Una metáfora del encierro existencial en la que está atrapado el hombre moderno. Un edificio de la colonia Condesa, en el corazón de la Ciudad de México, está sitiado: los servicios telefónicos y de energía eléctrica han sido suspendidos, nadie puede salir o entrar, no hay comunicación con el exterior. Pero la vida en cada uno de los veinte departamentos continúa y sus habitantes, sin escapatorias posibles, tienen que enfrentarse con la imagen misteriosa y dramática de un universo cerrado. ¿Hasta dónde se extiende ese sitio que parece no tener fin? ¿Se trata de un sitio real o es más bien la alucinación del sacerdote alcohólico, desde cuyo punto de vista conocemos una parte de la historia? Vivir en la Ciudad de México -la más populosa, la más extendida, la más contaminada y una de las más inseguras del planeta- puede resultar la experiencia apocalíptica de inminencia cotidiana con la que Ignacio Solares regresa a las estructuras cerradas y ambiente fantástico de sus primeras obras Anónimos, Delirium Tremens, para acercarse, con la elegancia de lenguaje y estructura que le caracterizan, a complejas situaciones humanas. El mosaico resultante constituye una gran metáfora del encierro existencial en que sin remedio está atrapado el hombre moderno y del cual sólo la fantasía, el amor y la experiencia de Dios sin intermediación alguna constituyen las únicas salidas posibles.
El sitio de nadie presenta la dramática y conflictiva reacción de cuatro familias al régimen castrista.
Más que hacer planteamientos ideológicos, plasma la vivencia apasionada de seres fatalmente compelidos a diseñar y escoger su destino, en un mundo donde hacen crisis los moldes y estructuras seculares. La toma de posición —disyuntiva ineludible— penetra cada vida y precipita el estallido de conflictos psicológicos, muchas veces subyacentes.
Para Ana y José Javier representa la ruptura final de un matrimonio espiritualmente deshecho. Para Teresa, una tormenta interior que la lleva al borde de la sinrazón y el suicidio. Para Juan Antonio, la lucha entre el amor inconmovible a su mujer revolucionaria y la separación que plantea el exilio inminente. Para Rita, es el sacrificio de toda esperanza de futuro; para Edgardo, la difícil negativa que siega la vida de su hijo. Para Edgardito y Alina, una fuerza implacable que troncha su amor adolescente. Para el pequeño José Javier, vida sin padre y con madre que, por él, renuncia a una felicidad en ciernes.
La fallida invasión del 17 de abril acelera el ritmo de los acontecimientos y la novela marcha precipitándose a una conclusión en la que muerte, triunfo, exilio y nunca caen sobre sus personajes conmovedoramente humanos.
Que el ingenio de Álvaro de Laiglesia es inexhausto, inagotable, lo demuestra palmariamente el propio autor con la vigente evolución, en nada decadente, de su opulenta producción literaria.Esta vez el título de la novela y algunas reiteradas frases ofrecen cierto sabor bíblico que va desvaneciéndose a medida que avanza la divertida narración hasta aclararse la auténtica identidad del protagonista y sus secuaces.
El estilo de Álvaro de Laiglesia, siempre a punto, se actualiza con abundantes vocablos de moda, que sobresalen y aumentan con su estridencia el léxico «secreto» de expresiones exclamativas, no siempre ortodoxas, divulgadas sumamente y que acrecientan el vocabulario de muchas personas.Terminada la novela, se suceden siete narraciones breves en las que domina el humorismo del autor, maestro en el difícil arte de compendiar en todo momento sus espléndidas dotes imaginativas.
«El sobrino de Rameau» es la obra más importante de Diderot que escribió durante veinte años y que no publicó en vida. Schiller la descubrió y Goethe, entusiasmado con la obra, decidió traducirla al alemán. A través del diálogo que se establece entre el filósofo y el sobrino del músico, Diderot realiza un demoledor ataque a la corrupción social de la Francia del siglo XVIII previa a la Revolución así como de la cobardía de quienes criticaban a los creadores de la «Enciclopedia».
Sicilia, 1929. La pequeña ciudad de Vigàta espera con emoción la llegada de un huésped excepcional: el joven príncipe etíope Grhane Sollassié Mbassa, sobrino del emperador Haile Selassie, que desea inscribirse en la Real Escuela de Minería. Mussolini en persona exige que el príncipe reciba todos sus (muchos) caprichos, para ganarse su favor y conseguir que lo ayude en su política colonial. Pero el joven, bribón y vividor, conquistador de mujeres y jugador empedernido con una inagotable necesidad de dinero, pondrá a prueba la paciencia de todos: desde oficiales ministeriales hasta líderes fascistas, pasando por clérigos de alto rango y aristócratas locales, todos y cada uno de ellos intentarán lidiar con las ínfulas de poder de un joven que encarna la ridiculez de todas las dictaduras.
Isabel, y Andrés, hijo del carnicero del pueblo, están planificando su futuro como pareja, cuando el padre de ella, Vicente, maestro de la escuela, descubre sus intenciones de casarse. Sus prejuicios sobre los carniceros, le llevan a prohibir su boda de manera terminante. Vicente, en un intento de asegurarse su éxito en esa empresa, busca el apoyo de Francisco , el sochantre, director del coro en los oficios divinos, del pueblo, ignorando sus intenciones sobre Isabel. Ginés Arberola, secretario personal de Emilio Castelar, al que biografió, combinó la labor periodística con la publicación de monografías políticas y novelas con contenido de crítica política y social, centrada en este caso sobre el celibato de los clérigos.
El socialista sentimental narra, de manera crítica y con una segura ideología progresista, las contradicciones internas del PSOE en catorce años de gobierno. Francisco Umbral no ha creado personajes-ensayo sino seres reales, unos famosos y conocidos, otros fabulados y reconocibles, aunque todos ellos con vida propia y peripecia personal. La novela, ambientada en un pequeño pueblo de la provincia de Madrid, nos permite observar, como el científico con su microscopio, a los pequeños seres de las bases del partido y sus pequeños problemas, que no son sino el vivo reflejo de los grandes problemas nacionales que ha vivido y sigue viviendo España. Asís y Bustarviejo, joven socialista ilusionado el uno y veterano militante marginado por su heterodoxia el otro, quedarán como una pareja novelesca perdurable y muy española. Y con ellos, todo un mundo de personajes, amores y conflictos que constituyen la pequeña y lozana vida del pueblo real o imaginado y de sus despiertos y actualísimos habitantes. El socialista sentimental es una novela insólita dentro de la obra de Francisco Umbral, quien inventa un nuevo realismo para reflejar el desencanto de las bases del PSOE.
Un fresco histórico apasionante de Europa de fines del siglo XVII que se enfrenta a los avances y controversias de la ciencia médica de la época. Una aventura épica en la que se dan cita el amor, la guerra, la aventura y la pluma de un autor que sabe cómo crear una poderosa intriga. Una novela histórica con mayúsculas. 1694. Francia, tras más de treinta años de guerra, ha ocupado el ducado de Lorena. Hacia su capital, Nancy, se dirige Nicolas Déuret, un joven cirujano ambulante, para encontrarse con su antiguo maestro. Pero al poco tiempo su destino dará un vuelco el día en que asistiendo a un parto, en el que consigue salvar al recién nacido bebé y muere la madre, conoce a Marianne, una joven comadrona de la cual se enamora incondicionalmente. Sin embargo, sus destinos se van a separar, cuando Nicolas debe intervenir quirúrgicamente al gobernador francés que muere tras la operación, y aunque no se pueda probar su culpabilidad, el cirujano es encarcelado. Nicolas consigue huir de prisión, y se alista en el ejército del duque en el exilio, y en su lucha contra los otomanos también va a desarrollar sus habilidades médicas atendiendo las atroces heridas en el campo de batalla.
David Sandman, un hombre atormentado por un doloroso recuerdo, decide cambiar su vida de ejecutivo en Londres por la de observador de Naciones Unidas en Cachemira, una remota región del Himalaya azotada por extremismos religiosos y conflictos políticos que la mantienen inmersa en una guerra eterna. David quiere huir de todo, y ha escogido un lugar donde confía encontrar una muerte rápida y liberadora. Su visión desesperanzada del mundo cambiará radicalmente cuando sufre un atentado y es trasladado al hospital de campaña. Allí conocerá a Aurore, una joven enfermera militar con la que iniciará una intensa relación. Juntos irán sintiéndose dos náufragos en una isla desierta en mitad de un océano de enseñanzas milenarias que encierran el secreto para alcanzar la paz y la felicidad. Una magnífica fábula novelada, de gran carga emocional y con un diálogo subyugante, con un viaje como metáfora del cambio de los parámetros vitales. Una obra para recuperar la esperanza y las ganas de vivir.
Roma, año 52 d. C. Durante el transcurso de una naumaquia con miles de combatientes en el lago Fucino, un senador intenta acabar con la vida del emperador Claudio. Este resultará el primer paso de un complot para derrocar al césar e imponer un nuevo orden en el Imperio. Durante cuatro jornadas frenéticas, pretorianos, delincuentes de la Subura, patricios y un gladiador huido de la naumaquia —que ha perdido la memoria y cree ser un soldado de Rodas— luchan por salvar al césar en una carrera sin descanso por las calles de Roma y por descubrir quién está detrás de la conspiración. Además, otra amenaza se cierne sobre la ciudad. Un culto de fanáticos, los Hijos de Eleusis, está a punto de provocar una revuelta sangrienta en la capital del Imperio impulsada por su misterioso líder: el Hierofante…
Caleb Carr ilustra en esta novela la vida de Frederick Townsend Ward, de quien un articulista de Los Angeles Times escribió: 'Para hacerse una idea de quien fue Frederick Townsend Ward, hay que imaginar una empresa como la de Lawrence de Arabia en versión norteamericana, la capacidad de riesgo de Indiana Jones y el sentido ético de Robin Hood. Cuando Townsend Ward llego a Shanghái en 1859, tenía veintiocho años y los bolsillos vacíos; cuando murió en el campo de batalla tres años más tarde, era el americano que más honores había recibido en la historia de China, un americano que había sido adoptado por un imperio que le había honrado con el título de mandarín. El compromiso que contrajo con el pueblo chino le llevo a defender las causas más ventajosas para el país en esos momentos de cambio. Entre la China medieval de la dinastía Manchu y la revolución republicana que más adelante invadiría el país, hubo un periodo sangriento de colisión de fuerzas que querían decidir el futuro del imperio. El país se encontraba dividido entre las actitudes arcaizantes de los partidarios de preservar el imperio chino manteniéndolo en un estado reminiscente de la época medieval y la codicia comercial de los occidentales, quienes abrieron vías nuevas de pensamiento social, político y religioso. Ante esta situación convulsa, Townsend Ward invirtió todo su pragmatismo en encontrar una vía intermedia que resguardara los valores fundamentales del imperio al tiempo que lo des fosilizaba de antiguos anclajes. Caleb Carr aborda un trabajo de historiador para ofrecernos la biografía del aventurero norteamericano más extraordinario del siglo XIX.
La novela comienza con la discusión de Andrés y Gertrudis, matrimonio infeliz de mediana edad, por el lugar en el que deben vivir y educarse de sus hijas. Presencia la escena Luisa, la bondadosa hermana de Andrés.
La España goda y la Francia merovingia. Una niña huérfana es acogida por los albiones, un pueblo que en el siglo VI habitaba los montes del noroeste de España. Conocida por ellos como Jana, aprenderá los secretos de las artes curativas de la mano del druida Enol y participará activamente en los conflictos territoriales de su época. Su ímpetu la situará en el trono de Albión junto al rey Aster, su gran y único amor. No obstante, pronto descubrirá su ascendencia real y será reclamada y raptada por su verdadero pueblo: los godos.
Tras el éxito de «La reina sin nombre», María Gudín nos plantea, en este segundo libro, una novela repleta de aventuras acerca del esplendor del reino visigodo: una historia en la que el amor, la camadería, el remordimiento, la venganza y el afán de poder se entrelazan para conformar un rompecabezas en el que todo finalmente encaja.
El noble visigodo Atanarik recorre el norte de África buscando tropas bereberes para iniciar una campaña contra el corrupto reino de Toledo. Recuerda su huida de la corte, perseguido por un asesinato que no cometió y acompañado por una sierva vascona, Alodia, a la que tiempo atrás había rescatado de un sacrificio infame. Más tarde, tras la caída del reino, en las montañas de Vindión, en la cordillera astur cántabra, un antiguo gardingo real se levanta, a la cabeza de sus fieles, contra el gobernador Munuza. Entretanto, en el Pirineo, la población vascona se enfrenta al nuevo poder opresor. En medio de las guerras y la intriga política, la historia de amor de la sierva Alodia hacia el noble visigodo Atanarik se va desarrollando como un río de paz en un momento caótico de la historia de la península Ibérica. «El astro nocturno» es una narración épica con elementos legendarios en la que se entremezclan las intrigas políticas con un misterioso asesinato y una guerra devastadora.
El solista es un personaje complejo, mezcla de artista —es un pianista de fama mundial—, de asesino y de don Juan. El origen de sus tendencias homicidas hay que buscarlo en un ciego afán de venganza al enterarse, por una carta anónima, de que su abuelo, el viejo Mikali, no murió por accidente, como parecía, sino asesinado por ciertas autoridades griegas, temerosas de que denunciase a las Naciones Unidas las atrocidades cometidas con los presos políticos. El solista mata a los asesinos en un golpe de audacia formidable. Un famoso criminalista de París lo descubre, tiene pruebas, y las emplea como chantaje para obligarle a cometer otros crímenes en interés de aquél, cuyas actividades de abogado no son más que una pantalla de otras mucho más oscuras y de alcance internacional…
Ionesco, el máximo representante del «teatro del absurdo», nos presenta esta su primera única novela, una patética historia de la soledad del hombre y de su angustia vital producida por la ignorancia invencible de las causas y las leyes que determinan y rigen la existencia del universo. En un lenguaje sencillo y vivo, encontramos en esta confesión desesperada la misma fuerza dramática que se desprende de sus más célebres creaciones teatrales.
Aisha Brooks lleva más de tres años en los que, más que vivir, sobrevive amargada. El accidente de tráfico que la obligó a olvidarse de sus sueños de convertirse en una estrella del «ballet» ha tenido otros efectos colaterales igual de catastróficos. El último de ellos es que, por decisión de un juez, deberá pasar unos meses en el rancho ganadero de uno de los mejores amigos de su hermano Raff. En un paraje perdido de Wyoming, rodeada de vacas y caballos, de majestuosas cordilleras y de praderas sin fin, aprenderá a vivir de nuevo y encontrará, de paso, algo con lo que ya no contaba: el amor. ¿Puede la combinación del amor y la naturaleza en estado puro sanar las heridas más profundas?
Solo era una chica sencilla de un pequeño pueblo de Texas hasta que le conocí. Mi ex esposo Earl hizo de mi vida un infierno y el dinero de su padre le permitió salirse con la suya. Me estaba quedando sin tiempo y opciones hasta que él entró en mi vida. Mi corazón dio un vuelco cuando lo vi sentado allí con polvo en sus botas y el viento en su cabello. Un vaquero alto, moreno y guapo llamado Chance. Tenía un aire misterioso, como si estuviera ocultando un secreto profundo y oscuro que no quería que nadie supiera. Y tenía la vista puesta en mí. No tenía idea de cuán profundo era ese secreto, o de que él no era quien dijo que era. Tampoco sabía que me enamoraría tan pronto y profundamente, o que todo se viniera abajo cuando se descubre la verdad. Él no es el hombre que pensé que era, y reconocerlo duele.