Una gélida noche de febrero, la editora Dijana Lovrić emprende un viaje desde la capital de Croacia, Zagreb, hasta el monasterio de Rama-Šćit, en Bosnia-Herzegovina. Allí la esperan con una misteriosa petición los frailes que han trabajado dos años con ella en una monografía sobre el monasterio.
Sin embargo, la nieve bloquea las carreteras y obliga a Dijana a detenerse y pasar la noche en Duvno, lugar de nacimiento de su novio Marko Kelava, donde la acoge su familia política. En casa de los Kelava la ausencia del padre de Marko, desaparecido en Alemania tras participar en la guerra de los Balcanes, se hace notar, aunque rara vez se pronuncia su nombre. Tampoco se habla de la reciente pedrada a una ventana de la casa, ni de la tarea que un desconocido encomienda a la hermana de Marko para que vaya a depositar once rosas blancas en un prado apartado.
El clamor de tantos silencios evidencia que las heridas del conflicto bélico aún no se han cerrado en esta pequeña ciudad donde los muertos no habitan solo en los cementerios.
El joven Johnsey Cunliffe, hijo único de una pareja de granjeros irlandeses, sufre cada santo día el acoso y las burlas de Eugene Penrose y sus compinches, antiguos compañeros de aula ahora en el paro.
Tras enterrar a su querido padre, Johnsey solo desea tranquilidad y que lo dejen en paz, pero no para de recibir visitas inesperadas. El boom del ladrillo ha llegado al pueblo y granjeros y empresarios locales quieren comprarle los terrenos recalificados de la granja.
Sin embargo, el chico de los Cunliffe no quiere desprenderse de lo que ha pertenecido desde hace generaciones a su familia, y su negativa a vender será la comidilla de vecinos envidiosos y le acarreará un sinfín de problemas.
Ambientada en el mismo pueblo que Corazón giratorio , el aclamado debut de Donal Ryan, Un año en la vida de Johnsey Cunliffe narra la lucha de un chico solitario y de pocas luces por comprender un mundo que avanza más rápido que él.
Melody Shee se enamoró de uno de los chicos más populares del instituto y acabó casándose con él, pero de ese amor solo quedan las ruinas. Ahora espera un bebé que no es de Pat, su marido, sino de un jovencísimo traveller a quien enseñaba a leer y que ahora se encuentra en paradero desconocido.
Sola y abrumada por la situación, Melody piensa en el suicidio y apenas encuentra consuelo en el cariño de su padre y la amistad que entabla con Mary Crothery, una joven traveller repudiada por su familia y protagonista involuntaria de una feroz disputa entre dos clanes. El desenlace de esa disputa y la decisión de Melody sobre el bebé marcarán el destino de ambas mujeres.
La tercera novela del autor de Corazón giratorio confirma a Donal Ryan como uno de los mejores escritores irlandeses de su generación.
Dos mujeres aguardan su destino en su particular sala de espera. Cuando el reloj marque las once, sus vidas cambiarán para siempre. Mariona, una joven médica de fuertes convicciones, espera angustiada el fallo de un mediático proceso judicial que enfrenta ciencia y religión con ella como principal acusada. Lucía, emprendedora de mediana edad, desengañada y de vuelta de casi todo, alberga la esperanza de convertir una misteriosa entrevista de trabajo en su última oportunidad para no perder todo lo que tiene. A través de una prosa exquisita y trepidante, con ironía y cercanía, Iván de Cristóbal maneja intriga y empatía y nos lleva de la mano junto a sus dos protagonistas, tan auténticas y reales que querremos acompañarlas y sentiremos como nuestros todos sus tropiezos y los impactantes giros de guion que les aguardan en su camino, poblado de situaciones insólitas y personajes singulares, hasta un sorprendente desenlace. Sala de espera combina suspense, actualidad y reflexión social para reformular las reglas del «thriller» hasta convertirlo en un fascinante dilema ético y regalarnos una historia de superación tan adictiva como inolvidable.
En Samarkanda, dos hermanos, Diego y Bruno, se reencuentran después de varios años de separación. Tras los reproches y las evocaciones de su infancia se va fraguando una singular y sutil historia de amor que se resolverá en el convencimiento de que Samarkanda, su antiguo talismán secreto y mágico, su sueño de juventud, ya se ha hecho presente, y no es otra cosa que vivir y agotar la vida juntos.
Hay un testimonio indudable de que Jacobo Fijman preparaba, hacia 1930, una edición de sus cuentos, que no llegó a concretarse. La presente es, pues, la primera reunión en libro de los relatos (algunos de los cuales permanecían olvidados) que el poeta de Molino rojo publicó en diversos medios de aquella época: diario Crítica, revistas número y Martín Fierro. La calidad de esta escritura autobiográfica, que sin duda aportará más que mera literatura, rebasa la problemática de la locura en la sociedad: poesía y crítica tienen aquí una perspectiva de alto nivel: están orientadas por esa gran divisa fijmaniana que dice: «El arte tiene que volver a ser un acto de sinceridad».
Sobre el nítido y vasto fondo de Río, revive toda una historia de amor adolescente —tempestad de precoces pasiones procaces— en una remota localidad del Brasil campesino. En un presente áspero, desolado y desnudo, se inscribe un pasado perdido, una edad irremediable y áurea, la estación del deseo destructor que corroe e inflama cuerpo y mente. Pero, al hilo del relato, se abren fisuras, interrogaciones, resquicios súbitos, espacios encendidos: algo no encaja, algo, desasosegadoramente, vulnera el tiempo del idilio, quebranta el resplandor arcádico de la estampa. El verdadero tema del libro aparece entonces: Sangre de amor correspondido trata de los disfraces, transfiguraciones y metáforas con los que el recuerdo, como una calcomanía desvaída al desteñirse, cubre y descubre alternativamente los repliegues de la memoria consciente. Así, el relato, celebración del hedonismo inseguro y febril de la adolescencia, es también, y quizá ante todo, elegía por una adolescencia que acaso no fue, y radiografía implacable de las ficciones que el adulto interpone entre su presente y su pasado. Lo real y lo ficticio, impugnándose y —secretamente— complementándose, reconstruyen un cuadro a la vez conmovedor y cruel de la soledad humana y el impulso amoroso desde el cercado capsular de la conciencia.
Edmundo Chirinos, reconocido psiquiatra de trayectoria pública es acusado por el asesinato de Roxana Vargas. Ibéyise Pacheco tuvo la oportunidad de entrevistar en numerosas ocasiones a los implicados y relacionados con el caso, y en especial al doctor Chirinos. Con la acuciosidad de la periodista incisiva que es Ibéyise, el juicio será el escenario de partida de este profundo trabajo de investigación que reconstruye y da cuenta de la personalidad enigmática de Chirinos, la truculencia del caso, los testimonios dramáticos de las víctimas, los archivos de la fiscalía, y en grado mayor los encuentros con el doctor en los que la periodista interroga, deja hablar, persuade, y en ese forcejeo se revela la retorcida y decadente brillantez del doctor. Ibéyise no elude las escenas más crudas, deja que lo explícito se muestre y mientras, como telón de fondo, un acercamiento al carácter nacional, quizá dislocado, quebrado psíquicamente. El estilo de Ibéyise es preciso, apunta el dato, no deja cabos sueltos y resuelve en la sentencia el suspenso del reportaje que deviene relato. Chirinos ha sido condenado a veinte años de prisión.
Alegoría del mundo y de la condición humana, «Santa María del Circo» es la historia de un grupo de cirqueros que, al llegar a un pueblo fantasma, no menos desolado que ellos, tratan de fundar un nuevo orden, de construir sobre lo destruido. Su vida se convierte así en una función interminable en busca de la propia redención. En ese camino recorrido a tientas se hallan mezclados la tragedia y el humor negro, el dolor y la ironía. En las páginas que relatan ese ir y venir al mismo punto, se pasea, oronda, una idea estremecedora: el mundo es un gran circo, pero sin espectadores.
En este libro ambientado en Los Ángeles se nota la continua presencia de la gran urbe en toda la escritura de Charles Bukowski , ciudad infernal, a pesar de estar situada en medio del paraíso californiano, sueño de todo pobre ciudadano USA, con sus naranjas, su sol y su vino, vino del que Bukowski da buena cuenta toda su vida, como el whisky, como la cerveza, que habrán de ser, inevitablemente, su fuente de inspiración. Bukowski toma una actitud de ermitaño loco, de lucidez exasperada, de humorista borracho en la barra de un bar solitario. Se ríe de todo, trata de ganar algo de dinero para un trago o una puta sin trabajar mucho, frecuenta otras ratas urbanas enloquecidas, odia a la humanidad, se encierra en su habitación y se entretiene en contarnos las historias que le ocurren o se le ocurren.
Sara es una fuerza de la naturaleza. Fiera, hermosa, espontánea, vive ajena a ideales y justificaciones. Actúa. Es el ser más caótico de la creación, el más libre, y explora sin límites la eclosión de la libertad sesentayochista. Los mismos amigos que compartieron con ella aquellos años de juventud hicieron lo imposible porque se adaptara a la ortodoxia burguesa con el paso del tiempo, porque sentara la cabeza, fuera madre y esposa. Pero algo salió mal… consiguieron su propósito. Sara vive a través de la frustración que genera en los demás. Convertida en la sombra de la eterna Penélope, teje humillación y culpa para ser normal. Cada uno de los personajes que forman parte de su vida y que protagonizan esta inquietante novela busca incansablemente, y tal vez sin saberlo, el gran secreto de una mujer que vivió cuando su generación reflexionaba sobre cómo hacerlo, y desapareció cuando los demás creían haber comenzado a vivir. Secreta Penélope es una novela que puede incomodar, como la verdad, a veces dura y siempre sobrecogedora. Alicia Giménez Bartlett maneja de forma exquisita la ironía, la crítica social o el desarrollo de sus personajes en el tiempo, provocando constantemente reacciones contrapuestas. Deudora de la prosa acerada, evocadora y certera de Virginia Woolf, Giménez Bartlett viene a ocupar con esta novela un lugar de primer orden en la narrativa española actual.
Danny Skinner es una joven versión contemporánea del Dr. Jekyll y Mr Hyde. Reparte su tiempo libre entre el fútbol, las mujeres, las borracheras monumentales y las grescas apocalípticas por un lado, y la lectura de Rimbaud, Verlaine y Schopenhauer por el otro. Y en su tiempo de asalariado, trabaja en Sanidad y Medio Ambiente y se dedica a inspeccionar restaurantes. Aunque también aquí la dualidad se repite, porque Danny Skinner oficialmente está interesado en la salubridad e higiene de los lugares donde cocinan los grandes chefs, y también los menos grandes, y en recibir algún que otro soborno, pero extraoficialmente pretende averiguar sus más turbios secretos de alcoba: el joven es hijo de madre soltera, una pionera del punk que jamás ha querido abrir la boca, y sospecha que su progenitor puede ser uno de estos divos contemporáneos, uno de los emperadores de esas cocinas que él visita con ojo avizor. Hasta que un día, en medio de este inestable equilibrio laboral y vital, aparece Brian Kibby, un perfecto buen chico un tanto friky, que jamás se emborracha, es aficionado a los trenes eléctricos de juguete, hace higiénicas excursiones a la montaña y asiste a las convenciones de Star Trek. Y Brian se pone a trabajar junto a Danny, que comienza a experimentar un odio inmediato y fulgurante por el recién llegado, tan instantáneo y ardiente como la admiración que Brian siente por él.
Novela de ficción basada en hechos reales. La historia de una familia de negros esclavos en el sur de Chile, durante el siglo XIX. La historia de un pueblo que lucha por su independencia, a orillas del Oceano Austral.
En este libro se recogen una serie de relatos que Eric Rohmer escribió y que posteriormente convirtió en sendas películas: los famosos «Seis cuentos morales» que lo consagraron como uno de los más personales directores de la historia del cine. «Todos ellos están concebidos como variaciones sobre un tema: Es la historia de un hombre y dos mujeres. Mientras busca a la primera encuentra a la segunda. Esta relación constituye el argumento de cada película. Al final vuelve a ver a la primera mujer. Y esta es la moral del cuento». Este tema, siguiendo las leyes del género, sufrirá cierto número de amplificaciones, de restricciones y de inversiones, aunque siga siendo fácilmente identificable. La reunión de los «Seis cuentos morales» en un sólo volumen (que en la edición francesa se subtituló significativamente como «novela») permite captar la complejidad de la temática rohmeriana y seguir el juego sutil de sus oposiciones y correspondencias. «¿Por qué filmar una historia, cuando se puede escribir? ¿Por qué escribirla, cuando se va a filmarla? Esta doble pregunta sólo es superflua a primera vista. A mí se me planteó con mucha precisión. La idea de estos “Cuentos” se me ocurrió a una edad en la que yo no sabía aún si sería cineasta. Si los convertí en films, es porque no conseguí escribirlos. Y si bien, en cierto modo, es cierto que los escribí —bajo la misma forma en que se leerán— fue únicamente para poderlos filmar. Así pues, estos textos no están “sacados” de mis films. Les preceden cronológicamente, pero yo quise de antemano que no fuesen unos “guiones”: por tanto, no contienen ninguna referencia a una puesta en escena cinematográfica. Desde el primer momento tuvieron una apariencia decididamente literaria».
Esta nueva novela de Manuel Longares se desarrolla en una provincia enamorada de la música, donde sus calles llevan nombres de compositores y sus habitantes se agrupan en una de las dos asociaciones musicales autorizadas. Se trata de gente que solemos llamar normal -trabaja, forma una familia y paga impuestos-, salvo cuando la música exacerba su sentimentalidad y disloca su comportamiento. Un erudito costumbrista que es la gloria literaria de la provincia y del que no sabemos si vive o lleva años enterrado sostiene que los sentimentales constituyen un peligro para las familias y las naciones. Lo veremos a lo largo de esta novela en la que los melómanos quedan traicionados por su carácter y hasta las menores esperanzas se desfiguran y frustran. Sentimentales se divide en tres partes, que responden a otros tantos sucesos ocurridos en la provincia: un estreno sinfónico escandaloso, la disolución de un matrimonio de artistas y el retraso de un visitante ilustre. Es un homenaje a la música clásica a través de un texto en el que el juego literario, expresado con humor en frases distorsionadas, situaciones absurdas y denominaciones arbitrarias, persigue una realidad más rica. Sentimentales es una de las grandes novelas de un narrador que no admite comparaciones, cuyo mundo y escritura brillan con el esplendor de los más inesperados y regocijantes hallazgos. Cada libro de Longares siempre supone un redescubrimiento deslumbrante.
Sevillana es la historia de Alejandra Díez de la Cortina, una joven arquitecta de interiores que está a punto de casarse con Gonzalo, su novio de toda la vida. Los dos son sevillanos pero viven en Madrid por motivos laborales. A Alejandra le ha pasado lo que a muchas jóvenes de su ambiente: cuando la relación se consolida, el hastío amenaza entre monterías de caza, paseos a caballo e interminables partidas de golf. Es entonces, durante uno de esos eventos sociales, cuando un amigo de Gonzalo comienza a acercarse peligrosamente a ella. Esta es también la historia de su abuela, que acaba de quedarse viuda y se siente muy sola, aunque es feliz ante la idea de la boda de su nieta. Y es, por último, la historia de su madre, que tiene una obsesión secreta y que está más irascible que nunca: esa vida de apariencias, fiestas y prejuicios ya no le llena. ¿Qué une realmente a esas tres generaciones de mujeres? ¿Por qué los miedos de su madre son tan importantes para las decisiones que deberá tomar Alejandra? Charo Lagares deslumbra con una primera novela emocionante y divertida sobre los vínculos de una familia de la clase alta y conservadora de Sevilla.
Un médico de Barcelona nos introduce en la historia de la familia Roura, en la que destacan dos figuras de gran personalidad, que dominan la acción de esta novela, concebida a modo de crónica: el anciano Mauricio Roura, hombre de gran cultura, profundamente religioso, temperamental y de carácter difícil y lleno de subyugantes contrastes, y su hija Marion, la cual, tras el hundimiento de su matrimonio, trabaja para mantener a sus hijos. En torno a estos dos grandes personajes se mueven otros secundarios, que completan el sentido y el ambiente del relato. Novela de gran vigor y fuerza expresiva, Al otro lado del mar nos pinta los conflictos de tres generaciones que viven el presente de un modo dramático, conflictos cuyas raíces se hunden en un pasado que se entrevé como todo un mundo remoto y complejo en medio de la impresionante humanidad y sencillez de la trama.
El viaje es el segundo libro de la trilogía «Sic transit» de Carmen Kurtz. En él se describe la peripecia vital de Mauricio Roura Vidal, un catalán que nace en 1817 y que la vida le lleva a emigrar a Estados Unidos, después a vivir en Méjico y por último en Cuba, para morir en 1882 en La Habana sin poder cumplir su sueño de volver a Barcelona. Su vida y la de su numerosa familia, está llena de acontecimientos extraordinarios y sirve de marco a Carmen Kurtz para describir con precisión los cruciales acontecimientos que tuvieron lugar en los países en los que vivió, y que fueron tan importantes en la historia de los mismos.
Con El regreso (1976) Carmen Kurtz cierra su trilogía «Sic transit», tras la publicación de Al otro lado del mar (1973) y El viaje (1975).
La trilogía nos narra la historia de varias generaciones de catalanes, desde la inmigración inicial a Estados Unidos, y a Méjico y Cuba posteriormente, y la estancia allí, hasta la vuelta a España de una generación posterior. En las últimas páginas del segundo volumen, Mauricio Roura Clarkson, nieto de Mauricio Roura Vidal (el inmigrante inicial), anticipa lo que constituirá la última obra de la trilogía, El regreso (1976), cuando le dice a su nieto: «Te dejo, Ricardo, todo lo referente a nuestro retorno. ¿Retorno? Ninguno de nosotros había nacido en España, de modo que esa no es exactamente la palabra. Emprendíamos una nueva aventura hacia lo desconocido: es la pura verdad». Ricardo Goehlen Roura, su nieto, se encargará de reconstruir la historia de la familia en Barcelona, en las convulsas primeras décadas del siglo XX, sobre la base de las notas de su abuelo y la información que le proporcionan sus parientes de más edad aún vivos.
El regreso supuso el fin de la producción para adultos de Carmen Kurtz, ya que consideraba la trilogía su obra más completa, y con ella dio por finalizada su aportación a la narrativa para adultos.