En 1963, el año de Rayuela y La ciudad y los perros, se publicó La pieza oscura, el tercer libro de Enrique Lihn. El poema que le da título introduce una nueva voz lírica, pero también narrativa, confesional y simultáneamente capaz de hacer nuestra, de verbalizar para nosotros una experiencia común: el descubrimiento de la sexualidad por unos cuantos niños y niñas que juegan en ausencia de sus parientes. Desde el comienzo se establece un tono de voz que en adelante reconoceremos siempre como rasgo particular de Lihn, y en este sentido, incomparable e inimitable. Enrique Lihn inaugura, y tal vez también clausura, la era de la desconfianza en la poesía hispanoamericana. Si el poema no puede cambiar el mundo ni convertirse en bien de consumo, si está fuera de la historia y al margen del mercado, tampoco es posible dejar de escribirlo. El poeta no es ya «pequeño dios» ni bardo que exalta las luchas de su pueblo. No es Huidobro ni Neruda. No es «mago» ni tampoco «antipoeta».
A Bachelard debemos libros ya clásicos en la moderna tradición literaria de las indagaciones ensayísticas; de él surge una nueva actitud ante los hechos textuales y frente a las obras. Discutido y polémico, mas no fácil de objetar en sus proposiciones innovadoras, Bachelard emprende aquí un camino prometedor para todos aquellos que se hallen dispuestos a entrar en el territorio de lo inasible, cuya concreción permite el acceso a lo fecundo, abierto por la libre imaginación creadora.
Para Casey, esa hermosa casa es una herencia tan inesperada como conmovedora. El gesto tardío con el cual su padre, un famoso psicólogo, quiso reconocerla finalmente como hija suya. Aunque en un primer momento Casey decide desprenderse de ella, cambia de opinión al entrar en el hogar del hombre al que siempre admiró en la distancia, pero al que nunca pudo conocer. Al encanto de la casa pronto se suma el hallazgo, entre los papeles de su padre, de las primeras páginas de un intrigante manuscrito. ¿Se trata de una novela? ¿Es el diario de una de sus pacientes? Casey está convencida de que describe un caso trágico, real, y que por algún motivo su padre quiso que cayera en sus manos. Se entrelazan así dos fascinantes historias que acaban convergiendo en un final dramático, emotivo y totalmente inesperado.
Dos muchachas punks, Mao y Lenin, son las magníficas, terroríficas y tal vez trágicas heroínas de este fascinante relato incendiario. De pronto sin apenas darse cuenta cómo, el lector está de lleno en el territorio Aira, donde todo da vuelta, enloquece, se violenta, se dispara, abandona toda verosimilitud y entra en una lógica salvaje.
Ésta es una extraordinaria novela que según su propio autor podría titularse, si alguien no le hubiese ya robado el título, La más hermosa historia jamás contada: «Detective español de cincuenta y tres años se ve obligado por los dioses, por la Confederación de Fuerzas del Más Allá y por las circunstancias, a partir en busca de Jesús de Galilea, predicador judío que desapareció misteriosamente en el trigésimo tercer año de nuestra era». No podía encontrarse un tema mayor ni un personaje de interés más hondo y universal: «En su vida hay misterio, viajes, tensión, incertidumbre, emboscadas, buenos y malos, mujeres hermosas y mujeres piadosas, traidores, exotismo, ocultismo, tiranos, luchas políticas y religiosas, entrechocar de espadas, conspiraciones, Reyes Magos, leprosos, prostitutas, adúlteras, amor, dolor, muerte y hasta una resurrección. ¿Qué más se necesita? Están todos los ingredientes de las películas de Indiana Jones». Con estos elementos apasionantes y el talento de uno de los mejores escritores españoles contemporáneos, Fernando Sánchez Dragó escribió esta novela, ganadora del Premio Planeta 1992.
Esta nueva edición, compendiada enteramente a partir de los doce volúmenes de la primera publicación completa de la obra (1906-1915), restituye los pasajes censurados en el resumen de 1922 y en sus ediciones subsecuentes. Con esta nueva versión se ofrecen por primera vez al público hispanohablante las teorías más audaces de Frazer contextualizadas con un nuevo aparato crítico, introducción y notas.
La azarosa y agitada vida de una rata
Obra escrita en 1979 pero nunca publicada en su lengua de origen, el polaco —solo a través de su traducción al checo en 1990, que alcanzó un gran éxito, fue conocida su existencia en el oeste de Europa—, LA RATA narra la agitada y azarosa vida nómada de uno de estos roedores desde el momento en que adquiere conciencia de sí hasta su muerte. En este plano, la novela puede leerse como simple relato de aventuras, tan singulares, con todo, como su protagonista. Sin embargo, quedarse en la esquemática sencillez de esta descripción es pasar por alto otros niveles de lectura en una novela rica en alusiones y resonancias míticas, que bucea en todo el imaginario que el hombre ha creado en torno a este animal, y conectada con una antiquísima tradición literaria —la del relato de viaje o itinerario en que el protagonista es «viator» o peregrino y su peripecia viene a cifrar toda la existencia—. Por medio de un sabio dominio de la técnica narrativa que hace gravitar ominosamente a lo largo de todas las páginas de la obra esa incómoda identidad a que, más allá de cualquier alegoría o metáfora, apunta en su prefacio, ANDRZEJ ZANIEWSKI (Varsovia, 1940) narra una vida marcada por la precariedad y la violencia, por la persecución y el miedo constantes en medio de un mundo a veces indiferente, pero casi siempre hostil, dentro del cual imperceptiblemente nos vamos haciendo uno con ese protagonista que «busca el sentido de su propia existencia, sigue la huella de su propia nostalgia, busca una esperanza, el inasible fin de cualquier camino».
Las más insospechadas revelaciones sobre ese gran desconocido llamado Lucifer y su frustrado «sueño» de libertad… Junto a manifestaciones que le dejarán atónito, el libro se adentra, además, en el apasionante tema del fracasado plan cósmico de Adán y Eva y sus nefastas repercusiones para la civilización humana.
Nadie esperaba mucho de ellos. Todos —políticos y sociólogos, analistas y politólogos— daban a los mayores españoles por amortizados y semienterrados. Habían sacado la cabeza entre las mareas de indignación que nos visitan de manera periódica, sobre todo desde el 11-M —los famosos yayoflautas—, pero nadie esperaba que su función fuera más allá de la de meros comparsas. Hasta ahora. La tercera edad ha decidido que ni se rinde ni acepta que la entierren en vida, ni menos aún ser el simple refugio al cual recurrir cada cuatro años para arrancar votos con argumentarios tan diversos como contradictorios y partidistas, dependiendo de quién sea el cazador de votos. Los abuelos están muy vivos y exigen sus derechos, ante todo a pensiones dignas, ganadas durante décadas de a menudo muy duro trabajo, y que ahora, año tras año, se encogen con la crisis y la inflación… Y con las que a menudo se ven en la necesidad imperiosa de mantener a familiares adultos sin trabajo. Ante todo ello, los mayores han dicho basta y se han embarcado en una lucha para la que solo conciben un final: la victoria.
Lucy Muir ha decidido dejar a su marido. Es un tema complicado. Teniendo en cuenta que son copropietarios y chefs de uno de los mejores restaurantes de la ciudad, no va resultar fácil cortar por lo sano. Pero, seamos realistas, una no puede soportar eternamente que le pongan los cuernos, le roben las recetas y la menosprecien. Entonces, un buen día, Lucy descubre un antiguo edificio vacío que hace años fue uno de los restaurantes más populares de la ciudad: el Fortuna. En cuanto le echa un vistazo al local abandonado a través de las mugrientas ventanas, empieza a planear abrir un bistró. En la vieja cocina del Fortuna, Lucy descubre un pequeño recetario rojo que le pertenecía al antiguo chef, Frankie Summers: un hombre con tanto talento como mala fama. Con la ayuda de las recetas de Frankie, los clientes acuden en masa y Lucy empieza a recobrar poco a poco la confianza en sí misma. Resulta que valor, pasión y una pizca de magia podrían ser los ingredientes de la receta secreta para disponer de una segunda oportunidad para lograr la felicidad…
Los dieciséis relatos que componen La reina de Chipre se publicaron por primera vez en 1999 bajo un título diferente que Marian Izaguirre tomó prestado a Borges: Nadie es la patria. Ni siquiera el tiempo. Ahora, estas piezas que comparten la reflexión sobre los límites del espacio, del tiempo y de la literatura que tan cara es a su autora como lo era a Borges, cobran nueva vida tras casi dos décadas en el olvido. Su autora, al igual que Caterina Cornaro en su corte de mujer renacentista y cultivada, se ha rodeado en ellos de poetas, filósofos, pintores y músicos en un espacio construido solo con palabras en el que no habita el tiempo. Solo los sueños. «La escritora Marian Izaguirre crea una atmósfera mágica de la primera a la última página.»Corriere della Sera.
La muerte de Gram Parsons, una de las leyendas de la música americana de la primera mitad de los años 70, sirvió a Jordi para escribir esta novela, con la que ganó su primer premio literario en 1975. El cadáver de Gram fue robado del aeropuerto de Los Angeles por sus amigos para ser incinerado, como era su voluntad, en el Joshua Tree National Park, donde hoy hay un monumento conmemorativo. Una preciosa historia de amistad en lo mejor de la Era Rock.
A bordo del tren que la lleva de Londres a Foxhole para pasar las vacaciones de verano. Louise Parry anticipa la cálida bienvenida que le ofrecerán su amiga Brigid Foster y Frami, su excéntrica madre. En la soledad de los misteriosos páramos de Dartmoor, Louise pretende superar ciertos recuerdos que la atormentan, aunque una visita inesperada pueda poner en peligro sus planes. Al mismo tiempo, Brigid se debate entre su incapacidad de perdonar a Frami por haberla abandonado de niña y los celos hacia su hermana Carlota, que sí disfrutó de la presencia y el cariño de su madre. Sin embargo, el transcurrir del verano hará que la alegría regrese a Foxhole.
Manuel Ciges Aparicio se caracteriza por su punzante ironía, la virulencia de su trazo al reflejar la realidad española de su tiempo y su maestría a la hora de plasmar en patéticos cuadros una sociedad decadente y oscura, le sitúan de lleno en la magistral trayectoria del esperpentismo vallinclanesco y le hermanan con la concepción estética de la España negra representada en la pintura de Gutiérrez Solana. La romería, brutal panorama de una fiesta popular en Quedada, es una tremenda sátira sobre las peregrinaciones y los santuarios populares y en sus páginas se denuncian el fanatismo religioso y las prácticas devotas irracionales. Como señala José Carlos Mainer, pertenece á esa estirpe de novelas sobre la violencia nacional. Un cruel relato que fuerza a otras la ruptura entre la literatura de la Restauración y la que caracteriza el principio del siglo XX. En La romería, Ciges Aparicio construye una superposición de cuadros cuya unidad depende de la presencia de personajes fuertemente caricaturizados en una tendencia natural a la enfatización escénica. El atrevimiento, el erotismo, la pasión y el exceso son utilizados para una exaltación de lo plástico con lo que conseguir un estatuto de espectador para el lector. Las desgarradas páginas de La romería encierran las claves de la trágica historia de las primeras décadas del siglo y de cuya crueldad fue Manuel Ciges Aparicio una de las víctimas más tempranas. En la presente edición se han mantenido las normas ortográficas de la edición de 1912, a partir de la cual se ha realizado esta..
En LA ROSA Y EL LÁTIGO se asiste a la compleja peripecia personal, literaria, política e histórica de un individuo, de un personaje que es, pero que también no es, Francisco Umbral.Basándose en su escritura más estrictamente memorial, Miguel García-Posada ha organizado una coherente e intensa obra narrativa que refleja la dualidad más característica de la prosa umbraliana. Dos registros: el duro, el amargo, el cáustico, el que denuncia e increpa sin respetos ni contemplaciones, y el de la percepción emocionada del mundo, el amor a la madre, la obstinada pasión por los cuerpos femeninos, el ascenso a los cielos humanos del sexo, la solidaridad con el sufrimiento de los inocentes, la exploración en la belleza y la literatura.Cinco capítulos (El hijo de Greta Garbo, Crónica de la vida airada, Memorias eróticas, Mortal y rosa y Días color de Historia) en los que Umbral se pasea por los recuerdos de su infancia y adolescencia en una capital de provincias; ofrece la crónica lúcida, brillante y suelta de la vida literaria madrileña, sin dejar de contar su propia peripecia personal de aspirante a escritor; se sumerge en universos amorosos, en el ámbito sagrado de un erotismo transgresor; nos acerca a la inevitable muerte descrita en páginas desoladoras, de hiriente belleza, donde gravita su escritura más lírica y más grave, e interpreta la historia de España, desde los tiempos fundacionales de los Reyes Católicos hasta nuestro presente, una historia fabulada con la que se cierra una obra vasta y diversa, amplia de resonancias y horizontes, de un estilo tan personal como esplendoroso: uno de los grandes estilos del siglo.
Los relámpagos iluminaban la oscuridad del río pero no llovía y el engendro del oficial parecía navegar lento pero seguro. Atravesaron la Tudela y la Yasa Agustina sin novedad. Famino iba en el centro de la balsa. A veces se ponía nervioso, cuando veía un tronco atravesado o algún cadáver flotando, y coceaba un poco. Cruza se creía la protagonista de un crucero de lujo y miraba a estribor y a babor sentada en una chair, como una madame de alcurnia, fumando unos habanos que había encontrado en la bodega, para sustituir al vino pues el capitán había prohibido el alcohol a bordo.
¿Y si Colón hubiera pisado América por primera vez siete años antes de su «viaje oficial»? ¿Y si algunas de las reliquias más importantes del Templo de Salomón estuvieran hoy en poder del Vaticano? ¿Qué sucedería si descubriéramos que «Las Meninas de Velázquez» ocultan un oscuro secreto astrológico? ¿O que no fue la Virgen quien se apareció en Fátima? El autor que ha cautivado a millones de lectores en todo el mundo repasa algunos hitos de esa Historia que todos creíamos conocer y nos sorprende con misterios que llevan siglos aguardando a ser desvelados. Sierra comparte con el lector su investigación, sus fuentes muchas veces inaccesibles y otras desconocidas, y hace de «La ruta prohibida» una obra inigualable.
CUENTOS INDIOS DE ENSEÑANZAS RELIGIOSAS. El rey barrendero - Las veinticinco perlas - El collar de la mona - El final de la historia - La ascensión al cielo - Tu mundo y el del vecino - La esencia del budismo - Veinte años perdidos - El vencedor de sí mismo - El asceta ciego - Dios en todo - La ofrenda de los ojos - El placer de mentir - Hablar en sueños - La leyenda de Hir y Ranjha - La construcción del Taj Mahal - Escuchando el Ramayana - El poder de la fe - El mejor discípulo - La ninfa pintora - Los amores de Nala y Damayanti - El ingenio del ministro - Poder sobre los elefantes - Shivi y la paloma - La devota de Dios - El ritual del árbol - La profanación del fuego - La mujer que odiaba a los hombres - El monarca cruel - Cisnes que hablan.
En 1893 ya no hay brujas. En el pasado sí que las había, en esa época oscura e inhóspita antes de que empezasen a encenderse las hogueras. Ahora, la brujería es poco más que hechizos de amas de casa y canciones infantiles. Si la mujer moderna quiere algo de poder, las urnas son el único lugar donde puede llegar a conseguirlo.Pero James Juniper, Agnes Amaranth y Beatrice Belladonna, las hermanas Eastwood, se unen a las sufragistas de Nueva Salem y empiezan a buscar las palabras y los componentes olvidados capaces de convertir la revolución de las mujeres en la revolución de las brujas. Las hermanas se verán acechadas por sombras y todo tipo de males, perseguidas por fuerzas que no tienen intención de permitir que las brujas voten, o que vivan siquiera, y tendrán que indagar en magia antigua, forjar nuevas alianzas y solucionar los problemas entre ellas si quieren sobrevivir.Ya no hay brujas. Pero las habrá.
«Si no hubiese leído las historias de Felisberto Hernández en 1950, hoy no sería el escritor que soy». Gabriel García Márquez. «No es casual que la abrumadora mayoría de sus relatos haya sido escrita en primera persona (pero “Las Hortensias”, gran excepción, parecería volcarlo igualmente en el personaje central del cuento en lo que toca a las pulsiones más hondas, acaso las más inconfesables dentro del contexto de su ambiente y de su tiempo). Basta iniciar la lectura de cualquiera de sus textos para que Felisberto esté allí, un hombre triste y pobre que vive de conciertos de piano en círculos de provincia, tal como él vivió siempre, tal como nos lo cuenta desde el primer párrafo. Pero apenas lo reconocemos una vez más —buenos días, Felisberto, ¿cómo te irá ahora, tendrás un poco más de dinero, las piezas de tus hoteles serán menos horribles, te aplaudirán esta vez en los teatros o los cafés, te amará esa mujer que estás mirando?—, en ese reconocimiento que sólo ha tomado unos pocos párrafos se instala ya lo otro, el salto fulgurante a lo único que vale para él: el extrañamiento, la indecible toma de contacto con lo inmediato, es decir con todo eso que continuamente ignoramos o distanciamos en nombre de lo que se llama vivir». Julio Cortázar.