A fines del siglo XIX, un mundo cada vez más tecnologizado pero vacío de sentido hizo crecer las sectas espirituales en Estados Unidos. Una de ellas prometía la sanación sin medicinas, solo con la oración y la mentalización del paciente. La «Primera Iglesia de Cristo, Científico» fue fundada por Mary Baker Eddy a través de la publicación de un libro, su Biblia fundamental, y en poco más de veinte años ya estaba en más de un continente y la cantidad de miembros ascendía a cientos de miles. Su confianza absoluta en el Espíritu y el desdén por la materia, los convirtió en uno de los primeros grupos en rechazar las vacunas o en hacer presión política para legalizar las excepciones por motivos religiosos. El escritor más ácido e irónico de la época no sólo se fijó en los métodos fantásticos de este credo, sino también en el explosivo enriquecimiento de su fundadora. Comenzó a escudriñar la llamada Ciencia Cristiana, leyendo sus documentos y entrevistando adherentes, para desmenuzar sus ritos y estatutos. Este libro es una selección de las columnas que Mark Twain publicó en contra de Mary Baker Eddy, desarticulando desde la sátira una creencia que, como tantas, detrás del telón no tenía nada. Este segundo tomo comprende el libro II de la obra de Twain, «Ciencia cristiana».
En esta obra un periodista investiga el suicidio (¿o el asesinato?) de un insigne entomólogo, premio Nobel por sus estudios sobre las hormigas. Tras algunas peripecias da con el manuscrito de una hormiga, conservado en los archivos de la policía. Ese ente, el único dotado de razón en un mundo hormiguesco de instintos, escribe sus memorias para los hombres. La más absoluta rigurosidad científica se combina con el drama de una solitaria hormiga erudita que trata de entender su mundo y el de los hombres. El drama surge cuando la hormiga es descubierta por el entomólogo y chocan ambos mundos. Se trata, además, del primer libro de divulgación científica sobre las hormigas que se escribe en lengua castellana. Un libro científico y una apasionante novela a la vez.
«He tratado de investigar las conexiones de la ciencia griega con la vida práctica, con las técnicas, con la base económica y la actividad productiva de la sociedad griega… En mi intento de explicar la paralización del espíritu científico entre los griegos (he buscado) la causa de esa decadencia en la creciente indiferencia con respecto a las ciencias aplicadas que se debe al incremento de la esclavitud.» (B. Farrington, Introducción) La ciencia griega había puesto las bases teóricas para un nivel mucho más alto de aplicación práctica del que en realidad alcanzó. Una de las causas, el desprecio por el trabajo manual por parte de los ciudadanos libres, contribuyó a que no avanzara el desarrollo tecnológico hasta el final del Imperio romano, que significó también la decadencia de la esclavitud. Que a partir de los siglos XI y XII el legado de la ciencia griega haya podido incidir en un nuevo auge del desarrollo tecnológico se debió no sólo a la ausencia de mano de obra barata sino que era efecto también de una situación climática e hidrográfica distinta. Porque fue en la Europa central donde los antiguos inventos pudieron mostrar su eficacia y no en el Imperio de Bizancio, área en que de hecho se habían conservado a lo largo de todo el medioevo los manuscritos científicos griegos. De la extensa obra de Farrington, helenista irlandés nacido en 1891, ya se publicaron varios libros en lengua española: «Ciencia y política en el mundo antiguo» (1965), «El evolucionismo» (1967), «La rebelión de Epicuro» (1967), «Francis Bacon, filósofo de la revolución industrial» (1971), «Ciencia y filosofía en la Antigüedad» (1971) y «Manos y cerebro en la antigua Grecia» (1974) entre otros.
Divulgación, Ciencias naturales, Ciencias exactas, Historia
La ciencia, tal y como la entendemos hoy, comenzó con la experimentación, aliada con la generalización de los datos concretos obtenidos a través de esta. Pero la ciencia trata de muy diversos ámbitos, que van de lo general (el universo) a lo particular (moléculas, células, etc.): a lo largo de sus capítulos, este libro desarrolla la historia de cada uno de esos ámbitos; su trayectoria e importancia en el pasado y su vigencia en el presente.
De la nanotecnología al espacio; de los microbios a la realidad virtual. Todo tiene cabida en Ciencia optimista, un libro de divulgación científica divertido y apto para todos los públicos.
ESTE LIBRO (y esta colección) Hace no mucho tiempo los científicos argentinos fueron mandados a lavar los platos. Un sabio consejo, si se tiene en cuenta que la ciencia tiene mucho de cocina, de probar y mezclar con una pregunta en la cabeza que no deja dormir. Por otro lado, la cocina misma es un arte y una ciencia, y conocer los secretos de hervores, frituras y congelados puede ayudar a servir una mesa llena de delicias. En este libro se cuentan algunos de los secretos con que los cocineros científicos pueden divertirse y deleitar a sus invitados. Esta colección de divulgación científica está escrita por científicos que creen que ya es hora de asomar la cabeza por fuera del laboratorio y contar las maravillas, grandezas y miserias de la profesión. Porque de eso se trata: de contar, de compartir un saber que, si sigue encerrado, puede volverse inútil. Ciencia que ladra… no muerde, solo da señales de que cabalga. Diego Golombek
«Escribo este libro para presentar una resolución felizmente simple y completamente convencional a un tema tan cargado por la emoción y por el peso de la historia que cualquier sendero expedito suele convertirse en algo recubierto por una maraña de disputa y confusión. Me refiero al supuesto conflicto entre ciencia y religión, un debate que sólo existe en la mente de las personas y en las prácticas sociales, no en la lógica o en la utilidad adecuada de estos temas completamente distintos, e igualmente vitales.» Así comienza este fascinante y provocador libro, escrito por quien, además de magnífico científico y pensador, se define a sí mismo como «agnóstico en el sabio sentido de T. H. Huxley, quien acuñó el término cuando identificó este escepticismo como la única posición racional, porque, realmente, no podemos saber». La erudición de Gould, su fina e implacable ironía, florecen en este texto tan propicio para semejantes atributos, un texto en el que, como es habitual en él, desarrolla sus argumentos apoyándose en ese juez implacable que es la historia, una historia que en esta ocasión se ejemplifica en personajes como el sacerdote Thomas Burneo, los biólogos evolutivos Charles Darwin y Thomas Huxley, el fisiólogo John S. Haldane e, incluso, en Galileo.
Ciencia viva es una invitación a participar con los ojos abiertos en las apasionantes discusiones que tienen lugar en la frontera entre la ciencia y la filosofía, llamadas a transformar nuestra manera de pensar y de vivir. Escrito en un lenguaje claro, informativo y reflexivo, este paseo filosófico por los temas candentes de la ciencia aborda las cuestiones más profundas del pensamiento contemporáneo y no dejará indiferente a nadie.
Del autor de Astrofísica para gente con prisa llega esta exploración de la milenaria complicidad entre los observadores del cielo y los combatientes de guerra.
En esta fascinante incursión en el antiquísimo vínculo entre la ciencia y el poder militar, Neil DeGrasse Tyson y Avis Lang examinan cómo se han empleado los métodos y herramientas de la astrofísica para la guerra. «Los puntos de coincidencia son fuertes […] porque a los astrofísicos y a las fuerzas armadas les importan muchas de las mismas cosas: la detección multiespectral, la fluctuación, el rastreo, el escaneo, el terreno alto, la fusión nuclear y el acceso al espacio». Tyson y Lang hablan de una alianza curiosamente cómplice. «El universo […] lo comparten tanto los científicos espaciales como los guerreros espaciales; para los primeros es un laboratorio; y para los segundos, un campo de batalla. El explorador lo quiere entender; el soldado lo quiere dominar. Pero sin la tecnología correcta —que para ambos grupos es más o menos la misma tecnología— nadie puede llegar a él, operar en él, escudriñarlo, dominarlo o sacarle ventaja en detrimento de otros».
Ciencia y guerra cubre desde la temprana navegación celestial hasta la guerra habilitada por satélites, en un examen provocador e intensamente investigado de la intersección de la ciencia, la tecnología, la industria y el poder.
Un libro tan divertido como real sobre todos los problemas y situaciones con las que se encuentra un científico a lo largo de su carrera, escrito por el investigador y tuitero más crítico, autocrítico e irónico de la Red. ¿Eres de esos a los que les gusta hacerse preguntas? ¿Te has planteado dedicarte a la ciencia? ¿Quieres saber cómo sobrevive un científico en su día a día en España? Quizás este libro pueda darte algunas respuestas..., aunque posiblemente no sean las que esperas.
¿Estamos solos en el cosmos? ¿Somos los seres humanos los únicos capaces de escrutar las profundidades del espacio? ¿Los únicos que hemos creado dispositivos para prolongar el alcance de nuestros sentidos? ¿Los únicos dotados de inteligencia para comprender e interpretar lo que vemos y sentimos? Civilizaciones Extraterrestres hace pensar a sus lectores que tal vez no estemos solos: ignoramos dónde se encuentren otros seres inteligentes, pero están en alguna parte del universo. Asimov explica cuáles son los requisitos de la vida: agua, atmósfera, materia orgánica, energía, proximidad a una estrella y, para una civilización semejante a la nuestra, tierra seca y oceános. ¿Existe un lugar del inmenso universo donde estas condiciones sean una realidad? Civilizaciones Extraterrestres aprovecha todos los adelantos de la ciencia y tecnología modernas para crear una base sólida en la que se apoye toda clase de lectores.
Los avances científicos de las últimas décadas, así como la investigación sobre la historia de la evolución, han permitido trazar caminos casi insospechados. En este libro Francisco J. Ayala postula la aparición de una nueva revolución industrial, propiciada por la ingeniería genética, caracterizada por la posibilidad de manipular la constitución genética de los organismos. Por ello, la clonación se presenta como uno de los temas más candentes y problemáticos desde diversos puntos de vista: ético y moral, tecnológico, social, médico y científico. A través de un análisis accesible, riguroso y cercano, el presente volumen valora el alcance del conocimiento genético al respecto de la clonación y se pregunta si resulta viable clonar humanos, teniendo en cuenta los retos científicos de los próximos años: la definitiva descodificación ontogenética, el enigma cerebro-mente y la transformación de simio a humano.
La verdad sobre la pandemia de influenza en México El Dr. Ortiz Quezada responde a las interrogantes que la epidemia A(H1N1) despertó en la sociedad mexicana y el mundo: ¿Se originó en México? ¿Han mutado los virus? ¿Cómo se han desarrollado las vacunas? ¿Cuáles son los grupos de alto riesgo? ¿Qué tan peligrosas son las complicaciones? ¿Existe un tratamiento eficaz? ¿Es la amenaza del futuro?
Si el ADN es la molécula que porta la información biológica de los seres vivos, el código genético es el diccionario que permite que esa información se traduzca en proteínas, las moléculas encargadas de hacer que nuestro cuerpo funcione. Nos permite, por tanto, comprender el lenguaje en el que está escrita la vida. Descifrar el código genético fue un reto que involucró a científicos de todo el mundo y que no solo nos ha ayudado a entender mejor el funcionamiento de nuestro organismo, sino que también ha permitido corregir ciertas enfermedades.Este libro nos habla de las investigaciones y las tecnologías más avanzadas que han permitido esta gran revolución científica y médica.
Otoño de 2009. Una estudiante alemana le comunica a Bruno Latour su desconsuelo por los conflictos que arrecian antes de la cumbre climática en Copenhague. Él aprovecha la oportunidad para mencionarle la existencia de una enseñanza que avanza sobre los lazos multiformes entre ciencia, política y naturaleza. Por diferentes razones, la estudiante no puede seguir el curso que el profesor le propone y este se ve obligado, por lo tanto, a resumírselo en seis cartas. Siguiendo la actualidad, que la estudiante consigna en una “bitácora”, descubre poco a poco cómo posicionarse en el contexto de los desarreglos causados por el propio desarrollo de la ciencia y la técnica. De Arquímedes a Avatar, este libro propone al lector una asombrosa cabalgata por el extraño dominio de las “humanidades científicas”. Si la naturaleza ha ingresado en las problemáticas políticas, es necesario que la ciencia y la técnica formen parte de lo que en otro tiempo se llamó las “humanidades”. Bruno Latour explica, en Cogitamus, por qué resulta imposible reflexionar sobre las crisis ecológicas sin entender el carácter colectivo y concreto del acto de pensar y de demostrar. De donde el pasaje del cogito (el “yo pienso” tan querido a Descartes) al cogitamus (“pensamos”), porque “es gracias a que somos muchos, que contamos con una organización, con instituciones, con instrumentos, que podemos acceder a la verdad”.Escrito con un estilo ágil, verdadero alegato en favor de la “cultura científica”, esta obra ofrece la mejor introducción posible para el gran público a las investigaciones de un autor traducido, estudiado y comentado en todo el mundo.
Colores de otoño es un ejemplo extraordinario del arte de Thoreau para hacer revivir para el lector toda la belleza y riqueza del mundo natural. «Octubre es el mes de las hojas pintadas. Su opulento resplandor destella alrededor del mundo. Mientras los frutos, las hojas y el día en sí adquieren un matiz brillante justo antes de su caída, el año también está a punto de ponerse. Octubre es el cielo del atardecer; noviembre, la última luz crepuscular».
El libro que desmonta la teoría de La enzima prodigiosa y enseña a comer de forma realmente saludable. ¿Era mejor la comida de antes que la de ahora? ¿Es más sano comer natural o ecológico? ¿Estamos comiendo mucha química? ¿Nos envenenan los aditivos? ¿Existen las dietas milagro o las píldoras mágicas para adelgazar? ¿Cómo será la comida del futuro? ¿Anda suelta por ahí alguna enzima que lo cura todo? Comer sin miedo aborda estas cuestiones y otras muchas relacionadas con la alimentación, y explica, desde la experiencia de un reputado investigador, qué nos dice la ciencia de todo ello, desmontando, con humor, los muchísimos mitos y falacias que circulan en torno a lo que nos llevamos a la boca. Un libro que pone de manifiesto que hoy, más que nunca en la historia de la humanidad, tenemos el privilegio de poder comer sin miedo.
¿Es posible regresar al futuro? ¿Se puede explorar el pasado? ¿Qué nos hace falta para viajar en el tiempo? ¿Qué ocurriría si lo lográramos? Este ensayo es una guía precisa para que el lector no especialista en astronomía o en física teórica y cuántica se lance, de una vez por todas, al maravilloso y paradójico viaje a través del tiempo. Una reflexión brillante, clara y amena, desde la física, sobre los conceptos de pasado, presente y futuro que se manejan en la vida diaria.
Divulgación, Salud y bienestar, Hogar, Ciencias naturales
Cómo crear un huerto orgánico en su balcón ¿Está cansado de los pesticidas y otros químicos que envenenan nuestras vidas y nuestro planeta? ¿Quiere comer sano, cultivar verduras frescas y plantas aromáticas para decorar y dar sabor a sus comidas? ¿Desea participar en el cambio que está ocurriendo en nuestra conciencia para proteger la Tierra y la Naturaleza aplicando los principios de la permacultura? ¿Le gustaría descubrir un pasatiempo creativo, genuino y saludable que también le traiga bienestar, verduras saludables y hierbas aromáticas frescas? ¿Cree que no puede tener todo esto por el simple hecho de vivir en un apartamento? ¡Pues déjeme decirle que sí puede hacer todo esto realidad creando su huerto orgánico en su balcón o terraza! La vida está llena de simples placeres que pueden convertirse fácilmente en pura felicidad
2029 año en el que la inteligencia artificial no podrá distinguirse de la humana. Este es el horizonte al que mira Cómo crear una mente. Siguiendo la estela de su anterior LA SINGULARIDAD ESTA CERCA, el autor recorre la curva del crecimiento exponencial de la tecnología hasta el momento en el que la inteligencia de los ordenadores alcanza la del hombre. ¿Qué pasará entonces? Según el autor, el futuro inteligente de las máquinas converge con el de los humanos, ya que seremos capaces de incorporar dicha inteligencia a nuestros propios cuerpos.