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Bolsilibros - Servicio Secreto 1194. Ajedrez humano, de Curtis Garland

Novela, Policial

SE detuvo el «Rolls Royce» frente a la fachada de piedra gris, con escalones de acceso a la amplia, suntuosa puerta de recia madera de roble. Eran seis los escalones que subían hasta la entrada del Mayfair Club de la Quinta Avenida neoyorquina. Seis escalones los que subió el hombre que había descendido poco antes del automóvil, tras recibir el saludo ceremonioso del portero de ostentosa librea color granate, al inclinarse ante él: —Buenas tardes, señor Talbot. Bien venido al club, señor.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1196. La nueva ola de Scotland Yard, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

—Parker, esto es escandaloso. Hay un cadáver en la biblioteca. El alto y delgado mayordomo de cara de palo se inclinó respetuosamente. —Sí, milady… Perdón, ¿cómo ha dicho, milady? La anciana señora, que estaba sentada en un cómodo butacón, no lejos de una chimenea encendida, se llevó los impertinentes a los ojos y miró de pies a cabeza a, su mayordomo.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1198. La chica del F. B. I., de Adam Surray

Novela, Intriga, Policial

El auto era un «Oldsmobile» del año 70. Serie «Toronado». Pese a su relativa antigüedad era uno de los modelos más lujosos que circulaban por el mercado. Motor de cuatro cañones y transmisión, automática. Potentes faros delanteros, luces de cola y paneles traseros. Diferentes salidas para el aire acondicionado e infinidad de detalles en el tablero de instrumentos. Un coche de lujo. Digno de un magnate de la industria, de un play-boy de viuda rica o de un aristocrático «hijo de papá».


Bolsilibros - Servicio Secreto 1202. La mano de fuego, de Clark Carrados

Novela, Policial

Atardecía ya cuando el viajero, un tanto indeciso, detuvo su coche junto a un poste indicador de caminos. 
> A HIGHWATCH TOWER 2 MILLAS 
—Bueno, por fin parece que he dado con la ruta precisa —se dijo el viajero para sí, muy satisfecho de haber hallado la orientación adecuada para llegar a su destino. 
Silbando alegremente, el viajero embragó, pisó el acelerador y continuó por el caminejo señalado por el poste y que se adentraba en un espeso bosque. El ambiente era terriblemente sombrío, pero al viajero no le importaba en absoluto.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1203. La muerte dentro de mí, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

—Asesinado. Eso es lo que han hecho conmigo; asesinarme. Tan clara y deliberadamente como si me hubiesen acuchillado con un agudo estilete, atravesándome el corazón. O como hincarme una bala en el cráneo. O como hacerme beber un líquido repleto de cianuro. O envenenando mis alimentos con arsénico. Sólo que esto era aún más cruel. Más perverso que una muerte vulgar. Era deliberada, sutil y maligna y lenta. Una forma perversa y malévola de matar a otro semejante. Virtualmente, yo estaba muerto. Muerto…


Bolsilibros - Servicio Secreto 1204. Secuestro de una chica guapa, de Clark Carrados

Novela, Policial

La lancha, que por sus dimensiones y lujo interior, podía considerarse como un yate de recreo, le dejó en el pequeño muelle. A Rudy MacRae, el muelle le pareció la boca de un lobo, con sus dos enormes mandíbulas a punto de cerrarse sobre la embarcación, para triturarla con unos gigantescos dientes de cemento. 
Pero no había dientes, sino más bien una especie de encajonamiento artificial al pie de los cantiles. Un poco más allá del muelle se divisaban tres o cuatro blancas casitas, de tejados rojos, muy apiñadas. Una incongruencia en aquellas latitudes tropicales, pensó MacRae. 
Lo que había a veinte metros del mar era asombroso.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1205. F. B. I…, ¡jaque mate!, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

—Evidentemente, es nuestro mejor hombre. —Lo es. Pero ¿valdrá la pena sacarle de su actual misión en el Medio Oriente, para encomendarle algo tan complejo y falto de perspectivas, señor? —Evidentemente, la misión en Oriente Medio es delicada. Aquello es ahora un volcán a punto de erupción. Pero hay hombres capacitados para cubrir la vacante del actual.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1207. El espía que bajó al infierno, de Adam Surray

Novela, Intriga, Policial

Jeff Brandon se consideraba el más feliz de los mortales. Tenía motivos para ello. Recientemente, había conseguido el premio Battle de periodismo por unos reportajes sobre la vida y costumbres de distintas capitales europeas. El galardón era casi tan cotizado como el Pulitzer. Jeff Brandon, con sólo treinta años de edad, gozaba de gran renombre como escritor. Autor de varios libros y colaborador en las más importantes publicaciones de Estados Unidos.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1211. La noche del dragón, de Burton Hare

Novela, Intriga, Policial

Abrió la ventana y contemplo el jardín, descuidado y sucio. Después de tantos años, era la primera vez que volvía a ver lo que en su infancia fuera todo su mundo. Ahora le pertenecía por completo. Pero había cambiado. Todo había cambiado radicalmente en esos años, incluso él mismo. Y los vecinos.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1212. Madrugada mortal, de Curtis Garland

Novela, Policial

SONÓ el llamador de la puerta dos veces. Dos veces zumbó el suave llamador, recién instalado. Yo me limite a indicar con voz grave: —Adelante, por favor. Está abierto. Así de sencillo fue todo. Debí haber pensado que también la Muerte, según el viejo proverbio chino, acostumbra llamar dos veces. Pero la idea ni siquiera me pasó por la mente. Quizá porque nunca fui aficionado a los proverbios chinos. Ni tuve miedo jamás a la muerte, en parte porque a los treinta años no se acostumbra tener miedo a nada. O a muy pocas cosas.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1215. Vuelan cuervos sobre el dinero, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

El hombre caminaba con cierta dificultad por uno de los senderos del parque, oscuro y solitario en aquellos momentos. Se apoyaba en un bastón, debido a que renqueaba ligeramente de la pierna derecha, y en la mano llevaba un maletín de ejecutivo. Parecía bastante viejo, a juzgar por la dificultad de sus movimientos y los cabellos blancos que se veían bajo el sombrero. De cuando en cuando, dejaba escapar una tos carraspeante. Entonces necesitaba detenerse para tomar aliento. Había algunas farolas encendidas en distintos puntos del parque, pero la oscuridad, en general, era la nota dominante. El anciano rebasó una de las farolas y, cien pasos más adelante, se detuvo al pie de un frondoso tilo.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1221. A toda presión, de Clark Carrados

Novela, Policial

El coche rodaba velozmente por la recta carretera que atravesaba la zona desértica, en dirección a la barrera de colinas rojizas que cerraba el horizonte. Una vez, Kim Pevney se cruzó con un camión pesado de transporte, que subía renqueando una pequeña pero fuerte pendiente. En los costados del camión, fugazmente, pudo leer el nombre de una empresa, y el de la ciudad en que estaba ubicada: Marston Calder.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1225. Correo mortal, de Clark Carrados

Novela, Policial

A la salida del pequeño bosquecillo de enebros, el automóvil se adentró en un espacio despejado, como una gran explanada, cubierta de verde césped, en cuyo centro se hallaba el edificio al que se dirigía el único ocupante del vehículo. La distancia del bosque a la tapia que rodeaba la casa, era de unos doscientos cincuenta metros. En un radio similar, no se veía un árbol; sólo el suelo, en ligera pendiente hasta llegar a la cumbre, pero, salvo por la hierba, tan liso como la palma de la mano.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1227. Trampas para cazar buitres, de Cliff Bradley

Novela, Intriga, Policial

Los señores Costa y Díaz abandonaron a las diez y media de la mañana la oficina de Negocios Generales Limitada con la misma naturalidad que habían llegado y nadie paró mientes en ellos, ni siquiera cuando tomaron un potente y magnífico helicóptero en el helipuerto de Vaduz. A diario llegaban y marchaban hombres de negocios por tal y otros medios. Para entonces, el señor Bryan estaba ya metido de lleno en otra de sus sorprendentes tareas. —Marcia, ¿ya lograste descifrar eso? —Creo que sí. —Entonces, tráelo.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1228. Retrato de una dama sin rostro, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

Con infinito cuidado, recorrió los trozos de pared contiguos a la caja fuerte, explorándolos con las sensibles yemas de sus dedos. Halló una leve protuberancia longitudinal y sonrió satisfecho. Los blancos dientes de Kim Dickers aparecieron en un rostro artificialmente oscurecido. Sobre la cabeza llevaba una especie de casco de minero, mucho más liviano, construido especialmente, y provisto de una lámpara que podía ser orientada a voluntad, según los casos. Dickers extrajo del bolsillo algo parecido a una navaja, pero terminado en forma recta, como un destornillador de gran tamaño. Parte de los lados y el final recto estaban sumamente afilados.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1231. La ejecución será a las seis, de Curtis Garland

Novela, Policial

Ya falta poco. He preguntado la hora hace unos minutos. El celador se ha resistido a dármela. Pero al fin lo ha hecho, de mala gana. Las cuatro menos veinte minutos. Ya es esa hora. ¡Dios mío, qué rápido pasa el tiempo cuando queda tan poco por delante...! Una noche en vela dicen que siempre es larga. Yo las he pasado así, y recuerdo ahora que los minutos eran interminables. Que cada instante era una eternidad. Y ahora, sin embargo... Ahora, todo se pasa en un vuelo, en un suspiro. No hay noche más larga ni más corta a la vez. Ninguna noche puede ser como... esta última noche.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1235. El precio de un asesino, de Burton Hare

Novela, Intriga, Policial

Físicamente, era un hombrecillo ridículo, enclenque, de tez pálida y arrugada como el pergamino. Tenía la nariz ganchuda, los labios delgados como un corte en medio de la cara y los ojillos hundidos, malignos, en los que se reflejaba tanto la codicia como toda la maldad del infierno. Eso era físicamente. Un hombre ridículo, insignificante.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1238. El filo de las tijeras, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

Frank Corman examinó atentamente la gran ampliación fotográfica en color. Resultaba terrible y estremecedora. Al menos, lo hubiera resultado para alguien, pero no para él. Frank Corman estaba habituado a ver ante sus ojos escenas más tremendas que unas simples tijeras de sastre, sobre una mesa, mostrando el rojo oscuro de sus manchas de sangre. La mostró a su compañera, con cierta indiferencia. —Ahí lo tienes —dijo—. Ésa es el arma. A triple tamaño del natural. —¿La fotografiaste tú mismo? —sonrió Jessica Ward.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1241. Amor con sangre entra, de Burton Hare

Novela, Policial

Cuando llamaron a la puerta, la muchacha acababa de salir del baño, y puede decirse que todo lo que llevaba puesto era el cabello. Hizo un gesto de fastidio y dejó de frotarse con la toalla, tratando de recordar si tenía alguna cita para esa hora determinada. No pudo recordar nada semejante y arrojó la toalla a un lado.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1243. Firmado: «Spectro», de Curtis Garland

Novela, Policial

El sargento Dykers enarcó las cejas, todavía perplejo ante el diálogo breve y absurdo que había acabado de sostener con su superior en el departamento de policía de Los Ángeles. Salió del despacho preguntándose sí, realmente, su jefe estaría en sus cabales o no. Las explicaciones recibidas poco antes, le hacían dudar muy razonablemente de tal cosa, la verdad. Pero últimamente, Mac Gregor no estaba de buen humor. Y se explicaba. Todo se explicaba, en nombrando por medio a «Spectro».