Por primera vez en castellano el relato de un viaje asombroso realizado en solitario por una mujer que hizo época al retratar los misterios del inexplorado Japón del siglo XIX. Aislado, cerrado a los extranjeros, muy pocos occidentales se adentraban en el interior del país, e islas como la actual Hokkaidō, guardaban secretos sin desvelar. Auténtica pionera, mujer valiente, de sólidas convicciones, y más que probada curiosidad, Bird atraviesa la espina dorsal del norte de Japón mostrando la ignota vida rural y visitando remotas tribus aborígenes como los antiquísimos ainus, de cuya cultura poco o nada se tenía noticia en Europa. No será un viaje fácil, ni cómodo. A pie, a caballo, en barco, sampán o kuruma, allá donde va despierta curiosidad y su presencia convoca muchedumbres asombradas. Valiente y nada convencional, la vemos disfrutar a pesar de la comida, las pulgas, la dificultad de los caminos, o la ausencia de intimidad en las chadoyas, mientras que su afilada mirada nos desvela un Japón rebosante de prodigioso encanto. Traducido y editado con esmero por el profesor Carlos Rubio, su lectura revive hoy el hechizo de una cultura, lejana y distinta, que no deja de sorprendernos.
Desde los días de Hernán Cortés han circulado rumores sobre una ciudad perdida con inmensas riquezas escondida en alguna parte de Honduras, llamada la Ciudad Blanca o la Ciudad Perdida del Dios Mono. Los pueblos indígenas hablan de ancestros que huyeron a ese lugar para escapar de los conquistadores españoles, y advierten que cualquiera que entre a esta ciudad sagrada enfermará y morirá. En 1940, el periodista estadounidense Theodore Morde regresó de la selva con cientos de objetos antiguos, asegurando haber encontrado la Ciudad Blanca. Sin embargo, se suicidó sin revelar su ubicación. Tres cuartos de siglo después, el escritor Douglas Preston se unió a un equipo de exploradores en una nueva aventura. A bordo de un viejo avión monomotor, y gracias a un avanzado dispositivo láser, descubrieron la imagen inconfundible de una metrópoli entre el denso follaje selvático. Aventurándose en esta tierra salvaje, Preston y el equipo de investigadores se enfrentaron a lluvias torrenciales, arenas movedizas, insectos portadores de enfermedades, jaguares y serpientes. Sin embargo, no fue sino hasta su regreso que la tragedia los golpeó: Preston y otros descubrieron que habían contraído una terrible enfermedad en las ruinas. Intrigante e impactante, plagada de aventuras estremecedoras y dramáticos giros de tuerca, «La Ciudad Perdida del Dios Mono» es el recuento verídico de uno de los grandes descubrimientos del siglo XXI.
Pedro Menéndez de Avilés, conquistador de La Florida y fundador de San Agustín, la ciudad más antigua de Estados Unidos, ofrece una personalidad mezcla de grandeza y violencia que se repite en tantos personajes de la historia del Nuevo Mundo en el siglo XVI. Es el gran protagonista de esta obra. Pero no el único. La Florida, desde su descubrimiento en 1513 por Ponce de León, constituyó un foco de atracción para los españoles; la permanente situación de penuria a la que éstos se vieron condenados en el territorio recién explorado es una aportación reveladora del libro. Para completar la obra, la autora ha tenido el buen criterio de dedicar una parte muy novedosa a los indígenas de La Florida del siglo XVI con los que entraron en contacto los españoles.
El libro de Gómez Carrillo ofrece un itinerario válido a posibles viajeros lectores más o menos fetichistas que aún busquen esa Grecia luminosa degustada en decenas de poetas europeos —Goethe, Keats, Hölderlin, Byron, Leopardi, Yourcenar…— y que viajen o lean sin poder o sin querer desprenderse de sus amados prejuicios prohelénicos. Gómez Carrillo hablará hoy a aquellos que se saben fatalmente atraídos por la vieja Grecia y quieran reenamorarse de la nueva —de su nueva edad—, a sabiendas de que es más vieja, más estridente, menos vigorosa, menos juvenil. AURORA LUQUE
En 1905, Enrique Gómez Carrillo (1873-1927) emprendió un viaje para realizar un reportaje sobre la situación sociopolítica en Rusia. El tema era extremadamente actual: no sólo por la fascinación de la época hacia lo exótico y el auge de los relatos de viaje que ocupaban un lugar privilegiado en los periódicos de finales del siglo XIX, también porque el país estaba viviendo un momento crítico: la guerra contra Japón y la multiplicación de huelgas, disturbios y levantamientos militares que confluyeron en la masacre obrera del Domingo Rojo en San Petersburgo. Gómez Carrillo, autor prolífico guatemalteco, conocido como el Príncipe de los Cronistas (escribió más de ochenta y siete títulos, entre novelas y ensayos, y más de tres mil crónicas), se sumergió en la terrible realidad del régimen del zar Nicolás II y recogió sus impresiones en esta obra: una crónica cruda y desoladora de la Rusia prerrevolucionaria. En ella efectúa una descripción desgarradora del país y de las instituciones que lo regían: el zar y su Corte, el clero ortodoxo, los movimientos de los obreros y estudiantes, la discriminación de armenios y judíos. Sus impresiones de viaje muestran una innegable rigurosidad periodística. Si Gómez Carrillo tuvo fama de aventurero, frívolo, bohemio y egocéntrico, con esta obra confirma que fue, además, un escritor comprometido que supo erigirse como una figura insoslayable de la crónica y la literatura de principios del siglo XX, impulsando la nueva estética vanguardista de la época.
Las mejores anécdotas y experiencias de un viajero vocacional. Cronista de culturas y países diversos y lejanos, Javier Reverte ha escrito una prolífica obra, fruto de sus viajes por Latinoamérica y África. Como niño, como turista, como enviado especial, como periodista o como escritor, Reverte recuerda los escenarios geográficos más variados, así como personajes de todo tipo. Un libro de recuerdos e impresiones que ofrece una semblanza intimista de un viajero impenitente.
Isidre Ambrós, corresponsal de La Vanguardia en Pekín y Hong Kong durante una década, se sumerge en una sociedad muy reservada ante los extranjeros, como es la china, para narrar el perfil menos conocido del pais que aspira a desbancar a Estados Unidos del liderazgo planetario. A través de sus viajes, cual Marco Polo del siglo XXI, por toda la vasta geografía china, conversa con ciudadanos de toda condición que nos ayudan a comprender la evolución y el día a día de una sociedad de un funcionamiento muy distinto a la nuestra: al mismo tiempo que está controlada férreamente por el Partido Comunista, se esfuerza por enriquecerse como pocas, algo perceptible en la mentalidad de todos y cada uno de los hombres y mujeres con los que conversa Ambrós. Una parte importante del libro lleva al corresponsal a profundizar sobre la capacidad de China para luchar contra las epidemias. A ello se dedica el capítulo inicial del libro, titulado "El bisturí chino", que narra momentos y protagonistas clave de la pandemia de la COVID-19.
En septiembre de 1889, Benito Pérez Galdós tomó un tren en Newscastle para realizar un viaje que planeaba desde hacía años: visitar la casa de Shakespeare en Stratford-on-Avon. La aventura de aquella peregrinación en busca de las huellas de uno de los grandes genios de la literatura universal la incluyó en 1906 en el libro Memoranda. Este breviario recupera también, a manera de prólogo, el capítulo de sus memorias dedicado a Inglaterra, donde el gran narrador español refleja el especial interés que siempre sintió por la literatura y la organización política de Gran Bretaña, lo que pone que manifiesto su modernidad y curiosidad intelectual, a la vanguardia de la mayoría de los escritores europeos de su época. Viaje físico y emocional de Pérez Galdós a Straford, crónica de viaje en la que el espacio urbano y la literatura se hermanan a través del genio universal inglés.
'La colina de Devi' es el relato que hizo E.M. Forster de dos viajes que realizó al estado indio de Dewas Senior en 1912 y 1921, como secretario particular del Maharajá de Dewas Senior. Consiste en su mayor parte en cartas escritas a su madre, así como a otros parientes y amigos junto con pasajes narrativos en los que comenta sus experiencias en la India. La colina de Devi transmite toda la emoción, la diversión y la curiosidad que suscitaron en Forster sus experiencias personales. El autor consideró su estancia en la India como 'la gran oportunidad' de su vida, y empleó más tarde buena parte del material que aparece en este libro para su novela más famosa, 'Pasaje a la India'.
Desde comienzos del siglo XIX, el Polo Norte encendió la imaginación y avivó el deseo de exploración y conquista de numerosos aventureros, científicos y expedicionarios que veian en él algo más que «un punto sin extensión, magnitud o grosor alrededor del cual gira el eje terrestre». Se rumoreaba que esos inaccesibles parajes escondían una misteriosa isla de basalto; otros sostenían la existencia de un inmenso mar cálido, y muchos —estadounidenses, británicos, noruegos, alemanes, austrohúngaros e italianos— arriesgaron la vida para acercarse un poco más a los ansiados 90° de latitud norte. En esta trepidante crónica, seguimos los pasos de exploradores como John Franklin, Elisha Kent Kane, Fridtjof Nansen o Robert Edwin Peary, quien supuestamente fue el primer ser humano que pisó el polo en 1909. En sus arriesgadas travesías, más de un jefe expedicionario desapareció para siempre con toda su tripulación; otros sobrevivieron a duras penas al escorbuto, a la congelación, a temperaturas de casi 70° bajo cero o a sus propios delirios de grandeza. Basándose en los vívidos diarios de a bordo, en los relatos periodísticos de la época y en una exhaustiva documentación, Fergus Fleming reconstruye en estas páginas una de las últimas epopeyas de la humanidad, en la que se mezclan rivalidades internacionales, afán de aventuras y el heroísmo más desinteresado.
En 1938, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, una expedición nazi partía de la India británica en una misión auspiciada por el Reichsfürer de las SS, Heinrich Himmler. Su objetivo: descubrir los orígenes de la raza aria en las cumbres del Tibet. Guiaban la expedición dos personalidades muy complejas: Ernst Schäfer, un científico riguroso y competente para quién el nazismo era un atajo a la gloria, y Bruno Beger, un antropólogo cuya teorías raciales encontraron el mejor laboratorio en Auschwitz.
Emilio Frugoni (1880-1969) fue abogado, escritor, poeta, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República y parlamentario uruguayo (fue el primer diputado socialista en el Uruguay). Ministro plenipotenciario del Uruguay en la URSS desde el año 1944 a 1946. Producto de esa estadía en la URSS escribe el libro ´La Esfinge Roja´, en el cual hace un diagnóstico de la situación en la URSS en esa época.
La frontera de Rusia es la más extensa del mundo. Erika Fatland nos acompaña a través de un viaje por catorce países que comparten frontera con Rusia, desde Corea del Norte hasta Noruega, sin olvidar un largo rodeo por el Paso del Noreste. El viaje transcurre por paisajes majestuosos y sociedades muy diferentes entre sí, que tienen una sola cosa en común: “somos todos vecinos de Rusia”. Es también un viaje por la dramática historia de estas naciones, pues la cercanía a este poderoso imperio ha dejado una terrible huella en cada uno de ellas.
Sierra Morena es una tierra de nadie. Frontera física entre el centro y el sur de España, esta cadena montañosa casi despoblada ha acogido a lo largo de los siglos bandoleros, contrabandistas, ermitaños, poetas y otros personajes extraordinarios, cuando no sobrenaturales. Atento a la historia y a los pequeños detalles, Manuel Moyano nos la redescubre con una nueva mirada, obteniendo como resultado un título memorable de la literatura de viajes.
El último viaje de Javier Reverte.
¿Dónde se encuentra la línea que divide Asia de Europa? ¿Dónde comienza Oriente entendido como geografía y como sentimiento?
Javier Reverte escogió esa frontera vaporosa y vulnerable, la más antigua del mundo, para realizar su último viaje. Eligió como puerta de entrada Estambul y su magnífico estrecho del Bósforo para después adentrarse en tren hasta remotas tierras iraníes. El resultado es un recorrido hermoso y nostálgico que se detiene tanto en las páginas de la historia antigua —tras la fulgurante estela de Alejandro Magno— como de la contemporánea —las guerras y revoluciones que marcaron el convulso siglo XX—, y que nos recuerda por qué Javier Reverte fue el mejor escritor de literatura de viajes en lengua castellana.
Quería ir a Oriente Próximo, una región cuyo nombre resuena a inmensidad, ancianos imperios, guerras estremecedoras, ejércitos perdidos, ciudades enterradas, religiones muertas, viejas lenguas enmudecidas; también a pogromos y genocidios, sanguinarios sultanes, guerreros feroces y reyes belicosos, y junto a todo ello, a sensualidad, aventura y poesía. Javier Reverte.
Los mejores escritos de Félix de Azúa sobre ciudades y ciudadanos, sobre urbes y urbanitas. Este libro recoge -ahora en una nueva edición corregida y aumentada- los escritos de Félix de Azúa sobre la ciudad, un compendio de crónicas de viaje, reflexiones, observaciones, panorámicas e interiores que conforma una lúcida y bella meditación acerca de ese espacio pétreo que a lo largo de la historia se ha ido convirtiendo en el único hogar del hombre. En estas páginas, siempre con inteligencia y humor, Azúa viaja a Venecia, Munich, Berlín, Hamburgo, Basilea, Madrid o Sevilla, examina a ciudadanos, políticos y turistas, descubre olvidados rincones, revive calles desaparecidas y, sobre todo, sigue manteniendo un diálogo tenso con la literatura y las artes como máxima expresión de lo humano en el seno de la urbe.
La idea de viajar a Sajalín, una remota y enorme isla en aguas del Pacífico, al norte de Japón, que albergaba en la época una colonia penitenciaria, y escribir «cien o doscientas páginas» sobre ella se le ocurrió a Chéjov a principios de la década de 1890. «La isla de Sajalín» puede considerarse el primer reportaje sobre un presidio, realizado con criterios modernos de objetividad.
El himalayista lemoarra Alex Txikon conseguía en el invierno de 2016 llegar hasta la cumbre del Nanga Parbat. Era su segundo intento y la primera vez que una expedición lograba conquistar esta cima en invierno. También iremos un año después con él al campo base del K2, donde recibió la noticia de la desaparición de Daniele Nardi y Tom Ballard en la ruta Mummery del Nanga Parbat. Alex no dudó en poner en marcha una expedición de rescate y encontrar a estos dos montañeros.Seremos testigos de sus pensamientos, sensaciones, sentimientos, vivencias y sufrimientos. Nos contará los problemas surgidos en el grupo, la marcha de Daniele Nardi, la incorporación de Simone Moro y Tamara Lunger, las andanzas con Ali Sadpara Reiremos con ellos, nos preocuparemos, pasaremos miedo, también un frío de mil demonios y se nos meterá hasta los huesos el aire helado. Pero la recompensa estará en la cima del Nanga Parbat y en el descenso con éxito.
Una travesía fascinante con más de 100 fotografías siguiendo el increíble viaje de Harry Rutstein, el único hombre en la Historia que ha recorrido el mismo camino de Marco Polo en el siglo XIII, partiendo desde Venecia y cruzando por Israel, Turquía, Irán, Afganistán, Pakistán, hasta llegar finalmente a la China. Desde Venecia hasta Pekín, revivimos, paso a paso, los casi veintiún mil kilómetros que recorrió aquel comerciante que, con su historia, cambió la percepción del mundo. Harry Rutstein nos relata la crónica intensa de ese largo viaje, realizado durante diez años en tres diferentes expediciones. Utilizando todos los medios disponibles —caballos, camellos, tractores, balsas hechas de piel de cabra…— ha conseguido autentificar el legendario viaje del mercader del siglo XIII.
Cuando el día 1 de agosto de 1914 el Endurance zarpó desde el puerto de Londres, una euforia extraña, mezcla de orgullo y temor, dominaba la tripulación: por primera vez en la Historia, un puñado de hombres intentaría cruzar a pie el continente antártico.
La misión casi parecía imposible, pero la voluntad de Sir Ernest Shackleton, el jefe de la expedición, era capaz de convertir cualquier conjetura en algo palpable y cierto. Ni siquiera en octubre de 1915, cuando el Endurance se quedó atrapado y hubo que abandonar su carcasa agonizante, los ánimos flaquearon: asentados en un témpano de hielo y embutidos luego en tres pequeños botes salvavidas, Shackleton y sus hombres sobrevivieron, enfrentándose al terror de la larga noche polar.
La madrugada del día 20 de mayo de 1916, los obreros que trabajaban en la estación ballenera de Stromness vieron acercarse una figura insólita, con la ropa hecha jirones y el pelo suelto a media espalda: tras casi quinientos días sin pisar tierra firme, ahí estaba Sir Ernest Shackleton para comunicar al mundo entero que él y su gente habían conseguido huir de la cárcel de viento y hielo que a punto estuvo de convertirse en su tumba.
La prisión blanca es el testimonio vívido de esta aventura que ensanchó los límites de la realidad para que ahí cupieran los sueños de unos hombres valerosos.