristóteles frente a Alejandro; Cicerón frente a Marco Antonio; los intelectuales que sostuvieron la Segunda República frente a la barbarie fascista y los estalinistas. Pero a pesar de la plena dedicación al servicio público como un deber hacia los demás, debe primar una exigente alerta con el fin de no perder la autonomía de acción, la libertad de opinión y la capacidad de retirarse en cualquier momento para cuidar del alma y de sí mismo. Este volumen recorre algunos de los momentos clave de la historia de la difícil relación entre el poder y la cultura, ofreciendo un análisis equilibrado, incisivo, valiente y esclarecedor. Supone una reivindicación clara de lo que nunca debiéramos dejarnos arrebatar, guiada por la convicción de que es precisamente en la educación y la cultura donde residen las únicas garantías del nuevo e indispensable renacimiento.
Las Guerras Púnicas son con toda probabilidad el mayor y más significativo conflicto armado de la Antigüedad. A lo largo de más de cien años, las dos naciones más poderosas del Mediterráneo lucharon por la supremacía. Para Cartago, el conflicto finalizó con la destrucción total de un Estado y con la casi completa extinción de toda una cultura. En el lado opuesto, Roma pasó de ser una potencia local a convertirse en la formidable máquina militar que dominaría Europa y el norte de África durante los cinco siglos siguientes.
Cuando, el 10 de mayo de 1940, Adolf Hitler lanzaba su ofensiva contra Francia, pocos imaginaban que, treinta y cinco días después, los alemanes desfilarían bajo el Arco de Triunfo de París. Mientras De Gaulle y Pétain, siempre en contacto con el gobierno británico, consideraban febrilmente si debían abandonar o no la capital, o incluso negociar un armisticio, los parisienses pasaban de la despreocupación al pánico y huían en tropel dejando la ciudad prácticamente deshabitada. Así como ya se había contado lo que se conoce por «la batalla de Francia», nadie antes que Lottman había reconstruido la «guerra relámpago» vista desde el interior de París, tal como la vivieron día a día, casi hora a hora, los hombres de Estado y sus generales, los intelectuales y los diplomáticos, los periodistas y los corresponsales de guerra, así como los ciudadanos que no disponían de los medios para escapar de la trampa en que se convirtió la capital del país. Gracias a la meticulosa fidelidad con que Lottman relata los hechos, esta crónica de la caída de París se lee con la misma avidez que una novela de suspense.
24 horas en la vida de una de las figuras más emblemáticas de la Revolución Francesa, el gran arquitecto del Terror.
El día 9 de Termidor (27 de julio de 1794) supuso un punto de inflexión en la historia de la Revolución Francesa. A medianoche, Maximilien Robespierre, el miembro más relevante del comité de Salvación Pública que había dirigido Francia durante más de un año, hacía frente a un complot que amenazaba su vida y ponía en peligro el curso de la Revolución.
A la medianoche siguiente, tras 24 horas llenas de incertidumbre, sorpresas y contratiempos, su mundo está patas arriba. Considerado un forajido, en busca y captura acusado de conspirar contra la República, Robespierre se ve acorralado y siente que su vida y su carrera revolucionaria están acabadas. Durante el forcejeo de su arresto recibe un disparo y, el día siguiente, medio muerto, calumniado y ante el regocijo popular es víctima de la guillotina. La caída de Robespierre es un frenético viaje al Paris revolucionario en el que hora a hora, minuto a minuto, vemos los acontecimientos que llevaron a la muerte de Robespierre, desde los pequeños detalles a los eventos más trascendentales de la Revolución.
La caída de Robespierre es un frenético viaje al Paris revolucionario en el que hora a hora, minuto a minuto, vemos los acontecimientos que llevaron a la muerte de Robespierre, desde los pequeños detalles a los eventos más trascendentales de la Revolución.
De una forma inteligente e ingeniosa, con elegancia y erudición, Bryan Ward Perkins argumenta lo que muchos pensaron siempre pero no se atrevían a decir: el Imperio romano en realidad no sufrió una decadencia y caída […] lo que ahora llamamos la «transformación» del mundo romano fue un cambio a peor, la Edad Oscura fue verdaderamente sombría […] Ward-Perkins escribe una historia exhaustiva, despierta a todo tipo de evidencias, incluyendo restos de cerámica y poesía, vidas de santos y pintadas en las paredes de los burdeles. Incluso el corte de las barbas de los turistas britanos en Bolonia. Es calculadamente provocador, divertido y estimulante. Con su agudas críticas, muy constructivas, el autor acierta al desatar un debate sin cortapisas.
En el año 476 d. C. Rómulo Augusto, el último emperador que gobernó en Roma, fue depuesto, sin oposición, por el bárbaro Odoacro. Este hito marcó el final definitivo, e incluso silencioso, de cinco siglos de dominación imperial. Fue la muerte anunciada por una larga decadencia que había empezado con Marco Aurelio, tres siglos antes, cuando Roma era aún la mayor superpotencia del mundo.
Adrian Goldsworthy —recurriendo a las fuentes originales y a las últimas investigaciones arqueológicas— nos presenta un relato estremecedor de la caída del Imperio romano. Un largo proceso que duró trescientos años en el que se vivieron el caos del siglo III, el cisma del IV o el colapso final en el V. En estas páginas cobran vida personajes fascinantes como Caracalla, Constantino, Teodosio, Alarico o Atila que comparten protagonismo con oscuras conjuras, sangrientas batallas, sorprendentes romances y muchos otros acontecimientos de la mano de uno de los mejores historiadores de la Antigüedad, que responde a algunas de las grandes preguntas de la historia universal: ¿cómo desapareció la superpotencia romana? ¿Cómo murió Occidente?
El 21 de junio de 1940, cuando Francia capituló en Compiègne, Hitler había ganado la guerra. Aparte del territorio del Reich, dominaba Noruega, Polonia, Checoslovaquia, Países Bajos, Bélgica y Francia. Era aliado de Italia y tenía relaciones muy amistosas con Franco, que le debía la victoria en la guerra civil. Se aprestaba a establecer pactos o a ocupar Finlandia, Rumanía, Hungría, Bulgaria, Croacia… Además, mediante un tratado, se había repartido Polonia con Stalin, y el III Reich recibía de la URSS todo tipo de materias primas. Disponía de un territorio con enormes reservas humanas, industriales, económicas, agrícolas y mineras, que colaboraría más o menos forzadamente con el esfuerzo militar alemán. Se ha reiterado que la «pequeña Alemania» sucumbió aplastada por el peso de la mitad de las naciones del mundo. Y eso es verdad sólo a partir de finales de 1941. Antes no. Con la forja de un poderosísimo partido y la remilitarización del país, Hitler había devuelto a Alemania su lugar perdido entre las naciones europeas. Por tanto, ¿por qué el III Reich sufrió la más espantosa de las mortandades y destrucciones? David Solar, autor de El último día de Hitler, analiza, en una apasionante narración, la derrota alemana y aborda páginas ineludibles del conflicto mundial, como la ocupación de Noruega, el pacto con Stalin, la batalla del Atlántico, operaciones fundamentales como Félix o Malta, las limitaciones de la Luftwaffe, el desacierto de la campaña de África, el infierno que supuso la batalla de Stalingrado o las destrucciones de Hamburgo y Dresde. David Solar desgrana uno a uno los errores que llevaron a Alemania a perder la guerra que tenía ganada en junio de 1940, cuando Gran Bretaña se quedó sola ante la maquinaria militar que había forjado Adolf Hitler.
La Gran Guerra no fue tan sólo un conflicto europeo. Eugene Rogan, autor de «Los árabes», nos relata esa otra Gran Guerra que se desarrolló en el Oriente Próximo entre el Imperio Otomano, aliado a Alemania, y las potencias coloniales europeas. Una «guerra santa» proclamada por el sultán turco con la intención de sublevar contra sus colonizadores todos los países islámicos, desde Marruecos a la India, que pudo haber cambiado el resultado final del conflicto. Rogan revive aquí los episodios de esta otra guerra demasiado ignorada: el desastre de Galípoli, en que hubo medio millón de bajas; el genocidio de los armenios, que llevó al exterminio de un millón y medio de seres humanos; la campaña de Mesopotamia, con el dramático sitio de Kut, una de las mayores derrotas británicas, o la revuelta árabe, que precipitó la derrota de los otomanos y el fin de un imperio que durante seis siglos había sido una gran potencia mundial. Unos antecedentes que es preciso conocer para entender la naturaleza de los problemas actuales del Oriente Próximo.