Llegaron a Paradise City en busca de dos millones de dólares en joyas. Pero no hay plan que pueda prever las emergencias causadas por las pasiones. Al Barney, que se describe a sí mismo como un tipo con la oreja en el suelo, relata la historia.Todos los ingredientes que han hecho de Chase uno de los grandes maestros del suspenso están presentes en esta novela: sexo, odio, celos, violencia y crimen, más un robo de alhajas astutamente planeado.
El caso de Mónica Glazzard se transformó en una verdadera pesadilla para la policía. Mónica era una celebridad. Su columna en el diario le ganó muchos amigos pero también numerosos enemigos. Cuando la encontraron muerta en su departamento se pensó en un suicidio, pero el médico forense comprobó que no lo era. El detective, teniente Frank Sessions, encuentra que el tiempo no le alcanza para descubrir y descartar pistas que lo lleven al esclarecimiento del crimen.
Durante años, Serge Maisky había soñado con el Gran Robo. ¿Qué mejor lugar —decidió— que el Casino de Paradise City, donde acudían los jugadores más ricos del mundo a luchar con sus fortunas contra un naipe o un juego de dados? Allí, Serge podría echar mano a enormes cantidades de dinero. He aquí la historia del robo al casino, relatada con la eficiencia, rapidez, seguridad e incesante suspenso que pusieron a James Hadley Chase a la cabeza de la novelística policial, y que mantendrán en vilo al lector hasta la última página.
El detective privado Peter Congdon, contratado por un senador norteamericano, debe traer desde Italia, sana y salva, a una valiosa testigo para declarar ante una comisión senatorial, encargada de investigar ciertas actividades de la Mafia, que dirige su cliente más para propio provecho que para el de la comunidad. Hillary Waugh (1920), conocido autor de «novelas negras», con la habilidad de que dio prueba en La joven desaparecida, construye en Corre cuando diga: ¡ya!, una trepidante historia de acción, sazonada con unas certeras gotas de humor, que se desarrolla a lo largo de un viaje a través de Italia y Francia, que empieza y termina en Estados Unidos. Esta obra se publicó posteriormente bajo el título «Corra cuando diga: ¡ya!».
La llegada de los convictos prófugos Allie Wells y Tony De Gennaro al apartamento de Lorraine Zeuss, en una tranquila población de Connecticut, señaló el comienzo de un triunvirato mortal. Fue el audaz y frío Tony quien había urdido la fuga, pero sin el encanto juvenil de Allie, Lorraine, la intrigante y mordaz hermana de un compañero convicto, no hubiera consentido en darles refugio. Los tres se embarcaron en una campaña propia para lograr dinero… preludio de uno de los más odiosos crímenes que jamás llegará a reclamar la atención del jefe de policía…
A las víctimas no se les conocían enemigos, el jefe de policía Fred C. Fellows no tenía pistas. Roger Chapman, inspector asistente de la escuela superior de Stockford, era un hombre muy tranquilo y apreciado. Betty su alegre y vivaz esposa era la maestra más popular de la escuela. Un lunes por la noche, mientras estaban los dos cenando en su casa, Betty probó un bocado de cebollas a la crema; Roger se sirvió un buen plato. Pocos minutos después Betty era víctima de una violenta intoxicación y su esposo estaba muerto, la leche con que se había hecho la crema contenía suficiente estricnina para envenenar a toda la ciudad. Pero ¿quién lo había hecho? Y lo más importante ¿por qué?
Todas las pistas que podrían llevar hasta la mujer desaparecida se encuentran cegadas por cadáveres burdamente asesinados. Nada parece tener sentido; sin embargo, es preciso y urgente encontrar las razones del embrollo, aunque se intuya que la investigación llevará a los más duros y calamitosos resultados. El amor y la muerte se encuentran, se separan y caminan juntos tras el rastro de una mujer que quizá haya sucumbido a los encantos del uno y a los horrores de la otra.
Tisquanto es una ciudad universitaria tranquila, y su jefe de policía quiere mantenerla así. Durante años, el único problema que los estudiantes les dieron a los lugareños fue fiesta de fraternidad que se salió de control. Pero ahora en el campus hay jóvenes que piden revolución. Cuando la mano derecha del gobernador, Mike McCall, acude a Tisquanto, el jefe de policía promete que mantendrá a los estudiantes a raya, sin importar cuántos huesos tenga que romper. Pero McCall no está aquí por los disturbios estudiantiles. Él ha venido a salvar una vida. La hija del mayor rival político del gobernador ha desaparecido de la escuela, y si McCall no puede encontrarla, todo el futuro del estado está en el aire. Pero para rastrearla, tendrá que meterse en un campus que está a punto de convertirse en una zona de guerra.
Esta es la cuarta novela de suspenso de Mark Girland, el personaje que hace casi cualquier cosa por dinero, el argumento gira alrededor de la pelígrosa búsqueda, por parte de Girland, de tres películas pornográficas en las que actuaba la hija del futuro presidente de los Estados Unidos...
Acerca de Las mujeres se dedican al crimen. ¿Qué ocurriría en los mercados internacionales si alguien anunciara que ha descubierto cierta obra desconocida de un gran maestro del Renacimiento italiano? Sobre tal hipótesis teje el autor de esta novela una trama ingeniosa, que reúne elementos de información artística, agudeza psicológica y precisión intachable. Un grupo de damas caritativas inclinadas al delito, un estafador de nobles aficiones y un hampa de ribetes inesperados transitan por estas páginas, donde pasado y presente aparecen conjugados bajo el signo del humor, entre decorativos ambientes de una Venecia intemporal y magnífica.
En un rancho de California, Robert Osborn, sale a buscar a su perro y nunca más se le vuelve a ver. Algunos rastros de sangre, el hallazgo de una probable arma asesina, hacen que su esposa, Devon, crea que han asesinado a Robert. Un año después, su madre y su mujer protagonizan un duelo frente a frente en un juicio para declarar o no legalmente muerto al ranchero desaparecido. La madre no quiere que el juez dictamine la muerte porque está convencida de que sigue vivo y la viuda espera que lo haga para poder seguir adelante con su vida. ¿Lo mataron? ¿No lo mataron? ¿Quién? ¿Por qué? Pero es la policía, a través de la correspondiente investigación, la que debe aclarar este punto. Accidentes que fueron en realidad asesinatos, amores tempestuosos y secretos, relaciones promiscuas, violentas escenas que habían quedado ocultas comienzan a salir a escena a medida que la investigación progresa. Al final, se hace patente en toda su siniestra evidencia la monstruosa realidad de una familia terrible, que se esconde celosamente tras el poder del dinero. Publicada tambien en castellano como «Más allá hay monstruos».
¿Quién estranguló a Lucille Balu, joven estrella de cine, en el ascensor de un hotel?Sobre el telón de fondo de la fabulosa Costa Azul y el Festival Cinematográfico de Cannes, la nueva novela policial de James Hadley Chase cuenta la historia de un joven psicótico, víctima de una invencible compulsión interior al asesinato.Escrita con el ritmo veloz, a fuerza y la economía de estilo que nos hemos acostumbrado a esperar del hombre que ha sido descripto como «el más notable de los novelistas de suspenso entre los británicos y norteamericanos» esta tensa novela arroja un lazo al lector del que no podrá librarse hasta la última página.
Un desaprensivo indio seminola y sus amigos beatniks llegan a Paradise City, —un lugar de recreo para millonarios—. Tras estudiar el escenario, el indio decide esparcir el terror en la opulenta ciudad, para luego exigir dinero en forma sistemática. ¿Quiere seguir viviendo? Pague o si no…La forma en que escribe Chase es una garantía de que usted no podrá dejar la lectura de este libro. Si comienza a leerlo se aislará del resto del mundo. Y ¿quién no desea aislarse de las cosas de este mundo durante tres o cuatro horas?
Stanley Bass, investigador privado, jugador profesional de póker, lobo solitario, amante, luchador, se encuentra con Brandy Kirkpatrick que busca vengar la muerte de su hermana a manos de un hombre de la mafia, y ambos se unen en un complicado plan de robo y de venganza. Pero algo falla. En el momento en que el lector se dispone a seguir las alternativas de la persecución, el autor comienza a barajar sus cartas y a repartir sorpresa tras sorpresa en una trama de acción rápida, ágil y de insuperable suspenso.
Jack Lennox está en quiebra y huyendo de sí mismo y de la furia de su exmujer. Viaja en un ómnibus interdepartamental y cuando el conductor descubre que lleva un pasaje vencido, lo hace bajar en el Oasis de Del, una parada en medio de una gran área desértica del suroeste. A la mañana siguiente es testigo del asesinato a sangre fría de Perrins. Lennox consigue escapar. En medio de su huida, Lennox tropieza con Jane Hennesey, escritora de libros para niños. La convence de que lo lleve en su auto hasta el pueblito vecino de Cuenca Seco. No sabe que todo se ha convertido en una emboscada preparada por el fríamente metódico y mortífero dirigente del grupo asesino. La novela avanza inevitablemente hacia la confrontación de los 5 personajes principales de «Pánico». La culminación es brutal, a tono con los ásperos elementos naturales entre los cuales acontece.
Cuando Tony Benson, Dueño de una gran tienda de Chicago, mandó a llamar a Chester Novak, del Departamento de Publicidad, Novak pensó que debía estar furioso, porque esa mañana había salido un precio equivocado en un aviso de un diario. Pero esta no era la razón por la que Benson lo quería ver. Pensaba en algo mucho más serio. El Departamento de Justicia estaba buscando a su hijo, presumiblemente vinculado con el tráfico de drogas, y al parecer había una joven implicada en la desaparición…
En una agradable mañana de los últimos días de invierno, a eso de las once, me dirigía en mi automóvil a la Mansión Santa Rosa; su dueño, Jay Franklin Cerf, me estaba esperando.El llamado de Cerf a mi oficina, se había producido en mi ausencia y mi secretaria, Paula Bensinger, que se encarga de todos mis asuntos e incluso de manejarme a mí cuando me descuido, le había prometido que yo lo visitaría dentro de una hora. Mi presunto cliente no había adelantado ninguna información sobre el interés que lo guiaba al requerir mis servicios; se limitó a expresar que era un asunto urgente y confidencial. El hecho de tratarse del dueño de la Mansión Santa Rosa, sin embargo, había logrado alterar la natural calma de mi secretaria; ella siempre se excitaba ante la perspectiva del trato con clientes adinerados.
Butler Morgan, ocasional detective, se sorprende cuando su exesposa Elaine, a la que no ve desde hace diez años, le pide que averigüe el paradero de su actual esposo, Ralph Maynard. Una ola de asesinatos se sucede sin motivo aparente y siempre con la misma arma, la de Maynard. La compleja investigación lleva a Morgan a desenterrar un hecho delictuoso ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial en las islas de Filipinas, en la cual siete personas se vieron involucradas, Maynard entre ellas.
Esta es la historia del viejo Barney, ese extraño personaje que conoce todos los secretos, los escándalos y los crímenes que hay detrás de la fachada del Paradise City; el hombre con el oído pegado al suelo. En la taberna Neptuno, atestado de gente y llena de humo, Barney cuenta la historia de cuatro desafortunados que se juntan: Don Elliot, exactor de cine; Joey Luck y su hija Cindy, carteristas menores; y Vin Pinna, un pistolero maligno, en busca de ocho estampillas rusas que valen un millón de dólares.
Japón encierra pocos secretos para Jefferson Wilde, pero innumerables recuerdos. Cuando una misión de rutina para la Agencia de Inteligencia de Defensa lo lleva nuevamente a Tokio, Wilde sabe que sus amigos japoneses lo ayudarán, como lo han hecho tan a menudo en el pasado. Pero la misión de Wilde no resulta ser de rutina. Lo que comienza como la búsqueda de un desertor del Ejército de los Estados Unidos pronto se convierte en una cacería humana que atrapa a Wilde y sus amigos en una crisis compleja y letal. La persecución se desarrolla en todo Japón en una serie de incitantes aventuras que sirven para ponernos en contacto con una cultura ancestral en una era de cambios violentos.