Después de una llamada telefónica Lena se ve obligada a regresar a su pueblo natal, Derma, después de quince años de ausencia. En la gran casa familiar se reencontrará con su madre, con quien nunca ha mantenido una relación cordial. Lena, sin ser esa su voluntad, tendrá que hacer frente a los secretos del pasado, y a lo que más temía, al hombre que provocó su marcha de Derma, y cuyo rostro es incapaz de recordar.
Natalie, una joven psicóloga, ve cómo su vida comienza a desmoronarse cuando su marido desaparece haciendo surf. Todo parece indicar que no ha sido más que un trágico accidente, pero una misteriosa llamada telefónica le incita a pensar lo contrario. A partir de ese momento, Natalie se embarca en una búsqueda de la verdad.
Jesse, un adolescente de trece años, se traslada al otro lado del mundo tras la trágica muerte de su padre. Conoce a John, un carismático joven con quien entabla una estrecha amistad, hasta que un accidente cambia sus vidas para siempre.
Dos historias aparentemente desconectadas. Cómo se entrelazan te mantendrá leyendo hasta altas horas de la noche. Y su inesperado final te resultará asombroso.
El sentido del pasado fue la última novela escrita por Henry James. Comenzada en 1899, el autor la abandonó provisionalmente en 1900; la retomaría después, en 1914, pero la enfermedad que dos años más tarde le provocó la muerte interrumpió definitivamente su proyecto. Se trata, pues, de una obra inacabada inacabable, según algunos expertos que ha apasionado a la crítica. Probablemente surcada por oscuros ecos autobiográficos, ha sido considerada como el testamento de un autor que revive aquí su propio pasado bajo los rasgos de un historiador americano, Ralph Pendrel, que, a partir del retrato de un joven antepasado inglés, con el que se identifica de algún modo hasta el punto de intercambiar sus papeles, emprende una fantástica inmersión en el tiempo. El antepasado de 1820 y el historiador de 1910 aquél obsesionado por el futuro, y éste, por el pasado se cruzan. Pero en este doble viaje en direcciones opuestas a través del tiempo, el vínculo entre las épocas se rompe, y el historiador corre el peligro de encontrarse encerrado, sin posibilidad de retorno, en el pasado. Calificado por Joseph Conrad como el máximo historiador de la conciencia refinada y por Borges como «uno de los más grandes escritores de nuestro tiempo», James ofrece en esta obra las mayores sutilezas de tema, tramas y personajes de toda su producción.
El señor Mani es una crónica envolvente de seis generaciones, que se adentra en el tiempo desde el Jerusalén de 1982 hasta mediados del siglo XIX. A través de los Mani, Yehoshúa nos habla de ese a veces fino pero inquebrantable hilo que une a padres e hijos. ¿Puede un hombre romper las cadenas que lo atan a su pasado? ¿Puede anular su identidad? A. B. Yehoshúa pone en escena cinco diálogos en los que una voz diversa nos guía entre las historias de ingratitud, heroísmo y generosidad de una familia movida por el sueño de la paz.
Hitomi entra a trabajar en una tienda de objetos de segunda mano en Tokio. «Esto no es un anticuario, sino una tienda de segunda mano», le advierte el señor Nakano el día en que hace la entrevista. Allí está Takeo, el joven asistente con quien inicia una extraña relación, y Masayo, la hermana del propietario que hace exposiciones con muñecas y cuya vida sentimental atormenta al señor Nakano, que se mantiene vigilante sobre todo y a quien pierden las mujeres. Un grupo que vagamente podría parecer una familia. Cronista delicada y elusiva, Kawakami nos ofrece en este libro, además de la historia entre Hitomi y Masayo, una sucesión de ventanas abiertas al Japón contemporáneo, en el que conviven los objetos de una tienda extravagante con la vaga melancolía de unos hombres y unas mujeres que nunca consiguen ser felices del todo.
La narración se sitúa en un paraje aislado de Las Alpujarras, donde una joven vive una desmesurada historia de amor con un hombre al que conoció fugazmente y que reside en Barcelona. La localización no está en función del pintoresquismo del paisaje sino de su soledad. «En una ciudad no existe quizá tanto la sensación de estar sola. En aquel paraje, sí… y cualquier persona adquiere una relevancia especial». De ahí la importancia de un segundo personaje femenino que participa de las ensoñaciones de la protagonista a través de unas sesiones de hipnosis. Así, la protagonista exterioriza sus sueños de amor ante su nueva amiga, y con la que surge una fascinación mutua.
El poder y la ambición guían los pasos de la saga de los Brucart, una familia presidida por la matriarca, Aurora, una mujer que ha convertido sus bodegas en un referente mundial en la elaboración de cava. Sin embargo, un accidente enturbiará la felicidad de la familia y un secreto cambiará para siempre el destino de sus vidas.La complicidad y el amor por la tierra, el duro trabajo en las viñas, las mentiras a media voz y la rivalidad entre los bodegueros de la zona son los ingredientes que se entretejen en este magnífico fresco de intrigas y relaciones familiares donde el cava emerge como un personaje con voz propia.Historia de redención y de retorno a los propios orígenes, El silencio de las viñas es una deliciosa novela cargada de sabor y misterio.
David Kolski, casado y con dos hijos, gestiona la construcción del rascacielos más alto de La Défense, el barrio financiero de París. Victoria de Winter, directora de Recursos Humanos de una multinacional, vive de una ciudad a otra, mezclando trabajo y placer en la cúspide de la sociedad. Cuando los dos se encuentran por azar, la chispa prende. El sistema Victoria es la historia de una obsesión y un thriller romántico. Su intensidad y su energía reflejan la avidez y el poder demoledor del capitalismo salvaje: el retrato implacable de una pasión devoradora.
Publicado por primera vez en 1892, El tapiz amarillo está escrito como el diario secreto de una mujer que, debilitado su gusto por el matrimonio y la maternidad, es obligada a una cura de reposo en el campo para remediar su «condición nerviosa», que en realidad sólo era una depresión posparto. Aunque ella desea escribir, su esposo y doctor se lo prohíbe, prescribiendo en cambio pasividad completa. Encerrada en su habitación, la protagonista crea una realidad propia más allá del dibujo hipnótico del desteñido tapiz amarillo, un dibujo que ha venido a simbolizar su propia reclusión. Narrado con soberbia precisión psicológica y dramática, El tapiz amarillo se destaca no sólo por la autenticidad imaginativa con la que pinta el descenso a la locura de una mujer, sino también por la fuerza de su testimonio de la importancia que la libertad y el autoempoderamiento tienen para la mujer.
Antón, viejo y enfermo, vuelve al barrio que lo vio crecer, en la antigua judería zaragozana, para embellecer su infancia, que no fue amable, y así morir en paz. Allí encontrará un barrio muy distinto a aquel de gente obrera que dejó. Hoy es un lugar mestizo, pero vital y bullicioso, donde la emigración ha hecho su asiento. En este mundo nuevo el amor y la vida saldrán a su encuentro. Hay en la novela una constante reflexión sobre la recurrencia de la vida, un eterno retorno, un eterno retorno simbolizado por el ouroboros que lleva tatuado la joven sudamericana que se enamora de Antón, el dragón que se devora a sí mismo, símbolo de lo absoluto, para renovarse eternamente. Pero no es un retorno circular, si no en espiral, un volver, como el de Ulises, para comprobar que su mundo lo ha abandonado, para descubrir un universo distinto, que no siempre lleva a un renacer, sino, simplemente, a continuar la aventura, a veces amarga, de vivir. Unos versos de Li-Po inspiran el título del libro, 'con hosco corazón los moradores de la casa que fue mía me acogieron, pero quizá de mí se acordaban las flores, pues me dan el mismo perfume que me dieron'. Su estilo es evocador, crepuscular y poético, y su prosa tersa y sencilla, aunque no carezca de crudeza en alguno de sus pasajes.
Sebastian Barnac tiene diecisiete años. Es un adolescente extremadamente tímido, guapo y con alma de poeta, que inspira cariño y ternura por sus facciones infantiles. Un verano viaja a Italia y en ese momento empezará realmente su educación. Bruno Rontini, un piadoso librero que le enseña sobre lo espiritual, y el tío Eustace, quien lo introduce en los placeres profanos de la vida, serán sus maestros. Pero todo ello tan solo es el pretexto para que Aldous Huxley cree una obra que va mucho más allá: una novela de ideas, una novela de caracteres, una crítica de la historia humana y un viaje a la realidad de lo desconocido; una novela que desgrana el comportamiento humano hasta que, en el epílogo, muestra, a la vez, toda su grandeza y toda su miseria. Publicada por primera vez en 1944 y considerada por el propio Huxley como su mejor novela, El tiempo debe detenerse parte de los celebrados versos de Shakespeare y, desde una ventana fascinante a la sociedad inglesa de los años veinte, nos impresiona por la genialidad de Huxley como narrador y creador de situaciones dramáticas, pero también, y sobre todo, por su asombrosa indagación en las contradicciones de la filosofía del siglo XX, la verdadera naturaleza del dolor, la esperanza y el tiempo.
Cuando Marian Taylor acepta un empleo de institutriz en el castillo de Gaze y llega a ese remoto lugar situado en medio de un paisaje terriblemente hermoso y desolado, no imagina que allí encontrará un mundo en que el misterio y lo sobrenatural parecen precipitar una atmósfera de catástrofe que envuelve la extraña mansión, y nimba con una luz de irrealidad las figuras del drama que en ella se está representando. Hannah, una criatura pura y fascinante, es el personaje principal de ese pequeño círculo de familiares y sirvientes que se mueven en torno a ella como guiados hacia un desenlace imprevisible. Pero Marian no puede saber si ese divino ser es en realidad una víctima inocente o si estará expiando algún antiguo crimen.
El vagabundo de las estrellas es la última novela que escribió Jack London. Es una feroz crítica de la tortura y de la pena de muerte, y una metáfora del placer emancipador de la lectura.Convicto por asesinato en la cárcel de San Quintín, Darrell Standing es sometido al castigo adicional de verse inmovilizado en una terrible camisa de fuerza. El tormento físico le dará acceso a otro plano de existencia en el cual puede recorrer sus vidas pasadas. La historia se desarrolla en 1913 y la novela es tan actual que no podemos sino estremecernos al leer uno de sus últimos párrafos: «He oído que Europa está en crisis desde hace dos años, y que hubo despidos masivos, y que ahora les llega el turno a los Estados Unidos. Eso significa que pronto puede haber una crisis económica, tal vez un ataque de pánico financiero, y que habrá más parados el próximo invierno, y que las colas del pan serán largas...».Por todo ello esta novela, formada por los relatos de las diferentes vidas de su protagonista, es un homenaje a la imaginación y a su enorme poder de evasión.
El viejo no dio importancia a aquel suceso que, sin embargo, iba a ser el preludio a su aventura. En un momento de descanso recibió en su oficina a una mujer que quería presentarle y encomendarle a una joven, su propia hija. Tuvo que recibirlas, ya que traían una carta de recomendación de un amigo suyo.El viejo, arrancado de sus asuntos y sin lograr quitárselos por completo de la cabeza, miraba aturdido la carta esforzándose por entenderla y librarse en seguida de la molestia que le ocasionaba.
Descrita como la novela más personal y autobiográfica de Irène Némirovsky, ‘El vino de la soledad’ recrea el destino de una adinerada familia rusa refugiada en París, y describe la venganza de una joven contra su madre, motivo que la escritora ya había tratado en esa pequeña joya literaria que es ‘El baile’. Con una mirada inteligente y ácida, la novela sigue a la pequeña Elena de los ocho años a la mayoría de edad, desde Ucrania hasta San Petersburgo, Finlandia y finalmente París, donde la familia se instala tras el estallido de la Revolución rusa, en un recorrido paralelo al que realizó la propia autora. Irène Némirovsky mostró desde joven un talento excepcional. Su trágica muerte, a los treinta y nueve años en un campo de concentración, puso fin a una obra magistral, que ha sido redescubierta con enorme éxito. ‘El vino de la soledad’ es otra magnífica novela de esta escritora maravillosa, lúcida y brillante.
¿Qué harías si solo te quedase un día de vida? A Dylan Swift solo le queda un día de vida, 24 horas para cerrar todos los capítulos de su vida y tratar de encontrar a los responsables de la terrible situación en la que se encuentra. Un frenético y adictivo viaje en primera persona que llevará al lector hasta los auténticos cimientos que sustentan la sociedad en la que vivimos. Dylan Swift tendrá que enfrentarse a todos sus errores, a todas esas cosas que alguna vez se dejó a medias, la vida de su familia está en juego, y hará lo imposible por ella. Una experiencia tan intensa como la propia vida. Una historia de superación y lucha como nunca antes se ha visto. Una inolvidable novela que dejará al lector sin palabras.
Desde niña, Amalia vive obsesionada por la muerte de una de sus tías, a la que no llegó a conocer pero de la que lleva su nombre. El entorno en el que vive se presta a la especulación, ya que sus tres tías acostumbran a convertir la realidad en algo confuso y plagado de contradicciones. En una elegante casa de familia bien venida a menos, todo es controlado con mano férrea por la tía Celia, que esconde un secreto que la protagonista descubrirá, y que no dudará en relacionar con esa misteriosa y no aclarada muerte. Aunque lo que más angustia a la joven es no saber apenas nada de sus padres, a los que perdió a los pocos meses de nacer. Desde entonces, la tía Celia ha urdido una sucesión de falsedades en torno a su origen que han hecho que Amalia se vea obligada a buscar la verdad por sí misma. Cuando con dieciséis años creía haber superado sus antiguos temores, la protagonista encontrará un diario que la hará regresar a ese mórbido universo familiar, en el que cada nuevo dato está a su vez envuelto en el misterio. Las diversas incógnitas se irán despejando paulatinamente hasta llegar al último recodo de esta novela, en el que una revelación inesperada imprimirá un definitivo giro al relato. «El último fado» mantiene en vilo al lector a lo largo de sus páginas, sin darle tregua para recuperarse. En esta asombrosa obra conviven rasgos del género policíaco con los de la narrativa psicológica, en una hábil mezcolanza que provoca el aplauso a su conclusión.
Narcisista, vulgar, millonario, infantil, acomplejado, soberbio, displicente, inútil, infatuado, estereotípico, incapaz, irresponsable: Barry Cohen está sobradamente cualificado para ser la desastrosa encarnación del sueño americano. Cuando, acosado por los problemas empresariales, le informan de que a su hijo le han diagnosticado autismo, decide dejarlo todo, abandonar a su familia y embarcarse en una odisea caótica e hilarante en la que recorrerá Estados Unidos en autobús buscando un amor ideal, irreal y perdido hace años. Este viaje de autoconocimiento capaz de arrasar con todo, en el que Barry irá entablando estrambóticas relaciones con quien sale a su paso, es el fiel reflejo de la huida hacia delante de una América que ha perdido el control de sí misma. Este es, a fin de cuentas, el presente de un país que quiere ser grande otra vez, quizá monstruosamente grande. Mediante la exageración, la deformación y un sarcasmo irrefrenable, Shteyngart pone en la diana el espíritu de la época en una novela corrosiva, escandalosa y tremendamente divertida.
Cuando Catherine conoce al guapo y seductor Lee, parece demasiado perfecto para ser verdad. Es misterioso pero muy atento con ella, y sus amigas lo adoran. No siempre, sin embargo, las cosas son como parecen. La personalidad maniática, controladora y extremadamente violenta de Lee va acorralando a Catherine en un matrimonio asfixiante y aterrador del que lucha por escapar. Aislada, horrorizada, sin nadie con quien contar, al fin lo consigue, pero las secuelas son demasiado hondas. Ahora Catherine debe enfrentarse a sus miedos y obsesiones enfermizas, e intentar empezar una nueva vida. Puede que lo consiga, puede que algún día esté libre de que nadie vuelva a hacerle daño, pero una llamada telefónica la sumerge de nuevo en la peor de sus pesadillas.
Un grupo de amigos parte de la Ciudad de México hacia Real de Catorce: Lorenzo, un editor literario con temor a ser leído, conduce un Peugeot sucio y raspado; junto a él viaja Mauro, anarquista pero hijo de uno de los hombres más ricos del país, y en el asiento trasero va Javiera, de una belleza casi tan extraordinaria como su torpeza. Las demás van en una Liberty: Karla dejó a su pequeña hija encargada en casa con su pareja; Denisse tiene hambre casi todo el tiempo y no da permiso de fumar en su camioneta, cosa que padece sobre todo Irene, quien aparte de buscar ocasiones para prender un cigarro, está ansiosa por ver a un hombre prohibido, Claudio, otro amigo con quien se encontrarán en el viaje. Los siete tienen vocación por la fiesta y por diversas sustancias, personas y cosas, entre ellas el amor que comparten, y que es su ancla en la vida. Ahora van camino al desierto. Un evento inesperado los fisuró y los impulsó a honrar la promesa de hacer juntos un viaje al interior, donde podrían reencontrarse... o perderse para siempre.