Publicado por entregas en 1887 y en volumen único en 1888, El sombrero del cura, de Emilio de Marchi, supone el feliz punto de arranque del aclamado género giallo italiano. La obra conoció un asombroso éxito de ventas en su época, siendo tempranamente publicada en Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Hungría, Dinamarca Argentina y España (La Nóvela Ilustrada, Madrid, 1910); mientras que en Italia, hasta cuatro casas editoriales llegaron a compartir su publicación (contando con un abultado número de reediciones; hecho realmente extraordinario, en un país que aún registraba altas tasas de analfabetismo). Sobre el atractivo fondo de la mísera y populosa Nápoles, El sombrero del cura narra las desventuras del atormentado barón Carlo Coroliano de Santafusca, que reducido a la ruina por las deudas del juego y una vida de ocio y disipación, asesina a don Cirilo, un siniestro clérigo consagrado a la usura y la especulación, a objeto de hacerse con sus riquezas y salvar así su comprometida posición. El crimen parece perfecto, sin embargo, el barón descuida un detalle: el sombrero del cura. Una pista peligrosa, que atormentará al asesino como una suerte de recurrente alucinación, intensificada en fatal in crescendo. Sugestiva novela negra de suculentas implicaciones psicológicas, en El sombrero del cura, Emilio de Marchi recoge con desparpajo las lecciones de la gran narrativa europea (de Dostoievski a Poe, de Dickens a Guy de Maupassant, de Manzoni al Verismo), alternando magistralmente el tono ligero del boceto ottocentesco con el registro oscuro de la novela gótica.
Ése es el sonido de la muerte, ruido de mil pies batiendo al mismo tiempo el empedrado o el asfalto, ruido de mil botas golpeando el suelo con mil patadas simultáneas... Los hombres ríen o cantan y tiran besos a las muchachas cuando pasan cerca de ellas; las chicas les tiran flores y los paisanos se quitan el sombrero al pasar la bandera. Mientras, mil, dos mil, tres mil pares de botas golpean el empedrado rítmicamente, uno, dos, tres, cuatro... Mucho ruido, mucha alegría, mucho bullicio... pero no logran apagar el sonido de la muerte.
Margarita García Robayo mira el mundo con despiadada atención pero también con suma naturalidad: nunca está completamente afuera de lo que observa o de lo que nombra, y el ejercicio de mirarse en el espejo no la paraliza, más bien al contrario. Es imposible describir la cruda y cálida irreverencia de su escritura. Sus personajes se parecen entre sí pero tal vez ellos no estarían de acuerdo, porque no quieren parecerse a nadie y a la vez desean fervientemente — en ocasiones a cualquier precio — participar del mundo. El sonido de las olas reúne tres novelas brillantes y perturbadoras que construyen algo así como una nueva disidencia, porque la autora tiene sus propias teorías sobre el humor, el pudor, la valentía, la rebeldía, el capricho, la violencia, el deseo, el arribismo, la confianza, el abuso, la intimidad y la soledad, de ahí la rara contundencia de este libro único.
Hannover, Alemania, 1904. Frederick y Jette son una pareja poco convencional cuyo destino se une al conocerse una cálida tarde de primavera en el parque de Grosse Garten. Frederick posee el don de la música, y, Jette, a pesar de su falta de gracia femenina, una sensibilidad especial para apreciar una delicada melodía. Al escuchar de boca de Frederick un aria de «La Bohème de Puccini», reconoce en él al hombre de su vida. Poco después, Jette se queda embarazada, y ante la rotunda desaprobación de su madre, deciden huir juntos y embarcarse en el primer buque que zarpe hacia el Nuevo Mundo. El azar les lleva a Nueva Orléans. La pareja acabará instalándose en una pequeña ciudad de Misuri, donde da comienzo la gran historia de amor y supervivencia de cuatro generaciones de una misma familia.
La aparición de tres cadáveres esparcidos entre el pueblo de Teovín y el inmenso bosque de Tierra de Pinares, donde Moisés sintió la verdadera naturaleza de la fe siendo solo un niño, desencadenará una serie de pistas reveladoras que relacionarán al asesino en serie más buscado de España con los diez mandamientos de Dios. Desde ese preciso instante, el expolicía judicial tendrá que volver a sus orígenes más primitivos e iniciar una carrera contrarreloj para salvar a la única persona que le ha importado de verdad a lo largo de una vida marcada por la soledad. Esta es la historia del soñador que consiguió entender a su verdadero yo y se enfrentó a los demonios que un día se le aparecieron para hacerle dudar de un destino que ya tenía asignado bajo la inconfundible melodía de los almendros. Una leyenda mágica que se hizo real después de conocer el amor, oler la sangre de los inocentes y pelear consigo mismo mientras perseguía al monstruo que mantuvo a todo un país en vilo durante dos largas, frías e interminables semanas invernales, en uno de los casos más escabrosos de la crónica negra.
Mientras una enfermedad la mantiene postrada en la cama, Elisabeth Tova Bailey observa un caracol salvaje que se ha instalado en su mesita de noche. Como resultado, descubre el consuelo y la sensación de asombro que despierta esta misteriosa y magnífica criatura y llega a una mayor comprensión de su propio lugar en el mundo. Intrigada por la anatomía de molusco del caracol, las defensas crípticas, la clara toma de decisiones, la locomoción hidráulica y las actividades de cortejo, Bailey se convierte en una observadora astuta y divertida que ofrece una mirada sincera y cautivadora a la curiosa vida de este pequeño y subestimado animal.El sonido de un caracol salvaje al comer es un ensayo ligero y de una belleza honesta sobre la enfermedad, la recuperación y cómo a veces son las pequeñas cosas que ocurren en nuestras vidas las que nos hacen darnos cuenta de lo que realmente importa y de quiénes somos. Un extraordinario y profundamente conmovedor viaje de supervivencia y capacidad de recuperación, destinado a convertirse en un clásico, que nos muestra cómo una pequeña parte del mundo natural puede iluminar nuestra propia existencia humana, a la vez que proporciona una apreciación de lo que significa estar plenamente vivo.
Jesús Rosique es un inspector de policía jubilado que recurre a un caso antiguo para dar una conferencia en la Academia de Policía. Su mujer, que no se resiste a leer las notas que ha preparado Rosique, pronto comprobará que no se trata de un caso cualquiera, sino de aquél que cambió completamente la vida de ambos. El suave roce de tu pelo es un viaje al pasado donde las pulsiones sexuales se mezclan con el crimen, la intriga y el suspense, y donde antiguas deudas darán sentido a un presente totalmente inesperado.
Un hombre con sed de venganza y una mujer dulce y bondadosa serán los protagonistas de esta romántica novela de Concha Álvarez. César Dávila ha abandonado su hogar, una vida de privilegios y a todos los que conocía para vengarse de su padre. Con la intención de lograr su objetivo, se casa con Mancia Expósito, una mujer ajena a sus propósitos que le brindará la oportunidad de conseguirlo. Sin embargo, en el camino de dicha venganza, César descubre unos sentimientos que tambalearán los cimientos de su ambición, al tiempo que Mancia entrega su corazón a un hombre que es incapaz de amar, de perdonar ni de confiar en una mujer.
Han pasado cuarenta y siete años desde que el señor Grönewald viajó a un campo de refugiados en Austria y adoptó a Ervin, un niño húngaro de seis años que hizo realidad su deseo y el de su mujer, Teresa, de crear una familia. Los primeros años de vida de Ervin han sido siempre para él y para sus padres adoptivos un misterio y un tema prohibido. Pero el silencio se ha ido volviendo cada vez más opresivo y ha dado paso a una necesidad vital: entender las circunstancias del pasado. Gábor Schein explora con inmensa sensibilidad y gran destreza narrativa los avatares de la identidad personal y el intrincado laberinto de los afectos.
Mario es el hijo del dueño de un puesto de diarios en el barrio de Flores. La historia que protagoniza incluye también a dos personajes femeninos antagónicos: la bella e inocente Lidia, una de las tantas chicas desafortunadas que han ido a parar al vecino refugio para madres solteras, y la terrible madre Elena, monja superiora del exclusivo Colegio de la Misericordia. Las vueltas de la vida y de la imaginación delirante y exquisita de César Aira pondrán a Lidia y a Mario en el centro de una siniestra conspiración tecnológico-religiosa. Mientras las circunstancias lo arrastran como un tifón, sólo el Sueño le da al bueno y manso de Mario las fuerzas necesarias para enfrentar a los oscuros poderes que los amenazan.
«Los tiranos chinos nunca se han limitado a controlar la vida de la gente; siempre han perseguido penetrar en la mente de las personas y remodelarla desde dentro».
La República Popular China ha logrado desarrollar una tecnología que permite registrar los sueños de sus ciudadanos y sustituirlos por otros. El objetivo es promover el Sueño Chino de rejuvenecimiento nacional del presidente Xi Jinping. Ma Daode, un corrupto y lujurioso funcionario, ha sido nombrado director del proyecto después de décadas de servicio leal al Partido. Pero justo cuando está a punto de presentar un innovador implante cerebral que reemplazará los recuerdos traumáticos con un sueño colectivo de supremacía nacional, su cordura comienza a desmoronarse. A su mente acuden dolorosos flashbacks : pesadillas de la Revolución Cultural que amenazarán con destruir su aspiración a un futuro glorioso.
Esta fábula oscuramente cómica es una visión distópica de la represión, la supresión de la Historia y la amnesia impuesta por el Estado chino; una inquebrantable sátira ambientada en la China actual de la mano de quien, según el Financial Times, «no en vano ha sido llamado el Orwell y el Solzhenitsyn de la literatura china».
En la obra abierta de María Zambrano (1904), acaso el fruto más original del pensamiento español contemporáneo, ocupa un espacio privilegiado «El sueño creador» (1965). Pero aquella primera versión no es sino una parte más del presente volumen, modificado y añadido hasta el punto de convertirse, con toda plenitud, en un nuevo libro. En una muestra admirable de la capacidad creativa que sigue poseyendo esta autora.
Son los sueños aquí los que guían a las palabras, enfrentándolas a sus obligaciones: el tiempo, la verdad, las máscaras y un enigmático lugar que se desplaza de Castilla al desierto, deteniéndose ante las sombras del Huerto de los Olivos. Y los soñadores se encarnan: Don Quijote, Calixto y Melibea, Proust y Kafka. Está en juego la iniciación a la legitimidad del sueño.
El sueño creador vuelve a aunar armoniosamente filosofía y poesía.
América González es una empleada de hotel en Puerto Rico, donde limpia los cuartos que ocupan extranjeros adinerados. Con una madre alcohólica y resentida, una hija de catorce años que no piensa en otra cosa que en vivir lejos de ella y un hombre que le pega constantemente, América solo sueña con encontrar una vía de escape. Así, cuando le ofrecen trabajo de niñera en Nueva York, se agarra a él como a un clavo ardiendo y se lanza a una nueva vida.El sueño de América es la primera novela de Esmeralda Santiago, y con ella construye una parodia de la cultura latina en la que todos sus tópicos (la sumisión al macho, la unidad familiar, la fascinación por lo gringo) son puestos en entredicho y contemplados con una mirada irónica.
El sueño de Damocles es la historia de una locura. También es una hermosa tragedia de amor que nos zambulle en los oscuros recovecos de la realidad albanesa. Una recreación en clave contemporánea de la historia de Romeo y Julieta; como escenario, la Tirana de los años noventa donde las mafias dominan todas las esferas sociales, y la corrupción y la miseria se perpetúan sin visos de esperanza. El joven Ergys, estudiante de Literatura, trabaja como camarero en el café-bar Pacífico donde conoce a Linda, una pintora de la que se enamora perdidamente: un amor prohibido porque, durante la época de la dictadura, la familia de la chica estaba al lado de los verdugos, y la familia de Ergys en el de los reprimidos. Comienza entonces para Ergys un verdadero descenso a los infiernos donde los instantes de delirio y lucidez se suceden, donde pasado y presente se mezclan. Rodeado de alucinaciones, acosado por el terrible fantasma de un Damocles que hace pender sobre él su amenazante espada, Ergys decide quitarse la vida. Antes del acto final, emprende la tarea de dejar la confesión escrita, en descarnados retazos, de la serie de acontecimientos que le han arrastrado a tomar esa terrible decisión.
En los últimos días del Imperio Romano, durante la Peste Negra y en las más oscuras horas de la Segunda Guerra Mundial, tres hombres buscan refugio de la locura que les rodea. Ambientada en Provenza, en tres diferentes momentos críticos de la civilización occidental, «El sueño de Escipión» recorre el destino de Manlio Hipómanes, un aristócrata galo obsesionado con la conservación de la civilización romana; Olivier de Noyen, un poeta al servicio de un poderoso cardenal envuelto en una trama para restaurar el papado en Roma; y Julien Barneuve, un intelectual descontento que se une al gobierno de Vichy. Los tres protagonistas de esta novela están fatalmente enamorados de una extraordinaria mujer. Sus historias están unidas por un texto clásico, «El sueño de Escipión», una obra de neoplatonismo que plantea cuestiones filosóficas tan pertinentes en los siglos V, XIV, y mediados del XX como lo son hoy. «El poder sin sabiduría es tiranía, y la sabiduría sin poder es irrelevante», advierte uno de los personajes de Pears.
En plena treintena, Eve es una joven bella, trabajadora y luchadora que lleva todavía consigo una parte de la niña que fue. Tras haber dejado atrás una “relación” rota, una personalidad sensiblemente insegura y unos problemas emocionales, el destino hace que una noche que sale de copas con su amiga Sarah, conozca a un educado, atractivo y desconocido multimillonario llamado Joseph. Entre ambos la fuerte atracción se hace patente desde el primer momento. Lo que parecía que no llegaría a ningún término comienza sin embargo a prosperar y en medio de ardientes y descriptivos encuentros sexuales, él la va adentrando en su mundo, sin duda muy apartado al de Eve: lujo, dinero, reuniones y fiestas, sexo, amistades nada envidiables… Pero los acontecimientos imprevisibles, las dudas de Eve hacia Joseph, sus miedos, las decepciones, el carácter impulsivo de él y su temperamental ímpetu mezclados con una ferviente dulzura harán que la pareja se mueva entre agitadas situaciones y furiosas tempestades, mientras que el pasado de ambos irá aflorando. Pero… ¿qué es lo que hay entre ellos? ¿Fue un amor a primera vista? ¿Será lo suficientemente fuerte para que continúen juntos?
A diferencia de su padre, Carlos I, Felipe fue educado en la sobriedad de la corte española, donde la religiosidad y los ideales del catolicismo contrarreformista envolvían el pensamiento y el proceder. A pesar de un físico que intentaba en vano desmentirlo, cabellos rubios e intensos ojos azules, Felipe era más español de lo que nunca llegó a ser su padre. Así, cuando Carlos I lo hizo llamar desde Flandes para que conociera los otros territorios del imperio hispano, Felipe apenas pudo disimular su incomodidad ante los modales ligeros y festivos de sus otros súbditos, por siempre lejanos y extraños, amigos de la herejía protestante. La gracia de su rostro y de su porte serán capaces de enamorar a María Tudor y convertirlo en efímero gobernante de Inglaterra. Pero el espejismo inglés morirá sin una descendencia que lo haga efectivo. Mientras, la eterna ilusión de acabar con la herejía de los Países Bajos se convierte paso a paso en una pesadilla sin fin; sin embargo, el rey recibe las noticias de los levantamientos y las derrotas con ademán estoico, sin rendirse jamás, dispuesto a poner en movimiento nuevas piezas sobre el tablero de Europa. La victoria de Lepanto será tal vez la única rosa sin espinas para este rey estadista y previsor que no supo aliarse con una providencia empeñada en desbaratar su juego, negándole, siempre en el último paso, la gloria de aquel que es capaz de hacer vivir los sueños.
El sentimiento de dolor se hace patente en las diversas disciplinas artísticas. Pablo Picasso presenta en La Exposición Universal de París su cuadro Guernica, denunciando los desastres de la guerra. La prensa internacional no deja de reportar estas catástrofes. Las acusaciones no cesan de cruzarse y las noticias se tergiversan por ambos bandos. En los cinematógrafos se muestran imágenes de destrucción y de desolación. Pero todas las voces son silenciadas por el ruido de las bombas. El ritmo de trabajo es frenético, queremos tener todo preparado y a tiempo. Haremos que nuestra voz sea la de aquellos que ya no están entre nosotros. Corre, Federico, huye de Granada. Vete de esta tierra que nada bueno te guarda. Corre, amigo mío, sé sombra en la madrugada. Soplan vientos de guerra llenos de hiel amarga. La muerte es dueña del estío, de sangre y de lágrimas. Recuerda tus versos profetas y el llanto de la guitarra, el cante hondo, su quejío, y no vuelvas la mirada. Salva tu corazón de poeta y el verbo que el alma inflama. En la vereda de un camino tres siluetas verdes danzan, ya tienen tu tumba abierta, ya por tu vida claman. Olvida tu nombre, Federico, y huye, la muerte te espera en Granada.
Las pesadillas y las fantasías habían sido la única compañía de Joanna durante la travesía. Una vez en Australia, pensó en la misteriosa mujer que había aparecido en los sueños de su madre, en las pesadillas y en su significado. Debía proseguir la búsqueda de aquella tierra, Karra Karra, cuyo nombre evocaba una antigua forma de vida, antes de la llegada del hombre blanco. A la suave luz del atardecer, Joanna trató de imaginar las líneas invisibles por donde habían caminado los antiguos, sus cantos, creando y recreando el mundo. Sin embargo, Joanna estaba asustada. A su alrededor percibía la existencia de fuerzas extrañas e incontrolables.
Nerea, una anciana vasca afincada en Abiña (Vizcaya), cuenta la historia de su vida a su nieto. Le habla de cómo su amistad con Nicolasa, esposa del fundador del PNV, le permitió conocer y convertirse en fiel seguidora de este líder y, con ello, ser persona defensora de las creencias religiosas de sus antepasados, de las antiguas leyes nacidas siglos atrás. Una convencida de que el pueblo vasco siempre fue un pueblo elegido por Dios, creencia de la que presumía. Mas, conforme pasó el tiempo, dejó de ser seguidora del nacionalismo carlista que proclamaba el lema “Dios y Ley Vieja”, tal como hiciera su maestro, en defensa de un “Dios-Nación”, transmutación que haría del independentismo una nueva religión. En el año 1952, en las Provincias Vascongadas, comenzaron a emerger grupúsculos independentistas apoyados por parte del clero vasco, que se caracterizaban por su activismo. A estos grupos de abertzales, que protestaban contra el régimen vigente, les movía un ideal: conseguir una Euskadi libre e independiente. Su aparición supuso el inicio de la gestación de una organización terrorista, que nacería en el año 1959 con las siglas ETA. Un factor imprevisible denominado destino permitirá que los protagonistas de la novela se conozcan