Una bailarina rusa que planea un chantaje, un robo de diamantes en África del Sur, un hombre que muere empujado a la vía del metro de Londres y un extraño pedazo de papel. Estas son las piezas del rompecabezas que casualmente caen en manos de Anne Beddingfeld, la hija de un famoso arqueólogo, que decide descubrir la trama completa sin importarle los riesgos que debe asumir para ello.
Desde que tenía uso de razón, mucho antes en realidad de que supiera qué significaban, Eduardo Ledantes había tenido divergencias. Cuando se descubría asesinando al hermano que nunca había tenido, cuando despertaba a los pies de una cama de matrimonio con una cuchilla ensangrentada en la mano o encerrado en un barril maloliente y oscuro, sabía que no se trataba más que de eso: divergencias. Con el tiempo, las divergencias desaparecieron, pero ahora, veinte años después, vuelven a asaltarle en sus horas de vigilia. Inconexas y macabras como los destellos de un flash sobre un cadáver, parecen dibujar una verdad a la que tendrá enfrentarse. Por horrible que sea.
Después de pasar toda su vida intentando curar las heridas del pasado, Isabel Porto parece haber conseguido la estabilidad emocional. Se ha casado, se ha convertido en madre de dos hijos adoptivos y tiene ante sí un brillante futuro político, siendo candidata a la presidencia de España en las elecciones que están a punto de celebrarse.Sin embargo, hay cabos sueltos en su vida, personas que conocen un secreto capaz de destruirla, y, lo que parece peor, personas capaces de matar para protegerlo.Todos ellos entrarán en acción cuando el pequeño Alex, que ha quedado paralítico en el mismo accidente de tráfico en el que murió su madre, sea secuestrado y su familia, con razones para creer que la candidata presidencial está detrás del rapto, no dude en amenazarla con hacer público su terrible secreto, uno tan oscuro que ni la propia Isabel lo conoce al completo.
Brian Pallard, es un hombre de negocios de éxito en Australia. En la prensa se le conoce como Pallard «el envidador» por su forma de afrontarlos. Los caballos y las carreras son su pasión, y ha decidido ir a Inglaterra donde tiene unos parientes, que no lo van a recibir precisamente bien. Allí se va a encontrar con Lord Pinlow, un viejo conocido resentido con Pallard por experiencias en Australia. El choque va a ser inevitable, y la familia va a estar en medio…
¿Cómo diablos pasó esto? ¿De qué se me acusa? ¿Qué ocurrirá con mi familia? César Romano no encontró respuesta a sus cuestionamientos, Miércoles al mediodía: sale de su casa; repentinamente, se le cierra un vehículo del que descienden dos personas. A jalones, lo bajan de su auto. Policía judicial... orden de aprehensión. Ahí comienza su pesadilla. Inmerso en la corrupción de jueces, miniterios públicos y policías judiciales, se ve obligado a sobrevivir en el infierno de la cárcel, y a enfrentarse a abogados penalistas que extorsionan por igual a sus clientes que a sus oponentes, cuyos excesos, desfiguros y cuestionables métodos son tan válidos y normales como el pan nuestro de cada día. En la prisión, todos dicen lo mismo: no cometí crimen alguno.
Las sombras nocturnas se ciernen sobre París. Unos siniestros aullidos se escuchan en las lúgubres callajuelas de la denominada "Ciudad de la Luz"...Nadie está a salvo del cruento ataque del misterioso hombre lobo que actúa con total impunidad, aprovechándose de la exaltación de violencia que lo circunda. Publicada en 1933 por el escritor estadounidense Guy Endore, nos hallamos ante la mejor narración del mito del hombre lobo, uno de los grandes monstruos surgidos del pensamiento y de la experiencia ancestral del ser humano.
Terror, tradición gótica y suspense conforman esta narración fantástica cuyo argumento se inserta perfectamente en un contexto histórico concreto. Basándose en hechos reales, Guy Endore crea toda una leyenda que dará lugar a míticas versiones cinematográficas.
Elías Rivera (1979) publicó sus primeros cuentos después de un largo proceso de revisión en el volumen titulado El hombre más peligroso (2003), que recibió opiniones favorables pese a que, como él mismo recuerda, circuló en una edición muy reducida y en un país donde la ciencia-ficción no es particularmente popular. Los siete cuentos que integran este libro son los únicos sobrevivientes de mi etapa formativa, y están impregnados de mis vivencias, mis dolores y mis aprendizajes de juventud. Todas las anécdotas son absolutamente imaginarias y, de hecho, algunos cuentos los escribí en forma inversa, es decir, los elaboré preguntándome qué pasaría si la ciencia y la tecnología se utilizaran para realizar alguna cosa improbable o para cumplir un deseo fantástico. Por supuesto, no se trataba de escribir ensayos, y en ese sentido busqué siempre que resultaron entretenidos y le dejaran algo al lector, que le dieran alguna idea que estimulara su imaginación, que le provocaran una sonrisa o que lo sorprendieran.” Voces Temporis se complace en ofrecer la edición definitiva de estas narraciones excepcionales en el ámbito de la literatura hispanoamericana.
DOS HISTORIAS. UN ASESINO. SIN PIEDAD. YO ERA LA CHICA QUE SOBREVIVIO AL HOMBRE NADA. AHORA SOY LA MUJER QUE VA A ENCONTRARLO. Cuando tenía doce años, Eve Black fue el único miembro de su familia en sobrevivir al ataque del Hombre Nada. Casi dos décadas después, está obsesionada con encontrar al hombre que destruyó su vida. Jim Doyle, un guardia de seguridad de un supermercado, acaba de empezar a leer El Hombre Nada , las memorias sobre los crímenes reales que Eve ha escrito acerca de sus esfuerzos por localizar al asesino de su familia. Con cada página que lee, su rabia aumenta. Porque Jim era, es, el Hombre Nada. Cuanto más lee Jim, más se da cuenta de lo peligrosamente cerca que está Eve de la verdad. Sabe que ella no se rendirá hasta que lo encuentre, así que no tiene más remedio que detenerla...
Dos hermanos se reencuentran tras varios meses sin verse en la frontera de sus vastas propiedades ganaderas bajo el implacable sol de Queensland, una zona aislada de Australia donde el vecino más cercano vive a horas de distancia. Están en la tumba del ganadero, un punto de referencia tan antiguo que nadie recuerda ya quién hay enterrado ahí. Hoy, la escasa sombra que proyecta ese jalón en el camino ha sido la última esperanza para su hermano mediano, Cameron, que yace muerto a sus pies. Nadie puede entender por qué este salió solo bajo ese sol de justicia, dejó el coche y caminó hasta la tumba. Mientras los Bright lloran su pérdida, empiezan a levantarse las sospechas: ¿cómo murió? ¿Decidió dirigirse hacia su propia muerte?
Un relato de amor y violencia en el Chicago de la Ley Seca. La famosa actriz de cine mudo Eve Paradise ha tenido poca fortuna en el amor: en los últimos cuatro años todos sus amantes han sido truculentamente asesinados. Su pesadilla parece terminar cuando es detenido Amós Zambrano, un oscuro emigrante español que trabaja en un espectáculo de variedades. Pero el juicio también sacará a la luz buena parte de su vida anterior: el rodaje de la última película muda en Chicago —verdadera meca del cine hasta que la industria se trasladó a Hollywood—, sus indecentes relaciones con muchachos jóvenes, su escandalosa participación en el «show» del hipnotizador Donovan o su vinculación familiar con Ritchie Sandino, un mafioso en la órbita del mismísimo Al Capone. «El hombre que amó a Eve Paradise», galardonado con el Premio Ateneo de Sevilla, es un relato de besos y tiroteos en el Chicago de la Ley Seca: una clásica novela negra que sin embargo revela aspectos inéditos sobre el primer asesino en serie —anterior a Jack el Destripador— o la casi desconocida emigración española a Estados Unidos a principios del siglo XX.
El testamento de un escritor de novela negra empuja a su viuda, a su hija y a una antigua novia irlandesa —a la que abandonó años atrás sin explicación alguna— a convivir un verano en su casa de la playa junto a un taller de bicicletas en la costa mediterránea. Hay novelas que no se pueden contar, ni tan sólo describir, porque sería como explicar un beso antes de darlo. El hombre que arreglaba las bicicletas es un verano en algún lugar de nuestro imaginario. Ángel Gil Cheza consigue contagiarnos su particular modo de ver el mundo; un lugar en el que se escucha cada palabra, se atiende a cada gesto, y donde cada momento que compartimos con alguien cuenta.
Un pasado turbio. Maria Ángels está postrada en una silla de ruedas y no puede quitarse de la cabeza el recuerdo de la cara de su hija, emergiendo del agua; tomando aire. Una cara que desdibujaba todos los rostros del espanto; sus ojos abiertos. Su boca en una O perfecta gritando a voz en vivo que la ayudaran. Sin embargo, se ahogó. Emilio, su pareja, se tiró al agua, pero solo pudo salvar a su propia hija; Aina. Desde entonces, cada día que amanece es un calvario y cada noche que acecha es un vómito. Treinta años después, en Amer, cuando caen las primeras castañas de los castaños, vienen los asesinatos. Emilio descubre varios dedos adoptando una forma estrangulada, que emergen de unas hojas secas. Los dedos muestran un color purpúreo y el hombre que caminaba solo, desde siempre, coge el teléfono móvil y avisa a la Policía Local. Cuando el coche patrulla con sus brillantes luces azules destellando entre las ramas de los árboles llega, Emilio no recuerda nada. El Alzheimer se le presenta en cualquier momento, pero cuándo está lúcido, regresa el perfil intelecto de su profesión, la psiquiatría, de la que ya no ejerce. Unas horas más tarde, cuando el juez forense levanta el cadáver, descubre que se trata de su hija Aina. Enloquece y sospecha de su hijo; al que abandonó treinta años atrás. Sin embargo, las huellas y el ADN encontrado en el cuerpo de su hija, son de si misma. Y las muertes se suceden alrededor de su familia y todas las sospechas conducen a su hija muerta. Entonces el inspector de Policía Andrés, de pocos modales y gran vicio por el tabaco, toma el relevo de la investigación con su peculiar astucia. Y no es casualidad que el inspector Andrés esté allí.
En los albores del siglo XVII, Juan de Mesa, uno de los más grandes escultores e imagineros del Barroco, está concluyendo la que será, con el paso de las centurias, su obra culmen: la imagen del Jesús del Gran Poder. La personalidad de Juan es totalmente contrapuesta a la de su insigne maestro, Martínez Montañés, que observa con recelo cómo su discípulo más dilecto le ha sobrepasado. Cuatro siglos más tarde, la joven Laura Moreno, experta restauradora, ve requeridos sus servicios al denunciarse que la imagen de un portentoso Crucificado del Barroco —que procesiona, rodeada de gran fervor, en la Semana Santa de Sevilla— no es la original y ha podido ser sustituida fraudulentamente. A partir de ese instante, y tras recabar la ayuda de Lucas, un avezado periodista, se verá envuelta en una turbia conspiración en torno al origen de una serie de tallas; un secreto y un juramento que se han mantenido ocultos desde entonces, y que pondrán en serio riesgo su vida. Fernando Carrasco nos muestra en esta deslumbrante novela la perversa dualidad del Siglo de Oro: un genio altanero, que goza de prestigio, con acusado sentido de la superioridad; y su discípulo, un hombre enfermo, católico fervoroso, humilde y sometido.
El agente Gabriel Syme es reclutado por Scotland Yard para desentrañar una trama anarquista y para ello deberá infiltrarse en una de sus reuniones secretas. El hombre que fue Jueves, una de las novelas más populares del escritor y polemista británico G. K. Chesterton, pertenece a una variedad literaria peculiar. Aunque su revestimiento externo es el de una ingeniosa trama policiaca, donde el suspense y la sorpresa juegan un papel destacado, la crítica ha creído ver en esta obra una novela de tesis; también una fantasía policiaca, un relato onírico, o un panfleto político. El fino sentido del humor de Chesterton lanza sus venablos envenenados contra la filosofía de Schopenhauer, encarnada en el profesor de Worms, contra el pensamiento de Nietzsche o la ideología anarquista emergente de su tiempo. Según Chesterton, se trataba de un nuevo tipo de novela, una historia en la que se tipifican pensamientos modernos, pero no con argumentos, sino con incidentes simbólicos: una comedia alegórica.
Harold White, un recién llegado al círculo de los especialistas sherlockianos, es tan experto –y fanático– como el que más. Para todos ellos, reunidos en un acto exclusivo, es un momento histórico: va a salir a la luz el diario inédito de Conan Doyle. Pero, como en los relatos clásicos de misterio, el encargado de anunciar el hallazgo aparece muerto en su hotel. Del diario no hay ni rastro. La única pista es un mensaje escrito con sangre en la pared: «Elemental». Londres, 1893. Arthur Conan Doyle liquida a Sherlock Holmes en El problema final y los lectores no se lo perdonan. Poco después el propio Arthur se ve envuelto en la investigación de un caso real: un asesino de mujeres anda suelto por la ciudad. En sus pesquisas cuenta con la ayuda de su colega Bram Stoker pero, por una ironía del destino, Conan Doyle acaba siendo el principal sospechoso de los crímenes. Quizá la verdad se encuentre en su codiciado diario: más de un siglo después, alguien parece dispuesto a matar por conseguirlo. Quien quiera resolver este enigma deberá tener en cuenta que en el mundo de la ficción puedes, por voluntad del autor, regresar de entre los muertos y resolver el caso de El sabueso de los Baskerville. Pero en la vida real solo se muere una vez.
Marquitos Laguna se ha retirado del oficio. Ahora prefiere cuidar su huerto y recoger los huevos de sus gallinas.Antes, en otra época, Marquitos era un justiciero parco en palabras, un matador criptozoológico en la abundante isla de Simetría, un muro de dos metros de hostias enfundado en el guante de un hombre en traje negro. Pero ya no, sus noches más oscuras quedaron atrás. O al menos eso creía hasta hace unas horas. Porque hace nada, las gallinas viejas, esas que nunca sacrifica sabe Dios por qué, han comenzado a revolotear de aquí para allá, dejándolo todo lleno de plumas. La tierra de ese huerto que ahora se dedica a cuidar, ha empezado a retemblar. La carne putrefacta de toda una vida en negro se afana por abrirse paso a base de dentelladas y uñas rotas. Y Marquitos, un muro de dos metros de amor venido a menos, se teme lo peor: Que regresen sus noches más oscuras. Que se le atragante el olor de una Magnolia. O que haya llegado la hora de volver a sacrificar.
William acababa de cumplir diez años cuando consiguió la admiración de todos sus amigos: su ojo experto apuntó a un grajo que descansaba en un árbol lejano y, tras un instante de concentración, el tirachinas dio en el blanco. Nada grave, en apariencia; solo una chiquillada, pero desde entonces su vida cambió y William se propuso olvidar el pasado, trabajando duro para adelantarse al tiempo y a sus leyes. Los años fueron pasando, y un hombre vestido de negro empezó a rondar a William en las circunstancias más trágicas. Nació así una extraña unión entre los dos caballeros, y se inauguró en Londres una tienda espléndida, donde se exponían las telas y los complementos adecuados para el duelo de los difuntos. El negocio fue un éxito, y William durante un tiempo pensó que su apuesta por el olvido era acertada, pero llegó un día en que un grajo muy negro surcó el techo acristalado del almacén y de golpe el pasado volvió, cargado de secretos y dispuesto a tomarse su venganza…
Una subyugante historia de intriga política, venganza y espionaje en la turbulenta primera mitad del Siglo XX 1914. Dos semanas antes del asesinato del Archiduque Francisco Fernando en Sarajevo, Pierre Etcheberry, inspector de policía en Bayona, recibe una extraña e inesperada orden de presentarse en París. Tendrá que evitar un atentado que conducirá a Europa a la guerra. Espionaje, suspense y conspiración política confluyen para conducir al inspector por una Europa que abandonará la Belle Époque con un asesinato que marcará todo el Siglo XX. El Hombre que puso fin a las Guerras nos llevará a las trincheras de Verdun, viajaremos en el tren que condujo a Lenin hasta Rusia, recorreremos el San Petersburgo de la primera revolución bolchevique y llegaremos al corazón de la Alemania nazi, culminando en la revelación de un gran secreto que cambiará la vida de Etcheberry para siempre
Un hombre desconocido, que parece no recordar nada, irrumpe en la redacción del periódico donde Santiago, un joven de diecisiete años, está haciendo las prácticas. Tras ese incidente la vida de Santiago se complicará enormemente y se verá sumergido en un gran misterio. Una novela que reflexiona sobre el mundo interior de las personas.
El lugar: Es un sótano y es una charca y es un hotel situado en las afueras de Barcelona. Paredes blancas. Arbustos y matorrales pardos que arañan la piel y un agua mansa que invita al sosiego y mata al descuido. El tiempo: Son cinco días, pero pesan como siglos. El miedo dilata las horas muertas y destila los días previos a la acción con cruel sabiduría. Luego, casi de repente, se inicia la cuenta atrás… La historia: Es la vida del hombre al que todos llaman Carlos. Un luchador obligado a pactar con el pasado, con aquellos seres vivos y muertos que hicieron de él lo que hoy es: un hombre solo que teje su futuro con desgana y asume el resto como si de algo inevitable se tratara. Para hablarnos de él, Bernardo Atxaga —Premio Nacional de Literatura con Obabakoak— ha roto un silencio largo y fecundo. La espera ha valido la pena.