En la Barcelona postolímpica, un puñado de personajes entrelazados descubren que no son los que creen ser. Cada uno de ellos, sólo o con ayuda, tratará de descubrir su verdadera identidad; unos a través del sexo, otros desde la decadencia y todos en el desconocimiento.Una historia tan absurda como posible.
Trece cuentos, trece historias entrelaza emociones por todos conocidas, que se desarrollan en cada narración: humor, ternura, rencor, celos, amor, nostalgia y, sin que haya un hilo conductor entre ellas, el lector reirá, quedará sorprendido y emocionado frente a desenlaces imprevistos.
Una novela original, desenfadada e imprevisible sobre la infelicidad y sobre nuestro derecho ser felices en la que la gordura es el símbolo de las obligaciones que nos imponemos a nosotros mismos. Lizzie nunca se ha gustado a sí misma, aunque su mejor amiga considere que en realidad ella es la guapa. Intenta ligar a través de Internet, pero le da miedo enviar fotos: sabe que nadie la querría si la viera. Así que decide adelgazar. Con determinación agotadora, controla las almendras consumidas, los kilómetros recorridos, los kilos perdidos; se vuelve esclava de la dieta, del gimnasio. Y adelgaza. Mucho. Pero la pérdida de peso, no importa cuánto, no trae consigo la felicidad, no obtiene de ella la mínima compensación. ¿Será capaz algún día de no verse como una gorda? Mona Awad analiza con ironía la cultura de la obsesión por la imagen y por el cuerpo que predica que las mujeres no tienen otro valor que su apariencia física y nos presenta un tierno retrato de una joven cuya vida está secuestrada por su lucha por encajar en la sociedad.
¿Has pensado en volver con tu ex? Ana es una joven de 17 años a la que le han roto el corazón. Su nuevo propósito es olvidar a su ex y está dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de cumplirlo. Ha usado diferentes tácticas aprendidas luego de ver demasiadas comedias románticas, en su desesperado intento por no extrañarlo más. Ahora cree haberlo conseguido, sin embargo, cuando vuelve a encontrarlo en la fiesta de graduación, sus sentimientos dejan de estar tan claros. Ella sabe que debería hacer; pero a menudo sus sentimientos la traicionan y termina haciendo totalmente lo contrario. KJ es un chico de pensamientos difusos, que sabrá como poner su mundo de cabeza en el momento menos indicado. 15 razones para no volver con él es una novela basada en la experiencia real de la autora con el primer chico que le enseñó lo difícil que puede ser el amor. Una historia con la que sin duda podrás sentirte identificado si alguna vez te han roto el corazón. «Supongo que el amor siempre es perfecto, hasta que deja de serlo»
Alfredo Berlinghieri, el amo, y Olmo Dalcó, el siervo, nacieron con unas horas de diferencia, el primer año del siglo XX, en la Villa Berlinghieri, de la Emilia Romagna. 'Eso tiene que significar mucho —dijo el viejo Berlinghieri—'Probablemente signifique —le respondió el viejo Dalcó— que los dos morirán juntos.' Ese mismo día, el terrateniente patriarcal cambió de nombre a su finca: 1900, Novecento, como el 'nuevo siglo'. Y, también ese día, el patriarcal campesino 'alzó la cabeza y, desde el fondo de su ser, lanzó una carcajada vivificante'. Más que las tragedias individuales de Alfredo y Olmo, o su amistad superior a cualquier lógica, 1900 tiene como protagonista principal la lucha de clases que, en la Italia de este siglo, ha alcanzado toda su brutalidad y toda su grandeza. Aunque la ideología feudal adormeciera los antagonismos, la conciencia de clase va apareciendo paulatinamente hasta ocuparlo todo: 'La relación dialéctica entre Olmo y Alfredo como síntesis de la dialéctica de clase —en palabras del propio Bertolucci—, esta dialéctica es tan fuerte en el film que terminó por quemar todo lo que podía ser experimento cultural o literario.' Frente a los amos, se abren sólo dos caminos: el desclasamiento o la corrupción en la injusticia; frente a los siervos: la revolución o la corrupción como perros de presa al servicio del amo. Alfredo Berlinghieri se autoaniquila, y sacrifica a la mujer amada, en la búsqueda inútil de un tercer camino. Olmo Dalcó se lanza sin titubeos a la lucha por la liberación de su propia clase. Atila Bergonzi, el fascista, llega a los más abyectos crímenes al servicio del amo, como lo hizo el fascismo durante veinte años de dictadura sobre Italia. Y Leónida, la revolución adolescente ('Ya no hay amos', dijo a Alfredo mientras lo encañonaba), muere antes que dejarse desarmar.
El año 1911 fue apasionante en la historia de España: un nuevo conflicto militar con Marruecos, una vieja disputa entre liberales y republicanos, oleadas de huelgas por toda la nación, un juez déspota y la empobrecida familia Ciscar, terminan enlazando sus caminos en el tranquilo pueblo de Sueca.
El 8 de noviembre de 1913 (1912+1, como escribió en cierta ocasión DAnnunzio para exorcisar el número fatídico), en San Remo, la condesa Tiepolo, esposa de un capitán de los Bersaglieri, mata de un disparo al asistente de su marido, Quintilio Polimanti, quien, según la condesa, había intentado forzarla sexualmente. El proceso no tendrá lugar hasta cinco meses después. A pesar de la debilidad de los argumentos de la defensa, las incongruencias y las comprobaciones contradictorias, se salvaguardará finalmente el sacrosanto concepto de la familia.
Ella era judía. Él era un ario puro. Y el amor floreció en sus corazones. Cuando éramos jóvenes, el amor era todo lo que necesitábamos para encontrar la felicidad... Sin embargo, los obstáculos impuestos por la Segunda Guerra Mundial, debido a nuestros orígenes, nos enseñaron que nada en la vida era sencillo. Y mucho menos cuando amabas al enemigo. ¿Hasta qué punto puede llegar un ser humano por amor? ¿Puede una ideología transformarlo? ¿Puede el odio mancharlo? Una historia de amor llena de giros inesperados que te harán sentir mil emociones, algunas dulces, otras no tanto, pero cada una de ellas, sin lugar a dudas, dejará una marca en tu corazón.
En 1948, cuando tenía solo diecisiete años, el jovencísimo Yoram Kaniuk luchó en la guerra de Independencia israelí. Más de sesenta años después, Kaniuk vuelve sobre sus recuerdos para retratar a toda una generación de jóvenes burgueses que se vio de pronto inmersa en una guerra cuya lógica estaba lejos de comprender. Evitando justificarse, buscando la autocrítica, el viejo Kaniuk nos habla del sinsentido de la guerra y de cómo él y sus amigos, niños de mamá convertidos en atípicos camaradas de armas, fueron tan inconscientes como para pensar que la perspectiva de morir jóvenes podía tener algo de glorioso.
El mundo se acabará en el otoño de 1975 y quien no se una a la Verdad, será destrozado por la furia de Dios. Antes de esa culminante fecha, donde se produciría el genocidio más grande de la historia humana, Madison Jones descubrirá que ha nacido dentro de un culto y que todo lo que ha aprendido ha sido una mentira. Sarah Anderson, un ex miembro que logró escaparse de la secta apocalíptica, la ayudará a ver la oscuridad que oculta el culto detrás de sus cortinas de hierro.
Madison luchará entre su lealtad a la secta y su creciente comprensión de que algo no está bien. Tendrá que enfrentarse a muchas preguntas difíciles y tomar decisiones importantes. Sabrá que deberá pagar un precio muy alto por su libertad.
Una historia que escudriña las manipulaciones en masas utilizando la fe como escudo.
1980: el año en que el narrador de esta novela conoció a su nuevo padre. Una declaración de amor filial y un ajuste de cuentas con el pasado y la historia familiar. «1980» es la historia de una familia como todas, o casi todas: tarada. Es decir, normal. Aquí no hay abusos sexuales ni palizas. Hay mujeres poderosas, quizá demasiado, y hay hombres muertos, o ausentes. Hay una madre progre en el Madrid de finales de los setenta, que escucha a María Jiménez y juega con la posibilidad de atropellar a Manuel Fraga, que se queda viuda de pronto y descubre la libertad, pero tiene que sacar a sus tres hijos adelante. Hay también una abuela brutal que se hace cargo de esos niños y presume siempre de haber amortajado a su hermano con solo dieciséis años. Y hay un elegante burgués catalán. Aparece una tarde o una noche de 1980, con sus sombras y sus secretos a cuestas, y acabará cambiando la vida de todos. De forma muy especial, la del narrador, un niño cobarde y furioso. Muchos años después, será él quien escriba, a ratos desde la ternura y a ratos desde la violencia, esta novela, que aspira a ser una declaración de amor filial y un ajuste de cuentas, también una reflexión sobre la familia y sobre el peso que la infancia tiene en el resto de nuestras vidas.
“¿Cuántas posibilidades hay en la vida de cruzarse con esa persona? Ellos habían tenido la suerte de encontrarse. Las circunstancias eran un detalle menor, una línea en la historia de su amor”. Pedro tiene diecinueve años y, a diferencia de los hombres de su familia, no eligió la carrera militar sino la Facultad de Filosofía y Letras. Pero corre el año 1982, y su refugio en la lectura o en las canciones de Spinetta es sacudido por el desembarco de las tropas argentinas en Malvinas: su padre, el teniente coronel Augusto Vidal, se encuentra en el frente de batalla. Aunque Buenos Aires esté lejos, la guerra lo enrarece todo. El compás de espera que viven en su casa lo aproxima a Fátima, su madrastra. Entre ellos surgirá un deseo desconocido e irrefrenable, un amor con la fuerza arrasadora de la libertad. Una pasión cargada de erotismo que tendrá consecuencias devastadoras. Sergio Olguín ha escrito una novela que deja al desnudo los alcances insospechados del horror en tiempos de muerte y opresión. Una obra conmovedora que reúne los mejores atributos de su literatura: la gracia, la belleza, la oscuridad.
En japonés, la letra Q y el número 9 son homófonos, los dos se pronuncian kyu, de manera que 1Q84 es, sin serlo, 1984, una fecha de ecos orwellianos. Esa variación en la grafía refleja la sutil alteración del mundo en que habitan los personajes de esta novela, que es, también sin serlo, el Japón de 1984. En ese mundo en apariencia normal y reconocible se mueven Aomame, una mujer independiente, instructora en un gimnasio, y Tengo, un profesor de matemáticas. Ambos rondan los treinta años, ambos llevan vidas solitarias y ambos perciben a su modo leves desajustes en su entorno, que los conducirán de manera inexorable a un destino común. Y ambos son más de lo que parecen: la bella Aomame es una asesina; el anodino Tengo, un aspirante a novelista al que su editor ha encargado un trabajo relacionado con La crisálida del aire, una enigmática obra dictada por una esquiva adolescente. Y, como telón de fondo de la historia, el universo de las sectas religiosas, el maltrato y la corrupción, un universo enrarecido que el narrador escarba con precisión orwelliana.En el tercer libro se suma a las voces de Aomame —la enigmática instructora de gimnasia y asesina— y de Tengo —el profesor de matemáticas y escritor—, la de un nuevo personaje, un detective llamado Ushikawa. Su última misión, encargada por Vanguardia, el misterioso culto religioso, consistió en comprobar si Aomame era digna de confianza para trabajar para el líder. Ushikawa dío el visto bueno a la joven, pero ésta los traicionó a todos, cometió un nuevo asesinato y luego desapareció. Si el detective no logra encontrarla, la venganza de la secta se abatirá sobre él. Entretanto, Aomame y Tengo, cada uno a su modo, siguen deseándose en la ausencia, buscándose —en el más puro estilo de Murakami— casi sin moverse de su sitio, aislados, quizás a punto de experimentar un giro radical en sus vidas y esperando un reencuentro que los redima… en el mundo de 1984, o en el de 1Q84, ese fantasmagórico universo con dos lunas.
Un antiguo amor, un psiquiatra y demasiadas respuestas diferentes a una sola pregunta. Si pudieras cambiar el pasado ¿Qué cambiarías? Con esta premisa parte el viaje del protagonista, un viaje sin tiempo ni meta a un pasado que no existió, en el que la eternidad, o lo que de ella puede encontrarse en apenas veinte minutos, le dará la oportunidad de desembarazarse del peso de una pérdida. Una pérdida en forma de sueño a través del que deberá digerir todo el dolor que causó alguna vez en el pasado. Una historia de amor y dolor, desvarío y locura, en el que tres personajes se disputan, de forma más o menos consciente, parte del alma de nuestro hombre, fragmentada entre un ayer doloroso, un presente enfermo y un futuro improbable.
El protagonista, identificado con el autor, tiene cuarenta años y afronta un divorcio marcado por la incomunicación y el resentimiento, al tiempo que inicia una relación con una ex compañera del colegio. El reencuentro con los referentes de su adolescencia y primera juventud, incluidos los recuerdos de la casa paterna y los viejos y dispersos amigos, no le inclinará a la reparación emocional sino a la conciencia de su fracaso vital. Su frustrada carrera como escritor, sus vanos intentos de desarrollo de un negocio informático, su empobrecimiento como profesor interino y el desprecio hacia su propio país marcarán su visión de la realidad. El relato, en forma de diario, es un implacable retrato del desencanto y de la corrosión de las ilusiones en la España de principios de siglo, que nos recuerda a los dietarios de Josep Pla, pero también a la épica suburbana de Harry Angstrom, el Conejo de Updike, o Frank Bascombe, el personaje de Richard Ford.
Silvana y Januscz se reencuentran en Londres tras seis años de obligada separación a causa de la Segunda Guerra Mundial. Por fin retomarán su vida junto a su hijo Aurek, aunque sea lejos de su Polonia natal. Pero lo que debería ser un reencuentro feliz toma un giro sorprendente. Ya nada es como antes. La guerra los ha convertido en dos extraños con secretos.
Para April, ya nada será igual después de perder a su padre. Rehacer su vida y encontrar el amor será algo prácticamente impensable, y menos cuando hay alguien que se empeña en añadir problemas por el camino, amenazando su felicidad. Por suerte, fuerzas desconocidas hasta el momento para ella, la ayudarán a darse cuenta de que el destino ya tiene sus planes.
Laura es feliz: es joven y hermosa, está a punto de firmar su primer contrato para una importante campaña publicitaria y la vida le sonríe. Sin embargo, todo cambia en unos segundos. Un inesperado y absurdo accidente la aleja de todo aquello por lo que había luchado y hace que descubra recodos dentro de sí misma que jamás había sospechado que existieran. Ahora tendrá que empezar de cero, porque el mundo ha resultado ser un lugar mucho más complicado de lo que ella pensaba. “Me siento como si tuviera que hacer borrón y cuenta nueva, como si todo lo conseguido durante mis primeros veintidós años de vida no sirviera para nada y tuviera que aprender a vivir de nuevo.” “No puedo pasar por alto el hecho innegable de que, desde que llegué aquí, Javier ha desaparecido por completo de mis pensamientos y, en su lugar, se ha instalado una chica ni muy guapa ni muy fea que tiene un gusto horrible para vestir y que lleva unas enormes gafas de pasta.” “Tengo que llegar al fondo porque no soporto ser un segundo plato, y no lo soporto porque quizá, solo quizá, una parte de mí empieza a preguntarse si esta aventura podría llegar a ser algo más profundo de lo que me gustaría admitir.” “Nuestro primer beso es suave y furtivo, apenas ha durado dos segundos. Separándose, mi amiga me mira atentamente. Nuestros ojos se cruzan, dan permiso, invitan a investigar más este dulce caramelo que apenas hemos saboreado.” “Es como si Sandra tuviera la llave, la clave secreta que da acceso directo a mi interior. Sin que pueda comprender lo que sucede, de pronto la noto en todas partes a la vez, en mi boca, en mi sexo… en mi mente.” “Aquí, en este apartado lugar del mundo, no existen mis cicatrices ni el 23 de octubre. Aquí no puede pasarnos nada malo.”
Martín no podía sospechar, cuando se dirigía a su clase en el comienzo del curso, que ese mes de octubre sería el más largo de su vida. Atormentado por su creciente incapacidad de comprender el mundo que le ahogaba, pero sometido, al mismo tiempo, a un férreo compromiso con la sociedad y consigo mismo, el joven profesor se debatía continuamente entre una responsabilidad que le pesaba demasiado y un vago sentimiento de incompetencia que le asaltaba con excesiva frecuencia.  A lo largo de ese terrible mes de octubre se sucedieron en España acontecimientos que marcarían para siempre el carácter del país, y que llevaron a la población hasta límites que nadie hubiera creído posible, obligando a muchos a cruzar la tenue línea que separa razón y locura. Martín fue uno más entre tantos, uno al azar, sin nada especial que le defina; un hombre como los demás, con la tragedia de lo hispánico cincelada en su rostro, pero que la soporta sabiendo que drama y semblante son inseparables. Martín solo era uno más de la historia, y ni siquiera es la historia de Martín, pero esta historia había que contarla, a pesar de todo. Gracias, Martín…
Treinta y cinco años brutales reconstruidos por un narrador que hace lo que no debe y que siempre está en el lugar equivocado. Este viaje desbocado por Colombia, por sus rutas físicas y vitales, es una cautivadora excursión literaria y también una nueva prueba de que en América Latina siguen triunfando la fiesta, la violencia, el exilio y el olvido.
Sergio Álvarez, gracias a una voz honesta y auténtica, y a un particular talento para articular las diferentes historias, logra una novela sólida y contundente al mismo tiempo que ágil y divertida. Escrita con elementos de novela histórica, relato de aventuras, autoficción, *thriller* y hasta folletín romántico, 35 muertos recrea a partir de las desventuras de un perdedor, y de las decenas de personajes que se cruzan en su camino, la Colombia de finales del siglo XX. Una novela con un lenguaje deslumbrante que sin duda será una obra de referencia de la nueva literatura latinoamericana.