¿Y si fuese posible reconocer a todos los políticos, policías o empresarios corruptos por una marca indeleble en su cara? ¿Y si un simple peón pudiese cruzar todo el tablero para transformarse en reina, o al menos en princesa, y dar mate al rey enemigo? ¿Y si una simple joven pudiese hacer tambalear todo el sistema político, económico y social de un país? Unos estudios de químicas, un futuro prometedor y una familia sencilla son los puntales que sostienen la vida de Álex en Colombia hasta que un cartel de la droga se cruza en su destino. Desde ese momento, y temiendo que su vida acabe de una forma tan violenta y repentina como la de su pareja, Álex solo tiene una idea en la cabeza: escapar. Por eso, cuando su prima Paula Andrea le habla de la posibilidad de viajar a Madrid con un incierto contrato de trabajo, no lo piensa; coge los mil euros que le ofrece la organización y embarca hacia una nueva vida. Pero su sueño de futuro en España, como el de miles de inmigrantes, es truncado por la dura realidad. Maltrato, violencia, humillación. Álex se promete que saldrá con vida de ese infierno para vengarse. Sin embargo, en el momento en el que empieza a hilvanar su audaz plan, se da de bruces con un sistema de oscuras ramificaciones en el narcotráfico, el blanqueo de dinero, el tráfico de armas y mujeres, y la corrupción de altos vuelos. Otros dos protagonistas, un enigmático motero que esconde un secreto y una joven y osada guardia civil, la ayudarán en su propósito. En Operación Princesa, Antonio Salas y su peculiar alter ego cabalgan sobre dos ruedas para componer este inolvidable thriller cuyo tema central es la galopante corrupción que asola nuestro sistema.
«Soy un payaso y colecciono momentos», con estas palabras se describe a sí mismo Hans Schnier, un artista venido a menos, destruido por la pérdida de un horizonte social y personal que le es tan ajeno como la felicidad que le ha sido vetada. Narrada en primera persona, Opiniones de un payaso es la obra con la que Heinrich Böll se situó definitivamente en el centro de la conciencia alemana, no solamente de la literaria sino sobre todo de la moral, política y religiosa. Católico ferviente, Böll se sintió obligado a manifestar su repugnancia ante las formas de adulteración y perversión que ciertos elementos representativos del catolicismo alemán creyeron conveniente adoptar con el fin de defender posiciones del poder político. A través de la irónica, inconformista, y a la vez conmovedora historia de «su payaso», Böll quiso devolver al catolicismo la conciencia de su espiritualidad y de sus deberes con las personas y sus humildes y patéticas pasiones individuales. Humor y ternura convierten estas páginas en el magistral retrato de una sociedad hipócrita y materialista, en una crítica feroz y sobrecogedora.
«El amor no llora jamás como llora la sangre.» En esta certidumbre se basa la novela de Hubert Haddad, un relato trágico, realista y contundente a la vez. En el corazón de un Afganistán desgarrado, un muchacho de 12 años, Alam, es descubierto inconsciente tras una ráfaga de disparos. Comienza un descenso obsesivo a los infiernos. Alam lo ha perdido todo durante la guerra, hasta el nombre de pila que ha tomado prestado de su hermano, e inicia una huida hacia un mundo que le roba poco a poco la infancia. Sintiéndose acorralado como un animal, sin familia y sin lugar en ninguna parte, llega a los suburbios de una gran metrópoli europea, junto a los drogadictos y los locos. De esta forma, debido a un contacto demasiado precoz con la guerra y con adultos sin escrúpulos, Alam pierde su inocencia y se convierte así en un arma terrible. Se trata de una novela que sacude al lector, apoyada en una escritura a la vez poética y violenta, en la precisión de las atrocidades cometidas. Hubert Haddad no ahorra ningún detalle y presenta un catálogo de todos los horrores engendrados por el fanatismo. Magnífica y aterradora, Opium Poppy nos hace reflexionar sobre la suerte de los niños en la guerra; sobre la acogida o, más bien, la falta de acogida que les reserva Europa; sobre nuestro mundo cruel e injusto. Una novela que golpea en el lugar adecuado.
Os contaré la verdad, segunda incursión de Fernando Sanmartín en el género de la novela tras Te veo triste, tiene como protagonista a Thérèse, una parisina nieta de un exiliado español e hija de un afamado actor y de la dueña de una agencia inmobiliaria. Thérèse trabaja en una galería de arte de París y mantiene una relación estable con François, un arquitecto con el que tiene previsto casarse y formar una familia. Un día conoce en el gimnasio a Jean, un abogado que vive a caballo entre París y Reims, y comienza una relación paralela con él. Atenazada por las contradicciones y las dudas, pero incapaz de romper con ninguno de ellos, decide organizar una cita con los dos hombres de los que está enamorada para desenredar la madeja en la que se ha convertido su vida, aunque es consciente de que lo más probable es que ni François ni Jean quieran continuar con ella tras enterarse de la verdad. Thérèse planifica el encuentro con cuidado, pero no tiene en cuenta que, a veces, el destino hace acto de presencia para desbaratar nuestros planes. Narrada con pulso narrativo firme y punteada de imágenes de gran poder evocador, Os contaré la verdad es, ante todo, el espléndido retrato de una mujer valiente que antepone sus sentimientos a las convenciones sociales.
Rubén Almazán ha decidido tomar un viaje que cuestiona su moral mientras una tormenta de proporciones inusuales azota la costera del país. Los recuerdos de su padre, fallecido meses atrás, comienzan a invadirlo. Atrapado en la tormenta tendrá que rectificar y ajustar cuentas con el pasado de sus familiares. Ana, su esposa, espera en casa y en la soledad comienza a cuestionar la solidez de su relación con Rubén. Se encuentra atormentada al darse cuenta que el rumbo de su vida no es el que había fijado años atrás. La soledad se convierte en locura cuando parece que un alguien entra a su casa. Alguien que le recuerda la persona que no es y que en última instancia hará que Ana se enfrente contra sus demonios internos... y contra algo más.
Durante la revolución islámica de Irán, un preso se refugia en sus recuerdos familiares. Su firme apego a la libertad es lo único que le da fuerzas para sobrevivir. Shiraz, 1982: tras el triunfo de la revolución islámica en Irán, cambian muchas cosas en el país. Isaac Amin, comerciante de joyas judío de considerable fortuna, es encarcelado bajo la acusación de ser un espía sionista. En la cárcel Isaac va a conocer el sufrimiento que producen la injusticia, los abusos, la tortura. Su único consuelo: el recuerdo de su esposa Farnaz y de sus hijos, Parviz que estudia en Nueva York, y Shirin de diez años de edad. Son los ojos de la pequeña Shirin los que, a través de su inocencia, su espontaneidad y su rebeldía, van a servir de contrapunto a la desgarradora realidad de una familia que debe enfrentarse a la arbitrariedad, a la destrucción. Dalia Sofer recrea en esta conmovedora novela, inspirada en sus propias vivencias, un fragmento de nuestra historia contemporánea, un momento de oscuridad en cuyo fango brillan, como una flor, el amor y la esperanza.
La fecha decisiva para la carrera política de Manuel Herrera está muy próxima y, sin embargo, su cuerpo parece querer traicionarlo: no puede dormir y el nerviosismo le impide concentrarse ahora que más lo necesita. Los médicos han sido incapaces de remediar su padecimiento y no hay secretario, escolta o servidumbre que lo saque de este trance. Sabiendo el peso de cada minuto en el futuro inmediato, Manuel Herrera arriesga un paréntesis en su vida para acudir a la terapia que imparte una misteriosa mujer, cerca del pueblo en el que transcurrió su infancia. Comienza así un viaje solitario que se extenderá del espacio al tiempo y al cabo del cual descubrirá la verdadera causa de su desasosiego.Otra vez lunes es un retrato del poder y sus tortuosas vías de acceso: es también un perfil literario muy fino de la compleja personalidad que puede ocultarse tras el estereotipo del advenedizo, y es, por último, la historia de un hombre en equilibrio en el delgado filo que separa el dominio absoluto del absoluto olvido.
Otro país es una evocación de la felicidad. En el deslumbrante, estrecho y grandioso Nueva York de los años 50, los personajes de la más célebre novela de James Baldwin agotan sus vidas en el intento de comunicarse, de amarse, de buscar un consuelo en la piedad y el corazón del otro. Algunos fracasan, como Rufo, pero muchos, como Vivaldo e Ida, Cass y Eric, ejercen la suprema valentía de salvarse. En realidad, Otro país es el gran intento del amor: unos seres que existen en el enrarecido clima racial de esos años van a tratar de entender la injusticia de la marginación, van a buscar en el abrazo, acaso fingido, los restos dispersos de la solidaridad, sintiendo por encima de todo la nostalgia de ese otro país, de ése pareciera lejano país, el país del amor.
En el contexto de una Rusia sacudida por la reforma agraria y la abolición de la servidumbre, dos estudiantes, Evguéni Bazárov y Arkadi Kirsánov, regresan a sus casas, en provincias, después de tres años de ausencia. El reencuentro con sus progenitores pone de manifiesto los conflictos generacionales a través de los cuales Turguéniev hace un retrato magnífico de una sociedad que busca una salida a la profunda crisis en la que está inmersa. De los diálogos y reflexiones de sus personajes, el autor hace fluir las teorías políticas, filosóficas y científicas del momento, de las que Bazarov, personaje central de la novela, se hace eco configurándose como el prototipo de personaje nihilista. Padres e hijos, considerada como la obra cumbre de Turguéniev y uno de los hitos del realismo ruso, logra romper las barreras del espacio y el tiempo y sorprender, todavía hoy, por la modernidad de sus planteamientos.
«No es solo la mejor novela de Turguénev, sino una de las obras más brillantes del siglo XIX» (Vladímir V. Nabókov). De una novela titulada «Padres e hijos» puede esperarse, por supuesto, un conflicto generacional, entre lo viejo y lo nuevo, entre lo que está a punto de desaparecer y lo que está a punto de venir… y más en la Rusia que ve acercarse inevitablemente con la liberación de los siervos el fin de una época. Lo que quizá no sea tan esperable es que, en este conflicto, quienes tengan el poder, quienes impongan, a veces tiránicamente, sus condiciones, sean los hijos… frente a unos padres cansados pero amantísimos, deseosos de pasar el relevo con una entrega que roza el servilismo. Turguénev coloca justo en el centro de este mundo frágil a uno de los héroes clave de la literatura rusa y universal, el estudiante de medicina Bazárov un «hipster nihilista», según el joven novelista norteamericano Gary Shteyngart, que, no siendo todavía médico, ya descree de la medicina: es más, si no cree en sus padres, aún cree menos en su propia generación. Dotado de una energía prodigiosa para el sarcasmo, la negación y la paradoja, y de un carisma que seduce a la vez que aleja a todo el mundo, este personaje descomunal pone a prueba de una patada el sistema estamental, el orden caballeresco, el ideario filosófico y la red de afectos en que se sustenta la sociedad de su tiempo… e incluso desafía, en sí mismo, cómo no, al amor… «Padres e hijos» (1862) fue la obra más polémica de su autor. Le ganó enemigos en el bando de sus amigos y amigos en el de sus enemigos. Por su complejidad no es difícil adivinar por qué.
¿Te imaginas que tu padre, en su lecho de muerte, te confiesa que la noche del 23-F mató a un hombre? Te sorprendería, ¿verdad? Pues eso es lo que les pasó a Annabel, Albert y Nina, los tres protagonistas de Palabas a medias, que el 23 de febrero de 1981 tenían unos veinte años. A través del relato de cada uno de ellos, descubriremos que nadie es lo que parece y que todos los hermanos, sin saberlo, están enredados en una misma trama relacionada con contrabando, perfumes y desengaños amorosos de consecuencias imprevisibles. Una novela en la que lo que menos importa es lo que aconteció en el Congreso de los diputados aquella tarde del mes de febrero… De hecho, ninguno de los miembros de esta familia se enteró demasiado.
Palabras de diario es una antología de textos del periodista Antonio García Barbeito. Sevillano convencido y reconocido, trata múltiples temas por medio de la prosa poética que caracteriza sus colaboraciones en prensa y en radio. Recuerdos de la infancia,sucesos atemporales que le permiten hablar de Andalucía, de personajes anónimos que alcanzan su momento de gloria por haberse cruzado con él, de amores, amigos y mujeres que ya sólo perviven en su mente. Cerca de ciento cuarenta fragmentos en los que esboza su visión de la vida y de su tierra. Abre el libro un prólogo del periodista Fernando Ónega y lo ilustran veinte acuarelas de Aurelio Domínguez.
Se cuenta que Enrique Lafourcade escribió Palomita Blanca en 18 días para probarle a su hijo que lo comprendía como adolescente. En efecto, es una novela sobre las inquietudes de los jóvenes chilenos que, a principios de la década de los setenta, viven en una época de grandes cambios. También, Palomita Blanca es la historia de amor de dos adolescentes que pese a sus diferencias sociales desean estar juntos. Palomita Blanca cuenta hoy con más de 40 ediciones y ha vendido más de un millón de ejemplares.
A medio camino entre la memoria y la ficción, «Pan negro» gira en torno a Andrés, un muchacho que crece en los años más crudos de la posguerra. Él pertenece al bando de los perdedores: su padre, hombre de firmes ideales republicanos, ha sido encarcelado por «rojo»; su madre se ha visto obligada a trabajar en la fábrica y confía a su hijo a unos parientes que viven en el campo. Poco a poco se produce un cambio sustancial en Andrés, que de perdedor pasa a sentirse ganador, en una metáfora del país que asimila la derrota y acepta, con pasividad, una victoria que no es la suya. A pesar de vivir lejos de sus padres, en un clima de miedo palpable, el tiempo en la masía está lleno de sentimientos y descubrimientos: el misterioso mundo de los adultos y los primeros pasos en las sendas del sexo. Es también un tiempo de amistades valientes, de cuentos explicados a la vera del fuego, de juegos al aire libre, de pan con vino y azúcar… de pan negro.
Después de año y medio de terapia con Patricio, Carlos comprende que la personalidad de su paciente ha ejercido sobre él una poderosa influencia, hasta el punto de que, paradójicamente, ha sido el propio paciente el que ha rescatado al terapeuta del hastío profesional en que se estaba hundiendo. «Papeles de penumbra» es el memorándum que Carlos realiza para analizar esa influencia. Por medio de informes, breves relatos, anotaciones dispersas y cartas de vital importancia se disecciona ante el lector la memoria herida de Patricio, un joven refugiado en su intimidad, que ha mantenido un terrible enfrentamiento contra el mundo hostil en que transcurrió su infancia. Tras estos papeles, que servirán también para que Carlos responda a preguntas fundamentales sobre su propia vida, se atisba el hueco que Patricio ha ido abriendo para escapar de la melancolía. Una novela de arquitectura compleja pero de lectura sencilla, elaborada a partir de distintos tonos narrativos, con la que se consolida una voz dotada para mostrar certeramente, sin sentimentalismos, las emociones del hombre. La primera novela de Fernando Palazuelos, «La trastienda azul», publicada por Lengua de Trapo, sorprendió y sedujo a los jurados de tres de los premios de narrativa más importantes de este país: premio Torrente Ballester, premio Tigre Juan (a mejor primera novela del año) y Premio Ciudad de La Laguna. De ella dijo la crítica: «Una obra de madurez, por el hallazgo de su estructura y por su excelente reconstrucción del ambiente histórico» (V. García de la Concha, presidente de la Real Academia Española). «Palazuelos muestra verdaderas dotes para reconstruir los ambientes y un certero dominio de la construcción psicológica del personaje, utilizando un lenguaje eficaz y una madurez que hacen del relato una más que respetable primera novela» («El País»). «Una obra estimable, de notable corrección; un ejercicio hecho con aplicación y destreza» («El Mundo»). «Un joven autor que posee cualidades para afianzar una sólida carrera literaria» («Abc»). «Palazuelos es un buen contador de historias. Apunta alto, y demuestra su talento… Habrá que seguirle los pasos» («El Cultural»).
Un mandala Esta primera novela póstuma de Antonio Tabucchi es ocasión para el reencuentro con la voz amiga del escritor toscano fallecido hace casi tres años, con su inconfundible escritura, tan cálida como repleta de interrogantes, tan devastadora en su retrato de la laberíntica condición humana como acogedora en su ironía y permanente registro lúdico. Pero es también el reencuentro con dos esquivos y recurrentes personajes que han transitado por varios de sus libros, Tadeus e Isabel. El primero, en efecto, vuelve de la lejana constelación donde habita para, como el descreído Orfeo, arrancar a la segunda del olvido en que reposa. Pero encontrar a Isabel no será fácil y el narrador deberá recorrer los distintos círculos de un mandala para llegar al centro donde acaso ella le aguarde, y emprender un viaje, que mucho tiene de alucinación y ensueño, por el tiempo y el espacio, conversando con los personajes que la conocieron: la niñera de su infancia, sus compañeros de luchas antisalazaristas, el carcelero que la ayudó a escapar, un excéntrico sacerdote de Macao, un poeta moribundo, para culminar con Xavier, el personaje de Nocturno hindú, otro ilustre miembro del linaje de los desaparecidos tabucchianos. Y el retrato colectivo que acaba trazándose de esta mujer de vida doliente será, una vez más, caleidoscópico y contradictorio y, como la línea del horizonte, se aleja a medida que avanza la excéntrica investigación de ese Philip Marlowe metafísico en el que va convirtiéndose Tadeus. Escrito en 1996, pero concebido mucho antes y mencionado varias veces después, este libro acompañó a Tabucchi durante muchos años. Un crítico italiano ha sugerido que si no se decidió a publicarlo en su momento fue porque llegó a sumergirse en su escritura más que en ninguno de sus libros. Fuera o no así, lo indudable es que esta extraordinaria novela, tan breve e intensa como Réquiem, es un auténtico compendio de todos los grandes temas tabucchianos: la vida como laberinto inextricable, el viaje como metáfora de la búsqueda existencial, la ligazón entre historia individual y colectiva, el tiempo y la muerte, los recovecos de la memoria y el olvido, con la habitual maestría de su autor para barajar elementos heterogéneos y personajes inolvidables. Un regalo para los lectores, un relato tan apasionante como perturbador, la voz de Tabucchi de nuevo entre nosotros.
En el este del África musulmana, en vísperas a la Primera Guerra mundial, un niño swahili que sueña extraños sueños deja su hogar para seguir al tío Aziz, un rico mercader árabe de la costa. En este viaje, iniciático, el primer conocimiento que adquiere Yusuf es que Aziz no es su tío: su padre, en bancarrota, lo ha vendido para cancelar parte de sus deudas.
Obligado a cuidar de la tienda de Aziz, Yusuf se ocupa también del huerto amurallado de su amo, ese paraíso verde bañado por cuatro arroyos. En el jardín cifrado, amores secretos consumen a los protagonistas. De los árboles cuelgan espejos en los que lo observa y espía la triste y desfigurada mujer del amo. Por los senderos pasea una criada a quien Yusuf desea sin esperanzas. En el aire resuenan cuentos del mundo ajeno, aún más arcano: el oscuro interior de África, guardado por licántropos, sitio del paraíso terrestre cuyas puertas vomitan fuego.
Un libro sobre el continente perdido escrito por un africano de extraño talento.
PARCO no es una novela usual. PARCO es un grito. PARCO es una historia diferente, al límite, afilada, cortante como una cuchilla, contundente, directa, un pulso en tiempos oscuros. PARCO podría hablar de cualquiera de nosotros, marginales, reales, situados en el extremo de una vida. Una historia que arranca en un reformatorio, con un joven asesino, un misterio y un camino por recorrer. Por el camino: el miedo, la angustia, unas circunstancias desesperadas, una búsqueda sin recompensa. Huir, salir, defenderse, luchar, y al final…
Un día te despiertas y tu vida cambia de repente. A raíz de un trágico accidente las vidas de Édgar, Jonás, Héctor, Iris y Alejandro comenzarán a cambiar. Mientras algunos de ellos obtendrán cambios positivos; para otros, como el pequeño Édgar, de tan solo seis años, aquel accidente tendrá funestas consecuencias que marcarán sus vidas. Venganzas, traiciones, celos, asesinatos,amor, sexo y giros inesperados se darán cita a un ritmo trepidante, entrelazando las vidas de los personajes anteriores y muchos más, hasta que finalmente Édgar acabe descubriendo la parte positiva de aquel desgraciado accidente con el que todo comenzó.
Segunda parte de esta trepidante historia en la que nuevas e inesperadas situaciones seguirán entrelazando la vida de los protagonistas haciendo que surjan extrañas alianzas, antiguos anhelos, reencuentros y una serie de misteriosos sucesos que desvelarán el primero de los dos grandes secretos que contiene esta obra. Si te gustó la primera parte de la novela, créeme... ¡LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR!