En 1931, a bordo de un tren con destino a Berlín, William Bradshaw conoce a Arthur Norris, un británico de aspecto cómico e intrigante con el cual entabla una amistad que le llevará a descubrir su ambigua personalidad. El señor Norris dirige un turbio negocio de importación y exportación en Berlín; vive atemorizado por sus acreedores y su secretario Schmidt y sometido a su amante, la prostituta Anni; y se define, según la ocasión, como militante comunista, orador político, espía o agente doble. Como 'Adiós a Berlín', 'El señor Norris cambia de tren' está inspirada en las experiencias del propio Isherwood en el Berlín de la República de Weimar, y evoca con incomparable agudeza las luces y las sombras de la ciudad durante el auge del nazismo. Ambas constituyen las 'Historias de Berlín', considerado uno de los cien mejores libros en lengua inglesa del siglo XX según la revista 'Times'. 'Más de ochenta años después las dos obras siguen estando entre las más afinadas crónicas sobre ese mosaico social en descomposición que constituye la República de Weimar'.
Alguien podría asegurar que no es amor, sino dependencia, una línea muy fina que nuestros protagonistas traspasan una y otra vez. Wendy piensa que el futuro no traerá más esperanza que el presente y no merece la pena arriesgarse. El amor de una madre es incomparable, fuerte y grande, capaz de superar los obstáculos que le ponga la vida, de sacrificios inmensos por la seguridad y felicidad de su hijo. Matteo desapareció un 12 de octubre de la Romería, tenía dos años. El duelo de su madre será un camino pedregoso, cargado de tristeza y desconsuelo. Una soledad y un vacío que nadie podrá llenar. A ella la privaron de un lugar donde ir a llorar, un sitio al que visitar y encontrar consuelo. Sobre ella revolotea la incertidumbre, no acepta que su hijo murió y está dispuesta a encontrarlo. Ana Brenda nos demostrará que no hay dolor como ese, ni palabra que lo defina.
El repaso de la vida amorosa de una bellísima mujer es a la vez su reencuentro con sus propias debilidades. La bellísima Fanny Skeffington lleva años sin acordarse de su ex marido. Pero, a punto de cumplir los 50 y, recuperándose de una grave enfermedad, comienza a evocarlo con involuntaria existencia. La imagen vaga de su antiguo esposo se alterna con la de muchos de sus amantes, con quienes vuelve a encontrarse. Estos caballeros son la viva imagen del tiempo que pasa y a nadie perdona, ni siquiera a Fanny. Es a través de su decadencia que Fanny asume por fin sus propias arrugas y comprende que tendrá que empezar a negociar con el mundo sin poder ya utilizar su belleza como moneda de cambio. Luego, de repente, un fantasma vuelve del pasado: es Mr. Skeffington, más pobre, más viejo y... completamente ciego. Renace así una relación peculiar donde se revela el aspecto más generoso y humano de Fanny.
Novela histórica, publicada en 1844, en pleno apogeo del Romanticismo, narra los desgraciados amores de don Álvaro Yáñez, último señor de Bembibre, y doña Beatriz Ossorio. La trama se combina con la caída de la Orden del Temple, verdadera protagonista de la obra. El paisaje se asocia a la propia intimidad de los personajes, y les ofrece refugio y consuelo en sus tristezas. Los personajes responden a los caracteres peculiares del drama romántico español. El autor logra una adecuada fusión artística del fondo histórico, de las peripecias novelescas y de su marco geográfico. El argumento combina elementos poéticos, históricos, legendarios, románticos y costumbristas.
«Yo Alfonso, hijo del Tuerto Gonzalo y de la bella Isabel, nieto de García de Tuy y Martín de Tucci, Hafs al-Marra o al-Mur según el odio con que se pronuncie, Adelfuns el noble dispuesto, el Moro, el Orán Siyaad, el Qadí de Bobastro, Sansón, el Juglar del sur o el Hispano, comienzo esta obra en el año 918 de nuestro Señor». Así se presenta el narrador de esta novela, un soldado mozárabe y el principal lugarteniente de Omar ibn Hafsún, el Capitán de la Gran Nariz, el rebelde muladí que se enfrentó a cuatro emires de Córdoba. Durante su azarosa vida llegó a reinar en más de la mitad de al-Ándalus desde su capital, Bobastro, en la agreste serranía de Málaga, y jamás fue doblegado. La espléndida Córdoba del emirato, el boato de Bizancio, la pujante Oviedo de Alfonso III el Magno, los inicios de la Reconquista o la construcción de la propia Bobastro son los escenarios en los que los personajes de estas vibrantes páginas protagonizan intrigas, batallas memorables e, incluso, alguna historia de amor.
Sevilla, 1342. Al mismo tiempo que dos reinas deciden el destino de Sevilla y de la Corona de Castilla a través de sus vástagos, un jienense llamado Bernardo se embarca en las guerras contra el infiel junto a su señor. Pero Gil, vasallo leal del rey Alfonso Onceno. Pero dos manos gobiernan al rey: una, blanca y fría, de la reina María de Portugal; la otra, de color canela y sevillana, de Leonor de Guzmán, su fogosa amante. Alimentados por sus intrigas y pasiones, dos hijos del rey se odiarán hasta cubrir de sangre el reino, dividido entre el infante Pedro y el bastardo Enrique. Mientras, de las cenizas y del recuerdo de la Isbiliya almohade, un mudéjar toledano levantará a orillas del Guadalquivir un sueño, un oasis de azahar y sosiego entre tanta violencia, ansioso por alcanzar la gloria humilde del artesano y la eternidad. Gil, señor de las Torres Oscuras, buscará la forma de sobrevivir a los estertores que sacuden el reino en una época en que la palabra dada decide la vida y la muerte de un hombre, y en la que Bernardo quedará atrapado en Sevilla entre el deber y el honor, y la razón del corazón, hasta el momento final en que la tierra se torne bermeja.
Debido a su facilidad para el cálculo y al recelo que esto despierta entre sus ignorantes vecinos, José se ve obligado a abandonar su tierra. Es el comienzo de una apasionante aventura. La intolerancia es el principal obstáculo que encuentra nuestro protagonista allá donde va. El señor de Cero es una novela histórica de lectura muy amena. Pero, sobre todo, es un hermoso canto a la amistad, sin barreras de religión o ideologías.
En Prófugos , tercera parte de la obra El señor de la razón , el Mestizo y Valdomiro continúan huidos de la justicia y de los esbirros de Daniel Montes, hijo del hacendado muerto a manos de Mestizo en una reyerta en un prostíbulo. Cansados de sobrevivir ocultos entre los cafetales del sertão brasileiro , deciden trasladarse junto a sus familias al Mato Grosso, en donde creen que podrán iniciar una nueva vida a salvo de sus perseguidores. En su plan de huida, cuentan con el favor de los campesinos de la región, pero, sobre todo, con la ayuda de Jurema, novia de Valdomiro y hermana gemela de Jeruza, dos bellas mulatas que trabajan en la hostelería de Doyo, centro de asueto y reunión de todo el Guayaberal. Lo que ignoran, es que Daniel Montes ha jurado no cejar en su empeño de encontrarlos y encomienda esta misión a O Corvo, su caporal más fiel y hábil rastreador. Con las peripecias vitales de estos personajes, Dôres Grego nos sigue mostrando en Prófugos un retrato de la sociedad rural del Brasil de mediados del siglo XX, donde la vida en los cafetales, la trata de ganado, las temporadas de lluvias anegándolo todo, la superstición, las fiestas juninas en honor a São João y otros usos y costumbres, como la de negociar los hombres en cuclillas formando círculos (por señalar solo un ejemplo), conforman una obra llena de emoción y aventuras
Una niña en el cuarto diurno de los niños, un sitio lóbrego e inhóspito en una casa estrecha en una calle estrecha… pero en el elegante barrio de Mayfair. La madre se llama Amabel, pero todo el mundo la llama «Pluma». Cuando el padre muere, ¿qué será de esas dos vidas? ¿Cómo podrá sostener la viuda su rutilante tren de vida? ¿Cómo podrá la niña, «esa otra calamidad» olvidada en el piso de arriba, salir adelante? Un enigmático marqués, admirado y temido en todo Londres, con fama de perverso, acudirá en su rescate… y establecerá un complejo entramado de relaciones con madre e hija lleno de secretos y malentendidos.
La acción de este soberbio relato tiene como fondo las grandes luchas políticas protagonizadas, en los años veinte, por hombres como Chiang Kai-Chek y Mao, quienes tanto llegaron a significar en la historia de la colosal China. La acción se inicia en la época prerrevolucionaria, con la transición ideológica de Philip Embree, un joven misionero norteamericano, que, al ser asaltado el tren en que viaja, abandona la idea de predicar la doctrina calvinista y prefiere unirse a los asaltantes. Las extraordinarias aventuras de Philip, primero con una tropa de bandidos mongoles y, después, con un señor de la guerra confuciano, el general Tang, llevan desde los bárdeles y fumaderos de opio de Shanghai hasta las extensas llanuras de Asia central, donde los ejércitos de los señores de la guerra libran encarnizados combates. Entre los muchos atractivos de esta magnífica novela, destacan el exotismo del ambiente y la misteriosa fascinación de los personajes: Vera, Philip, el general Tang. y otras muchas figuras hondamente representativas de una cultura y de una época.
El planeta, visto desde el espacio, presentaba interminables cruces de carreteras, sin que apareciese ciudad alguna. Los caminos, como una constante infinita, se cruzaban entre sí, formaban nudos, se conectaban unos con otros. Y sobre ellos corrían los castillocar, con las flámulas ondeantes al viento, las lanzas en la terraza, y los caballeros y damas justando o divirtiéndose sin cesar. Jamás se detenían, ni de día ni de noche. En las mesas de los vehículos, el hidromiel se derramaba de las jarras de peltre mientras las damas, con los vestidos más provocativos, asediaban a los caballeros y los sangrantes filetes de buey humeaban en las mesas, y la espumeante cerveza desaparecía en las resecas fauces. Los criados mecánicos esperaban para cumplir el más pequeño deseo de sus amos, y los motores rugían en la noche sin cesar. Bajo la égida del misterioso rey Arturo hacía ya generaciones que las cosas eran así. Pero la tenacidad de uno de esos caballeros, «sir» Pertinax le Percutens, llega a desvelar el misterio de esa vida en continuo movimiento sobre las rutas interminables. ¿Qué era realmente lo que sucedía en este planeta perdido en el confín de la galaxia?
Mi abuelo me contaba historias de África…
Cuando el joven periodista Curro Mencía descubre que van a vender Lux Domini, la casa familiar donde pasó unos veranos rodeado por amigos de infancia, siente cómo un torrente de recuerdos se desencadena dentro de él. Allí, su abuela Uke, una mujer indomable y apasionada, protagonizó una tumultuosa e intensa historia de amor con un aventurero escocés que se marchó a África dejándola embarazada. En los muros de la casona resuenan todavía ecos que Curro, junto a la irresistible Mónica, deberá interpretar para desvelar los secretos, algunos emocionantes, otros terribles, de su propia familia.
Con su fiel escudero Delsey, un francés refinado que encaja en África, «como un rinoceronte en un palco de ópera» viajará hasta el corazón de Kenia, donde conocerá a singulares e inolvidables personajes, como el reportero Kamaru, el actor Tony Kerak o la siempre sensual Makena. Tras la estela de aquel escocés errante que tocaba el violín hasta el amanecer y le contaba historias de las salvajes llanuras, Curro descubrirá ese lugar donde todo, incluso la felicidad, es posible.
Pocas veces una primera novela atrapa con tanto magnetismo. El señor de las llanuras es una historia llena de vida y de luz, una apasionante odisea escrita por un narrador en estado de gracia.
Cecilio Asparren emigró a Filipinas en busca de fortuna, pero en un suburbio de Manila conoció a Manay, la niña prostituta que cambió su vida. De regreso, enfermo y pobre, se asentó en el valle de Beriain, donde levantó la casa de Amets con sus propias manos. Allí malvivieron y murieron sus descendientes. Maravillas Asparren, bisnieta de Cecilio, es la narradora y protagonista principal de esta historia. Ella nos introduce en un mundo tan mágico como misterioso, tan inverosímil como cierto. Circunstancias extraordinarias, desconcertantes acontecimientos de un mundo rural que se entrecruzan con sofisticados personajes, como el joyero Jacques Cartier, apariciones, ensoñaciones y tradiciones ancestrales se entremezclan hasta conformar un universo único. «El Señor de las Maravillas» es la historia de una saga familiar cuyos personajes se mueven entre el realismo mágico, el ralto gótico y la novela de aventuras.
Inglaterra, principios del s. XIX Madeleine Giordano es una dama de la alta sociedad que ha aprendido a ocultar sus sentimientos y penurias del modo más cruel. Aun sabiéndose objeto de chismorreos en todos los salones de la ciudad, el odio, el desengaño, la pérdida y la frustración le han convertido en una persona solitaria y fría. Solo ella conoce el alcance de su padecimiento… hasta que un extraño irrumpe en su vida. Este misterioso español, que responde al nombre de Matías Salvatierra, parece entender sus dificultades más íntimas, pero Madeleine jamás podrá fiarse de alguien que goza de la confianza de su esposo, un hombre de conducta deplorable cuyas amistades son tan infames como él. Un asesinato, una desaparición y un cúmulo de funestas circunstancias volverán del revés la vida de esta mujer, obligándole a despertar de su letárgica existencia, a rebelarse y a luchar contra un destino que jamás habría elegido. Matías, por su parte, pagará un precio demasiado elevado por ocultar el terrible secreto que guía su conducta y fingir ser alguien que no es. ¿Podrá el amor eludir las dificultades, la desconfianza y la diferencia de clases que separan a los protagonistas? Todo es posible… o no, al igual que la existencia de una flor negra.
Un médico abnegado, entregado en cuerpo y alma a sus pacientes y a la investigación, recibe una visita inesperada: un hombre que se identifica como el diablo. Obviamente le considera un loco, pero las pruebas que el desconocido le presta son tan contundentes que el médico se ve obligado a replantearse sus creencias. A continuación, el maléfico visitante le ofrece algo que todos los médicos del mundo quisieran poseer: el secreto de la cura del cáncer. Pero a cambio deberá entregarle su alma... El médico afronta un difícil dilema moral, pero acaba aceptando. Y éste es el punto de partida de una insólita aventura, un azaroso viaje al otro lado del mundo a través del camino del bien y del mal. Con ‘El señor de las tinieblas’, moderna recreación del pacto fáustico, Alberto Vázquez-Figueroa nos ofrece una de las novelas más sorprendentes, originales y provocadoras de su extensa producción. Todo un reto para el lector.
En 1209, durante las cruzadas contra los cátaros, Amaury, hijo de una familia feudal, es dado por muerto cuando en realidad se halla en una comunidad herética donde se enamora y descubre los secretos de la fe cátara. Este relato narra la tragedia de dos personas marcadas por un destino de secretos enigmáticos, deseos ardientes y aventuras heroicas.
Huyendo de su tía, que intenta separarlos, Próspero y Bonifacio llegan hasta la maravillosa Venecia. Allí encuentran cobijo en una banda juvenil liderada por un misterioso cabecilla apodado Señor de los Ladrones. La unidad de la banda parece romperse cuando un enigmático encargo lleva a los niños a una isla de la laguna que alberga un misterio que lo cambia todo…
Celinda Ingram, casamentera de profesión, es una mujer dotada de un poder síquico con un problema: necesita desesperadamente un guardaespaldas que además pueda hacer las veces de pareja suya en la boda de su hermana. Davis Oakes, miembro del Gremio de los Caza-fantasmas, es un experto en seguridad con un talento paranormal de lo más atípico. Pero Davis no confía en los casamenteros y Celinda no confía en nadie relacionado con el Gremio. Las chispas saltan de inmediato. Pero el peligro se acerca con rapidez y esta pareja no tiene más alternativa que trabajar juntos para sobrevivir.
El señorito Octavio obra en la que se critica el caciquismo y la corrupción política. Ambientada en el espacio asturiano de Laviana, en medio de una relación de adulterio que termina, como no podía ser de otra forma, con un desenlace trágico.
El soldado retirado, Richard Davis, quiere una vida estable en un pueblo tranquilo con el hombre de su vida. Haberse convertido en el sheriff de Hope, Arizona, cumple dos de sus tres metas, sin embargo, en lugar de encontrar una pareja estable, se enamora del demasiado-joven-para-los-compromisos y demasiado-inestable-como-para-ser-serio, Todd Smitty. Richard no encontrará al hombre perfecto si está obsesionado con el incorrecto, así que se aleja de Todd. Es lujuria a primera vista cuando Todd conoce al amigo militar de su hermana. Pone su mirada en el hombre mayor, cosmopolita, sobresaliente y estable; mientras más tiempo pasa con él, más se enamora. No obstante, después de tres años de relación, Richard corta todo contacto con él sin explicaciones. Cuando una obligación mutua requiere que Todd se mude a casa de Richard, está emocionado ante la posibilidad de obtener una segunda oportunidad. Ignorar a Todd al otro lado del pueblo ya de por sí era difícil. ¿Podrá Richard resistir la tentación debajo de su propio techo?