LUDWIG BOLTZMANN es uno de las figuras mayores de la física moderna. Activo en la prolífica Viena de finales del XIX, revolucionó el estudio de la materia introduciendo en él la probabilidad, y defendió a ultranza la existencia de los átomos en una época en que muchos filósofos e incluso influyentes científicos la descartaban. A pesar de que su novedoso concepto de entropía y su precursora ley de la termodinámica pusieron las bases de las revoluciones cuántica y relativista del siglo posterior, sus contundentes opiniones no siempre tuvieron el respaldo de sus colegas, una incomprensión que tal vez estuvo en la raíz de su trágico suicidio.
JOHANNES KEPLER fue un hombre profundamente religioso que escogió las herramientas del pujante método científico para armar una visión del Cosmos que reflejara la armonía divina. Con sus tres leyes del movimiento planetario dio elegante expresión matemática a las observaciones de Tycho Brahe, reafirmó el heliocentrismo copernicano y allanó el camino a la síntesis newtoniana. Como tantos otros pioneros de la frontera científica, coqueteó con disciplinas ahora consideradas supersticiones; en su caso, la astrología, de la cual llegó a convertirse en un experto reclamado por reyes y príncipes. Ni el favor de los poderosos ni su devoción le sustrajeron, no obstante, de las terribles consecuencias de las guerras religiosas que asolaban Europa.
PITÁGORAS DE SAMOS es una de las figuras más fascinantes de la historia de las ideas. A medio camino entre la ciencia y la mística, su visión de un universo armónico y gobernado por los números ha influido poderosamente en toda la cultura occidental. En vida se erigió como líder de una secta política y religiosa —la primera que se conoce— que extendió su influencia por amplias zonas de Grecia. A él se asocia uno de los hallazgos más relevantes de lo Antigüedad: la relación de igualdad entre la suma de los cuadrados de los catetos de un triángulo rectángulo y el cuadrado de su hipotenusa. Un auténtico tesoro geométrico que no solo tiene incontables aplicaciones prácticas sino que simboliza el nacimiento de las matemáticas como disciplina independiente y rigurosa.
ARQUÍMEDES DE SIRACUSA vivió en tiempos de guerra, por lo que no debe extrañarnos que empleara parte de su genio en diseñar ingeniosas máquinas para la defensa de su ciudad natal. El siracusano destacó en esta actividad como lo hizo en todas aquellas por las que tuvo a bien interesarse: las matemáticas, la física, la ingeniería, la astronomía… Calculó el área definida por una curva parabólica con un método que puede considerarse el antecedente del cálculo infinitesimal; estableció los principios físicos que subyacen a palancas y poleas, e incluso se atrevió a estimar el número de granos de arena que podía contener el universo, una cifra de tal magnitud que tuvo que inventar una forma nueva de escribirlo. Pero el hallazgo que le ha valido fama inmortal es la del principio de la hidrostática que lleva su nombre, sin duda uno de los más bellos experimentos de la historia y justo merecedor de la exclamación de júbilo que desde entonces simboliza el quehacer científico: «¡Eureka!».
PIERRE-SIMON DE LAPLACE influyó notablemente en la globalización de la ciencia y de la técnica que tuvo lugar a lo largo del siglo XIX. Con el apoyo de Napoleón dibujó las instituciones científicas de la nueva Francia posrevolucionaria y suya fue la firma al pie del decreto que hizo obligatorio el uso del sistema métrico decimal. Nadie pudo acusarle, ni entonces ni ahora, de no merecer tan alta responsabilidad: dotó a la física newtoniana de una sólida armazón matemática y sistematizó los resultados dispersos de la emergente disciplina de la probabilidad. Su éxito a la hora de modelizar los más distintos aspectos de la realidad le convenció de que todo estaba determinado: la espontaneidad y el libre albedrío no son, afirmó, sino meras ilusiones.
KURT GÖDEL cambió con su trabajo la manera de entender las matemáticas. Los dos «teoremas de incompletitud» que formuló en 1931 revelaron, por medio de las herramientas de la lógica formal, la fragilidad de los fundamentos del gran edificio matemático que se venía construyendo laboriosamente desde la época de Euclides. En adelante, la comunidad científica iba a verse obligada a admitir que la validez de una conjetura podía estar más allá de todo intento racional de demostración, y que la intuición nunca podría ser desterrada del reino de las matemáticas. Formado en la prolífica Viena de entreguerras, Gödel pronto se interesó por la epistemología y las teorías de la demostración. Como su amigo Albert Einstein, cuestionó las certezas de la ciencia del momento y, del mismo modo, su vida estuvo marcada por la guerra y el exilio.
MARIE CURIE fue la primera científica en recibir un reconocimiento universal, la primera en recibir un premio Nobel y la única mujer de origen polaco que ha sido reconocida como una de los grandes patriotas de Francia. El descubrimiento de la radiactividad junto con su marido, Pierre Curie, fue el inicio de una brillante carrera que culminó con la adición de dos nuevos elementos a la tabla periódica: el radio y el polonio. Trabajadora incansable, la muerte prematura de Pierre no solo no detuvo su pasión por descubrir y aplicar a la medicina sus hallazgos, sino que le hizo redoblar su actividad. A pesar de que su labor minaba seriamente su salud, nunca dejó el laboratorio y, cuando estalló la Primera Guerra Mundial, supo poner al servicio del ejército francés y de sus heridos todos sus logros. Murió víctima de su pasión, pero su legado ha salvado miles de vidas.
JOHN DALTON es el pionero de lo teoría atómica y uno de los podres de lo química moderna. Desde uno modesta escuela elemental de Mánchester en la que impartía clases, retomó las doctrinas acuñadas miles de años antes por Demócrito y otros filósofos griegos e imaginó un mundo compuesto de átomos indivisibles de distinto peso, cuyas interacciones darían lugar a unos elementos que, a su vez, se combinarían en la forma de compuestos químicos. Aunque la existencia de los átomos sería aún objeto de feroz debate hasta principios del siglo XX —más de cien años después de publicar su obra—, el trabajo de este maestro sin formación universitaria sentó las bases de uno revolución conceptual que cambió la faz de la ciencia.
ENRICO FERMI, uno de los científicos más notables del siglo XX, revolucionó la física de la primera mitad del siglo con el desarrollo de la teoría cuántica, la mecánica estadística y la física nuclear. Fue precisamente en este último campo donde su nombre resuena con mayor fuerza; no en vano participó activamente en el desarrollo del primer reactor nuclear de fisión que conduciría años después a la construcción de la bomba atómica, en cuyo proyecto también cooperó, y que cambiaría el curso de la historia. Físico excepcional adelantado a su tiempo, encarnó como pocos el prototipo de científico moderno, pues lejos de aislarse en su genialidad, supo rodearse de los mejores para trabajar en equipo. Pero Fermi no solo fue un gran investigador, sino también un extraordinario maestro, cuya magnífica labor pedagógica sirvió para formar a varios futuros premios Nobel.
GEORG CANTOR fue el primero en abordar con rigor matemático un concepto de tanto colado filosófico como el infinito. Lo hizo o partir de una forma nueva de entender las matemáticas, la teoría de conjuntos, y fruto de su trabajo son nociones tan contrarias a la intuición como que hay infinitos «mayores» que otros. Antes de sus aportaciones fundamentales, planteadas en el último cuarto del siglo XIX, el infinito se consideraba una ficción útil, en una tradición de pensamiento que se remontaba a Aristóteles. El atrevimiento le salió caro: sus ideas despertaron el rechazo furibundo de muchos de sus contemporáneos, circunstancia que bien pudo ser el desencadenante de la locura que le llevó a la muerte.
Desde la «Fuente de la Eterna Juventud», el «Elixir de la Vida» y otros mitos que tienen como base el anhelo de Inmortalidad, hasta las tierras legendarias y civilizaciones perdidas como la «Ciudad Errante de los Césares» o la Atlántida, pasando por otros tan conocidos como dragones, centauros, arpías, sirenas, cíclopes o «el Judío Errante». Estos son algunos de los mitos y leyendas en los que la obra indaga para dar a conocer sus orígenes y motivaciones. «Para la ciencia, el origen del hombre sigue siendo un misterio. ¿Por qué un primate comenzó a ser inteligente hasta convertirse en lo que denominamos homo sapiens? Lo que está claro es que la inteligencia de la nueva especie se manifestó y se manifiesta mediante lo que denominamos “el pensamiento simbólico”, algo que desde el momento de nuestra aparición sirvió para que los seres humanos intentásemos descifrar la ininteligible realidad en la que estábamos inmersos. En este libro, su autor, tiene la virtud de ofrecernos una recopilación bien sistematizada de mitos y leyendas de la historia de la humanidad, de una forma que me atrevo a calificar como enciclopédica. Un libro, en fin, documentado con rigor y elaborado con destreza descriptiva, que nos muestra las ficciones milenarias que cuajaron en los mitos y en las leyendas venerables, urdiéndolo todo en un tejido de referentes culturales muy completo y atractivo». Del prólogo de José María Merino (de la Real Academia Española).
La civilización griega dejó un importante legado entre nosotros, aunque muchas veces ignoramos su procedencia. En un tono ameno y accesible, Carlos García Gual cuenta cómo nació la civilización griega, la rivalidad entre Atenas y Esparta, las luchas por la hegemonía en el Mediterráneo, el desarrollo de la polis y la democracia, del pensamiento y la filosofía, de las ciencias y las matemáticas; el arte griego, las relaciones sociales y familiares, la mitología, la literatura, etc. En estas páginas descubrimos aquellas cosas en las que los griegos fueron pioneros y que aún perduran entre nosotros, con sus semejanzas y diferencias, incluso en las palabras con que las nombramos: democracia, olimpiadas, filosofía, historia, teología, etc.
Nacido de la lectura de «El Señor de los Anillos, La Era Tolkien» supone la primera incursión de dos ilustradores profesionales como los hermanos Greg y Tim Hildebrandt en el maravilloso mundo de la Tierra Media creado por J. R. R. Tolkien. Un paseo por la imaginación y la fantasía que nos sumerge de lleno en la historia más épica de la literatura universal mediante 230 ilustraciones y bocetos.
El poder de la pasión y la perseverancia. La clave del exito no es el talento ni la suerte, como siempre hemos creido. La clave del exito es una mezcla de pasion, perseverancia y coraje: «grit». La obra de Angela Duckworth, profesora de psicologia y pionera en su campo, ha revolucionado el panorama cultural y cientifico al demostrar, con estudios contrastados cientificamente, que el exito en la vida tiene poco que ver con la inteligencia y mucho con el autocontrol, la perseverancia y la capacidad de levantarse despues de una caida. Triunfamos cuando nos dedicamos en cuerpo y alma a objetivos que nos hacen felices y nos apasionan. La buena noticia es que la determinacion puede cultivarse. Padres, estudiantes, educadores, atletas y todos aquellos que quieran alcanzar la excelencia o ayudar a otros a alcanzarla encontraran en esta obra la informacion, la ciencia, los ejemplos y el aliento que precisan.
Conmovedoras historias que revelan por qué son nuestras mascotas las que nos eligen a nosotros para sanar nuestra alma, y no nosotros a ellas, como muchas veces creemos. Todos alguna vez escuchamos historias de personas que dedican su vida a rescatar animales de la calle y del abandono. Pero ¿somos nosotros los que los salvamos, o en realidad son ellos los que vienen a rescatarnos de mil modos? En este libro, María Victoria Gaiardelli recopila una serie de relatos protagonizados por animales que eligieron a seres humanos para sanarlos y cambiarles la vida y se convirtieron en sus guardianes del alma para siempre. El gato adoptado que salvó de la muerte por asfixia a toda una familia, el perro que alertó a una joven sobre la inminente detonación de una bomba, la perra que revirtió los signos vitales de una niña minutos antes de que fuera sometida a una intervención quirúrgica y el caballo que liberó a su dueña del abismo de los ataques de pánico son algunas de esas historias de esperanza y oportunidad. Advertencia: si al leerlas se emocionan, es porque un alma animal se está apoderando de su alma humana. Y es lo mejor que podría pasarles.
En Guerras del siglo XXI Ignacio Ramonet expone de manera contundente las preguntas clave que debemos hacernos en el inicio de este siglo XXI y presenta un retrato del nuevo rostro del mundo tras los atentados del 11 de septiembre, la ofensiva de Estados Unidos contra el terrorismo internacional, el recrudecimiento del conflicto israelí-palestino en Oriente Próximo y el ascenso de la ultraderecha en el paisaje electoral europeo. Este nuevo orden mundial viene condicionado por otro fenómeno central, la globalización, que ha iniciado en la Tierra otra era de conquistas cuyos protagonistas no son en esta ocasión estados colonizadores sino empresas y multinacionales privadas dispuestas a dominar el planeta invadiendo mercados en lugar de países. Esta mercantilización del mundo se traduce en un formidable agravamiento de las desigualdades y en una destrucción impresionante de la naturaleza, a la cual se saquea para extraer beneficios. Ante los efectos de la globalización económica, y los nuevos miedos y amenazas que acechan al mundo, los ciudadanos reclaman una serie de nuevos derechos colectivos que incluyen el derecho a la preservación de la naturaleza y a un medio ambiente no contaminado, a una ciudad humana, a una información no manipulada, a la paz y al desarrollo de los pueblos. No podemos contentarnos con un planeta donde un millardo de habitantes viven en la prosperidad y tres millardos en la más atroz de las miserias. Las sociedades civiles deben reclamar su protagonismo en las grandes negociaciones internacionales. Para cambiar este mundo hay que poder soñar un futuro diferente.
La victoria en la Guerra de África llenó de júbilo a una opinión pública española deseosa de éxitos que la compensara de una etapa histórica en la que las victorias no habían sido generalmente pródigas. En consecuencia, durante la misma época, en los años sucesivos de este gobierno regido por O’Donnell, hubo otros conflictos que, al contrario de la tan difundida Guerra de África, no han dejado huella en la memoria del pueblo español y de los que una inmensa mayoría de nuestros ciudadanos ignora incluso que se produjeran; estos son los que el autor de este trabajo ha denominado “Guerras Olvidadas”: expedición a la Cochinchina (1858-1863), expedición a México (1861-1862), anexión y guerra de Santo Domingo (1862-1865) y la guerra del Pacífico (1862-1866). Cada una de estas expediciones tuvo un claro referente y dependencia europeo: en la de Cochinchina se fue de la mano de la Francia de Napoleón III; al igual que en la de México, acompañada esta última de cuidadosas negociaciones previas con el Reino Unido y realizada de facto, en compañía de británicos y franceses, mientras que la anexión de Santo Domingo se hizo al abrigo de la política europea de statu quo, contando con el apoyo de los gobiernos británico y francés, interesados por frenar el incipiente imperialismo norteamericano. La euforia se fue apagando cuando la expedición mexicana tuvo un final muy poco airoso y, por último, los avatares de la desgraciada intervención en Santo Domingo terminó con la popularidad de unas empresas que empezaban a sembrar de demasiados lutos los pueblos y aldeas españoles, al haberse visto obligado el gobierno a trasladar a las Antillas algunas unidades peninsulares. A desarrollar estos cuatro conflictos va dirigido el presente trabajo.
Los sitios de Zaragoza 1808-1809. «Paz y capitulación» solicitó el general francés Verdier en agosto de 1808 cuando sitió a las tropas aragonesas en Zaragoza. «Guerra y cuchillo» fue la respuesta que recibió por parte de los defensores. La historia convirtió a la ciudad y su defensa en un mito y ejemplo de resistencia frente al emperador Napoleón Bonaparte. Una población sin murallas, sin ejército, sin posibilidades militares, que asombró a toda Europa haciendo frente a varios ejércitos napoleónicos entre 1808 y 1809. Daniel Aquillué, uno de los investigadores más destacados sobre los acontecimientos, presenta en esta obra fundamental nuevas visiones para recorrer y explorar junto al lector el levantamiento y revolución a través de la experiencia de civiles y combatientes, así como de archivos hasta ahora inéditos. Una obra llamada a convertirse en un referente fundamental no solo sobre las campañas llevadas a cabo en España, sino también en el contexto de la guerra total que Napoleón extendió por todo el continente.
¿Quedarán reducidos los esfuerzos por la paz a una nueva utopía? ¿Ocupará la intolerancia un lugar destacado en el cerebro del hombre? El autor, reconocido especialista en conducta humana, analiza en este libro un tema muy polémico: ¿Suponen las adaptaciones filogenéticas una programación previa del comportamiento agresivo del hombre? Eibl-Eibesfeldt ha recopilado abundante material en sus continuos viajes a todos los continentes y examina distintas culturas desde una óptica comparativa. Finalmente llega a la conclusión de que la conciencia humana es la esperanza de este anhelo universal que es la paz. Irenäus Eibl-Eibesfeldt nació en Viena en 1928. Es catedrático de Filosofía y licenciado en Zoología. Ha colaborado en el departamento de Fisiología del Comportamiento del Instituto Max-Planck. Y ha dirigido el Centro de Investigación de biología humana de este Instituto. Entre sus escritos destaca el libro 'Amor y odio', publicado en la colección Biblioteca Científica Salvat.
Los estudios sobre la capacidad bélica de los aztecas han sido subordinados por los estudios sobre sus enfrentamientos con los colonos, sin embargo el poderío militar de los aztecas fue terrible y les permitió construir un imperio. Existen pocos trabajos que aborden la historia militar de los aztecas desde una perspectiva tan completa, el reciente revisionismo histórico obliga a mirar las fuentes sobre las guerras en la América precolombina con otros ojos. Guerreros aztecas mezcla en sus fuentes la arqueología, los documentos pictográficos y la antropología física para poner ante nuestros ojos todo el poder y el horror que los ejércitos aztecas podían desarrollar. Descubriremos datos tan curiosos como que los guerreros mexicas (aztecas) usaban cascos en forma de águila y jaguar, que los lanzadardos eran capaces de perforar las corazas de los españoles o que los sacrificios eran parte de los ritos previos a las guerras florales mientras que la antropofagia era una práctica común con los prisioneros rivales. No rehuye Marco Antonio Cervera ningún tema por polémico que sea y afronta todos los aspectos militares de los aztecas con profundidad y rigor, pero de modo que la profusa información sea accesible a cualquier lector. Arte en la obra de una revisión de las fuentes y de la historiografía creada sobre el tema para sentar las bases sobre las que la obra va a descansar. Una vez cimentada la argumentación señalará los dos modos de guerra que existía en la época: las guerras de conquista y las guerras floridas que generan, a su vez, dos modos de ver el conflicto. El avituallamento de las tropas, la jerarquía de mando o las maniobras, que en el caso de los mexicas buscaban la invisibilidad, son factores determinantes que se tratan en la obra. En cuanto a la capacidad de dañar de las armas aztecas existe un debate abierto hoy día, por lo que el autor considera necesario un estudio de la diversidad tipológica y funcional de los artefactos de guerra, una arqueología experimental que aclare el tema. Las fortificaciones aztecas, los rituales antes y después de la batalla e incluso la guerra naval son descritos por el autor con el fin de completar una de las obras más completas sobre las artes bélicas de los mexicas.