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Bolsilibros - Servicio Secreto 1536. La máscara de cristal, de Adam Surray

Novela, Policial

El hombre frisaba en los treinta y cinco años de edad. Alto. Delgado. De movimientos cansinos que en realidad ocultaban una agilidad felina. Su rostro era alargado, de ojos hundidos, nariz aguileña y pómulos prominentes.

Lucía chaqueta logan con cuello en pico, recto y sin cortes. Camisa a rayas, en algodón, con cuello smoking y pantalón en pana de algodón.

Ocupaba una de las mesas próximas a la vidriera exterior del « snack ». Un cigarrillo humeaba en la comisura de sus finos labios. A sus pies había depositado un maletín negro.

Hizo chasquear los dedos.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1537. Cortina de humo, de Albert Rosbund

Novela, Intriga, Policial

Llegué a la tierra del presidente Carter cuando éste era noticia de primera plana junto a Anastasio Somoza. Había tenido tiempo durante el trayecto en tren para leer los periódicos e informarme de cómo estaban las cosas en el mundo —aunque algunas noticias me habían llegado ya durante mi clausura— y sacar mis propias conclusiones. Jimmy Carter, después de su alocución pública al país, había recibido sobre su mesa la dimisión del gobierno en pleno, hecho histórico en Estados Unidos. Por su parte, Tachito había abandonado su poder de sangre y corrupción para instalarse en Sunset Island, Miami Beach, con el beneplácito de nuestros máximos dirigentes, en agradecimiento por haberles librado de uno de esos pesados periodistas que tanto incordian. Los compañeros de Bill Stewart, por supuesto y sin rubor, habían acudido al aeropuerto de Homestead y luego a la rueda de prensa en su residencia para hacerle los honores. Allá, en Nicaragua, a dictador muerto, dictador puesto; todo seguía espantosamente igual[1]. En Irán, por poner otro ejemplo, había sucedido ídem. Y nuestro cacahuetero quejándose públicamente de la crisis moral y espiritual del pueblo, de la falta de fe. ¿Cómo no, hermano, después de guerras inútiles, Watergate, canalladas made in CIA, chanchullos políticos, altos mandatarios que mueren cuando están en lo más gozoso con la secretaria de turno…?


Bolsilibros - Servicio Secreto 1538. Broadway story, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

Estaba nevando mucho en aquel momento. Ella y yo casi chocamos al empujar las puertas de las oficinas simultáneamente, no sé si por nuestro común afán de huir del frío exterior, o sólo porque, deseábamos fervorosamente alcanzar la oportunidad de ser recibidos por el grande, inaccesible, y para nosotros, casi mítico personaje llamado Oscar Siegel, representante artístico de la empresa de Lorna Lancaster, la primera empresaria del teatro musical de Broadway. Lo cierto es que tropezamos al empujar las pesadas vidrieras y nos quedamos como dos tontos, mirándonos mutuamente, con expresión atribulada. Ella sonrió, y su sonrisa logró desarmarme.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1539. Peces del infierno, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

Una absoluta rareza. Una historia que encaja perfectamente dentro de la colección «Servicio Secreto», pues tiene una intriga de agentes y megalómano de turno, al estilo James Bond y sus némesis. Sin embargo, también existe una sub-trama de ciencia ficción, con animales marinos mutados y convertidos en gigantes. Entre esos animales hay tiburones, y de hecho se menciona la película de Spielberg, si bien, por misteriosos motivos, se evita aludirla directamente. En el lado negativo, sin embargo, cabe apuntar que es una de las novelas peor cuidadas por parte de Curtis Garland, en lo que a redacción se refiere. Los fallos de sintaxis son abundantes, y da la impresión de que esta obra la escribió más deprisa de lo que era norma en la época, pues hay errores a mansalva. No sólo un fallo característico en él como era la profusión de posesivos —algo inherente, por cierto, a muchos autores españoles, demasiado acostumbrados a leer (malas) traducciones del inglés—, sino que la construcción gramatical de muchas frases resulta terrible. Lástima, porque la simpatía y vigor de la historia hubiera incitado una obra de gran valía.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1542. Un caso cerrado, de Albert Rosbund

Novela, Intriga, Policial

Llegué al Buster Club a las doce en punto, hora en que había sido citado. A la entrada un uniformado empleado, muy educado, me pidió el carnet de socio y yo le dije que había sido invitado por la señora Lois Carson. El hombre estaba al tanto, me pidió excusas y me facilitó la entrada. Tras atravesar un amplio y limpio vestíbulo, alcancé una sala biblioteca. Allí se encontraban buen número de personas, mujeres en su mayoría, leyendo libros o revistas. La señora Carson me había dicho que la encontraría en dicha sala vestida de negro.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1545. Vidas en subasta, de Clark Carrados

Novela, Policial

Abrió la puerta de su casa y se dispuso a dar un par de zapatetas de júbilo. Roy Thomas Asher tenía buenos motivos para sentirse alegre. Había hecho un buen negocio y las perspectivas de un ascenso, que conduciría inevitablemente a un alto cargo en calidad de directivo de la firma para la cual trabajaba, eran sencillamente inmejorables. 
Claro que la hija del supremo patrón tenía buena parte en su éxito. Asher sabía que no le resultaba indiferente a la hermosa Millicent Crawford, todavía soltera y sumamente codiciada por toda clase de hombres. Asher abrigaba la esperanza de ser el triunfador en aquella especie de torneo entablado por conseguir la mano —y todo lo demás, que era sumamente atractivo—, de la deslumbrante Millicent. Y ello sin contar con la fortuna de papaíto, extremo éste en modo alguno desdeñable.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1546. Muerte repetida, de Curtis Garland

Novela, Policial

Dicen que un hombre no puede morir dos veces. Dicen que todo ser humano nace, vive y muere una sola vez. Al menos por el momento, nadie ha probado que exista la reencarnación sin lugar a dudas. Nadie ha demostrado que ha vuelto del Más Allá, del Valle de las Sombras. Por tanto, solo se vive una vez. Se muere una vez. Y, sin embargo...


Bolsilibros - Servicio Secreto 1548. El caso de la dama ultrajada, de Adam Surray

Novela, Intriga, Policial

Peter Holbrock pulsó el llamador de la puerta. La hoja de madera se abrió a los pocos segundos. Franqueada por un individuo de unos cincuenta años de edad. —Buenas noches, Holbrock. Pase, por favor. Celebro que haya sido puntual. El estupor reflejado en el rostro de Peter Holbrock fue muy fugaz. Casi inapreciable. Reaccionó esbozando una sonrisa comercial de las muchas que proliferaban en el edificio. Reducido. Antesala, despacho y servicios. Se adentraron en el despacho.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1549. Cráneo de acero, de Curtis Garland

Novela, Intriga, Policial

Un misterioso asesino que parece tener el cuerpo cubierto de acero está matando a los agentes secretos británicos más destacados. El jefe del Servicio Secreto decide que Darrin Wolfe, un ex agente caído en desgracia y que actualmente cumple condena, es el más indicado para hacer frente a esta situación por causas muy particulares… Unas ligeras gotitas de terror y alguna más de ciencia ficción junto con una trama interesante y un tanto original conforman esta excelente novela policiaca de Garland. Aunque una de las «sorpresas» finales se ve venir de lejos, hay otra que si que pilla desprevenido al lector… o por lo menos a un servidor. La portada, como siempre, no refleja nada que aparezca en la novela pero han tenido el detalle de poner ese «Cráneo de acero» aunque no se corresponde con la descripción que de él hace el autor.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1552. El sueño muerto, de Burton Hare

Novela, Intriga, Policial

El teléfono rompió a sonar haciendo añicos la quietud del dormitorio. La rubia murmuró algo en sueños. El hombre que dormía a su lado ni se enteró. El teléfono siguió y siguió, hasta que la muchacha abrió los ojos, se incorporó sobre un codo y le miró a él. —¿Paul? —balbuceó, soñolienta. Paul McGee yacía igual que muerto, respirando acompasadamente en un sueño total y profundo. Ella hizo una mueca y le sacudió.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1553. Murder story, de Albert Rosbund

Novela, Intriga, Policial

El muchacho que apareció por mi oficina aquella mañana no tendría más allá de los veintidós años. Era moreno, de piel bien curtida y cabellos negros recortados por un peluquero que debía conocer el oficio. Sus ojos oscuros, protegidos por unas espesas cejas, poseían brillo y fuerza. Vestía ropas deportivas, elegantes, de precio. En conjunto, puede decirse que era un chico con distinción. —Me llamo Joe Benson —se presentó al alargarme la mano—, y deseo contratarle. Me pareció muy bien, pues últimamente estaba necesitado de trabajo. Le llevé hasta mi despacho, ofreciéndole asiento y tabaco. Luego me dirigí al amplio ventanal que daba al Lincoln Park y lo cerré. Me senté frente a él, separados por la monumental mesa escritorio, me quité el cigarrillo de los labios y le pregunté qué quería exactamente de mí.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1556. El caso de la mujer duplicada, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

El hombre que entró en el Banco, ofrecía un aspecto bastante vulgar. Vestía cazadora de color claro, camisa de rayitas, pantalones tejanos y zapatillas deportivas. El pelo era abundante y rizado, de color castaño; en cambio, no se podía ver el color de los ojos, debido a las gafas de color que usaba, tipo piloto aviador. Un gran mostacho negro adornaba su labio superior y llegaba casi a los bordes del mentón. En la mano izquierda llevaba una bolsa de lona azul. El cajero se puso en guardia instantáneamente. Presintió que iban a ser víctimas de un atraco. En aquellos momentos, salvo dos clientes, no había en el Banco otras personas que los empleados.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1558. El cadáver invitado, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

—Una fiesta muy animada —dijo el hombre. —Sí, bastante —contestó Larry, a la vez que rechazaba con un gesto el ofrecimiento de un camarero de color, ataviado con chaquetilla corta, blanca, y pantalones rojos. —A algunos les encanta celebrar los cumpleaños. A mí, no —manifestó el sujeto con voz que parecía proceder de lo más profundo de una sepultura. Lane le miró un instante. Aquel individuo estaba tan fuera de lugar en la fiesta, como un pingüino en la arena de una plaza de toros. Era alto, delgado, de rostro muy pálido y sus mejillas eran chupadas, dando la sensación de que era un hambriento crónico.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1559. El enemigo público número uno, de Adam Surray

Novela, Policial

Ralph Crichton escupió la brizna de tabaco pegada a su labio inferior.

—¿Estás seguro, Matt?

—Sí, jefe. Es Dam Shepard. Uno de los ayudantes del fiscal Lewis Tamblyn. Su protegido. Incluso se rumorea que pronto celebrará matrimonio con la hija de Tamblyn.

Ralph Crichton empujó hacia atrás el sillón giratorio para incorporarse y acudir frente a un gran espejo que adornaba la pared del despacho.

Al pulsar un resorte, el espejo se transformó en diáfano cristal.

Desde allí se podía contemplar una panorámica de la sala de juego.

—¿Dónde está?


Bolsilibros - Servicio Secreto 1560. Pornomuerte, de Albert Rosbund

Novela, Policial

Había cierta impaciencia en el set de rodaje porque la figura estelar no aparecía. Lyndon Truman, el dueño de la productora y el que al mismo tiempo hacía de guionista, director y otras muchas cosas, consultaba su reloj de pulsera una y otra vez, maldiciendo en voz baja. Los demás mataban el tiempo fumando un cigarrillo, aburridamente.

Yo no me lo pensé mucho y me acerqué por segunda vez en aquel día al jefe.

—Señor Truman…


Bolsilibros - Servicio Secreto 1561. El dinero no tiene olor, de Clark Carrados

Novela, Intriga, Policial

La noche estaba clara y el tiempo era agradable. Marvin Keagle decidió volver a pie a su casa, a fin de desentumecer un poco los músculos de sus piernas. Se había quedado más tiempo de lo necesario a fin de dejar resuelto un asunto de cierta importancia, cosa que, al fin, había conseguido, no sin meditar a fondo todas las implicaciones del mismo. En recompensa, se quedaría al día siguiente un rato más en la cama, y acudiría a su trabajo sin prisas. Se había comunicado con su jefe, quien después de conocer la buena noticia, había dado su aprobación a la decisión del joven. Keagle era joven, ya que aún estaba por cumplir los veintiocho años. Tenía una salud a prueba de bombas, una inteligencia más que mediana y era moderadamente ambicioso. Vivía solo en un apartamento cómodo, decorado por él mismo, según sus propios gustos, del que cuidaba una mujer que acudía cinco días a la semana; tenía ya unos miles de dólares ahorrados en el Banco y, por el momento, no sentía inclinaciones de encadenarse a ninguna mujer en lo que los pedantes suelen llamar «dulce yugo del matrimonio».


Bolsilibros - Servicio Secreto 1564. Siete naipes negros, de Clark Carrados

Novela, Policial

LEE FLOYD entró en el bar, de discreta apariencia, y a un paso del umbral, paseó la mirada con aire natural por el interior del local, en el que había media docena de personas, aparte de las dos camareras que atendían a la clientela. Vio a la persona a quien buscaba y se acercó a ella tranquilamente, sin prisas. Era una mujer joven, y muy hermosa, aunque llevaba los ojos cubiertos por unas grandes gafas oscuras. El vestido era sencillo, color crema, adornado con una rosa roja en el hombro izquierdo. La rosa era la contraseña de reconocimiento de la dama, a la cual Floyd no había visto nunca.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1565. Venecia, parada y muerte, de Adam Surray

Novela, Intriga, Policial

Sonreí de oreja a oreja. Eso de que le lleven a uno el desayuno a la cama resulta agradable. Máxime si es servido por una belleza como Francesca. —¿Qué te parece, Mark? Zumo de naranja, pizca de anisette, dos dedos de ginebra y chorro de whisky Con hielo y en coctelera. Como tú me has enseñado. —Eres un encanto. —Voy a por lo mío. Francesca abandonó la habitación. La seguí con la mirada. Próximo a babear.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1566. ¡Tercera guerra mundial!, de Donald Curtis

Novela, Policial

Mi colaboradora y compañera de rodaje, la joven actriz y presentadora a quién yo eligiera para interpretar el primer papel en el guion, parecía realmente abatida, y era lógico que así ocurriera. Todos lo estábamos en el Estudio de la WBC. Miré distraídamente a un monitor arrinconado, donde el boletín informativo seguía su rutina habitual, hablando de los problemas energéticos del momento, las elecciones en un país europeo, conatos de revueltas islámicas en Asia y cosas por el estilo.


Bolsilibros - Servicio Secreto 1568. Sheila es la clave, de Albert Rosbund

Novela, Intriga, Policial

Cuando aparecí por la oficina, la morena y escultural Daisy, quitándose el lapicero de la boca, me dijo: —El jefe quiere verte. —Gracias, monina. Me dirigí hacia la puerta rotulada con la palabra «DIRECCION», golpeé con los nudillos y una bronca voz me invitó a pasar al momento. James Widmark era el director-propietario de la compañía de seguros Todo Está Cubierto para la cual yo trabajaba como detective. Se encontraba sentado tras su monumental mesa escritorio de nogal, jugueteando con un sobre y el semblante preocupado.