Fede Cortés, desde la enfermería de la cárcel, rememora la montaña rusa de su vida. Principal sospechoso de múltiples asesinatos, relata una historia que, escrita según los parámetros de la novela negra, nos adentra en una delirante atmósfera vital, en la que la frontera entre el bien y el mal se difumina, y la felicidad, un bien escaso y finito, se reparte con la misma arbitrariedad que la justicia. «Si yo me siento feliz, a mi vecino le habrá tocado un agónico dolor de muelas. Así funciona la vida».
En 1991, el Ayuntamiento de Terrassa creó una de las primeras concejalías de Políticas de Género del Estado Español y, de este modo, reconoció que las desigualdades por razón de sexo configuraban una realidad a la que había que hacer frente de manera efectiva. Desde entonces, la Concejalía de Políticas de Género del Ayuntamiento de Terrassa se estructura en dos ámbitos de actuación: Servicio de Información y Atención a las Mujeres de Terrassa y Proyectos y Programas. El Servicio de Información y Atención a las Mujeres de Terrassa presta una atención especializada de forma individual, gratuita y confidencial a las mujeres mayores de edad de la ciudad, con relación a sus derechos en los ámbitos laboral, social, personal y familiar. Se destina a todas las mujeres, especialmente a las que sufren violencia machista, y consta de 6 servicios: primera acogida, asesoramiento jurídico, atención psicológica, asesoramiento laboral, inserción laboral y diversidad sexual. Por otra parte, el servicio de Proyectos y Programas es responsable de ejecutar las líneas de actuación de la Concejalía y se encarga, entre otras, de las actuaciones transversales de incorporación de la perspectiva de género, de la sensibilización a favor de la igualdad, de las estrategias de prevención y educación contra la violencia machista, del fomento de la participación social de las mujeres y del fomento de su presencia en todos los ámbitos sociales, y en todos los niveles.
Una mesa remendada, unas viejas letritas móviles de plomo o madera, una prensa que quizás Gutenberg usó: el taller de José Francisco Borges en el pueblo de Bezerros, en los adentros del Nordeste del Brasil. En el aire huele a tinta, huele a madera. Las planchas de madera, en altas pilas, esperan que Borges las talle, mientras los grabados frescos, recién despegados, se secan colgados de los alambres. Con su cara tallada en madera, Borges me mira sin decir palabra. En plena era de la televisión, Borges sigue siendo un artista de la antigua tradición del cordel. En minúsculos folletos, cuenta sucedidos y leyendas: él escribe los versos, talla los grabados, los imprime, los carga al hombro y los ofrece en los mercados, pueblo por pueblo, cantando en letanías, las hazañas de gentes y fantasmas. Yo he venido a su taller para invitarlo a que trabajemos juntos. Le explico mi proyecto: imágenes de él, sus artes del grabado, y palabras mías. Él calla. Y yo hablo y hablo, explicando. Y él, nada. Y así sigue siendo, hasta que de pronto me doy cuenta: mis palabras no tienen música. Estoy soplando en flauta quebrada. Lo no nacido no se explica, no se entiendo: se siente, se palpa cuando se mueve. Y entonces dejo de explicar; y le cuento. Le cuento las historias de espanto y de encantos que yo quiero escribir, voces que he recogido en los caminos y sueños míos de andar despierto, realidades deliradas, delirios realizados, palabras andantes que encontré —o fui por ellas encontrado—. Le cuento los cuentos; y este libro nace.
Esta fascinante novela combina los acontecimientos históricos que marcaron el destino de esta nación con las pequeñas miserias y los destinos trágicos de sus gentes. Se inicia con la construcción de la hermosa Casa Espíritu en los albores de la Independencia Mexicana (1810), y sus piedras nos hablan de los primeros habitantes: un cura revolucionario, sus amigos artistas e intelectuales, y su valiente hija. Un siglo más tarde, se construirá idéntica, y pared con pared, Casa Santo. En ellas habitan, irremediablemente enfrentados, un general del gobierno de Porfirio Díaz y unos vecinos más inclinados a los nuevos aires de la Revolución de 1910. Finalmente, en la época actual, vivirán en las casas vecinas familias representativas de la polaridad social e ideológica del país: el grotesco nuevo rico, hecho gracias a la corrupción y los negocios turbios, y la familia de antiguo linaje que ya no podrá seguir el paso de los nuevos tiempos…
El verano de 1816 en Villa Diodati parece promisorio. Los personajes no pueden ser más ilustres: Lord Byron, Percy y Mary Shelley, Claire Clairmont y el Dr. Polidori, secretario privado de Byron. Polidori es quien resulta clave para Las Piadosas. ¿Por qué? Alguien se ha fijado en él para confiarle un terrible secreto. El enigma quedará revelado por la prosa envolvente y seductora de Federico Andahazi, el autor de El Anatomista. Andahazi descubre regiones insospechadas, turbadoras de la sexualidad y construye la intriga de una verdadera novela gótica moderna en torno a personajes y situaciones que difícilmente se olvidarán.
Francisco Umbral, en una de sus vertientes literarias, ha explorado repetidamente el lenguaje popular, el habla de las gentes, las peculiaridades y el argot de las distintas clases sociales, de los gremios e incluso de las horas del día, pues no se habla igual a las doce de la mañana que a las tres de la madrugada. De esta indagación idiomática nació, como sin quererlo, Maripi, una veterana y enjundiosa mujer de la noche madrileña, una respetuosa que ha ido contando su vida como por entregas, en el folletón de sus largas horas de espera, y que ahora reaparece en este libro, juntamente con sus compañeras en la industria del corazón: la Piresa, la Tupamaro, la Guerrillera, la Rosalía, etc. El propio Umbral lo explica en el prólogo de este libro: Maripi es un poco una «escultura léxica», como diría Peter Weiss, ya que está constituida solamente de palabras, y es su monólogo incesante y riquísimo lo que la define, mueve y perfila, más que su propia vida. Quizá la prostitución, antes que nada, es un estatismo, una espera eterna, un dontancredismo, un trabajar a toro pasado, que es como trabaja la profesional del amor. Hay esa pasividad de la que tanto se quejan, a través de los tiempos, los clientes de todas las Maripis, sin entender que es una cosa incluso metafísica. En la conciencia honda, revuelta y popular de esta mujer, toda la tragedia, la injusticia, la sociedad española, el crimen de la trata de tontas y el esperpento del país, que se agudiza en el lenguaje de la protagonista y en su visión deformada, nocturna y canalla de una política mala y una época mediocre.
Un narrador, Francesillo, cuenta la vida de los principales miembros de su familia (sobre todo la de su tía Algadefina, con múltiples y variadas experiencias amorosas) desde comienzos de siglo hasta la guerra civil; personajes célebres como Picasso, Unamuno, Rubén Darío, Galdós, el dictador Primo de Rivera, Valle-Inclán y García Lorca mantienen relaciones, a veces muy íntimas, con alguno de sus familiares, y a través de ellos la historia privada del entorno de Francesillo se va convirtiendo en la historia de todo el país, con sus dramas, sus sueños y sus ilusiones, hasta desembocar en el gran estallido de la guerra. Entre la ficción y la crónica, con humor, ternura y tremendismo, Umbral pinta, con su inimitable estilo, un brillante y agitado retablo de la vida de España.
Esta novela titulada Las siete cucas escrita por Eugenio Noel es una honesta pintura de una mancebía en Castilla, compuesta para recreo y alivio de los que gustan de aventuras carnales y sorpresas de realidades vivas. Las siete cucas eran seis mozas hijas del Cuco, que junto a su madre Saturnina se amancebaron para redimir la muerte de su padre, el Cuco, degollado en la plaza del pueblo.
Zenobia Camprubí, esposa de Juan Ramón Jiménez, motiva el reencuentro de dos amigas y les propone el tema: contar su historia. Aceptan el reto y este nostálgico proyecto se convierte en un intenso recorrido. Juntas transitan por algunas de las ciudades donde vivieron los Jiménez, desde el momento en el que Zenobia se encuentra con Juan Ramón en la Residencia de Estudiantes de Madrid, hasta su exilio en Nueva York, La Habana y Puerto Rico. Nuestras dos protagonistas cuentan, además, su propio periplo: los desesperados intentos de convivir con la infidelidad patológica de sus maridos y el autoritarismo de Chávez en Venezuela. La desventura del exilio de Zenobia y de un Juan Ramón Jiménez gobernado por el desvarío interactúa con la desventura del exilio interior de otras dos mujeres que luchan por una vida auténtica. El desenlace se produce en Puerto Rico, allí muere Zenobia sabiendo que Juan Ramón ha llegado a la cima con el Nobel, pero allí, la historia se acaba para ella. También se despiden las dos amigas que, con una vida por resolver, les aguarda el sinsabor de no advertir si Zenobia se fue contenta con su vida.
Estimado lector, buenos días. La vida de un editor es apasionante. Nunca está al abrigo de las sorpresas. En otoño de 1993, recibí la llamada de un muchacho que no quería decirme su nombre. Acababa de redactar un libro que iba a tener el efecto de una bomba. Estaba buscando un editor, pero deseaba mantener el anonimato. Concordé con él y le pedí que me enviase su manuscrito. Algunos días después recibí por correo un disquete acompañado de una suma de dinero. No había nombre de remitente. Había también una carta, que podréis leer en las páginas que siguen. Imprimí luego el texto; lo leí con gran interés y muy rápidamente. Cuando terminé la lectura, estaba estremecido. Sin embargo, yo estaba al corriente de las maquinaciones tramadas en algunos círculos de nuestra sociedad. Evidentemente, no me fue posible verificar la exactitud con que estaba escrito ese libro, pero aunque únicamente una parte pueda ser verdad, puedo comprender por qué existe tanta miseria en nuestro planeta, por qué la mayor parte de los seres humanos vive en extrema pobreza; comprendo también por qué la riqueza global y todo el poder de nuestra tierra se encuentran en las manos de algunas personas sin escrúpulos. ¡Nadie podrá extrañar este libro! Cordialmente, K. D. Ewert-Gamalo Tiozon>
Testimonio de un tiempo son estos versos; de un tiempo como no hay otro en la historia de esta que llaman «nuestra tierra» y que nuestra debiera ser. De una edad de pesadilla, de estertor, de agua que apagó hasta el rescoldo más profundo de una libertad naciente.
El enigmático flâneur conocido como Gaustín inaugura en Zúrich una clínica para enfermos de alzhéimer. Sus instalaciones reproducen las distintas décadas del siglo XX al detalle, lo que permite a los pacientes regresar al escenario de sus años de plenitud. Pronto, un número creciente de ciudadanos perfectamente sanos solicita ingresar en la clínica con la esperanza de huir del callejón sin salida en que se han convertido sus vidas. Pero este «cronorrefugio» no puede contener por sí solo un sueño tan seductor y la idea se propaga por toda la Unión Europea. Es entonces cuando el pasado invade el presente como una ola devastadora. Ensueño distópico y sembrado de premoniciones, el ganador del Premio Strega es un viaje de ida y vuelta al continente del ayer y un examen severo de nuestra relación íntima y política con la nostalgia.
Figura clave de las vanguardias literarias de principios de siglo, conocido principalmente por sus poemas visuales o caligramas escritos en las trincheras de la primera guerra mundial, Guillaume Apollinaire incursionó también, con el mismo espíritu experimental que marca toda su obra, en el teatro. Drama surrealista, como lo bautizó el mismo Apollinaire en lo que representa la primera aparición de este término de larga descendencia, «Las tetas de Tiresias» se sirve del mítico adivino tebano para contar una historia disparatada, llena de equívocos y doble sentido. Estrenada en 1917, un año antes de la muerte de su autor y todavía en plena guerra, la obra constituye un alegato pacifista y a favor de las mujeres; pero su fuerza reside, antes que nada, en la magistral utilización del absurdo y el humor.
En este nuevo libro, Gordon Thomas, autor también de Mossad, la historia secreta, ha realizado una cruda denuncia del uso de la psiquiatría en el espionaje y, en concreto, del papel de los expertos de la CIA que en épocas recientes se vieron envueltos en un programa de investigación en el área de la tortura psicológica a través de la aplicación de métodos tan terribles como el lavado de cerebro, las lobotomías, los electroshocks, el control mental, el aislamiento y otros tormentos inhumanos y degradantes. Las torturas mentales de la CIA nos da a conocer de primera mano un testimonio escalofriante a través de unos protagonistas reales, reputados psiquiatras inmersos en el programa más siniestro jamás creado por un gobierno, sus víctimas y los agentes que lo hicieron posible. Ésta es también la increíble historia real de William Buckley, un agente de esta organización especialmente preparado para coordinar dichos experimentos psíquicos, y de cómo fue asesinado mediante la aplicación de tales métodos. A lo largo de las páginas de este libro-denuncia se vierten las duras acusaciones del autor a la CIA por el empleo de prostitutas y enfermos mentales en las investigaciones, y por el asesinato de una serie de personas después de haberlas utilizado como conejillos de Indias, al tiempo que se relatan los experimentos de la CIA con prisioneros del Vietcong en Vietnam y se revela cómo este tipo de pruebas se llevan a cabo todavía en lugares secretos de Israel y China.
La nueva novela de la autora de La bastarda de Estambul y El arquitecto del universo transcurre a caballo entre Estambul e Inglaterra, entre la tradición y el afán por descubrir otras maneras de ver la vida. «Muchos quieren cambiar el mundo; otros intentan cambiar a sus seres queridos, pero casi nadie está dispuesto a cambiarse a sí mismo. Érase una vez un sultán que una noche de tormenta empezó a leer unos espléndidos poemas del gran Nefi. De repente, un rayo alcanzó los jardines del palacio, y el hombre pensó que aquella era una maldición. Rompió en mil pedazos las páginas del libro, las lanzó al Bósforo y ordenó la muerte del poeta. Desde entonces, las aguas de ese mar son tan negras como la tinta de aquellos poemas perdidos... Ignorancia y poder: una mezcla explosiva que puede provocar mucho dolor inútil, y de eso nos habla Peri, una joven que vive a caballo entre Estambul y Oxford, lidiando con las ideas políticas del padre y la devoción religiosa de su madre. La chica duda, investiga, y finalmente cree haber encontrado un camino hacia la verdad cuando encuentra a un profesor excéntrico, que estimula a sus estudiantes con preguntas siempre nuevas. Su guía son las tres pasiones que según Bertrand Russell mueven los destinos de los humanos: el deseo de amor, la búsqueda del conocimiento y la compasión por el dolor ajeno. La teoría tiene sentido, el reto es apasionante, pero habrá que ver cómo actuar cuando estas tres pasiones choquen con una realidad donde el deseo pide paso. Con estos mimbres, Elif Shafak ha escrito una novela hermosa y necesaria, para invitarnos a mover nuestras propias aguas negras que a menudo nos impiden caminar.
'La mayor parte de los ensayos reunidos en este libro tratan de la situación terapéutica, tanto desde el punto de vista de la víctima como del verdugo. Haley enseña al terapeuta cómo fracasar; al esquizofrénico, cómo seguir siéndolo; al analista, cómo subyugar al analizando… Pero el artículo que con toda probabilidad ha de causar más conmoción no tiene nada que ver con la psicología ni el psicoanálisis. Es un entretenido estudio sobre Jesucristo como táctico del poder… Haley muestra cómo Jesús organizó a los pobres… y exhortó simultáneamente al conformismo y al cambio social, controlando a sus discípulos con la astucia de un bolchevique. En el ensayo se hacen algunas afirmaciones que provocan asombro. Jesús, según Haley, no se tomó la molestia de ofrecer la otra mejilla, pese a que predicaba la 'táctica de la sumisión'. Y su crucifixión tal vez fuera el resultado de un error de cálculo que él mismo cometió.' (John Leonard, The New York Times). Jay Haley ha realizado investigaciones sobre conducta animal, hipnosis, esquizofrenia, terapia, familias y terapia familiar. Ha trabajado como investigador asociado en el Departamento de Antropología de Stanford y en la Medical Research Foundation de Palo Alto, California. Dirigió la revista Family Process y la Investigación de Familias en la Child Guídense Clinic de Filadelfia. En la actualidad es codirector del Instituto de Terapia Familiar de Washington.
Las «Veladas de la Orquesta» es una obra de gran contenido y difícil de encuadrar en un único género literario. Desde un punto de vista tremendamente irónico, Berlioz narra la historia de un grupo de músicos de la orquesta imaginaria de un teatro de ópera en un país sin determinar, que aprovecha las tediosas veladas musicales, en las que se tocan principalmente obras mediocres y sin interés, para contar historias y cuentos a cual más original o leer sobre compositores y músicos del pasado, todo ello bajo la atenta mirada del director de orquesta (que pone el oído cuando la historia es interesante). En la mayoría de los casos, Berlioz emplea estos relatos, llenos de imaginación, como excusa para realizar una crítica a la música de su tiempo. Instituciones, cantantes, compositores, teatros… todos los aspectos de la vida musical de su época son analizados desde un punto de vista crítico y mordaz. Incluso el público que asiste a estas veladas musicales, poco instruido y comprado por los artistas, es objeto de las críticas del autor (la mayoría de las veces el público ni siquiera es consciente de que la mitad de la orquesta ha dejado de tocar y charla animadamente en el foso). En más de una ocasión, Berlioz da muestras de la necesidad de una renovación de la música francesa. El libro entero es una crítica contra las óperas, operetas y demás géneros líricos de segunda que ocupaban las programaciones de los teatros parisinos. Por el contrario, el autor ensalza apasionadamente aquellas obras y compositores que merecían todo su respeto y admiración y que suponen una maravillosa excepción a la programación habitual de este teatro imaginario. Cuando «El Cazador Furtivo» de Weber, «Fidelio» de Beethoven o «La Vestale» de Spontini son interpretadas en el teatro, todos los músicos permanecen concentrados en su trabajo, ese día no hay tertulia. Supone un rasgo interesante la continua mezcla de realidad y ficción en las veladas. En muchas ocasiones, Berlioz ofrece datos autobiográficos novelados o entrelazados en el argumento de los relatos, así como biografías de músicos por él muy apreciados como Paganini o Beethoven. Incluye, además, algunas críticas a acontecimientos reales a los que asistió, como el Festival Beethoven de Bonn o los conciertos de coros de niños en la Catedral de San Pablo en Londres. El amor por la literatura de Berlioz queda reflejado en las innumerables citas y alusiones a obras literarias, especialmente de Virgilio, Shakespeare y La Fontaine, algunos de sus autores preferidos. Utiliza una prosa muy poética y adornada cargada de metáforas y otros recursos literarios, pero es, a pesar de ello, una lectura amena, entretenida y de un gran interés para el conocimiento de la vida musical de su tiempo.
«De vivir Cervantes entre nosotros -escribe Andrés Trapiello- lo seguiríamos viendo como entonces: viejo, solitario, fracasado. Algunos piensan que no, y que le harían académico, le comprarían anteojos nuevos y le colgarían una medalla de los harapos. Qué ilusión.» De esa ilusión, tan cervantina, trata este libro; en él están las vidas de Cervantes, tantas como pudo llevar y no llevó, tantas como llevó y nos son desconocidas, tantas como se le conjeturan desde 1616.
Novela-maratón (42 capítulos-kilómetros y 195 metros finales) cuyos protagonistas–corredores usan unas zapatillas especiales, elaboradas en Hanoi, que inician sus zancadas en Amsterdam y cruzarán la meta en Ushuaia. Todo arranca en la boda de los príncipes Máxima y Guillermo, de los Países Bajos, cuando se interpreta el tango 'Adiós Nonino' y un fotógrafo descubre entre los invitados a una activista nazi, amante de un guardaespaldas de Pinochet, ambos corredores de maratón
Tras la muerte de Pedro el Grande, en 1725, ¿quién sucederá a ese reformador déspota y visionario? Rusia está inquieta, nobles y vasallos trazan sus estrategias y desarrollan hipótesis acerca de quién ocupará el trono. Serán tres emperatrices y una regente quienes detentarán el poder durante treinta y siete años: Catalina I, Anna Ivánovna, Anna Leopóldovna, Isabel I. Mujeres todas ellas caprichosas, violentas, disolutas, libertinas, sensuales y crueles, que impondrán su extravagante carácter al pueblo y harán vacilar a la santa Rusia.