La vio una vez de lejos cuando tenía 21 años. Abel Posse recuerda a Eva Perón sentada en un palco, 'vestida de azul con un sombrero maravilloso', rodeada de militares. En aquella época, Posse era un universitario y militaba en la oposición del Partido Justicialista de Juan Domingo Perón. Fue años después, estando ya como embajador en Praga, cuando Posse decidió pasar a limpio toda la documentación acumulada sobre la reina de los descamisados.La pasión según Eva es una novela escrita en primera y en tercera persona, realizada a base de entrevistas y de una concienzuda investigación del material histórico.
En la novela se recogen anécdotas desconocidas de esta polémica mujer, como su decepcionante encuentro con Francisco Franco, al que ella, imaginaba como una especie de héroe en el mejor estilo de Errol Flynn. El propio Franco, tras escuchar los incendiarios discursos que les dirigía a los trabajadores españoles en plena represión política, sustituyó algunos mítines previstos por misas.Durante su estancia en Madrid se alojó en el Pardo y tras su partida, Carmen Polo, más que harta de la invitada, prohibió que se volviera a alojar ningún otro visitante.
Bárbara Blomberg fue la última mujer que ocupó el corazón de Carlos V. Unas cartas enviadas poco después de su muerte revelaron a su nieta doña Ana de Austria, recluida de por vida en un convento, la verdad de sus relaciones con el emperador. El 27 de noviembre de 1629 moría doña Ana, última abadesa perpetua del monasterio de Santa María de las Huelgas. Sorprendentemente, su tumba permaneció vacía. Sus restos nunca fueron localizados.
Una descripción rigurosa y amena de la persecución que los cristianos hicieron a los paganos en los años entre la legalización de su religión con Constantino hasta que el cristianismo se hizo oficial con Teodosio. Fueron apenas 70 años de ascenso meteórico que dejó infinidad de víctimas en el camino: los herejes, los paganos y sus dioses, pero también todo lo que se asociaba al paganismo, la filosofía, la academia, el saber mundano. Se trató de una guerra sin paliativos, una guerra violenta que dejó víctimas en ambos lados, y que hizo que los cristianos pasaran de ser perseguidos a perseguidores.
Ante el fin de ETA, este libro relata los inicios de la organización armada, con la derecha en su punto de mira como único objetivo. Entre 1976 y 1981, durante los «años de plomo», las diferentes facciones de la banda terrorista ETA intentaron borrar del mapa a la derecha vasca. Las llamadas campañas «antialcaldes» y «antichivatos» le sirvieron para organizar una cruzada de limpieza ideológica con el fin de depurar del censo electoral, y del espacio público, a todo ese segmento ideológico. El asesinato del primer edil de Galdácano, Víctor Legorburu tuvo dos consecuencias: lograr la dimisión en masa de alcaldes y concejales, así como privar a la derecha vasca de candidatos para unas elecciones que se barajaban como inmediatas tras los primeros comicios de 1977. Problema que no tuvieron los partidos nacionalistas. Militantes de AP, UCD o formaciones carlistas fueron colocados en el punto de mira. Sus candidatos pasaron a ser perseguidos, extorsionados… y asesinados. Los primeros crímenes fueron lo suficientemente «ejemplarizantes» como para crear un ambiente de terror generalizado, huida de familias enteras, y provocar mutaciones ideológicas salvavidas o la autocensura. Los afiliados de UCD, AP y formaciones de extrema derecha vivieron las amenazas en absoluta soledad porque las ejecutivas de sus partidos, en Madrid, no supieron proteger a los suyos. El llamado nacionalismo institucional, receptor de parte de los votos de esa derecha vasco-española que no tenía inconveniente en apoyarlo en las urnas, se mostró indiferente a esta situación. Éste es un relato contra el miedo, para aclarar cómo empezó todo y con quiénes se inició el intento de ETA por exterminar a la derecha vasca. Pero, sobre todo, es un libro que evidencia esa memoria selectiva, capaz de recordar la Guerra Civil y el franquismo, mientras deja en un segundo plano el terrorismo abertzale en un intento de diluirlo entre otros extremismos y violencias.
Este libro es una guía práctica y accesible para saber más sobre la peste negra, que le aportará la información esencial y le permitirá ganar tiempo.
En tan solo 50 minutos usted podrá:
•Estudiar el contexto que rodea el brote de la pandemia de la peste negra en Europa, en pleno siglo XIV marcado por los intercambios comerciales con Asia, donde se habría originado la enfermedad
•Profundizar en los diferentes elementos que habrían transportado la enfermedad hacia el Viejo Continente y en la forma en la que se propaga allí la muerte negra, así como en la reacción de las distintas autoridades para intentar frenar su avance
•Descubrir las consecuencias a nivel social, demográfico y económico que tuvo la pandemia de la peste, que sigue siendo hoy en día la enfermedad que más muertos ha dejado de forma repentina
Si hay un rasgo de carácter repetidamente usado para describir algo substancial del vivir venezolano, ése es la viveza criolla. El «vivo», el «pájaro bravo», el «avispado» son entrañables personajes cotidianos. No solo celebramos al individuo agudo que vive de su ingenio sino que la astucia y la viveza son nuestros principales órganos de adaptación, facultades necesarias para sobrevivir en nuestro país. El arquetipo del pícaro es un dominante de nuestra cultura. Y así como no podemos prescindir del Libertador Simón Bolívar ni de nuestro pasado heroico como mito de origen capaz de darnos sentido de continuidad histórica e identidad nacional, tampoco es posible entender nuestra sociedad sin analizar la psicología de la picardía. El héroe y el pícaro se dan la mano como actores compensatorios de una misma paradoja histórica, personificaciones de un juego de contrarios que ha estado activo desde nuestro más remoto pasado.
El Lapidario es un tratado médico y mágico acerca de las propiedades de las piedras en relación con la astronomía redactado hacia 1250 que se conserva en la Biblioteca del Escorial. Pudo ser traducido de nuevo, enmendado, añadido y reorganizado entre 1276 y 1279.[3] La obra fue ampliada en 1279 con el Libro de las formas e imágenes que están en los cielos, más conocido como Tablas del Lapidario. El libro es una summa de tratados griegos, helenísticos y árabes compilados probablemente por Yehuda ben Moshe, médico real y destacado astrónomo. El códice está iluminado por unas cincuenta miniaturas de animales del zodíaco. En este tipo de tratados medievales de origen árabe sobre las virtudes curativas y mágicas de las piedras, la astrología desempeñaba un gran papel, pues modificaba las propiedades de estas
En este libro se resumen los aspectos más importantes de la historia de las sociedades cristianas de la península Ibérica durante la Plena Edad Media, es decir a lo largo de los siglos XII y XIII. El fenómeno más relevante en ese período es el proceso de expansión política y territorial, la Reconquista. Este texto interpreta la Reconquista como un proceso de expansión de las sociedades feudales cristianas. De esa forma, en los sucesivos capítulos se estudian las bases materiales de la expansión, los procesos de expansión en los distintos reinos, la articulación política y las formas de gobierno de los hombres y los territorios, y la evolución de la Iglesia y la cultura.
La enseñanza de la historia, ha dicho Anthony Grafton, se encuentra hoy marginada, como un saber sin utilidad alguna. Lo cual contrasta con el interés que el público culto muestra por los buenos libros de historia, y con la necesidad de renovar nuestro conocimiento del pasado en un momento en que han fallado las visiones tradicionales que interpretaban la evolución de la humanidad como el relato de un progreso continuado. Francesco Boldizzoni, que sostiene que buena parte de este desprestigio se debe a aquellos historiadores que se dedicaron a servir al orden establecido con métodos destinados a elaborar “narrativas del pasado compatibles con la ideología neoliberal”, nos ofrece una interesantísima revisión crítica de la historiografía de estas últimas décadas, familiarizándonos con títulos que han influido poderosamente en el mundo de las ideas, pero que no han llegado al público general, al que no estaban destinados, y nos propone nuevas formas de aproximarnos al pasado, recuperando la mejor tradición de la historia social.
Este libro trata de uno de los instrumentos conceptuales y analíticos más básicos y más importantes inventados por los humanos: el cálculo infinitesimal. Sin él, la historia de la ciencia —lo que en buena medida también quiere decir la historia de la humanidad— habría sido diferente. Sus inventores fueron dos gigantes de la ciencia: Isaac Newton (1642-1727) y Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716), este último también una figura prominente en la historia de la filosofía. Ahora bien, el recuerdo de sus respectivas contribuciones está indisolublemente acompañado por la polémica que mantuvieron, ellos y sus seguidores, por atribuirse el mérito de la prioridad de su descubrimiento. Una polémica agria donde la haya, que muestra algunos rasgos de lo peor de la condición humana. Para que los lectores puedan hacerse una idea tanto del carácter de los dos protagonistas de este momento inolvidable de la historia de la ciencia, como de sus respectivas contribuciones a la invención del cálculo infinitesimal, al igual que del «espíritu» de la época en que vivieron, este volumen reproduce, fenomenalmente introducidos y anotados por Antonio Durán, los principales documentos que recogen los puntos de vista de Newton y Leibniz: el llamado «account», de Newton, y la denominada «Charta volans», junto a la «Historia y origen del cálculo difrencial», de Leibniz.
El último tesoro de la prehistoria
«Una forma extraordinaria y amena de acercarse y conocer el más grande de los tesoros prehistóricos descubiertos en España en el siglo XX».
Novela ambientada en la Prehistoria peninsular, en la Edad del Bronce (II milenio a.C.). Esta obra nos sumerge en la forma de vida de los poblados del momento. El Tesoro de Villena, hallado en 1963, vertebrará esta historia de ficción. Cuencos, botellas y brazaletes de oro y plata cobrarán vida y sentido.
Safeyce, la anciana hechicera del poblado de Beyaz Dünya, ha decidido dejar el poder de su magia en manos de su nieto Silmaad. El muchacho, ajeno a los pensamientos de su abuela, vive obsesionado por realizar un viaje al confín terrestre para descender, mediante un rito chamánico, al mismísimo inframundo.
Cuando la hechicera le comunica su destino, Silmaad se rebela contra el mundo, pero la providencial llegada de unos viajeros desde Micenas hará que algo cambie en el joven: asumirá su responsabilidad bajo la atenta mirada de Safeyce.
A partir de este momento se suceden aventuras trepidantes y difíciles de imaginar en un mundo hostil. El joven tendrá que enfrentarse a fieros enemigos surgidos de Beyaz Dünya y a hombres peligrosos llegados de fuera. Consciente de su magia, luchará por salvar a los suyos, pero algo saldrá mal y Silmaad no conseguirá mantener con vida el poblado que le vio nacer.
¿Qué ha ocurrido para que todo fracase? Un desconocido viajero, llegado de tierras lejanas, traerá la respuesta.
Entre los tópicos acerca del origen de la guerra civil española ninguno hay más repetido, y menos fundamentado, que el que sostiene que todo comenzó como respuesta a la escalada revolucionaria que se produjo durante los meses que siguieron al triunfo electoral del Frente Popular, en febrero de 1936. Una escalada en que, según este tópico, asumen un papel principal las invasiones de tierras por parte de los campesinos extremeños. Este libro de Francisco Espinosa explora por primera vez de manera seria y documentada lo que sucedió en aquellos meses de 1936 y demuestra la falsedad de la pretendida escalada revolucionaria. En sus páginas recuperamos, en cambio, los proyectos y los trabajos de aquella primavera del Frente Popular en que la República parecía recuperar el pulso de la reforma, en contraste con la brutal represión posterior que se llevó por delante los seres humanos y sus esperanzas.
Relato de la vida de uno de los personajes históricos más famosos del siglo XVI, en el que confluyen los datos reales y los legendarios. Perteneciente a la alta nobleza, Ana Mendoza de la Cerda contrajo matrimonio con Ruy Gómez de Silva, príncipe de Éboli. Alcanzó las más altas posiciones en la Corte de Felipe II, de quien se dice que fue su amante. A la muerte de su marido sostuvo relaciones con Antonio Pérez, secretario del rey, y participó con él en las intrigas políticas contra el monarca. Descubiertos por Antonio Escobedo, secretario de Juan de Austria, ordenaron su muerte y fueron condenados por ello. La princesa de Éboli fue confinada en la fortaleza de San Torcaz y de allí se trasladó a Pastrana, donde murió en 1592.
La investigación más exhaustiva sobre el hecho que en 1987 conmovió al país y al mundo: la profanación de la tumba de Juan D. Perón, y el corte y la desaparición de las manos de su cadáver.
El 1 de julio de 1987 la Argentina fue sacudida por la noticia de la mutilación del cadáver de Perón en el Cementerio de la Chacarita: sus manos habían sido robadas. Al estupor le siguieron las hipótesis: se las habían llevado para cobrar un rescate millonario o para acceder con sus huellas digitales a cuentas en Suiza; el ultraje había sido parte de un rito masónico en venganza por pactos no cumplidos por el ex presidente, o un mensaje de la poderosa logia Propaganda Due de Licio Gelli o una ceremonia esotérica de otro origen.
El gobierno de Alfonsín sostuvo que se trataba de un ajuste de cuentas entre líneas internas del peronismo, y éste contraatacó diciendo que era una campaña del radicalismo para perjudicarlo en las elecciones de gobernadores de ese año. Pero el hecho no quedó ahí: el juez del caso, Jaime Far Suau, fue asesinado, y dos testigos clave fallecieron en circunstancias sospechosas; además, el comisario a cargo de la investigación sobrevivió milagrosamente a un disparo a quemarropa y al poco tiempo fue pasado a retiro sin justificación.
Claudio R. Negrete -periodista- y Juan Carlos Iglesias -abogado que integró el equipo de Far Suau- investigaron durante años para escribir este libro, que sigue a fondo cada una de las pistas y reconstruye la historia completa de un hecho impune que la ficción más descabellada no se hubiera atrevido a imaginar, y cuya conclusión, a tres décadas de sucedido, es "nadie sabe; nadie fue".
La puta de Babilonia, como llamaban los albigenses a la Iglesia de Roma según la expresión del Apocalipsis, saca a la luz el voluminoso sumario de los crímenes perpetrados en nombre de Cristo por su Iglesia desde el año 323 en que apoyada por el emperador Constantino pasó de víctima a victimaria. Con el correr de los años esta Iglesia afianzó su poder mandando a la hoguera a quienes disentían de sus opiniones o se oponían a su dominio acusándolos de herejía, en tanto el Papa de turno juntaba bajo su triple tiara el poder temporal y espiritual y se declaraba Pontífice Máximo y Vicario de Cristo en la Tierra. Ya en nuestros días Juan Pablo II dedicó sus últimos años de pontificado a pedir perdón por un centenar de esos crímenes. Escrita con gran rigor histórico y académico esta obra de Fernando Vallejo desenmascara una fe dogmática que durante mil setecientos años ha derramado la sangre de los hombres y los animales invocando la entelequia de Dios o la extraña mezcla de mitos del Oriente que llamamos Cristo, cuya existencia real nadie ha podido probar. Una obra que desmitifica y agrieta los pilares de una institución tan arraigada en nuestro mundo actual.
Dentro de la oceánica bibliografía sobre la Guerra Civil española, la religión sigue ocupando el lugar de la cenicienta, no solo porque en esta cuestión no existe esa amplia zona de consenso y de serenidad científica que se ha alcanzado en otros, sino también porque las lanzas siguen enhiestas, casi tanto como en 1939.
La pólvora y el incienso , fruto de cuarenta años de investigación en numerosos archivos y fondos documentales, aporta una cantidad ingente de datos, muchos de ellos desconocidos hasta ahora, que permitirán al lector entender de qué forma un golpe militar sin finalidades religiosas se convirtió en una guerra de religión, en su vertiente más cruel de persecución y cruzada.
Hilari Raguer muestra la fractura que la Guerra Civil provocó entre los católicos, entre dos grandes modos de entender el cristianismo que originaron dos posturas opuestas durante la República y la contienda. Así, dos actitudes cristianas se tradujeron en dos opciones políticas. ¿O quizá fue al revés?
Divulgación, Autoayuda, Espiritualidad, Filosofía, Historia
Este escrito consiste en la traducción del manuscrito encontrado entre otros textos en Nag Hammadi. La traducción ha sido realizada con la mayor fidelidad posible apegada al contexto y contenido del manuscrito original, no traducido textualmente que perdería el sentido original del contenido.
Uno de los debates intelectuales más relevantes de la posguerra española fue el que enfrentó, en posturas irreconciliables, a dos conocidas figuras del exilio: Claudio Sánchez Albornoz y Américo Castro, que plantearon dos conceptos distintos de la historia y de la esencia de lo español. La polémica se inició en 1948 con la aparición de «España en su historia» de Américo Castro, según uno de sus críticos “el gran agitador de la historia”, y fue reeditada con modificaciones diversas y bajo el título de «La realidad histórica de España», en 1954, 1962, 1966 y 1971; cada una supone una gran reelaboración con respecto a la precedente. «España en su historia», supuso una nueva y original aproximación a la realidad histórica española. Aunque en algunos de sus aspectos coincidía Castro con Ganivet, Maeztu o García Morente, entre otros, nunca hasta entonces se había desarrollado un acercamiento a la historia de España tan consciente y sistemático, y por otra parte, sólo significó el comienzo de una nueva interpretación de la realidad histórica española, a la que Américo Castro había de dedicar el resto de su vida. En esta obra esencial de su pensamiento expone su interpretación global de la hispanidad, asentándola sobre la teoría de las tres castas —cristianos, moros y judíos— en conflicto, y recalcando el alcance de las pruebas de limpieza de sangre. Acuñaba dos nuevos términos: la «morada vital» —el horizonte de posibilidades de un pueblo— y la «vividura» —cómo viven los hombres estas posibilidades. Américo Castro, basándose fundamentalmente en fuentes literarias, llegaba a la conclusión de que era la singularidad de la Edad Media española, y en concreto las vivencias de los cristianos como casta frente a otras castas (moros y judíos), lo que había configurado el carácter diferenciador de lo español, su esencia, “la vividura hispánica”. Estas tesis se vieron reforzadas con la publicación, en 1954, de «La realidad histórica de España», revisión y ampliación de la anterior, que incorporaba nuevos capítulos, entre ellos, el polémico «Los visigodos no eran españoles». La respuesta de Claudio Sánchez Albornoz fue «España, un enigma histórico», publicada en 1956. Las dos obras tuvieron una rápida difusión tanto en los círculos universitarios españoles como en Latinoamérica, y la polémica se extendió a la Prensa y a sus discípulos, mientras los dos profesores seguían cruzando réplicas. La publicación en 1971 de la obra de Pedro Laín Entralgo «A qué llamamos España», en la que suscribía las tesis de Américo Castro y que obtuvo respuesta de Sánchez Albornoz en «El drama de la formación de España y los españoles» (1973), ha mantenido la polémica hasta nuestros días.
Hace ya más de dos mil años Platón presentó la historia de la Atlántida en sus diálogos Timeo y Critias, desde entonces el hombre ha intentado en vano demostrar su existencia quedando finalmente relegada a la categoría de mito. Este ensayo histórico-científico presenta de forma razonada y coherente una investigación con un nuevo enfoque, avalado con pruebas reales, cuyas conclusiones certifican la realidad histórica de la Atlántida y su imperio.
Estudio sobre las obras llevadas a cabo por la Dirección General de Regiones Devastadas en la provincia de Jaén durante el Franquismo(1939-1957). Oficina comarcal de Andújar. Detalle de las obras de reconstrucción tras la guerra civil. Presupuestos en cada municipio.